CRISIS FINANCIERAS EN EL MUNDO

CRISIS FINANCIERAS EL CRACK DEL 29 También conocido como la Crisis de 1929, fue la más devastadora caída del mercado de

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CRISIS FINANCIERAS EL CRACK DEL 29 También conocido como la Crisis de 1929, fue la más devastadora caída del mercado de valores en la historia de la Bolsa en Estados Unidos, tomando en consideración el alcance total y la larga duración de sus secuelas. El colapso continuó por un mes. Los economistas e historiadores no están de acuerdo en qué rol desempeñó el crac en los eventos económicos, sociales y políticos subsecuentes. En Norteamérica, el crac coincidió con el comienzo de la Gran Depresión, un periodo de declive económico en las naciones industrializadas, y llevó al establecimiento de reformas financieras y nuevas regulaciones que se convirtieron en un punto de referencia. La crisis del 29 ha sido, probablemente, la mayor crisis económica a la que se ha enfrentado el intervencionismo como sistema y que fue motivado por la manipulación de la oferta monetaria, por parte del gobierno americano, tras su nacionalización en 1914, al abandonar el patrón oro. Al momento de la bomba, la ciudad de Nueva York había crecido hasta convertirse en la mayor metrópolis y en su distrito de Wall Street eran muchos los que creyeron que el mercado podía sostener niveles altos de precio. Poco antes del crac, Irving Fisher proclamó: "Los precios de las acciones han alcanzado lo que parece ser una meseta alta permanente." La euforia y las ganancias financieras de la gran tendencia de mercado fueron hechas pedazos el Jueves Negro, cuando el valor de las acciones en la Bolsa de Nueva York se colapsó. Los precios de las acciones cayeron ese día y continuaron cayendo a una tasa sin precedentes por un mes entero. 100.000 trabajadores estadounidenses perdieron su empleo en un periodo de 3 días. ENDEUDAMIENTO  Interno: en Estados Unidos, los inversionistas norteamericanos, invierten todo el ahorro de su

vida ya que, con poco dinero, se podían amasar grandes fortunas; estos comenzaban a comprar por medio de créditos, pero sin suficientes garantías ni medios para pagar; los agentes de préstamos acudían a su banco y entregaban las fichas de préstamos sin garantías, los bancos

acudieron a la Reserva Federal de oro, pero al no haber demanda, los inversionistas se quedan sin dinero para pagar sus préstamos, y los bancos no podrían pagar a la Reserva Federal, que se quedó sin capital, y los bancos se endeudaron con el país; los inversionistas endeudados con los bancos son obligados a vender y la bolsa sufre un importante descenso, perdiendo los países gran parte de sus reservas de oro por la inflación.  Externo: una excesiva demanda y muy poca oferta provocó endeudamiento e inflación que

hizo que los países tomaran medidas drásticas para cubrir su endeudamiento; los países europeos piden dinero, sobre todo a EE.UU. después de la guerra, debido a la reconstrucción. La deuda pública de Francia se multiplicó por 6'5, la de Gran Bretaña por 11 y la de Alemania por 27. CAUSAS DE LA CRISIS El crac fue antecedido por un boom especulativo que había surgido a principios de la década de 1920 y había llevado a cientos de miles de norteamericanos a invertir fuertemente en el mercado de valores, incluso un número significativo se prestaron dinero para comprar más acciones. Para agosto de 1929, los brokers prestaban rutinariamente a pequeños inversores más de 2/3 del valor de las acciones que estos compraban. Más de $8.5 mil millones se habían prestado, una cantidad mayor al monto total que estaba circulando en ese momento en los Estados Unidos.Los precios ascendientes de las acciones estimularon a más personas a invertir: esperaban que los precios de las acciones crecerían incluso más. Entonces, la especulación provocó alzas mayores y creó una burbuja económica. El promedio PER (Price toEarnings Ratio) de las acciones compuestas S&P fue de 32.6 en septiembre de 1929, claramente por encima de las normas históricas. Muchos economistas ven este evento como el más dramático en la historia económica moderna. El 24 de octubre de 1929, el mercado finalmente cayó entonces, los factores que ocasionaron la crisis se pueden resumir en los siguientes:  Crisis de subconsumo: la demanda de productos desciende motivado por la desigual

distribución de la renta.  Comercio internacional: Falta de dinamismo en esta época debido a la caída de la demanda

exterior y al proteccionismo.

 Especulación bursátil: A pesar de los problemas, los valores en bolsa no dejan de subir. La bolsa

sube pero no los beneficios reales de las empresas sino por la expectativa de beneficio. Las inversiones en bolsa se hacen a partir de préstamos concedidos por los bancos por lo que el dinero no va a los inversores productivos, sino a la especulación. El desastre “bursátil” provocó una grave crisis económica y financiera en EE.UU. Las principales manifestaciones de la crisis en EE.UU. entre el 1929-1932:  Sector financiero (los bancos): en 1929 habían quebrado cuarenta bancos, en el 1931 eran dos

mil. La quiebra tiene lugar porque los particulares retiran sus depósitos ante el temor de perderlos. Por otra parte, los bancos no pueden recuperar los préstamos concedidos a los especuladores en bolsa, ni los invertidos a largo plazo en la industria. La quiebra bancaria paraliza la inversión de la cual redujo drásticamente la producción a la mitad y cerca de cien mil empresas cerraron sus puertas.  Crisis industrial: Incrementa el paro en índices hasta entonces desconocidos. En 1932 doce

millones de parados en EE.UU. que constituían el 25% de la población activa. A este paro se sumó la ruina de millones de agricultores más la caída de los precios agrícolas. CAUSAS DE LA EXPANSIÓN DE LA CRISIS  El endeudamiento de las personas, por no pagar sus créditos; razón por la cual los bancos

perdían solvencia.  Estrecha relación económica y financiera entre EE.UU. y el resto del mundo.  Ausencia de mecanismos de cooperación internacional.  Aumento de las medidas proteccionistas.

La crisis afecta en especial a las naciones o regiones más dependientes de EE.UU:  Japón: este país destinaba 1/3 de sus exportaciones a EE.UU.  América Latina: La crisis se inició hacia 1931. La región era un mercado abierto, eminentemente

exportador de materias primas y dependiente de las importaciones de productos elaborados. Fue una de las más afectadas en el planeta, debido a la brusca caída del precio de los productos latinoamericanos, que tenían su principal mercado en Estados.

 Alemania / Austria: en marzo de 1931, el principal banco austriaco, CreditAmsteld, suspende

los pagos y en su quiebra arrastrara los grandes bancos austriacos y alemanes. La crisis bancaria alemana repercutió en toda Europa.  Gran Bretaña: la crisis no supuso una brusca caída porque su economía todavía no se había

recuperado de la crisis provocada por la I Guerra Mundial y por la crisis de 1921 al 1924. En septiembre de 1931, se acordó que la libra esterlina abandonaría el patrón oro, su objetivo es la devaluación de la moneda. Sin embargo Gran Bretaña tenía una serie de ventajas para salir de la crisis, pues disponía de grandes reservas de oro en sus dominios. Además, poseía un imperio mundial que le permitía un comercio interno independiente de la situación mundial o internacional.  Francia: es el menos sacudido por la depresión. La crisis no provoca un descenso brusco de

índices industriales, y el paro no aumenta tanto como en otros países. El que se vea menos afectado se debe su menor nivel de industrialización y a que poseía una agricultura diversificada que le permitió luchar contra la crisis. No deja de experimentar dificultades, tras la devaluación de la libra, que convirtió a los productos franceses en caros y escasamente competitivos.  España: La integración de la economía española en la economía mundial era baja. Pero el

naciente proceso de industrialización sufrió un duro golpe. También tuvo hondas repercusiones en el aspecto político. Contribuyó al fin de la dictadura de Primo de Rivera y se lo puso más difícil a la II República. MEDIDAS ADOPTADAS La política económica llevada a cabo por Roosevelt se denominó New Deal, estuvo basado en cuatro tipos de medidas que son: 1. Las Financieras: 

Se ayuda a los bancos mediante una participación en su capital.



Se procede a una devaluación del dólar, con el objetivo de crear inflación que a su vez estimule la economía.

2. Las Agrícolas: 

Se estimuló el descenso de la producción pagando a los agricultores una indemnización por dejar de producir. El objetivo era que los precios aumentaran.

3. Las Industriales: 

Se promovió el aumento de salarios.



Se disminuyen las horas de trabajo.

4. Las Sociales: 

Se llevan a cabo grandes inversiones en obras públicas.



Medidas de protección social que aseguran el poder adquisitivo de la población, el objetivo es que aumente el consumo.

RESULTADOS  Recuperación de la economía de EE.UU. desde 1938 y sobre todo desde 1940 por el rearme

para la guerra. Gracias al New Deal ideado por el presidente Roosevelt, EEUU es capaz de regenerarse como potencia fuerte de la economía mundial. A pesar de no alcanzar de nuevo el pleno empleo (hecho que en EEUU siempre se había dado, debido a las grandes demandas de trabajo para cubrir las necesidades de un país vastamente expandido) si se consiguió restablecer un orden económico, que basado en el funcionamiento de las economías de escala y en la intervención regulada del Estado (sistema mixto) garantizaba la creación de demanda pública, que impulsó posteriormente el desarrollo del sector industrial privado.  Sistemas Autárquicos (el país produce lo que necesita, independientemente de otros países).

Modelo ensayado por las potencias fascistas (Italia y Alemania). Estas políticas son llevadas a cabo por las dictaduras fascistas. El objetivo de esta política es lograr la autosuficiencia económica y el relanzamiento de la industria militar con el fin último de la expansión territorial. Las medidas que toman se basan en una intervención y en un control autoritario de la economía: construcción de obras públicas; fomento de la industria militar; autosuficiencia agraria e industrial y centralización empresarial. No obstante, los países no lograron la autosuficiencia y esto les llevo a la exposición militar.

LA CRISIS ECONÓMICA DE MÉXICO DE 1994 Fue una crisis iniciada en México de repercusiones mundiales. Fue provocada por la falta de reservas internacionales, causando la devaluación del peso mexicano durante los primeros días de la presidencia de Ernesto Zedillo. A unas semanas del inicio del proceso de devaluación de la moneda mexicana, el entonces presidente de los Estados Unidos, Bill Clinton, solicitó al Congreso de su país la autorización de una línea de crédito por $20 mil millones de dólares para el Gobierno Mexicano, a efectos que le permitieran garantizar a sus acreedores el cumplimiento cabal de sus compromisos financieros denominados en dólares. En el contexto internacional, las consecuencias económicas de esta crisis se denominaron "Efecto Tequila". En México también se le conoce como el "Error de diciembre", una frase acuñada por el ex presidente mexicano Carlos Salinas de Gortari para atribuir la crisis a las presuntas malas decisiones de la administración entrante de Ernesto Zedillo Ponce de León y no a la política económica de su sexenio. CAUSAS Administración de Carlos Salinas de Gortari La administración del presidente Carlos Salinas de Gortari, 1988 -1994, tomó medidas para lograr una rápida transición al neoliberalismo capitalista y dio especial importancia a la inversión extranjera. Esta administración privatizó la banca nacional (la cual estaba en manos del estado y había sido intervenida apenas doce años antes por el presidente José López Portillo). Los fondos provenientes de estas ventas y de las de otras compañías del gobierno se invirtieron en infraestructura con el objetivo de aprovechar las posibilidades del Tratado de Libre Comercio de América del Norte con Estados Unidos y Canadá. La popularidad y credibilidad de Salinas alcanzaron niveles altos, ya que la burbuja de crecimiento económico propiciada por la estabilidad y la baja inflación, hizo que muchos políticos y los medios afirmaran que «México estaba a punto de convertirse en una nación de primer mundo», y de hecho, fue la primera de las naciones recientemente industrializadas en ser aceptada en la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico OCDE en mayo de 1994. No obstante, era un hecho conocido que el peso estaba sobrevaluado (al menos un 20%, de acuerdo a algunas fuentes), pero la vulnerabilidad

económica no era bien conocida o era minimizada por los políticos de Salinas o por los medios. Esta vulnerabilidad se agravó por varias decisiones de política macroeconómica de su administración y por varios eventos de inestabilidad política que se suscitaron en 1994. La mayoría de los economistas e historiadores económicos, como Hufbauer y Schoot (2005) reconocen varios eventos y políticas macroeconómicas de la administración de Salinas que propiciaron la crisis económica de 1994: 

1994 fue el último año del sexenio de Salinas, quien, siguiendo la tradición del PRI en cada año de elecciones inició un increíblemente alto gasto gubernamental en obras públicas, lo cual se tradujo en un déficit histórico.



Para poder mantener este déficit de cuenta corriente histórico (un 7% del PIB), Salinas emitió los Tesobonos, un tipo de instrumento de deuda que aseguraba el pago en dólares, en lugar de pesos mexicanos. El decreto de los tesobonos se publicó en el diario oficial el 27 de junio de 1989, en este mismo año se realiza la primera emisión por un monto de 10 millones de dólares, con un plazo de 182 días y una tasa nominal al vencimiento de 34.5% anual.



México experimentó, común en esos días, prácticas bancarias relajadas o incluso corruptas; más aún, algunos miembros de la familia de Salinas (aunque sólo su hermano Raúl fue encarcelado) fueron acusados de transacciones ilícitas.



El candidato presidencial del Partido Revolucionario Institucional (en el gobierno desde 1929), favorito para las elecciones, Luis Donaldo Colosio, fue asesinado en marzo de ese año esto provocó que el saldo de los tesobonos se situara en 7 049 millones de pesos, esto fue un incremento del 83% respecto al año de diciembre del año anterior, y unos meses después, José Francisco Ruiz Massieu, Secretario General del PRI, también fue asesinado.



El EZLN, una rebelión insurgente de Chiapas, le declaró la guerra al gobierno el 1 de enero; aunque el conflicto armado terminó 2 semanas después, las inconformidades y peticiones de los insurgentes eran causa de preocupación, especialmente para los inversionistas.

Estos dos últimos eventos, y el creciente déficit de cuenta corriente alimentado por la demanda del consumidor y el enorme gasto gubernamental, alarmó a los inversionistas que habían comprado los tesobonos, principalmente ciudadanos mexicanos y algunos extranjeros, quienes los vendieron rápidamente, vaciando las reservas internacionales del Banco de México, las cuales de

por sí se encontraban en niveles muy bajos. La política ortodoxa que debía realizarse ante tal situación, era incrementar las tasas de interés, permitiendo que la base monetaria se contrajera, para evitar que más dólares siguiesen siendo extraídos de las reservas rápidamente. Sin embargo, dado que era un año de elecciones (en ese entonces consideradas las más transparentes del país, y las primeras con observadores internacionales) y ya que el resultado hubiera sido distinto si había una desaceleración económica, el Banco de México decidió comprar deuda mexicana para mantener la base monetaria e impedir que las tasas de interés se incrementaran, lo cual, a su vez, causó una mayor fuga de dólares de las reservas internacionales a niveles históricamente bajos (que llegarían a 9 mil millones de dólares; a modo de comparación, el 2005 llegaron a $70 mil millones arrastrados de las crisis anteriores). La crisis era inevitable, y terminar con la paridad fija del peso tan sólo era una de las muchas correcciones que tenían que realizarse. No obstante, aún después de las elecciones, durante los últimos 5 meses antes de la toma de posesión de Ernesto Zedillo, la administración de Salinas no realizó ningún ajuste. Algunos críticos sugieren que Salinas quería mantener su popularidad, ya que buscaba el apoyo internacional para su candidatura a director general de la Organización Mundial de Comercio. Salinas por su parte, argumenta que había hablado con Zedillo para compartir la devaluación entre las dos administraciones, y que Zedillo decidió tomar la carga del ajuste económico en su totalidad. La salida de la crisis Paquete de emergencia Los Estados Unidos intervinieron rápidamente comprando pesos del mercado para evitar una mayor depreciación del peso, sin embargo esta medida no era suficiente. El presidente estadounidense Bill Clinton solicitó al congreso enviar un paquete de rescate. Sin embargo diversos representantes del Congreso que se habían opuesto al TLCAN veían esta crisis como un resultado del tratado. El congreso votó en contra de la aprobación de fondos de rescate. No obstante, algunas personas dentro del Tesoro norteamericano encontraron una vía legal para enviar el rescate por medio del Fondo de Estabilización de Divisas, la cual no requería la aprobación del Congreso de los Estados Unidos. Así, se enviaron de los Estados Unidos $20 mil millones de dólares, a los cuales se les añadieron casi $30 mil millones más: $17 mil millones del Fondo Monetario Internacional, $10 mil millones del Bankfor International Settlement, mil millones del Banco de Canadá en forma de swaps de corto término y mil millones más provenientes de diversos países latinoamericanos (entre ellas Argentina y Brasil cuyas economías eran severamente afectadas por los efectos de la crisis mexicana). El dólar se estabilizó a un precio

de 6 pesos, y por los siguientes dos años, antes de ser afectado por la Crisis financiera asiática de 1998, se mantuvo entre 7 y 7.7 pesos. Cambios en la política económica Comprometido con cumplir las obligaciones del Tratado de Libre Comercio de América del Norte, el gobierno mexicano no recurrió a las prácticas tradicionales de los países latinoamericanos en tiempos de crisis (como el control de capitales, que podría haber prolongado la crisis, tal como fue el caso con las crisis sudamericanas del 2001-2002), sino que introdujo controles estrictos en la política fiscal, continuó con su política de libre comercio y libre flotación. El crecimiento acelerado de las exportaciones amortiguó la recesión, y en menos de 10 meses, la tasa de crecimiento mensual del PIB ya era positiva. Para 1996 la economía ya estaba creciendo (llegando a un máximo de casi 7% en 1999), y en 1997 México pagó, por adelantado, todos los préstamos de los Estados Unidos. No obstante, los efectos de la crisis, principalmente causados por las altísimas tasas de interés durante los días de la devaluación (que llegaron hasta el 100%), provocaron que millones de familias no pudieran pagar sus préstamos e hipotecas, perdiendo sus propiedades, mientras el gobierno federal hacia un rescate financiero a Bancos Mexicanos conocido por FOBAPROA, sin embargo, esta medida no fue acompañada de un proceso de reevaluación de la deuda de los morosos que podría haber salvado de la ruina miles de PyMES y personas físicas. El rescate financiero se sigue pagando actualmente y el sistema bancario está poco vinculando al crédito, a las familias y a la microindustria, viviendo de bonos de deuda que paga el gobierno con altos intereses. La crisis económica incubada bajo Salinas de Gortari y su modelo populista y neoliberal definido como tecnócrata sumió el país en un estancamiento económico por 16 años. Así si bien Salinas había anunciado un gran aumento del PIB bajo el TLC, en la práctica la economía mexicana ha crecido muy lentamente y ha aumentado considerablemente la desigualdad económica: la clase media mexicana es de bajo poder adquisitivo. En el período 1995-2005 México ha sido el país con menor crecimiento económico de América, 1 acumulando un retraso tecnológico en algunos sectores de 30 y 40 años. Convirtiéndose en un país de maquiladoras y exportador de materia prima, como el petróleo que tiene que volver a comprar en forma de gasolina a los Estados Unidos.

LA CRISIS FINANCIERA ASIÁTICA Fue un período de dificultad financiera que se apoderó de Asia en julio de 1997 y aumentó el temor de un desastre económico mundial por contagio financiero. También conocida como la crisis del Fondo Monetario Internacional, comenzó el 2 de julio de 1997 con la devaluación de la moneda tailandesa. Por efecto dominó, le sucedieron numerosas devaluaciones en Malasia, Indonesia y Filipinas, lo que repercutió también en Taiwán, Hong Kong y Corea del Sur. Sin embargo, lo que parecía ser una crisis regional se convirtió con el tiempo en lo que se denominó la "primera gran crisis de la globalización”, y existe una gran incertidumbre sobre la verdadera magnitud del impacto de sus efectos en la economía mundial. Sólo durante las primeras semanas un millón de tailandeses y 21 millones de indonesios pasaron a engrosar las filas de los oficialmente pobres. ROL DEL FMI El apoyo del FMI estuvo condicionado a una serie de reformas económicas drásticas influenciadas por los principios económicos neoliberales denominado "paquete de ajuste estructural". El ajuste estructural exigido a los países golpeados por la crisis mandaba recortar el gasto público y reducir el déficit fiscal, dejar que las instituciones financieras y bancos insolventes quebraran y aumentar agresivamente las tasas de interés. El razonamiento detrás de estas medidas era que con estas se restauraría la confianza en la solvencia fiscal de los países, penalizar a las compañías insolventes y proteger el valor de las monedas. Sobre todo, se estipulaba que el capital financiado por el FMI debía ser administrado racionalmente en el futuro, sin que los partidarios favoritos recibieran fondos malversados; para ello, debían existir controles gubernamentales adecuados establecidos para supervisar todas las actividades financieras, los cuales debían ser independientes del interés privado. En resumen, en Asia se debían crear exactamente el mismo tipo de instituciones financieras existentes en Estados Unidos, como una condición del apoyo del FMI. Además, los sistemas financieros debían volverse "transparentes", esto es, proveer el tipo de información financiera confiable usado en Occidente para tomar decisiones financieras razonables. Sin embargo, la mayor crítica contra el rol del FMI en la crisis se concentró sobre su respuesta a la crisis. Como país tras país entraba en crisis, muchos negocios locales y préstamos que habían tomado los gobiernos en

dólares americanos, se volvieron mucho más costosos respecto a la moneda local en la que obtenían sus ganancias, encontrándose incapaces de pagar a sus acreedores. La dinámica de la situación era muy similar a aquella de la crisis de la deuda de América Latina. Los efectos del programa de ajuste estructural fueron mixtos y su impacto una controversia. No obstante, los críticos señalaron la naturaleza contradictoria de estas políticas, argumentando que en una recesión, la respuesta tradicional keynesiana era incrementar el gasto público, apoyar a las compañías mayores y reducir las tasas de interés. La razón era que, por este medio, se estimularía la economía, evitando la recesión, con lo cual los gobiernos podían restaurar la confianza al mismo tiempo que prevenían el malestar económico. Asimismo, sostenían que el mismo Gobierno de los Estados Unidos había seguido políticas expansivas, tales como la reducción de las tasas de interés, el incremento del gasto público y el recorte de impuestos, cuando los Estados Unidos entraron en recesión en 2001. El rol del Fondo Monetario Internacional fue tan controvertido durante la crisis que muchos ciudadanos locales llamaron a la crisis financiera la "crisis del FMI". En retrospectiva, muchos comentaristas critican al FMI por empujar a las economías en desarrollo de Asia hacia la "vía rápida del capitalismo", es decir, hacia una liberalización del sector financiero (eliminación de restricciones para los flujos de capital); mantenimiento de altas tasas de interés domésticas para atraer una cartera de inversiones y capital bancario; y fijar la moneda nacional al dólar para tranquilizar a los inversionistas extranjeras contra el riesgo monetario. En otras palabras, se argumentaba que el FMI en sí mismo era la causa de la crisis. PAÍSES AFECTADOS Tailandia Entre 1985 y 1996, la economía de Tailandia creció más del 9% anual, la tasa más alta de crecimiento económico de un país en aquella época. En 1996, un fondo de cobertura norteamericano había vendido $400 millones de la moneda tailandesa. Esto fue posible porque desde 1978 hasta el 2 de julio de 1997, el baht tailandés estaba fijado al dólar en una tasa de 25 a 1.

Los días 14 y 15 de mayo de 1997, el baht fue golpeado por un ataque especulativo masivo. El 30 de junio de 1996, el primer ministro ChavalitYongchaiyudh dijo que no devaluaría la moneda. Esta fue la chispa que encendió la crisis financiera asiática, cuando el gobierno tailandés falló en su defensa del baht contra especuladores internacionales. El boom económico tailandés se detuvo entre despidos masivos en el sector financiero, inmobiliario y de construcción que tuvieron como resultado una enorme cantidad de trabajadores regresando a sus pueblos al interior del país y 600.000 trabajadores extranjeros siendo enviados de regreso a su país de origen. El baht se devaluó rápidamente y perdió la mitad de su valor, alcanzando su punto más bajo de 56 unidades por dólar en enero de 1998. La bolsa de valores tailandesa cayó un 75% en 1995. FinanceOne, la compañía financiera más grande de Tailandia hasta entonces, colapsó. El 2 de julio de 1997, la administración tailandesa dejó que la moneda local fluctuara. El 11 de agosto de 1997, el FMI comunicó el lanzamiento de un paquete de rescate para Tailandia de más de $17 mil millones, sujeto a condicionantes, tales como la aprobación de leyes relacionadas con los procedimientos en caso de bancarrota (reorganización y reestructuración) y el establecimiento de marcos regulatorios fuertes para bancos y otras instituciones financieras. El FMI aprobó el 20 de agosto de 1997 otro paquete de ayuda financiera consistente en $3900 millones. Indonesia En junio de 1997, Indonesia parecía estar lejos de una crisis. A diferencia de Tailandia, Indonesia tenía una baja inflación, un superávit de la balanza comercial de más de $900 millones, inmensas reservas internacionales de más de $20 mil millones y un buen sector financiero. Pero, un gran número de corporaciones indonesias habían tomado préstamos en dólares americanos. En julio de 1997, cuando Tailandia permitió la fluctuación del baht, las autoridades monetarias de Indonesia ampliaron la banda cambiaria de la rupiah del 8 al 12%. En agosto, la rupiah cayó bruscamente debido a ataques severos. El 14 de agosto de 1997, el régimen monetario de fluctuación manejada fue reemplazado por un arreglo de tasa de cambio de libre fluctuación. La rupiah cayó aún más. El FMI intervino con un paquete de rescate de $23 mil millones, pero la rupiah se hundía en medio del temor por las deudas de las corporaciones, ventas masivas de rupiah y fuerte demanda de dólares. La rupiah y la Bolsa de Yakarta llegaron a un punto bajo

histórico en septiembre. Con el tiempo, Moody's bajó de categoría a la deuda a largo plazo de Indonesia hasta 'bono basura'. Si bien la crisis de la rupiah empezó en julio y agosto de 1997, se intensificó en noviembre cuando los efectos de esa devaluación de venero se mostraron en los balances corporativos. En febrero de 1998, el presidente Suharto despidió al presidente del Banco de Indonesia, pero esto fue insuficiente. Suharto fue forzado a renunciar a mediados de 1998 y JusufHabibie se convirtió en presidente. Antes de la crisis, la tasa de cambio de la rupiah y el dólar era de aproximadamente 2600 rupiah por 1 dólar. En varios momentos durante de la crisis, la tasa se hundió a más de 14000 rupiah por dólar. Ese año, Indonesia perdió el 13,5% de su PIB. Corea del Sur Los resultados macroeconómicos en Corea del Sur eran buenos, pero el sector financiero estaba cargado con préstamos no rentables, pues sus grandes corporaciones estaban financiando expansiones agresivas. Durante este tiempo, hubo prisa en construir grandes conglomerados para competir a nivel mundial. Al final, el exceso de deuda llevó a quiebras mayores y adquisiciones. Por ejemplo, en julio de 1997, el tercer fabricante de autos más grande de Corea del Sur, Kia Motors, solicitó préstamos de emergencia. En la víspera del deterioro del mercado asiático, Moody's disminuyó la clasificación del crédito de Corea del Sur de A1 a A3, el 28 de noviembre de 1997; y lo bajó de categoría nuevamente a B2 el 11 de diciembre del mismo año. Esa disminución contribuyó al posterior declive de las acciones coreanas, dado que el mercado bursátil tenía una tendencia a la baja desde noviembre. La bolsa de Corea cayó el 4% el 7 de noviembre de 1997; al día siguiente, se hundió un 7%, en su mayor caída en un solo día hasta entonces. El 24 de noviembre las acciones cayeron un 7,2% más, debido al temor de que el FMI pidiera reformas duras. Mientras tanto, el won coreano se debilitó a más de 1700 por dólar desde 800. A pesar de una ralentización profunda inicial y de numerosas bancarrotas corporativas, Corea del Sur ha logrado triplicar su renta per cápita en términos de dólares desde 1997. De hecho, reasumió su rol como la economía de más rápido crecimiento del mundo. Desde 1960, su Producto Interno Bruto per cápita se ha incrementado de $80 en términos nominales a más de $21000 en el 2007. Sin embargo, como el chaebol, el gobierno de Corea del Sur no ha resultado ileso. El porcentaje de su Deuda Pública-PBI se ha más que duplicado (aproximadamente del 13 al 30%) como resultado de la crisis.

CONSECUENCIAS La crisis tuvo efectos significativos a nivel macroeconómico, incluyendo profundas reducciones en el valor de las monedas, el mercado bursátil y otros precios de activos de varios países asiáticos.El Producto Bruto Interno en dólares nominales de los países del Sureste Asiático cayeron de US$9,2 mil millones en 1997 a $2,18 mil millones (31,7%) en 1998. En Corea, los $170,9 mil millones que cayeron en 1998 fueron igual al 33,1% del Producto Bruto Interno de 1997. Muchos negocios colapsaron y, como consecuencia, millones de personas cayeron por debajo de la línea de pobreza entre 1997 y 1998. Indonesia, Corea del Sur y Tailandia fueron los países más afectados por la crisis Las consecuencias a largo plazo incluyeron el retroceso de las ganancias relativas producidas en los años del boom que precedieron a la crisis. El PBI per capita en dólares nominales cayó en un 42,3% en Indonesia en 1997; 21,2% en Tailandia; 19% en Malasia; 18,5% en Corea y 12,5% en Filipinas.24TheWorldFactbook de la CIA informó que la renta per cápita (medida por la paridad de poder adquisitivo) declinó en Tailandia de $8800 a $8300 entre 1997 y 2005; en Indonesia, de $4600 a $3700; en Malasia, de $11100 a $10400. En el mismo periodo, el ingreso per capita mundial se incremntó de $6500 a $9300. De hecho, el análisis de la CIA sostiene que la economía de Indonesia era todavía más pequeña en el 2005 que lo que había sido en 1997, sugiriendo un impacto en ese país similar al de la Gran Depresión. En el Sureste Asiático, la mayor parte de la inversión y un monto significativo del peso económico cambió de Japón y el Sureste Asiático a China e India. La crisis asiática ha hecho que los países asiáticos tengan una propensión hacia el ahorro. Portes, de London Business School, cree que la razón detrás de la excesiva acumulación de reservas por parte de China y otros países asiáticos, sea el afán de protegerse contra una nueva crisis. Para muchos economistas, esto ha creado grandes desequilibrios globales que fueron una de las causas de la crisis hipotecaria de 2007.

CRISIS FINANCIERA RUSA Golpeó a Rusia el 17 de agosto de 1998. Fue exacerbada por la crisis financiera asiática que empezó en julio de 1997. Dado el declive consiguiente en los precios mundiales de los commodities, los países que dependían fuertemente de la exportación de materias primas estuvieron entre los más severamente perjudicados (el petróleo, el gas natural, los metales y la madera conformaban más del 80% de las exportaciones rusas, dejando al país vulnerable a las oscilaciones de los precios mundiales. El petróleo era, además, el recurso que mayores ingresos fiscales generaba al gobierno ruso). El declive profundo en el precio del petróleo tuvo consecuencias severas para Rusia; sin embargo, la causa primordial de la crisis financiera rusa no fue directamente la caída de los precios del petróleo, sino el resultado de la falta de pago de los impuestos por parte de las industrias energéticas y manufactureras. Esta crisis también se tradujo por una crisis económica que culminó en 1998, que fue marcada por una enorme devaluación del rublo y un defecto sobre la deuda rusa (el GKO particularmente). Esta crisis financiera se produjo en el contexto del comienzo de una desaceleración económica mundial. La inflación anual de 1997 fue del 84% en Rusia. En el contexto internacional, las consecuencias económicas de esta crisis se denominaron "Efecto Vodka". CURSO DE LOS EVENTOS Previamente a la culminación de la crisis económica, la política de emisión de bonos GKO fue descrita como similar a una venta en pirámide o esquema de Ponzi, con el interés en obligaciones maduras que eran canceladas usando lo procedido de obligaciones recién emitidas. Al declinar la productividad, una tasa de cambio fija entre el rublo y las divisas extranjeras para evitar la confusión pública y un déficit presupuestario fueron los antecedentes de la debacle. El costo económico de la primera guerra en Chechenia que es estimado en $5,5 mil millones (sin

incluir la reconstrucción de la economía chechena que había sido arruinada) fue también una causa de la crisis. En la primera mitad de 1997, la economía rusa mostró algunas señales de mejora; sin embargo, poco después, los problemas empezaron gradualmente a intensificarse. Dos shocks externos, la crisis financiera asiática que había empezado en 1997 y los declives siguientes de la demanda (y, por tanto, del precio) del petróleo crudo y de los metales no ferrosos, también impactaron en las reservas extranjeras de Rusia. La crisis política llegó a un punto crítico el 23 de marzo cuando el presidente ruso Borís Yeltsin despidió repentinamente al primer ministro Víktor Chernomyrdin junto con todo su gabinete. Yeltsin nombró al ministro de Energía Sergei Kiriyenko, de 35 años, como primer ministro en funciones. El 29 de mayo, Yeltsin designó a Boris Fyodorov director del Servicio de impuestos estatales. El crecimiento de los préstamos internos podía ser proveído solo a expensas de la afluencia de capital extranjero especulativo, el mismo que fue atraído por tasas de interés muy altas. En junio, en un esfuerzo por apuntalar la moneda y detener la fuga de capital, Kiriyenko subió las tasas de interés GKO en un 150%. La situación fue empeorada por pagos irregulares de deuda interna. A pesar de los esfuerzos del gobierno, las deudas en sueldos continuaron creciendo, especialmente en regiones remotas. Para fines de 1997, la situación con los receptores de impuestos era muy tensa y tenía un efecto negativo en el financiamiento de los ítems más importantes del presupuesto (pensiones, utilidades comunales, transporte, etc.). Un paquete financiero de $22,6 mil millones del Fondo Monetario Internacional y del Banco Mundial fue aprobado el 13 de julio para apoyar las reformas y estabilizar el mercado ruso intercambiando un volumen enorme de billetes a corto plazo GKO rápidamente maduros en eurobonos a largo plazo. Esto había empezado a implementarse con algún éxito para el 24 de julio, pero entonces el gobierno ruso decidió mantener la tasa de cambio del rublo dentro de una banda estrecha, aunque muchos economistas, incluyendo a AndreiIllarionov y a George Soros, urgían al gobierno a abandonar su apoyo al rublo. El 12 de mayo de 1998, los mineros de carbón empezaron una huelga debido a sus salarios impagados, bloqueando el Transiberiano. Para el 1 de agosto de 1998, se debía aproximadamente

$12,5 mil millones en salarios impagados a los trabajadores rusos. El 14 de agosto, la tasa de cambio del rublo se mantenía en 6,29 por dólar americano. A pesar del rescate financiero, los intereses mensuales de la deuda rusa subían a una suma 40% mayor que sus recaudaciones fiscales mensuales. Además, el 15 de julio, la Duma Estatal, dominada por los partidos del ala izquierda se negaron a adoptar más medidas al plan anti-crisis gubernamental, por lo que el gobierno fue forzado a depender de decretos presidenciales. El 29 de julio, Yeltsin interrumpió sus vacaciones en la región del lago Valdai y volvió a Moscú, provocando temor de un recambio de gabinete, pero solamente reemplazó al jefe del servicio de seguridad federal NikolayKovalev por Vladímir Putin. Para ese momento, Rusia empleaba una política de "clavija flotante" hacia el rublo, lo que significaba que el Banco Central se comprometía a que en todo momento la tasa de cambio rublo/dólar permanecería dentro de un rango particular. Si el rublo amenazaba devaluarse fuera de ese rango (o "banda"), el Banco Central intervendría gastando reservas extranjeras para comprar rublos. Por ejemplo, durante el año antecedente a la crisis, el Banco Central se comprometió a mantener una banda de 5,3 a 7,1 rublos por dólar, lo que significaba que vendería parte de sus reservas extranjeras si la tasa de cambio de mercado amenaza exceder los 7,1 rublos por dólar. La incapacidad manifiesta del gobierno ruso para implementar una serie de reformas económicas coherentes llevó a una erosión severa de la confianza de los inversionistas y a una reacción en cadena del Banco Central. Los inversionistas vendieron rublos y activos rusos, lo que produjo una presión hacia abajo sobre el rublo. Esto forzó al Banco Central a gastar sus reservas extranjeras para defender al rublo, lo que erosionaba la confianza del inversionista y que debilitó al rublo. Se estima que entre el 1 de octubre de 1997 y el 17 de agosto de 1998, el Banco Central gastó aproximadamente $27 mil millones de sus reservas en dólares para mantener su banda cambiaria. Luego se reveló que alrededor de $5 mil millones de los préstamos internacionales proveídos por el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional fueron robados en Rusia la víspera de la debacle. El 13 de agosto de 1998, el bono ruso y los mercados bursátiles colapsaron como resultado del temor de los inversionistas de que el gobierno devaluara el rublo, no cumpliese con pagar la deuda doméstica, o ambos escenarios. Los rendimientos anuales del rublo denominados bonos

significaban más del 200%. El mercado bursátil tuvo que ser cerrado por 35 minutos cuando los precios se desplomaron. Cuando el mercado reabrió, había caído un 65% y sólo había un pequeño número de acciones comerciadas. De enero a agosto, el mercado bursátil había perdido más del 75% de su valor, 39% en el mes de mayo solamente. CONSECUENCIAS La crisis sobre el GKO ocasionó en el mundo una carrera hacia la liquidez y una huida hacia la calidad, las cuales causaron la quiebra de los fondos de inversión libre Long-Term Capital Management. Este último no tenía directamente una obligación rusa, pero poseía obligaciones adosadas a deudas incobrables. El lado positivo de la crisis fue que permitió al aparato de producción ruso volver a ser competitivo y ponerse en marcha. El alza de los precios del petróleo y las reformas económicas prometidas por Vladímir Putin a partir de 1999 también favorecieron este rebote. Entre 1999 y 2005, Rusia tuvo un crecimiento económico medio superior al 6 %.

LA CRISIS BRASILERA - EFECTO SAMBA Poder comprender de manera coherente la situación de crisis por la que atraviesa la economía brasilera, es algo que deberá estar condicionado al reconocimiento de su dinámica reciente; en ésta no sólo se observa la fidelidad a los objetivos trazados dentro del plan macroeconómica sino incluso la obtención de resultados positivos. En primer lugar valga mencionar que la dinámica macroeconómica brasilera se enmarca dentro del llamado Plan de Ajuste conocido como Plan real, el cual tiene tres objetivos principales: la inflación vista como una tendencia declinante, induce a la preservación del poder de compra de la moneda nacional; el crecimiento sostenible en el mediano y largo plazo del PIB, de las inversiones, del empleo y de la productividad; y la reducción de los desequilibrios sociales de manera significativa y continuada. La característica general del Plan la constituye el ser el resultado de combinaciones políticas, históricas y económicas que le permitieron al gobierno la creación, a fínales de 1993, de unas bases de un programa de largo plazo. Organizado por etapas, el Plan permitiría acabar con tres décadas de inflación y la substitución de la antigua moneda por el Real, a partir del primero de julio de 1995. A partir de entonces la inflación pudo ser dominada sin la necesidad de controlar los precios, confiscar los depósitos bancarios u otros artificios heterodoxos. De la mano del control de la inflación la economía volvió a crecer rápidamente, obligando al gobierno a implementar una política monetaria que restringiese la expansión monetaria y el crédito, buscando con ello garantizar que en la etapa siguiente, Brasil pudiese registrar tasas decrecimiento auto-sostenibles, que permitieran reactivar el crecimiento con la distribución de la renta. Al respecto, se destaca el haber logrado durante cinco años consecutivos la caída continua de la inflación. Se estima para 1998 una tasa inferior al 4 por ciento, lo que representa el nivel más bajo desde principios de la década del 50. Este logro constituye la mejor prueba del decidido compromiso del gobierno por mantener la inflación bajo control por razones económicas y sociales. El control de la inflación si bien no es para el gobierno un fin en sí mismo, si constituye condición sine qua non para los otros dos objetivos: el crecimiento sostenido y la justicia social.

En lo que al crecimiento se refiere, 1998 ha pasado a ser el sexto año consecutivo de crecimiento del PIB per cápita, lo que ocurre por primera vez desde la década de los setenta. La media de crecimiento de la economía en el periodo 1993-1997 ha sido cercana al 4 por ciento. Este resultado se soporta fundamentalmente, de un lado, en el crecimiento del PIB, que durante el periodo 1993 hasta 1998 habría crecido en cerca de un 25 por ciento en términos reales y, de otro lado, por los aumentos en la productividad, que para el caso de la mano de obra industrial crece al casi el 7 por ciento al año desde 1990. Aunque menos favorables los resultados en materia de generación de empleo, es evidente que el Plan Real ha logrado mantener una tasa de desempleo relativamente baja. Durante los años 90, la tasa media de desempleo se mantiene entre 5% y 6%, exceptuando 1998 cuyo valor seria ligeramente superior, lo que no es demasiado elevado en comparación con otros países. Sin embargo, es evidente que la creación empleos es un reto de largo plazo, posible de alcanzar a través de los aumentos en las tasas de crecimiento del PIB, y en la medida en que se materialicen los resultados vinculados a la política de flexibilización del mercadolaboral y la re-estructuración productiva. En el frente internacional se destaca la dinámica del comercio. Entre 1986 y 1997, el volumen total de comercio pasó de U$S 36.000 millones a U$S 114.000 millones. Este es el resultado en parte de un plan económico diseñado para hacer de Brasil una economía realmente competitiva. Se destaca igualmente el comportamiento de los flujos de capital, en particular las inversiones directas, las cuales responden por las positivas cifras obtenidas durante 1996 y 1997. Estos resultados permiten afirmar que el manejo de la economía de Brasil, en el marco del Plan Real, representa una verdadera oportunidad para considerar su economía como sólida, igualmente permite señalar que, dados los resultados obtenidos en 1998, presenta una gran capacidad para resistir a las presiones monetarias y de cambio internacional. De ahí que la factibilidad económica que pueda presentar el país, deberá evaluarse en el contexto del ajuste y la ejecución de las reformas estructurales que lo acompañan (privatización, revisión constitucional, reformas administrativa y de la previsión). En ambos escenarios, los éxitos y avances fueron considerables y no existen razones para desconocerse.

En este sentido, son los elementos asociados a la transformación estructural y el aumento de la productividad, los resultados en materia del Plan de Ajuste, los cambios constitucionales, los que determinan en mayor grado la capacidad de respuesta a la crisis y las posibilidades de crecimiento de la economía. En esta dirección deberá interpretarse la magnitud de la crisis en Brasil y su efecto sobre las economías latinoamericanas. Sólo bajo estas consideraciones se puede proceder a un análisis serio, responsable y por lo tanto relevante del problema brasilero. EFECTOS DE LA POLÍTICA CAMBIARIA BRASILERA Es usual que las crisis monetarias en las economías de mayor dinamismo generen desconfianza en sus socios comerciales; las orientaciones en la política monetaria y cambiaria es claro que tienen efectos en la dinámica de los precios así como en el flujo de las mercancías y de los capitales, hasta tal punto que frenan o niegan las expectativas que en materia de comercio internacional presenten las economías. Sin embargo tales connotaciones deberán estar asociadas a un análisis serio que consulte las perspectivas de mediano y largo plazo, quienes finalmente determinan o condicionan la dinámica de los negocios. Es evidente que las medidas de corto plazo tienen múltiples escenarios para ser combatidos, tal como ocurre con la aplicación de cláusulas de salvaguardia ante las distorsiones en los precios resultantes de la variación en la tasa de cambio. Actualmente el comportamiento del mercado monetario brasilero parece estar sembrando la desconfianza en los mercados. No obstante este no es más que el resultado, por un lado, de estar en presencia de una economía que durante los últimos cuatro años había garantizado a sus socios y en general a la comunidad internacional, una confianza en términos de estabilidad macroeconómica y regularidad de las operaciones comerciales; de otro lado, no es más que el resultado de la interacción de histéricos analistas y de oportunistas especuladores, que encuentran en la definición de pánico la justificación de sus actos. De esto una cosa resulta ser cierta, Brasil ha vuelto a convertirse en foco de incertidumbre para los mercados financieros a raíz del giro en su política cambiaria, que ha desatado los temores de una oleada de devaluaciones en cadena en el resto de las divisas de la región. De donde se deduce que Argentina y Venezuela serían los principales candidatos a devaluar sus monedas, ya que su vinculación comercial con Brasil es muy elevada; estas decisiones serían la que podrían conducir a

Colombia a desarrollar políticas monetarias y cambiarias que corrijan las distorsiones del llamado efecto Samba. No obstante, la posibilidad de que Argentina abandone el tipo de cambio fijo de su moneda, el peso, con el dólar establecido en 1991- el llamado currencyboar, por lo que el peso vale un dólar tendría repercusiones dramáticas que llevarían a perder la credibilidad externa que ha representado para el país y la Comunidad Financiera Internacional, el establecimiento de un sistema de cambios fijo. De otra parte, los relatos alrededor del infundado riesgo de que la caída del Real pueda provocar una devaluación del peso argentino, se afirman en algunos reportes, ha conducido al Banco Central de Argentina a plantearse la posibilidad de dolarizar su economía, es decir, adoptar un tratado de asociación monetaria bilateral con Estados Unidos que tenga como referencia el dólar. Tal planteamiento pierde validez en cuanto que dicha medida podría ser implementada en dos o tres años, constituyéndose en una medida de planeación cambiaria7 y no una respuesta a la situación brasilera. En lo que al incremento de la pérdida de competitividad que pueda registrar la economía Argentina, es claro que la misma tendrá que demostrarse pues es evidente como en los últimos años se amplía la brecha en términos productividad con respecto a Brasil, y ésta puede ser la causa fundamental del desbalance comercial. De otra parte, la posibilidad dada en los acuerdos de Mercosur, permitiría en cualquier momento la aplicación de políticas compensatorias frente al efecto Samba.

CRISIS FINANCIERA DE EEUU 2008 Las posibilidades de una crisis financiera muy grave la había advertido ya Raghuram Rajan en 2005, en una publicaciónpresentada con motivo de un homenaje a Greenspan. "El golpe de la crisis financiera de 2008 puede fijarse oficialmente en agosto de 2007. Fue cuando los bancos centrales tuvieron que intervenir para proporcionar liquidez", según George Soros.Cierto es que los inicios de la crisis datan de mediados del año 2007, con los primeros síntomas de las dificultades originadas por las hipotecas subprime. A fines de 2007 los mercados de valores de Estados Unidos comenzaron una precipitada caída, que se acentuó gravemente en el comienzo del 2008.La confluencia de otros eventos de particular nocividad para la economía estadounidense (subida de los precios del petróleo, aumento de la inflación, estancamiento del crédito), exageraron el pesimismo global sobre el futuro económico estadounidense, hasta el punto de que la Bolsa de Valores de Nueva York sucumbía diariamente a 'rumores' financieros.Muchos opinan que esto fue lo que precipitó la abrupta caída del banco de inversión Bear Stearns, que previamente no mostraba particulares signos de debilidad. Sin embargo en marzo del 2008, en cuestión de días fue liquidado en el mercado abierto y posteriormente en un acto sin precedentes, la Reserva Federal maniobró un 'rescate' de la entidad, la cual terminó siendo vendida a precio de saldo a JP Morgan Chase. Rápidamente, el impacto de las hipotecas de crisis provocó repercusiones más allá de los Estados Unidos. Los bancos de inversión sufrieron pérdidas en todo el mundo. Las empresas empezaron a negarse a comprar bonos por valor de miles de millones de dólares, a causa de las condiciones del mercado. El Banco Federal los EE. UU.Y el Banco Central Europeotrató de reforzar los mercados con dinero, inyectando fondos disponibles a los bancos (préstamos en condiciones más favorables). Las tasas de interés también fueron cortadas, en un esfuerzo para alentar a los préstamos. Sin embargo, a corto plazo las ayudas no resolvieron la crisis de liquidez (falta de dinero disponible para los bancos), ya que los bancos seguían desconfiando, por lo que se negaron a otorgar préstamos unos a otros. Los mercados de crédito se volvieron inmóviles pues los bancos fueron reacios a prestarse dinero entre ellos, al no saber cuántos malos préstamos podrían tener sus competidores. La falta de crédito a los bancos, empresas y particulares acarrea la amenaza de recesión, la pérdida de empleos, quiebras y por lo tanto un aumento en el costo de la vida.En el Reino Unido, el banco Northern Rock pidió un préstamo de emergencia para mantenerse, lo que

impulsó a un run en el banco. 2000 millones de libras fueron retiradas por clientes preocupados. El banco se nacionalizó más tarde. En los EE. UU., el banco Bear Stearns casi se colapsó, lo que lleva a una crisis de confianza en el sector financiero y el fin de los bancos especializados en la sola inversión. LA EXTENSIÓN A LA ECONOMÍA Las economías de todo el mundo se ven afectadas por la carencia de crédito. Ciertos gobiernos nacionalizan los bancos, como en Islandia y Francia. Los bancos centrales en los EE. UU., Canadá y algunas partes de Europa toman la coordinación sin precedentes de un recorte de un medio punto por ciento de los tipos de interés en un esfuerzo para aliviar la crisis. Acciones han subido y bajado con noticias de los fracasos, las adquisiciones y de rescates. En parte, esto refleja la confianza de los inversores en el sistema bancario. Si bien las acciones bancarias han sido golpeadas por deudas dudosas, los minoristas se han visto afectados ya que la confianza de los consumidores se ha desvanecido por la caída de los precios de la vivienda. El dólar estadounidense sufrió un proceso constante de depreciación y el déficit comercial que continuó batiendo récords. La ventaja exportadora por un dólar débil fue completamente anulada en el intercambio comercial por el alza de los precios del petróleo, del cual EEUU importa el 50%. Millones de familias comenzaron a perder sus hogares, e instituciones como General Motors, Ford, Chrysler y muchas aerolíneas empezaron a tener serias dificultades. Los índices de confianza del consumidor se situaron en sus más bajos niveles históricos (algunos datan de los años 50), y se produjo un alza del desempleo en Estados Unidos y otros países desarrollados. 2009 Para marzo de 2009, los mercados bursátiles y de bonos han repuntado un poco. Además, se ha aliviado la presión sobre algunas firmas financieras de EE. UU. El FMI reportó que los sistemas financieros de Europa, Estados Unidos y Japón registrarán entre 2007 y 2010 $4,1 billones en pérdidas- hasta ahora el sector bancario ha perdido $1 billón-. Para volver a los niveles de capitalización anteriores, los bancos necesitarán recaudar $875.000 millones en 2009. El FMI incluso propuso nacionalizar los bancos si fuese necesario. La acumulación de activos en

problemas impide una recuperación económica: las pérdidas de crédito se proyectan mayores que las de EE. UU. Los bancos necesitarán más dinero fresco para sanear sus balances, según el FMI. 2010 En el año 2010 la crisis financiera global provocó una crisis en el sistema del euro, haciéndose necesario el rescate por parte del Banco Central Europeo de las economías de Grecia, Irlanda y Portugal. MEDIDAS GUBERNAMENTALES Desde finales de agosto de 2007, el gobierno estadounidense ha anunciado varias medidas para evitar las situaciones de impago de los hogares.Un primer plan de rescate para los bancos fue presentado oficialmente a principios de diciembre de 2007, con un doble objetivo: primeramente proteger a los hogares más frágiles, pero también encauzar la crisis. La principal medida destinada a limitar los impagos hipotecarios es congelar, bajo ciertas condiciones, los tipos de interés de los préstamos de alto riesgo a tipo variable. La administración Bush también anunció a principios de 2008 un plan presupuestario de relanzamiento de unos 150.000 millones de dólares, o sea el equivalente del 1% del PIB. Buscando una solución a largo plazo, el gobierno de los EE. UU. Otorgó un rescate de 700.000 millones de dólares para comprar la mala deuda de Wall Street a cambio de una participación en los bancos. El gobierno quería pedir préstamos en los mercados financieros mundiales, y esperaba que pudiera vender los bonos malos en cuanto el mercado de la vivienda se hubiese estabilizado.El gobierno del Reino Unido lanzó su propio rescate, haciendo 400.000 millones de libras disponibles a ocho de los más grandes bancos del Reino Unido y a empresas de vivienda a cambio de participación al capital de ellas. A cambio de su inversión, el gobierno espera obtener una participación en los bancos. Muchas medidas han tenido cierto proteccionismo según denunció la OMC: "Ha habido incrementos en aranceles, nuevas medidas no arancelarias y más países recurren a medidas de defensa comercial como acciones anti dumping". Desde el inicio de 2009 ha habido un "declive significativo" en el compromiso global con el libre comercio debido a la crisis económica global, dijo la OMC: en su informe de la OMC, el comercio global se contraería un 9% este año. El informe

también enuncia ejemplos de las medidas que los países están tomando para proteger sus compañías y economías, desde aranceles a la importación de bolsas plásticas de Asia a Europa a la prohibición de juguetes chinos en India. Tan sólo en marzo, Corea de Sur incrementó los aranceles sobre el petróleo. México subió los aranceles a 89 productos estadounidenses, Ucrania impuso un arancel de 13% sobre todas las importaciones, EE.UU. subió los aranceles a las importaciones de tubos de acero chinos y Argentina impuso una licencia especial para la importación de juguetes. Argentina, Brasil, Canadá, Rusia, Ecuador y Ucrania han incrementado recientemente sus aranceles a la importación de zapatos, principalmente de China y Vietnam. Doce países han ayudado a sus industrias automotrices. EE.UU., Brasil y Francia han entregado generosos préstamos. India ha requerido licencias y Argentina ha fijado precios para la importación de auto partes. Diez países y la UE han incrementado los aranceles sobre el acero importado. Sin embargo, la OMC también aplaudió ciertos esfuerzos por promover el comercio global: Argentina ha eliminado los impuestos de exportación sobre 35 productos lácteos. Brasil ha extendido un programa de préstamos a los exportadores. China ha eliminado los aranceles de importación de placas de acero y Las Filipinas han recortado aranceles al trigo y cemento. POLÍTICA MONETARIA Desde el inicio de la crisis en agosto de 2007, los bancos centrales han demostrado una gran capacidad de reacción.Los bancos se financian tradicionalmente tomando dinero prestado a corto plazo en el mercado interbancario. Pero la crisis financiera que empezó en 2007 se ha caracterizado por una gran desconfianza mutua entre los bancos, lo que llevó a un aumento de los tipos interbancarios. Las tasas interbancarias superaron por mucho la tasa directriz del banco central. Asimismo, los bancos centrales han intervenido masivamente para inyectar liquidez, esperando así reducir las tensiones del mercado monetario y restablecer la confianza. La política monetaria se ha caracterizado también por una extensión de la duración de los préstamos, una ampliación de las garantías y la posibilidad de obtener refinanciación. Además de proveer liquidez, para reducir el impacto de la crisis financiera sobre el crecimiento, la Fed ha bajado considerablemente su tipo directriz, que ha pasado del 6% a principios de 2007 al 0,5% a finales de 2008. En cambio, el BCE no ha bajado su tipo directriz. Por fin los bancos centrales desempeñaron la función de prestamista de última instancia (PUI), al prestar fondos adicionales a los bancos tomando sus activos como garantía. Desde el principio de

la crisis, el Banco de Inglaterra tuvo que nacionalizar temporalmente en febrero de 2008 el banco hipotecario Northern Rock, y en marzo de 2008 la Fed tuvo que acudir en ayuda del banco de inversión Bear Stearns El 23 de marzo de 2 008, el presidente de BCE, Jean-Claude Trichet afirmó que Europa no necesitaba aumentar los gastos para poder combatir la crisis financiera global. En su lugar, propuso que los gobiernos deberían actuar con rapidez en implementar las medidas ya anunciadas. Basó sus medidas en que estas corresponde a la gravedad de la situación. En marzo de 2009, Timothy Geithner (secretario del Tesoro de Estados Unidos) anunció la creación de sociedades público-privadas que compraran los préstamos y valores tóxicos de los bancos. El fin es que los inversionistas ganen grandes cantidades de dinero, a fin de que aliente las inversiones en este sector, para que se revitalicen los mercados financieros relacionados con préstamos y valores. Así, según WSJ: "Si un banco tiene un préstamo hipotecario de US$100 que logra venderle a una entidad pública-privada por US$84, los inversionistas privados contribuyen apenas US$6. El Tesoro pone US$6 y el Fondo de Garantía de Depósitos (FDIC) de EE.UU. garantiza un préstamo por US$72". Uno de los inconvenientes podría ser que los bancos rehúsen vender los activos a un precio inferior que al de los libros, pues se agotarían sus reservas, lo que procedería a cerrarlos o aceptar el dinero de los contribuyentes. CONSECUENCIAS DE LA CRISIS ECONÓMICA DE ESTADOS UNIDOS Latinoamérica sería una de las zonas más afectadas mientras que en Europa aumentaría la incertidumbre financiera. El yuan asoma como sustituto del dólar. El 2 de agosto el mundo estuvo expectante frente a la resolución que Estados Unidos tomaría para hacer frente a la crisis económica que lo aqueja. Se acordó elevar el techo de la deuda de US$14.3 billones en US$2.4. Además, se resolvió implementar un recorte de gasto por similar cantidad durante un período de 10 años. La incertidumbre económica de Estados Unidos arrojó saldos negativos a nivel global. Un día después de las resoluciones del gobierno de Obama los mercados mundiales cayeron: En Tokio y Hong Kong anticiparon la jornada con disminuciones cercanas al 2% y el índice chino cerró a la baja. En Europa la tónica fue similar, siendo la bolsa de Londres la más afectada.