Construccion de La Subjetividad

René Jesús Arellano Gutiérrez - SD05P - 31/10/13 La subjetividad Hablar de subjetividad es hablar de un tema difícil, o

Views 60 Downloads 0 File size 69KB

Report DMCA / Copyright

DOWNLOAD FILE

Recommend stories

Citation preview

René Jesús Arellano Gutiérrez - SD05P - 31/10/13

La subjetividad Hablar de subjetividad es hablar de un tema difícil, opaco, se presenta una dificultad epistemológica en cuanto a la falta de concepto definido de la subjetividad, por lo que debemos reflexionar acerca de la noción o idea que tenemos sobre ella, más que pensar en un significado establecido e inmutable de su condición. Para poder pensar la noción de lo subjetivo hay que pensar en su construcción, la cual está inscrita en una doble relación de constitución determinada en función del sujeto,

no se puede hablar de subjetividad sin el

sujeto. La subjetividad y el sujeto, dos nociones que se transcriben en el marco de lo histórico-social, siempre están en proceso de ser, de crecer, de formarse y transformarse, el sujeto no es opuesto o diferente a la subjetividad, todo lo contrario, la conforma y se conforma por ella, es una relación entendida en la dialéctica, desenvuelta en su propia historia, que describe una dependencia en la cual no puede verse al sujeto fuera de lo subjetivo, ni a este siendo construido por una subjetividad que viene desde afuera y que en algún momento lo crea, es más bien una generación simultánea, una doble correspondencia en la que no hay un primer momento de gestación de la subjetividad o del sujeto, un génesis que anteceda a cualquiera de los dos, son una consecuencia directa del siempre cambiante contexto histórico, social y cultural, en el cual esta subjetividad conformadora y conformada por el sujeto encuentra su naturaleza. Comprende un sistema complejo de significaciones y sentidos objetivos que van a construir la figura del mundo del sujeto en su época, que determinan y significan sus relaciones con los demás, que otorgan sentido al contexto que les rodea, que dictan la realidad de la vida cultural humana, una cultura que así como su subjetividad nunca es, ni será, solo una e invariable, ya que el sujeto es diverso,

complejo, contextual y multidimensional, es una coordenada espacial y temporal, está ubicado en un universo de referencia, inmerso en una colectividad, está producido por lo social pero al mismo tiempo produce lo social, el sujeto de la subjetividad está siendo, no es una entidad cerrada que existe aparte de los demás, está en constante cambio, no es un ser terminado, siempre está en proceso de construcción constante, está determinado por factores de pertenencia que desde tiempos arcaicos permean su subjetividad colectiva, factores que son producidos por la cualidad simbólica humana que revela ciertos aspectos de la realidad, en palabras de Levi Strauss: "todo hecho social es primero simbolizado, sin lo cual no podría ser un hecho social. El pensamiento simbólico vuelve a la vez posible y necesaria la vida social" de esta manera la subjetividad está compuesta por imaginarios, costumbres, roles y tradiciones integrados por los mitos que le dan sentido de cultura y orden social, el pensamiento mágico y su eficacia simbólica, el arte como testimonio magnifico de su tiempo y la religión, aspectos en donde lo individual y lo social conforman dos momentos estelares, los cuales se construyen de forma recíproca a lo largo del desarrollo. La subjetividad se desarrolla atreves de procesos de subjetivación, mediaciones que se producen entre la totalidad de lo social y el individuo, en el que todo social se re transcribe en el todo individual para formar la subjetividad, son mecanismos de asimilación, recepción y construcción del sujeto en el que deviene una singularización de la subjetividad colectiva, lo cual no significa necesariamente que esta singularización implique que tengamos una colectividad de sujetos iguales, la subjetividad se singulariza de forma diferente en cada sujeto, ya que el acto no es rigurosamente singular sino singularizado, debido a que existe la alteridad, esto es, la existencia del otro que siempre está implicado en ese acto que es “el sujeto haciéndose sujeto” y que lo influye en todos y cada uno de los aspecto de su vida. Veamos a esta subjetividad colectiva y esta subjetividad singular no como opuestos, sino más bien como una forma de pensar la magnitud de una sola subjetividad que abarca a todos, que va de lo singular a lo plural, siempre entendiendo ambos, como procesos simultáneos de conformación entre sujeto y subjetividad que se complementan.

Podemos distinguir estos procesos de dos maneras, como “transubjetivos”

e

“intersubjetivos”. Lo transubjetivo es la subjetividad atravesando a todos los sujetos de una colectividad, (recordemos pues, que la subjetividad es distinta según las referencias de pertenencia de cada cultura) es la subjetividad colectiva que propone los ejes en que cada sujeto se inscribe, y lo intersubjetivo, que es lo que comprende la vinculación entre sujetos y la relación entre sus subjetividades singularizadas, esto es, la interpretación singular de la transubjetividad. De esta manera, la subjetividad es ante todo, un proceso, o procesos históricoculturales que configuran nuestro sentido de ser y de estar en el mundo, de tal forma que nos vamos construyendo como seres humanos, en la interacción social, en las relaciones con las personas, en la familia, con los amigos, en la escuela, en el trabajo, en la comunidad. En ese contacto con el contexto sociocultural vamos edificando nuestra subjetividad, nuestra manera de ser, pensar, actuar y sentir. Vista como proceso, podemos pensar a la subjetividad como una idea de pluralidad y alteridad, que siempre esta antes y más allá del sujeto, que lo excede, que trasciende a él, porque en tanto el humano tienda a asociarse siempre habrá colectividades, sin embargo, a pesar de su condición de existencia inamovible atreves de las eras, no es prexistente, existe en tanto exista el sujeto y se genera en situaciones histórico-temporales, que marcan la pauta y las características de esa subjetividad, siempre diferente, siempre cambiante.