Conflicto Armado en Rabinal

CONFLICTO ARMADO EN RABINAL La historia de mucha gente gravemente dañada por la violencia en Guatemala en la década de

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CONFLICTO ARMADO EN RABINAL

La historia de mucha gente gravemente dañada por la violencia en Guatemala en la década de los ochenta es algo que tiene relación con la violencia estructural arraigada en la pobreza, desigualdad e injusticia social y otros factores que viven mayoritariamente la población rural. En una situación conflictiva y tensa como la vivida en Rabinal especialmente en los años de 1980 a 1984 se registra un ejemplo de las consecuencias derivadas de la violencia estructural y directa, así como lo resultante de la política contrainsurgente que propiciaba el Estado y el gobierno en un enfrentamiento armado vivido en las últimas tres décadas. La manera de presentar aquí la historia desde los pueblos afectados en dicha área se basa fundamentalmente, por un lado en una presentación socioeconómica e histórica de aquellos antecedentes generales e inmediatos que explican la situación de Rabinal en contexto previo a la época de la violencia. Seguidamente se pretende dar a conocer el ciclo de la crisis social y el nivel intenso en que se reflejó en Rabinal; para ello queremos presentar un análisis y descripción de las masacres en Rabinal, ejemplificado en las comunidades de Plan de Sánchez, Chichipán y Río negro. La importancia de poner primero a las personas, sobre todo cuando han vivido situaciones que les han privado de las necesidades elementales de la vida, como son las constantes e intensas violaciones de los derechos humanos, mutila miento de los sistemas de socialización, convivencia familiar y parentesco, división y conflictos entre comunidades, además de la persecución, el terror, los asesinatos, la segregación étnica o los graves traumas psicosociales, requiere un examen cuidadoso para descubrir qué es lo que se puede hacer para evitar que se repita en la historia y cómo se puede continuar mejorando la calidad de vida en nuestra sociedad. En los estudios de ciencias sociales, tales situaciones exigen recurrir al método de la investigación aplicada a las circunstancias concretas vividas por el grupo o fenómeno social de interés. En nuestro caso se trata de la historia del pueblo de Rabinal, que, a pesar de tan graves atropellos a la dignidad humana, continúa de pie y sigue luchando por su sobrevivencia y desarrollo. Lo relevante de acercarse a una de las tragedias más graves de la década de los ochenta en Rabinal es que se trata de un problema de justicia social, siendo ésta

el núcleo expresivo y configurador de la conciencia de un pueblo (conciencia que demanda revelar la verdad) y el criterio orientador de la ética social. Estamos en tiempos de postguerra y el interés por observar, comprender y tratar la situación de la población afectada en el municipio de Rabinal por el impacto de la política contrainsurgente, las masacres derivadas de ésta y la violencia estructural y directa durante la década de los ochenta, exige tratar detenidamente los problemas históricos de dicha situación social con la óptica de la búsqueda de la verdad, no tanto por la simple curiosidad sino por el problema ético y moral que hay de fondo, es decir, el problema de la destrucción y deshumanización de muchas vidas. Por investigación aplicada entendemos aquello que sirve y está en función de las personas o grupo en torno al cual se realiza un estudio. En nuestro caso particular, tres eran las cuestiones a resolver: ¿cuál fue el proceso social de desestabilización vivido por la población de las comunidades de Rabinal objeto de estudio?, ¿cuáles fueron los núcleos sociales más afectados y cómo ocurrió esa alteración? y ¿qué dinámicas produjo dicha alteración? Con la intención de buscar respuestas a esas preguntas, en el mes de febrero de 1994 el Equipo de Antropología Forense de Guatemala (EAFG) decidió emprender la realización de un proyecto de documentación. Ese proyecto se diseñó como un estudio de caso, con el cual se pudiera poner en marcha un proceso de investigación y análisis de los datos históricos y antropológicos de las masacres de Chichupac (8 de enero de 1982), Río Negro (13 de marzo de 1982) y Plan de Sánchez (18 de julio de 1982). En el proyecto, de carácter multidisciplinario, participaron dos antropólogos sociales, dos antropólogos auxiliares de investigación, un economista, un sociólogo, un historiador y un antropólogo cultural encargado, a su vez, del diseño de la investigación y de la coordinación del proyecto, como un proyecto de antropología aplicada. El objeto de recurrir a esta diversidad de disciplinas era ampliar el horizonte de los resultados antropológico-forenses obtenidos de las exhumaciones e investigaciones de laboratorio, a través del recurso de las técnicas y metodologías aplicadas por las ciencias sociales, de ahí que el EAFG centrara el diseño de la investigación en la tentativa de correlacionar los resultados antropológico-forenses con los resultados históricos y sociales aplicables a nuestro estudio de caso. Esta nueva visión puede atribuirse a las adaptaciones sufridas por las ciencias sociales a la realidad histórica, aunque sobre todo es posible que se deba al impacto profundo que es capaz de generar la realidad sobre Las ciencias sociales,

especialmente cuando vivimos en un contexto de crisis tendente a un proceso de pacificación de la sociedad. En épocas de violencia o en un momento histórico oportuno, para dar paso a la formación de una sociedad civil, el recurso a las ciencias sociales se puede plantear como una respuesta a las necesidades de nuestro tiempo, necesidades que se han presentado como el imperante carácter de una sociedad alterada por las estructuras injustas que producen pobreza social, violaciones a los derechos humanos, manipulación ideológica, etc.; siendo hechos que se han acentuado aún más con el enfrentamiento entre el Estado y la sociedad civil desde el inicio de la década de los sesenta, agudizado desde los años ochenta hasta el presente, y cuyos resultados desastrosos ameritan cierta explicación. Es probable que ésta se encuentre en la realidad actual y en la histórica, centro y punto de partida de este estudio. El proyecto contemplaba tres fases de ejecución. La fase uno, comprendía la presentación y discusión de la propuesta del diseño del mismo, a través el estudio de caso de tres localidades de Rabinal donde habían ocurrido masacres y donde se habían realizado exhumaciones a cargo del EAFG. Hacer del proyecto un estudio de caso de tres sitios diferentes, podría dar resultados más cercanos a la realidad que si se hacía sobre todas las comunidades afectadas o sólo sobre algunas de ellas. Dado que dicho estudio de caso señala acontecimientos que históricamente aún no han sido esclarecidos, surgió la necesidad de formular cuál era su objeto central, a raíz de lo cual se defino la hipótesis de partida: "Las masacres tienen su causa en un ciclo de crisis debido a la política contrainsurgente y a la violencia directa y estructural." El criterio de análisis más importante fue, por tanto, la búsqueda de la realidad histórica desde el quehacer de la antropología y su relación con otras disciplinas con el fin de recuperar la memoria histórica sobre hechos que, como decíamos, aún no han sido presentados públicamente en Guatemala. Por ello, al utilizar la metodología y técnica de la arqueología y antropología física para las exhumaciones, no se eliminó la posibilidad es emplear otros métodos y técnicas de investigación, entre ellos, el recurso a la historia oral y el análisis sociológico de la misma, a fin de poder aprehender algo de la condición humana de las personas afectadas que, en un primer momento aparecen como muestras y evidencias pero que, ante todo, son hombres y mujeres que señalan a los actores y víctimas de dichos crímenes masivos. De ahí que se haya considerado prioritario escuchar y observar a esas personas

afectadas con el fin de reconstruir su realidad histórica en & momento de los crímenes masivos. La atención debía, por tanto enfocarse en la vida humana arrebatada sin derecho, en el crimen colectivo y en cómo el asesinato los despojó de la condición humana elementad que es el "vivir". La fase dos abarcó varios programas, destacando entre ellos el programa etnográfico (trabajo de campo e investigación de documentos durante y después del proceso de exhumación), y el programa de procesamiento de la información a fin de obtener datos debidamente organizados y ordenados. En este sentido, dos fueron los criterios que se establecieron para la obtención de tales datos. Por un lado, tener presentes los relatos o testimonios de lo que había pasado aquellos años, aunque mucha de la información estuviera referida a una tradición oral muy marcada por la cultura de los Quiche-Achíes en Rabinal, como fuente principal para describir y entender las masacres. Por otro, acudir a las fuentes escritas, tales como referencias en periódicos, revistas, documentos, textos u otros, a fin de ilustrar y explicarnos lo que en realidad sucedió. Dicha información se procesó de una manera registrable y archivable con la intención de poder compararla y relacionarla con los datos del análisis de laboratorio obtenido de las exhumaciones. La fase tres, se formuló como una etapa de estudio y análisis de la información obtenida y acumulada, con el propósito de obtener las conclusiones a las que se llegó finalmente, objeto de esta publicación. Por último, nos gustaría insistir en el hecho de que la finalidad científica del proyecto de investigación consistía en realizar un estudio antropológico, recurriendo a la investigación forense y a otras disciplinas de las ciencias sociales para acercarse al esclarecimiento de la realidad histórica y a la búsqueda de una finalidad ética, es decir, la conducción de la realidad de Guatemala hacia una sociedad civil y democrática, lo cual exige un especial interés por el esclarecimiento de la verdad de lo sucedido en la década de los ochenta, durante los gobiernos de Romeo Lucas García y José Efraín Ríos Montt.

Masacre Plan de Sánchez La masacre de Plan de Sánchez se llevó a cabo en la guatemalteca aldea de Plan de Sánchez , Baja Verapaz, departamento , el 18 de julio de 1982. Más de 250 personas (la mayoría mujeres y niños, y casi exclusivamente étnico Maya

Achí ) fueron abusados y asesinados por miembros de las fuerzas armadas y sus paramilitares aliados. Los homicidios tuvieron lugar durante una de las fases más violentas de Guatemala, Guerra Civil , que enfrentó a varios grupos de izquierda insurgentes contra el gobierno y las fuerzas armadas. Después de asumir el poder en marzo de 1982, de facto del presidente el general Efraín Ríos Montt se embarcó en una campaña militar que en gran parte logrado romper la insurgencia, pero a un terrible costo en vidas humanas y violaciones . La masacre en Plan de Sánchez fue un elemento en el gobierno de la tierra quemada estrategia, y el pueblo fue atacado debido a las sospechas de las autoridades que los habitantes se alojan o apoyo de otro tipo de guerrilla grupos. Después de la masacre, el pueblo fue prácticamente abandonado durante varios años, y los sobrevivientes dijeron que las represalias se producirían si se habló sobre el incidente ni reveló la ubicación de las numerosas fosas comunes que habían ayudado a cavar. Con el retorno gradual a la democracia que se inició a finales de 1980 y principios de 1990, algunos de los sobrevivientes sentían que podían empezar a hablar de los asesinatos sin temer por sus vidas. Las acusaciones fueron presentadas ante las autoridades en 1992 y, en 1993, una investigación criminal puso en marcha. Sin embargo, ante los retrasos y otras irregularidades en el procedimiento, y evasivas por una Ley de Reconciliación Nacional, que otorgó amnistía a los presuntos autores, los supervivientes se dio cuenta de que los recursos internos de Guatemala fueron ineficaces en este caso y por lo tanto decidió presentar una denuncia ante el Inter Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), el brazo supranacional de derechos humanos de la Organización de los Estados Americanos , en 1996. La CIDH inició el trámite de la denuncia, recibió un reconocimiento parcial de responsabilidad institucional del Estado desde democráticamente elegido presidente Alfonso Portillo en el primer año de su mandato, y finalmente remitió el caso a la Corte Interamericana de Derechos Humanos para el juicio y la liquidación. En 2004, la Corte Interamericana emitió dos sentencias, en la que se estableció la responsabilidad de Guatemala en el caso y ordenó un amplio paquete de formas monetarias y no monetarias y simbólicas de compensación para los sobrevivientes y la próxima de parentesco-de los difuntos. 1982 fue uno de los años más sangrientos de los 36 años de duración de Guatemala historia del conflicto interno (1960-1996). El 23 de marzo de 1982, tropas del ejército comandado por oficiales jóvenes organizaron un golpe de estado para impedir la asunción del poder por el

general Ángel Aníbal Guevara , el sucesor recogido a mano del presidente saliente, el general Romeo Lucas García , que había ganado una elección disputada dos semanas antes. Los líderes del golpe preguntaron el general retirado Efraín Ríos Montt para negociar la salida de ambos Lucas y Guevara. Ríos Montt, quien había sido el candidato del Partido de la Democracia Cristiana en la elección presidencial de 1974 y fue ampliamente considerado como haber sido negado su propia victoria mediante fraude, aceptó el nombramiento. Formó una de tres miembros junta militar que dejó sin efecto la Constitución de 1965, disolvió el Congreso y suspendió todos los partidos políticos .Después de unos meses, despidió a sus colegas de junta y asumió el de facto título de Presidente de la República, en su discurso inaugural, Ríos Montt - un pastor laico en la evangélica protestante Iglesia de la Palabra - declaró que su presidencia resultó de la voluntad de Dios . Las fuerzas del país y sus guerrilleros izquierdistas aliados denunció Ríos Montt, quien trató de derrotar a la insurgencia guerrillera con una combinación de acciones militares y reformas económicas, en sus palabras, "frijoles y fusiles" (frijoles fusiles y) . Un oficial del ejército fue citado en el New York Times del 18 de julio de 1982 (el día exacto de la matanza de Plan de Sánchez) como decirle a un público de personas indígenas en Cuñen , en el departamento de El Quiché , que: "Si usted está con nosotros , le daremos de comer, si no, te vamos a matar ". El gobierno comenzó a formar locales "civiles patrullas de autodefensa" (las fuerzas paramilitares conocidos como Patrullas de Autodefensa Civil o Pacas). La participación fue voluntaria en teoría, pero en la práctica, muchos campesinos , sobre todo en el noroeste del país, no tuvo más remedio que unirse a cualquiera de las PAC o la guerrilla. Ejército de reclutas del país, con el apoyo de las PAC, territorio recuperado prácticamente todo el guerrillero-helad la actividad guerrillera disminuyó y se limitaba en gran medida a las operaciones de golpear y correr. Sin embargo, esta victoria parcial fue ganada a un costo enorme en muertes de civiles. Breve presidencia de Ríos Montt fue probablemente el período más violento del conflicto interno de 36 años, que resultó en cerca de 200.000 muertes en su mayoría desarmadas, civiles en su mayoría indígenas. [ 1 ] Aunque las guerrillas izquierdistas y derechistas escuadrones de la muerte también se dedica a las ejecuciones sumarias, desapariciones forzadas y torturas de no combatientes, la gran mayoría de violaciones de derechos humanos fueron llevadas a cabo por los militares y las PAC que ellos controlaban. El conflicto interno se describe en detalle en el informe de la Comisión para el Esclarecimiento Histórico (Comisión

para el Esclarecimiento Histórico, o CEH), que estima que las fuerzas del gobierno y sus cómplices paramilitares fueron responsables del 93% de las violaciones. El 8 de agosto de 1983, Ríos Montt fue depuesto por su propio Ministro de Defensa , el general Óscar Humberto Mejía Vítores , quién lo sucedió en el de facto presidente de Guatemala. El central guatemalteco departamento de Baja Verapaz comprende ocho municipios , uno de los cuales es Rabinal ( 15 ° 6'0 "N 90 ° 27'0 "W ), a unos 70 kilómetros al norte de la ciudad de Guatemala . En 1982, el municipio se compone de la cabecera municipal de Rabinal ciudad, junto con otros 14 pueblos y aldeas 60. Entre los pueblos era de Plan de Sánchez , ubicada en una zona de bosque montañoso unos 9 km de la ciudad de Rabinal. Los habitantes locales fueron abrumadoramente Maya Achí nativos americanos . Achí es una de las 21 variedades de la lengua maya reconocido en Guatemala. Según un censo del gobierno de 2002, se hablaba de unas 105.000 personas en las montañas de Baja Verapaz Desde principios de 1982, los habitantes de la zona habían estado enfrentando una creciente presión de las autoridades. Muchos de los hombres de la localidad se habían negado a participar en las patrullas de autodefensa y, como resultado, los militares mantuvieron una fuerte presencia en la zona. Muchos hombres huyeron de sus hogares por las montañas, dejando las mujeres de la familia y los niños detrás. Otros tenían ya, antes de la masacre, presentaron denuncias formales - informar la conducta de las fuerzas armadas constante amenaza y hostigamiento - con el juez de paz en Rabinal, pero estas denuncias nunca fueron investigadas, por el contrario, los hombres que presentaron las quejas fueron multados. A principios de julio de 1982, un avión militar sobrevoló la aldea y dejó caer varias bombas en zonas cercanas a varias viviendas. El 15 de julio, un destacamento del ejército instalaron un campamento en el pueblo y comenzó casa por casa inspecciones, preguntando por los hombres y amenazando a los pobladores. Domingo, 18 de julio, era día de mercado en Rabinal. Los caminos y carreteras del municipio fueron, desde una hora antes, lleno de gente de las aldeas y granjas locales que tienen sus productos al mercado. La aldea de Plan de Sánchez fue uno de varios asentamientos atravesados por la red de rutas que conducen a la cabecera municipal. Alrededor de las 8:00 de la mañana el domingo, soldados del destacamento militar disparó dos 105-mm de mortero proyectiles en el pueblo. Uno de ellos aterrizó al este del principal grupo de casas, y la otra, hacia el oeste. Más tarde, ese mismo

día, 14:00-15:00, un destacamento militar llegó a Plan de Sánchez. Esta fuerza de unos 60 hombres - ejército que comprende regular (dirigida por un capitán y un teniente), patrullero de PAC, la policía y los civiles vestidos con uniformes militares y armados con fusiles de asalto - tomó estaciones en puntos de la aldea de entrada y salida, en dirección personas fuera de otros asentamientos que vuelven de mercado. Otros se fueron de casa en casa, juntando los habitantes juntos. En este punto, algunos de los hombres lograron huir hasta la redonda y se llevó a los bosques y colinas circundantes. Las mujeres más jóvenes fueron enviados a una casa, con los hombres, los niños y las mujeres mayores dirigidas a otro. Un grupo de alrededor de veinte de las mujeres más jóvenes (de entre 12 y 20) fueron separados del grupo principal y trasladado a otro edificio, allí fueron humillados, acusados de apoyar a la guerrilla, golpeado y violado. Un puñado de estas mujeres logró escapar y refugiarse en los alrededores, mientras que el resto fueron asesinados. Los niños fueron separados del grupo principal y golpeado y pateado hasta morir. Luego, alrededor de las 17:00, los soldados arrojaron dos granadas de mano en la casa donde los adultos fueron detenidos y comenzaron a rociar las paredes con armas automáticas. Los residentes de pueblos cercanos y los de Plan de Sánchez que estaban observando la masacre de puntos de vista en las colinas circundantes indican que un intenso tiroteo continuó hasta cerca de las 20:00, cuando el ejército prendió fuego a los edificios. Las fuerzas armadas finalmente abandonó el pueblo en torno a las 23:00 horas. A la mañana siguiente, algunos de los que habían huido regresaron a las ruinas humeantes de su pueblo. Ninguno de los cuerpos en las casas podían ser identificados, muchos de los que habían caído en los patios adyacentes a las casas tenían impactos de bala en la cabeza, el pecho y la espalda, pero la identificación de esas víctimas se hizo difícil debido a que muchos de los calcinados cadáveres ya habían sido parcialmente devorado por los perros y otros animales. Alrededor de las 15:00 de ese lunes, dos comisionados militares y un escuadrón de policías PAC llegó a Plan de Sánchez y ordenó a los supervivientes a cavar tumbas y enterrar los restos de las víctimas, amenazándolas de que la aldea sería bombardeada por la aviación sí que no cumplió. Más de 20 clandestinos fosas comunes fueron exhumados y se rellena. Mientras tanto, los policías saquearon las casas que no habían sido incendiadas, el robo de propiedad personal y la ganadería y la destrucción de documentos de identidad.