Clase 2 de Actitud Emprendedora

Segunda clase: EL EMPRENDEDORISMO ETIMOLOGÍA El término emprendedor deriva de la voz castellana emprender, que provien

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Segunda clase:

EL EMPRENDEDORISMO ETIMOLOGÍA

El término emprendedor deriva de la voz castellana emprender, que proviene del latín in, en, y prendĕre, coger o tomar. Está estrechamente relacionado con el vocablo francés entrepreneur, que aparece a principios del siglo XVI haciendo referencia a los aventureros que viajaban al Nuevo Mundo en búsqueda de oportunidades de vida sin saber con certeza que esperar, o también a los hombres relacionados con las expediciones militares. A principios del siglo XVIII los franceses extendieron el significado del término a los constructores de puentes, caminos y los arquitectos. En sentido económico fue definida por primera vez por un escritor francés, Richard Cantillón en 1755 como el proceso de enfrentar la incertidumbre. Así se fue utilizando el término para identificar a quien comenzaba una empresa y fue ligado más que nada a empresarios innovadores.

EL CONCEPTO “EMPRENDEDOR” Se denomina emprendedor o emprendedora a aquella persona que identifica una oportunidad y organiza los recursos necesarios para ponerla en marcha. Es habitual emplear este término para designar a una «persona que crea una empresa» o que encuentra una oportunidad de negocio, o a alguien quien empieza un proyecto por su propia iniciativa. Las investigaciones de percepciones describen al emprendedor con términos como innovador, flexible, dinámico, capaz de asumir riesgos, creativo y orientado al crecimiento. La prensa popular, por otra parte, a menudo define el término como la capacidad de iniciar y operar empresas nuevas. De todas formas ninguna definición del acto de emprender es lo suficientemente precisa o descriptiva para señalar a la persona o grupo que en general (en sentido empresarial, social, investigativo o cualquier otro) que desea ser innovador, flexible y creativo. En estudios e investigaciones realizados sobre el fenómeno “emprendedorismo”, se observa que no hay un consenso entre los estudiosos e investigadores respecto a la exacta definición del concepto emprendedor. De acuerdo con Gerber (1996), el emprendedor es un innovador, un gran estratega, creador de nuevos métodos para penetrar o desarrollar nuevos mercados; tiene personalidad creativa, siempre desafiando lo desconocido, transformando posibilidades en oportunidades. Caos en armonía. En los EEUU, el término emprendedor es frecuentemente definido como aquel que comienza su propio, nuevo y pequeño negocio.

Para Lezana & Tonelli (1998), “emprendedores son personas que persiguen el beneficio, trabajando individual o colectivamente. Pueden ser definidos como individuos que innovan, identifican y crean oportunidades de negocios, montan y coordinan nuevas combinaciones de recursos (función de producción), para extraer los mejores beneficios de sus innovaciones en un medio incierto”. “Emprendedorismo” es el principio que privilegia la innovación, descentralización y delegación de poder. La innovación es el instrumento específico de los emprendedores, el medio por el cual ellos exploran el cambio como una oportunidad para un negocio o servicio diferente. Ella puede ser presentada como una disciplina a ser aprendida y ser practicada. Los emprendedores necesitan buscar, con propósito deliberado, las fuentes de la innovación, los cambios y sus síntomas que indican oportunidades para que una creación tenga éxito. Los emprendedores crean algo nuevo, algo diferente, ellos cambian o transforman valores. Los grandes emprendedores también tienen una perspectiva diferente de la realidad, eso posibilita la implementación de innovaciones extraordinarias que generan la consecuente revolución que les da notoriedad. La innovación es la característica más saliente de los emprendedores. Conseguir ver al mundo con una óptica diferente, concebir una nueva forma de liderar con las problemáticas que afligen a los individuos hace siglos; El ser innovador es mucho más que ser creativo, es capaz de raciocinar en una faja diferente de pensamiento y ver la realidad de una manera singular, nueva pero no desprovistas de sentido, al contrario, el emprendedor le da sentido al caos, crea un método innovador para luchar con las demandas y genera soluciones donde todo el mundo se acostumbra a convivir con problemas.

CARACTERÍSTICAS DE LOS EMPRENDEDORES Emprendedores son individuos que persiguen el beneficio, trabajando individualmente o colectivamente. Puede ser definido como individuos que innovan, identifican y crean oportunidades de negocios, montan y coordinan nuevas combinaciones de recursos (funciones de producción), para extraer los mejores beneficios de sus innovaciones en un medio incierto. En este sentido, las principales funciones de un emprendedor con relación a su empresa son: • • • • • • • • • •

Buscar descubrir o encontrar nuevas informaciones; Traducir estas informaciones en nuevos mercados, técnicas o bienes; Buscar y descubrir oportunidades Evaluarlas; Conseguir recursos financieros necesarios para la empresa; Desarrollar cronogramas y metas; Definir responsabilidades de administración; Desarrollar el sistema motivacional de la empresa; Generar liderazgo para el grupo de trabajo; Definir riesgos.

Las empresas, al igual que las personas también pasan por varios estados hasta volverse maduras. Con relación al emprendedor esta evolución tiene una serie de implicaciones que irán interfiriendo en la salud de la empresa. A medida que una empresa crece, va exigiendo modificaciones en el comportamiento del dueño. Cuanto más rápidamente crezca la empresa, más rápidos deberán ser los cambios. Iniciar un negocio es muy diferente a administrar una organización. Es por eso que el emprendedor debe estar siempre atento a los desafíos que su empresa le impone, para poder implementar anticipadamente los conocimientos y habilidades exigidas. No todos los emprendedores son iguales, sin embargo podemos mencionar algunas características esenciales que todo emprendedor debe tener para alcanzar sus objetivos: • DISPONER DE GRAN ENERGÍA: al comenzar un proyecto nos encontraremos con dificultades. Para poder enfrentarlas y superarlas debemos contar con suficiente energía física y mental, para no dejarnos abatir ante el primer tropiezo. La pasión con la que realicemos nuestro emprendimiento será el motor que nos impulsará para llegar a la meta. Pero la energía que empleemos debe ser racionalizada, y tenemos que tener la capacidad para saber dónde, cuándo y con qué intensidad utilizarla. Por ello es muy importante asumir el mando haciendo cumplir tres acciones importantes: pedir, delegar y supervisar. • PENSAR COMO EMPRENDEDOR: es necesario tomar riesgos, lanzarse a la aventura de recorrer caminos inexplorados y encontrar ideas innovadoras. La creatividad y originalidad se convierten en dos componentes básicos en la mente de un emprendedor, sin perder nuestro sentido crítico que nos permita evaluar la marcha de nuestro proyecto y realizar las correcciones que sean necesarias. • CREER EN EL PROPIO PROYECTO: en muchos casos encontraremos barreras para llevar adelante nuestro proyecto. La primera barrera con la que se encuentra un emprendedor es la cultural, que está presente en las sociedades que no reconocen o celebran la figura del emprendedor. Tendremos que estar convencidos de nuestro proyecto y de que es la forma de vida que queremos seguir pues probablemente las críticas de nuestro propio circulo social – familia, amigos, colegas- sea el primer obstáculo a sortear. • DEDICAR EL 100% DEL TIEMPO, RECURSOS Y ESFUERZOS: En tu emprendimiento, tú serás tu propio jefe y también el líder de tu equipo. Nadie estará más interesado que tú en que tu negocio funcione y logre los objetivos. Por lo tanto tendrás que dedicar todo tu tiempo, recursos, ingenio y esfuerzos en tu emprendimiento. • DISFRUTAR DE LOS DESAFÍOS: es propio del ser humano sentir estrés ante situaciones de cambio o riesgo, que ni nuestro entusiasmo y energía por lo nuevo, podrían combatir. Debemos estar preparados para no dejarnos vencer en momentos de crisis, ser capaces de organizarnos y tener a su vez la flexibilidad para garantizar un resultado final exitoso.

• VER AL FRACASO COMO EL CAMINO HACIA EL ÉXITO: un emprendedor es comparable a esos muñecos que se caen y se vuelven a levantar. Muchos emprendedores han vivido varios fracasos empresariales antes de lograr un éxito. • ESTABILIDAD EN LAS RELACIONES PERSONALES: un emprendedor trabaja en equipo y debe establecer un clima de armonía en sus relaciones personales, con sus compañeros de trabajo, sus proveedores, sus clientes. Por lo que deberá mostrar buena disposición para trabajar en conjunto y no dejar que el ´´aire se contamine´´ con las experiencias fallidas e insatisfactorias. Debe velar por el espíritu alentador y motivador de los integrantes del proyecto.

• SER UN HÁBIL COMUNICADOR: la comunicación eficaz es la base de las buenas relaciones y los negocios. Esto implica no solamente expresar nuestras ideas con claridad y ser concretos, sino también saber escuchar y no romper la cadena de la retroalimentación. La comunicación debe ser bilateral para que no se creen confusiones y los integrantes del equipo se sientan comprendidos y tomados en cuenta. Esto nos permitirá tener diferentes puntos de vista y opiniones, que nos despejen el camino a seguir. • TENER CONOCIMIENTOS TÉCNICOS: el camino que vamos a tomar y desarrollar nuestro emprendimiento tiene que ser conocido. Debemos manejar la materia con detenimiento, de manera tal de poseer el conocimiento y experiencia necesarios sobre el proceso productivo y los canales de comercialización. No debemos descartar el apoyo de un equipo de expertos en caso de que así se requiera. Finalmente debemos analizar cuáles son los recursos con los que contamos y reconocer cuáles son nuestras fortalezas y debilidades, para saber en qué rubros necesitamos capacitación o la ayuda de expertos; considerando que el primer capital con el que contamos es nosotros mismos. Solo así estaremos listos para tomar la decisión de ser 100% emprendedores.

TIPOS DE EMPRENDEDORES Como es lógico, en un tema tan controvertido como el de los emprendedores, existen un sin número de opiniones en cuanto a su definición y a su tipología. A los efectos de este trabajo de investigación, el término emprendedor será considerado de una manera amplia, razón por la cual será posible distinguir entre tres tipos de emprendedores: • El Emprendedor – Empresario • El Intraemprendedor • El Emprendedor Social

El Emprendedor – Empresario: El emprendedor – empresario es la categoría de emprendedor mayormente conocida y definida por los autores, en la cual se asocia al emprendedor con las actividades de generación de una idea de negocio, su consecutiva puesta en marcha y desarrollo de la misma. Sin embargo, dentro de esta categoría, existen diferentes motivaciones que llevan a una persona a acercarse a la actividad empresarial. En el estudio mundial Global Entrepreneurship Monitor (2004), la actividad empresarial se encuentra relacionada con dos fuentes principales de motivaciones : • Aquellos que inician una empresa para explotar una oportunidad de negocio por ellos percibida. • Quienes se ven forzados a crear una empresa porque las oportunidades de empleo no existen o no satisfacen sus expectativas. Según el Global Entrepreneurship Monitor, en el 2004, aproximadamente el 65% de las personas entrevistadas alrededor del mundo, decían haber iniciado su empresa con la intención de aprovechar una oportunidad de negocio, mientras el otro 35% afirmaban haberlo hecho por no contar con otra opción de empleo. También en este estudio se puede apreciar la relación existente entre los niveles de emprendimiento por necesidad y el ingreso nacional, siendo los países con menor ingreso los que cuentan con una menor rata de emprendimientos por oportunidad, en contraposición con aquellos más ricos, donde existen mayores opciones laborales y por ende son quienes realmente se sienten motivados hacia la actividad empresarial y la búsqueda de oportunidades de negocio quienes deciden aventurarse en esta actividad. Esta clasificación se ve apoyada por Amit et al (1993 en Moriano), quienes se refieren a dos tipos de emprendedores – empresarios, basándose en su motivación. Los emprendedores por empuje ( push ), aquellos que se encuentran insatisfechos en su situación laboral y en razón de ello deciden vincularse a la actividad empresarial. Los emprendedores por atracción ( pull ), quienes se sienten fuertemente atraídos por los retos que implica la creación y gestión de su propio negocio. Por su parte, Moriano y Palaci (2003) establecen una tipología empresarial que apoya las anteriores, la cual agrupa a estos emprendedores en dos categorías: • Emprendedores vocacionales : son aquellas personas que sienten un fuerte impulso y tienen como sueño convertirse en empresarios. Cuentan con una alta motivación al logro y por lo tanto asumen riesgos y se plantean objetivos cada vez más ambiciosos. • Emprendedores situacionales : son los que se ven en la necesidad de crear su empresa bien sea por falta de oportunidades laborales o por circunstancias externas, refugiándose en el autoempleo como una manera de ganarse la vida.

Según los estudios de McClelland (1989), pueden existir dos tipos de emprendedores- empresarios: • Los que sienten una fuerte motivación al logro y un gran deseo de crear su empresa (corresponden a la categoría de atracción de Amit, y a la de emprendedores vocacionales de Moriano). Para el autor, estos emprendedores proceden, en muchos casos, de la clase media y ven en la actividad empresarial una oportunidad para realizarse personalmente y asumir retos en un ambiente que es, en la mayoría de los casos, nuevo para ellos. Esto se debe a que para estas personas con alta motivación al logro, la creación de empresas implica un reto moderado que les permitirá mejorar continuamente sus condiciones de vida y el cual se sienten capaces de asumir. También se asoció la creación de empresas con patrones de la infancia como la ausencia del padre después de los siete años de edad. Es posible que esta circunstancia haga sentir a estos niños responsables del bienestar de su familia y motivados a sumir el papel de protectores el cual desempeñan a través del rol empresarial. • Los que se mantienen en la actividad empresarial por ser una tradición familiar. En muchos casos, aunque se preparan para desempeñarse adecuadamente como gerentes de las empresas familiares, estos empresarios no cuentan con una alta motivación al logro, razón por los mantienen ejerciendo funciones dentro de la empresa familiar. Irónicamente, McClelland observó en sus estudios, que los hijos de empresarios con alta motivación al logro preferían, en muchos casos, dedicarse a tareas totalmente ajenas a la actividad empresarial, ya que ésta la consideraban fácil, orientándose hacia áreas profesionales que les representaran nuevos retos como por ejemplo el derecho, el arte, entre otras. En virtud de ello ocurre con frecuencia que las nuevas generaciones de familias con tradición empresarial se mantienen dentro de estas empresas pero sin generar valor y sin asumir nuevos retos, llevándolas en muchas oportunidades hacia la decadencia. Otra posible categoría de los emprendedores-empresarios es la relacionada con su formación . Podría pensarse que las empresas creadas por individuos graduados a nivel superior cuentan con más posibilidades de sobrevivir y crecer que las de aquellos no-graduados. En un trabajo realizado por Storey (1982), se puede observar que existen diferencias en el tipo de empresas que inician ambos tipos de emprendedores. Los emprendedores de la muestra que contaban con maestrías se orientaron en su totalidad hacia la creación de empresas de servicio. Por el contrario los no-graduados se concentraron en empresas de manufactura y construcción (22% y 33% respectivamente) y en otros sectores (el 45% restante). A pesar de estas distinciones, no se encontraron diferencias significativas en los indicadores como número de empleados (crecimiento) y rentabilidad en las firmas de profesionales y no profesionales. Al respecto de estas diferencias entre los emprendedores con y sin formación profesional, un interesante artículo: El Perfil del Emprendedor de Alta Tecnología , Martínez (1997), comenta los rasgos que caracterizan al emprendedor de este tipo de compañías, algunos de ellos son:

• Entorno familiar: Martínez afirma que la mayoría de los emprendedores provienen de familias cuyos padres son empresarios, autoempleados, profesionales y en menor medida, gerentes. • Formación: Un porcentaje mínimo de los empresarios de alta tecnología carece de título universitario. Sin embargo, pocos de ellos han recibido cursos de formación empresarial antes de crear la empresa, y la mayoría resulta ser de carreras de la ingeniería. • Edad: La mayoría de los estudios coinciden en que estos emprendedores crean su primera empresa a los treinta y pocos años de edad. • Experiencia de trabajo: En promedio, estos emprendedores cuentan con una experiencia de trabajo de 13 años, luego de culminar sus carreras. Por lo general, la mayor parte de este tiempo, el emprendedor lo ha empleado trabajando en la organización en la cual adquirió los conocimientos que le permitirán luego la creación de su propia empresa. • En cuanto a la motivación: Estos emprendedores se caracterizan por un gran deseo de independencia y el desafío de hacer algo nuevo que otros no hayan hecho antes. No es una motivación relevante la posibilidad de ganar más dinero, más bien valoran la oportunidad de poder materializar sus propias ideas o proyectos según su juicio. Asumen riesgos moderados, evaluando racionalmente sus oportunidades de éxito. Confían en su capacidad e intuición. Tienen una moderada necesidad personal de poder. • El número de fundadores: Varios estudios han demostrado que las empresas de alta tecnología tienen más éxito con mayor número de fundadores (Cooper, 1977), posiblemente debido a la mayor variedad y cantidad de capacidades, conocimiento, experiencia y capital inicial.

El Intraemprendedor: Si bien el concepto de intraemprendedor pareciera no estar relacionado al proceso de creación de empresas, resulta importante mencionarlo, por encontrarse muy ligado al funcionamiento de firmas con altos índices de crecimiento, ya que como se verá más adelante, este tipo de individuos se caracterizan por generar valor en las organizaciones donde trabajan, así como liderar equipos, participar en el lanzamiento de nuevos productos y servicios, etc. El término intraemprendedor es definido por varios autores en forma diferente. Según Pinchot (1985), los intraemprendedores son los “soñadores que hacen”, aquellos que trabajan dentro de una organización ya creada, pero que muestran un comportamiento emprendedor. Por su parte Antoncic y Hisrich (2000) hablan del comportamiento de los intraemprendedores desde la perspectiva Schumpeteriana, como un proceso en el que individuos dentro de una organización alcanzan nuevas y creativas soluciones para las problemáticas que enfrenta la empresa, incluyendo el desarrollo o

incremento de viejos y nuevos productos y servicios, mercados, técnicas administrativas y tecnologías para ejecutar funciones dentro de la compañía. Para Pinchot (1985), las figuras del emprendedor y del intraemprendedor son muy similares. Sin embargo, autores como Jenning, Cox y Cooper (citado en Mulder y Cubeiro, 1999) , psicólogos del Reino Unido, afirman que se diferencian en aspectos como la infancia vivida, los orígenes sociales, la educación y la personalidad. En virtud de la importancia de estos personajes para el éxito de las empresas, la Unión Europea y la Comunidad de Madrid, patrocinaron un estudio realizado por HayGroup, titulado Intraemprendedores: un recurso para la competitividad (Mulder y Cubeiro, 1999). En cuanto a las diferencias en los rasgos de los emprendedores frente a los intraemprendedores, este trabajo, en el que participaron 50 compañías con una importante muestra de intraemprendedores frente a otra de profesionales promedio, aporta los siguientes datos: • Los intraemprendedores se caracterizan por contar con altos niveles de formación, en contraste con el emprendedor autónomo, dueño de empresa. Al parecer, un mayor nivel de estudios, en lugar de animar la creación de emprendedores, incrementa los niveles de aversión al riesgo, factor indispensable para el emprendizaje. • Existen algunas competencias básicas en el intraemprendedor como lo son: pensamiento analítico y comprensión de la organización; y otras competencias diferenciadoras como: iniciativa, desarrollo de personas, impacto e influencia, orientación al logro, dirección de personas, búsqueda de información, comprensión interpersonal, autoconfianza, identificación con la compañía, pensamiento conceptual. • Aunque cuentan con características muy similares, el intraemprendedor de éxito no es un emprendedor incorporado a una organización ya existente, ya que para triunfar debe contar con cualidades distintas a las de los creadores de empresas, tales como la comprensión interpersonal, desarrollo de personas, impacto e influencia, que si bien son importantes, más no indispensables en un dueño de empresas (el emprendedor puro en ocasiones se impone, no persuade), son fundamentales para el intraemprendedor al momento de realizar funciones de gestión dentro de una empresa ajena. Se puede entender entonces, el emprendimiento corporativo, como el producto de la actividad desarrollada por los intraemprendedores, el cual cuenta con las siguientes características (Thorberry, 2003): • La creación de “algo nuevo”, tal como un nuevo negocio dentro de la empresa, un producto, un sistema de entrega, o una nueva propuesta que genere valor al cliente. • “Esto nuevo” requiere recursos adicionales o cambios en los patrones de provisión de recursos en la empresa.

• El aprendizaje se obtiene como producto de la creación de “eso nuevo” así como de su implementación lo cual se traduce en el desarrollo de nuevas competencias y capacidades organizacionales. • El nuevo negocio, producto o servicio es creado con el fin de traducirse en valor para los dueños del negocio y la sociedad. No obstante, su creación implica un riesgo para la organización en virtud de que no ha sido probado.

Por su parte, Antoncic y Hisrich (2000) proponen una clasificación del emprendimiento corporativo o actividad intraemprendedora , visto desde cuatro dimensiones: • La creación de un nuevo negocio relacionado con productos o mercados previamente existentes dentro de la empresa. • La innovatividad, más dirigida a la innovación en productos y servicios, con énfasis en la innovación en la tecnología. • La autorenovación, que refleja la transformación de la organización a través de la renovación de las ideas claves sobre las que esta funciona, tales como: el concepto de empresa, nuevas estrategias de dirección, innovación permanente, entre otras. • Proactividad, relacionada con una actitud agresiva y de liderazgo frente a la competencia, así como con la asunción de riesgos, iniciativa y la búsqueda permanente de oportunidades. A pesar de todos los beneficios que puede tener fomentar una cultura emprendedora dentro de las empresas, existen obstáculos importantes que se presentan ante una tarea como esta. Algunas de estas barreras son: •



• •

Si una organización decide enseñar a sus empleados (principalmente a los gerentes) a comportarse como emprendedores, debe estar dispuesta a remunerarlos como tales. En muchos casos las empresas esperan un comportamiento emprendedor de sus empleados pero no les brindan el tiempo necesario para dedicarse al desarrollo de las nuevas oportunidades detectadas. La envidia y falta de apoyo de sus compañeros de trabajo. Falta de compromiso de la línea de mando por encima de las personas que participan en el entrenamiento.

De lo anterior se desprende la importancia de la cultura organizacional en el éxito de un programa de fomento de una cultura emprendedora dentro de una empresa, así como el compromiso que debe existir por parte de todos sus miembros, con la finalidad de traducir estos esfuerzos en crecimiento y rentabilidad para la compañía. Esto sólo es posible si se crea valor para la firma (reducción de costos o incremento de niveles de ejecución) y para el cliente, a través de nuevos o renovados productos o servicios (Antoncic y Hisrich, 2000).

El Emprendedor Social: Si bien la terminología empleada para definir al emprendedor social es nueva, no lo es el fenómeno en sí. Los emprendedores sociales siempre han existido y son los responsables de la creación de muchas de las instituciones que hoy en día existen (Dees, 2001). Según de Mulder (s.f.), el emprendedor social es aquel capaz de convertirse en catalizador del cambio para mejorar los resultados de la acción social en asuntos relacionados con la educación, ambiente, comercio justo, derechos humanos, entre otros. Al combinar su pasión por resolver problemas sociales con una perspectiva emprendedora de la vida, ellos encuentran formas novedosas de transformar recursos escasos en productos con alto valor social (Hartigan y Martin, 2004). Dees (2001) afirma que los emprendedores sociales son un tipo de emprendedor que tienen una misión social. Su objetivo principal no se encuentra centrado en la creación de riqueza, razón por lo que el dinero no es para ellos un fin, sino un medio para el logro de su misión, pudiendo sí servir como medida de su capacidad para crear valor y mantenerse de esta manera dentro del mercado (cuando sea el caso). Lamentablemente, en la mayoría de las circunstancias resulta muy difícil cuantificar el valor producido por las actividades impulsadas por los emprendedores sociales así como cobrar por ello, por ejemplo, ¿quién pagaría por disminuir la contaminación ambiental y por brindar compañía a los ancianos? Por esta razón, los emprendedores sociales suelen financiarse mediante donaciones, subsidios y apoyarse en el trabajo voluntario. Sin embargo, cada día son más las iniciativas de organizaciones sin fines de lucro, dirigidas por emprendedores sociales, que compiten por este tipo de financiamiento dificultándose las oportunidades de acceso. Es por ello que estas instituciones se han visto en la necesidad de buscar formas de hacer sus programas menos dependientes de recursos externos. De ahí el surgimiento de las llamadas empresas de propósito social, las cuales sirven como medio de financiación de estas organizaciones sin fines de lucro. Cuando estas empresas se encuentran localizadas dentro de una comunidad predefinida, y se han enfocado en detectar nichos de mercado dentro de tales comunidades, para brindar productos o servicios que mejoren la calidad de vida de sus habitantes, así como brindar nuevas fuentes de trabajo y posibilidades de desarrollo local, se está en presencia de empresas comunitarias de propósito social . Es así como el dinero pagado por los bienes y servicios es devuelto a los miembros de la comunidad a través de las actividades realizadas por las organizaciones sin fines de lucro, las cuales se abocan a resolver problemas de hambre, falta de hogar, contaminación ambiental, abuso de droga, violencia doméstica, salud, entre otros; principalmente en aquellos lugares más desabastecidos (Leronda, 1999). Un tipo más específico de organización sin fines de lucro son las que ofrecen programas dirigidos a microempresarios. Este tipo de emprendimiento social ha proliferado en forma importante en los últimos años y están dirigidas al apoyo de individuos que desean comenzar o expandir una pequeña empresa. Algunas de estas organizaciones se enfocan en el

otorgamiento de pequeños créditos que no son posibles de conseguir a través de la banca tradicional, mientras que otros se abocan principalmente al entrenamiento estos microempresarios. El objetivo final de esta iniciativa es mejorar el nivel de vida de las personas que inician sus propios negocios dentro de una comunidad, así como también la creación de nuevos puestos de trabajo, lo cual incide en la calidad de vida de todos los que forman parte de ella, al disminuir los índices de desempleo y pobreza (Jonson, 1998). De acuerdo a Dees (2001), los emprendedores sociales, líderes transformadores de su entorno, juegan un rol como agentes de cambio al: • Adoptar una misión de crear y mantener valor social. • Reconocer e ir tras nuevas oportunidades para servir a esa misión. • Comprometerse en un proceso de continua innovación, adaptación y aprendizaje. • Actuar audazmente sin sentirse limitados por los recursos con que cuentan. • Exhibir una gran responsabilidad ante aquellos a quienes sirven y en relación a los servicios prestados. En un estudio realizado por el Grupo Hay, se define el perfil del emprendedor social en base a los siguientes roles y competencias (de Mulder, s.f.): ROL COMPETENCIAS Indagan la realidad, están atentos al• Pensamiento conceptual entorno y desarrollan una visión de la oportunidad que representa un• Búsqueda de información beneficio para una organización o comunidad. Asumen responsabilidad y por lo tanto• Autoconfianza riesgos. • Orientación al logro Actúan en consonancia a unos valores éticos de servicio y utilidad social. • Responsabilidad • Iniciativa • Movilizan, coordinan y transfieren• responsabilidad y compromiso a equipos, redes de individuos y• organizaciones para que aporten el talento, y los recursos necesarios para• producir el cambio y así conseguir la visión. •

Integridad Flexibilidad Empatía Promoción de cambios Gestión de conflictos

• Impacto e Influencia • Liderazgo Fuente: Liderazgo y emprendedores para la gobernabilidad y desarrollo humano de América Latina. Perfiles de Emprendedores Sociales. Los Hallazgos del Grupo Hay. Para finalizar, Dees (2001) describe a los emprendedores sociales como individuos “excepcionales” y un tipo especial de “raza” de líderes. Para este autor, estos emprendedores deben ser reconocidos como tal, en razón de su capacidad para identificar y tomar los nuevos rumbos que producirán las mejoras sociales que este nuevo milenio reclama.

SEGUNDA ACTIVIDAD.- Señores participantes, esta clase está dedicada íntegramente al concepto de emprendedorismo, a continuación se plantean cuatro preguntas referidas a este tema, sírvanse enviar sus respuestas a la brevedad posible: 1.-

Se han presentado diversos conceptos de la palabra “emprendedor”, evalúe usted cuál es la más cercana al concepto que usted tiene al respecto.

2.-

Analice las características de los emprendedores y seleccione tres que cree usted son las más importantes, explique por qué?

3.- Los autores han considerado una clasificación del tipo de emprendedor empresario basándose en su motivación en: emprendedores por empuje (push) y emprendedores por atracción (pull), ¿ a qué se refieren estas denominaciones? y mencione un ejemplo de la vida práctica de cada uno de ellos. 4.-

Elabore un cuadro comparativo de los tipos de emprendedores: intraemprendedor y el emprendedor social, que visualice sus características.