Circuito Productivo de La Vid en Catamarca

Escuela Secundaria N° 2 “Clara J. Armstrong” CIRCUITO PRODUCTIVO DE LA VID Año Académico 2.018 1 Espacio Curricular

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Escuela Secundaria N° 2 “Clara J. Armstrong”

CIRCUITO PRODUCTIVO DE LA VID

Año Académico 2.018

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Espacio Curricular: Economía Política Orientación: Ciencias Sociales y Humanidades Departamento: Ciencias Sociales

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DESARROLLO: Actividad N° 1:

a) La provincia de Catamarca se encuentra ubicada en la Región Noreste Argentino (N.O.A) b) La provincia de Catamarca tiene 102.602 Km2 c) La provincia de Catamarca tiene 16 departamentos: Ambato; Ancasti; Andalgala; Antofagasta de la Sierra; Belén; Capayan; Capital; El Alto; Fray Mamento Esquiu; La paz; Paclin; Poman; Santa Maria; Santa rosa; Tinogasta; Valle viejo. d) Tendríamos cuatro regiones e) Las regiones son: La región de la puna; La región del Oeste; La región del Centro; La región del este f) Región del Centro: Integrada por los departamentos, Capital, Ambato, Fray Mamerto Esquiu, Paclin, Valle Viejo, Capayan. g) Región del Este: Abarca los siguientes departamentos, El Alto, Santa Rosa, Ancasti, La paz h) Región Oeste: Formada por los departamentos, Santa María, Belen, Tinogasta, Andalgala, Poman i) Región de la Puna: Está formada por el departamento, Antofagasta de la sierra casi en su totalidad y una pequeña porción del norte Departamento Belén. j) Ubicación de la provincia de Catamarca en el mapa de Argentina. k) Ubicación de los departamentos de Catamarca.

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Regiones

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Departamentos de la Provincia de Catamarca

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Actividad N° 2 a) Los actores sociales, son los alumnos de 5to año de la Escuela N° 17.b) En la actualidad, Argentina cuenta con los viñedos más altos del mundo y con algunos de los viñedos más australes. Junto a sus suelos pobres y la gran cantidad de rayos solares logra una gran diversidad de variedades y estilos. Más del 98% de sus viñedos poseen clima continental semi-desértico con temperaturas medias que van desde 15° C a 19° C. El régimen de lluvias se concentra principalmente en verano cercano a la época de cosecha y la pluviometría varía entre 100 y 300 mm anuales, lo que vuelve imperante el uso del riego. El agua de riego en su mayoría proviene de deshielos a través de ríos superficiales o subterráneos y acuíferos naturales. El tipo de riego utilizado puede ser por inundación, surco o goteo. Los principales riesgos climáticos son el granizo, las heladas tempranas o tardías, los vientos durante la floración o el viento Zonda en la zona de Cuyo. La pureza de su aire, su agua, la pobreza del suelo sumado al clima continental semi-desértico, vuelven a Argentina uno de los lugares más sanos para el cultivo de la vid de alta calidad. Los suelos son relativamente nuevos, siendo la mayoría Cuaternaria, perteneciente a la Era Cenozoica, es decir, desde dos millones y medio de años atrás hasta la actualidad. Suelos de origen coluvial, aluvional, éolico o fluvio glaciar que han dejado cantos rodados y arcilla, limo y arena con diferentes proporciones más trazas de minerales. Se pueden encontrar sectores con granito, concentraciones de carbonatos de calcio e incluso suelos de origen volcánico, pero estos son las excepciones. La superficie cultivada en Argentina es de 223 mil hectáreas concentrándose más del 95% el cultivo en la Región de Cuyo (Centro-Oeste del país). (1) Y cuenta con 881 bodegas en producción a Mayo del 2017. La cantidad de hectolitros varía año a año dependiendo de la marcha climática. El año 2016 y 2017 no han sido los más productivos, habiendo perdido aproximadamente el 30% de la cosecha pero si se logró una alta calidad gracias a la concentración natural de la uva. Sobre el total cultivado, 50% corresponde a cepas tintas y el restante 50% a cepas blancas.

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Las Zonas Productoras: Norte: Incluye las provincias de Jujuy IG, Salta IG, Tucumán IG y Catamarca IG y la Región de Valles Calchaquíes IG. Los Valles Calchaquíes están compuestos por 6 departamentos de distintas provincias de la región: La Viña, San Carlos, Cafayate, Molinos, Santa María, y Tafí. Centro: Es una región de escasas hectáreas cultivadas pero con mucha historia: Incluyen las provincias de Córdoba denominada Córdoba Argentina IG y Entre Ríos. Cuyo I.G.: Región responsable del 95% del total del cultivo. Cuyo incluye las siguientes provincias: Mendoza IG, San Juan IG, La Rioja IG y San Luis. Patagonia I.G: La región más austral del país está conformada por las provincias de: Río Negro IG, Neuquén IG y La Pampa. Dentro de cada provincia hay numerosas IG que serán la clave de identificación primaria de cada macro terroir. En Argentina sólo existen dos Denominaciones de Origen Controlada, Luján de Cuyo DOC (1991) y San Rafael DOC (2003). Si bien se crearon para darle un valor diferencial al vino elaborado en esas denominaciones, no ha logrado hasta el momento. Variedades: Malbec. Insignia de nuestro país en el exterior y en el mercado interno. Fue traído de Francia a mediados de 1800. Hubo dos factores determinantes a la hora de convertirla en una variedad característica de Argentina: la primera, las particularidades que le dio su contacto con el clima, latitud y la tierra de acá (muy diferentes a las de Sur Oeste de Francia); la segunda, una plaga que arrasó con las plantaciones de Côt poco después de que se trajera a la Argentina y su impacto en la reducción de plantaciones. Si bien nuestro país no es hoy por hoy el único que produce Malbec, sí es el que más volumen de plantaciones tiene y sus vinos han recibido muchísimos premios. Más del 80 por ciento de los viñedos de Malbec están en Mendoza (en Luján de Cuyo y Valle de Uco) aunque también se produce en el Norte del país con sus car Torrontés. Cepa única de nuestro país. Características diferentes y particularidades. Esta variedad de vino blanco extra perfumado se asocia al norte de nuestro país. Se trata de una cepa criolla que tiene tres variedades: torrontés mendocino, sanjuanino, y riojano, el que mejores condiciones tiene para dar vinos de calidad. “El Torrontés riojano es una cepa que tiene muchos antecedentes: de 1600 en adelante ya hay registro de una variedad en la región y en 1800 ya se exportaba de La Rioja un vino blanco que no se llamaba así pero compartía características”, explica Rodolfo Griguol, Doctor en Enología y Gerente de Enología de bodegas La Riojana Coop.

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Con su estilo extra perfumado y la particularidad de que no se conoce ninguno similar en otros países, este vino blanco ya ganó más de un galardón internacional y apunta a lograr muchos más. “El Riojano es un vino único, más interesante por sus particularidades que ningún otro. Exige más trabajo porque quien nunca lo probó puede incluso sentirlo demasiado perfumado”, reflexiona Griguol. Bonarda. Su popularidad crece día a día entre los vinófilos Menos explotada que el Malbec pero parecida en sus posibilidades y en esta condición de única, esta variedad solo se da en nuestro país y con enorme facilidad. Durante mucho tiempo esa condición de rústica hizo que se la destinara al vino de mesa sin mayores pretensiones, algo que en los últimos tiempos cambió más que nada por un impulso de muchos enólogos que ven sus posibilidades. “En el último tiempo se lograron unos vinos increíbles con una cepa que durante mucho tiempo estuvo destinada a vinos de corte pero hoy ya se destina a varietales”, explica el enólogo Rodolfo Griguol. De Mendoza al Noroeste, esta uva se lleva muy bien con su territorio de origen y puede llegar a convertirse en un nuevo vino insignia. Cabernet Sauvignon. La más consumida Aunque el Cabernet Sauvignon no es argentino, en la cultura del consumidor interno durante años fue incluso más popular que el Malbec o el Bonarda. Aunque un poco desplazado por el boom del Malbec, al día de hoy tiene muchísimos consumidores en nuestro país y en el resto del mundo, donde lidera todos los rankings. Oriunda de Burdeos, esta cepa tomó sus particularidades dependiendo de la región. Mendoza es la provincia que más hectáreas de Cabernet Sauvignon siembra, seguida por San Juan y La Rioja. Merlot. Una cepa de amor y odio. Dicen quienes trabajan en vinos que la desgracia de esta cepa empezó con la célebre película Entre Copas (lo mismo que el éxito del PinotNoir). Pero como todo lo que sube tiene que bajar -y viceversa- hace un tiempo que los sommeliers de todo el mundo volvieron sobre este vino que genera amores y odios. Varios Merlot de estas regiones estuvieron en la lista de destacados, lo cierto es que todavía la tendencia en la siembra de esta variedad está en baja. Aterciopelado y más suave que su primo hermano el Cabernet, este vino tinto típico de la zona de Burdeos es fácil de tomar y acompaña muy bien una cantidad de platos. Porque no hay tantos en góndola, quienes lo defienden dicen que es más fácil acertar con un Merlot que con tantos otros vinos, solo hay que salir de lo conocido y darle una chance.

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Chardonnay. Una de las preferidas en el país. Igual que el Cabernet Sauvignon y el Merlot, el Chardonnnay es una de las uvas que vinieron de la región de Borgoña y calaron profundo en nuestras costumbres. “Es el varietal blanco que más se asemeja a un tinto: tiene mucha estructura en boca y mucha personalidad y de hecho, se le hace una fermentación que se llama maloláctica, muy común en los vinos tintos de mediana y alta gama”, explica Griguol. Además de los blends y varietales, el Chardonnay se usa mucho como base para espumantes, de ahí que sea una de las cepas que más plantaciones tiene en Mendoza, San juan y La Rioja. Vino blanco más versátil de todos, que sea uno de los favoritos no es un misterio. Semillón. La nueva revelación. Poco representativa en cuanto a la cantidad de hectáreas sembradas, pero muy ruidosa por lo particular de esa decisión, el Semillón es una de las grandes revelaciones de los últimos tres años. Originaria de Francia y hoy más reconocida por sus vinos australianos, esta cepa llegó al país en el mismo momento que el Malbec y estuvo a muy poco de perderse cuando un grupo de enólogos decidió darle una oportunidad. Se trata de un vino blanco tan suave y sutil que muchos años fue usado de base, pero que correctamente elaborado dio resultados únicos como varietal. No hay muchos antecedentes previos a 2015, quienes más valoran el vino argentino lo recomiendan probar. Para Griguol lo más interesante que tiene nuestro país es la enorme variedad de climas que permite lograr vinos únicos, una cualidad que a veces la costumbre desdibuja. “Lo que pasa mucho es que el consumidor se queda con las variedades que conoce en vez de animarse a probar nuevas. En países como Francia, donde la gente tiene mucha cultura del vino, eso no es tan así”, reflexiona. Lo cierto es que Argentina tiene la gran fortuna de ofrecer excelentes condiciones para una cantidad de variedades. Cabernet Sauvignon, Merlot, Sirah, Bonarda y Pinot Noir son algunas de las cepas de tintos que se dan con características únicas en estas latitudes, igual que el Torrontés, el Chardonnay y el Sauvignon Blanc.

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Zonas Productoras de Vid en Argentina

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CIRCUITO PRODUCTIVO DE LA UVA 1.

SON TRES LAS ETAPAS. AGRICOLA, INDUSTRIAL Y COMERCIAL

2. ETAPA AGRÍCOLA: VENDIMIA: ES LA COSECHA DE LA UVA, ESTA SE REALIZA ENTRE MARZO Y ABRIL, LOS RACIMOS QUE YA ESTÁN MADUROS SE CORTAN Y SE COLOCAN EN RECIPIENTES GRANDES. 3. ETAPA INDUSTRIAL: LA ETAPA INDUSTRIAL ES EL PROCESO DONDE SE TRANSFORMA LA UVA EN VINOS, JUGOS O PASAS. MÁQUINA TRITURADORA: DE LOS RECIPIENTES SE LLEVAN A LA TRITURADORA. EN ÉSTA SE APLASTAN, SE DESGRANAN Y SE ELIMINAN LOS TALLOS DE LA UVA 4. PRENSA: DE AHÍ PASA A LA PRENSA, EN LA CUAL SE LE EXTRAE EL MOSTO (JUGO DE LA UVA) Y SE ELIMINAN LAS SEMILLAS Y PEPITAS. 5. FERMENTACIÓN: LA FERMENTACIÓN DEL MOSTO TARDA DE 10 A 30 DÍAS PARA QUE EL AZÚCAR SE CONVIERTA EN ALCOHOL Y DIÓXIDO DE CARBONO. SE COLOCA EN TONELES CERRADOS, PORQUE DE ESA MANERA NO TIENE CONTACTO CON EL OXÍGENO (ARRUINARÍA EL SABOR Y COLOR DEL VINO). 6. ALMACENAJE: PASA UN PERÍODO DE ESTACIONAMIENTO EN BARRICAS Y CONSERVACIÓN EN BODEGAS. DEPENDE LA CALIDAD, EXIGEN UN ESTACIONAMIENTO QUE PUEDE TARDARSE AÑOS. 7. EMBOTELLADO: CUANDO ALCANZÓ UN ENVEJECIMIENTO IDEAL, SE RETIRA DE LOS TONELES Y ES EMBOTELLADO. 8. ETAPA COMERCIALIZACIÓN: LOS VINOS COMUNES Y LOS VINOS FINOS SE VENDEN EN ARGENTINA, EN GRANDES CIUDADES. LOS VINOS DE MEJOR CALIDAD DE EXPORTAN A EE.UU., JAPÓN Y EUROPA.

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Actividad N°3 a) En los departamento de Santa María, Belén, Poman, Andalgala y principalmente en Tinogasta. b) En la región del oeste. c) En el departamento Santa María se cultiva uva torrontes, ttenat, malbec y cabernet. En el departamento Belén se cultivan uvas torrontes, malbec, y cabernet. En Poman, se cultiva, moscatel, la que se usa para aguardiente; en Andalgala, malvec y torrontes. En Tinogasta, syrah, torrontes, bonarda, cabernet, y malbec. El polo vitivinícola de Catamarca se encuentra en el oeste de la provincia en las localidades de Santa María, Tinogasta y Fiambalá. Aquí, se producen vinos de altura para los que la amplitud térmica y el clima desértico son grandes aliados. Hacer este circuito es también una excelente excusa para pasear entre volcanes, dunas, termas, yacimientos arqueológicos y para recorrer la Ruta del Adobe, con construcciones antiquísimas que datan del siglo XVII y XVIII. Bodega Hualfín Tiene la particularidad de haberse gestado como un proyecto social con el propósito de ayudar a los pequeños productores de la zona. Los fondos para levantar esta bodega municipal salieron de regalías mineras principal actividad de la zona- y de acuerdos que hizo la comuna de Hualfín con minera Alumbrera. “Tenemos más fines sociales que comerciales, hoy ayudamos a cerca de 30 productores que antes vendían su producción a Cafayate con peores condiciones” cuenta con una sonrisa Jorge Gómez, encargado de la bodega que inició sus actividades en 2011. Muy cerca de esta bodega se encuentra Nuestra Señora del Rosario, parada obligada por tratarse de una de las iglesias más antiguas de Catamarca fechada en 1770. Cabernet de los Andes Carlos Arizu, propietario de la bodega, viene de una familia con tradición vitivinícola mendocina y hace 14 años vive en Fiambalá, uno de los lugares más desérticos del planeta por donde hoy pasa el Rally Dakar. La bodega, dentro de la finca Las Retamas, comenzó a funcionar en 2002 de la mano de Carlos y su socio, Pedro Vicien, hoy fallecido, quien llegó a encarar este nuevo proyecto con 82 años. Produce vinos orgánicos y bio dinámicos y sus viñedos más altos están a 1790 msnm. Cuenta con distintas líneas que incluyen todas malbec y cabernet; a la línea joven se suman un torrontés, un bonarda y un syrah y en la biodinámica se incluye un tempranillo. Plenilunio es el vino que se cosecha con luna llena y el más conocido de la bodega. Carlos

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recomienda visitarla a principios de abril cuando se cosecha ese vino con antorchas y en la bodega hay fiesta. Aunque el cartel en la entrada anuncia la llegada a Bodega Prelatura, su nombre es Santa María de la Vid. La Bodega, con una vista impactante al Cerro de los Siete Colores nació en 1992 “como un emprendimiento de carácter religioso ya que pertenece a la Prelatura de Cafayate que abarca departamentos de Catamarca, Tucumán y Salta”, comenta Rubén Barrozo enólogo de la bodega y encargado de recibir a quienes llegan para visitar el establecimiento. Y agrega que estas tierras fueron donadas hace varias décadas con el fin de generar recursos económicos para la Iglesia. Fueron 40 hectáreas de desierto las que se destinaron al cultivo de viñedos y hoy se producen 60.000 botellas anuales distribuidas entre torrontés, syrah, malbec y barbera, variedad a la que reconocen como la especialidad de la casa. Su única difusión es el boca en boca y la relación precio-calidad es excelente. Finca Don Diego es una de las bodegas más importantes de la provincia y está muy cerca de San Pedro, iglesia levantada en 1770 y parte de la Ruta del Adobe. La Finca con su nombre honra a tres grandes Diegos que vanagloriaron los orígenes de Fiambalá y el cultivo de la vid. Uno de ellos, Don Diego Centurión, es el abuelo de los actuales propietarios. Los viñedos tenían entre 70 y 100 años cuando la familia Navarro vendió las tierras ubicadas en la localidad de San Pedro. Fundada en 1996 al pie de Los Andes, hoy es la bodega que más desarrolló el marketing y la comercialización. Don Diego se especializa en las uvas Syrah y en particular el Syrah Castaño, criado seis meses en barricas de madera castaña, las primeras del país. Se recomienda visitar la finca en época de la vendimia, durante febrero y marzo de cada año, o en Semana Santa, cuando se organizan la tradicional pisada de uvas o la cosecha de luna llena, recogiendo los frutos de noche. d) 2.000 hectáreas se cultivan en Santa María, en Belén alrededor de 200 hectáreas. Poman 400 hectáreas, Andalgala 300 hectareas, en Tinogasta 5.000 hectáreas. e) los empleados no siempre son fijos, por lo general en la cosecha son empleados golondrinas. f) Si, porque en los lugares donde se desarrolla son climas no previsibles, donde sufren heladas

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Zonas donde se producen los vinos en Argentina

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Actividad N° 4 20

1.-Vino Monte Xanic: Este año, Monte Xanic cumple tres décadas de historia y lo celebra posicionándose como la tercera bodega de mayor valor en la industria del vino en México. Tras 30 años de esfuerzo y trabajo constante, además gracias al crecimiento en todos los segmentos y canales del mercado, Monte Xanic es la tercera bodega de mayor valor en la industria del vino en México, esto debido a su aumento del 18 % en volumen y del 25 % en valor con respecto al año anterior. “La paciencia, el tiempo, la dedicación y la entrega que hemos puesto en la elaboración de vino es lo que nos define. Hace 30 años cinco amigos tuvieron un sueño que se hizo realidad y transformó vidas y una industria completa. El vino mexicano cambió. Hoy, los principios de Monte Xanic siguen vigentes con un portafolio consolidado y en crecimiento”, comentó Hans Backhoff, director general de Monte Xanic Ubicada en Valle de Guadalupe, Baja California, Monte Xanic ha invertido en los últimos años casi dos millones de dólares en campo y en bodega para la adquisición e implementación de tecnología como parte de un plan de renovación total de los viñedos: se trata de la vinícola mexicana con mayor infraestructura tecnológica en el país. En el campo: se combinan técnicas tradicionales y modernas para lograr la mayor expresión del viñedo, en tanto la vid se poda para dar un número limitado de racimos con uvas de mayor calidad y la uva blanca se cosecha en vendimias nocturnas. Se emplea un sistema de optimización de riego con recolección de agua de las montañas y una estación climatológica con sensores de humedad, además los viñedos se cubren con redes para proteger las vides de los depredadores. En bodega: se implementó el sistema de micro oxigenación que permite estructurar mejor los vinos, se emplea la selección mistral que selecciona la uva y elimina parte de la cáscara, así como la prensa de “membrana”, la cual comprime los mostos a baja presión. Por otra parte, la vinícola emplea tres distintos procesos de vinificación para tintos, mientras que la cava posee una red de ductos de llenado por gravedad. Fue la primera bodega en utilizar barricas nuevas francesas y vinificar los vinos blancos a temperaturas bajas para conservar sus aromas. Monte Xanic obtiene asesorías nacionales e internacionales de manera constante por parte de reconocidos enólogos y especialistas de la viticultura con el objetivo de estar a la vanguardia, tanto en tendencias como en procesos de elaboración. Actualmente, Monte Xanic posee siete propiedades en Baja California, incluyendo el Valle de Ojos Negros y 100 hectáreas sembradas. Su producción alcanza 60 mil cajas anuales bajo cuatro marcas: Gran Ricardo, ediciones limitadas, Monte Xanic y Monte Xanic Calixa, con un total actual de 16 vinos, los cuales han sido internacionalmente 21

premiados como resultado de su cuidadoso proceso de producción. Tan sólo Gran Ricardo ha sido honrado con más de 30 medallas de primeros lugares en distintos concursos internacionales. Lo nuevo de Monte Xanic La tendencia de cambio, innovación y compromiso, son el hilo conductor que guiará el trabajo de la bodega durante este año. Es por ello que Monte Xanic iniciará 2017 con una nueva presentación de botellas individuales de 375 ml; de acuerdo con Hans Backhoff, la línea Monte Xanic Calixa es la marca de mayor calidad en su segmento, por lo que habrá sorpresas para los amantes de las mezclas de varietales. En la línea clásica se dará la bienvenida al Grenache, un maravilloso vino rosado, y al Syrah. Ambas variedades se han convertido en clásicos de la bodega, por lo que se han incluido en la línea de Monte Xanic. A finales de este año, ofrecerá 21 vinos mexicanos de calidad y consistencia excepcional bajo sus cuatro marcas. El portafolio de etiquetas de Monte Xanic ha sido reconocido a nivel global por su cuidadoso proceso de elaboración, el cual resulta en vinos de la más alta calidad. La vinícola ha participado en concursos como Wine Masters Challenge en Portugal, Challenge International du Vine, Riverside International Wine Competition, Pacific Rim Wine Competition, Los Angeles International Wine & Spirits Competition, Wine Masters Challenge, San Francisco International Wine Competition, Lone Star Competition, Concurso Mundial de Bruselas, entre otros, obteniendo alrededor de 300 medallas a lo largo de 31 años. Las uvas se cultivan combinando técnicas tradicionales y modernas para lograr la máxima expresión del viñedo. En enero del 2017, la compañía se hizo merecedora de la certificación ISO 9001: 2015, gracias a su compromiso con la cosecha de uva, producción de vino, logística y degustación. En el campo se aplican controles de rendimiento, sacrificando volumen por calidad para obtener densidades múltiples. Cada vid se poda para dar un número limitado de racimos y como resultado, una uva única y perfecta. Monte Xanic fue uno de los pioneros en introducir la técnica de la vendimia nocturna en México con uvas blancas para conservar su frescura y evitar su oxidación. También utiliza sistemas de raíz y clones de diferentes especies de Vitis vinifera , óptimas para las condiciones del Valle de Guadalupe. Sus viñedos cuentan con sensores de humedad ubicados en diferentes puntos según las texturas del suelo, lo cual ayuda a ahorrar el agua al aplicar un estrés hídrico controlado en las vides y aumenta la concentración de polifenoles en la uva. Este sistema de optimización de riego es monitoreado por radiofrecuencia para determinar los requerimientos de humedad de las vides. Además, cada año, los 22

viñedos se cubren con redes para protegerlos de la depredación de aves y animales, evitando la formación de sustancias negativas para el vino. En bodega, Monte Xanic implementó el sistema de micro-oxigenación que permite estructurar mejor los vinos, haciéndolos más estables y duraderos, y manteniendo la suavidad de la fruta por más tiempo. Es la primera vinícola en utilizar la selección mistral, tecnología que separa la uva de la cáscara. Su bodega cuenta con tres procesos distintos de vinificación para tintos: roto-fermentadores, depósitos de remontado tradicional y depósitos de inmersión. Esto permite obtener distintas concentraciones en los vinos, conservando en cada una los mejores extractos de las uvas. Y la fermentación se realiza con temperatura controlada. Monte Xanic abre las puertas de sus instalaciones en Valle de Guadalupe para compartir su delicado y auténtico proceso de elaboración de vinos con miles de visitantes cada año. Con ello, demuestra con orgullo su posición como una de las empresas vinícolas más innovadoras y vanguardistas de México.

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Como se elabora el Vino argentino: Características de producción y variedades Argentina produce las variedades internacionales pero logra diferenciarse con vinos de cepas peculiares, como la Torrontés que es una uva blanca aromática, casi rústica pero con carácter propio y la tinta Malbec que se caracteriza por dar vinos intensos y frutados. En la provincia de Mendoza predominan las variedades rosadas (49,83 % de la superficie cultivada) que se destinan principalmente a la elaboración de mostos concentrados y vinificación. Entre éstas podemos citar: Criolla Grande, Cereza, Moscatel Rosado y Gewurztraminer destinada esta última a la elaboración de vinos finos. Las variedades tintas de vinificar representan el 25,62 % de las plantaciones. Entre ellas merecen mencionarse Malbec, Cabernet Sauvignon, Merlot, Syrah, Pinot Noir, Barbera, Sangiovese, Tempranilla y Bonarda, entre otras. Los cepajes blancos de vinificar abarcan el 24,55 % de los viñedos de la provincia. Las variedades cultivadas son: Chenin Blanc, Torrontés Riojano, Ugni Blanc, Semillón, Tocai Friulano, Chardonnay, Riesling, Sauvignon Blanc, Moscato Blanco y Pedro Giménez, entre otros. En el norte existe un neto predominio de las variedades rosadas y blancas de vinificar. La variedad Cereza, es utilizada con tres finalidades: vinificar, consumo en fresco y elaboración de pasas. También se cultivan en menor cantidad Torrontés Riojano, Sultanina Blanca, variedad para pasa, Bonarda y Moscatel de Alejandría. En el sur se cultivan variedades tintas y blancas de vinificar, de alta calidad enológica, tales como Malbec, Merlot, Syrah, Pinot Noir, Cabernet Sauvignon, Bonarda, entre las primeras y Torrontés Riojano, Pedro Giménez, Semillón, Torrontés Sanjuanino, Sauvignon, Torrontés Mendocino y Chenin, entre las blancas.

Clasificación de los vinos En Argentina se está desarrollando el modelo europeo de identificación por el origen, definiendo así en su legislación el Vino Regional: es el vino genuino elaborado en las provincias de La Rioja, San Luis, Catamarca, Córdoba, Jujuy y Salta, o los vinos de otras provincias que el Instituto declare incluidos en esa denominación, que no tengan cortes o mezclas con vinos de otra procedencia y siempre que en su elaboración se emplee exclusivamente uva producida dentro de la provincia y que su fraccionamiento se efectúe en origen.

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El Instituto queda facultado para establecer excepciones a la calificación de "vino regional", en los casos individuales en que no se justifique.

¿Cómo eran esos vinos? Hasta el siglo XIX, las vendimias eran tardías para producir vinos de alto grado de alcohol y al terminar la fermentación del mosto se adicionaba al “cocido”, es decir, una fracción de mosto virgen se cocinaba a fuego directo para fortalecerlos. Como el mercado de los vinos cuyanos era el litoral y Buenos Aires (y el tren recién llegaría a Cuyo a fines de 1800), el vino se trasladaba en carretas que tardaban meses en llegar y solo vinos alcohólicos y fortificados con el cocido podían tolerar la distancia, sobre todo en época estival.

El gran cambio Después de la Primera Guerra Mundial (1919) los vinos argentinos fueron adquiriendo calidad y las cepas traídas de Francia, Italia y España dieron excelentes resultados en un suelo y clima que, sin duda, eran ideales para el cultivo de la vid. Ya para 1960, en la Argentina había 242.324 hectáreas de viñedos plantados y se registraba un consumo anual de 90 litros por persona al año, sin embargo casi todo ese vino era común y de calidad regular. En 1970, por desgravaciones impositivas y cambios tecnológicos se plantaron viñedos cultivados en parral con uva de alto rendimiento y baja calidad enológica y la superficie creció a 350.680 hectáreas en 1977 y justo cuando la producción alcanzaba su record máximo histórico, el consumo comenzó a decaer. De 1979 a 1984 había un excedente de 40 millones de hectolitros después de la cosecha lo que causaba grandes crisis, pero a partir de 1982 con la disminución de viñedos por falta de rentabilidad todo se empezó a normalizar. En 1987, la superficie de viñedos había descendido a 274.705 hectáreas pero todavía no se podía hablar de vinos de calidad. Chile, en cambio, ya había empezado sus campañas de venta en el exterior basadas en un vino de buena calidad con precio moderado, en ese entonces en Argentina la idea de exportar y competir existía en la mente de pocos empresarios y la participación en las ferias internacionales era muy discreta con menos de 20 bodegas.

El desarrollo Argentina posee una superficie cultivada con vid de 221202 hectáreas, según datos del INV (Instituto Nacional de Vitivinicultura) y si bien al principio su desarrollo fue sostenido y el mercado interno tenía una importante demanda, entre 1982 y 1992 se produjo una importante erradicación de viñedos. A partir de 1992 empezó el proceso de recuperación implantando variedades de alta calidad enológica pero también se observó una disminución en el consumo per cápita pasando de 80 litros en los años setenta a 24.3 litros en el 2013. 26

La modernización A partir de 1991 las fronteras de Argentina se abrieron para los productores y algunas bodegas empezaron a importar bienes con arancel cero y se empezaron a modernizar. Esta etapa se caracterizó por la importación de acero inoxidable para reemplazar las piletas de hormigón, las barricas de roble y nuevas líneas de embotellado y etiquetado. Además, el intercambio de enólogos e ingenieros agrónomos con distintos países vitivinícolas generó una necesidad de modernizar y adaptar la producción de vinos al mercado internacional. En los últimos años, y a pesar de la difícil situación económica del país, la industria vitivinícola viene experimentando un desarrollo positivo en todos los aspectos (técnico, comercial, productivo, de difusión y conocimiento) tanto en el mercado interno como en el externo y desde entonces los vinos argentinos comenzaron a estar en restaurantes y vinotecas de las ciudades más importantes del mundo. Para completar este panorama surgió una cantidad de libros, guías y revistas especializadas con un extenso material descriptivo y actualizado.

Argentina quinto productor mundial de vino El vino argentino es el que se produce principal y tradicionalmente en las provincias de Mendoza, San Juan, Salta, La Rioja, Córdoba, Catamarca y en las últimas décadas han comenzado a elaborarse en Neuquén, Río Negro, Entre Ríos, Chubut, Buenos Aires y Santa Fe. El vino es la bebida nacional de Argentina. La Argentina es el mayor productor de vino de Latinoamérica y el quinto mayor productor en todo el mundo, así como el noveno exportador a nivel global. La calidad del vino argentino ha venido creciendo sin detenerse en los últimos años, ganando terreno en el mercado mundial: sólo en 2010 las ventas al exterior alcanzaron los USD$ 650 millones, lo que implicó un alza del 17% en relación al 2009, marcando un nuevo récord histórico. Este crecimiento explosivo ha dado como resultado que la Argentina en 2010 desplazara a Chile como el principal vendedor de vinos en los Estados Unidos, que es el mercado más importante en el mundo del vino.

El vino, declarado “bebida nacional” de la Argentina “El vino argentino es un honorable embajador en el mundo y enorgullece a los argentinos que beben en el mercado doméstico los mismos vinos que exportan y que prestigian al país en todos los continentes”, señaló el decreto presidencial que declara al vino bebida nacional el 24 de noviembre de 2010.

Características de la producción A inicios de 2007, manteniendo el puesto del año precedente, Argentina es el primer productor vitivinícola de Sudamérica, produciendo más de 1.200 millones de litros en 2003 y segundo exportador, después de Chile. Por tal excelente 27

relación ‘calidad/cantidad, ya desde el 2005 Argentina exportó vinos por U$S 431 millones, siendo en consecuencia para ese año el decimotercer exportador del mundo. El importante consumo interno explica que el quinto productor mundial no figure entre los principales exportadores. Dada la combinación de altura sobre el nivel (generalmente entre los 800 y 2500 msnm) y baja humedad, los viñedos argentinos se encuentran muy bien protegidos contra insectos, hongos, y demás enfermedades padecidas por viñedos de otras regiones lo que permite cultivos orgánicos de las vides con pocos o nulos pesticidas y otros posibles contaminantes, esto ha dado un merecido renombre al vino argentino en el extranjero. Es en la provincia de Salta, en la localidad de Colomé, muy cercano a Cafayate donde se produce el vino y se encuentra la bodega más alta del mundo. La mayoría de los cultivos se hacen mediante ingeniosos métodos de irrigación que van desde las tradicionales acequias (canales de riego que llevan las puras aguas de deshielo) pasando por diques o el actual uso de riego por goteo, las posibles objeciones al uso de mucho riego en los viñedos argentinos se contrarrestan: el clima muy seco de las zonas de cultivo, la ya mencionada elevada heliofania y las características de los suelos permiten la producción de uvas óptimas para la actividad vitivinícola. En efecto, gran parte de la producción vinícola de la región andina argentina tiene su excelencia a partir del “estrés hídrico” natural que tienen las viñas ante una gran cantidad de días despejados asoleados y una muy morigerada (minuciosa) irrigación con agua dulce que frecuentemente es de origen glaciar, tal situación hace que la vid concentre sus nutrientes en la uva.

Altos de Tinogasta Al pie de la cordillera de los Andes, en el Valle de Tinogasta, en Catamarca. Viñedos junto al volcán Tupungato, en el Valle de Uco, o en San Rafael, en el corazón de la región vitivinícola mendocina. Para los amantes de la tranquilidad, el aire puro y la naturaleza, lejos del caos y el ruido de la gran ciudad, invertir puede conjugarse con placer. En los últimos años, el concepto de real estate productivo se consolida como una inversión que permite obtener rendimientos similares y hasta superiores al de inversiones inmobiliarias tradicionales. La estructura de los proyectos permite a los dueños acceder a la renta del cultivo y, dependiendo del caso, de una porción de tierra y su futura capitalización. Con montos accesibles y buena financiación, este tipo de emprendimientos no exigen tener conocimientos sobre los cultivos, ya que el grupo administrador que absorbe el negocio se encarga de la producción y finalización del producto y, en ciertos casos, de la comercialización. Con la cordillera de los Andes como principal testigo, Altos de Tinogasta tiene cinco años de trayectoria en el negocio. El proyecto se sostiene en un campo de 400 hectáreas sobre la ruta 60, en Catamarca, y ya tiene cultivadas 52 hectáreas de viñedos y 200 de olivares, a las que sumarán 50 más este año. Además, tiene 28

una fábrica de vinos propia con capacidad para 285.000 litros, una cava para 30.000 botellas y una planta de aceite que puede albergar 440.000 litros. Al ingresar en el emprendimiento el inversor se sumerge en una cadena productiva. La comercialización de las parcelas del proyecto se dividió en tres etapas: la primera fue vendida; la segunda en un 82 por ciento; y en la tercera, recientemente lanzada, se comercializan parcelas de olivares de 2500 m2 - con capacidad para 1500 plantas- desde $ 200.000, con financiación hasta en 36 cuotas fijas. Quienes compran al contado, durante la etapa actual de consolidación, reciben una garantía de rentabilidad asegurada del 5 por ciento anual sobre el capital invertido durante los primeros tres años y los costos operativos incluidos hasta junio de 2022. A partir de allí se otorgará la rentabilidad de la comercialización de los productos, deduciendo los gastos de explotación. "Un lote llega a ofrecer una rentabilidad neta de hasta el 12 por ciento; superior a las opciones inmobiliarias que ofrece el mercado", asegura Diego Torrea, gerente comercial del fideicomiso, que agrega que lo invertido se capitalizará a razón del 5 por ciento anual hasta el quinto año: " El tiempo necesario para que la planta crezca y mejora su rinde. Son plantas milenarias, lo que asegura un piso de utilidad", agrega. Las parcelas son explotadas en conjunto, y la rentabilidad anual se distribuye en forma proporcional entre todos los propietarios, sin importar el rinde de cada parcela. Hoy el fideicomiso cuenta con 200 socios. Torrea estima que la inversión se recupera a partir del noveno año y aconseja invertir desde dos parcelas. Como toda inversión a cielo abierto el clima es un factor fundamental. "Las heladas, así como el granizo son los riesgos característicos. En Tinogasta, al estar pegados a la montaña, no sufrimos de granizo; pero sí el viento zonda que puede afectar a la producción", concluye Torrea. Las 840 hectáreas del proyecto Tupungato Winelands, ubicado en Gualtallary, en el Valle de Uco mendocino, se reinventan de la mano de BD Promotores. La firma de capitales españoles invertirá US$ 40 millones en un emprendimiento residencial y de lifestyle que contará con viñedos privados, canchas de polo y golf, un hotel & spa, entre otras propuestas. Dentro del masterplan se despliega el proyecto vitivinícola Can Pedra, una finca de 48 hectáreas que estará bajo el control y dirección del enólogo Matías Michelini. El emprendimiento está abierto a la inversión privada minoritaria y busca "democratizar el negocio del vino". El fideicomiso está limitado a 1600 inversores, dueños de una alícuota denominada FidiVino, que se paga por única vez Cada parte se comercializa por US$ 27.000, monto al que hay que sumarle el impuesto al valor agregado ( IVA), y 3 por ciento de gastos administrativos y comerciales. Se abonan US$ 12.000 a la firma del contrato de adhesión al fideicomiso más tres cuotas anuales de US$ 5000. Así, el propietario de un Fidi Vino se convertirá en dueño de una cuota parte de la tierra, la bodega y todo lo que se desarrolla dentro de las 48 hectáreas del proyecto Can 29

Pedra. Recibirá como tal una partida anual de botellas de distintas etiquetas y varietales, con un valor promedio estimado de US$ 50 cada una. Si el propietario desea extender esa partida, que aún no tiene definida una cantidad de unidades, tendrán descuentos de un 25 por ciento. Los primeros cuatro años, hasta tanto sea posible elaborar los vinos con uvas de los viñedos, los propietarios recibirán botellas de Tupungato Winelands, elaborado con vides de la finca. A su vez, los dueños de un Fidi Vino tendrán descuentos especiales en otras actividades y propuestas del master plan.

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Actividad N° 5 En Catamarca se identifican tres áreas donde se pueden desarrollar actividades turísticas específicas relacionadas con el vino. En primer lugar, lo que se denomina bodegas de altura que están localizadas en los departamentos Tinogasta, Andalgalá y Santa María. En segundo lugar, un área que se podría dividir en dos: la ruta 40, incluyendo Hualfín y Belén y, en tercer lugar, el departamento Pomán. La cercanía y similitud con Cafayate es la primera sorpresa al llegar a Santa María. Ubicada también en plenos Valles Calchaquíes es fácilmente identifibicable por los extensos viñedos que salpican el paisaje y que se pierden en las laderas de los cerros. Un de las más reconocidas es la bodega que el padre Gerardo lleva adelante con gran éxito. Pertenece al Obispado de Cafayate y es una de las muchas otras bodegas que se instalaron en la región. La zona produce buenos vinos de altura, en variedades de cabernet, malbec, syrah, tannat, barbera y bonarda, junto con el tradicional blanco torrontés. Los establecimientos son parte de la Ruta del Vino de Altura, que integra el Camino de los Sabores. La ruta 40, que luego empalma con la 60, lleva hasta el otro polo de la Ruta del Vino, Tinogasta y la cercana Fiambalá. En Tinogasta perduran bodegas que producen vinos de las mismas variedades que Santa María y algunas de las llamadas boutique. Como la de Juan Longo, en una construcción de piedra con una cava donde degustar sus logros. El circuito de la Ruta del Adobe lleva a Fiambalá, el poblado donde están las bodegas Don Diego y Cabernet de los Andes, para catar sus particulares vinos de altura. También es conocida por su producción de pasas de uva. Catamarca invita a transitar y descubrir los caminos que abren la experiencia de tus sentidos. Bodega Hualfín. Tiene la particularidad de haberse gestado como un proyecto social con el propósito de ayudar a los pequeños productores de la zona. Los fondos para levantar esta bodega municipal salieron de regalías mineras? principal 31

actividad de la zona- y de acuerdos que hizo la comuna de Hualfín con minera Alumbrera. "Tenemos más fines sociales que comerciales, hoy ayudamos a cerca de 30 productores que antes vendían su producción a Cafayate con peores condiciones" cuenta con una sonrisa Jorge Gómez, encargado de la bodega que inició sus actividades en 2011. Muy cerca de esta bodega se encuentra Nuestra Señora del Rosario, parada obligada por tratarse de una de las iglesias más antiguas de Catamarca fechada en 1770. Cabernet de los Andes. Carlos Arizu, propietario de la bodega, viene de una familia con tradición vitivinícola mendocina y hace 14 años vive en Fiambalá, uno de los lugares más desérticos del planeta por donde hoy pasa el Rally Dakar. "Vine a hacer vinos de altura", cuenta Carlos quien agrega orgulloso que, en ese entonces, ni Catamarca ni el Valle de Fiambalá aparecían en la ruta del vino. La bodega, dentro de la finca Las Retamas, comenzó a funcionar en 2002 de la mano de Carlos y su socio, Pedro Vicien, hoy fallecido, quien llegó a encarar este nuevo proyecto con 82 años. Produce vinos orgánicos y bio dinámicos y sus viñedos más altos están a 1790 msnm. Cuenta con distintas líneas que incluyen todas malbec y cabernet; a la línea joven se suman un torrontés, un bonarda y un syrah y en la biodinámica se incluye un tempranillo. "Hacemos más variedad de vinos de lo que puede producir una bodega tan chica", aclara Arizu luego de su extensa enumeración. Plenilunio es el vino que se cosecha con luna llena y el más conocido de la bodega. Carlos recomienda visitarla a principios de abril cuando se cosecha ese vino con antorchas y en la bodega hay fiesta. Se recolectan las uvas entre vinos, empanadas y música en vivo. Al día siguiente, las mujeres son las encargadas de pisar las uvas. Santa María de la Vid. Aunque el cartel en la entrada anuncia la llegada a Bodega Prelatura, su nombre es Santa María de la Vid. La Bodega, con una vista impactante al Cerro de los Siete Colores nació en 1992 "como un emprendimiento de carácter religioso ya que pertenece a la Prelatura de Cafayate que abarca departamentos de Catamarca, Tucumán y Salta", comenta Rubén Barrozo enólogo de la bodega y encargado de recibir a quienes llegan para visitar el establecimiento. Y agrega que estas tierras fueron donadas hace varias décadas con el fin de generar recursos económicos para la Iglesia. Fueron 40 hectáreas de desierto las que se destinaron al cultivo de viñedos y hoy se producen 60.000 botellas anuales distribuidas entre torrontés, syrah, malbec y barbera, variedad a la que reconocen como la especialidad de la casa. Su única difusión es el boca en boca y la relación precio-calidad es excelente. Don Diego. Finca Don Diego es una de las bodegas más importantes de la provincia y está muy cerca de San Pedro, iglesia levantada en 1770 y parte de la Ruta del Adobe. 32

La Finca con su nombre honra a tres grandes Diegos que vanagloriaron los orígenes de Fiambalá y el cultivo de la vid. Uno de ellos, Don Diego Centurión, es el abuelo de los actuales propietarios. Los viñedos tenían entre 70 y 100 años cuando la familia Navarro vendió las tierras ubicadas en la localidad de San Pedro. Fundada en 1996 al pie de Los Andes, hoy es la bodega que más desarrolló el marketing y la comercialización. Don Diego se especializa en las uvas Syrah y en particular el Syrah Castaño, criado seis meses en barricas de madera castaña, las primeras del país. Se recomienda visitar la finca en época de la vendimia, durante febrero y marzo de cada año, o en Semana Santa, cuando se organizan la tradicional pisada de uvas o la cosecha de luna llena, recogiendo los frutos de noche y celebrando con pizza o asados. Bodega Don Diego: Un vino orgánico y con raíces argentinas algo que no puedes dejar de probar.La bodega está ubicada sobre la ruta 60 en el valle de Fiambalá, provincia de Catamarca. Finca Don Diego, produce vinos de exportación a 1.505 metros sobre el nivel del mar. En plena cordillera de los Andes, se extienden las 80 hectáreas que dan vida a las mejores cepas de Syrah, Cabernet Sauvignon, Malbec, Merlot y Chardonnay. Durante el 2004 se logró la certificación orgánica de todos los viñedos, a través de la Organización Internacional Agropecuaria (OIA). La empresa trabaja sin químicos ni fertilizantes sintéticos desde sus comienzos, dentro de un hábitat libre de contaminación. La cava para 100 barricas y 150.000 botellas en estiba es subterránea, de piedra, y adobe. Los techos de caña y arena volcánica, sumado a los 50 cm de espesor de las paredes, proporcionan una estabilidad de temperatura única. Cabe destacar que el nombre de la finca hace honor a Don Diego Centurión y a Don Diego Carrizo de Frites quien introdujo la vid en Fiambalá, por el año 1702. Estos muros, con basamentos de piedra de la cordillera, techo de caña, y madera acogen la mejor tecnología para las necesidades actuales de vinificación de vinos de calidad. La bodega está realizada íntegramente en adobe con la mejor intención de provocar el menor impacto medioambiental en la zona y a la vez mantener las tradiciones ancestrales de la zona. Pretendemos usar los recursos de la zona e integrarnos en la apuesta que el Gobierno de Catamarca está realizando por revitalizar el turismo, como fuente de ingreso. Nosotros queremos apoyar y 33

reforzar ese mensaje con nuestro vino de altura, asociado a los 14 seis miles que existen en la zona y acercan cada día más a la provincia un turismo de aventura, internacional y muy saludable.

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Bodega Alta Esperanza: Esta bodega perteneciente a la familia Longo, viene de una tradición familiar en elaboración de vinos desde principios del siglo XX y actualmente uno de sus socios es Fabricio Oberto. La bodega está ubicada en Tinogasta, Provincia de Catamarca a 200 km de la Cordillera de los Andes. Sus plantaciones se encuentran entre los 1150 y 1920 mts. de altura. Con veranos cuya temperatura máxima, se encuentra entre los 38ºC. y en invierno debajo de los -5ºC. Y precipitaciones que no superan los 200 mm anuales. Es la línea más económica de la bodega y se encuentran disponibles 3 cepas, Cabernet Sauvignon, Malbec y Syrah. Las uvas provienen de viñedos ubicados en Fiambalá entro los 1550 y 1650 mts de altura. La fermentación se realiza con levaduras seleccionadas durante 30 días en el Cabernet y 35 días en el Malbec y el Syrah. El desborre es con frío (sin filtrar) para guardar intactas las características del producto. Es por eso que puede encontrarse algún depósito en el fondo de la botella. Por el momento la línea mas alta que posee la bodega. Disponible en uvas Malbec, Cabernet Sauvignon y Syrah. Todas las uvas proceden de Tinogasta, entre los 1550 y 1650 mts de altura. La fermentación se realiza con levaduras seleccionadas durante 30 días en el Cabernet y 35 días en el Malbec y el Syrah. El desborre es con frío (sin filtrar) para guardar intactas las características del producto. Es por eso que puede encontrarse algún depósito en el fondo de la botella. Además se realiza la fermentación maloláctica en barricas de nuevas de roble francés aunque no se especifica el tiempo.

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Comercialización del Vino El 75% de la comercialización de vino se concentra en 20 firmas Todos los eslabones de la cadena vitivinícola se ven afectados por el mismo fenómeno de concentración. En la última década, el poder de negociación va quedando en manos de las empresas más grandes. Integrarse es la opción. El análisis de las distintas etapas de ciclo vitivinícola evidencia un camino hacia una actividad más concentrada, tanto en el ámbito de la producción primaria, como en la elaboración y fraccionamiento. Esta situación claramente afecta la competitividad del sector, puesto que mayor poder detentan pocas empresas. De hecho, este fenómeno no sólo se da a nivel de bodegas y productores, sino también en cuanto a insumos para el sector vitivinícola. Así es el caso de los agroquímicos en el cual una sola empresa controla el 88% del mercado y en fertilizantes y herbicidas, las dos empresas líderes se apropian del 79% y del 77% del mercado, respectivamente. La comercialización total de vinos (mercado interno más exportaciones) entre 2006 y 2014 disminuyó 1,7 millón de hectolitros aproximadamente. En este contexto, la participación de las 20 primeras empresas aumentó, pasando de tener el 60% en 2006 al 75% en 2014. Es decir que vendieron 0,7 millón de hl más. Por lo tanto, el “grupo de las 20 más grandes” comercializó en 2014 algo más de 9 millones de hl (900.765 miles de litros) del total de poco más de 12 millones de hl vendidos. Es decir que pese a haberse vendido menos en el año 2014, las primeras 20 fraccionadoras absorbieron una porción mayor de las ventas totales. Para el año 2013 se registraron 847 establecimientos comercializadores, de los cuales 808 (un 95%) vendían menos de 5 millones de litros. Lo cual, se observa una atomización de fraccionado res pequeños.

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La producción primaria afectada

Carlos Iannizzotto, gerente de Acovi, mencionó que dependiendo el eslabón de la cadena vitivinícola es cómo la concentración perjudica. En el caso de la producción primaria, al haber menos viñedos y productores y las mismas hectáreas, “el principal perjudicado es el productor”, analizó. Mientras que en el caso del eslabón “industrial” lo que puede suceder es que haya abusos dominantes. Con esto, aclaró, “no estamos en desacuerdo de nuevas inversiones”. Sin embargo, dijo que “si seguimos por este camino en donde las más grandes absorben a las pequeñas, no va a ver escala y el poder de negociación la tendrán unas pocas”. De este modo, es que “la oferta será cada vez más amplia y la demanda será limitada. Por lo que el viñatero tendrá menos posibilidad de dónde llevar su vino y sus uvas y por ende, no tendrá poder de negociación y de aumentar el precio”, detalló Iannizzotto. Al tiempo que sumó, que “si lo miramos a hoy, a pesar de los grandes aumentos de precios que ha tenido el vino, este insumo representa sólo el 30% del precio final del producto en góndola”. Concentración vs integración Carlos Fiochetta, gerente general de la Corporación Vitivinícola Argentina (Coviar), analizó que si esta tendencia continúa, Argentina perderá el gran atributo que es la diversidad, vinos de diversas regiones, de diferentes enólogos, zonas y precios. No obstante, destacó que el sector necesita tener empresas tractoras, importantes y grandes, que en definitiva son las que empujan a la industria en el mercado interno y externo. Para el directivo, este proceso de atomización se vio reflejado principalmente luego de 2009 y 2010. Anterior a esos años, “la industria vivió momentos de ‘gloria’ un proceso en el cual las exportaciones crecían a dos dígitos y el mercado interno respondía. Sin embargo, la devaluación trajo consecuencias en la rentabilidad y en la pérdida de competitividad”, mencionó Fiochetta. Como consecuencia de eso, “indudablemente muchas empresas dejaron de existir, otras fueron absorbidas por las más grandes y comenzó un procesos de concentración, que sabemos que no trae buenos recuerdos y experiencia, como fue el caso del Grupo Greco en los 80”.

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Fiochetta, consideró que la competencia a grandes escalas se puede lograr a través de la concentración o la integración. Lo primero es lo que naturalmente sucede, donde grandes grupos económicos toman a las más pequeñas. Sin embargo, el proceso más sano debería ser la integración para poder comercializar y trabajar de manera más eficiente. Es que, según mencionó, el que queda fuera del sistema -en el caso de la concentración- no puede negociar en iguales condiciones, tanto a nivel de ventas de uva, insumos, supermercados, etcétera. Por ello, la integración a grandes escalas, es un beneficio para todos. De este modo, es que acentuó que “las empresas que quedan fuera de la concentración y tienen estructuras pequeñas no pueden negociar con fuerza, sobre todo con las grandes cadenas y ubicar sus productos en góndolas, y en muchos casos quedan fuera”. En líneas generales, lo que explica el gerente de Coviar, es lo que sucede por ejemplo con Fecovita, que cuenta con 29 cooperativas, y de ese modo trabajan en conjunto. El modelo de concentración, es lo que sucede con grupos como Peñaflor, que tiene alrededor de 10 bodegas en su paraguas. Sector dinámico y diverso Por su parte, José Zuccardi, propietario de la bodega que lleva su nombre y director de la Unión Vitivinícola Argentina, considera que a pesar de que la industria ha ido en un proceso de concentración, es uno de los sectores más dinámicos y diversos, cuando por ejemplo se lo compara con otros, como el de la cerveza, el agua, entre otros. Sin embargo, dijo que “la concentración en el sector vitivinícola es diferente y el límite lo pone el consumidor y no el poder económico, ya que en definitiva el que compra vino busca un producto que no sea industrial, elaborado por gente concreta y con identidad”. De hecho, Zuccardi destacó que “los modelos más concentrados en el mundo vitivinícola, como el australiano, son el claro ejemplo de que no funcionan en el tiempo”. No obstante, explicó que lo que ha sucedido en la última década es una depuración y desaparición de empresas que surgieron con el boom vitivinícola, con análisis estratégico y de rentabilidad poco eficientes y con una relación precio-calidad que no era viable. Por lo tanto, entiende Zuccardi, que “lo que ha pasado, es que han quedado compañías boutique de familias involucradas en el negocio, así como también 39

medianas y grandes empresas. Mientras que las más chicas, administradas bajo formato de estructuras grandes, fueron desvaneciéndose”. Producción y elaboración En cuanto a la producción, también se analiza un proceso de concentración. Analizando la evolución geográfica de la superficie cultivada según datos del INV, en 1994 la superficie cultivada de vid ascendía a 209.838 ha, las cuales estaban conformadas por 34.988 viñedos. Esto arroja una media de 6 ha/viñedo. Luego, en 2015 las hectáreas aumentaron a 225.581 con 25.049 viñedos, por lo que se destaca una superficie media 9 ha/viñedo. De este modo, si bien la superficie cultivada total se incrementó un 7,5% en los últimos 20 años, la cantidad de viñedos se redujo en un 27,7%. Es decir que la mayor superficie cultivada se concentró en menores propietarios de tierra cultivada. Por otro lado, según se desprende de un informe del INV, en el año 2006 existían 958 establecimientos elaboradores, de los cuales 696 se encontraban en Mendoza (72,6%). Mientras que en 2015 se registraron 884 establecimientos elaboradores, es decir que en nueve años se perdieron 74, casi un 8% menos y a razón de 8,2 bodegas por año. Según el informe de Acovi, esto puede representar una señal de crisis en el sector o bien de que menos manos concentran mayor poder económico y capacidad de elaboración. En cuanto a la elaboración de vinos, en 2006 se elaboraron un total de 1.539,6 millones de litros. La media por bodega arroja que se elaboraban a razón de 1.607.098 litros por bodega. En 2015 se elaboraron 1.771,3 millones de litros de vino (un 15% más de 2006). Teniendo en cuenta la cantidad de bodegas elaboradoras, en promedio la relación litros/bodegas arroja un valor de 2.003.676 litros por bodega. Es decir que en la evolución de los últimos 10 años analizados, se elaboró más pero en menos bodegas, con lo cual la relación promedio acusa más litros elaborados por bodega. Finalmente, tomando a las 10 principales empresas, se deduce que de producir 29% del total hace una década, en 2014 elaboraron el 38% del total del sector. Y este movimiento, se ve claramente en la principal compañía, que en el año 2005 elaboró el 12% del total elaborado, mientras que en el 2014 esta cifra trepó al 16%, es decir que acaparó más poder en el mercado. 40

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Viñedos

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Cavas, barriles de roble.

Antiguamente se molía con los pies

En la Actualidad, se ha modernizado el proceso, lo cual impacta en la producción y calidad de los vinos 43

El Proceso de Embotellado 1.-Lavado

de

las

botellas

2.- Llenado: la botella se llena hasta un nivel aconsejable (se deja un espacio hueco por las dilataciones que pueda sufrir ese vino) y esta operación suele acompañarse por la adicción, desde la misma llenadora, de una atmósfera de gas nitrógeno o gas carbónico para impedir la leve oxidación del vino que se da al contacto del vino con el aire en el trayecto que media desde la llenadora a la botella. 3.- Taponado: la incorporación del tapón de corcho suele ser lo más habitual. Sin embargo, para vinos que se van a consumir jóvenes se suele utilizar a menudo la cápsula de aluminio (ej.: algunos vinos jerezanos ). La hermeticidad del tapón queda asegurada por la acción y efecto de aplastar, sobre el borde del gollete, una arandela o disco suave, neutro, impermeable, inatacable por el vino, al menos en periodos breves de tiempo, por eso no es fiable este método para vinos de crianza. 4.- Encapsulado: la cápsula, que normalmente es una aleación de estaño y aluminio, aparte de ser un elemento estético de la botella, asegura la inviolabilidad de la botella. Los listillos que os digan que el vino esta malo cuando la botella está de pie y exista “cierta distancia” entre la parte inferior de la capsula y la superficie del vino, es decir que se vea solo cristal entre ambos. Es un mito más. 5.- Etiquetado: imposición de la etiqueta y contra etiqueta (posterior). La etiqueta es fundamental para la imagen que el vino va a transmitir a las personas. Aunque siempre se han impuesto los motivos clásicos (escudos, armas, títulos nobiliarios), cada vez más ha entrado el diseño moderno y postmoderno, quizás también dando la imagen de vino "diferente", "innovador", que "rompe esquemas", y es que ésa es la tendencia actual: la originalidad en enología, para delicia del buen aficionado deseoso de conocer nuevos estilos de vino. Estas etiquetas, sean del tipo que sean, dan al vino una prestancia y elegancia que no tienen otros alimentos y que hacen del vino un producto respetado y muchas veces admirado. Una vez terminados los procesos de elaboración y conservación en vasijas, el destino final del vino es enviarlo al consumo, es decir, destinarlo a la

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comercialización. Esto implica, en los vinos de cierta calidad, el embotellado previo, antes de salir al mercado. Este proceso se realiza en la bodega en una sección llamada "fraccionamiento". El fraccionamiento de toda bodega que lo posea, está equipado de tal manera que permite el paso del vino desde las vasijas mayores a las botellas, las que una vez llenas son tapadas, generalmente con corchos. En ciertos casos, los vinos embotellados no son inmediatamente enviados a la comercialización; sino que cuando sus características o calidad excepcional lo aconsejan, las botellas se estiban en la misma bodega. Los locales destinados a las estibas deben acondicionarse con temperatura controlada, con la finalidad de que el vino se beneficie con el proceso de afinamiento, que invariablemente proporciona la botella herméticamente obturada a los vinos. Pero lo más frecuente, en los vinos de calidad mediana o muy buena calidad, ofrecidos al consumo con una atractiva relación precio/calidad, es que tras el embotellado, las botellas sean etiquetadas. La operación del encapsulado (colocación de la cápsula), como así mismo la colocación de una etiqueta y contra etiqueta recibe diversas denominaciones, según los países. Por ejemplo, para los franceses es el "habillage", considerada en este caso como la ornamentación de las botellas. Los italianos por su parte le denominan "confezione" o "toeletta delle bottiglie". Mientras los españoles suelen referirse a esta operación como "presentación de la botella". Entre nosotros se ha generalizado la expresión "vestido de la botella", de modo similar a la expresión francesa. O sea que, el vestido de la botella es la colocación de: cápsula + etiqueta + contra etiqueta. Generalidades Las etiquetas de vino ofrecen una cantidad de datos, que aunque a primera vista parezcan complejos, son fáciles de descodificar por el consumidor. El objetivo de la etiqueta como el de la contra etiqueta es informar al consumidor lo más correctamente posible sobre: Denominación del producto, Número de Análisis, capacidad volumétrica del envase, grado alcohólico del contenido, datos del fraccionador, denominaciones varietales, lugar de fraccionamiento y procedencia del tipo de vino. Cada país tiene una legislación que reglamenta los datos que debe indicar la etiqueta. A su vez, la mayoría de los países vinícolas, han establecido acuerdos internacionales para adecuar la leyenda que debe mencionarse en la etiqueta conforme al país importador. Si bien cada establecimiento vinícola o propietario del vino embotellado tiene amplia libertad en cuanto a la marca o denominación del vino, el etiquetado está 45

sujeto a normas reglamentarias, de manera que la etiqueta como la contra etiqueta deben estar autorizadas por los organismos oficiales encargados de hacer cumplir las respectivas leyes elaboradas para tal fin. Es interesante señalar que debido a las frecuentes confusiones a que es inducido el consumidor por expresiones vagas o eufemísticas han obligado a organismos como la Oficina Internacional de la Vid y el Vino a proponer a los países adherentes a la misma, la normalización de las leyendas básicas y coherentes que debe ostentar la etiqueta. De manera de evitar errores de interpretación por parte del consumidor.

DATOS QUE SE EXPRESAN EN LA ETIQUETA Denominación del Producto Los vinos finos pueden ser "genéricos" o "varietales". Se denominan vinos genéricos a aquellos que son fruto de la mezcla de diferentes variedades de vid. Se denominan vinos varietales a aquellos elaborados con una única variedad de vid. En realidad, un vino varietal tendría que referirse siempre a un cultivar o variedad determinada de la Vitis vinífera (nombre científico de la vid). Por ejemplo Cabernet Sauvignon, Syrah, Sauvignon, Chardonnay, etc; pero en estos últimos tiempos esto no es exactamente riguroso. Hoy se suele llamar "varietales" a los vinos elaborados con más de un cultivar (o variedad) lo cual sería más apropiado denominarlos "genéricos" que persistir en la ambigüedad de los "bi o tri varietales". Categoría o tipo de vino Aún hoy persisten en el mercado las categorías de: Vino Fino, Vino de Mesa, Vino Selección y Vino Reserva. En la actualidad se encuentra en estudio en el INV aspectos sobre la re categorización de los vinos. Se comprende que esta denominación tiene relevancia únicamente desde el punto comercial, ya que un vino, o es de calidad superior (vino fino) o de consumo corriente (común o de mesa). La verdad es que este conjunto de denominaciones se presta para mucha confusión por cuanto, por ejemplo la calificación de fino para un vino en nuestro país significa la más elevada calidad, mientras "Reserva" incuestionablemente se refiere a un vino de calidad media o relativa calidad. En virtud que no existe en nuestro país un parámetro técnico que permita esta denominación, es que el Organismo Oficial (INV) declaró la categoría "Reserva" como inexistente a partir del año 1996. En cambio en otros países "Reserva" o "Gran Reserva" significa la más alta expresión cualitativa para un vino. La expresión "Selección" entre nosotros indica a un vino un poco mejor cualitativamente que el llamado vino de mesa o vino común, lo cual en la práctica no siempre es así. 46

Año de Cosecha Por razones lógicas de ubicación geográfica de los viñedos argentinos y particularmente climatológicas en que prosperan sus viñedos, la precisión del año de cosecha no es corriente y si se ha comenzado a utilizar es más que todo para señalar o bien el envejecimiento del vino o la particularidad de su frescura. En otros países donde a la climatología predominante en la zona de procedencia vitícola define netamente las características estaciónales en que se ha efectuado la cosecha del vino que se ofrece suele ser decisiva para el consumidor por que esta marca los años regulares y los malos desde el punto de vista climático. Cubicación Además de esta denominación, nuestra disposición reglamentaria exige colocar en la etiqueta por ejemplo, el contenido en volumen del envase. Este se expresa en mililitros (ml), en centilitros (cl), o centímetros cúbicos (cc). La mayoría de los vinos comunes o de mesa vienen en envases de 1000 ml (un litro). Los vinos finos pueden colocarse en envases de diferentes volúmenes, la mayoría son de 750 ml, que equivalen a 750 cc o 75 cl. Alcohol en volumen o Título alcohólico Por ejemplo 13%vol. Número oficial de registro Número oficial de registro del Establecimiento en el INV e Industria (son números otorgados por entes oficiales para la identificación del establecimiento). Procedencia y dirección postal del establecimiento Cuando nos referimos a procedencia, debe entenderse en este caso como "proveniente de…". Debe mencionarse la provincia o también podrá indicarse la zona, departamento y/o localidad de donde proviene. Cuando el producto es fraccionado en la zona de producción de la uva, debe consignarse la expresión "Fraccionado en Origen" o "Envasado en Origen", pudiendo reemplazarse el vocablo "origen" por el nombre de la provincia, zona, departamento o localidad. Contra etiqueta Habitualmente la contra etiqueta contiene información más detallada con respecto a la procedencia geográfica del producto, las características más destacadas que ostenta el mismo y algunas veces detalles de su elaboración y conservación tendientes a valorizar el producto. Leyenda Toda botella debe llevar la siguiente leyenda obligatoria:

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Capsulas

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Actividad N° 6 51

La Ruta del Adobe: Catamarca alberga viñedos en el Valle de Abaucán, pegado a la Cordillera de los Andes, y en la zona Calchaquí, a una altura que varía entre los 1.200 y los 1.750 m.s.n.m. El ambiente, casi desértico, y la importante amplitud térmica, son grandes aliados para la producción de frutos concentrados y sanos, naturalmente ecológicos. El polo vitivinícola catamarqueño está ubicado en el valle de Tinogasta, a 300 km al oeste de San Fernando del Valle de Catamarca (la ciudad capital de la provincia). Aquí, la industria vitivinícola crece en un paisaje coronado por los Seismiles (las cumbres más altas de América). Las bodegas son de larga data y su producción es de tipo tradicional. De manera incipiente, crece la producción en establecimientos boutique y se consolida la promesa de finos vinos catamarqueños. Malbec, Syrah, Cabernet Sauvignon, Bonarda y Cereza son las cepas que se destacan. En Catamarca la visita a las viñas se completa con la belleza de un paisaje sembrado de pueblos blancos e iglesias construidas en adobe. Entre Tinogasta y Fiambalá, en pleno valle vitivinícola catamarqueño y a lo largo de 50 km, puede recorrerse la Ruta del Adobe, un circuito que es Patrimonio Cultural y Turístico de la provincia y que rescata reliquias arquitectónicas construidas en barro y paja entre los siglos XVII y XVIII (se destacan las iglesias de San Pedro y la de Anillaco). También, evidencias precolombinas: un rico patrimonio arqueológico cuenta en Catamarca la vida en tiempos de las culturas originarias y su posterior fusión con el tiempo de la Colonia. Para los aventureros, los médanos de Saujil invitan a la práctica del sandboard; y para el relax, seducen las aguas termales de Fiambalá. Cualquiera sea la travesía emprendida, la cocina catamarqueña hará las delicias en una mesa donde, como en toda la región Norte, reina el maíz (condimentado con pimientos y aromáticas y acompañado de papas andinas). Para el postre, el membrillo, dulce exquisito, resultará perfecto.

El circuito del vino en la ruta del Adobe : Bodega Alta Esperanza S.R.L Producto: Vinos “El Deseo” – “Fabrizio Oberto” 52

Contacto: Graciela – Juan Longo e-mail: [email protected] Teléfono: 03837 420699 / 15691484 Dirección: calle 25 de mayo s/n Ciudad: Tinogasta – Catamarca C.P. 5340 Sitio web: Observaciones: Bodega que recibe a Turistas, realiza visitas guiadas y degustaciones en su edificio de lunes viernes de 08 a 12 hs y de 16 a 20 hs. Sino realizar contacto previa visita al número 03837 420699 o 03837 15691484. Bodegas Michango Producto: Vinos “Andreatta” Contacto: Oscar Andreatta e-mail: [email protected] , infobodegamichango.com.ar Teléfono: 0383 154699953 / 154643853 Dirección: Av. Presidente Castillo 4181, San Fernando del Valle de Catamarca C.P. 4700 Web: www.bodegamichango.com.ar Observaciones: esta bodega realiza visitas guiadas y degustaciones en sus instalaciones de lunes a sábados de 08 a 15 hs, y fuera de horario comunicarse a los teléfonos arriba mencionados para una visita. Bodega Municipal de Hualfín Producto: Vinos “Hualfín” Contacto: Cristian Figueroa e-mail: [email protected], [email protected] Teléfono: 0383 154804568 / 03835 15693510 Dirección: Hualfín, Belén, Catamarca-C.P. 4751 Observaciones: se realiza visitas guiadas y degustaciones en sus estructuras de lunes a viernes de 07 a 13 y de 14 a 20 hs y los fines de semana y feriados de 9 a 13 y de 14 a 19 hs Bodega y Viñas Don Juan SRL Producto: Vinos Diaguita Contacto: Samir Jais / Eva Maria Roggio e-mail: [email protected] Teléfono: 03835 462567 Dirección: San Martín 1120, Belén – Catamarca 4750 Observaciones: Esta bodega realiza visitas guiadas de lunes a viernes de 9 a 12 y de 15 a 19 y visitas con previo aviso al teléfono antes mencionado. Bodega Cuello Roca Producto: Vinos Cuello Roca Contacto: Ing. Cesar A. Cuello Roca e-mail: [email protected] Teléfono: 03837 420367 Dirección: Copiapó 566 – Tinogasta – Catamarca 5340 53

Observaciones: La bodega atiende al público de lunes a viernes de 10 a 12 y de 17 a 19 previo contacto al número mencionado anteriormente. Bodega Santa María de la Vid Producto: Vinos Prelatura Contacto: Rubén Barroso e-mail: [email protected] Teléfono: 03838 420925 Dirección: Ruta Nacional 40 S/N – Santa María, Catamarca. Observaciones: realiza visitas guiadas de lunes a viernes de de 9 a 12 y de 16 a 19 Bodega Elias J. Saleme S.A Producto: Vinos Saleme Contacto: Carlos e-mail: [email protected] Teléfono: 03837 470033 Dirección: Tinogasta – Catamarca

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Relato: “Un viaje de miles de kilómetros, también empieza con un primer paso.” (Lao Tse.).-

VISITE CATAMARCA Y DISFRUTE DE SUS VINOS, SU PAISAJE, SU CLIMA Y SU BUENA GENTE.

Los vinos catamarqueños enamoran, por su personalidad y su historia. Nuestros vinos, con sus colores violáceos y oscuros de las noches heladas de la alta montaña. Sabores de frutas rojas bien maduras confirman la incidencia de los soles de los mediodías cálidos y secos. Los sabores llenan la boca, los finales son largos y gratísimos. De Tinogasta hacia el norte se abre uno de los circuitos más sorprendentes de la Argentina, ideal para amantes de escenarios vírgenes y naturaleza pura. Este recorrido por la Puna catamarqueña está enmarcado por 14 picos de más de 6.000 metros sobre el nivel del mar, casi en la frontera con Chile y con una combinación de pequeños pueblos y fantásticos paisajes. El recorrido se funde con la Ruta del Adobe, entre Tinogasta y Fiambalá, testimonio de una arquitectura única.

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