RUBÉN M. Campos CHAPULTEPEC su LEYENDA Y SU HISTORIA >,M! ^ .M..W 2--S MÉXICO T ALLERES G RAFICOS 19 22 D E L A
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RUBÉN M. Campos
CHAPULTEPEC su LEYENDA Y SU HISTORIA >,M!
^
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2--S
MÉXICO T ALLERES
G RAFICOS 19 22
D
E L
A N ACIÓN
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2010 with funding from University of Toronto
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CHAPULTEPEC SU LEYENDA Y SU HISTORIA
RUBÉN M. CAMPOS
Chapultepec SU LEYENDA Y SU HISTORIA
fotografías DE
José M. Lupercio y Gustavo
F. Silva
MÉXICO, MCMXXII
U
CANJE DE BIBLIOTECA NACIONAL DE MÉXICO
íj'-iif:"
^
ALACIO los
real de los reyes aztecas, feudal castillo de
mansión imperial de emperadores y
virreyes,
residencia presidencial de ilustres jefes de Estado,
Alcázar de Chapultepec es la joya histórica más preciosa del
el
penacho de gloria que ciñe
la
Cuando
República.
de Aztlán se detuvieron por primera vez en
que dominaba
la llanura infinita
templaron maravillados
el
el
los
hombres rojos
crestón encantado
de las lagunas de Anáhuac, con-
fabuloso paisaje de ensueño délas aguas
radiantes, i^resas en el inmenso anfiteatro de montañas, superposi-
ción de cimas sublimadas gloriosamente por las cumbres feéricas del Popocatópetl
y al
y
el Iztaccíhuatl.
gráfico, a la región
Entonces en su idioma pintoresco
que dominaban llamáronla Anáhuac, «junto
agua»; al crestón que hollaban con sus pies de bronce, Chapul-
tepec, «cerro del Chapulín»; al volcán petl,
«monte que humea», y a
aún en
la graciosa
ignición, Popocató-
montaña cubierta por un
sudario de nieve, Iztaccíhuatl, «la mujer blanca».
Ciertamente, quien no ha ascendido al enhiesto recinto y no ha
contemplado
el
Valle desde la cumbre en que se yergue
Alto del Castillo
como una
flecha de
Tenoch caída del
el
Caballero
cénit,
no
co-
noce la hermosura incomparable del Valle de México. Los siglos y los
hombres han desecado
la
inmensidad de
—5—
las lagunas.
El
creci-
A
CHAPULTEPEC miento enorme de
la
SU L E Y EN D A Y SU H I ST O R I
-o*»-
urbe moderna, que tiende ya sus raíces rielado-
ras de piedra y de hierro hacia las vertientes del
Ajusco y brota
borde de las calzadas en colonias renacientes que serán barrios tantes del núcleo,
ha trocado
la
lámina de
las
al
dis-
aguas espejeantes en
pencas del panal celular de la inmensa colmena humana, que con el
tiempo será la gran ciudad de México.
las
aguas más que
el
recuerdo.
por angostas calzadas,
pantanos fecundos, y nicies
y
las
existe.
loa
montañas, y
El paisaje no guarda de
Ninguno de
los cinco lagos,
Pero las sementeras surgidas de los
bosques copiosos de árboles de las el
unidos
altipla-
verdor de las vertientes y la azulosidad
de las montañas lejanas, dan
conjunto
al
tal
majestad y poesía,
que la evocación de los antepasados exploradores de un continente virgen, en invasiones sucesivas, surge en la imaginación desbor-
dada, y se comprende la alegría jubilosa de los fuertes hombres de
Aztlán era,
y
al
descubrir este lugar de predestinación, fundador de una
se siente flotar el espíritu vivo
busca de sus destinos.
6
—
de una raza, que aun va en
L peñóu de Chapultepec fué
descubierto por los
tol-
tecas el año de 1122 de niiestra era. Los aztecas llega-
ron
allí
en 1245, y su sacerdote Tenoch designó la
colina para que fuese el primer clan tenochca que arraigara en el
Valle de México. Se fortificaron y construyeron albar radas de pie-
dra y se apiñaron en la cumbre, donde se guarecieron en un amplio recinto para repeler las agresiones de los pululantes pueblos lacustres, flotantes
en sus ágiles canoas, que vieron llegar aquella
irrupción errante, desconocida y temeraria, como un presagio
fatí-
dico en su vida patriarcal.
El primer choque tuvo lugar
muy
pronto, y la primera prueba
fué adversa para los aztecas. Los historiadores consignan que los aztecas iban a celebrar la fiesta del fuego nuevo,
cuando
los sor-
prendieron los tepanecas, que rodearon y escalaron la colina, donde se libró la i^rimera batalla
en
la
que
los tenochcas
sucumbieron
número y quedaron sometidos a los tepanecas. Chapultepec marca la última etapa de la peregrinación
al
azteca
antes de que los tenochcas, lampiños, de ojos de águila y cabellos lacios,
tomaran posesión, en nombre de su héroe Tenoch, del corazón
de las lagunas, y dejaran,
allí
donde sobre un peñón un águila pa-
rada en un nopal devoraba una serpiente, la primera piedra de su
CHAPVLTEPEC
-o*»-
sede definitiva, Teuochtitlán.
que fué ahondando en
el
S
U
L
E Y E N D A Y SU
Una
vez
fundada
la
H I ST O R J A
ciudad primitiva
limo sus raigambres horadadoras de
siglop,
Chapultepec fué consagrado por un adoratorio que se elevó en
cumbre de
y desde entonces fué
la colina,
el sitio
la
de recreo de los
reyes aztecas. La primera construcción fué edificada al pie del cerro,
y
el
fué
primer personaje de estirpe real que residió en Chapultepec el
príncipe Nezahualcóyotl.
A
fines
de 1428, Nezahualcóyotl, que acababa de vencer y dar
muerte con sus propias manos zalco, decidió residir
al tirano
algún tiemj)0 entre
Maxtla, rey de Azcapotlos
mexicanos y expresó
su deseo de construir un palacio. Los mexicanos se apresuraron a complacerlo, pues bien sabido es que
el príncipe,
entonces en
el
apo-
geo de su fortuna, después de haber andado perseguido largos años desde su infancia y de vivir errante toda su juventud, era de los mexicanos, y residir.
le
el ídolo
pidieron que eligiera el sitio en que deseaba
Nezahualcóyotl eligió Chapultepec; y mientras sus aliados
acumulaban toda
clase de materiales y ponían obreros a edificar el
palacio, el i^ríucipe abría
un paréntesis en su vida azarosa de pelea
y bravura, la más interesante y romancesca de nuestra historia antigua,
y plantaba
el
bosque de ahuehuetes que hoy cuentan qui-
nientos años desde que fueron plantados por su historiadores chichimecas le atribuyen
mano
la canalización
real.
Los
de las alber-
cas y la construcción del primer acueducto de piedra que llevó las
aguas a abastecer ñoles.
la
ciudad de México, hasta la venida de los espa-
TROS
autores afirman que en
México AxayácatJ,
1465, siendo rey de
jjrincipió la construcción
acueducto para llevar
agua de
el
Chaiiultepec a Tenochtitlán, y que la construcción duró
No
de un
las albercas
un
de
año.
solamente Axayácatl, sino también los demás emperadores me-
xicanos, residieron en Chapultepec, y para poder trasladarse tra-
zaron y terraplenaron la calzada que aun existe. Sea lo que fuere, el
acueducto que traía a México
el
agua de
las albercas,
data de la
época en que Nezaliualcóyotl fué huésped de los mexicanos, y según datos recogidos por los historiadores, era
por
el virrey
mayor que
Bucareli y del que aun queda hoy
arcos de pie, en la avenida Cliapultepec, así
como
bosque y
las fuentes terminales, la otra
por uno de
reconstruido
como recuerdo
una frente a
la
los
histórico,
portada Sur del
caños de argamasa, y
el otro se
reservaba para
dos se azolvara. Otro acueducto, que fué
cado por Moctezuma II y que existía
reedifi-
al llegar los españoles, partía
de las albercas de Chapultept-c y entraba a la ciudad por ría
veinte
en la plazuela del Salto del Agua. El agua corría
los dos
cuando uno de
el
un tramo de
la
arque-
de la Tlaxpana y San Cosme, de la que aun quedan vestigios.
El Marqués de Montes Claros hizo construir también un acueducto
en
la calzada
de Chapultepec, que se terminó en 1620.
—9 —
A
CHAPULTEPEC
SU
-o*"-
SU H I ST O R
L E YEND A Y
I
Las albercas de Chapultepec fueron famosas durante cuatro giglos,
Hoy
porque de
ellas se abastecía de
agua
la
ciudad de México.
están clausuradas y rodeadas por rejas de hierro, conservadas
como un recuerdo
histórico y
maron con sus aguas
como gratitud a
potables.
En
que derra-
los bienes
la alberca mayor,
que surtió du-
rante muchos años una gran parte de la ciudad, fué donde según la tradición se depositaron fabulosas riquezas
Moctezuma
I,
para aplacar
que va de la cueva a
la
cima del
reinado de
el
cerro, fué abierto
para continuar
los alcaides del castillo
del tesoro de
durante
furor del dios del agua cuando la
Un
México causó enormes estragos.
terrible inundación de pozo,
el
más
tiro o
por uno de
las exploraciones
en busca
Moctezuma.
El taladro del pozo costó 60,000 pesos, por dra. El tiro fué perforado dentro de la capilla
bre en 1752, y se quería descender hasta ojos o veneros de agua,
y
el
se trabajó día y
la
dureza de la pie-
que había en
nivel en
la
cum-
que están
noche horadando
los
la roca
viva con barrenos en busca del tesoro por los conductos que sigue el
agua que alimenta
las excavaciones
albercas
como en
la alberca; pero
porque
se
habiendo hallado oposición
temía que se extraviara
el
agua de
las
1744, yéndose por las grietas abiertas, fueron pa-
ralizadas definitivamente en 1775.
No
obstante esta precaución, las
albercas fueron disminuyendo sus caudales de agua hasta fines del siglo pasado, en la calzada
que
se decretó la demolición del acueducto de
de Chapultepec, hoy avenida Chapultepec, y fué preciso
recurrir a otras fuentes
más lejanas para
el
abastecimiento de la
ciudad, en vista de que las albercas quedaron exhaustas.
^ 10
A
alberca grande, llamada de los Llorones, era pro-
piedad del Conde de Peñasco y contaba cien varas
de circunferencia. La alberca llamada de Moctezu-
ma, que ministraba
el
agua gorda para
la ciudad, tiene treinta varas
de perímetro y poco más de siete de profundidad. La tercera alborea,
donde estaban
público, era
muy
los
baños que duraron muchos años
al servicio
aunque de poca profundidad. Esta
extensa,
al-
berca era llamada de los Nadadores. Los manantiales de las tres albercas son los mismos.
En
1870 que se vació la alberca de Mocte-
zuma, que es la que está más arriba de todas, bajó mucho del
agua en
las otras dos
sianos de la ciudad.
y brotó menos agua de
La comunicación
nivel arte-
entre las tres albercas quedó
comprobada con ese hecho. Como escaseara del Salto del Agua, se hizo
el
los pozos
el
agua en
un reconocimiento y
el
se vio
depósito
que
los
cimientos de tres de las paredes de la alberca de Moctezuma ame-
nazaban desplomarse; se buscó nueva salida a vóse el fondo al entrar
ñón que
por
y, al el
las
aguas, desazol-
reconocer los acueductos subterráneos, vióse que
ojo
se bifurca;
que hay en una pared uuo de sus brazos
se
es recto
encuentra un
unas peñas, junto a las cuales hay dos grandes veneros, y
ma una
ca-
y va a terminar en el otro for-
curva y va a terminar en una cisterna de forma circular,
— 11 —
CHAPULTEPEC
SU
->^~
L
EY E ND A
Y SU
H I ST O R I A
donde brotan varios veneros considerables. Se observó que esta
al-
borea está comunicada con la de loa Llorones, y en uno de loa cuartos subterráneos existe
inscripción:
esculpida en tezontle negro la siguiente
Año de MDLVIIL Observóse también que
las paredes
están levantadas sobre los veneros; y los caños abiertos por las
íil-
traciones fueron cegados con sacos de mezcla hidráulica. El det^censo del
agua de esta alberca ocasionó que bajara considerablemente
el nivel
de la alberca de los Nadadores, que está fuera del períme-
tro antiguo del bosque.
Cuenta el fin
que Moctezuma Ilhuicamina,
la tradición
de sus días,
mandó
pendicularmente que ven hacia
primo Tlacaelel, y que el historiador
catl
y
las
al acercarse
esculpir su efigie en las rocas tajadas per-
lo
el Oriente, al lado
mismo mandó ejecutar
de la
efigie
Aliuizotl.
de
sii
Según
Grama, fueron también esculpidas la efigie de Axayá-
de otros reyes mexicanos,
mediados del siglo
xviii,
efigies
se conservaron hasta
pues fueron destruidas sucesivamente
desde principios del siglo xvii hasta destruida la de Moctezuma
que
I.
12
el
año de 1753, en que fué
UEDAN
vestigios de
que
los reyes
mexicanos
residie-
ron en Chapultepec después de que Nezahualcóyotl,
coronado rey de
los chichimecas, partió a su cajiital
Tezcoco, en el testimonio de las efigies de los emperadores
Moctezuma
Ilhuicamina, Ahuizotl y Axayácatl, pues de este emperador pueden verse los miembros inferiores, esculpidos en las rocas laterales que
tajan la pequeña montaña.*^' El historiador Solís afirma que en
Chapultepec eran depositadas las urnas mortuorias con las cenizas de los reyes aztecas.
En
el castillo existe
aún, convertido hoy en
elevador, el pozo perforado por los aztecas en la roca viva con ins-
trumentos de cobre. Mide treinta y tres varas de profundidad y se
comunica con los arcos
la
cueva perforada en aquel tiempo y que frente a
que llevan
el
agua de Santa Fe a
la
Tlaxpana, mide una
distancia de noventa varas a seis y media de altura.
La
tradición
El historiador Orozco y Berra refiere así este hecho, eu el tomo 3°, capítulo V, de su ( 1) :" "Historia Antigua y de la Conquista de México "II calli 1481. Sintiendo su fin jiróximo, Axayácatl quiso que eutallarau su retrato a semejanza del de Moteculizoma; fueron llamados los canteros, "y así fueron a Chajniltepec y ha-
"biendo visto otra buena peña la comenzaron a labrar, y en breve tiempo acabaron de labrar la "figura, que estaba parada, con cabellos de preciada plumería, y teñido con colores de la propia "manera que el pájaro llaukgnechol, con su rodela y en la otra mano un espadarte y por dosel o "alfombra a sus pies un cuero de tigre; y con la margajita dorada, azul y plateada, que hacía "aguas y colores que resplandecía y era muy vistoso. " (Tezozomoc. ) Terminada la obra, enfermo como estaba, se hizo llevar a verla cargado en unas andas, quedó complacido de la labor, y al tornar a la ciudad expiró en el camino. Así acabó Axayácatl, después de poco más de doce años de reinado."
— 13 —
CHAPULTEPEC cuenta que Moctezuma
SULEYENDAYSVHISTORIA
••"o-
prisionero de los españoles, iba
II,
un numeroso
custodiado, en apariencia con
muy
bien
séquito, a cazar al bos-
que de Chapultepec. Los mexicanos, según
el
historiador Torquemada, tenían el bos-
que de Chapultepec como lugar
divino.
Moctezuma Xocoyotzin
nía en Chapultepec estanques donde se conservaban los peces preciosos.
Los mexicauos construyeron también
lares para regular el
cómputo del tiempo. Más
Luis de Velasco, que dedicó al
el
bosque
al
allí
más
meridianos
tarde, el virrey
te-
so-
don
emperador Carlos V, llevó
bosque una raza de lebreles traída de España por
el
arzobispo
Montúfar, raza que se proi:)agó después por toda Nueva España.
Los virreyes guardaron tapiado
el
bosque desde
los
primeros años
de la conquista, para que los cazadores no mataran o ahuyentaran la
mucha
caza de ciervos, liebres y conejos que había en las espe-
suras.
Un
acontecimiento que vino a dar una leyenda sombría a Cha-
pultepec, que quedó destinado para fábrica de pólvora pocos años
después de la conquista, fué la explosión acaecida en 1784, que con-
movió de
la ciudad con la terrible detonación y destruyó la fábrica des-
los cimientos,
En un
causando
la
muerte de cuarenta y
siete personas.
período menor de seis años la fábrica se había incendiado ya
cuatro veces, frecuencia que provenía, según la opinión autorizada del padre Álzate, de
que
el
óxido de fierro que hay en las inmedia-
ciones, adherido al calzado de los obreros,
en contacto con
el
azufre
sin purificar que contiene partículas de caparrosa, puede producir
incendios y propagarse instantáneamente.
— 14
o
característico del bosque de Chapultepec son los
ahuehuetes, palabra azteca que significa «viejo de
agua», y que son gigantescos sabinos cuyo follaje, verde hermoso en la primavera y en el estío, toma un tinte rojizo en el invierno.
Más de
del cerro y hacen
más corpulento
trescientos ahuehuetes rodean el castillo al pie
más
bello el bosque en ese lugar.
se halla al Oriente
El ahuehuete
y mide cerca de quince metros de
circunferencia en su tronco; el que está cerca de la entrada de la
cueva tiene un poco menos, y hay otros muchos que pasan de diez metros, y su sombra se extiende en
parque y
a los céspedes
que sostienen en
el
el valle
área,
dando frescura
al
bosque una perpetua primavera.
El 26 de mayo de 1521, en
una gran
esmaltados de rosales y multitud de flores
al
aparecer los españoles nuevamente
de Anáhuac, se libró en Chapultepec una sangrienta
batalla, en la
que Hernán Cortés
se
apoderó de
la colina
de Chapul-
tepec para sitiar a Tenochtitlán, y destruyó los acueductos para cortar el agua potable a los sitiados.
Una
vez
dueño
del bosque, el
Conquistador deliberó con Diego de Ordaz acerca de la conveniencia de levantar en la cumbre del cerro una fortificación para defenderle de los mexicanos, por si aliados éstos con los pueblos circundantes
— 15 —
A
CHArULTEPEC
-o*»-
S
U L E Y E N D A Y SU H I ST O R I
de las lagunas pretendían reconquistar
la capital del Imperio;
Una
poco tiempo después se construyó la fortificación.
mada
la coaquista, los virreyes, siguiendo el
ejemplo de
peradores aztecas, designaron a Chapultepec como
la
el
los
em-
de recreo
una morada veraniega en
el
lugar en que
antiguo palacio de Nezahualcóyotl, y en
el
adoratorio de
virreinal, construyeron
estuvo
sitio
y
vez consu-
cumbre, donde se verificaban
los ritos sangrientos, edificaron
ermita dedicada a San Francisco Xavier.
— 16 —
una
OR
cédula expedida
real
maudó que de
Felipe II
V
los
gado
el sitio
25 de junio
de 1530,
las posesiones
que Car-
el
Hernán
concediera a
fuese segre-
Cortés,
de Chapultepec y entregado a perpetuidad a la ciu-
dad de México, para que nadie impidiera, en ningún tiempo,
La
libre uso de las fuentes o albercas. la Audiencia.
La
residencia virreinal fué reedificada por el vi-
rrey Alburquerque. Derruida en tiempo del tóse de reedificarla de nuevo; pero
el virrey
Marqués de
solicitó
de la Corte
antiguo palacio de Chapultepec, a
permiso para restaurar
el
que
ceremonia de la recepción de
allí se verificara la
de Nueva España y
que
se efectuaba
asentimiento.
la
Croix, tra-
Bucareli hizo suspender
El virrey don Matías de Gálvez
las obras.
el
cumplida por
real orden fué
fin
el
de
los virreyes
entrega del bastón de mando, acto solemne
en San Cristóbal Ecatepec; pero
Al virrey don Bernardo de
el
Rey negó su
Grálvez corresponde la sa-
tisfacción de haber levantado el actual histórico alcázar de Chapultepec. Principió
en 1785
la
construcción del nuevo palacio, al que
dio la forma de fortaleza, circunstancia que lo hizo sospechoso ante la Corte,
no obstante que
el alcázar
elevado en la cumbre del cerro
tenía un destino semejante al de los sitios reales de Madrid. El ilustre virrey,
de cuya fidelidad se dudó sin más fundamento, murió
dejando sin concluir la obra. 17
—
CHAPVLTEPEC
••»»••
SU
L
EY E N D A
Los virreyes conservaron amurallado
el
trada se leía en una lápida conmemorativa:
Y bV
bosque, y sobre su en-
"Don Luis de Velasco,
Nueva España, dedica a su Soberano
virrey desta
H 1 ST O R } A
este Bosque, lugar
de recreo público, hermoso por su frondosidad y fábricas." Cuando
más
tarde, en 1818, se trató de enajenar el bosque, la ciudad de
Mé-
xico se 013US0, en virtud del inalienable derecho de projíiedad
que
tiene adquirido. El
Conde de Revillagigedo fué
el
primero en pro-
yectar la creación de un jardín botánico eu Chapultepec; pero
hasta después de pie del cerro. el
la
Independencia se formó
También
jardín botánico al
el
se trató de establecer allí desde entonces
Observatorio Astronómico, que fué fundado hasta 1878, y desde
principios del siglo xix quedó establecido en el castillo el Colegio Militar.
La
fortaleza
que construyó Hernán Cortés, transformada
en fábrica de pólvora, fué el edificio,
que hizo explosión en 1784 y destruyó
la
cuando murieron muchas personas en
la catástrofe.
Los
anales de Chapultepec registran un suceso sangriento acaecido el 29
de febrero del año bisiesto de al
Una
182-1.
loba rabiosa se introdujo
bosque y despedazó cuatro niños y dejó moribundas a dos ancia-
na?, de la familia del guardabosque,
terror
degollar con
cuando
él
una navaja que
yacía en
el
hermana
de
que logró
del guardabosque le dio
atacados de rabia,
llevó todavía algunos años
loba duró
la
al oír los gritos
la fiera, a la
suelo abrazado a la loba.
de este drama murieron
y
Los supervivientes
sólo el
guardabosque
una vida mísera y achacosa. La
piel de la
mucho tiempo colgada de un ahuehuete, como sangriento
recuerdo de la tragedia. tillado
quien acudió
y trabó una lucha cuerpo a cuerpo con
En
y transformado en
1843
el alcázar
castillo.
— IS —
de Chapultepec fué
ar-
L
una amplia meseta que
castillo tiene
se levanta a
veinte metros de altura, con sus terraplenes respectivos,
y forma parte del edificio que se llamó plaza
de armas. Las azoteas del primer piso de este departamento quedan al nivel
de
la
altura del piso alto; y hay otra meseta sujierior, pe-
queña, que se prolonga hacia zas y corredores levantados castillo está
el
en
Oriente i)ara descansar sobre las piela i:)arte inferior.
jiiatio
del
bardeado de cal y canto y forma una curva saliente
frente al pórtico, delante del cual hay
que
El gran
se destacan seculares araucarias.
una fuente y un jardín, en El patio que da
al
el
Norte está
comunicado con antiguas piezas subterráneas que en un tiempo fueron mazmorras y después depósitos de parque.
En el
1784 se construyeron en
el
bosque unos hornos para hacer
reconocimiento de los minerales de azogue, a petición del Tribunal
de Minería. el castillo
y
En el
1788,
una
real cédula ordenó
que fueran rematados
bosque de Chapultepec porque en su reparación se
gastaba mucho, pues se necesitaban noventa mil pesos, después de llevar gastados ciento treinta y siete mil, solamente para la conser-
vación.
De aquí provino que
se tratara de
vender
la posesión real;
pero debía tanto Chapultepec a la Real Hacienda, que nadie quiso sufragar el gasto de redimir la posesión del gravamen del
— 19 —
fisco,
y
A
CHAPULTEPEC
•••o-
fué preciso, para atender a
SU L E Y E N D A Y SU H I ST O R I
la conservación,
hacer anualmente varias
corridas de toros que rendían quince mil pesos libres. Por fin el castillo
y
el
bosque fueron puestos en pública subasta; pero
la oposi-
ción del Ayuntamiento, la resistencia de los virreyes a deshacerse del sitio de recreo, el cambio que trajo consigo la muerte de Carlos III
y
el
advenimiento del virrey Revillagigedo impidieron
la
realización del remate.
Pero
que
allí
el fasto
más
glorioso de Chapultepec es la heroica defensa
opusieron los mexicanos contra
20
—
la
invasión norteamericana.
XTES del
armisticio roto el 7 de septiembre, Chapul-
tepec podía resistir bien, pues tenía tres líneas de
defensa con diez piezas de artillería; pero Santa
mandó
Anna
Molino del Key, y Casamata con otros dos batallones a expensas del des-
quitar cuatro batallones para defender
reforzó la
el
guarnecimiento de Chapultepec y de la hacienda de
los Morales,
donde se encontraban cuatro mil hombres de caballería Al amanecer del día
7,
una batería norteamericana, emplazada en
Garay en Tacubaya, indicó que
el
que de Chapultepec. Al amanecer del día lino del
como
Rey y
la
8
no
casa de el ata-
fueron atacados
Casamata y fueron rechazados
la caballería
la
plan del jefe invasor era
Mo-
el
pero
los invasores;
los persiguió, se rehicieron, reforzados
con
tro-
pas de Tacubaya, y atacaron de nuevo en campo libre a los mexicanos que, al ver retroceder a los norteamericanos, habían salido a batirlos;
mas
sin el
los invasores se
apoyo de
la caballería,retrocedieron a su vez,
y apoderaron del Molino del Rey y de la Casamata.
Viendo en peligro Chapultepec después de este encuentro, en murió rido,
el
el
que
coronel Balderas y el general León quedó mortalmente he-
fueron reforzados
los
dos flancos e integrada una columna con
cuatro batallones para sostenerlo, e intentóse recuperar los fuertes perdidos que los norteamericanos dejaron al verificarse una explo-
— 21 —
CIIAPVLTEPEC
°:oao:*:oxo:*;oxoxo>:o>:>:o:*x>xoo^^^^
Mirador
al pie del Castillo.
Una calzada
del Bosque.
10
ioXoXoXoX
CHAPÜLTEPEC
La antigua gruta transformada en elevador
(llAl'lLTKI'Kíí
Una
escalera del Castillo.
12
(niArilLTKPKn P,
nit xiL-ana?
13
('lIAlTI/rKi'KC :?:
I'
'i
:ia
prautra en
Los cactus en
14
el
el
ouM-iue
Bos(|ue
CHArULTEPEC
La
vieja alberca del Bosque.
Escalera antigua del Colegio Militar.
15
C'IIAI'CI.TIOIM'.C
K!*^>XoVov;ov!oVo>;oVo>;oXo:*:o>:ovovovovovovovo>:o;';ovoov;o:'SiíX>^^
La tribuna mununu-iUal
Ruinas de
v
l-I
ahuL-hucte rey.
la arquería.
16
CHAPULTEPEC t»:o:»:o:*:o:i:o:j:o:A:o:ío:í;o:í:o:í:o;í:o:í:o:í:o:?^jgg5?K>í»;:^::*:o:^^ -
p,
Un grupo
de ahuehuetes.
17
CHAPÜLTEPEC
Avenida en
el
Bosque.
CHAPÜLTEPEC
Ahuehuetes seculares
del Bosque.
CHAPÜLTEPEC
Avenida de ahuehuetes.
SO
1
CHAPULTEPEC
Monumento a
los niños
héroes de 1847.
CHAPULTEPEC
Un
claro en el Bosque.
Avanzada de
viejos ahuehuetes.
CHAl'L'LTEJb'KC
^
Embarcadero en un
lago.
El Castillo desde un lago.
'^^''
CHAPÜLTEPEC
Puente sobre un lago.
(TIAIT-I/rKI'EC k:^o:íX>:^o:*:o:it:o:>':o:*:o:*^c>>^&:ssío5go^s:?K>s^^
Arroyuelo en
el
Bosque.
^
Una
fuente rústica en un lago.
i6i£^o^o^o^o^o^os^x>^í2i:íw*x>:*:sS5o:í5oax>:g;so:so:í:;«o:*K>^o;$¡o'^a^^
o
El lago Norte.
Reja que da entrada
al
Colegio Militar.
^
I
»io¡S^^3;sgOsgo5go5gc>sgoíí5o^Osgo^oo^o;«sg^o^^ S6
rnAlTLTKPEC
Kiosco en las praderas del Bosque.
O
O \\f\y^>\tíO[1^\yfi[^^]y,[*\^^^
CHAl'ULTErKC
Una
vista
panorámica desde
el Castillo.
Vista exterior actual del Castillo.
CHArULTKPEC :ov: p.
Ip!
I p :$ y.
p p p p p p
I
.P.
p:
Pórtico dfl patiü de armas del Castillo.
'29
CHArULTEPEC
Explanada
del patio de armas.
Pórtico del Colegio Militar.
CHAPULTErEf!
I 'k
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I
o
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El mirador del Castillo.
31
CHAPÜLTEPEC ?:os::^x>:*:o:*;o:K:s3s3g:ío^:*:o:*x>:*:^aK>a5^^
o
o
Lejanías desde
La ciudad desde
el
el pórtico del Castillo.
mirador de
las araucarias.
CHAPULTEPEC
Una
terraza del ala Xorte.
Lejanías desde las terrazas.
CHAl'ULTi:i'K(J í*;o>;o:í-;o>:o>:ovo>>ov:o:í:o:t';oao>:oxo;*"o;í5c>^om!'SSi;^o;^oí^^
Las montañas desde una terraza.
Paisaje desde una terraza del Norte. Las antenas inalámbricas.
I
("IIAITLTKI'TÍC
El
Ajusco desde una terraza del ala Sur.
La escalera
principal.
8K>S5oa5oaK>^o^o2So^oS5o^^o^;Soos;oS:&:¿:o;*}oSsKo{í^
CIIAPÜLTKI'IÍC gs*:o:í.:o:í;o:*:o:i';o:íX>;*:o:í::í.ioKo;^joa5o^oa5oaK>íKif:o:ií:í;o:i>o:*:^o^^oMSK>^oMo^os5o^oa5os^^
37
CHAT'TTLTEPF.C ssoajo^o;
o%
Ángulo de una
galería.
Figura alegórica de Rebull.
rn.vi'ri.TKPKO
El Caballero Alto del Castillo.
PHAI'l-LTKPEC
")
CnAPULTEl'EC :so-á5og5oa§aK>^^o25o^oa5oo:*:o:ío;*:o:*:o^^o^o5!soak>jKo5s^^
WlflB
Sala de acuerdos del Presidente.
El estrado del salón chino. Obsequio de la Emperatriz de China en 1910. (El retrato de la Emperatriz sobre el diván.)
lK>aío-^^o^o2Ko^o^o85^^SK>^oa5a5o5850S5o3So^
("IIAlTLTin'EC
Entrada
al
salón chino.
CHAPULTEPEC
Un
ángulo del salón chino. Tibor y objetos del obsequio imperial.
niAPTILTKI'EC
El salun rosa. (El escritorio y la lámpara pertenecieron a don Agustín de Iturbide.)
El salón de los gobelinos. Tapices con fábulas de La Fontaine. (Obsequio de Napoleón III a Maximiliano.)
ClIAI'ULTICl'EC
CHArULTEPEG
La chimenea
del
gran comedor. Sobre
ella
un valioso gobelino.
CSAPULTEPEC
Un aparadur del gran comedor. (Encima una fuente de plata cincelada de la vajilla de Maximiliano.)
("IlAI'CI/rKl'KO :o3:os!
El gran comedor.
OHAPULTErEO
Un
ángulo de
la
sala de ecarte.
(Tapices obsequiados por Napoleón III a Maximiliano.)
CHAPÜLTEPEC
Salón de bolos.
CTTAPTTLTElM:r |}o;so:j:o:f:o:f.x>:«ojgoa5o:«oa5oa5o^o^jí5os$K>:«o^^
.0.
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Escalera do honor. (Piezas del ajuar chino en torno)
rlIAI'l'LTKl'KC ;o-^o3?
La
galería superior cubierta de vitrales policromos.
sgo^o^o^^;s:KOsgo{«oS!^osgo{^^S!^Sjo^;g