Cesar Fornis, Esparta

César Fornis – Esparta 4 – El Kósmos Espartano Sociedad: los hómoioi (iguales o semejantes) son los que reciben esta d

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César Fornis – Esparta

4 – El Kósmos Espartano

Sociedad: los hómoioi (iguales o semejantes) son los que reciben esta denominación en razón de una teórica uniformidad social y económica, son los espartiatas varones de más de treinta años con plenos derechos políticos y civiles, los que constituyen el politeuma o el cuerpo cívico del estado. Los iguales, se presentan como el grupo dominante, selecto, minoritario y cohesionado frente a nutridos grupos y heterogéneos dependientes sobre los que ejercen una presión física y a la vez ideológica. Este grupo dominante de todos modos no es una casta y un hómoioi alcanza la ciudadanía plena una vez que finaliza el Agogé o sistema educacional, se integraba por completo al ejército y accedía a un lote de tierra cultivable. La condición de igual podía perderse si alguna de estas características faltaban en algún igual (mostrando cobardía en el enfrentamiento armado o enajenando su lote de tierra por ejemplo). Desde el siglo VIII se muestra un marcado número de varones, situación conocida con el nombre de oliganthropía (escasez de hombres). Esta situación se da por distintos factores, mortandad de varones por guerra permanente, dificultad para reproducirse con normalidad a causa de la extendida homosexualidad, los matrimonios tardíos, practicas de endogamia y eugenesia. También se explica por las diferencias económicas entre sectores de los hómoioi, que privilegia a un grupo y perjudica a otro cuando muchos de estos últimos deben desprenderse de sus parcelas. Para solucionar esto el estado espartiano otorgaba privilegios a quienes tengan mas de tres hijos además de obligar a los espartianos a casarse y por otro lado cierta permisividad que se tenía frente a las relaciones extramatrimoniales. La oliganthropía era un peligro para el estado espartiano sobre todo por el elevado número de población dependiente sometida a la clase dominante. De todas maneras las medidas fueron insuficientes y el número de iguales no dejo de

descender, ya que no se atacaba a los males de raíz como por ejemplo redistribuyendo la tierra. Fue una sociedad que atacó cualquier asomo de individualismo, esto lo podemos ver en la costumbre de no grabar nombres ni depositar ajuares en las tumbas, ya que están hablan del linaje y la riqueza del enterrado. De todas formas para el autor todo esto es una fachada que intenta cubrir la realidad histórica en la cual podemos ver la existencia de diferencias sociales y económicas entre los iguales. Recibían honores especiales quienes se destacaban en las batallas o en el desempeño de las magistraturas o tenían una posición especial los hippeis o caballeros que ocupaban una guardia de corps de los reyes. Otro elemento diferenciador era el patrimonio familiar y personal, existiendo grandes diferencias en la posesión de las parcelas de tierra. Por otro lado el autor subraya que en Esparta como en cualquier otro estado griego existió la propiedad privada de la tierra e incluso los latifundios que pertenecían a poderosos terratenientes. El autor cita a Aristóteles y a Heráclides los cuales decían que aun siendo deshonroso fue posible en general vender propiedades en Esparta. En cuanto al grado de libertad de la mujer espartana, existe una imagen estereotipada de una mujer emancipada económica y sexualmente. En paralelo a este debate el autor incluye otro que tiene que ver con la integración femenina en la vida política y ciudadana. La principal contribución de la mujer espartana según el autor pudo ser engendrar varones sanos y fuertes, futuros ciudadanos guerreros. Por otro lado el acceso a la tierra por parte de las mujeres no dejo de incrementarse de forma paralela al descenso de ciudadanos. El autor cierra el análisis de la sociedad espartana concluyendo que la igualdad ciudadana fue un mito, diciendo que los iguales se vieron inmersos en un complejo de desigualdades, entrañando tensiones y conflictos permanentes. La evolución de la Esparta clásica profundizó las diferencias sociales y viendo como se concentraba la riqueza entre determinados sectores de los hómoioi. Ya para mediados del siglo III estas tensiones estallaran y darán lugar a la situación de stásis o conflicto civil permanente.

Los periecos: estos fueron los habitantes de “alrededor” de Esparta, distribuidos en aldeas y pequeñas ciudades en Laconia y en Mesenia. Existieron un centenar de comunidades periecas en el siglo IV. Estas comunidades contaban con su propia organización interna y sus instituciones locales, pero eran dependientes políticamente y militarmente del estado espartano. Poseían derechos civiles pero no políticos, no son entonces ciudadanos lacedemonios. Más que una clase social para el autor son una categoría jurídica que social y económicamente presentaba una gran heterogeneidad. Poseen y trabajan tierras menos fértiles y productivas que la de los espartiatas, se ocupan de trabajos que los hómoioi no, considerados denigrantes para este grupo, como la manufactura y el comercio. A diferencia de los hilotas, este grupo no fue un peligro para el estado espartano. Los hilotas: constituyeron el tipo más conocido de esclavitud comunitaria o colectiva, debido a su homogeneidad étnica. No existe mucha evidencia arqueológica que nos brinde una fiable información sobre este grupo, pero el autor supone que los hilotas fueron arrancados de sus tierras de origen y dispersados por grupos en las tierras de sus dueños para evitar posibles insurrecciones. En cuanto al régimen de propiedad, el hilota aparece ligado a la tierra de su dueño, de su amo espartiata, quien puede castigarlo e incluso venderlo si así lo desea. Pero el estado coartaba el derecho de vender a los esclavos hilotas, pudiendo solo enajenarlos dentro de las fronteras laconias. Tenían otra vestimenta y estética que los diferenciaba de los hómoioi, cabeza afeitada y una vestimenta rustica. Por otro lado, fuentes afirman que los hilotas pudieron tener un margen de libertad socio – económica mas amplio, guardándose el sobrante de la producción que se le entregaba a sus amos y en el caso de poder juntar determinado excedente, comprar su libertad. Los hilotas fueron constantemente reprimidos (muchas veces encubiertamente y de manera silenciosa) por temor a un levantamiento por parte de este grupo. También vemos que a raíz de la escasez de hómoioi, el estado debio integrar de manera progresiva a parte de la población hilota, sumándolas a las filas del ejercito en algunos casos, de modo que el servicio militar fue una manera de promoción

social y jurídica para ellos, un camino a la liberación. Otra forma de integración fue en los funerales de los reyes espartianos, donde toda la población estaba presente. Otros grupos dependientes:

un factor común de todo este conglomerado de

grupos que el autor no consigue definir con precisión es que todos ellos fueron dependientes de los hómoioi, de que muchos de ellos ejercían actividades militares y de que a diferencia de los iguales, carecían de tierras para cultivar, lo que los empujaba al servicio de armas en el exterior. Dentro de estos grupos, estaban los hypomeiones (inferiores) que eran los espartiatas que no habían podido aportar a las comidas en común las cantidades estipuladas. Otro grupo era el de los Mothakes o motones, hijos nacidos de relaciones adulteras o mixtas (hómoioi e hilotas). Estos tenían un estatuto jurídico de personas libres y la puerta abierta al acceso de un ciudadano pleno en caso de rendir distinguidos servicios al estado. Los tresantes eran los espartanos culpados de atimia, privados de su ciudadanía por haber mostrado cobardía o desobediencia en una campaña militar. La actitud de los iguales hacia este grupo fue de desprecio. Nombra otros grupos como los neodamodeis, los brasideioi, desposionautai. ( ver pág. 270 del texto). La Agogé : es el sistema educacional espartiano, visto como la piedra angular de la entidad política lacedemonia. A través de ella nuevas generaciones se convertían en soldados y en ciudadanos virtuosos. Tenían como presupuesto que el entrenamiento militar y los deportes eran las actividades más importantes, por encima de las letras o de la música, aunque estas no eran totalmente desdeñadas. Sin haber pasado con éxito los distintos estadios de la Agogé era imposible alcanzar la ciudadanía plena. Solos los futuros leyes podían no hacerla, ya que según Plutarco su destino era mandar y no obedecer. Era misión de la Agogé inculcar que el beneficio individual tenia que dejarse de lado por el bienestar de la comunidad, que debe situarse en lo mas alto. Enmascaraba también, al menos colectivamente, la desigualdad en cuanto a riqueza privada de los hómoioi.

Lo particular de este sistema es como el Estado ejercía un control sobre el conjunto del sistema formativo de los ciudadanos. La Agogé estuvo en mutación permanente, adaptándose a circunstancias históricas y por otro lado que el conjunto de rasgos y cualidades diferenciadoras de la Agogé fue una construcción de la época helenística y romana, cuando era necesario definir y subrayar la individualidad de una Esparta cuyas estructuras no eran en realidad de otras ciudades griegas. Desde los 7 años el estado se hacia cargo de la educación del niño y aparentemente se rompía todo vinculo familiar. Eran distribuidos en “rebaños”. Ya cuando superan la edad de 16, adquieren un tutor para su educación, un adulto que se hace responsable de la conducta del joven. El estado auspicia y alimenta este tipo de relación (la cual conlleva entre el adulto y el joven un tipo de relación homosexual) en la idea de que es un elemento fundamental en la formación del buen ciudadano y mas concreto de la elite dirigente. De esta manera, se habla con razón, de una auténtica política pederastica o de una pederastia ritualizada. Era un modelo educacional, sustentado en la profunda separación de sexos y en la permanente convivencia masculina desde la infancia, que proveyó de la ausencia de relaciones afectivas con las mujeres hasta el momento de contraer matrimonio. Como corolario de la Agogé los jóvenes de 20 años comenzaban con la instrucción militar en el ejército lacedemonio. Ya para los 30 años se alcanzaba la ciudadanía plena cuando se le permitía al nuevo hómoioi participar en la asamblea de ciudadanos, incorporarse en las filas hoplíticas del ejercito y concurrir a las distintas magistraturas del Estado. En el ámbito privado podían ya casarse, formar una familia y explotar el kleros. La Krypteía: fue una prueba de carácter personal, con la ausencia de un propósito material y de un aspecto ritual cuyo fin es la muerta de un hilota. No forma parte de la Agogé y es pensando como un proceso selectivo de elites ya que no todos podían sortear con éxito la criptia. Deben vagar por las montañas, de noche, escondiéndose de día para no ser vistos. De día son considerados presas, por eso deben esconderse y ya entrada la noche se convierten en cazadores buscando

cumplir el objetivo de la prueba que es matar a los hilotas. Fue en conclusión una prueba cargada de rasgos rituales e iniciáticos. La Syssitía: fue la comida comunitaria que diariamente se llevaba a cabo al anochecer en donde se reunían los iguales o los espartiatas de pleno derecho con la finalidad de estrechar y reforzar los vínculos de unión. Pese a su voluntad igualitaria, las diferencias socioeconómicas entre los hómoioi son evidentes en el detalle de algunos contribuían con alimentos de mejor calidad que otros e incluso aportaban el postre y al momento de servirse este era anunciado el nombre de quien lo había aportado. La sisitia cumplía una importante función sociopolítica, determinaba la pertenencia a la clase dirigente en la medida en que si un hómoioi no aportaba los productos en las cantidades estipuladas, perdía sus derechos políticos y se le despojaba de su condición de igual. La asistencia era obligatoria para todos los espartanos y solo se justificaba la ausencia si estaba cazando o realizando algún sacrificio. Religión: fue parte de la religión griega, con muchos rasgos helenos que propiamente lacedemonios. El texto habla de las fiestas dedicadas a los dioses (Apolo por ejemplo) describiendo los rasgos divinos de estos y sus funciones, ver paginas 293/300. Lo que podemos destacar de este apartado es la importancia del culto a los héroes, situación que no es exclusiva de Esparta sino de todo el mundo helénico desde el siglo VIII, hecho que tiene estrecha relación con el proceso de expansión y consolidación de la polis. En época clásica, cuando la sociedad lacedemonia hubo culminado ese proceso de transformación conocido como la revolución espartana, el culto a la persona estuvo completamente erradicado por atentar directamente contra los valores comunitarios preconizados desde el poder. A partir de la pagina 305 el texto habla del arte y la cultura en Esparta.