Cantada en La Lengua de Los Indios Cherokees

Cantada en la lengua de los indios cherokees... Un hombre susurró: Dios, habla conmigo. Y un ruiseñor comenzó a cantar.

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Cantada en la lengua de los indios cherokees...

Un hombre susurró: Dios, habla conmigo. Y un ruiseñor comenzó a cantar... Pero el hombre no oyó. ¡Entonces el hombre repitió: Dios, habla conmigo! Y el eco de un trueno, se oyó... Mas el hombre fue incapaz de oír. El hombre miró en derredor y dijo: ¡Dios, déjame verte! Y una estrella brilló en el cielo... Pero el hombre no la vio. El hombre comenzó a gritar: ¡Dios, muéstrame un milagro! Y un niño nació... Mas el hombre no sintió el latir de la vida. Entonces el hombre comenzó a llorar y a desesperarse: ¡Dios, tócame y déjame saber que estás aquí conmigo...! Y una mariposa se posó

suavemente en su hombro... El hombre espantó la mariposa con la mano y, desilusionado, continuó su camino, triste, sólo y con miedo.

¿¿¿Hasta cuándo tenemos que sufrir para comprender que Dios está siempre donde está la vida ??? ¿¿¿Hasta cuándo mantendremos nuestros ojos y nuestros corazones cerrados para los milagros de la vida que se presentan diariamente en todo momento???

DOS PENSAMIENTOS PARA TÍ Debemos tener cuidado de extraer de una experiencia solamente la sabiduría que contiene, y detenernos; no seamos como el gato que se sienta sobre la estufa caliente. Nunca volverá a sentarse sobre una estufa caliente (y eso está bien); pero tampoco volverá a sentarse sobre una fría. Mark Twain Toda la naturaleza no es más que arte que desconoces, Toda casualidad, dirección que no puedes ver; Toda discordia, armonía incomprendida; Todo mal parcial, bien universal; Y, a pesar del orgullo, Y a pesar del despecho de la mente errada, Una verdad es clara, Lo que es, es como debe ser. Alexander Pope

¿CUÁL ES? El día más bello? Hoy La cosa más fácil? Equivocarse El obstáculo más grande? El miedo El error mayor? Abandonarse La raíz de todos los males? El egoísmo La distracción más bella? El trabajo La peor derrota? El desaliento Los mejores maestros? Los niños La primera necesidad? Comunicarse Lo que más feliz hace? Ser útil a los demás El misterio más grande? La muerte El peor defecto? El malhumor La persona más peligrosa? La mentirosa El peor sentimiento? El rencor Lo más imprescindible? El hogar El regalo más bello? El perdón La ruta más rápida? El camino correcto La más linda sensación? La paz interior El resguardo más eficaz? La sonrisa El mejor remedio? El optimismo La fuerza más potente del mundo? La fe Las personas más necesarias? Los padres La cosa más bella de todas? El amor

Madre Teresa

Imagina que existe un banco, que cada mañana acredita en tu cuenta la suma de U$S 86.400.No arrastra tu saldo día a día. Cada noche borra cualquier cantidad de tu saldo que no usaste durante el día. ¿Qué harías? ¡Retirar hasta el último centavo, por supuesto! Cada uno de nosotros tiene ese banco. Su nombre es TIEMPO. Cada mañana, este banco te acredita 86.400 segundos. Cada noche, este banco borra, y da como perdido, cualquier cantidad de ese crédito que no hayas invertido en un buen propósito. Este banco no arrastra saldos, ni permite sobregiros. Cada día te abre una nueva cuenta. Cada noche elimina los saldos del día. Si no usas tus depósitos del día, la pérdida es tuya. No se puede dar marcha atrás. No existen los giros a cuenta del depósito de mañana. Debes vivir en el presente con los depósitos de hoy. Invierte de tal manera, de conseguir lo mejor en salud, felicidad y éxito. El reloj sigue su marcha. Consigue lo máximo en el día. Para entender el valor de un año: pregúntale a algún estudiante que perdió el año de estudios. Para entender el valor de un mes: pregúntale a la madre que alumbró un bebé prematuro. Para entender el valor de una semana: pregúntale al editor de un semanario. Para entender el valor de un día: pregúntale a los amantes que esperan encontrarse. Para entender el valor de una hora: pregúntale a quien debe cuidar a un enfermo. Para entender el valor de un minuto: pregúntale a una persona que perdió el último tren. Para entender el valor de un segundo: pregúntale a una persona que evitó en un instante un accidente. Para entender el valor de una milésima de segundo: pregúntale a la persona que ganó una medalla de oro en las olimpíadas. Atesora cada momento que vivas. Y atesóralo más, si lo compartes con alguien especial. Ayer es historia. Mañana es misterio. Hoy es una dádiva. Por eso es que se le llama EL PRESENTE.

Busca, en el interior de tu ser, el camino. Hay un horizonte infinito en tu esencia. Reencuéntrate, ve y anda, no temas... Desata tus nudos y sé libre como el pájaro, pósate sólo donde lo sientas, y luego vuelve a volar. No encasilles tu destino solo con palabras, di lo que sientas decir y que tú silencio se haga entender. Fluye, elévate, camina. Tu misión es ser lo que sientes, sin dudas. Entrégate a tu destino, todo emana espontáneamente cuando se abren las compuertas del corazón. Aprende de todos, busca las esencias. Madura. Sé profundamente sensible. No cedas; los dones no se te darán hasta que no los merezcas. Haz una pausa, un silencio y asume tu rol espiritual. No pierdas el tiempo, no malgastes semillas que nunca darán frutos. Sé tu mismo: poeta y profeta, libérate... Evita todo lo superfluo: la hipocresía y la falsedad, la mentira sofisticada; evita los malos entendidos y muestra tu alma en todas tus acciones. ¿La verdad? Ya no importa, lo importante es el grado de transparencia que tú tengas. Si al desnudarte frente a la vida ves tus defectos, piensa que eres humano, perfecta es tú imperfección ¿Por qué vestirse, entonces, con tantas ataduras y cubrirse? ¿De quién, de qué? Mira a tu alrededor ¿Acaso se cubre la naturaleza? ¿Acaso el sol desnudo no irradia la más pura luz? ¿Para qué tantas palabras? Son como vestiduras sutiles, pero vestiduras al fin. ¿Si pudiéramos desnudarnos todos y mirarnos? Escribo desnudo, desde mi alma, sin tapujos ni apariencias, así soy yo, feo, lindo..., la belleza que me inspira es la autenticidad. ¿A que lleva el amor sino a desnudarte frente al ser amado? ¿Acaso los ojos no están desnudos, cuando están abiertos? ¿Acaso la boca no se desnuda en la palabra? Pon el corazón al desnudo, abre tú boca, recuerda, muestra tus palmas y haz lo que sientas. La verdad está esperando al amor... Escucha el murmullo interior que te acompaña. No temas a la locura, no existe tal, solo es invento de locos. Abre tus ojos, presta oídos a tu alrededor, sensibiliza tu piel ¿No es acaso toda la creación libre? ¿Cuál es tu esclavitud? ¿Sólo una idea, una emoción? ¿Por qué no ser libre tú también? ¡Oh alma mía! A ti te busco, a ti te anhelo, perdido estoy sin tu compañía, como en la oscuridad, el vacío y el abismo. Un abismo insondable hacia mí mismo. ¡Oh alma mía! ¿Por qué el olvido es mi recuerdo? ¿Por qué a veces estoy tan distraído de ti? ¿Acaso te temo? ¿Es tan terrible tu presencia? Pero cuando caminamos juntos, siento una plenitud total, sin temores, libre y cierto. Mas, antes de que estés presente en mí, pienso, dudo, temo; pero al final comprendo que tú eres lo mejor que me ha sucedido. Previo a la revelación se revoluciona mi ser. Entra alma mía, ven a mí e inunda las puertas de mi percepción, para que pueda ver más allá de los velos, las máscaras y los telones del teatro humano. Que pueda

ver la vida tal cual es, sin abismos. ¡Oh alma mía! Un niño soy frente a ti; sediento de pecho y caricias. A veces, momentos sombríos invaden nuestra conciencia, como una noche fría y oscura que nos impide ver con claridad las cosas. Épocas de angustia y de caos interno. Confusión, vacío y desorden. Como arenas movedizas cuando más tratamos de escapar y salir de ellas, mas nos hundimos en el fango de la materialidad. Son situaciones sombrías que nos acechan desde el fondo de nosotros mismos. Se nos contraen los músculos, se excita el ritmo de nuestro corazón, se nublan los ojos y el dolor brota por todos los rincones del cuerpo. La apatía nos embarga, el desinterés y el mal humor nos invaden desde dentro. En estos momentos, todo se torna superfluo y frívolo, lo aprendido, las buenas experiencias vividas, el amor... Algunos llegan a pensar hasta en la muerte, como fin a este infierno. Pero ¿Acaso el paraíso no está en el centro del infierno? O sea, ¿el fondo del pozo en el cual estamos no será un último paso a la posibilidad de liberación? ¿No es cierto de que no hay mal que por bien no venga? ¿No es todo para bien? Sé que es difícil ¿Quizá deberíamos llegar hasta la última penumbra, pues más allá de ella está la luz? Fluir con la oscuridad para comenzar a brillar desde nosotros mismos? Y que nuestro rostro en la eternidad emane claridad. Si es que somos verdaderos místicos, no lo somos en el sentido estricto tradicional. Somos místicos sin tradición fija, místicos de una época donde las tradiciones se ajustan al ritmo de vida contemporánea. Místicos renovadores. Somos místicos del camino y no de metas ya establecidas. Judíos, cristianos, reformistas, islámicos; Oriente y Occidente. La transición entre Oriente y Occidente creó un crisol de tradiciones, que culminó deshaciéndolas. Hay seres en el mundo, como un sólo pueblo, una Aldea Global llamada Tierra. En este sentido somos ciudadanos de un mismo planeta y del Universo. Las iluminaciones que somos capaces de intuir tienen que ver con este presente, con este aquí y ahora. El misticismo contemporáneo es estrictamente universal. Como lo fue siempre en su esencia. Es amorfo, transcultural, se gesta en las concepciones culturales pero las trasciende. ¿Adónde nos llevará esta nueva iluminación? No lo sé. ¿Tal vez a crear una nueva tradición con el tiempo? Tradición y renovación juegan un juego interminable en el escenario del espíritu. Cuando me embarga el éxtasis del amor, todo luce hermoso. Siento el atractivo espiritual de las cosas más simples. Una hoja sostenida por el viento se me asemeja a una danza elevadísima. Un abrazo, al encuentro milenario entre almas. La risa, a la alegría. Pero también el dolor ajeno es mi dolor. El éxtasis sana pero por contagio de luz y presencia. Cuando me embarga el éxtasis del amor, todo se torna traslúcido, transparente, sin cáscaras. ¿No será que las cáscaras le pertenecen a la percepción? Por eso, cuando quiero ser en éxtasis, cierro mis ojos, abro mi corazón y abandono las cáscaras que como muros opacan mi conocimiento. A esto le han llamado percepción pura, inmediata y trascendente, aunque también es directa sin intermediarios, ni siquiera los nuestros. Trasciende la semilla que da frutos con nuevas semillas. Trasciende la tierra cuando un terremoto hace nacer una nueva montaña. Trasciende un ser humano con sus obras. La trascendencia está más allá de descender o ascender pero las contiene.

¿Qué es lo que trasciende de ti? Todo lo que nace morirá y todo lo que muere volverá a nacer. ¿Qué es lo que nunca nace ni muere?

Ione Szalay Textos de Poesía Profética

LA PAZ PERFECTA Había una vez un Rey que ofreció un gran premio a aquel artista que pudiera captar en una pintura la paz perfecta. Muchos artistas lo intentaron... El rey observó y admiró todas las pinturas, pero solamente hubo dos que a él realmente le gustaron y tuvo que escoger entre ellas. La primera era un lago muy tranquilo. Este lago era un espejo perfecto donde se reflejaban unas plácidas montañas que lo rodeaban. Sobre éstas se encontraba un cielo muy azul con tenues nubes blancas. Todos quienes miraron esta pintura pensaron que reflejaba la paz perfecta. La segunda pintura también tenía montañas. Pero estas eran escabrosas y descubiertas. Sobre ellas había un cielo furioso del cual caía un impetuoso aguacero con rayos y truenos. Montaña abajo parecía retumbar un espumoso torrente de agua. Todo esto no se revelaba para nada pacífico. Pero cuando el Rey observó cuidadosamente, miró tras la cascada un delicado arbusto creciendo en una grieta de la roca. En este arbusto se encontraba un nido. Allí, en medio de del rugir del la violenta caída de agua, estaba sentado plácidamente un pajarito en el medio de su nido... la paz perfecta. Cuál crees que fue la pintura ganadora? El Rey escogió la segunda. ¿Sabes porqué? “Porque," explicaba el Rey, "Paz no significa estar en un lugar sin ruidos, sin problemas, sin trabajo duro o sin dolor. Paz significa que a pesar de estar en medio de todas estas cosas permanezcamos calmados dentro de nuestro corazón. Este es el verdadero significado de la paz."

ERES IMPORTANTE PARA MI

Una profesora universitaria inició un nuevo proyecto entre sus alumnos. A cada uno les dio cuatro moños de color azul, todos con la leyenda: "Eres importante para mi" y les pidió que se pusieran uno. Cuando todos lo hicieron, les dijo que eso era lo que ella pensaba de ellos. Luego les explicó de qué se trataba el experimento: tenían que darle un moño a alguna persona que fuera importante para ellos, explicándoles el motivo y dándole los otros moños para que ellos hicieran lo mismo. El resultado esperado era ver cuanto podía influir en las personas ese pequeño detalle. Todos salieron de esa clase platicando a quién darían sus moños; algunos mencionaban a sus padres, otros a sus hermanos o a sus novios. Pero entre aquellos estudiantes, había uno que estaba lejos de casa. Este muchacho había conseguido una beca para esa universidad y al estar lejos de su hogar, no podía darle ese moño a sus padres o sus hermanos. Pasó toda la noche pensando a quién daría ese moño, pero al otro día muy temprano tuvo la respuesta. Tenía un amigo, un joven profesional que lo había orientado para elegir su carrera y muchas veces lo asesoraba cuando las cosas no iban tan bien como él esperaba. ¡Esa era la solución!. Saliendo de clases se dirigió al edificio donde su amigo trabajaba y en la recepción pidió verlo. A su amigo le extrañó, ya que el muchacho lo iba a ver después de que él salía de trabajar, por lo que pensó que algo malo estaba sucediendo. Cuando lo vio en la entrada, sintió alivio de que todo estuviera bien, pero a la vez le extrañaba el motivo de su visita. El estudiante le explicó el propósito de su visita y le entrego tres moños, le pidió que se pusiera uno y le dijo que "al estar lejos de casa, él era el más indicado para portarlo"; el joven ejecutivo se sintió halagado, no recibía ese tipo de reconocimientos muy a menudo y prometió a su amigo que seguiría con el experimento y le informaría de los resultados. El joven ejecutivo regresó a sus labores y ya casi a la hora de la salida se le ocurrió una arriesgada idea: Le quería entregar los dos moños restantes su jefe. El jefe era una persona huraña y siempre muy atareada, por lo que tuvo que esperar que estuviera "desocupado". Cuando consiguió verlo, su jefe estaba inmerso en la lectura de los nuevos proyectos de su departamento, la oficina estaba repleta de reconocimientos y papeles. El jefe sólo gruñó -"¿Qué desea?"El joven ejecutivo le explicó tímidamente el propósito de su visita y le mostró los dos moños. El jefe, asombrado, le preguntó -"¿Porqué cree usted que soy el más indicado para tener ese moño?"-. El joven ejecutivo le respondió que él lo admiraba por su capacidad y entusiasmo en los negocios, además que de él había aprendido bastante y estaba orgulloso de estar bajo su mando. El jefe titubeó, pero recibió con agrado los dos moños, no muy a menudo se escuchan esas palabras con sinceridad estando en el puesto en el que él se encontraba. El joven ejecutivo se despidió cortésmente del jefe y, como ya era la hora de salida, se fue a su casa.

El jefe, acostumbrado a estar en la oficina hasta altas horas, esta vez se fue temprano a su casa. En la solapa llevaba uno de los moños y el otro lo guardó en el bolsillo de su camisa. Se fue reflexionando mientras manejaba rumbo a su casa. Su esposa se extrañó de verlo tan temprano y pensó que algo le había pasado; cuando le preguntó si pasaba algo anormal, él respondió que no pasaba nada, que ese día quería estar con su familia. Ella se extrañó, ya que su esposo acostumbraba llegar de mal humor. El jefe preguntó -"¿Dónde está nuestro hijo?"- ; la esposa sólo lo llamó, ya que estaba en el piso superior de la casa. El hijo bajó y el padre sólo le dijo -"¡Acompáñame!"-. Ante la mirada extrañada de la esposa, y del hijo, ambos salieron de la casa... (el jefe era un hombre que no acostumbraba gastar su "valioso tiempo" en su familia muy a menudo). Tanto el padre como el hijo se sentaron en el porche de la casa. El padre miró a su hijo, quien a su vez lo miraba extrañado. Le empezó a decir que sabía que no era un buen padre, que muchas veces se perdió de aquellos momentos que sabía eran importantes. Y luego le expresó que había decidido cambiar, que quería pasar más tiempo con ellos, ya que su madre y él eran lo más importante que tenía. También le mencionó lo de los moños y su joven ejecutivo. Le dijo que lo había pensado mucho, pero quería darle el último moño a él, ya que era lo más importante, lo más sagrado, para él, que el día que nació, fue el más feliz de su vida y que estaba orgulloso de el. Todo esto mientras le prendía el moño que decía: "Eres importante para mí". El hijo, con lágrimas en los ojos le dijo: -"Papá, no se qué decir... mañana pensaba suicidarme porque pensé que no te importaba. Te quiero papá, perdóname...."Ambos lloraron y se abrazaron, el experimento de la profesora dio resultado, había logrado cambiar no una, sino varias vidas, con solo expresar lo que sentía.... Ese es el poder de uno.... Expresar lo que sientes y darle valor a los detalles de la gente que te ama. Por eso tú para mí... -"¡Eres muy Importante!"-

Se necesita solo de un minuto para que te fijes en alguien. Una hora para que te guste. Un día para quererlo... ¡Pero se necesita de toda una vida para que lo puedas olvidar!.

EL ÁRBOL CONFUNDIDO

Había una vez -en algún lugar que podría ser cualquier lugar, y en un tiempo que podría ser cualquier tiempo-, un hermoso jardín, con manzanos, naranjos, perales y bellísimos rosales, todos ellos felices y satisfechos. Todo era alegría en el jardín, excepto por un árbol profundamente triste. El pobre tenía un problema: "No sabía quién era"... Lo que le faltaba era concentración, le decía el manzano, - Si realmente lo intentas, podrás tener sabrosísimas manzanas-. -¿Ves qué fácil es?-No lo escuches...-, exigía el rosal. -Es más sencillo tener rosas.. - ¿Ves qué bellas son? Y el árbol, desesperado, intentaba todo lo que le sugerían, y como no lograba ser como los demás, se sentía cada vez más frustrado. Un día llegó hasta el jardín el búho, la más sabia de las aves, y al ver la desesperación del árbol, le dijo: -No te preocupes, tu problema no es tan grave, es el mismo de muchísimos seres sobre la tierra. Yo te daré la solución-: -¡No dediques tu vida a ser como los demás quieran que seas. Sé tu mismo, conócete, y para lograrlo, escucha tu voz interior!-. Y dicho esto, el búho desapareció. -¿Mi voz interior?... ¿Ser yo mismo?... ¿Conocerme?... - Se preguntaba el árbol, desesperado,... ¡CUANDO DE PRONTO, COMPRENDIÓ! Y cerrando los ojos y los oídos, abrió el corazón, y por fin pudo escuchar su voz interior diciéndole: -Tú jamás darás manzanas porque no eres un manzano, ni florecerás cada primavera, porque no eres un rosal-. -¡Eres un roble!-. -Y tu destino es crecer grande y majestuoso. Dar cobijo a las aves, sombra a los viajeros, belleza al paisaje... Tienes una misión: ¡Cúmplela!. Y el árbol se sintió fuerte y seguro de si mismo, y se dispuso a ser todo aquello para lo cual estaba destinado. Así, pronto llenó su espacio y fue admirado y respetado por todos. Y sólo entonces el jardín fue completamente feliz. Yo me pregunto, al ver a mi alrededor, -¿Cuántos serán robles que no se permiten a si mismos crecer?.... ¿Cuántos serán rosales que, por miedo al reto, sólo dan espinas?.... ¿Cuántos, naranjos que no saben florecer? En la vida, todos tenemos un destino que cumplir, un espacio que llenar. No permitamos que nada ni nadie nos impida conocer y compartir la

maravillosa esencia de nuestro ser. ¡NUNCA LO OLVIDES! Carmina Cisneros [email protected]

LA CAJA VACÍA Los miembros de cierta tribu del África occidental cuentan la leyenda de la doncella celestial. Sucedió una vez que la gente de la tribu notó que sus vacas producían menos leche que antes. Y no se explicaban el motivo... Un joven se ofreció a velar toda la noche y ver que podía estar pasando. Después de varias horas de espera en la oscuridad, oculto tras un arbusto, vio algo extraordinario. Una joven de notable belleza bajaba montada en un rayo de luna, trayendo un gran cubo. Ordeñó las vacas, llenó el cubo con la leche y volvió al cielo montada en un rayo de luna. ¡El hombre no podía creer lo que había visto! A la noche siguiente puso una trampa en el prado de las vacas, y cuando vino la doncella a ordeñar las vacas, accionó la trampa y la atrapó. "¿Quién eres?" -le preguntó-. Ella le explicó que era una doncella celestial, miembro de una tribu que vivía en el cielo y no tenían con que alimentarse. De modo que le habían encargado que bajara a la tierra de noche y recogiera comida. Le rogó que la liberara de la red, y ella haría lo que él le pidiera... El hombre pensó un poco y luego le respondió que la liberaría sólo si ella accedía a casarse con él. "Me casaré contigo", dijo la doncella, "Pero debes dejarme ir a mi casa por tres días a prepararme". "Después volveré y seré tu esposa". Él estuvo de acuerdo. Tres días después, la doncella regresó, portando una caja grande. "Seré tu esposa y te haré muy feliz", le dijo al joven, "pero debes prometerme que nunca mirarás lo que hay dentro de esta caja". Durante varias semanas, fueron muy felices juntos. Hasta que un día, mientras su esposa estaba ausente, el hombre fue dominado por la curiosidad y abrió la caja. No había nada en ella. Cuando la mujer regresó, vio que su marido la miraba con una mirada extraña y le dijo:

"¿Miraste dentro de la caja, no es cierto? Pues entonces no puedo seguir viviendo contigo". "¿Porqué?" preguntó el hombre, "¿qué hay de terrible en que mire el interior de una caja vacía?". "No te abandono porque hayas abierto la caja. (De todos modos, supuse que lo harías)... Te abandono porque dijiste que estaba vacía. No lo está; está llena de cielo. Contiene la luz y el aire y los olores de mi casa en el cielo. Cuando volví allá por última vez, llené la caja con todo lo que había de más precioso, para recordar siempre de dónde provengo. ¿Cómo puedo ser tu esposa si lo que para mí es más precioso, para ti no es nada?". ¿¿¿Cómo valoramos a nuestros seres queridos??? A veces no entendemos lo que es importante para ellos, cuál es el tesoro interior de cada uno, qué es lo que guardan en sus cajas... ¡Dios quiera que aprendamos a escucharnos, a encontrar en los otros aquellas cosas que valoran y son preciosas a sus ojos, para que nosotros podamos descubrirlas, compartirlas y disfrutarlas junto con ellos!

Cliente: ¿Estoy llamando al Departamento de Atención al Cliente? Empleado: Así es. Buenos días. ¿En qué puedo ayudarlo? Cliente: Estuve revisando mi equipo y encontré un sistema que se llama AMOR; pero no funciona. ¿Me puede ayudar con esto? Empleado: Seguro que sí. Pero yo no puedo instalárselo; tendrá que instalarlo usted mismo, yo lo dirijo por teléfono ¿le parece? Cliente: Sí, puedo intentarlo. No sé mucho de estas cosas, pero creo que estoy listo para instalarlo ahora. ¿Por dónde empiezo? Empleado: El primer paso es abrir su CORAZÓN. ¿Ya lo localizó? Cliente: Sí, ya. Pero hay varios programas ejecutándose en este momento. ¿No hay problema para instalarlo mientras siguen ejecutándose? Empleado: ¿Cuáles son esos programas? Cliente: Déjeme ver......... Tengo...... DOLORPASADO.EXE, BAJAESTIMA.EXE, IRA.DOC y RESENTIMIENTO.COM ejecutándose en este momento. Empleado: No hay problema. AMOR borrará automáticamente DOLORPASADO.EXE de su sistemas operativo actual. Puede que se quede grabado en su memoria permanente, pero ya no afectará otros programas. AMOR eventualmente reemplazará BAJAESTIMA.EXE con un módulo propietario del sistema llamado ALTAESTIMA.EXE. Sin embargo, tiene que apagar completamente los programas IRA.DOC y RESENTIMIENTO.COM. Estos programas evitan que AMOR se instale adecuadamente. ¿Los puede apagar? Cliente: No sé cómo apagarlos. ¿Me puede decir cómo? Empleado: Con gusto. Vaya al menú INICIO e invoque PERDON.EXE. Ejecútelo

tantas veces como sea necesario hasta que CORAJE.EXE y RESENTIMIENTO.COM hayan sido borrados completamente. Cliente: Ok, listo. AMOR ha empezado a instalarse automáticamente. ¿Es esto normal? Empleado: Sí. En breve recibirá un mensaje que dice que AMOR estará activo mientras CORAZÓN esté vigente. ¿Puede ver ese mensaje? Cliente: Sí, sí lo veo. ¿Ya se terminó la instalación? Empleado: Sí, pero recuerde que sólo tiene el programa base. Necesita empezar a conectarse con otros CORAZONES para poder recibir actualizaciones. Cliente: Oh, oh... Ya me apareció un mensaje de error. ¿Qué hago? Empleado: ¿Qué dice el mensaje de error? Cliente: Dice: "ERROR 412 - PROGRAMA NO ACTIVO EN COMPONENTES INTERNOS". ¿Qué significa eso? Empleado: No se preocupe, ese es un problema común. Significa que AMOR está configurado para ejecutarse en técnicas complicadas de la programación, pero en términos no técnicos significa que tiene que "AMAR" tu propio equipo antes de poder "AMAR" a otros. Cliente: Entonces, ¿qué hago? Empleado: ¿Puede localizar el directorio llamado "AUTOACEPTACION"? Cliente: Sí, aquí lo tengo. Empleado: Excelente, aprende rápido. Cliente: Gracias. Empleado: De nada. Haga click en los siguientes archivos para copiarlos al directorio MI CORAZON: AUTOPERDON.DOC, AUTOESTIMA.TXT, VALOR.INF y REALIZACION.HTM. El sistema reemplazará cualquier archivo que haga conflicto y entrará en un modo de reparación para cualquier programa dañado. También debe eliminar AUTOCRITICA.EXE de todos los directorios y después borrar todos los archivos temporales y la papelera de reciclaje, para asegurar que se corre completamente y nunca se active. Cliente: Entendido. ¡Hey! Mi CORAZÓN se está llenando con unos archivos muy bonitos. SONRISA.MPG se está desplegando en mi monitor e indica que CALOR.COM, PAZ.EXE y FELICIDAD.COM se está replicando en todo mi CORAZÓN. Empleado: Eso indica que AMOR está instalado y ejecutándose. Ya lo puede manejar de aquí. Una cosa más antes de irme... Cliente: ¿Sí? Empleado: AMOR es un software sin costo. Asegúrese de dárselo, junto con sus diferentes módulos, a todos los que conozca y se encuentre. Ellos, a su vez, lo compartirán con otras personas y le regresarán unos módulos agradables. Cliente: Eso haré, gracias por su ayuda.

HE APRENDIDO... ¿Qué has aprendido en la vida? He aprendido... Que no tenemos que cambiar a los amigos, si entendemos que los amigos cambian. He aprendido... Que no importa qué tan bueno es un amigo, te van a lastimar en algún momento y los debes perdonar por eso. He aprendido... Que la amistad verdadera continua creciendo, aún más allá de la distancia. Lo mismo pasa con el amor. He aprendido... Que puedes hacer algo en un instante que te causará dolor de por vida. He aprendido... Que me está tomando mucho tiempo llegar a ser la persona que quiero ser. He aprendido... Que siempre debes dejar con palabras de amor a las personas que quieres. Puede ser la última vez que las veas. He aprendido... Que puedes seguir adelante mucho después de que no puedas. He aprendido... Que somos responsables por lo que hacemos, no importa cómo nos sintamos. He aprendido... Que si no controlas tu actitud, ella te controlará a ti. He aprendido... Que sin importar que tan excitante es una relación al principio, la pasión desvanece y más vale que haya otra cosa que tome su lugar. He aprendido... Que los héroes son las personas que hacen lo que se tiene que hacer, cuando se necesita hacerlo y sin importar las consecuencias. He aprendido... Que el dinero es una pésima forma de mantener el marcador. He aprendido... Que mi mejor amigo y yo podemos hacer cualquier cosa, o no hacer nada, y pasar el mejor tiempo. He aprendido... Que a veces las personas que esperas que te pateen cuando estás derrotado, son las que te ayudarán a levantarte. He aprendido... Que a veces, cuando estoy enojado, y aunque tenga derecho para estarlo, eso no me da el derecho de ser cruel. He aprendido... Que por el hecho de que una persona no te quiera como tú quisieras que lo hiciera, no significa que no te quiera con todo lo que tiene. He aprendido... Que la madurez tiene más que ver con las experiencias que has tenido y

lo que has aprendido de ellas, que con el número de cumpleaños que has celebrado. He aprendido... Que no siempre es suficiente ser perdonado por los demás. A veces tienes que aprender a perdonarte a ti mismo. He aprendido... Que no importa qué tanto está roto tu corazón, el mundo no se detiene por tu pena. He aprendido... Que nuestro pasado y nuestras circunstancias pueden haber influenciado en quiénes somos, pero somos responsables por quién llegamos a ser. He aprendido... Que el hecho de que dos personas discutan no significa que no se quieran el uno al otro. Y el hecho de que no discutan, no significa que sí se quieran. He aprendido... Que no debes insistir tanto en encontrar un secreto. Podría cambiar tu vida para siempre. He aprendido... Que dos personas pueden ver exactamente la misma cosa, y ver algo totalmente diferente. He aprendido... Que tu vida puede ser cambiada en cuestión de horas por personas que ni siquiera te conocen. He aprendido... Que aún cuando piensas que no tienes más que dar, cuando un amigo te llora, encontrarás la fuerza para ayudarlo. He aprendido... Que las credenciales en la pared no te hacen una persona decente. He aprendido... Que las personas por las que más te preocupas en la vida se van demasiado pronto.

Cuéntale esto a todas las personas en las que crees... Yo lo acabo de hacer.

EL CIRCULO DEL NOVENTA Y NUEVE Había una vez un rey muy triste, y tenía un sirviente que como todo sirviente de rey triste, era muy feliz. Todas las mañanas llegaba a traer el desayuno y despertaba al rey cantando y tarareando alegres canciones de juglares. Una sonrisa se

dibujaba en su distendida cara y su actitud para con la vida era siempre serena y alegre. Un día el rey lo mandó a llamar. -Paje..., le dijo- ¿Cuál es el secreto? -¿Qué secreto, Majestad? -¿Cuál es el secreto de tu alegría? -No hay ningún secreto, Alteza... -¡No me mientas, paje! ¡He mandado a cortar cabezas por ofensas menores que una mentira! -No le miento, Alteza, no guardo ningún secreto. -¿Porqué estás siempre alegre y feliz? ¿eh...? ¿Por qué...? -Majestad, no tengo razones para estar triste. Su Alteza me honra permitiéndome atenderlo. -Tengo mi esposa y mis hijos viviendo en la casa que la Corte nos ha asignado, somos vestidos y alimentados, y además su Alteza me premia de vez en cuando con algunas monedas para darnos algunos gustos. ¿Cómo no estar feliz? -¡Si no me dices ya mismo el secreto, te haré decapitar! - Dijo el rey... ¡Nadie puede ser feliz por esas razones que has dado! -Pero Majestad, no hay secreto. Nada me gustaría mas que complacerlo, pero no hay nada que yo este ocultando... -¡Vete, vete antes de que llame al verdugo! El sirviente sonrió, hizo una reverencia y salió de la habitación. El rey estaba como loco... No conseguía explicarse como el paje estaba feliz viviendo de prestado, usando ropa usada y alimentándose de las sobras de los cortesanos. Cuando se calmó, llamó al mas sabio de sus asesores y le contó su conversación de la mañana. -¿Porqué él es feliz? -Ah..., Majestad, lo que sucede es que él está fuera del círculo. -¿Fuera del círculo? -Así es. -¿Y eso es lo que lo hace feliz? -No Majestad, eso es lo que no lo hace infeliz. -A ver si entiendo, estar en el circulo te hace infeliz... -Así es. -¿Y como salió? -Nunca entró... -¿Qué círculo es ese? -El circulo del 99. -Verdaderamente, no te entiendo nada. -La única manera para que entendieras, sería mostrártelo en los hechos. -¿Cómo? -Haciendo entrar a tu paje en el círculo. -¡Eso, eso...! ¡Obliguémoslo a entrar! -No es tan fácil, Alteza. -Nadie puede obligar a nadie a entrar en el círculo. -Entonces habrá que engañarlo... -No hace falta, Su Majestad. Si le damos la oportunidad, el entrará solito, solito... -¿Pero él no se dará cuenta de que eso es su infelicidad? -Sí, se dará cuenta. -¡Entonces no entrará! -No lo podrá evitar... -¿Dices que él se dará cuenta de la infelicidad que le causará entrar en ese ridículo circulo, y de todos modos entrará en él y no podrá salir? -Tal cual. Majestad. ¿Estás dispuesto a perder un excelente sirviente para

poder entender la estructura del círculo? -¡Si! -Bien, esta noche te pasaré a buscar. Debes tener preparada una bolsa de cuero con 99 monedas de oro... ¡Ni una mas ni una menos...,99! -¿Qué más? ¿Llevo los guardias, por si acaso...? -No es necesario, nada mas que la bolsa de cuero, Majestad, -Hasta la noche. -Hasta la noche. Y así fue. Esa noche, el sabio pasó a buscar al rey y ambos se escurrieron hasta los patios del palacio y se ocultaron junto a la casa del paje. Allí esperaron el alba. Cuando dentro de la casa se encendió la primera vela, el hombre sabio tomó la bolsa y le pinchó un papel que decía: “Este tesoro es tuyo. Es el premio por ser un buen hombre, disfrútalo y no cuentes a nadie cómo lo encontraste”. Luego ató la bolsa con el papel en la puerta del sirviente, golpeó y volvió a esconderse. Cuando el paje salió, el sabio y el rey espiaban desde atrás de unas matas lo que sucedía. El sirviente vio la bolsa, leyó el papel, agitó la bolsa... y al escuchar el sonido metálico se estremeció, aferró la bolsa contra su pecho, miró hacia todos lados de la puerta, y volvió a entrar a su casa. Entonces, se arrimaron a la ventana para ver la escena. El sirviente había tirado todo lo que había sobre la mesa y dejado solo la vela. Se había sentado y había vaciado el contenido sobre ella. Sus ojos no podían creer lo que veían... ¡Era una montaña de monedas de oro! Él, que nunca había tocado una de estas monedas, tenía hoy una montaña de ellas a su disposición. El paje las tocaba y amontonaba, las acariciaba y hacía brillar la luz de la vela sobre ellas. Las juntaba y desparramaba, después hacía y deshacía pilas de monedas. Así, jugando y jugando, comenzó a hacer pilas de 10 monedas. Una pila de diez, dos pilas de diez, tres pilas, cuatro, cinco, seis.... y mientras, sumaba: 10, 20, 30, 40, 50, 60.... hasta que formó la última pila: ¡¡¡99 monedas...!!! Su mirada recorrió primero la mesa, buscando una moneda más. Luego el piso y finalmente la bolsa. "No puede ser", pensó. Puso la ultima pila al lado de las otras y confirmó que era más baja. -¡¡Me robaron -gritó- ¡¡Me robaron, malditos!! Una vez más buscó en la mesa, en el piso, en la bolsa, en sus ropas... Vació sus bolsillos, corrió los muebles, pero no encontró lo que buscaba. Sobre la mesa, como burlándose de él, una montañita resplandeciente le recordaba que había 99 monedas de oro. "Sólo 99...". "99 monedas. Es mucho dinero", pensó. Pero me falta una moneda... Noventa y nueve no es un número completo -pensaba- Cien es un número completo, pero noventa y nueve, no... El rey y su asesor miraban por la ventana. La cara del paje ya no era la misma, estaba con el ceño fruncido y los rasgos tiesos, sus ojos se habían

vuelto pequeños y arrugados y la boca mostraba un horrible rictus, por el que se asomaban los dientes. El sirviente guardó las monedas en la bolsa y mirando para todos lados para ver si alguien de la casa lo veía, escondió la bolsa entre la leña. Luego tomó papel y pluma y se sentó a hacer cálculos. ¿Cuánto tiempo tendría qué ahorrar el sirviente para comprar su moneda número cien...? Todo el tiempo hablaba solo, en voz alta. Estaba dispuesto a trabajar duro hasta conseguirla... Después, quizás no necesitaría trabajar más... Con cien monedas de oro, un hombre puede dejar de trabajar... Con cien monedas de oro un hombre es rico... Con cien monedas se puede vivir tranquilo... Sacó el cálculo. Si trabajaba y ahorraba su salario y algún dinero extra que recibía, en once o doce años juntaría lo necesario. "Doce años es mucho tiempo", pensó. Quizás pudiera pedirle a su esposa que buscara trabajo en el pueblo por un tiempo. (Y él mismo, después de todo, terminaba su tarea en palacio a las cinco de la tarde, podría trabajar hasta la noche y recibir alguna paga extra por ello...). Volvió a sacar las cuentas: sumando su trabajo en el pueblo y el de su esposa, en siete años reuniría el dinero. ¡¡¡Era demasiado tiempo...!!! Quizás pudiera llevar al pueblo lo que quedaba de comidas todas las noches y venderlo por unas monedas. De hecho, cuanto menos comieran, más comida habría para vender... Vender... Vender.... Estaba haciendo calor... ¿Para qué tanta ropa de invierno? ¿Para qué más de un par de zapatos? Era un sacrificio, pero en cuatro años de sacrificios llegaría a su moneda cien. El rey y el sabio volvieron al palacio. El paje había entrado en el círculo del 99... Durante los siguientes meses, el sirviente siguió sus planes tal como se le ocurrieron aquella noche. Una mañana, el paje entró a la alcoba real golpeando las puertas, refunfuñando y con cara de pocas pulgas. -¿Qué te pasa?- Preguntó el rey de buen modo. -¡Nada me pasa..., nada me pasa...! -Antes, no hace mucho, reías y cantabas todo el tiempo. -¡Hago mi trabajo! ¿Verdad? ¿Qué otra cosa querría su Alteza..., que fuera su bufón y su juglar también? No pasó mucho tiempo antes de que el rey despidiera al sirviente.

No era agradable tener un paje que estuviera siempre de mal humor...

Vos y yo, y todos nosotros, hemos sido educados en esta estúpida ideología: “Siempre nos falta algo para estar completos, y solo completos se puede gozar de lo que se tiene”. Por lo tanto (nos enseñaron), la felicidad deberá esperar a completar lo que falta... Y como siempre nos falta algo, la idea retoma el comienzo y nunca se puede gozar de la vida. Pero... ¿Qué pasaría si la iluminación llegara a nuestras vidas y nos diéramos cuenta, así, de golpe, que nuestras 99 monedas son el cien por cien del tesoro, que no nos falta nada? Que nadie se quedó con lo nuestro, que nada tiene de más redondo “cien” que “noventa y nueve”, que todo es sólo una trampa, una zanahoria puesta frente a nosotros para que seamos estúpidos, para que jalemos del carro, cansados, malhumorados, infelices o resignados. Una trampa para que nunca dejemos de empujar y que todo siga igual... ¡Eternamente igual...! ¡Cuántas cosas cambiarían..., si pudiéramos disfrutar de nuestros tesoros tal como están...!

DOS HOMBRES Dos hombres, ambos enfermos de gravedad, compartían el mismo cuarto semiprivado del hospital. A uno de ellos se le permitía sentarse durante una hora en la tarde, para drenar el líquido de sus pulmones. Su cama estaba al lado de la única ventana de la habitación. El otro tenia que permanecer acostado, de espaldas todo el tiempo. Conversaban incesantemente todo el día, y día tras día hablaban de sus esposas y familias, sus hogares, empleos, las experiencias vividas durante sus servicios militares y los sitios visitados durante sus vacaciones. Todas las tardes, cuando el enfermo ubicado al lado de la ventana se sentaba, se pasaba el tiempo relatándole a su compañero de cuarto lo que veía por ella.

Con el tiempo, el enfermo acostado de espaldas, que no podía asomarse por la ventana, se desvivía por esos períodos de una hora, durante los cuales se deleitaba con los relatos de las actividades y colores del mundo exterior. La ventana daba a un parque con un bello lago. Los patos y cisnes se deslizaban por el agua, mientras los niños jugaban con sus botecitos a la orilla del lago. Los enamorados se paseaban de la mano entre las flores multicolores; era un paisaje con árboles majestuosos y, en la distancia, se divisaba una bella vista de la ciudad. A medida que el enfermo cerca de la ventana describía todo esto con detalles exquisitos, su compañero cerraba los ojos e imaginaba un cuadro pintoresco. Una tarde le describió un desfile que pasaba por el hospital, y aunque no pudo escuchar la banda, lo pudo ver a través del ojo de la mente mientras su compañero se lo describía. Pasaron los días y las semanas; y una mañana, al entrar la enfermera para el aseo matutino, se encontró con el cuerpo sin vida del señor que ocupaba la cama cerca de la ventana, quien había expirado tranquilamente, durante el sueño. Con mucha tristeza, avisó para que trasladaran el cuerpo. Al día siguiente, el otro señor pidió que lo trasladaran cerca de la ventana. A la enfermera le agradó hacer el cambio, y luego de asegurarse de que estaba cómodo, lo dejó solo. El señor, con mucho esfuerzo y dolor, se apoyó en un codo para poder mirar el mundo exterior por primera vez. ¡Finalmente tendría la alegría de verlo por si mismo! Se esforzó para asomarse por la ventana... y lo que vio fue la pared del edificio contiguo. Confundido y entristecido, le preguntó a la enfermera qué sería lo que animó a su difunto compañero describir tantas cosas maravillosas fuera de la ventana... La enfermera le respondió que el señor era ciego y no podía ni ver la pared de enfrente. Ella le dijo ..."Quizás solamente deseaba animarlo a usted"... Epílogo... Existe una inmensa alegría en poder alegrar a otros a pesar de nuestra propia situación. La aflicción compartida disminuye la tristeza, pero cuando la alegría es compartida, se duplica. Si deseas sentirte próspero, basta con contar aquello que poseas y que no se puede comprar con el dinero.

LA SONRISA Es el son...son... son de la risa, hija de la risa y nieta de la carcajada.

El más saludable masaje de belleza para el rostro; el pasaporte al reino de los Cielos; el ropaje más lindo del alma; el mejor antídoto contra las preocupaciones; la canción de los Ángeles; la seriedad arrepentida; la oración de los sabios; la contraseña entre los amigos; la puerta de la cooperación entre conocidos y desconocidos; alienta la buena voluntad en los negocios; acorta el tiempo de la angustia; crea la felicidad en la pareja y en el hogar; una clara manifestación de salud mental, emocional y espiritual; descanso para los fatigados; calor para los tristes; luz para los decepcionados; es como el sol: ilumina, calienta y se irradia. ¿Cuánto cuesta una sonrisa? –Nada. ¿Cuánto beneficio nos puede dar? –Mucho. ¿Qué tiempo dura? –Un instante. ¿Y cuánto perdura en la memoria? –A veces toda la vida. ¿Quién es tan rico que no la necesite? –Nadie. ¿Quién es tan pobre que no pueda regalarla? –Ninguno. ¿Se empobrece el que la dá? –Al contrario, se enriquece. ¿Se puede comprar, vender o robar? –Sólo se puede ofrecer gratuitamente. ¿Y quién es el que está más necesitado de una sonrisa? –Aquél que no tiene ninguna para dar. -------------------------------------------------------------------------------"Cuando alguien los insulta o los difama o los ignora, acéptenlo con una sonrisa, ese es el modo del mundo, básicamente ingrato y descortés. Díganse a sí mismos: Me están haciendo un favor, mi fortaleza está siendo sometida a prueba, no debo dejarme llevar por la ira o el resentimiento. Díganse estas cosas estimulantes y quédense serenos, con una sonrisa de triunfo en los labios". Swami Sathia Sai Baba "Para abrirse camino entre la gente, es más eficaz una sonrisa que un codazo". Fascianelli "Sonríe siempre, para no dar a los que no te quieren el placer de verte triste, y para dar a los que te aman la certeza de que eres feliz". Anónimo

El carpintero que había contratado para ayudarme a reparar una vieja granja, acababa de finalizar un duro primer día de trabajo. Su cortadora eléctrica se dañó y lo hizo perder una hora de trabajo y luego su antiguo camión se negó a arrancar. Mientras lo llevaba a casa, se sentó en silencio. Una vez que llegamos, me invitó a conocer a su familia. Mientras nos dirigíamos a la puerta, se detuvo brevemente frente a un pequeño árbol, tocando las puntas de las ramas con ambas manos. Cuando se abrió la puerta, ocurrió una sorprendente transformación. Su bronceada cara estaba plena de sonrisas. Abrazó a sus dos pequeños hijos y le dio un beso a su esposa. Posteriormente me acompañó hasta mi automóvil. Cuando pasamos cerca del árbol, sentí curiosidad y le pregunté acerca de lo que lo había visto hacer un rato antes. "Oh, ese es mi árbol de problemas", contestó. Sé que yo no puedo evitar tener problemas en el trabajo, pero una cosa es segura: los problemas no pertenecen a la casa, ni a mi esposa, ni a mis hijos. Así que simplemente los cuelgo en el árbol cada noche cuando llego a casa. Luego en la mañana los recojo otra vez. Lo divertido es, añadió sonriendo, que cuando salgo en la mañana a recogerlos, no hay tantos como los que recuerdo haber colgado la noche anterior...

LAS COSAS NO SIEMPRE SON LO QUE PARECEN Dos Ángeles de viaje se detuvieron para pasar la noche en la casa de una familia adinerada. La familia era ruda y le negó a los ángeles quedarse en el cuarto de huéspedes de la mansión, en cambio les dieron un espacio pequeño en el sótano frío. Cuando ellos hicieron su cama en el suelo duro, el ángel más viejo vio un agujero en la pared y lo reparó. La noche siguiente el par de ángeles fue a descansar en la casa de un pobre granjero muy hospitalario y su esposa; después de compartir la humilde comida, la pareja de granjeros le cedió su cuarto a los ángeles para que puedan descansar bien. Cuando el sol surgió a la mañana siguiente los ángeles encontraron al granjero y su esposa llorando. Su única vaca, cuya leche había sido su sólo ingreso, yacía en el campo. El ángel más joven se asombró y le preguntó al más viejo cómo pudo permitir que esto ocurriese.....

-El primer hombre tenía todo, y todavía tu lo ayudaste... La segunda familia tenía muy poco y estaba dispuesta a compartir todo... ¡Y tú permitiste que la vaca se les muriese...! -Las cosas no son siempre lo que parecen, contestó el más viejo. -Cuando nosotros nos quedamos en el sótano de la mansión, noté por el agujero de la pared que había muchos sacos de oro en la habitación vecina. Como el dueño se obsesionó con su avaricia y no era capaz de compartir su fortuna, yo le sellé la pared para que nunca más los vuelvan a encontrar. - Y anoche, cuando nos fuimos a dormir a la cama de los granjeros, vino el ángel de la muerte para llevarse a su esposa, yo le di en cambio la vaca....Las cosas no siempre son como parecen. A veces esto es exactamente lo que pasa, todo en la vida tiene su porqué; a veces nos cuesta encontrarlo y otras veces le damos la espalda. DEJA QUE TU ÁNGEL DE LA GUARDA TE GUÍE Y SÉ TU MISMO, NADIE MEJOR QUE TÚ PARA DISCERNIR. BENDICE Y AGRADECE CADA MOMENTO VIVIDO, QUE SERÁ LA RECOMPENSA HACIA EL FUTURO.

METÁFORA DEL SIGNIFICADO DE LA MUERTE DE JESÚS Es la tarde de un viernes típico y estás manejando hacia tu casa. Sintonizas la radio. El noticiero cuenta una historia de poca importancia: En un pueblo lejano han muerto 3 personas de alguna gripe que nunca antes se había visto. No le pones mucha atención a tal acontecimiento... El lunes, cuando despiertas, escuchas que ya no son 3, sino 30.000 personas las que han muerto en las colinas remotas de la India. Gente del Control de enfermedades de EE.UU. ha ido a investigar. El martes ya es la noticia mas importante en la primera plana del periódico, porque no solo es la India, sino Pakistán, Irán y Afganistán... y pronto la noticia sale en todos los noticieros. Le están llamando "La Influencia Misteriosa" y todos se preguntan ¿Cómo vamos a controlarla? Entonces una noticia sorprende a todos: Europa cierra sus fronteras, no habrá vuelo a Francia desde la India, ni de ningún otro país en el cual se haya visto la enfermedad. Por lo del cierre de fronteras estás viendo las noticias, cuando escuchas la traducción de una mujer, en Francia, que dice que ya hay un hombre en el hospital muriendo de la "Influencia Misteriosa". Hay pánico en Europa. La información dice que cuando tienes el virus, es por una semana y ni cuenta te das. Luego tienes 4 días de síntomas horribles y mueres.

Inglaterra cierra también sus fronteras, pero es tarde, pasa un día mas y el presidente de los EE.UU. cierra las fronteras a Europa y Asia, para evitar el contagio en el país, hasta que encuentren la cura... Al día siguiente la gente se reúne en las Iglesias a orar por una cura, y entra alguien diciendo: ¡Prendan la radio!... y se oye la noticia: 2 mujeres han muerto en Nueva York. En horas, parece que la cosa invade a todo el mundo.-- Los científicos siguen trabajando para encontrar el antídoto, pero nada funciona. Y de repente, viene la noticia esperada: Se ha descifrado el código de ADN del Virus ¡Se puede hacer el antídoto!!! Pero.... Va a requerirse la sangre de alguien que no haya sido infectado y, de hecho, en todo el país se corre la voz de que todos vayan al hospital más cercano para que se les practique un examen de sangre. Vas de voluntario con tu familia, junto a unos vecinos, preguntándote ¿Qué pasará?. Será esto el fin del mundo, o se encontrará alguien puro?... -- De repente el doctor sale gritando un nombre que ha leído en su cuaderno. El mas pequeño de tus hijos esta a tu lado, te agarra la chaqueta y dice: " ¿Papi?, ¡Ese es mi nombre!"... Antes de que puedas reaccionar se están llevando a tu hijo y gritas: ¡Esperen! Y ellos contestan: --¡¡Todo está muy bien, su sangre esta limpia, su sangre es pura!!!.--¡¡¡Creemos que tiene el tipo de sangre correcta!!! --Después de 5 largos minutos salen los médicos llorando y riendo. Es la primera vez que has visto a alguien reír en una semana... --- El doctor de mayor edad se te acerca y dice: ¡¡Gracias a Dios, señor!!, la sangre de su hijo es perfecta, está limpia y pura, ¡¡¡Podremos hacer el antídoto contra esta universal y mortal enfermedad!!!.... La noticia corre por todas partes, la gente esta orando y riendo de felicidad. En eso, el doctor se acerca a ti y a tu esposa y dice: ---"Podemos hablar un momento?--- ---Es que... no sabíamos que el donante seria un niño y necesitamos que firmen este formulario para darnos el permiso de usar su sangre.."--- Cuando estás leyendo el documento te das cuenta de que no ponen la cantidad que necesitarán y preguntas: ---"¿Cuánta sangre?...--- La sonrisa del doctor desaparece y contesta: ---"No pensábamos que era un niño... ¡¡¡La necesitaremos toda!!!...--¡No lo puedes creer!... y tratas de contestar: ---"Pero,... pero..."--- El doctor te sigue insistiendo: ---¡¡¡Usted no entiende, estamos hablando de la cura para todo el mundo!!!... Por favor firme la autorización, la necesitamos toda!!!....--- Tú preguntas: ---Pero... ¿No pueden después darle una transfusión?--- Y viene la respuesta: ---Si tuviéramos otra sangre limpia en el mundo, podríamos... ---¿Firmará, por favor?...¡ Firme Señor!!....--- En silencio y sin poder sentir los mismos dedos que tienen la pluma en la mano lo firmas. Te preguntan: ---¿Quiere ver a su hijo?--- Caminas hacia esa sala de emergencia donde tu hijo esta sentado en la camilla diciendo: ---" ¡Papi!!, ¡Mami! ¡¿Qué pasa?!...--- Tomas su mano y le dices: ---Hijo, tu Mami y yo te amamos y nunca dejaríamos que te pasara algo que no fuera necesario, ¿comprendes eso?--- Y cuando el doctor regresa te dice: ---"Lo siento, necesitamos empezar, gente en todo el mundo está muriendo...¿Se pueden ir?, ¿Pueden darle la espalda a su hijo y dejarlo allí?...---

Mientras, él te dice, ---¿Papi?, ¿Mami? ¿Porqué me están abandonando?--...Y a al siguiente domingo, cuando hacen una ceremonia para honrar a tu hijo, algunas personas se quedan dormidas en casa, otras no vienen porque prefieren ir de paseo o ver un partido de fútbol y otras vienen a la ceremonia con una sonrisa falsa fingiendo que les importa. -------------------------------------------------------------------------------Quisieras pararte y gritar: "¡¡¡Mi hijo murió por ustedes!!!, ¡¡¡¿Y ya no les importa?!!!" Tal vez eso es lo que Él quiere decir: "Mi hijo murió, ¿Es que no saben cuánto los amo?"

BOTIQUÍN DE PRIMEROS AUXILIOS (Nunca salgas sin él......)

Mondadientes, liga, curita, lápiz, borrador, chicle, un chocolate “Kiss” y una bolsa de té instantáneo. ¿Para qué?..., veamos: Mondadientes: Para acordarte de "escarbar" en los demás todas las cualidades que tienen. Liga: Para acordarte de ser flexible, ya que las cosas y las personas no siempre son de la manera como tu quieres que lo sean. Curita: Para ayudarte a curar aquellos sentimientos heridos, ya sean tuyos o de los demás. Lápiz: Para que anotes diariamente todas tus bendiciones. Borrador: Para acordarte que todos cometemos errores, y no pasa nada. Chicle: Para acordarte de "pegarte" a todo aquello que puedes sacar adelante con tu esfuerzo.

(Mi favorito) Un chocolate ”Kiss”: Para que te acuerdes que todo el mundo necesita un beso o un abrazo diariamente. Y finalmente la bolsa de té: Para que?..., pues para tomarte un tiempo, relajarte y hacer una lista de todo lo que tienes y tus bendiciones diarias. Tal vez para el mundo, solo seas "alguien"...pero para "alguien", tal vez seas todo su mundo...

CUÁL ES TU CUERDA?

Cuentan que un alpinista, desesperado por conquistar el Aconcagua inicio su travesía, después de años de preparación. Pero quería la gloria para él solo, por lo tanto subió sin compañeros. Empezó a subir y se le fue haciendo tarde, y más tarde... Pero, obsesionado, no se preparó para acampar, sino que decidió seguir subiendo decidido a llegar a la cima. Oscureció, la noche cayo con gran pesadez en la altura de la montaña, ya no se podía ver absolutamente nada. Todo era negro, cero visibilidad, no había luna y las estrellas estaban cubiertas por las nubes. Subiendo por un acantilado, a solo 100 metros de la cima, se resbaló y se desplomó por los aires... Caía a una velocidad vertiginosa, solo podía ver veloces manchas cada vez más oscuras que se deslizaban por la misma oscuridad y sentir la terrible sensación de ser succionado por la gravedad. Seguía cayendo... Y en esos angustiantes momentos, pasaron por su mente todos sus gratos y no tan gratos momentos de la vida; pensaba que iba a morir, sin embargo, de repente sintió un tirón tan fuerte que casi lo parte en dos... ¡Sí!, como todo alpinista experimentado, había clavado estacas de seguridad con candados a una larguísima soga que lo amarraba de la cintura. En esos momentos de quietud, suspendido por los aires, no le quedo más que gritar: -¡Ayúdame Dios Mío... !De repente una voz grave y profunda le contestó desde los cielos: -¿Que quieres que haga, Hijo Mío?-¡Sálvame, Dios Mío!-¿Realmente crees que te pueda salvar?-¡Por supuesto, Señor...!-Entonces corta la cuerda que te sostiene...Hubo un momento de silencio y quietud. El hombre se aferró más a la cuerda y reflexionó... Cuenta el equipo de rescate que al otro día encontraron colgado a un alpinista congelado, muerto, agarrado fuertemente con las manos a una cuerda... ¡A TAN SÓLO DOS METROS DEL SUELO...!

¿Y tú? ¿Qué tan confiado estás de tu cuerda? ¿Porqué no la sueltas?

LA PRUEBA FINAL John X se levantó del banco, arreglando su uniforme, y estudió la multitud de gente que se abría paso hacia la Gran Estación Central. Buscó la chica cuyo corazón conocía pero cuya cara nunca había visto: la chica de la rosa. El interés en ella había comenzado 13 meses antes en una Biblioteca de Florida. Tomando un libro del estante, se encontró intrigado, no por las palabras del libro sino por las notas escritas en el margen. La escritura suave reflejaba un alma pensativa y una mente brillante. En la parte del frente del libro descubrió el nombre de la dueña anterior, la señorita Maynell. Con tiempo y esfuerzo localizó su dirección. Ella vivía en Nueva York. Le escribió una carta para presentarse y para invitarla a corresponderle. Al día siguiente, John fue enviado por barco para servir en la II Guerra Mundial. Durante un año y un mes, los dos se conocieron a través del correo, y el romance fue creciendo. John le pidió una fotografía, pero ella se negó. Le contestó que si a él de verdad le importaba, no importaría como fuera ella. Cuando por fin llegó el día en que él regresaría de Europa, arreglaron su primer encuentro: a las 7:00 de la tarde en la Gran Estación Central de Nueva York. "Tú me reconocerás", dijo ella, "por la rosa que llevaré en la solapa". Así fue que a las 7:00 John estaba en la estación buscándola. Pero ahora dejaré que el señor X les cuente lo que sucedió: "Una joven mujer vino hacia mi, su figura alta y esbelta. Su cabello rubio y rizado se encontraba detrás de sus delicadas orejas; sus ojos eran azules como flores. Sus labios y su mentón tenían una gentil firmeza y dentro de su traje verde pálido era como la primavera en vida. Me acerqué caminando hacia ella sin darme cuenta de que no llevaba la rosa. Mientras me movía, una pequeña y provocativa sonrisa curvó sus labios: "¿Vas por mí, marinero?" murmuró ella. Casi incontrolablemente di un paso hacia ella y entonces vi a Hollis Maynell. Estaba parada casi directamente detrás de la chica. Una mujer, ya pasada de sus 40, con cabello grisáceo bajo un sombrero gastado. Era más que regordeta, sus pies, con gruesos tobillos descansaban en zapatos de suela baja. La chica del traje verde se iba rápidamente. Sentí como si me partiera en dos: mi deseo tan agudo de seguirla, y a la vez tan profundo mi anhelo por la mujer cuyo espíritu me había acompañado y apoyado durante la guerra. Y ahí estaba ella... Su pálida y rolliza cara era gentil y sensible, sus ojos grises tenían un brillo cálido y amigable... No vacilé;

mis dedos apretaron la pequeña y usada copia de cuero del libro que llevaba para identificarme con ella. Esto no sería amor, pero seria algo preciado, algo quizá mejor que el amor, una amistad por la que había y debía estar siempre agradecido. Cuadré mis hombros, saludé y le ofrecí el libro a la mujer, aunque mientras hablaba me sentí ahogado por la amargura de mi decepción. "Soy el Teniente John X, y usted debe ser la Srta. Maynell. Estoy muy contento de que me pudiera conocer; ¿La puedo llevar a cenar?" La cara de la mujer se ensanchó en una sonrisa tolerante. "No sé de qué se trata esto, hijo" respondió ella, "pero la señorita del traje verde que se acaba de ir me rogó que usara esta rosa en mi abrigo. Y me dijo que si usted me invitaba a cenar, yo le dijera que ella le está esperando en el restaurante de enfrente. ¡Dijo que era una clase de prueba!" No es difícil de entender y admirar la sabiduría de la Srta. Maynell. La verdadera naturaleza de un corazón se ve en su respuesta a lo no atractivo. "Dime a quien amas" escribió Houssaye, "Y te diré quien eres".

CONFÍA EN MÍ Yo soy Dios. El día de hoy me encargaré de todos tus problemas. Por favor recuerda que no necesito de tu ayuda. Si por casualidad el demonio te puso en una situación que no puedes manejar, NO INTENTES RESOLVERLA. Ponla amablemente en la caja CPHDJ (Cosas para hacer de Jesús). Esto se arreglará en MI tiempo, no en el tuyo. Una vez que el asunto es colocado en la caja no te aferres a él ni trates de sacarlo. Ya que aferrarte o sacarlo sólo demoraría la solución del problema. Si es una situación que tú piensas que eres capaz de manejar, por favor consúltame en una oración para asegurarte que es la solución correcta. Debido a que no duermo ni dormito, no es necesario que pierdas tu sueño. Yo me encargaré de velarlo. Descansa hijo. Si necesitas contactarme estoy sólo a una oración de distancia...

EL CABALLO Un campesino, que luchaba contra muchas dificultades, poseía algunos caballos para que lo ayudasen en los trabajos de su pequeña hacienda.

Un día, su capataz le trajo la noticia de que uno de los caballos había caído en un viejo pozo abandonado. El pozo era muy profundo y sería extremadamente difícil sacar el caballo de allí. El campesino fue rápidamente hasta el lugar del accidente, y evaluó la situación, asegurándose que el animal no se había lastimado. Pero, por la dificultad y el alto precio para sacarlo del fondo del pozo, creyó que no valía la pena invertir en la operación de rescate. Tomó, entonces, la difícil decisión: Determinó que el capataz sacrificase al animal tirando tierra en el pozo hasta enterrarlo, allí mismo. Y así se hizo. Los empleados, comandados por el capataz, comenzaron a lanzar tierra adentro del pozo de forma de cubrir al caballo. Pero, a medida que la tierra caía en el animal este la sacudía y se iba acumulando en el fondo, posibilitando al caballo ir subiendo. Los hombres se dieron cuenta que el caballo no se dejaba enterrar, sino que, al contrario, estaba subiendo hasta que finalmente... ¡CONSIGUIÓ SALIR! Si estás "allá abajo", sintiéndote poco valorado, y los otros lanzan sobre tí la tierra de la incomprensión, la falta de oportunidad y de apoyo, recuerda el caballo de esta historia. No aceptes la tierra que tiraron sobre ti, sacúdela y sube sobre ella. Y cuanto más tiraren, más irás subiendo, subiendo, subiendo... Sonriendo, sonriendo, sonriendo...

EL ERROR "El error más grande lo cometes cuando, por temor a equivocarte, te equivocas dejando de arriesgar en el viaje hacia tus objetivos. No se equivoca el río cuando, al encontrar una montaña en su camino, retrocede para seguir avanzando hacia el mar; se equivoca el agua que por temor a equivocarse, se estanca y se pudre en la laguna. No se equivoca la semilla cuando muere en el surco para hacerse planta; se equivoca la que por no morir bajo la tierra, renuncia a la vida. No se equivoca el hombre que ensaya distintos caminos para alcanzar sus metas, se equivoca aquel que por temor a equivocarse no acciona.

No se equivoca el pájaro que ensayando el primer vuelo cae al suelo, se equivoca aquel que por temor a caerse renuncia a volar permaneciendo en el nido. Pienso que se equivocan aquellos que no aceptan que ser hombre es buscarse a sí mismo cada día, sin encontrarse nunca plenamente. Creo que al final del camino no te premiarán por lo que encuentres, sino por aquello que hayas buscado honestamente."

LA TIENDA Tiempo atrás caminaba por el sendero de la vida y encontré un letrero que decía "LA TIENDA". Me acerqué a la puerta y la misma se abrió lentamente. Cuando me di cuenta, ya estaba adentro. Vi muchos ángeles parados por todas partes. Uno de ellos me entregó una canasta y me dijo: "Elige tranquilo, todo lo que un buen hijo de Dios necesita se encuentra en esta tienda". Primero compré paciencia. Luego, vi que el amor estaba en la misma fila y también lo tomé. Más abajo había comprensión, que siempre se necesita. Compré dos cajas de sabiduría y dos bolsas de fe. Me llamó mucho la atención el empaque del perdón y decidí llevar seis o siete de ellos. En otros estantes me detuve a comprar fuerza y coraje para ayudarme en esta carrera de la vida. Cuando ya tenía la canasta casi llena, recordé que necesitaba un poco de gracias. Tampoco me podía olvidar de la salvación que ese día la ofrecían gratis. Caminé hasta la caja para pagar mi cuenta pues creí que ya tenía todo lo que necesitaba. Al lado de la caja vi la oración y la puse en un rincón de mi canasta, pues sabía que apenas dejara el lugar la iba a utilizar. La paz y la felicidad estaban en los estantes pequeños y tomé también un envase de cada una. La alegría colgaba del techo y arranqué una para mí. Llegué al cajero y le pregunté ¿Cuánto le debo? Con una amplia sonrisa, él me contestó: "El Señor ya pagó tu cuenta... hace mucho, mucho tiempo". Creo que el Señor, al salir nosotros de "La Tienda" (su Sagrado) espera de nuestra parte

3 Cosas para no olvidar 1: Donando sangre Hace muchos años, cuando trabajaba como voluntario en un Hospital de Buenos Aires, conocí a una niñita llamada Isabel, quien sufría de una extraña enfermedad. Su única oportunidad de recuperación aparentemente era una transfusión de sangre de su hermanito de 5 años, quien había sobrevivido milagrosamente a la misma enfermedad y había desarrollado anticuerpos necesarios para combatirla. El médico explicó la situación al hermano de la niña, y le preguntó si estaría dispuesto a dar su sangre a su hermana. Yo lo vi dudar por solo un momento antes de tomar un gran suspiro y decir: -Si, lo haré, si eso salva a Isabel-. Mientras la transfusión continuaba, él estaba acostado en una cama al lado de la de su hermana, y sonreía mientras nosotros asistíamos a ambos, viendo retornar el color a las mejillas de la niña. Pero al rato la cara del niño se puso pálida y su sonrisa desapareció. Miró al médico y le preguntó con voz temblorosa -¿A qué hora empezaré a morirme?Siendo solo un niño, no había comprendido al médico, pensaba que le daría toda su sangre a su hermana... ¡Y aún así se la daba! Da todo por quien ames. Actitud, después de todo, es todo. -------------------------------------------------------------------------------2: El helado Hace unos días, un niño de alrededor de 10 años entró en una heladería y se sentó en una mesa. La camarera puso un vaso de agua en frente a él. -¿Cuánto cuesta un cucurucho de helado de chocolate?-, preguntó el niño. – Dos pesos cincuenta-, respondió la camarera. El niño sacó una mano de su bolsillo y examinó una cantidad de monedas... -¿Cuanto cuesta un helado de chocolate en vasito?-, volvió a preguntar. Algunas personas estaban esperando ser atendidas y la camarera ya estaba un poco impaciente. -¡Dos pesos!-, le contestó bruscamente. El niño volvió a contar las monedas... - Entonces quiero el helado en vasito-, dijo el niño. La camarera le trajo el helado, puso el ticket en la mesa y fue a atender otras mesas, refunfuñando por el tiempo que le había hecho perder el niño.

Éste terminó el helado, pagó en la caja y se fue. Poco después la camarera llegó a la mesa que el niño había ocupado, para limpiarla, y entonces le costó tragar saliva con lo que vio. Allí, puestos ordenadamente junto al plato vacío, había cincuenta centavos... su propina. Jamás juzgues a alguien antes de tiempo. -------------------------------------------------------------------------------3: La pregunta más importante Durante mi segundo semestre en la Escuela de Enfermería, nuestro profesor nos tomó un examen sorpresa. Yo era una estudiante conciente y leí rápidamente todas las preguntas, hasta que llegué a la última: ¿Cuál es el nombre de la mujer que limpia la escuela? Seguramente esto era algún tipo de broma. Yo había visto muchas veces a la mujer que limpiaba la escuela. Ella era alta, cabello oscuro, como de cincuenta años, pero... ¿Cómo iba yo a saber su nombre? Entregué mi examen, dejando la ultima pregunta en blanco. Antes de que terminara la clase, alguien le preguntó al profesor si la última pregunta contaría para la nota del examen. -Absolutamente-, dijo el profesor. En sus carreras ustedes conocerán muchas personas. Todas son importantes. Ellos merecen su atención y cuidado, aunque solo les sonrían y digan: -¡Hola!Yo nunca olvidé esa lección. ¡Ah!, y también aprendí que su nombre era Dorotea... Respeta a cada ser humano que conozcas, todos somos únicos e importantes.

Morir el amor Hubo una vez, en la historia del mundo, un día terrible en el que el Odio (que es el rey de los malos sentimientos, los defectos y las malas virtudes) convocó a una reunión urgente con todos ellos.

Todos los sentimientos negros del mundo, y los deseos mas perversos del corazón humano, llegaron a esta reunión con la curiosidad de saber cuál era el propósito de la convocatoria. Cuando al fin estuvieron todos presentes, habló el Odio y dijo: - "Los he reunido aquí a todos porque deseo con todas mis fuerzas matar a alguien". Los asistentes no se extrañaron mucho, pues era el Odio el que estaba hablando, y él siempre quiere matar a alguien. Sin embargo todos se preguntaban entre sí quién sería tan difícil de matar, tanto como para que el Odio los necesitara a todos. - "Quiero que maten al Amor", añadió. Muchos sonrieron malévolamente, pues más de uno le tenia ganas... El primer voluntario fue el Mal Carácter, quien dijo: - "Yo iré, y les aseguro que en un año el Amor habrá muerto; provocaré tal discordia y rabia que no lo soportará". Al cabo de un año se reunieron otra vez, y al escuchar el reporte del Mal Carácter quedaron todos sumamente decepcionados. –“Lo siento, lo intenté todo, pero cada vez que yo sembraba una discordia, el Amor la superaba y salía adelante”. Fue entonces cuando muy diligente se ofreció la Ambición, que haciendo alarde de su poder dijo: - "En vista de que el Mal Carácter fracasó, iré yo. Desviaré la atención del Amor hacia el deseo por la riqueza y por el poder. Eso nunca lo ignorará". Y comenzó la Ambición el ataque hacia su víctima, quien efectivamente cayó herida... pero después de luchar por salir adelante, renunció a todo deseo desbordado de poder y triunfó de nuevo. Furioso el Odio por el fracaso de la Ambición, envió a los Celos, quienes burlones y perversos inventaban toda clase de artimañas y situaciones para despistar el Amor y lastimarlo con dudas y sospechas infundadas. Pero el Amor, confundido, lloró y pensó que no quería morir, y con valentía y fortaleza se impuso sobre ellos y los venció. Año tras año, el Odio siguió en su lucha enviando a sus mas hirientes compañeros; envió a la Frialdad, al Egoísmo, a la Indiferencia, a la Pobreza, a la Enfermedad y a muchos otros que fracasaron siempre, porque cuando el Amor se sentía desfallecer tomaba de nuevo fuerzas y todo lo superaba. El Odio, convencido de que el Amor era invencible, les dijo a los demás: - " Nada que hacer. El Amor ha soportado todo, llevamos muchos años insistiendo y no lo logramos"...

De pronto, de un rincón del salón se levantó un sentimiento poco conocido y que vestía todo de negro, con un sombrero gigante que caía sobre su rostro y no permitía ver su aspecto. Era fúnebre como el de la muerte: - "Yo mataré al Amor", dijo con seguridad. Todos se preguntaron quién era ese, que pretendía hacer sólo lo que ninguno había podido. El Odio dijo: - "Bueno... si estás tan seguro, ve entonces y hazlo". Tan solo había pasado algún tiempo, cuando el Odio volvió a llamar a todos los malos sentimientos para comunicarles que después de mucho esperar, por fin EL AMOR HABÍA MUERTO. Todos estaban felices, pero sorprendidos. Entonces el sentimiento del sombrero negro habló: - "Ahí les entrego el Amor, totalmente muerto y destrozado", y sin decir más, se marchó. - "Espera "... dijo el Odio - "En tan poco tiempo lo eliminaste por completo, lo desesperaste y no hizo el menor esfuerzo para sobrevivir. ¿¿¿Quién eres???". El sentimiento levantó por primera vez su horrible rostro y contestó: - "SOY LA RUTINA".

QUÉ HACER CON LO QUE TENEMOS... El 18 de noviembre de 1994, Itzhak Perlman, el violinista, entró al escenario para dar un concierto en el Avery Fisher Hall del Centro Lincoln en la ciudad de Nueva York. Si alguna vez ustedes estuvieron en un concierto de Perlman sabrán que para él, llegar al escenario no es un pequeño logro. Tuvo polio cuando fue niño, tiene ambas piernas sujetas con bragueros y camina con la ayuda de dos muletas. Verlo cruzar por el escenario dando un paso por vez, costosa y lentamente, es una visión asombrosa. Camina penosa, pero majestuosamente, hasta que llega a su silla. Entonces se sienta lentamente, pone sus muletas en el suelo, afloja los sujetadores de sus piernas, coloca un pie hacia atrás y extiende el otro hacia adelante, luego se inclina y levanta el violín, lo pone bajo su mejilla, hace una señal al director y comienza a tocar. Hasta ahora, la audiencia estaba acostumbrada a este ritual. Ellos permanecen sentados mientras él hace su trayecto hasta su silla. Permanecen reverentemente silenciosos mientras afloja los sujetadores de sus piernas, y esperan hasta que esté listo para tocar.

Pero esta vez algo anduvo mal... Justo cuando él terminaba sus primeras estrofas, una de las cuerdas de su violín se rompió. Se pudo escuchar el ruido, sonó como un tiro atravesando el salón. No había equivocación sobre lo que ese sonido significaba. No había tampoco dudas sobre lo que él tendría que hacer. Los que estaban allí esa noche, pensaron para sí mismos -"tendrá que levantarse, ponerse los bragueros nuevamente, levantar las muletas y arrastrarse fuera del escenario, ya sea para encontrar otro violín o para encontrar otra cuerda para el suyo". Pero no lo hizo. En su lugar, esperó un momento, cerró sus ojos y luego hizo la señal al director de comenzar nuevamente. La orquesta comenzó, y el tocó desde el punto en el que se había detenido. ¡Y tocó con tanta pasión y tanto poder y tanta pureza, como ellos nunca lo habían escuchado antes! Por supuesto, todo el mundo sabia que es imposible interpretar un trabajo sinfónico con solo tres cuerdas. Yo sé eso y ustedes también lo saben, pero esa noche Itzhak Perlman rehusó saberlo. Se lo podía ver modulando, cambiando, recomponiendo la pieza en su cabeza. En un punto eso sonó como si estuviera sacando el tono de las cuerdas que se habían roto y extrayendo nuevos sonidos de ellas que nunca habían dado antes. Cuando terminó, hubo un impresionante silencio en el salón... y entonces la gente se levantó y lo aclamó. Hubo un extraordinario aplauso proveniente de cada rincón del auditorio. Estábamos todos de pie gritando y animando, haciendo todo lo que podíamos, para demostrar cuanto apreciábamos lo que acababa de hacer. El sonrió, se secó el sudor de sus cejas, detuvo su inclinación para aquietarnos y luego dijo, no con presuntuosidad sino en un tono reverente, pensativo, calmo: -"Ustedes saben, algunas veces la tarea del artista es descubrir cuanta música puede uno hacer con lo que aún le queda"... ¡Qué maravillosa reflexión ésta! Ha permanecido en mi mente siempre desde que la escuché. Y... ¿Quién sabe?... Tal vez es la definición de la vida, no solo para los artistas sino para todos nosotros. Aquí hubo un hombre que se ha preparado toda su vida para hacer música con un violín de cuatro cuerdas, quien repentinamente, en medio de un concierto, se encuentra con solo tres, así que él hace música con tres cuerdas y la música que hizo esa noche solo con tres fue más hermosa, más sagrada, más memorable que ninguna que él haya hecho jamás en un violín con sus cuatro cuerdas. Así que, tal vez, nuestra tarea en este mundo que vivimos, confuso, inestable y que cambia velozmente, sea hacer música; al principio con todo lo que tenemos y luego, cuando eso ya no es más posible, ...hacer música con todo lo que nos quede! Jack Riemer, Houston Chronicle, February 10, 2001.