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• Checo Tapia

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TEMA: “LA PARABOLA DEL SEMBRADOR”. TEXTO: Lucas 8:4-15

Fecha: 15 de enero de 2012

INTRODUCCION: 1.

A través del mensaje anterior busqué despertar en cada uno de ustedes una expresión de gratitud al Señor por su protección. Les ilustré una variedad de situaciones de las que fueron y fui librado. Además, busqué el sensibilizarnos en cuanto a la razón que el Señor tuvo y tiene para coronarnos con la vida. a-

Usted podría enumerar una serie de razones:

 2.

Se clasifican en personales, familiares, y en relación con el Reino de Dios.

El mensaje de hoy bien puede ser como una evaluación de cómo recibimos el mensaje de Dios a través de Su Palabra expuesta por un pastor. a-

Qué clase de terreno somos.

Lectura Bíblica: (4) “Juntándose una gran multitud, y los que de cada ciudad venían a él, les dijo por parábola: (5)El sembrador salió a sembrar su semilla; y mientras sembraba, una parte cayó junto al camino, y fue hollada, y las aves del cielo la comieron. (6)Otra parte cayó sobre la piedra; y nacida, se secó, porque no tenía humedad. (7)Otra parte cayó entre espinos, y los espinos que nacieron juntamente con ella, la ahogaron.(8)Y otra parte cayó en buena tierra, y nació y llevó fruto a ciento por uno. Hablando estas cosas, decía a gran voz: El que tiene oídos para oír, oiga. (9)Y sus discípulos le preguntaron, diciendo: ¿Qué significa esta parábola?(10)Y él dijo: A vosotros os es dado conocer los misterios del reino de Dios; pero a los otros por parábolas, para que viendo no vean, y oyendo no entiendan.(11)Esta es, pues, la parábola: La semilla es la palabra de Dios. (12)Y los de junto al camino son los que oyen, y luego viene el diablo y quita de su corazón la palabra, para que no crean y se salven.(13)Los de sobre la piedra son los que habiendo oído, reciben la palabra con gozo; pero éstos no tienen raíces; creen por algún tiempo, y en el tiempo de la prueba se apartan. (14)La que cayó entre espinos, éstos son los que oyen, pero yéndose, son ahogados por los afanes y las riquezas y los placeres de la vida, y no llevan fruto. (15)Mas la que cayó en buena tierra, éstos son los que con corazón bueno y recto retienen la palabra oída, y dan fruto con perseverancia”.(RVR 1960)

En primer lugar consideremos:

“ALGUNAS GENERALIDADES DEL TEXTO”.

A- Multitudes de diferentes ciudades acudían para oír a Jesús, y para recibir algún otro beneficio físico. 1.

Los Evangelios una y otra vez nos comentan de esa realidad. El que tenemos ante nosotros es una muestra de ello.

1

B- Jesús les expuso una parábola.

1.

¿Qué es una parábola? “Es una breve comparación basada en una experiencia cotidiana

2.

Jesús utilizó parábolas frecuentemente para enseñar las verdades mas elevadas en una forma que estuviese al alcance de todos. Su enseñanza contrastaba por su sencillez y sus imágenes con el estilo complejo de los antiguos filósofos.

3.

Los discípulos de Jesús le preguntaron qué quería decir aquella parábola; y Él se la explicó de la siguiente manera: A vosotros se os ha concedido penetrar en los secretos del Reino de Dios, porque sois discípulos; pero a los demás no se les puede hablar más que con ejemplos; para que, aunque ven, no comprendan, y aunque oyen, no se enteren.

de la vida, cuyo fin es enseñar una verdad espiritual. No son fábulas ni alegorías porque se basan en un hecho o una observación real o por lo menos verosímil (viable, creíble)”.

En segundo lugar consideremos:

“EL SENTIDO DE LA PARABOLA”.

A- La semilla es la Palabra de Dios.

1.

El púlpito cristiano se ha caracterizado por enseñar “todo el consejo de Dios”; independientemente de la condición o gusto de los oyentes.

B- El terreno es el mundo.

1.

Todo su contenido debería ser puesto a la disposición de cada persona, familias y pueblos.

2.

La parábola nos muestra que de varios modos puede oirse la palabra de Dios, sin recibir provecho alguno.

a-

Algunos oyen el mensaje con indiferencia.

 Aunque se les presente el hecho sublime de la pasión y muerte del Redentor, lo oyen todo con la mayor frialdad, como asunto que carece de interés. 2

 Las palabras penetran con rapidez en sus oidos, mas el diablo parece arrabatarlas, y regresan al hogar como si no hubieran oído sermón alguno.  Satanás prontamente aparta de su corazón la palabra oída. Escuche lo que dice el texto: “Para que no crean y se salven”. b-

Otros oyen el mensaje con verdadero placer, más el efecto que hace en sus corazones es de corta duración.



c-

Sus corazones, a semejanza del terreno pedregoso, producen tal vez una cosecha copiosa de deseos vehementes y nobles resoluciones; mas ni unos ni otras tienen sus raices en lo más profundo del alma, y se marchitan tan luego como sobre ellos sopla el huracán de la presión o de las tentaciónes. Otros oyen el mensaje,y aprueban todo lo que el predicador dice, mas no reciben provecho alguno, a causa de hallarse engolfados en los cuidados del mundo.



Quizá les agrade el Evangelio y deseen obedecerlo, mas no le dejan producir su fruto, porque otras cosas atraen sus afectos e insensiblemente les llenan el corazón. Conocen bien la verdad y tienen esperanza de ser algun día cristianos decididos; pero nunca llegan al punto de abandonarlo todo por amor de Cristo. No se resuelven a buscar primeramente el Reino de Dios, y así es que mueren en sus pecados.

 

d-

Otros oyen el mensaje,y aprueban y retienen con corazón bueno y recto todo lo que de la Palabra del Señor escuchan, y dan fruto con perseverancia.      

Muestran un genuino arrepentimiento. Muestran una fe determinante en Cristo. Se deciden por vivir en santidad. Elijen el camino de la humildad. Abrazan la Palabra de Dios sin cuestinarla irracionalmente. Se involucran en el plan de salvación por el mundo.

Aplicación:

3

  

Jamás debemos contentarnos con una ortodoxia estéril o con la fría profeción de verdaderos principios teológicos. Preciso es que cuidemos de que el Evangelio que hemos abrazado produzca abundantes frutos en el curso de nuestras vidas. Con frecuencia deberíamos repetir las palabras de Santiago: “Sed hacedores de la palabra, y no tan solamente oyentes, engañándoos a vosotros mismos”.

Concluyo con las siguientes declaraciones bíblicas: 

Jesús dijo: “De cierto, de cierto os digo, que el que guarda mi palabra, nunca verá muerte”.(Juan 8:51)



Juan el Apóstol dijo: “¡He aquí, vengo pronto! Bienaventurado el que guarda las palabras de la profecía de este libro”.(Apocalipsis 22:7)

Que el Señor les bendiga Hno. Orlando

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