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Para lipoveztky desaparece es esa imagen rigurosa de la libertad y se despliega libremente la personalidad íntima, la legitimación del placer, se reconocen las peticiones individuales, las instituciones se modelan en base a las aspiraciones de las personas. Los individuos ya no tienen que adaptarse a las reglas colectivas y se valoriza la realización personal. Esto viene acompañado del derecho a ser uno mismo, a disfrutar al máximo de la vida, Vivir libremente sin represiones, escoger íntegramente el modo de existencia de cada uno. lo importante es ser uno mismo, en la que por lo tanto cualquiera tiene derecho a la ciudadanía y al reconocimiento social, en la que ya nada debe imponerse de un modo imperativo y duradero. El individuo esta centrado en la realización emocional de uno mismo, menos atado a triunfar en la vida que a realizarse continuamente en la esfera íntima. Actos como hacer el “bien” al otro han sido actos suplantados por las normas y placeres individuales, hedonistas y egoístas; Se fragmentan las relaciones humanas y que afecta toda aquella actividad que tenga ver con estar juntos y tomar decisiones que afecten o beneficien a ciertos estratos de la sociedad; el desinterés por la actividad política es un claro reflejo de este individualismo. Cada vez la política importa menos y sus promesas cada vez desencantan cada día más, debido, entre otras consideraciones, por no cumplir con los placeres y beneficios de la vida individual y colectiva. Las empresas crean lazos que van encaminadas hacia el bienestar social, así como también, fomentar diversos mecanismos que permitan la armonía de la productividad con el medio ambiente. Se hacen campañas de reforestación, de caridad humana, del fomento a la salud y el deporte, de valores como la tolerancia, el respeto, la paz, entre otros. La individualización cultural tiene como característica principal el culto al placer, a la posesión y al consumo de bienes que fomenten la satisfacción personal del propio individuo. Las personas que habitan las sociedades modernas se caracterizan fundamentalmente por la falta de responsabilidad y compromiso con el otro. Estas actitudes, tienen como propósito maximizar la búsqueda de una vida placentera, inmediata y sin el más mínimo esfuerzo. Tener tiempo para el disfrute, la recreación y el descanso son inversiones para mantener una salud mental y una actitud positiva ante los quehaceres que mantienen condenado al individuo a su vida ordinaria.

BAUMAN Las relaciones humanas son mercantilizadas y se mantienen con la intención de conseguir beneficios que se expresen en placeres, entretenimiento y deseo individual. mundo de carácter empresarial y pragmático, ya que todo aquello que pueda demostrar su valor es digno de confianza y de estadía. Por lo que el individuo deja de tener un valor humano para considerarse un simple objeto de producción y consumo. Hay un desencanto de la polític. El individuo se convierte en su único salvador, promotor y perseguidor de su propio bienestar. Por lo que la actividad política se convierte en un montón de esperanzas frustradas. En consecuencia, el individuo prefiere emplear y hacer cosas que faciliten su bienestar individual que cambiar su realidad a través de acciones colectivas. el individuo se ve en la necesidad de competir, de transformarse eficazmente a través de una educación que no demerite tanto tiempo ni que establezca el mínimo esfuerzo de pensamiento y sensibilidad.    

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Se rechazan las formas típicas de abordar los problemas morales. Los grandes problemas éticos, como los derechos humanos, la justicia no han perdido vigencia, sino que se los aborda de una manera novedosa. Las acciones se eligen y hay una evaluación por su elección. “Lo correcto” que antes era un camino único, ahora se divide y tiene preferencias. Puede ser correcto en cierto sentido e incorrecto en otro. (moralmente adecuado) El ser humano es ambivalente en cuanto a lo moral y la ambivalencia está en la interacción. Los fenómenos morales no son regulares, repetitivos y predecibles por lo que no puede representarse como una guía de reglas. Y no pueden estar en ningún código ético. En cada situación, una elección puede decirse como buena en oposición a numerosas malas. La mayoría de la elecciones morales se hacen entre impulsos contradictorios y cualquier impulso moral si se deja actuar plenamente tiene consecuencias inmorales.

Comparar los dichos de Bauman vs Lipovetsky. (La era del vacio) LIPOVETSKY: Lo que se conoce como “individuos híper modernos”, en percepción de Lipovetsky, están informados y desestructurados, están más ideologizados y son más deudores de las modas, son más abiertos y más influenciables, más críticos y más superficiales, más escépticos y menos profundos. El ideal moderno de encuadrar a los individuos en el marco de reglas nacionales colec-tivas, se ha fragmentado y se busca masivamente la realización personal, la singularidad sub- jetiva. Emerge con fuerza el derecho a ser íntegramente uno mismo, a disfrutar al máximo dela vida individual .La persona se halla en un constante proceso de personalización en el contexto de unalógica individualista. Ya no se busca sólo la libertad política y económica, la libertad de crea-tividad artística o en el ámbito del conocimiento; sino además y principalmente en el ámbitode las costumbres y de lo cotidiano . Lipovetsky acentúa la descripción sobre la valoración: él describe hábilmente cómo percibe la sociedad en su pasaje de la Modernidad a la Posmodernidad, tratando de no enjuiciar la situación, aunque se manifiesta levemente optimista con ella. Bauman, por su parte, con una sufrida y variada experiencia de vida personal e internacional, no deja de enjuiciar valorativamente la situación actual, apreciando el valor de la solidaridad, y criticando el hecho de que el mercado y el consumo sean los formadores de los valores humanos. T -- la gente ya no se siente perseguida ni está dispuesta a hacer un esfuerzo por alcanzar ideales morales ni defender valores morales; los políticos han acabado con las utopías y los idealistas de ayer se han convertido en pragmáticos. - El más universal de nuestros eslóganes es «sin exceso». Vivimos en la era del individualismo más puro y de la búsqueda de la buena vida, limitada solamente por la exigencia de tolerancia (siempre y cuando vaya acompañada de un individualismo autocelebratorio y sin escrúpulos, la tolerancia sólo puede expresarse como indiferencia).

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Aparece un nuevo estadio del individuo, el narcisismo. El narcisismo inaugura la posmodernidad en donde se pone el interés en cuidar la salud, preservar la situación material, desprenderse de los complejos personales, esperar las vacaciones. Un sitio donde vivir sin ideal, sin objetivo claro y trascendente resulta posible. se observa una revolución interior, un fuerte movimiento de conciencia, un interés por el conocimiento y la realización personal. narcisismo como generador del abandono de la esfera pública en el que el yo se convierte en la preocupación central o. La relación con uno mismo reemplaza la relación con el otro. La autenticidad prima sobre la reciprocidad, el conocimiento de sí sobre el reconocimiento. Se observa una desaparición de la figura del Otro. Yo es Otro anuncia el proceso narcisista. Así no queda más remedio que luchar contra la adversidad temporal, 15 permanecer joven, no envejecer.

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los individuos aspiran a mantenerse desapegados emocionalmente del otro, a tener relaciones sin compromisos profundos, a no sentirse vulnerables y a mantener una independencia afectiva. relaciones libres manteniendo un estado de indiferencia, de desapego respecto del otro, para evitar decepciones afectivas e incluso de los propios impulsos que amenazan el equilibrio interior. Se levantan barreras contra las emociones y se deja de lado la intensidad afectiva. Para Lipovetsky, sería el fin de la cultura sentimental y del nacimiento de una cultura en la que las personas viven en constante estado de indiferencia y a salvo de las pasiones propias. De una civilización del deber a una cultura de felicidad subjetiva, de los placeres y del sexo, la cultura del self-love gobierna la sociedad, normas de satisfacción y deseo de realización íntima; puede considerarse a ésta la ruptura más espectacular del ciclo posmoralista. La liturgia del deber ya no tiene lugar en el terreno social, el bienestar y los placeres están magnificados, pero la sociedad civil está deseosa de orden y moderación el autor en cuestión hace énfasis en la cultura del bienestar, el imperativo narcisista glorifica sin cesar a una cultura higiénica, deportiva, estética y dietética. La ética de la felicidad no solo es consumista, sino que sobre todo, de la valoración al cuerpo. individuo narcisista, guiado por el placer y el egocentrismo que se desarrolla de tal forma en gran parte, influenciado por las pantallas multimedias las cuales generan la pérdida de intimidad y el mostrarse como un espectáculo, aquel espectáculo en el que el sujeto se mercantiliza 22 y se propone mostrarse como el ideal, pues para ese ideal, se centra en su yo y en el ser aquel que se destaque para pertenecer en la era digital.

Bauman: vida de trabajo como a la cultura de masas del sistema capitalista como alienantes yempobrecedoras del espíritu humano, Bauman entiende el proceso de liquidez como unfenómeno fundamentalmente negativo Esta visión contrasta parcialmente con la de Gilles Lipovetsky, sociólogo francés, quien encuentra que los nuevos tiempos no solamente han modificado las estructuras sociales en detrimento de las relaciones humanas y la individualidad sino que también han abierto nuevos campos de esperanza para la igualdad y la justicia sociales -Exite una desatención hacia las normas. El comportamiento ético correcto se evalua en función de términos económicos convenientes a cada situación. Nueva tendecia orientada a la conveniencia individual, se sobrepone el bien individual por sobre el bien común. -la modernidad sólida configuró un paradigma basado en la estabilidad en prácticamente todos los aspectos de la vida social (el empleo, la educación, la seguridad social), la modernidad líquida produjo una eclosión que desmanteló las nociones y las instituciones que daban certidumbre a la vida pública. -Al perder peso el valor de los individuos productivos en la sociedad (llámense obreros, burócratas, profesionistas), se pone el acento en otros conceptos como el tiempo, la libertad o la felicidad como nuevos objetivos de vida.

- Para Bauman, en la era de consumo la exposición de los individuos a los caprichos del mercado laboral y de bienes suscita y promueve la división y no la unidad; premia las actitudes competitivas, al 16 tiempo que degrada la colaboración y el trabajo en equipo al rango de estratagemas temporales que deben abandonarse o eliminarse una vez que se hayan agotado sus beneficios. - Tiempos en los que no se puede planificar y que nos lleva a transitar sin saber por dónde ni hacia dónde, sin posibilidad de planificación ni objetivos claros y obligándonos a vivir en un mundo definido por la fragilidad, la inseguridad, lo momentáneo y lo transitorio. - Se mide a los otros en términos del placer que puedan aportar, en relación al costo-beneficio, como compañeros en la solitaria tarea de consumir - En consecuencia, Bauman estima ver en la Posmodernidad y en la moralidad una característica típica: la incertidumbre. Hay incertidumbre sobre todo lo que se ha hecho o debía hacerse. Ella acompaña a la condición del yo moral. Ya no tiene relevancia configurar la identidad, no hay una identidad perdurable en el tiempo. Lo que importa es re-configurarla. Las identidades deben ser desechables, fáciles de abandonar. Un atributo con el que podría describirse la identidad deseada en la actualidad es la biodegradabilidad. Al no haber valores perdurables respaldados por una autoridad, lo que resta es analizar las opciones ofrecidas como si fueran mercancías comercializadas, ver cuál es su valor en el mercado. Los jóvenes tienen una aptitud especial para mercantilizarse. Y la eficacia de esto se mide 14 fundamentalmente por la cantidad de contactos que tiene cada uno (redes sociales, por ejemplo). (Bauman).