Barroco

El barroco es un movimiento artístico y cultural dominante en el siglo XVII caracterizado por una evolución de las ideas

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El barroco es un movimiento artístico y cultural dominante en el siglo XVII caracterizado por una evolución de las ideas y los aspectos temáticos y formales del Renacimiento. La visión neoplatónica e idealista del mundo renacentista entra en crisis, se hace compleja, conflictiva y contradictoria. Los recursos formales se intensifican en la búsqueda de nuevos caminos para la expresión artística. Al principio el término barroco no se utilizó más que para las artes plásticas, es en los años 1920 cuando se empieza a hablar de barroco literario, aunque su período de influencia se ubica entre los siglos XVI y XVII dando la idea de que el movimiento afectó no sólo a la forma y a la plástica, sino también a las formas literarias. Aún más importante, asumir la existencia de un barroco literario supone asumir el barroco como un movimiento de tipo ideológico, no sólo formal y ver su profunda relación con la Contrarreforma. Sin embargo, esto llevó a algunos mucho más allá, negando su relación con el Renacimiento y presentándolo como un movimiento enfrentado, lo que tampoco es cierto. El barroco trae consigo una renovación de técnicas y de estilos. En Europa, y sobre todo en España la Contrarreforma influye en gran medida sobre este movimiento; las expresiones italianas que llegaban desde el Renacimiento se asimilan pero al mismo tiempo se españolizan y las técnicas y estilos se adaptan aún más a la tradición española. Los poetas barrocos del siglo XVII, siguieron mezclando estrofas tradicionales con las nuevas, así cultivaron el terceto, el cuarteto, el soneto y la redondilla. Se sirvieron de copiosas figuras retóricas de todo tipo, buscando una disposición formal recargada. No supone una ruptura con el clasicismo renacentista, sino que se intensifican los recursos estilísticos del arte renacentista, en busca de una complicación ornamental, en busca de la exageración de los recursos dirigidos a los sentidos, hasta llegar a un enquistamiento de lo formal. En este siglo XVII en que aparece el movimiento barroco se intensifican los tópicos que ya venían dándose en el Renacimiento, pero en especial los más negativos: fugacidad de la vida, rapidez con que el tiempo huye, desaparición de los goces, complejidad del mundo que rodea al hombre, etc. La Literatura del siglo XVI se expresaba en un estilo sereno y de equilibrio; el barroco del XVII viene a desestabilizar esa serenidad y diversas fuerzas entran en conflicto. Estas características se dan en toda Europa y en cada país toman un nombre diferente:   

Eufuismo le llaman los poetas ingleses Preciosismo en Francia Marinismo en Italia

Barroco en europa  Tradicionalmente se denomina "Barroco" al período de transcurre desde el siglo XVII al XVIII. La especial actitud estilista que caracteriza al arte barroco alcanzó su momento de madures en Italia hacia 1630 y se desarrolló en los cuarenta años siguientes. A partir de ese momento se difundió por todas las naciones de Europa. El arte barroco jugó un papel importante en los conflictos religiosos de este periodo. Frente a la tendencia protestante a construir los edificios para el culto de una manera sobria y sin decoración, la iglesia católica usó para sus fines litúrgicos la grandiosidad y la complejidad barrocas. El papado reaccionó contra la división que provocó la reforma iniciada por Lutero generando el movimiento que se conoció como la Contrarreforma. La arquitectura, la escultura y la pintura fueron utilizadas para el prestigio de la autoridad papal e ilustrar las verdades de la fe. En este sentido se puede afirmar que el barroco es la expresión estética de la Contrarreforma. La monarquía utilizó la magnificencia de este arte para poder hacer propagandas que los beneficiasen, ya sea en el arte o en la sociedad. La burguesía de la época, que había logrado obtener un papel muy notable, utilizó el Barroco para expresar sus ideas y trascender más allá de su época. En la arquitectura se dan las superficies onduladas, las plantas elípticas y las trabazones interrumpidas, acompañadas de una exageración de la monumentalidad. La arquitectura barroca española influyó activamente en América del Sur y contó entre sus principales figuras representativas a José de Churriguera (retablo de San Esteban de Salamanca), a José de Ribera y a arquitectos del s. XVIII como Hipólito Rovira, Casas Novoa y Leonardo de Figueroa. Entre sus manifestaciones se destacan la basílica de Guadalupe, la fachada del Sagrario de la catedral, la capilla del Pocito y las iglesias poblanas, en México, y en el Perú una arquitectura en la que se entremezclan el empleo de la columna salomónica con el de la hojarasca decorativa indígena. En la escultura cobra papel decorativo en la composición general, y en las grandes pinturas murales viene a corroborar el gusto por la teatralidad, que asimismo reflejan los fondos de los retratos y los grandes altares de las iglesias, con su complicada estructura y dramática vivacidad. Se destacan el movimiento y el dinamismo; las imágenes muestran pasiones violentas, lentas y exaltadas. La valorización de aquellos motivos heroicos de la cultura renacentista injertos en la Contrarreforma y la pintura del Greco y de Caravaggio introdujeron nuevos contenidos religiosos y morales y contribuyeron a una radical renovación de la expresión figurativa. El fortalecimiento de la Iglesia católica trajo consigo una vigorosa reanudación de motivos estrictamente renacentistas, y al mismo tiempo en la pintura se abría paso un eclecticismo académico y el creciente interés por la decoración. En este eclecticismo y naturalismo, de tipo decorativo, tienen su origen las alegorías de los cuadros devotos (la calavera, el éxtasis celestial, la mirada en rapto doloroso o apasionado), con su estabilización de la iconografía sacra, y, paralelamente, el cultivo de una serie de temas de devoción y de ilustraciones de la verdad de la fe y de los sacramentos, fruto de una gran demanda por parte de la Iglesia. La expresividad de las figuras representadas y el intenso claroscuro son unas de las características más importantes de este período en la pintura.

En resumen, el Barroco se caracteriza por la acumulación de formas y excesos de superposición de elementos ornamentales y en el cual aparecen columnas retorcidas y pilastras que no sostienen nada, arquitrabes y muros que se doblan y retuercen, figuras en los cuadros iluminados de forma antinatural y esculturas que buscan efectos ilusionistas. Responde a una mentalidad cada vez más homogénea, que adoptó sin embrago en los diversos países formas diferentes. Se puede decir que el barroco es un estilo comprensible para todos que se manifiesta con dos ideas contrapuestas: a) el barroco lujoso y cortesano, teatral y católico y b)el barroco burgués destinado a representar la vida real, cotidiana y que abarca al protestantismo. En la segunda mitad del XVII se desarrolló en el norte de Europa un estilo clásico diferente, conocido como neoclasicismo. Barroco en francia 1. En Francia surge una generación de grandes pintores, influidos por la pintura italiana pero dotados de gran personalidad, y cuyo arte está orientado hacia la realidad del mundo y se satisface con la representación de escenas familiares (Le Nain, Philippe de Champaigne, Georges de la Tour). El único que escapa a esta regla es Claude Lorrain, inspirado por el clasicismo pagano italiano. Algunos edificios característicos del arte francés fueron los bellos palacios, de los cuales el más imponente es el de la residencia que Luis XIII hizo construir en Versalles, originariamente una pequeña construcción de ladrillos que Luis XIV hizo embellecer y ampliar. Así alrededor del patio central primitivo, Le Vau añadió dos alas que llegaban hasta el jardín y entre las que quedaba una gran terraza. En ese espacio Manzart construyó una galería que luego se convirtió en el salón de los espejos. Por último los jardines fueron decorados por Lenotre que dispuso una serie de escalinatas que descienden del palacio al jardín. 2. Mencione las características del Barroco en Italia y Francia. 3. Realice la descripción del Vaticano y mencione tres arquitectos famosos que participaron en su construcción.

La Ciudad del Vaticano, también llamada la Santa Sede, se encuentra en Roma. Dentro de ésta se encuentra el Museo que guarda los tesoros artísticos del Vaticano. Se divide en distintas colecciones independientes. Las más importantes son el Museo Pío Clementino, con estatuaria griega y romana; la Galería Chiaramonti, con esculturas griegas y renacentistas; el Museo Gregoriano, con objetos egipcios y etruscos; la Pinacoteca, rica especialmente en pintura italiana; la Biblioteca, fundada en el s. XV, etc. Las Estancias y la Capilla Sixtina también forman parte del Museo. Desde el siglo XVI es la sede del máximo representante de la Iglesia Católica y en ella se levanta el mayor templo cristiano. Esta ciudad comprende La Basílica de San Pedro, los palacios Vaticanos y otras edificaciones de menor relevancia. También forman parte de esta algunos edificios situados fuera de sus límites, como: la basíliva de Santa María

la Mayor; San Juan de Letrán, San Pablo Extramuros y la Villa y el palacio de Castelgandolfo Se llega a la basílica de San Pedro por la vía de la conciliación, trayecto obligado para acceder a la monumental plaza de San Pedro (obra de Bernini realizada entre 1656 y 1667). Esta plaza es de forma elíptica y está cerrada en el fondo por la Basílica que se prolonga sobre ella con un pórtico dórico. Su origen se remonta a la basílica construida por Constantino el Grande en 324. En el s. XV, temiéndose por su integridad, se decidió reconstruirla. En 1506, Julio II adoptó el proyecto de Bramante (planta de cruz griega, tres naves), continuado por Rafael, Sangallo, Miguel Ángel (que añadió la gran cúpula, que realizaron Vignola, Della Porta y Fontana) y Bernini (que construyó la columnata exterior y el baldaquino interior de bronce). Alberga la Pietà, de Miguel Ángel; la Confesión, de Maderno, y numerosos monumentos funerarios de Bernini, A. Pollaiuolo, Algardi, Fontana, Canova.

Barroco en Italia

El fenómeno espiritual que cristalizó en Italia las nuevas concepciones artísticas fue la contrarreforma; de ahí que precisamente la ciudad de los papas constituyera la sede de un trabajo de remodelación basado esencialmente en la exaltación temática religiosa, una de las líneas maestras de la arquitectura barroca tanto en sus inicios en Roma como en posteriores etapas de plenitud en todo occidente. De acuerdo con las ordenes del papado proliferó la obra de numerosos arquitectos urbanistas: junto al las edificaciones de los tres grandes nombres del período mayor del florecimiento barroco, Piero de Cortona, Bernini y Borrominni entre otros. El proyecto de reforma emanado por la autoridad papal respondió a una necesidad político-religiosa: volver a conferir importancias a las grandes basílicas romanas y enlazarlas entre sí por medio de calles que facilitasen sus visitas a los peregrinos. Pero también fue respuesta una situación económica y social ya que siendo Roma aún una ciudad amurallada, su población crecía más y más. Las bellas fuentes que caracterizaban a roma fueron construidas durante el siglo XVI. Una de las más famosas es la fuente de Trevi realizada por Niccolo Salvi. Los recursos de urbanización y ornamentación fueron aplicados en las villas de los Papas y Cardenales en cuyos jardines se alternaban bosques y praderas pobladas de ruinas, estatuas y fuentes. Los dos arquitectos por excelencia fueron Bernini y Borromini. Gian Lorenzo Bernini, nacido en el año 1598 y muerto en el 1680 fue escultor, arquitecto y pintor. Fue, con Borromini, el artista más representativo del barroco romano del s. XVII. En su carrera influyó decisivamente la protección que le prestaron los papas Urbano VIII (1623-24) y Alejandro VII (1655-57). Imprimió efectos escenográficos a sus obras de arquitectura, combinando en ellas la proporción y la perspectiva: baldaquino de la basílica de San Pedro (1624), columnata de San Pedro (1657-67), etc. Su escultura se caracteriza por un extraordinario sentido del movimiento,

expresividad y penetración psicológica: Dafne (1622, Galería Borghese) y, sobre todo, Santa Teresa y el Ángel (1644-47). También fue obra de Bernini la escalera regia del Vaticano que conduce a los pisos superiores del palacio, las Iglesias de San Andrés y el Sudario. Quizá su obra mayor fue la urbanización externa de la Plaza de San Pedro, en donde los brazos del pórtico representan, los brazos de la Iglesia extendidos hacia la cristiandad. Francesco Borromini, nacido en el 1599 y muerto en 1667. Fue un arquitecto e inició su carrera en Roma, con Maderna, como dibujante y escultor. Después trabajó con Bernini pero fue más audaz y revolucionario que éste. Casi todas sus obras son encargos de órdenes religiosas. La columnata del palacio Spada (1632) fue su primera obra arquitectónica. Siguen las iglesias delle Quattro Fontane, Santa Inés y San Ivo alla Sapienza. Sus planos son un alarde de penetraciones fantásticas de unos elementos con otros, acentuando su dinamismo vertical y horizontal. Tuvo gran influencia en la Europa del s. XVII. En cuanto al resto de Italia fue en Nápoles y en Sicilia donde el barroco fue aceptado con entusiasmo donde la arquitectura fue libre y se descubrió con una fastuosa y pintoresca. En Florencia el Palacio de Pitti con techos barrocos; en Venecia se levanta la torre de Santa María de Saludi. En el norte, Turín es una ciudad barroca donde son característicos el Palacio real de Carignano, el panteón real y el castillo Stupigni. Barroco en Austria La monumentalidad de Viena y Salzburgo oculta a los viajeros una de las rutas de mayor interés cultural y paisajístico de Europa. Una ruta cuyo denominador común es el triunfo del arte barroco. Precisamente, fue durante los siglos XVII y XVIII cuando la aristocracia y el clero vivieron una auténtica furia constructiva que les llevó a levantar palacios y grandes abadías, convirtiendo a Austria en el país del barroco. Si en Viena los palacios de Schönbrunn y Belvedere resumen el lujo alcanzado por la corte imperial, pronto descubriremos que también amaban la vida en plena naturaleza. Las grandes masas boscosas que rodean a la capital austriaca siguen colmando los deseos de ocio activo de los vieneses. Uno de los lugares preferidos es el Monasterio de Klosterneuburg, cuyos inicios en plena época del románico han sido recubiertos por la pátina dorada de la decoración barroca. La abadía conserva maravillas de otras épocas, como el fabuloso altar de Nicolás de Verdún y el mayor candelabro románico que existe, las fabulosas vidrieras medievales y uno de los mejores órganos de la cristiandad, donde Bruckner lograba arrancar sonidos audaces.

Es fácil escucharlo antes de internarnos en la desmesura del rey Carlos VI, que intentó emular al monasterio de El Escorial, sólo que en estilo barroco. Quedó sin concluir tras la muerte del rey y la negativa de su hija, la emperatriz María Teresa, a seguir enterrando más florines en un palacio que sólo distaba 10 kilómetros de Schönbrunn, su residencia favorita. La romántica ciudad de Steyr inclina El monasterio sigue siendo el mayor productor las coloreadas fachadas de sus casas de vino de la zona y hay que visitar su bodega ante uno de los dos ríos que la bañan. antes de continuar el viaje bordeando el Danubio, entre los pueblos vinateros y las grandes fortalezas de la Wachau. Los ciclistas cuentan con vía propia junto a la ribera, existiendo la posibilidad de alquilar las bicicletas para darse una vuelta absolutamente bucólica.

Colinas de viñedos. Las paradas obligadas hay que realizarlas en Krems y en el idílico Dürnstein, asomado al paso del Danubio, entre la fortaleza en la que estuvo preso Ricardo Corazón de León y la preciosa torre barroca de Stiftkirche. En medio de las colinas repletas de viñedos surgen las torres de la ciudad de Spitz, aunque sus subterráneos son más tentadores para los amantes de los vinos rubios de la zona y de las catas. Pero si una imagen pudiera definir todo el recorrido por el corazón barroco de Austria, sería la del monasterio de Melk reflejándose en las aguas del Danubio. Su conjunto arquitectónico es una obra maestra, donde los excesos propios del barroco han sido sustituidos por el equilibrio de formas que tanto gusta en centroeuropa. Pero Melk es ante todo la gran biblioteca que, con sus 80.000 volúmenes y 2.000 manuscritos, sirve de escenario a Umberto Eco en su novela El nombre de la rosa. Abandonamos el curso del Danubio para internarnos en los bosques y montañas que preludian el paisaje de Estiria en busca de otra maravilla barroca, el monasterio de Lilienfeld, con el mayor claustro de toda la Baja Austria. Entre la elegante decoración, surge la tumba de Cimburga, la abuela de Maximiliano y la culpable de la deformación de la mandíbula inferior que sufrieron los Austrias, sobre todo los reyes españoles. La curiosa anécdota hace sonreír a uno de los 12 monjes que todavía viven en el monasterio. La carretera atraviesa la zona de vegetación más densa de Europa, con 500 kilómetros cuadrados de arboleda continua, que convierten a la región austriaca de Estiria en uno de los grandes pulmones del Viejo Continente. Algunos llegan hasta aquí para realizar senderismo, pedalear por los caminos casi secretos y enseñar a sus hijos a esquiar en las suaves pistas de Mariazell. Pero la mayoría son peregrinos de los antiguos países del Este en busca de la basílica dedicada a la Virgen: otra ostentación barroca de primera magnitud.

Graz, la capital de Estiria, es un olvido injusto de los viajeros. Merece una reivindicación, ya que su casco antiguo está repleto de edificios monumentales, como corresponde al que fuera un gran centro de poder de los Habsburgo. Sus estrechas calles peatonales, siempre llenas de estudiantes de la universidad, asombran por las fachadas barrocas recubiertas de estucos y sus tonos pastel.

Ciudad del arte. La basílica de Mariazell es el destino Arriba, el reloj que simboliza la ciudad y los de multitud de peregrinos del este restos de la fortaleza se asoman a un europeo. impresionante paisaje de tejados, cúpulas, bosques y montañas. Iglesias y palacios despliegan su monumentalidad, pero Graz es una ciudad de apasionantes colecciones. La de la Alte Galerie goza de un prestigio mundial por sus obras de arte pertenecientes al Medievo, al Renacimiento y al Barroco. Más curiosa todavía es la de Landeszeughaus, la mayor colección del mundo de armas de los siglos XVI y XVII, usadas por las tropas mercenarias en sus batallas contra las invasiones turcas. Las altas montañas y los precipicios aguardan en la carretera del Hierro que conduce hasta Admont, cuyo monasterio oculto entre el silencio de las montañas completa la sucesión de templos barrocos con bibliotecas de excepción. El dramatismo del paisaje se serena en la ciudad de Steyr, en la confluencia de dos ríos utilizados para el transporte del hierro en grandes barcazas. Hoy posee una imagen romántica, con las fachadas decoradas con pinturas, los tejados temerariamente inclinados y las iglesias lanzando al cielo sus altas torres. Steyr pertenece a la Austria montañosa, de verdes valles salpicados de casas típicas y lagos. A ritmo de vals, concluimos la ruta en la ciudad-balneario de Bad Ischl, donde Francisco José y su amante Catalina Schratt hacían vida pública sin importarles la emperatriz Sissi. En torno a ellos se reunía en verano la corte en los numerosos palacetes de la localidad. Todavía perdura este ambiente aristocrático, con los cafés animados por orquestinas y los hoteles cuya clientela sigue disfrutando de los baños termales. Es un símbolo de la vieja Europa que se niega a morir. DECADENCIA DEL BARROCO EN EUROPA La palabra BARROCO parece venir del vocablo barrueco con la que son designadas en español y portugués las perlas irregulares. En sentido estricto se llama barroco a una época particular que abarca gran parte del siglo XVII en Europa y que constituye una evolución del renacimiento. En este periodo el arte cambia: partiendo de las sencillas y armónicas formas renacentistas, da lugar a un arte complicado, rebuscado que deja de lado la CLARIDAD y la NATURALIDAD. Los artistas, habiendo asimilado las enseñanzas de los clásicos emplean los mismos recursos pero con criterio que no se ajustan ya a los viejos cañones. Ávidos de novedades, dan gran importancia el ingenio personal, y la originalidad es una de sus mayores aspiraciones. El resultado es que en ocasiones las obras pierden el sentido de la mesura, el equilibrio y ACUMULAN

ELEMENTOS, dando lugar a obras artificiosas y afectadas. Ya no es una obra ESTETICA, sino dinámica, sorprendente, en la que los elementos clásicos, han perdido su función de la utilidad y ahora son solo ornamentación. Dentro de la época barroca se inserta el gran teatro español del siglo de oro y, en Inglaterra, el mayor dramaturgo de todos los tiempos, William Shakespeare. El Barroco, en todas sus manifestaciones, surge directamente de los CONFLICTOS RELIGIOSOS que asolan a Europa en el siglo XVII y de los procesos de asentamiento de las MONARQUIAS como poder absoluto dentro de sus territorios. Como contestación a la REFORMA LUTERANA, el arte cristiano se vuelve austero y circunspecto, rescatando la religiosidad y la introspección. Posteriormente, la necesidad de las monarquías de demostrar su poder absoluto e incontestable vuelve el arte suntuoso y exagerado y lo arranca de la exclusiva esfera religiosa para instalarlo en los palacios. La ciencia barroca, por otra parte, ligada al desarrollo de los modernos estados y por lo tanto fomentada desde las monarquías, va a conocer un periodo de esplendor y desarrollo sin precedentes, y sus repercusiones influirán sobre todas las esferas de la vida humana, contribuyendo a crear una nueva MENTALIDAD.  



El arte será el vehículo de propaganda tanto de la Iglesia de la Contrarreforma, como de los Estados absolutistas o de la burguesía protestante. En el barroco la figura humana se alza como objeto decisivo del arte, pero no en su forma idealizada, sino en cualquier aspecto, ya sea este bello o feo, sublime o cotidiano. En el barroco podemos distinguir tres períodos: temprano o primitivo, de 1580 a 1630, pleno, de 1630 a 1680, y tardío o rococó, de 1680 a 1750.

Las diferencias entre el Renacimiento y el Barroco son que en el renacimiento se tenía una visión plástica y de contornos, composición en planos, formas cerradas, unidad compositiva y claridad absoluta de cada objeto, y en el Barroco se tenía una visión pictórica y apariencia, composición con profundidad, formas abiertas, subordinación al motivo y claridad relativa Arquitectura En el barroco la arquitectura va frecuentemente unida al urbanismo. La ciudad se vuelve escenográfica. El palacio es el típico edificio de vivienda urbana para las familias poderosas. El hotel es un tipo de vivienda unifamiliar exenta y rodeada de jardines, burguesa. El templo es el lugar del sermón y la eucaristía. Se trata de un sitio de representación teatral. Escultura Los temas tienden a ser más profanos, mitológicos, en donde el desnudo adquiere particular importancia. Además, la escultura se vuelve urbana, aparecen en las calles, plazas y fuentes, integradas con la arquitectura.

La escultura barroca se caracteriza por su fuerza y su monumentalidad, su movimiento compositivo, su dinamismo, proyectado hacia fuera, sus composiciones diagonales, su expresividad y su tratamiento de la ropa.