Arquitectura Paleocristiana. Estructura Para Ponencia

Arquitectura Paleocristiana Planificación de clase Viernes 11 de abril de 2014 – Lucía Collazo y Elena López. Historia d

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Arquitectura Paleocristiana Planificación de clase Viernes 11 de abril de 2014 – Lucía Collazo y Elena López. Historia del Arte II Prof. Alejandra Noain CONTENIDOS

1) ARTE PALEOCRISTIANO i. Concepto ii. Ubicación Espacio – temporal

2) CLASIFICACIÓN DE LA ARQUITECTURA PALEOCRISTIANA Y DESCRIPCIÓN FORMAL i. Catacumbas (breve descripción, características generales, usos, ubicación espacio – tiempo, planos, composición y decoración). ii. Basílicas (breve descripción, características generales, usos, ubicación espacio – tiempo, planos, composición y decoración). iii. Descripción de una basílica. Santa María la Mayor.

¿Por qué el tema? Nos resultó interesante trabajar el tema del Arte Paleocristiano, más precisamente la arquitectura, porque encontramos que allí se observan las manifestaciones artísticas que reflejan el momento bisagra entre las dos culturas: la cultura clásica y la cultura medieval, en cuanto a Europa Occidental se refiere.

1) ARTE PALEOCRISTIANO

I – CONCEPTO Etimológicamente, la palabra compuesta paleo-cristiano, significa “cristiano viejo”, por lo que entendemos que el arte paleocristiano ha de ser las primeras manifestaciones artísticas del cristianismo. ALGUNOS AUTORES a) El máximo valor del arte cristiano primitivo lo constituye el hecho de servir de puente entre las dos culturas occidentales: la clásica y la cristiana. Con el arte de las primeras comunidades cristianas asistimos al cambio decisivo de unas formas de arte a otras radicalmente diferentes, donde el realismo clásico será sustituido por el expresionismo cristiano. (Fernández, págs. 92 - 95)

b) W. Sas – Zaloziecky: “El arte paleocristiano constituye, en la historia de Occidente, la primera expansión artística de valor universal, una expansión que, desbordando la cuenca mediterránea, sienta las bases de todas las futuras manifestaciones del arte en Occidente” (Sas Zaloziecky, 1987)

(Agregar un breve análisis de estas definiciones)

II – UBICACIÓN ESPACIO TEMPORAL Cuando hablamos de arte paleocristiano, nos ubicamos en toda la Cuenca del Mediterráneo. Pone en contacto el mundo oriental (Egipto, Siria, Persia…) y el occidental. El arte paleocristiano, no supuso una ruptura con el pasado, sino que por el contrario, se sirve de los elementos clásicos para aportarle otros significados. En él se pueden observar las influencias del arte greco – helenístico y del Bajo Imperio Romano, combinando el lenguaje artístico de Oriente y Occidente, al que se le imprime un carácter espiritual a la obra de arte. Para hablar de las manifestaciones artísticas paleocristianas debemos ubicarnos entonces de los primeros siglos de la era cristiana desde el siglo I hasta finales del siglo V. Si bien las aportaciones paleocristianas, serán el camino a recorrer durante toda la Edad Media, al proceso de institucionalización y de hegemonía de la Iglesia, le irá sumando cada vez más lujo y las rudimentarias basílicas se irán transformando en ornamentadas iglesias. Por otro lado, la diferenciación artística entre la mitad oriental y occidental se hará cada vez más visible, por lo que nos centraremos en la parte occidental, ya que en oriente predominará el Arte Bizantino. La doctrina del cristianismo, poseía todo lo que favorecía al éxito, la decadencia del imperio, la marginación y situación social que padecían las grandes masas, sobre todo las más humildes y desheredadas, que se hacinaban en los núcleos urbanos, determinaron la rápida aceptación de la nueva creencia, que suponía para ellas la única posibilidad de esperanza y de igualdad. Por ello, entendemos que este fenómeno, fue principalmente de origen urbano, lo que favoreció su difusión por toda la cuenca del mediterráneo. Bajo el emperador Diocleciano, se produce la mayor persecución a los cristianos, es en esta época se habla de la era de los mártires. Inmediatamente después, Constantino promulga el Edicto de Milán: Yo Constantino Augusto, y yo también Licinio Augusto, reunidos felizmente en Milán, para tratar de todos los problemas que afectan a la seguridad y al bienestar público,

hemos creído nuestro deber tratar junto a los restantes asuntos (…)aquellos en los que radica el respeto a la divinidad, a fin de conceder tanto a los cristianos como a todos los demás, facultad de seguir libremente la religión que cada cual quiera, de tal modo que toda clase de divinidad que habite la morada celeste nos sea propicia a nosotros y a todos los que están bajo nuestra autoridad”. Este edicto no institucionaliza el cristianismo, lo que hace es sacarlo de la clandestinidad. Estos dos antecedentes son determinantes para las manifestaciones cristianas, marcando entonces dos períodos bien definidos: el período de la clandestinidad, donde los cristianos más acomodados prestaban sus casas y donde predomina el uso de la catacumba, como espacio principalmente funerario y un segundo período, el período de la apertura pública, donde se utilizan la estructura Basilical para el desarrollo de las congregaciones cristianas.

2. CLASIFICACIÓN DE LA ARQUITECTURA Y DESCRIPCIÓN FORMAL

I. LAS CATACUMBAS

Ilustración 1. Plano de las Catacumbas

Son un enorme complejo subterráneo de túneles, canteras abandonadas que fueron utilizadas como necrópolis, por cristianos, judíos y paganos de las distintas religiones del Imperio, desde finales del siglo II.

Partes de la catacumba:

Ilustración 2. Representación de la escala

Están compuestas por cuatro partes fundamentales: a) Ambulacra, extensas y angostas galerías que conectaban las distintas partes de la catacumba. b) Cubícula¸ cámaras con lucernarios o chimeneas de aireación. c) Loculi , nichos rectangulares cavados en las paredes de los pasillos. d) Acrosolios, nichos destacados por medio de un arco que simbolizaba el triunfo sobre la muerte, claro paralelismo con el arco del triunfo de los emperadores romanos.

Ilustración 3. Ambulacra y Loculi

Ilustración 4. Lucernario

Ilustración 5. Arcosolio

Un ejemplo de representación pictórica:

Lo más destacado de estos complejos, son las representaciones pictóricas que en él se encuentran. Sin entrar en éste análisis que excede esta clase, es importante destacar que durante los primeros siglos la fe cristiana buscó propagarse, y lo logró con éxito gracias, entre otras cosas, a resignificar la iconográfica clásica, transmitiendo los mensajes de la nueva fe cristiana. Así por ejemplo, era muy común encontrar frescos que ilustraban de forma muy rudimentaria, mensajes bíblicos, pero utilizando las imágenes más comunes dentro de la iconografía pagana. Las representaciones suelen estar simplificadas, frontales, planas y figurativas, se abandona así el volumen, la profundidad espacial y el naturalismo logrados en la época clásica. Así como también la identificación del artista, éste, entra nuevamente en el anonimato del arte en la Historia del Arte Occidental. Es común ver representado variedad de aves, el ave fénix, por ejemplo, representa la resurrección de Cristo y la inmortalidad del alma.

Ilustración 6. Representación pictórica de un cubículum del Cometerius Majus

Fue muy difundida también la imagen del buen pastor, en el caso de la figura 6, constituye el centro de la composición y por tanto es el centro temático. Aunque es un tema antiguo (ej. Moscóforo griego que simbolizaba la filantropía) ahora el pastor simboliza la figura de Cristo que salva al cordero (alegoría del alma cristiana).

II. LAS BASÍLICAS

Una vez proclamado el Edicto de Milán por Constantino en el 313, se dispara el uso de la Basílica como Iglesia Cristiana, dejando atrás las capillas subterráneas. Inspiradas en el trono del emperador, las basílicas se erigen con el objetivo de concentrar el mayor número de fieles posible para la concurrencia a la misa. Pero ¿por qué un trono basilical y no un templo, si hablamos de religión? Sencillamente porque el templo clásico, no estaba pensado para la utilización de su espacio interior. Al mismo, solo tenían acceso los sacerdotes. Los templos griegos, desbordaban majestuosidad hacia el

exterior, pero en su interior, estaba trabajado exclusivamente para albergar a la divinidad. La basílica, también concebida como la casa de Dios, tendrá un objetivo inverso, donde la austeridad se verá reflejada hacia el exterior, mientras que el interior irá ganando decoro, para recibir a sus fieles en asamblea. Por otro lado, la basílica es un edificio neutral en lo que respecta a lo religioso, no tenía usos religiosos previos, con lo que no generaba la preocupación de estar utilizando santuarios que hubieran pertenecido al paganismo y que pudieran evocar antiguos misterios. Pero como dijimos anteriormente, el cristianismo no trata de crear un arte original en un principio, sino de adaptar los elementos utilizables de la civilización que le rodea, estima la basílica como el edificio más idóneo para desarrollar su culto. El origen de la Basílica lo ubicamos en Roma después del Edicto de Milán. Posteriormente se difundió hacia Oriente, más precisamente en el entorne del 324, cuando Constantino vence a Licinio. (Sas - Zaloziecky, 1987).-

Ilustración 7. Diferencias entre Basílica Romana y Cristiana

Partes de la Basílica

Ilustración 8. Planta de la Basílica

En los comienzos, estas estructuras basilicales eran realmente básicas. La planta se puede descomponer en tres grandes partes: a) El atrio b) Las Naves c) El Ábside y transepto Si vemos el esquema proporcional, nos damos cuenta de dos cosas: en primer lugar, la sala de mayor tamaño es la que recibe a los fieles, dejando el atrio como un lugar de espera, donde el infiel podrá limpiarse antes de entrar a la Iglesia. De aquí el sentido de la fuente central ubicada en el Atrio. Por otro lado, el ábside constituye el centro visual, toda la planta está orientada en dirección al ábside, así como veremos que también lo estarán la erección del edificio. El conjunto de la planta adopta una forma de una embarcación. La barca es un elemento muy antiguo, utilizado por distintas civilizaciones como la transportadora de las almas (No nos olvidemos de Egipto y la embarcación en la que viaja Ra, por el cielo, interpretado como el Nilo en el cielo, y el personaje de Caronte, el barquero que ayuda a cruzar a los muertos la laguna Estigia). Las formas de las plantas irán variando, algunas basílicas, adoptarán la forma la cruz, por ejemplo.

El transepto es el lugar donde los fieles concurren a dejar sus ofrendas. El frontón es el único elemento que conservan algunas basílicas, que se asimila a la composición de la arquitectura de la época clásica de grecia. La planta se cierra en un ábside, espacio con forma semicircular donde descansa la figura sagrada, en el medio de ambos: el altar.

Ilustración 9. Basílica de San Pedro 320-330 D.C. Detalle de Planta

Distribución de las personas en las plantas: Estaban separadas en forma jerarquizada. (Leer fragmento de fuente del repartido. Pág. 108).

Espacios internos, elementos sustentantes y sostenidos

Ilustración 10. Interior de una Basílica

El espacio interno de la basílica resulta tremendamente direccional, desde la dirección de los planos, el ritmo de las columnas hasta la búsqueda de la iluminación, conducen hacia un solo lugar, el punto central, el ábside. En el caso de las basílicas Occidentales que son las que aquí analizaremos, se podrá asimilar de un solo golpe de vista, la totalidad del edificio. Esta es la principal diferencia que se irá observando en la evolución de las basílicas de Oriente donde el arte bizantino las hará más complejas. Las naves están separadas por columnas marmoladas de fuste liso o acanalado y con capiteles de orden jónico o corintio, en algunos casos alternados. Sobre las columnas se sustentan arcos de medio punto o entablamentos. Al ábside, sobre el que desemboca la nave mayor, se accede bajo un arco triunfal, una enorme arcada de medio punto, que en este caso representa claramente el triunfo de la Iglesia cristiana. En cuanto a la cubierta, ya mencionamos que el atrio es el único espacio abierto, en tanto las naves están techadas en caída, manteniendo la nave central en mayor altura. La iluminación está planificada para que resida con mayor importancia en la nave central y el ábside es el único espacio abovedado mediante una bóveda de un cuarto de esfera.

Ilustración 11. Basílica Santa Sabina (422-432 D.C.)

En la ilustración anterior se observa claramente lo expuesto:  Es el interior de una nave central donde se observa el ábside abovedado con un cuarto de esfera, el arco triunfal, el altar y la separación clara del espacio absidal de las naves, por un transepto.  La separación de las naves por columnas de fuste acanalado y capitel de orden corintio, donde descansan arcos de medio punto.  Las entradas de luz más importantes están en la nave central y en el ábside.

Tomaremos como ejemplo para este análisis, la basílica “Santa María la Mayor”. Dos apreciaciones importantes antes de entrar en el análisis de este caso, en primer lugar fue elegido como la más representativa en cuanto a las descripciones formales dadas. Pero debe tenerse en cuenta que su interior fue enormemente modificado en cuanto a la decoración, por los artistas del renacimiento. Por lo que las imágenes que se van a observar, deben descomponerse para llegar a las formas primitivas.

La basílica paleocristiana que refleja los elementos arquitectónicos hasta aquí mencionados es Santa María la Mayor de Roma. Fue erigida por el Papa Liberio entre el 352 y el 366 y reedificada por Sixto III en la primera mitad del siglo V. Como mencionamos, se le han realizado múltiples modificaciones, entre ellas, en el siglo XIII el traspeto, en el siglo XV su artesonado y parte de la decoración de los murales los siglos XV y XVI. Es por esto que muestra diversos estilos arquitectónicos, desde el paleocristiano hasta el Barroco. La tradición señala que la construcción de Santa María la Mayor está ligada a una tradición piadosa: el perfil de la iglesia fue dibujado en el suelo por una milagrosa nevada que ocurrió el 5 de agosto de 358. La planta muestra tres naves. La nave central se destaca por sus grandes dimensiones y su altura es igual a su anchura con unos 16,32 metros y una gran longitud de 70,50 metros. Presenta así nuevas proporciones espaciales respecto a las basílicas constantinianas. Su gran longitud rompe con el equilibrio profundidad-anchura, priorizando la primera.

Presenta unas 22 columnas que delimitan las naves y determinan intercolumnios angostos, esto obstaculiza la visión del ábside desde ellas. Las columnas jónicas prestan un fuste monolítico, liso, de mármol veteado, que se levanta sobre una basa ática con plinto muy desarrollado. Sobre estas columnas apoya un entablamento. Esto sirve de apoyo a un muro en el que se abren vanos que configuran el claristorio, punto de iluminación del cuerpo de la iglesia. La luz cumple un papel fundamental con una excelente combinación de luces y sombras y que producen unos extraordinarios efectos ópticos: la nave central recibe una claridad directa, y las laterales quedan en penumbra; las columnas se iluminan y el espacio de los intercolumnios está en sombra. El ábside recibe una intensa luz. A todo esto se le agrega el efecto “caja” que produce la nave mayor logrado por la disposición del techo, suelo y paredes laterales. Sas- Zaloziecky señala “… el altar pasa a ser el centro sagrado y litúrgico de la basílica, con lo cual un elemento invisible, incorpóreo y puramente espiritual remplaza a la representación perceptible y concreta de la Divinidad.” Se advierte en esta basílica (mejor que en cualquier otra) lo que tenía de aristocrático el arte cristiano patrocinado por el emperador y los papas en los últimos siglos de la Antigüedad. Si bien no entraremos en detalle, hay que destacar la abundante decoración de Santa María la Mayor donde sus mosaicos son los mejor conservados de la época primitiva, localizándose en las paredes de la nave central, en el arco del triunfo y en el ábside.

De acuerdo al análisis realizado por Meyer Schapiro, “se produce un cambio social, que en algunos aspectos es un declive: en la esfera cultural, lo vernáculo y lo rústico, desplazan a las formas urbanas superiores, y las tradiciones en unos pocos centros privilegiados como Constantinopla”. (Shapiro, 1987) Algunos autores toman estos cambios como un “declive”, en tanto otros como Ursula Hatje deciden mantenerse en la descripción formal sin categorizar.i

“Los primeros siglos de creación artística cristiana, están presididos por el signo de la asimilación y los modelos antiguos en nuevas formas, que más tarde proporcionarán los puntos de partida esenciales a los países cristianizados de Europa. (Hatje, 2005, pág. 123)

Bibliografía ARTE GUIAS. (2001). Obtenido de http://www.arteguias.com/paleocristiano.htm Carballido, G. (s.f.). Arte Paleoctistiano. Resumen del tema Arte Paleocristiano. Fernández, A. y. (s.f.). Historia del Arte. Vinces Vives. Gomabrich, E. H. (1995). La Historia del Arte (Decimosexta ed.). Mexico: Phaidos. Hatje, U. (2005). Historia de los Estilos Artísticos. Madrid: Istmo. Hauser, A. (1978). Historia Social de la Literatura y el Arte (Vol. 1). Barcelona: Labor S.A. Sas - Zaloziecky, W. (1987). Arte Paleocristiano . Bilbao: Moretón. Shapiro, M. (1987). Estudios sobre el Arte de la Antigüedad Tardía, el Cristianismo Primitivo y la Edad Media. Madrid: Alianza.