Antologia Filosofica. Julio Enrique Blanco.

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ANTOLOGIA FILOSOFICA

JULIO ENRIQUE BLANCO

BIBLIOTECA COLOMBIANA DE FILOSOFIA

o ANTOLOGIA FILOSOFICA JULIO ENRIQUE BLANCO

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v ANTOLOGIA FILOSOFICA JULIO ENRIQUE BLANCO

ANTOLOGIA Y PRESENTACION DE MANUEL GUILLERMO RODRIGUEZ

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USTA UNIVERSIDAD SANTO TOMAS BIBLIOTECA COLOMBI ANA DE FILOSOFIA BOGOTA, D. C., 2013

Blanco, Julio Enrique

Antologia filosoftca / Julio Enrique Blanco ; antologia y presentacion de Manuel Guillermo Rodriguez. Bogota : Ediciones USTA, 2013



448 p. ; 23 cm



(Biblioteca Colombiana de Filosofia)

ISBN: 978-958-631-812-9

Contenido: Presentacion: Julio Enrique Blanco, el filosofo universal. A cien anos de su indeclinable opcion por la filosofia. -- Estupor, filosofia y poesla. Lo fundamental en Kant. Prologo a la traduccion de Prolegomenos de Kant. Progreso material y progreso espiritual. Mi especulacion vitalicia en la filosofia. Epistola dedicatoria. Controversia filosofica: Lopez de Mesa y su teorla del yo. Kant y la matematica fisica. Lecciones sobre Hegel. Tres lecciones sobre Husserl. Carrasquilla en cuanto novelista. Ortega ante Kant y la filosofia pura (Con relacion a El tema de nuestra tiempo). Filosofia en America. En el centenario de Federico Nietzsche. Rasgos nietzscheanos de actualidad. Refutation de Heidegger. El ser, la muerley el tiempo. Metafisica de la poesla. Demostrada en una aplicacion a la obra poetica de Jose Asuncion Silva. Bogota y cl sino chibchano. Crltica, elogio y provincianismo de la ciudad.

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1. Filosofia alemana - siglos XVI1I-XX. 2. Filosofia de la literature. 3. Filosofia latinoamericana. 4. Hegel, Georg Wilhelm Friedrich, 1770-1831 - Critica e interpretacion. 5. Heidegger, Martin, 1889-1976 - critica e interpretacion. 6. Husserl, Edmund Gustav Albrecht, 1859-1938 - critica e interpretacion. 7. Kant, Immanuel, 1724-1084- critica e interpretacion. 8. Lopez de Mesa, Luis, 18841 967 - critica e interpretacion. 9. Nietzsche, Friedrich Wilheim, 1 844- 1 900 - critica e interpretacion. I. Rodriguez, Manuel Guillermo II. Serie 111. Tit. 109CDD21

© Uni versidad Santo Tomas, 20 1 3 © Pedro Augusto Blanco Ediciones USTA Carrera 13 n.“ 54-39 Bogota, D. C., Colombia Telefonos: +571 249 71 21 / +571 235 19 75 Correo electrdnico: [email protected] Pagina web: http://www.editorial-usta.edu.co Hecho el deposito que establece la ley

ISBN: 978-958-631-812-9 Impreso en Colombia •Printed in Colombia Primera edition, 20 1 3

Se prolribe la reproduction total o parcial de esta obra, por cualquier medio, sin la autorizacion expresa del titular de los derechos.

Contenido Preliminar

I. Presentation: Julio Enrique Blanco, el filosofo universal A cien anos de su indeclinable option por la filosofia II. Estupor, filosofia y poesia

7

9

63

III. Lo fundamental en Kant Prologo a la traduction de Prolegomenos de Kant

81

IV. Progreso material y progreso espiritual

97

V. Mi especulacion vitalicia en la filosofia Epistola dedicatoria

121

VI. Controversia filosofica: Lopez de Mesa y su teoria del yo

139

VII. Kant y la matematica fisica

153

VIII. Lecciones sobre Hegel

225

IX. Tres lecciones sobre Husserl

245 5

A mo logia filosofica

X. Carrasquilla en cuanto novelista

XI. Ortega ante Kant y la filosofia pura (Con relation a El tema de nuestro tiempo) XII. Filosofia en America

267

285 327

XIII. En el centenario de Federico Nietzsche Rasgos nietzscheanos de actualidad

XIV. Refutacion de Heidegger El ser, la muerte y el tiempo XV. Metafisica de la poesia Demostrada en una aplicacion a la obra poetica de Jose Asuncion Silva

XVI. Bogota y el sino chibchano Critica, elogio y provincianismo de la ciudad

6

mm

363

385

401

423

Preliminar

Desde su fundacion hace mas de veinticinco anos, la Coleccion Biblioteca Colombiana de Filosofia (BCF) se propuso, dentro de sus proyectos, la publi¬ cation de la obra de nuestros mas representatives filosofos. Eso se ha logrado en parte. En nuestra coleccion se han publicado textos de Danilo Cruz Velez, Rafael Carrillo, Abel Naranjo Villegas, Jaime Velez Saenz, Rafael Gutierrez Girardot, entre otros; sin embargo, quedaba una deuda pendiente: la publica¬ tion de parte de la obra del pensador colombiano Julio Enrique Blanco, un trabajo que cronologicamente antecede a gran parte de la production de los llamados “normalizadores del pensamiento filosofico” en el pais.

Con beneplacito es posible presentar hoy a la comunidad academica colom¬ biana esta Antologiafilosofica de Julio Enrique Blanco. Solo asi ayudamos a desentranar y esclarecer mas precisamente el proceso del pensar filosofico en el pais. Esta obra es fundamental porque, tal vez, permite replantear muchos temas comunmente aceptados sobre ese proceso. En adelante, la comunidad filosofica nacional e international puede tener en sus manos este libro, para evaluar la solidez y los aportes de la lectura de Julio Enrique Blanco sobre autores como Hegel, Kant, Husserl, Ortega y Gasset, NietzschiTetc., muchos de ellos escritos a mediados del siglo pasado.

Quiero agradecer a Pedro Augusto Blanco por la cesion de los derechos y por permitir publicar en esta coleccion parte de la valiosa obra de su padre. 7

Antologiafikfsqfica

Igualraente, al profesor e investigador sobre el pensamiento en Colombia, el amigo y colega Manuel Guillermo Rodriguez, quien emprendio la ardua labor de estudiar los archivos de Blanco, seleccionar lo publicable y corregir algunos vacios presentes en los manuscritos del filosofo. Con Manuel Gui¬ llermo pude establecer el contacto y ei interes para hacer realidad ese viejo proyecto de la BCF. Damian Pachon Soto Director de la Biblioteca Colombiana de Filosofia

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mm

I. Presentation: Julio Enrique Blanco, el filosofo universal A cien anos de su indeclinable _ option por la filosofia

Manuel Guillermo Rodriguez*

Introduction El hombre que habria de realizar su vida como un filosofo integral, inaugurando una epoca en la filosofia colombiana, nacio en Barranquilla el 17 de mayo de 1890, en la parroquia de San Nicol&s. Su padre y madre son oriundos de la vieja ciudad de Mompox, descendientes ambos de criollos espanoles y radicales de conviction. En 1896 comienza a estudiar la primaria en el Colegio Americano para Varones, siendo rectores Mr. Story y Mr. Lee; alii mismo cursa los primeros afios de secundaria, pero los ultimos los adelanta

*

Ph. D. adscrito, en diversas dpocas, al Instituto Julio Enrique Blanco y a la Universidad Distrital Francisco Jose de Caldas, Bogota.

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A ntologia filosofica

en el Leon XIII, regentado por agustinos espanoles. A partir de 1908 se hace el autodidacta que habria de ser toda su vida, lo cual no constituye una desventaja, dadas las condiciones de su medio. Las circunstancias familiares y una buena intuicion personal le habian inclinado a formarse a si mismo en lo que habria de ser su propia educacion superior. En ese ano vive con su familia en Nueva York, debido a que su padre al igual que muchos en la historia del pals se vio forzado al exilio en razon de sus ideas radicales y al regimen reaccionario que predomino en el entresiglo, como el plenilunio de la Regeneration y su respuesta: la guerra civil mas larga de America Latina (denominada Guerra de los Mil Dias). Alii adquiere el dominio de la lengua inglesa y se entrega al estudio de la literatura de Estados Unidos e Inglaterra. Leyo a Carlyle, quien le confirmo que la mejor universidad es una coleccion completa de los libros requeridos. Tambien a Benjamin Franklin, de quien aprendio que la mejor garantla para adquirir la cultura humana valiosa es la independencia economica. Segun esa tradition anglosajona, por una parte el hombre se hace a si mismo para ser libre, y por otra se hace capaz de educarse a si mismo para tener algun valor. Las grandes ediciones de clasicos de edi¬ torial MacMillan lo facilitaron: Bacon, Shakespeare, Milton, Coleridge, De Quincey; ademas, Franklin, Irving, Emerson, Hawthorne, Cooper, Poe se le hicieron familiares en una formation plural y cosmopolita.





En 1909 regresa a Barranquilla, y trabajando como empleado de comercio, estudia en sus horas libres. En idiomas se entrega al estudio del latln, el griego y el aleman, pues ya maneja el ingles y el fiances. A veces se siente fascinado por la filologia, aunque no la de meros gramaticos, sino la de los eruditos alemanes que involucran la historia de la cultura, como la de Max Muller, que algunos anos antes deslumbro sin tocarlo ni rasgarlo al ya anciano Mi¬ guel Antonio Caro. Blanco, por el contrario, se da cuenta y aplica la lection de la misma manera en que el joven Marx respecto del derecho: no es la filo¬ logla sino la filosofia su vocation intima, sobre lo cual hace ya anotaciones para su autobiografla intelectual en 1907 (algunas de cuyas paginas incluye esta selection). En 1911 realiza su primer viaje por el rlo Magdalena con direction a Bogota. La impresion de lo que percibe en la naturaleza tropical del pals lo asombra, llenandole de admiration y recogimiento emocional. En



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Julio Enrique Blanco

su mente habria de quedar, desde entonces, la magnificencia de esa naturaleza tan esplendida que pudo percibir directamente como algo en verdad sublime. Despues de haber vivido en Nueva York, Bogota le parecio una ciudad con un retardo inmenso de civilization, en contraste con la urbanidad de sus gentes. Por otra parte, nacido a orillas del Caribe, bajo el cielo azul y el sol, la niebla, la oscuridad y la lluvia persistente le impidieron aclimatarse, a pesar de que despues forzaria a hacerlo a su hijo. En viaje de negocios, fue a Manizales en 1913 y vivio casi un ano en un ambiente parecido al de Bogota; una ciudad encerrada por una cuchilla al occidente, desde la cual se vislumbra el rio Cauca, y al oriente, en lo alto, las nieves permanentes del nevado del Ruiz; paisaje que, en contraste con las ciudades de la costa, completaron su vision panoramica del pais. En las horas de ocio que dejan los negocios continua sus estudios; de esta epoca datan las traducciones mecanografiadas del aleman de Prolegomena zur Metaphysik y Kritik der pratischen Vemunft, y del latin la disertacion inau¬ gural: De mundi semibilis..., tres obras de Kant. Es importante senalar que fue uno de los primeros traductores del aleman de Metafisica de las coslumbres, pues le apasiono Kant durante toda la vida; segun parece, de quince anos y ante la inexistencia de versiones espanolas, se propuso aprender la lengua del filosofo. En 1952, al periodista German Vargas le expreso: Estudie a Kant con ardor desesperado en mi premura; en vista de que no podia dominarlo, hice un esfuerzo agotador. Yo queria leer el aleman, y por cierto el aleman tan dificil de Kant, tan facilmente como leia el espanol. hacer? Me pregunte. Ya tenia en mis manos algunos textos alemanes, que aun conservo de las obras de Kant. Me propuse hacer la traduction en espa¬ nol, me trace un plan de noventa dias. Cumpli mi proposito. .. 1

1

Entrevista en la revista Semana (1952), vol. 14.

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Julio Enrique Blanco

En la decada de los afios veinte viaja a Europa, y en Alemania escribe el ensayo “La filosofia como consciencia generica e historica del hombre” y comienza la redaction de un tratado que nunca publico: Auscultaciones de la selva negra. Este es el primer trabajo original de sistematizacion de su cons¬ ciencia filosofica. Tambien escribe el tratado Historia comparativa de los sistemas principales de la filosofia, Genesis del pueblo espahol, Indagacion crltica de la mentalidad espahola y Lofundamental en Kant (todos, en gran medida, ineditos). Entre 1924 y 1935 se cumplieron algunos de sus propositos: residenciado en Paris, viaja por toda Alemania, Inglaterra, Italia, Francia y Espana, aprovechando la representation legal que tenia de la compania familiar. Tambien viajo por el Cercano Oriente: Egipto, Palestina, Turquia y, ya de regreso, Grecia. Sobre ese viaje escribio notas bajo el titulo: De Paris a Egipto y Palestina, publicadas despues en la Revista Universidad de Antioquia. En 1937, ante la inminencia de la guerra mundial, regresa definitivamente a Barranquilla y se dedica a la revision del tratado Lineamiento racional de la filosofia, mas tarde titulado Metafisica de la inteligencia; extenso, denso e intenso tratado que ocupo por mucho tiempo su trabajo. Casado por entonces con Erika Lassen, oriunda de Hamburgo2, se instalo en su finca en Galapa, tratando de conseguir el espacio para su trabajo intelectual, la cultura y el esplritu. Por aquella epoca fire llamado por el gobiemo departamental a colaborar en la direction de la educacion secundaria, y despues fue nombrado rector del Colegio de Barranquilla para Bachilleres, con lo cual se inicia su labor como educador en la proyeccion de obras mayores como el Museo y, luego, la fundacion de la Universidad del Atlantico. En 1938, siendo aun rector del colegio, concibio la idea de la fundacion de un centra de educacion superior, cuyo objetivo central serf a educar al ser humano de manera completa e integral. Para llevar a cabo esta idea, fue nombrado di¬ rector de Educacion Nacional, segun se llamaba entonces esa secretaria de la Gobemacion Departamental. Fruto de esta labor que lo acerca a la profesion

2

LASSEN, Erika. Entrevista por Susie L. de Vargas. En: El Heraldo, Revista Dominical, n.° 438. Edicosta, Barranquilla, 1990.

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Antologiafibsofica



que nunca ejercio profesionalmente la education—, publica un ensayo que marcaria pautas en ese campo, desde entonces, a nivel regional: “Utilidad pedagogica de la filosofia”, que originalmente era el texto del discurso de clausura anual del Colegio de Barranquilla para Varones y se convirtio en uno de sus ensayos mas populares. All! analiza la exigencia de aplicar la filosofia a la filologia, la cosmologla, la matematica, la fisica, la quimica y otras ciencias, como condition indispensable para el desarrollo. En este mismo ano escribe “Progreso material y progreso espiritual”, incluido tambien en esta antologia, en que desecha los enfoques tradicionales del progreso en el ambito politico y economico y prefiere entender el progreso material como el de la existencia integral humana. A mediados de los anos cuarenta crea el Museo del Atlantico, una institucion transitoria hacia la fundacion de la universidad, idea que habla venido gestando desde 1938. Blanco lo concibio como una institucion de paso entre la educacion secundaria y la superior, para preparar academicamente la emergencia de la universidad, pues, al contrario de los comerciantes de la academia, el pensaba que la gestation de la institucion debia ser preparada a consciencia. En 1946 formalmente nace la Universidad del Atlantico, que reemplaza la Institucion Politecnica del Caribe, segunda universidad de la costa con la de Cartagena; el ejerce como primer rector por cinco anos.

Algun tiempo despues, en 1958, fue elegido senador para el primer gobiemo del Frente National, como un intento por ampliar su action cultural y contribuir a la superacion de la decadencia posterior al asesinato de Jorge Eliecer Gaitan, pero se retira de la vida publica desencantado, dedicandose al cultivo del saber y consagrando algunos ensayos a la critica de la cultura politica colombiana, la decadencia de su democracia y la mediocridad de la hegemonia bogotana, pero, en el fondo, como un rotundo rechazo a la implantation de la violencia en el pais, como quedo plasmado en algunos de sus escritos de entonces, varios ineditos, cuya muestra se incluye en esta selection.

14 32

Juiio Enrique Blanco

En 1980, con noventa anos de edad, aun agil de cuerpo y claro de mente, pu¬ blico varios ensayos3. Seis anos despues muere, en momentos en que redactaba un ensayo acerca de la relation entre filosofia y virogenesis. Blanco fue, durante toda su vida, un autodidacta, un hombre metodico con un inmenso amor por el estudio; desde temprana edad se dedico a leer autores que conformaron su mente y cultivaron su fantasia; luego encamino sus estudios por el rumbo de la ciencia y la filosofia y se dedico, entonces, a estudiar obras cientificas de autores alemanes, franceses e ingleses que fundamentaron sus indagaciones filosoficas y especulativas.

Su proposito fue siempre cultivar una consciencia filosofica original y un espiritu metafisico que diera razon a la existencia. Aunque, como hemos senalado, no solo fue un filosofo de estudio, hay que recalcar que esa teoria no la concebia separada de la vida cotidiana, al emprender obras de largo alcance y actividades practicas hacia la consecution de metas concretas como publicaciones e instituciones solidas y bien financiadas como la Universidad del Atlantico, en las cuales su espiritu filosofico se materialize, hasta el punto de resistir el embate de los regimenes neoliberales que han encontrado dificultades para imponerse, como lo han hecho con todas las instituciones colombianas. Asi lo retrata quien es el guardian incansable de su legado y autor de dos libros de recopilacion de su autobiografia y su correspondence, ademas de varios articulos de prensa, y quien amablemente colaboro en nuestra investigation: el profesor Julio Nunez Madachi4. Muchos de estos datos personales provienen de diversas versiones biograficas que en entrevistas privadas han sido publicadas por el, pues desde 1980 ha divulgado su pensamiento en varias publicaciones regionales lamentablemente—, sin lograr trascender ese espacio.

— 3

RODRIGUEZ, Manuel Guillermo. Lafilosofia en Colombia. Modernidady conflicto. Ro¬ sario, Argentina: Laborde Editor, 2003.

4

NUNEZ MADACHI, Julio. Correspondencia con Lopez de Mesa. Barranquilla, Colom¬ bia: Universidad del Norte, 1987. Tambien hay una multiplicidad de articulos, ensayos y

documentos que hacen referencia al pensamiento de Blanco.

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Antologia filosqfica

A pesar de la profunda incomprension de su obra a nivel nacional, Barranquilla ha sido, a lo largo de todo el siglo XX, un refugio y una cometa de sus ideas; su familia y su obra han sido respetadas y guardadas, hasta el punto de que su extraordinaria y especializada biblioteca ya reposa en el alma mater de la Universidad del Atlantico; los periodicos y revistas de la ciudad y la revista pionera de la cultura, Voces, aun a costa de la incomprension de sus ideas, siempre le publicaron muchos articulos, y su voz serena, pero energica, tenia el peso de la autoridad, hasta en el malogrado intelectual estrella del pensamiento iusfilosofico: Luis Eduardo Nieto Arteta, a quien el maestro le llamara muy fuerte y seriamente la atencion sobre los devaneos heideggerianos de su ultima etapa —una de sus extensas misivas se reproduce en esta seleccion- agregando, tal vez, motivos desencadenantes a su depresion, pues coincide con sus ultimos dias; es decir, para la intelectualidad barranquillera, Julio Enrique Blanco si represento, en su momenta —nos referimos a la decada de los anos cincuenta , un motivo emblematico y respetable que lamentablemente se ha perdido ultimamente.



Nunez Madachi ha bosquejado una periodizacion de la obra de Blanco en tres momentos de desarrollo, asi: 1) la formacion juvenil entre 1907 (inicio de las traducciones) y 1920 (Metafisica de la inteligencia, primera obra con conceptos originates); 2) maduracion de conceptos propios y consolidation de la mentalidad critica de 1920 a 1930; 3) production sistematica y realization de proyectos practicos en desarrollo de 1930 a 1970, aunque su retiro se produce a su muerte, decepcionado como varios de nuestros mejores pensadores por las circunstancias historicas de su pais (en mi opinion, la cultura filosoflca de Occidente no ceja en insistir en la busqueda perpetua de la sabiduria). En nuestra selection hemos querido respetar esta periodizacion, pues refleja el sentido de su vida y obra. Ademas es bueno mencionar que en la actualidad se prepara un compendio total de su obra en formato digital, aportada generosamente por su hijo. el doctor Pedro Augusta Blanco, y un pequeno equipo de profesores de la Universidad del Atlantico, mediante la cual podremos contar, en un futuro proximo, con los elementos necesarios para valorar su sorprendente y extraordinaria labor, no solo en alguna especialidad filosofica —como lo han presentado algunos estudios— o bajo la sombra de la



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Julio Enrique Blanco



indiferencia —como lo ha mantenido la academia colombiana , en medio de la promotion de las obras de moda que, sin madurar, pululan.

El filosofo integral La obra de Julio Enrique Blanco, en su conjunto, constituye un cuerpo teorico que, por primera vez en el pais, se puede considerar el legado de una vida dedicada a la filosofia en el sentido mas autentico e integral, porque reune todas las condiciones para constituirse en el filosofo paradigmatico, no solo para el Caribe sino tambien para Colombia: fue un hombre universal en pleno siglo XX; y si, como dice Hegel, la filosofia es su tiempo en conceptos, Blanco estaba a la altura de su tiempo en los conceptos en debate, en medio de las limitaciones de la cultura colombiana que aun no asimilaba el espejismo de la Revolution en Marcha de Lopez y ya entraba nuevamente en la dictadura del macartismo, pues a traves del dominio de las lenguas y su propio esfuerzo personal, su autodidaxia, se hizo universal. Ademas, tuvo lo que llamaba su indeclinable voluntad por la filosofia y, contra la costumbre de los intelectuales colombianos —al igual que su seguidor en ello: Gutierrez Girardotentro en contacto con los grupos y personas que pudieran constituirse en interlocutores adecuados; asi contacto a los circulos fenomenologicos en Estados Unidos y Mexico, los noveles discipulos del Circulo de Viena Mario Bunge y Francisco Romero, y llamo la atencion de circulos intelectuales progresistas como el que se reunia en tomo a Jose de Ingenieros, Anibal Ponce y muchos otros en la Revista de Filosofia de Buenos Aires, en cuyos anales figura desde 1917; el mismo ano de la publication, en la revista Voces de Barranquilla, de su articulo sobre la causalidad en biologia (solo tenia veinticinco anos cuando lo escribio). Ademas gano su independencia economica para evadir las dadivas oficiales y disponer del tiempo para su oficio fundamental: el oficio del pensar. Por otra parte, sus relaciones con algunos personajes del pensamiento colombiano y el respeto que logro captarse, independientemente de las intrigas, comprensibles en una sociedad tan precaria en estos asuntos, lograron que 17

Antologiafilosdfica

su obra fuese publicitada de manera extraordinaria para la epoca: cerca del centenar de articulos en revistas especializadas, aunque no estrictamente en aquellas que suelen ser de consulta obligada para los analistas de la cultura oficial. De esta manera, a pesar de la escogida y limitada audiencia para su obra y al igual que la de Baldomero Sanin Cano, a quien reconocio en



su verdadera dimension, que segun se decla padece de “supuesto” rebuscamiento , ella estuvo expuesta al amplio escrutinio de la intelectualidad colombiana, que lamentablemente no puso suficiente interes en desentranarla. La divulgation publica de su obra puede verse muy claramente en su amplia bibliografia, casi toda publicada en las revistas de la Universidad de Antioquia, la Pontificia Bolivariana, la Academia de Ciencias y de la Lengua (de las cuales fue miembro de numero), la Universidad del Rosario y, ultimamente, la Universidad del Atlantico y la Universidad del Norte de Barranquilla. Esto fue asi a pesar de que, como se puede apreciar en la presente compila¬ tion, buena parte de su obra esta aun inedita por diversos motivos: desde la discretion del maestro consciente de la intolerancia reinante en un pais que, aun hoy, condena al ostracismo a quienes se atreven a pensar por su cuenta, hasta la pobreza de medios de difusion o su epoca tan centralista en cuanto a los recursos y tan provinciana, como el mismo sefialo.



Finalmente, y sin ser lo menos trascendental, es necesario mencionar, de manera muy enfatica, que su actitud filosofica, su autonomia, no se parecen en nada a la ataraxia o a la actitud olimpica ante su sociedad. Blanco fue un h'ombre comprometido con su circunstancia social y politica; lejos de la actitud olimpica que la mayoria de los filosofos profesionales han asumido en Colombia, su actividad en esto similar a la de Sanin, aunque menos rebelde— file la de actuar consecuentemente. La fundacion de la Universidad del Atlantico, el Museo del Atlantico y su labor educativa son evidencias bastante crudas contra las tesis neutralistas de Danilo Cruz y Rafael Carrillo, quienes no estuvieron a su altura.



Su proyecto era la elaboracion de un sistema de pensamiento, una filosofla original que significara un aporte independiente, mas alia de la simple exe¬ gesis que aun hoy sigue siendo el horizonte de la mayoria de los filosofos 18

Julio Enrique Bianco

academicos colombianos, bien sea por una falsa modestia o por un autentico complejo de inferioridad, pero que se limitan a exponer la obra de pensadores que han adquirido prestigio en Europa o Norteamerica el arte de copiar (exegesis) y matricularse en corrientes extranjeras para descrestar—, segun el concepto de Rafael Gutierrez Girardot. Blanco, por el contrario, desde la decada de los veinte, con su Metajisica de la inteligencia, cuyos frutos fueron publicados en 1940 como una historia comparativa de los sistemas filosoficos, se planteaba sincera y dignamente la tarea de la produccion de conceptos desde esta America sin complejos y sin pereza el famoso modorro del lenguaje de su disclpulo a despecho . Lo mas interesante de este trabajo es que se puede ver hoy como un intento bastante cercano y muy temprano de lo que Foucault, treinta anos despues, asumiria como su catedra del Colegio de Francia: una historia de los sistemas de pensamiento, como una genealogia de las ideas, crltica y desconstructiva que explicase para el hoy los procesos de produccion de la verdad. Blanco, solitario, en un bello rincon del Caribe colombiano, es lo que llama su propia Metajisica de la inteli¬ gencia, que el describe asi:







La metafisica, como “una ciencia que trata de los primeros principios de la existencia”, se atiene a principios ontogonicos o de la produccion del ser,Jisiogdnicos o de produccion de la naturaleza, biogonicos o de produccion de la vida, gnoseogonicos o de produccion de la consciencia, historiagonicos o de produccion de la historia, tipogonicos o de la produccion de los tipos humanos, y con ellos llega al analisis de la metafisica del ser y a su relacion arquetipologica con los principios metafisicos de los hombres que tienden a ser perfectos, como los filosofos. En esta medida, la produccion en la historia de los filosofos y los siste¬

mas filosoficos es “la historia de la realization de aquellos arquetipos en los hombres como entes o seres ya perfectos” [...]; la historia de una relacion constante “entre la existencia fisica y la esencia metafisica de la humanidad o sea, la metafisicd'

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Antologia filosqfka

(me he permitido poner en cursivas las palabras creadas por Blanco para un concepto genetico de Foucault)5.

Para terminar, emplea otro termino muy cercano a Foucault, la arqueologia: La historia de la filosofia vista asi es la exposition tacita de una arquetipologia, y en esta medida, cada filosofo de los estudiados correspondent a la realization de un prototipo raramente logrado “de arquetipos cuya realidad es como una potencialidad inagotable del perfeccionamiento humano [...], culmination sintetica de la infinita multiplicidad de los procesos ontogonicos”. Por lo tanto, el estudio de los sistemas filosoficos tendera a la busqueda de un sistema integral, total, aunque infinito o “sistema de todos los sistemas”.

Es la constatacion de estos rasgos peculiares del pensamiento y la vida de Blanco lo que nos condujo a plantear que debe ser considerado el pionero de la filosofia modema en nuestro pais y el primer filosofo integral6, aunque ese reconocimiento requiera que la sociedad misma se reconozca como la entidad autonoma y soberana que lleva ya mas de cien afios de postergacion, pero que segun el dictum popular, como las enfermedades endemicas, “no hay mal que dure cien afios ni cuerpo que lo resista”.

Kant Lo mas significativo de la obra filosofica, en cuanto a su formation teorica, gira en tomo a Kant, que, como se senalo anteriormente, habia sido su

5

BLANCO, Julio Enrique. Historia comparativa de los principales sistemas de la filosofta. En: Revista Universidad Catdlica Bolivariana, vol. IV, n.° 14, pp. 330-348 (febrero-

marzo, 1940). Medellin. 6

20 'mi

RODRIGUEZ, Manuel Guillermo, op. cit.

Julio Enrique Blanco

horizonte, el motivo de su incursion al aleman y la materializacion de su obra como traductor. Por ello su explicita manifestation de interes por impartir sus lecciones sobre Kant en Bogota, anos despues, con motivo de la inauguration de los Estudios de Filosofia en la Universidad Nacional, pero tambien olimpicamente desconocido por los fundadores —gesto discriminatory tipico de la mediocridad y, por supuesto, mantenido en reserva . Solo hasta despues de la caida del regimen conservador y con la capacitacion de algunos profesores en la Alemania dudosamente democratica de Adenauer se pudo iniciar el estudio sistematico de Kant. Por su parte, ya se ha sefialado la traduction temprana de la Disertacion inaugural, los Prolegomenos y la Critica de la raoon practica, como tambien la publication de sus articulos en la revista Voces, que culminan en 1946 con el ensayo voluminoso (tambien incluido en esta selection) que apabullo a la Academia de Ciencias Exactas, arrancando a su director Alvarez Lleras la confesion de su debilidad teorica, al colocar no se hace cargo de las afirnota aclaratoria en donde :asi expresamentt maciones del autor (ÿjtemor a monsenor Carrasquilla!?). Sin embargo, dicho ensayo muestra un dominio muy amplio de la critica y el sistema kantiano, mdependientemente de la aceptacion de su interpretation7. Por ello, resulta comprensible su debate en dos articulos (tambien incluidos en esta antologia) ante la ligereza de Ortega y Gasset en su ensayo al centenario de Kant, publicado en 1924 e incluido en las obras completas del poligrafo espanol. Blanco se pronuncia cuando la filosofia colombiana se encontraba aun deslumbrada por la obra de Ortega y Gasset y la Revista de Occidente, a traves de los profesores del Institute de Filosofia de la Universidad Nacional en Bogota.



Blanco senala basicamente que Ortega y Gasset no ha entendido y ha mampulado a Kant. Ni la subjetividad ni la sistematicidad kantiana ilustran a Ortega, pues cree superarlo con solo decir que la razon es como un aparato cronometrico, lo cual resulta un “chiste de mal gusto”, pues el hombre que

BLANCO, Julio Enrique. Kant y la matematica fisica. En: Revista de Academia de Cien¬ cias Exactas, Fisicas y Naturales, vol. VII, n.“ 25-26, pp. 88-114 (diciembre,

1946).

Bogota.

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Aatologiafilosofica

habi'a escrito el sapere aude (;se capaz de pensar!) no podia ser interpretado como alguien que mecaniza el pensamiento y la subjetividad. Es evidente que Blanco considera que la obra mas importante de Kant es Prolegomenos, el texto que tradujo en su juventud, como la que despeja el camino seguro de una metafisica de la naturaleza, que sirve como fundamento a la ciencia; pero no se le escapa, como a Ortega, que la dialectica trascendental y la inteligencia especulativa forman parte integral de la filosofia y, lejos de la seguridad de las ciencias, abren el espacio de creation y la libertad. Segun Blanco, Or¬ tega y Gasset muestra en este asunto una total insuficiencia de comprension. Tambien peca Ortega y Gasset de exageracion cuando sefiala que Kant, descuidando el problema de la realidad, se dedica a estudiar el funcionamiento del conocimiento, y para completar el panorama de incomprension equipara la actitud esceptica de Descartes al criticismo kantiano; y mas aun, al no diferenciarlo de su idealismo, pues como enfatiza Blanco Ortega no puede apreciar las implicaciones de la filosofia politica en Tratado sobre la paz perpetua, de manera que las precisiones sobre la supuesta unilateralidad de Kant solo pueden expresar su ignorancia del sistema kantiano.





Pero la mayor critica que Blanco le hace es lo que omite, a pesar de quejarse de haber vivido en ella como en una prision durante diez afios, “porque, a deck verdad, si asimilo la esencia del kantismo, ha dejado de decirlo”. Se¬ gun el Sutor, Ortega y Gasset ni considero el lineamiento general del sistema en Kant ni sus consecuencias para la metafisica. Blanco se pregunta por que esta omision y otras, que a manera de revolution copemicana situaron al ser en el centro mismo del universo y en Kant cobran las dimensiones de declarar a la metafisica como ciencia, en el mismo rango que pueden estar las matematicas o la fisica. En la base del edificio kantiano yace “un etemo y ubicuo principio de espontaneidad creadora”, de cuya raiz ignota unbekante wurzel nacerian de dos cepas distintas los troncos de la intuition sensible y de los conceptos del entendimiento. De la primera saldrian los principios de la estetica trascendental, o sea, conceptos como los de espacio y tiempo; de la segunda, las formas puras de la inteleccion, como los principios de



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Julio Enrique Blanco

la logica y los conceptos de reflexion en tomo al yo. La unidad del sistema estaria caracterizada, entonces, por “el transito de la una a la otra section de la Elementalehre”, de epistemologia a metafisica. Nada de lo anterior, dice Blanco, esta en las Refiexiones del centenario de Ortega y Gasset; en ellas, el espaiiol no logro entender lo fundamental de la Critica de la razon pura, a saber: como la reflexion aparece cuando el ser medita tanto desde los sentidos como desde la inteleccion. Persiste, por tanto, en su revoloteo sin ton ni son alrededor de los conceptos de Kant, sin desentranarlos; sus observaciones denotan lo que de ensonador tiene el alma espanola y no lo que de arcano tiene el alma alemana, en especial cuando trata de indicar el porque de la election de Kant de estudiar solo “la realidad que se da cuenta de si misma”, y cuya aprehension se da espontaneamente tanto con la inteligencia como con los sentidos, al punto de que depende de ellos la reflexividad de la razon y los conceptos de reflexion que antes han sido

conceptos a priori. Comenta Blanco que estas refiexiones llevan a Ortega y Gasset a plantear una distincion entre irracionalismo y vitalismo o raciovitalismo, lo que solo muestra la necesidad de reforzar sus propias especulaciones, sin valorar seriamente la importancia de Kant. Y vuelve a la carga con sus divagaciones sobre el alma alemana frente al alma espanola, cuando afirma que el iberico es “un haz de reflejos” frente al aleman, que es “una unidad de refiexiones”; mientras que el peninsular es “una serie de yos”, el germano “vive centralizado”. Insistiendo sobre el espiritu espaiiol, recuerda a otros ibericos que tambien divagan siempre, como Miguel de Unamuno, Eugenio D’Ors y Ramon Gomez de la Serna, y parecen albergar en su interior varios yos: “Sin duda, el alma, la mente, el espiritu espaiiol se pone de manifiesto en la ausencia de yos fundamentales, centricos de cada individuo, y se desparraman en una multiplicidad de yos que aman vagabundear”. Esto ha impedido para Blanco que haya surgido un filosofo peninsular “de grande aliento y amplia envergadura”; especie defatum del que Ortega y Gasset es ejemplo.



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El autor, para resumir lo anterior y refutar el concepto de “carcel kantiana” de Ortega y Gasset, dice: Solo a traves de la actividad fantastica, ilusoria y quimerica de la razon pura es que se llega a las antinomias kantianas de Dios, el alma y la inmortalidad [...], frente al ideal trascendental del saber, que mostraria la meta de la dialectica natural.

O sea que a la conception general del sistema de la metafisica kantiana corresponde una actividad puramente intuitiva e intelectual. La consciencia aparece, entonces, como representation del sujeto que piensa, algo que Or¬ tega y Gasset no contemplo en su intento de reflexion, cien anos despuds de la muerte de Kant. En conclusion, su problema es que no aprendio nada de Kant, a pesar de que se queja de haber estado diez anos en su carcel. Ensenar a filosofar, no ensenar una filosofia, este maravilloso legado de Kant, Ortega y Gasset tampoco lo entendio segun Blanco en su ensayo del centenario de la muerte del filosofo aleman8. A esto solo se puede agregar que tal defecto se trasmitio a la filosofia en Colombia y que su senalamiento se anticipo mas de veinte anos a Rafael Gutierrez Girardot, con resultados muy costosos al desarrollo del pensamiento colombiano, como queda claro hoy en dla.





Hegel Aparte de Kant, la unica preferencia reconocida por Blanco como “su” maes¬ tro es Hegel. Vale la pena anotar que pocos esfuerzos de comprension como el suyo sobre la Fenomenologia del espiritu se han expuesto con tanta claridad en Colombia en sus lecciones sobre Hegel publicadas en la Revista



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BLANCO Julio Enrique. Ortega y Kant ante la filosofia pura. En: Revista Universidad de Medellin, ano IV, n.° 6, pp. 329-345 (febrero, 1960). Medellin

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Universidad Catolica Bolivariana de Medellin9 , obra que solo en los sesenta comenzd a estudiarse escolarmente en la traduction de W. Roces (Fondo de Cultura Economica), hoy considerada bastante defectuosa. Su estudio como una de las obras ineludibles de la filosofia se encuentra salpicado de sus conocimientos de linguistica alemana, similar a la exegesis de Gutierrez Girardot cuarenta anos despues, en su conocido curso de la Universidad Na¬ tional, precisando incluso conceptos que los traductores vigentes de Hegel pasan ligeramente: alienation, espiritu, etc. La Fenomenologia es, pues, “la epopeya de toda ontogonia y cosmogonia, de toda biogonia y gnoseogonia filosoficamente sistematizadas”10, cuya expresion no es facil, sobre todo el paso del no ser al ser, a traves de procesos de oposicion y composition en la triada de la antitesis, la tesis y la sintesis. All! se desliza, con conceptos, un Blanco que domina el texto; estos articulos (1945) son la sintesis de su pre¬ sentation de la obra de Hegel en la publication de Medellin y la considera la expresion mas compleja de la metafisica: Mas alia de lo que pudieron hacerlo los misticos que hablaban [es] el cantico espiritual de “lanoche oscura” del espiritu y laico y una de las mas altas cimas de la mente humana. La Fenomenologia es el poema de la creation en abstracto [. ..] De la ontogonia.

La ve como un desarrollo de la teoria dinamica del ser. Blanco no sabe que era ese el sentido de la tesis originaria de Marcuse: La ontologia de Hegel (1927), la misma que Heidegger desaprobo para su habilitacion; sin embargo, Julio Enrique Blanco, muchos anos antes de que se conociera la mencionada version de Roces (1966), ya comentaba ante la precariamente informada comunidad filosofica colombiana su tesis de que la Fenomenologia deberia leerse como teoria del ser o metafisica. Esta era la unica metafisica que admitia

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BLANCO, Julio Enrique. Lecciones sobre Hegel. En: Revista de la Universidad Catolica

Bolivariana, vol. XI, n.° 3, pp. 239-253 (febrero-marzo, 1945). Medellin

10 Ibid., p. 241.

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Blanco11. En dichos articulos, Blanco entrega a los lectores de la Revista Universidad Catolica Bolivariana una metodologia para abordar su estudio; cuestion que, a juzgar por los resultados, ni sus editores tuvieron en cuenta: insiste en la necesidad de comprender lo que significaba para el autor el en-si, el para-sl y la autoconsciencia. La conclusion que uno puede sacar es que Blanco predicaba en el desierto, aunque Hegel definiera en la Enciclopedia la inseidad, o el ser en si, como el “ser de la calidad” sin ninguna relacion, pero con tendencias a la nocion de lo otro; la realidad que niega al ser cualitativamente puro y sin relacion, o determinacion de la inseidad para negar la alteridad y reafirmarse. Esta nocion de la nada es positivamente entendida, o sea, la negation de toda existencia determinada, pues no era ella sino su esencia. De este modo, senala Blanco: [La inseidad] no podia ser sino que ella era la fuente intensa, cualitativa, intelectual de toda hechura de las cosas, del mundo, el saber absoluto y omnisciencia que sabiendolo todo, era el espiritu absoluto que se realizaba en el ser relativo.

Asi, el lenguaje de la Fenomenologia hegeliana llevaba implicita una metafisica de la contradiction, o sea, una dialectica.

Por otra parte, Blanco tambien expone las estructuras sustanciales de la consciencia, bajo la forma de un crecimiento interior del sujeto “que tiende a hacerse exteriormente objeto del sujeto cognoscitivo y del objeto conocido”. Y va hacia la autognosia (autoconsciencia) inteligible por parte del sujeto y hacia la consciencia de la perception sensible por parte del objeto, implicaciones que conducen a la ipseidad y a la autognosia; ipseidad hegeliana que equivale a una monada leibnitziana y que en el sistema de la metafisica de la inteligencia propuesta por el autor corresponden al arquetipo, dentro de un concepto “positivamente realistico” y que Blanco lo entiende como “la pluralidad de los arquetipos que son las unidades radicales de las diferenciaciones

11 Ibid.

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primitivas de esta inteligencia metaflsica”12, cuando ella trasciende hacia los noemas del tiempo y el espacio de la existencia, para realizarse por series ontogeneticas. Ipseidad es, entonces: La identidad constante de algo esencial que caracteriza ya a la adseidad en su derivacion de la inseidad [...], la estructura radi¬ cal de la objetividad y la subjetividad de todo ser [...], estruc¬ tura cuyo esquema potencial de desarrollo y crecimiento queda invariable, permanece inmutable y, por tanto, se conserva identica a si misma, se mantiene como lo ipso [. ..] para la existencia de todos los seres, individuos, cosas del mundo'3.

El autor se pregunta, entonces, como y en virtud de que factores se cumple dicha conversion, diciendo que es gracias a la logica “que todo lo penetra en el panlogismo”, y a la dialectica del espiritu en cuya virtud “todo se realiza en el panteismo”14. Logica y dialectica que en su juego de posiciones. oposiciones y composiciones vienen a ser la esencia que pasa por toda contradiccion y que asi como es algo en un momento, en el otro es nada, y .rue culmina en “unidades accidentales, pasajeras, transitorias, precisamente a existencia”, a traves de los noumenos y fenomenos. Y la ciencia que los estudia es la fenotnenogonia, o hechura del espiritu que a partir de la exisjencia se remonta a la consciencia, la autognosia, la razon, la adseidad y la iseidad, hasta la alteridad, limite extremo que marca el fin y el principio del proceso del ser y por cuya misma via retoma, como lo propone Hegel en su Fenomenologicr. sentido ciclico de la ontologia hegeliana. Y en este moviauento ciclico y etemo, el ser viene a ser, entonces, sintesis de esa perpetuisad dinamica, reflexion del espiritu que se manifiesta en las artes, la religion, a sociedad, el Estado, la historia; asunto que de lo que es para si, nuevamente

-I Ibid., pp. 248-252.

Ibid., p.248.

-

Ibid., p.248.

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A nlologiafilosofica

se vuelve lo que es en si: divinidad, despues de haber llegado a ser para otro: alteridad. Quintaesencia y resumen, dice el autor, de la filosofia y la metafisica de Hegel15. En este analisis, Blanco deja notar su interpretation de Hegel bastante influida por los planteamientos husserlianos y su preocupacion por la fundamentacion de la metafisica, descuidando lo que para Marx y Marcuse era lo mas importante: la introduction de la historicidad en la ontologia.

El manuscrito inedito de sus lecciones sobre Hegel contiene la explication y los motivos que llevaron a Blanco a alejarse del pensamiento marxista, a pesar de que reconoce el valor de algunos marxistas heterodoxos. En las primeras lineas de su estudio afirma: Y en fin, para mostrar aun hasta donde han llegado las proyec-

ciones de Hegel como valor aleman de la cultura universal, puedo referirme a las derivaciones que han podido eludir las impregnaciones del marxismo en los desarrollos de ellas. Solo, en efecto, aquellos que han logrado liberarse un tanto de la prision del marxismo, como Bloch y como Lukacs, han podido volver o tratar de volver al verdadero esplritu de la filosofia metafisica de Hegel. Y esta vuelta es la que tambien se ha manifestado en los indicios que se estan dando de un retomo, por las doctrinas esteticas de Hegel, de la estetica hacia abajo la del proletariado hacia la estetica hacia arriba—, la de los hombres superiores. Pues si es verdad que Hegel en Berlin una vez dijo que tenia solo un disclpulo, y este no le habla comprendido; si hubiera vivido hasta leer lo que Marx escribla y ver lo que Marx hacia, habrla tenido que declarar que este era el que peor lo interpretaba16.



15 Ibid., p.253.

16 BLANCO, Julio Enrique. Manuscrito: Borrador para Hegel, p. 14.

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Yale la pena resaltar que para la epoca eran estas las criticas que los sectores mas avanzados del pensamiento europeo (escuela de Francfort) estaban tambien apenas bosquejando.

Husserl y los filosofos del siglo El filosofo colombiano dedico una gran atencion a la Fenomenologia de Hus¬ serl con la conviccion de que se trataba del punto de referenda mas importante para el desarrollo, en el siglo XX, de una autentica filosofia. Por ello, encontramos primero en 1940 y luego en 1945, en la Revista Universidad Catolica Bolivariana, una larga serie de artlculos que exponen su estudio de Husserl17. A partir de su definition de personalidad como “lo que expresa la primera calidad psiquica del hombre”18, remarca la importancia del subconsciente como lo que porta la herencia genetica y cuyo papel define el caracter del individuo, moldea la personalidad y lo coloca como arquetipo de filosofo; ultimo pensador que, segun Blanco y confusamente subrayamos nosotros, trata de elaborar un sistema filosofico en tomo al hombre eonico (etemo), mas alia de lo fisiologico, psicologico o social. Alii hace un perfil intelectual de Husserl, la trascendencia de su pensamiento y su aporte filosofico, por lo que puede considerarselo superacion del pensamiento de Brentano y de los neokantianos de Marburgo. Fuera de Alemania, esa influencia fue restringida a traves de la revista, pero abrio espacio para que desde lo juridico, lo social, la estetica, la logica y la economla, los colaboradores de la publication hicieran eco de su fenomenologia: “No puede decirse que toda esa obra corresponda a lo que caracteriza la epoca y se manifiesta como demanda, como exigencia de esta”. Aunque reconoce que el aliento de la obra de Husserl es inferior al de Platon, Tomas de Aquino, Leibnitz, Descartes, Kant o Hegel, las ideas

17 BLANCO, Julio Enrique. Tres lecciones sobre Husserl. En: Revista Universidad Catolica

Bolivariana, vol. V, n.os 16-17, pp. 225-244 (junio-septiembre, 1940). Medellin. 18 Ibid., p.226.

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v

Antologiafilosofica

de la Phainomenologie tuvieron considerable alcance en teorias como la de la relatividad, en correspondencia con la epoca.

La vivencia metafisica como intuition mas alia de lo psicologico, introspec¬ tion que presenta al tiempo como el flujo de la vivencia, se constituye en acto metaflsico de la duration, que para Blanco es un gran aporte a la renovation de la filosofia. Entusiasmado, dice: “El tiempo ha podido determinarse como la forma primitiva de la corriente de la consciencia”. Jgualmente, el concepto de espacio puede concebirse como la forma primitiva de realidad corporal, base “metafisicamente fenomenologica” de la teoria de la relatividad sugerida a Weyl por el metodo de Husserl: “Vivencia de la consciencia intencional de los actos que conduce a las posiciones formales que inician al ser: la vivencia del esfuerzo y de la resistencia, de la actividad y de la pasividad”, y que llevan a la perception de la existencia en general y la causalidad en la que tiempo y espacio son formas puras del continuo metrico “ya como acoplamiento del tiempo y el espacio en el mundo”. Por ello, se propone exponerlo, en cuanto atane a la metafisica, “como superconsciencia generica de los hombres terrigenos” de los que Husserl es, segun Blanco, un prototipo. El primer paso dado por Husserl para la creation de su Phainomenologie Blanco usa las palabras alemanas es la Logische Untersuchungen, o Investigaciones logicas, y que pueden considerarse esclarecedoras, pues van a los fundamentos mismos de la logica, la despojan de los errores y prejuicios mas admitidos, al tiempo que aclaran sus fundamentos empiricos. Habla, entonces, de una “consciencia pura” como primer aporte original y plantea la 16gica como “la ciencia, el saber exacto del sistema de todos los sistemas del saber”. Para Blanco, esta obra es la reaction ante las tesis de Stuart-Mill y como evolucion de las de Fichte, Kant y Descartes; evolucion que llevaria a reconsiderar el cogito, ergo sum cartesiano y el esquematismo trascendental de Kant de pensar en categorias. Asimismo, va mas alia de Fichte, con su principio de la actividad sintetico-logica del yo en la constitution de una teoria de la ciencia, y de Socrates, quien encontro en la dialectica un metodo para el saber; entonces utiliza la logica como una tecnica “para hacer que el



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hombre descubra y posea positivamente todo lo que es verdadero y util a su espiritu, desechando todo lo que es prejuicio”. Husserl se encontro con la ideologia platonica, en especial en lo referente al principio de que lo esencial se opone a lo existencial; criterio que permanece como telon de fondo de las Investigaciones, obra que crea fundamentos nuevos para la logica en la metafisica. Y as! llega a Descartes, eliminando, mediante la duda metodica, “todo lo existente que se ofrece por la po¬ sition o tesis natural del hombre ante el mundo”. Blanco procede a exponer las relaciones entre la metafisica de Husserl y la de Descartes, a partir de las Meditations cartessiennes, obra posterior y aclaratoria. Con el cogito, ergo sum, “que pone en la abstraction maxima del ser para poner en la abstraction maxima del saber la esencia pura”, Husserl en la mirada de Blanco llega a la intuition como lo ideologico, lo eidetico y mas alia de lo empirico sen¬ sible; intuicion tambien que, aunque mas variada, es mas pobre que la que conduce a lo inteligible noetico; y a traves de esta esencia (eidos), categorla, es que se llega a la cogitation pura, acto que coloca fuera de toda duda, para poder llegar al parentesis de la suspension, de la epoje, de la reduction fenomenologica. Por encima de todo psicologismo, en la esencia, “en la intuicion de esta como eidos”, y recopilando el cogito cartesiano junto a las ensenanzas de Kant, Fichte y Platon, Husserl pudo hallar “un solido punto de partida metafisico, mas que psicologico, ya puramente logico, luego metalogico, para arrancar de el no solo hacia una explication del ser, sino hacia una nueva rundamentacion del saber”.





Segun el estudio critico de Blanco, Husserl no pudo eludir la tendencia a reducir lo que de proceso hay entre el cogito y el sum, asunto que le parece anportante en la filosofla como un sistema que se articula en infinidad de sistemas para hacer avanzar al espiritu del hombre. Y si a Descartes, segun Husserl, le falto la orientation trascendental (Kant) y le siguieron Fichte, Schelling y Hegel, en Husserl mismo no se dio con el brillo que ostento en sus mtecesores. Su merito es, sin embargo, haber determinado, a partir de sus indagaciones, el yo puro de la consciencia: “Una profunda vida de cualidades, caia riqueza Intima de intencionalidades en cuyo desarrollo pudo sugerir toda 31

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su fenomenologia como una filosofia”. Intenta aclarar tambien otros conceptos de Husserl en sus Meditations acerca de la fenomenologia elemental y su papel en la formulation de principios en ciencia, pues debe presentarse como una critica de la experiencia, ya que solo a partir de alii puede hablarse de conocimiento como tal, lo “que va a determinar la extension y modos de la certidumbre apodictica”, o sea, la fenomenologia como filosofia o como “doctrina trascendental de las esencias”. Solo ahi, afirma Blanco, se llegara al ideal cartesiano, al que ni el mismo Descartes llego, “de una ciencia universal que parte de un fundamento absoluto”; intentos que ya habian hecho Kant, Fichte, Schelling y Hegel, cada uno por su lado. Las conclusiones de las Meditations son, pues, iluminadoras del texto capital de Husserl, su Phainomenologie, porque son posteriores y aclaran lo oscuro que esta tiene a menudo, “al esbozar sobre el ejercicio de la vivencia metodica el esfuerzo constructive de la fenomenologia, que segun su autor debe desarrollarse rigurosamente para construirse a priori, pero con una necesidad y una generalidad intuitivas”19. Blanco emprende el analisis de la que considera obra capital de Husserl: Ideen zu einer reinen Phanomenologie und phanomenologische Philosophie o Ideas, especificamente con lo que al autor aleman llama “los hechos y las esencias”, tomando como punto de partida el mundo empirico de la experien¬ cia directa del ser y de su perception. Postula la inseparabilidad de los hechos y las esencias, cuando ellos han convertido en objeto su contenido por la ne¬ cesidad, y esta “no puede provenir de nada que no sea esencia y es, por tanto, necesidad de esencia”. La fenomenologia husserliana parte de alii senala Blanco—, puesto que las esencias son, en sus investigaciones, los principios metafisicos, en los que los hechos, su conocimiento, quedan supeditados a las esencias, la intuition y sabiduria. De alii establece una eidetica regional, una ontologia compuesta de regiones o categorias que “circunscriben, o abrazan, o delimitan los fenomenos de los hechos en los individuos”.



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BLANCO, Julio Enrique. Tres lecciones sobre Husserl. En: Revista Universidad Catdlica Bolivariana, vol. V, n.°*. 16-17, pp. 225-244 (junio-septiembre, 1940). Medellin

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Husserl pudo establecer, entonces, un enfoque original de la fenomenologia .on su concepcion de la vivencia intuitiva de las esencias y, en ese sentido, el concepto de epoje o suspension filosofica que, absteniendose de toda inter¬ pretation existente, buscaba el acto que intuitivamente le darian las esencias : ideas, fruto de una intuicion donadora que solo asi podia fijarse en juicios. intuition es el ver inmediato, no el ver sensible, sino noetico, “como consc:encia que da originalraente [...] la fuente ultima de todas las afirmaciones rationales”, o sea, es la intuicion intelectual que se hace fuente de una ciencia fundamental. Con esta definition entra Husserl en la discusion platonica de per que no llamo ideas a las esencias. Supera asi a Descartes, al afirmar “que el mundo natural se presenta como un correlativo natural del mundo espirimal" o de la consciencia que corresponderia al de las ciencias exactas, lo que unplica que la fenomenologia “es ya en si, como metafisica, tambien una u:encia exacta [...]; ciencia de las intuiciones eideticas, hace que el mundo cue asi se da necesariamente en correlation de la consciencia se presente en fmcion iofinita de las esencias”. Con ello vuelve a la region de la consciencia pura a buscar la motivacion de las formaciones esenciales que corresponde i ia llamada por el ideacion, que “implica el caracter causal de las ideas en cue culminan los actos de la ideacion”. Pero Husserl, queriendo ir mas leos. declara que tras la motivacion existe como un nimbo de componentes u-.determinados correspondientes a la contingencia del mundo y la fuente de pcsibilidad de las cosas, aunque ellas obedecen a una tipologia esencial. Con esas sutilezas, dice Blanco, Husserl afronta el problema de la causalidad. Sa position se asemeja a Kant: su enlace causal se da en la vivencia, “en la

fubjetividad de la correspondiente categoria”. A Husserl le abre paso para piantear la reduction fenomenologica. La remite, entonces, a las ciencias narurales y espirituales que, “suspendidas o eliminadas”, sirven para comprobar que el “yo pienso” no se puede “eliminar o suspender”, mientras que la trascendencia de Dios, de lo eidetico y de la logica pura si pueden eliminarse por euanto se hacen objetos susceptibles de reduccion fenomenologica, ya que "lo que es objeto de la fenomenologia es puramente descriptivo, se da como una disciplina que investiga el campo de la consciencia trascendental pura en ia intuicion pura, y en esta puede someterse a la epoxe”. De esta consciencia 33

Amologia filoxofica

pueden eliminarse, por ejemplo, los axiomas de la logica formal, pero lo que no puede suspenderse de ella es la inmanencia de lo esencial.

Para concluir, senala que el capltulo sobre las estructuras generales de la consciencia pura “conduce a la admision de que el flujo del ser fenomenologico tiene una capa material y una capa noetica, siendo la primera hileticofenomenologica [...], y las que se refieren a la capa noetica estan, claro es, del lado de lo noetico”. Con ello indica la via para los problemas maximos, o sea, “los que se refieren a la constitution de las objetividades de consciencia”. Asl, las noesis que animan la naturaleza se someten a las contingencias de lo vario, realizando con ello “la unidad objetiva de la objetividad” racionalmente determinada. La fimciones asl establecidas “estriban solo en la esencia pura de las noesis”, suscitando, entonces, el problema de desentranar “como se constituyen conscientemente para cada region y categorla las unidades objetivas de la objetividad” o, lo que es lo mismo, del mundo extemo y como es que se ejerce, segun sea el caso, la intencionalidad. Y, anota Blanco, nuevamente se le escapa la ocasion de concretar su fenomenologla, cuando dice que la capa hiletico-fenomenologica (materialidad) o hiletica pura debe subordinate a la consciencia trascendental redefinida como “lo que encierra la quinta esencia del ‘alma’, ‘esplritu’, ‘razon’”20. Como su obra es hermetica y opaca, asimismo fue el, afirma Blanco, y solo de cuando en cuando aparecen brillos fugaces y extranos de genialidad, pero solo conatos, como cuando habla de ser y del saber. Por ello, las ideas de Husserl no son de la magnitud de otros filosofos a los que considera de prime¬ ra lfnea como Pitagoras, Parmenides, Socrates, Platon, Aristoteles, Leibnitz, Spinoza, Kant o Hegel, y es mas de una segunda fila de pensadores como Crisipo, Plotino o Tomas de Aquino; un elaborador tenaz, un indagador silencioso de la metafisica, que en ocasiones lo acerca a las iluminaciones de un mistico, pero sin teofania. Tal vez con quien mas pueda compararsele es

20 BLANCO, Julio Enrique. Tres lecciones sobre Husserl (Ieccion II). En: Revista Universi-

dad Catolica Bolivariana,vol. VI, n.° 16, pp. 78-97 (octubre-noviembre, 1940). Medellin.

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con Plotino, tanto por el lenguaje como por las finalidades que uno y otro persiguieron. No duda Blanco, sin embargo, del inmenso valor del aporte de la fenomenologla, por cuanto senala nuevos rumbos a la marcha de las ideas y ofrece metodos de sistematicidad para los datos hallados en la investigation filosofica, “en un metodo unico, integral de deduccion ontogonologica”, pero hay que entresacarlos de la dispersa y multiple obra.

As! como es indudable su contribution al campo de la logica, la metafisica y la psicologla, la obra husserliana adolece de una gran vaguedad, de una difusion demasiado prolija en elucubraciones que no le permitieron concluir, en concreto, una formulacion clara de principios; una obra que denonjina mas abstrusa que abstracta, que insinua mas que afirma. Blanco lo senala con especial claridad en el concepto de intencionalidad, donde la despojo de su caracter consciente y deliberado y la redujo a una indeterminacion anoetica, alogica e irracional, abandonandola a su suerte y dandole un caracter mas mecanico y fisico que psiquico. Por medio de la comparacion de la consciencia con un rayo de luz que cae sobre los contenidos al azar, como la luz en su mecanica irradia indiscriminadamente sobre los objetos que la atraen, hay una notion falsa de un concepto que le parece primordial en Husserl y es que la consciencia queda reducida a responder mecanicamente ante la action del pensamiento, sin aludir a una causalidad que serla el efecto de la volicion, libertad del pensamiento que en cuanto “psiquico, consciente, racional, logico, cogitante, noetico, intelectual”, no puede aceptarse como el flujo intensivo de intencionalidades objetivas si estan ausentes la libertad, la voluntad y la racionalidad que debe tener toda intencionalidad. Vaguedad y falta de orientation son, a juicio de Blanco, lo que no le permitio a Husserl establecer un sistema filosofico verdadero, porque, ademas, la for¬ mulacion de la fenomenologia carece del movimiento que le otorga el tratar sobre los problemas de la existencia; notable imperfection que la vicia de vaguedades e imperfecciones, dejando sus indagaciones sujetas al azar de lo psicologico y de las indagaciones logicas, lo que le brindo una multiplicidad de vias para buscar la solucion al problema de los fenomenos de la existen¬ cia, lo que no le permitio establecer sino elucubraciones, atisbos o formulas, 35

An’ologiafUosqfica

quididades sobre la existencia que parecen sacadas de una nueva escolastica. Por ello, rara vez se ve en la obra de Husserl una ilustracion, algo que concretice, en un ejemplo, la vaguedad de sus exposiciones, y tal vez por ello planted su fenomenologla con el rigor arido de ciencia eidetica, que como una matematica pretende ganar en exactitud lo que pierde con abstracciones21. De la misma manera que el pensamiento de Ortega y Gasset, a punto de convertirse en paradigmatico en America Latina, Blanco somete a la filosofia de Max Scheler a una seria critica, senalando que era preferible remitirse a su maestro Husserl, quien a pesar de sus defectos era mas completo. Pero nos encontramos con que los fundadores del Institute de Filosofia de la Universidad Nacional (Bogota), Rafael Carrillo y Danilo Cruz, profesaban una admiracion rayana en el fanatismo por estos dos autores situacion bastante se comprende, entonces, el problema de la vinfrecuente entre neofitos culacion de un personaje como Blanco, que venia de regreso ante los espejismos de la cultura espanola y la teoria pura de los valores, que solo diez anos despues abandonaria Danilo Cruz, para entregarse a los de un Heidegger bastante maltrecho ya por el debate intelectual durante y despues de la Guerra Mundial, es decir, el Heidegger que tendria que renovar su discurso tras la caida del Reich.



Sobre Heidegger, Blanco es especialmente critico en la sustanciosa correspondencia que sostiene entre 1953 y 1954 con Nieto Arteta y que en 1961 se publica en la Revista Universidad de Antioquia. Lo esencial en estas misivas patemales es una critica a la metafisica que pretende Heidegger, pues le parece superficial y artificiosa aqui reproducimos una de estas largas misivas . En algunos momentos tiende a presentar como burda su interpretacion algo materialista del ser. Heidegger, en todo caso, no le parece original, pues considera que ya Bergson habla adelantado muchos conceptos de una metafisica





21 BLANCO, Julio Enrique. Apendice a mis Tres lecciones sobre Husserl. En: Revista Uni¬

versidad Catolica Bolivariana, Vol. VII, n.° 23, pp. 319-349 (octubre-noviembre, 1941). Medellin.

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3ai. Nieto Arteta expresa, en las cartas de respuesta, que el, a pesar de estar impresionado por el existencialismo de Heidegger, no podria decirse que ’e hubiese hecho profesion de fe, como tampoco a Husserl, tal como se ha interpretado en algunos comentarios. Su muerte temprana, siendo uno de .os cerebros del Instituto de Filosofia de la Nacional, nunca pudo despejar la incognita de su madurez como pensador, pues tambien se mueve, por encima de esta problematica, en la busqueda del enfoque dialectico, mas alia de un Marx esquematico, al igual que Blanco, quien sobre Heidegger si sento una position muy critica, en 1961, en la Revista Universidad de Antioquia, bajo el ironico titulo “Clave introductoria al dialogo: Mitografia heideggeriana”, rebatiendo, de entrada, la superficialidad que observa en el, en contraste con la riqueza del pensamiento aleman desde una disquisition filologica con ribe’-es de infantilismo, en especial de parte de los traductores: Heidegger escribio, citando a Platon, que no se proponia narrar un mito. Sin embargo, a traves de todo ese libro (Sery Tiempo)

no hizo mas que exponer el mas inconcebible de los mitos; el abstracto de la esencia de la existencia reducida a la existencia misma, o, en sus propios terminos, el ser del estante reducido al estante mismo. Entienda el que pueda, porque tal es su lenguaje original [...] En el capitulo final, Heidegger habria de insistir en esta aseveracion, pero solo para contradecirse, pues habia de declarar que “la gigantomaquia” (un mito), relativa al ser del estante, se habia acometido ya en la metafisica antigua y que se habria de continuar por el para establecer su propia installation del fundamento de la metafisica [...] En efecto, tales gigantes tienen que corresponder a lo que hay que considerar como posiciones fundamentales de la metafisica ontologica del autor; posiciones que, por lo que se presentan aqui como mitos, son

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Antologiajilosqfica

ficciones de esas mismas posiciones, a fin de presentarlas como lo que realmente son: ficciones y no mas que ficciones22.

Filosofia cientifica en America Muchos de los trabajos de Blanco se encuentran sin publicar, pues muere en 1986, casi centenario y desconocido. El articulo sobre “Causalidad”, escrito en 1917 y rescatado por el profesor barranquillero Eduardo Bermudez para su tesis de maestria, puede damos una imagen fiel del rigor y la seriedad con que Blanco asume la disciplina filosofica. Por esos dlas se interesaba en problemas cientlficos sobre la conception de la causalidad biologica. Parte de los desarrollos teoricos de E. Metchnikoff y P. Ehrlich, ambos premios Nobel de Fisiologia y Medicina en 1908. La patologia lo condujo a la quimica en su intento de buscar “una interpretation mas adecuada de la funcion mas esencial de la vida”. Pero “si la asimilacion ocurre por la reaccion quimica, el resultado de esta reaccion, el cambio de composicion de un elemento en la composicion de otro, debe ocurrir por algo que quiza no se realiza dentro de los propios limites de las consideraciones quimicas”. Ninguna ciencia es mas afin a la quimica que la fisica, dice Blanco; son ciencias que estan entrelazadas. Los fenomenos quimicos nunca ocurren sin acompanarse de fenomenos flsicos: En la primera parte de su trabajo combate con serenas razones y encadenamiento logico irreprochable la existencia de una causalidad final en la naturaleza, apartando toda idea de su in¬ tervention en los fenomenos que pertenecen al dominio de la fisica, la mecanica y la quimica23.

22 BLANCO, Julio Enrique. Mitografia heideggeriana. En: Revista Universidad de Antioquia, n.° 146, pp. 586-616 (julio-septiembre, 1961). Medellin. 23 BERMUDEZ, Eduardo. Ponencia en el XII Congreso National de Filosofia. Barranquilla,

1998

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Julio Enrique Blanco

Despues se ocupa en una “reconcepcion” de la causalidad, a fin de, luego de —near la teleologia, crear el nuevo concepto para comprender las causas que reran en el campo biologico. Para ello usa un procedimiento tornado de la biojogra misma, partiendo de investigaciones de una rama particular de la ciencia pje estudia los estados morbosos de los organismos, la patologla: La correlation que hace Blanco al reducir el fenomeno patologico al fenomeno quimico, y este dentro de una interpretation fisica de la quimica. El proceso anali'tico de discriminaciones lo conduce hasta las teorias molecular y atomica novedosas para la epoca (1917). Mencionemos, por ejemplo, a Niels-Bohr, quien en 1913 establece su teoria. En este proceso de comprension de la estructura general de la materia y, particularmente, en el punto en donde busca los nexos quimico-flsicos, Blanco se muestra como un fildsofo de la ciencia bien informado, citando otro Nobel, W. Ostwald, quimico-fisico aleman conocido por sus aportes en el campo de la electroquimica, asi como por importantes estudios sobre la conductividad electrica y, lo que es clave en el ensayo presente: la asociacion electrolitica de los acidos organicos, que sirve al autor para insistir en su tesis de que “la causalidad dominante de la vida es la causalidad de la mecanica de Newton”.

Es interesante la distincion de Blanco entre teoria metafisica y epistemologia. Al final de la tercera y ultima parte dice: Creemos, empero, segun nuestro modo de entender las cosas, que para nuestra induccion de la causalidad mecanica de la vida corresponde a una teoria metafisica, no a un ensayo epistemologico, el comprender y exponer como aquellas manifestaciones deben ocurrir de acuerdo con dicha induccion, y asi dejamos para esta teoria todo lo que falta para que este ensayo sea menos incompleto.

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A i itolog iajilosofica

Bermudez remata asi su comentario: A1 leer sobre Helmholz no puedo ahora dejar de recordar una ocasion muy especial, en una de nuestras visitas a Julio Enri¬ que Blanco a principios de 1980, cuando contaba con 89 anos y mientras intentaba hacemos comprender las direcciones teoricas por las que discurria su pensamiento cuando publico el ensayo epistemologico “De la causalidad biologica” hacia 1917 en la revista Voces, hizo un alto y con su ya empequenecido cuerpo de lucido nonagenario se dirigio a su inmensa biblioteca y tomo una pequena escalera en forma de tijera que le sirvio para alcanzar un tomo de Helmholtz de la Optica fisiologica, para leernos directamente del aleman — por supuesto con su traduccion al castellano— la parte del Prologo donde el filosofo reconoce la importancia que para su trabajo cientlfico tuvo el enfoque kantiano sobre la filosofia de la naturaleza, que el habia tornado de Johanes Muller, pero que Helmholtz no tardo en criticar, pues mientras el citado Muller mantenla que las funciones fisiologicas se deben a fuerzas vitales imperceptibles para los sentidos, Helmholtz, en oposicion a esta teorla, llego a la conclusion de que tanto las fuerzas fisiologicas como las fuerzas de la naturaleza inorganica podian ser percibidas por los sentidos, criticando asi la posicion de los vitalistas alemanes decimononicos, posicion que Julio Enrique Blanco compartla

enteramente24.

El fisico y teorizador de las ciencias Mario Bunge visito Buenos Aires como conferencista a la Feria del Libro 1998, radicado desde hace 35 anos en Ca¬ nada. Es uno de los mas polemicos e inquietos intelectuales argentinos (1920) llevo a cabo su formacion?: y declaro ante la pregunta

24 Ibid.

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Julio Enrique Blanco

Leyendo muchisimo, y un poco de todo. Por aquella epoca era marxista, por lo tanto perdi muchos anos leyendo a Hegel, a

quien eventualmente vomite. Tambien lela historia de la filosofia, a clasicos como Platon, Aristoteles, Descartes, a los positivistas. Hay que tener en cuenta que en la Argentina habia muy pocos libros, y de revistas de estudios ni hablar. Cuando comence a estudiar fisica en La Plata, por supuesto que no deje la filosoiia, sino que la segul leyendo de reojo; incluso en el 43 funde una revista de filosofla que se llamaba Minerva.

Sobre esta revista, que tanto parece significar para Bunge, Blanco, en 1944, respondiendo a una invitacion, escribe un articulo que nunca fue publicado se publico en la revista del Museo del Atlantico), no se sabe si por el hecho de que el ultimo numero de la revista es el sexto de 1945 o por otros motivos. En todo caso, el extraordinario ensayo de Blanco, titulado “La filosofla en .America”, nos permite adelantar un primer paso en la exposition de los aporde Blanco a la normalization —o, mejor, actualization de la filosofla colombiana.



Despues de una extensa introduction en la que enfatiza la importancia de :bmentar la discusion amplia de las ideas a un nivel especializado, en lo cual Minerva llega a ocupar un papel semejante al que tiene la Revista de Investi¬ gation, Filosofla y Fenomenologia en Estados Unidos y los Cuademos Amerxanos en Mexico, producto de la buena relation de intelectuales argentinos coo colegas italianos y austriacos, Blanco estaba bien informado, como ya se senalo: se refiere al papel de la filosofla en America como un pensamiento que debe empezar por recuperar su historia, algo extraviada en el desconocimiento de sus raices en Espafia, e insinua que el desvio del pensamiento occi¬ dental hace mention del fascismo de Hitler y Mussolini y tiene que ver con el cesconocimiento de los conquistadores en la peninsula iberica a la tradition rrabe y judia. Blanco intentaba introducir la discusion sobre la filosofla latmoamericana con una vision muy completa y cosmopolita como la que se construye hoy, incluyendo la experiencia cubana, porque consecuentemente 41

Antologia Jilosofica

estuvo explorando los verdaderos origenes del pensamiento hispanico a partir de los arabes. Una breve frase nos podria ilustrar sobre la informacion detallada que tiene para su epoca del desarrollo de la filosofia latinoamericana y su position ante ella: A1 aislamiento de toda verdadera filosofia que se vive en Colombia, Minerva ha venido a traer voces que me hablan de problemas que, asi, me han interesado siempre. Trae, por ejemplo, un “Panorama de la filosofia americana”, del profesor Risieri Frondizi, de la Universidad de Tucuman. Y alii se habla, principalmente, desde luego, del movimiento filosofico de la Argentina, representado por las figuras centrales de Ingenieros, Korn y Romero. A1 primero yo debo aqui el agradecido recuerdo de la mention que hizo de mi juvenil primicia filosofica, “De la causalidad biologica”, publicada en la revista Voces, y concebida con espiritu de empirismo cientifico (bajo la influencia en gran parte de Ernst Mach), asi como de mi ensayo “Sobre el origen y desarrollo de las ideas teleologicas en Kant”, que yo escribi en actitud antikantiana y que Ingenieros reprodujo en su Revista de Filosofia. Debo confesar que conozco muy poca cosa de Kom y de Romero, de modo que no puedo juzgar el valor de sus contribuciones. En cuanto a Ingenieros, mi divergencia de las posiciones positivistas de el tenia que acentuarse como se acentuo25.

De este comentario quisieramos sacar alguna conclusion sobre la critica de Blanco a la filosofia americana: el temor de que los recursos impongan la

25 BLANCO, Julio Enrique. La filosofia en America (del original enviado a revista Minerva

y publicado en la Revista del Museo del Atlantico), p. 3, 1945.

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Julia Enrique Blanco

direction del pensamiento y el dinero resulte pesando de manera insoportable iobre la libertad de la filosofia:



La prueba concreta de eilo esta en los resultados que en Mi¬ nerva comenta Mario Bunge— obtenidos en la primera Con¬ ference Interamericana de Filosofia, reunida en Chicago (se refiere a la importance de los recursos economicos). Prevalecio alii un criterio de mayoria norteamericana y, por consiguiente, de criterios norteamericanos con preponderance pragmatistica. jComo si en la filosofia se pudiera proceder al igual que en la political Despues de los Estados Unidos se dio importance a la Argentina, el pais americano que en propio desarrollo economico y riqueza sigue a los Estados Unidos. jComo si en filoso¬ fia se pudiera proceder conforme a criterios de economia y de riqueza!26

Sin embargo, lo que debemos valorar es aquel ensayo que se adelanto cerca de cuarenta anos a las especulaciones esnobistas de buena parte de los filosofos academicos colombianos de la segunda mitad del siglo XX, como Ruben Sierra Mejia y buena parte de los filosofos de la ciencia de la Universidad del Valle. En su afan por la epistemologia en universidades en proceso de mo¬ dernization, Julio Enrique Blanco, por el contrario, no se deslumbro por la perspectiva filosofica de Russell en su llamado al Metodo cientlfico enfiloso¬ fia (1905), con una filosofia como “ciencia estricta” en terminos positivistas. Dice Blanco: Con Russell y Whitehead, los autores de los Principia mathemalica, la obra clasica de la logica modema, segun Lindemann, habia de darse la orientation posterior mas decisiva del Circulo de Viena; el cual, siguiendo por ahi en su concordancia con las concepciones de Poincare, con quien ya habia concordado

26

Ibid, p. 6.

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Antologiafilosofica

Mach, pudo orientarse exclusivamente en la tendencia hacia la logistica. Logistica que, a mi modo de ver, habia de inculcar el



primer prejuicio el error acogido por Lindemann tambien— de juzgar los trabajos logicos de Leibniz cual la disertacion De digo?, mucho mas arte combinatoria, como superiores, trascendentales que Kritik der reinen Vemunfi11.

A renglon seguido y en una exposition que se repetiria como comedia muchos anos despues en la confrontation de varios foros y desplantes prepotentes por parte de los expositores de la llamadafilosofia cientifica, en tomo del clasico debate del positivismo en las ciencias y la descalificacion, sin cortapisas, de todo pensamiento que escapara al calculo matematico y pragmatico, Julio Enrique Blanco deja consignada una lection que aun no han escuchado quienes, como reconoce Ruben Sierra28, no conocen la historia del pensa¬ miento colombiano, y menos aun el de Blanco: Hahn, Neurath y Schlick contribuyeron, entonces, a la consolidacion de la posicion asi desarrollada, en sintesis de la matematica de Russell y Withehead y de la logica filosofica de Wittgenstein, fijando la conclusion a que este ultimo habia llegado, de la siguiente manera: que un juicio o proposition, una frase tenia sentido solo cuando indicaba, al mismo tiempo de su enunciado, el metodo de su verificacion. Lo cual venia a

ser otra verdad de sentido comun que, siempre en correspondencia con la conclusion de Wittgenstein, queria afirmarse en absoluto; porque en verdad solo tenia validez relativa. Pues, en efecto, criticamente puede decirse de ella que enunciada en sentido absoluto seria otro de los errores y otro de los motivos de la aridez de la posicion del Circulo de Viena [...], al aseverar

27 Ibid., p. 11. 28 SIERRA, Ruben. Apreciacion de lafilosofia analitica. Bogota: Editorial Universidad Na-

cional, 1987, pp. 16 y ss.

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Julio Enrique Bianco

que toda metafisica se reduce a verbosidad de suerte que, en resumen, la posicion asi desarrollada del Circulo de Viena, resultando una posicion neonominalista —mas aun, ultranominalista— que resulta [sic] inaceptable29.

El filosofo ubicado en su mundo ?ara completar esta presentation del pensador barranquillero, creemos nece«rio abordar una clave integradora de su filosofia: la relacion con su mundo ;•>u sociedad. Entonces aparece un elemento que estuvo mediando la relacion sure su vida activa y su vida contemplativa, los viajes que fueron el punto je partida de sus memorias, una huida a la vez que busqueda de renovation. r jeron la forma de contrastar el mundo mental del autor con el mundo real rrcundante y volver a el con la riqueza de la experiencia. Asi, Blanco jusrka escribir su diario de viajes en tomo a la cuna de la cultura occidental. na autocritica, a la vez, no exenta de ironia, para salir de “la torre de marfil” si ia que ha vivido durante anos y enffentar una realidad que todos los dias JC atropellaba y aturdia; realidad social que empieza por la realidad politica, :oes el hombre no existe si no pertenece a algun partido o sindicato, “primera xrcepcion” que lo hace parte constitutiva del Estado modemo, para de alii -rgresar a la filosofia y juzgar su tesis enunciada como el fanatismo de “las i~nas comunes y gregarias”, que garantiza la imposition de dictadores y

amagogos. Desde alii, Blanco define su posicion para juzgar y enfrentar la realidad social rut lo rodea, lo que le permite salir o sumergirse en ella para ver y analizar **> efectos de la historia sobre lo natural. Huida, entonces, que puede volver* ocupacion individual y fatal para el autor, que se escapa de las intenciones Je hacer un diario en que la impresion de lo circundante seria reemplazada la expresion de lo propio; en ella, la independencia de lo real cambia por

3 3LANC0, Jorge Enrique. Lafilosofia en America (del original enviado a revista Minerva

y publicado la Revista del Museo del Attentico). 1945, pp. 13-14.

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Anrologia filosofica

la expresion dependiente de su mente y su voz. Ninguna realidad deja de depender de una objetividad, expresion minima de individualidad. Por eso es “tan absurdo como vano” tratar de suprimir esta como pretenden los Estados colectivistas, entes que solo se pueden enfrentar formando individualidades estructuradas y fuertes. De alii surge su preocupacion por reformar la educa¬ tion en el pais y el autodidactismo.

Por esto sustenta la validez del retiro de quienes, como Kant o Fichte (y ti mismo), se han dedicado a pensar en la esencia idealista del ser, y por alii llego hasta Hegel y de el a Marx, para quien la realidad no es otra cosa que el producto bruto de la economia, bajo cuya influencia se han organizado estructuras del Estado que tocan “hasta a la amable Francia”, a traves de unos aparatos burocraticos como los que reglamentan las visas y pasaportes requeridos para hacer un viaje; dialectica hegeliana “que falsamente habrian de emplear, para usufructuarla, los secuaces del marxismo”. El autor no cree que haya habido continuidad entre el pensamiento de Hegel y el de Marx, pues entre ellos “no hubo mas que antitesis”, en la que no se reconocen los principios de panlogismo en la “estrecha conception de Marx”, quien desechando los principios de la dialectica hegeliana, los reemplazo por los suyos propios, inspirados en “los principios de la economia de los ingleses y [...] los postulados del socialismo de los franceses”; pensamientos tan distantes como lo estan Lafilosofia del espiritu de Hegel y El capital de Marx. Se pregunta si vale la pena abandonar su mundo de lucubraciones idealistas y metafisicas para asistir, impotente, al feroz espectaculo en que se ha convertido la politica mundial. Y comenta con horror que las ensenanzas de un Hegel en nada se parecen a las del materialismo historico, pues este pretende sujetar al hombre al factor bruto de la economia; nuevo vasallaje creado por una oligarquia que ostenta el poder de la llamada “dictadura del proletariado”. En su concepto, la libertad y la dignidad humanas han ido perdiendo terreno ante las nuevas realidades sociales y politicas; y el hombre bueno y ordenado en la historia,. al que rigen las leyes de su consciencia y quien ha creado a lo largo de ella los sistemas legales que regulan el funcionamiento de las sociedades, ha sido reemplazado violentamente por el poder univoco y farsante de las dictaduras. 46

asm

Julio Enrique Blanco

Ante esta situation no ve solution posible, pues es producto de la animalidad que invade al genero humano, que lucha mas que nunca para afirmarse en soluciones violentas y propias del poder material, reduciendo al hombre a la infima condition de ser una maquina, cuando no una de guerra violenta. Este estado general de cosas lo atribuye al desorden general en que se sumid la humanidad desde 1914, cuando se dio al traste con la lucha por la libertad humana y se impuso la dictadura de un materialismo historico.

Entonces, habra una reaction que contrarreste el ascenso del fascismo y el marxismo en Europa? No hay ningun signo para que esto se produzca; al contrario, repite que lo unico que percibe en el futuro inmediato es la agudizacion de la lucha entre hombres bestiales, producto de la practica del nefasto materialismo historico, por su lucha de clases que no ha hecho mas que extrapolar las fiierzas en conflicto entre las naciones. Considera, ademas, que en la ascension del fascismo y el marxismo lo que hay es una edification de nuevos satrapas que, como Lenin (a quien parece identificar erroneamente con Stalin) y Mussolini, se han atribuido poderes equiparables a los de semidioses, pues con su influencia se han apoderado del destino de millones de personas que, como subditos, siguen alelados por sus monsergas y consignas; poderes que han calado especialmente en las juventudes de algunos paises europeos.

Sin embargo, no son estos los personajes que dominan en el panorama del pensamiento cosmopolita de Blanco, pues dedica mayores esfuerzos y recursos intelectuales para desnudar el espiritu implicito en la entronizacion del Tercer Reich por Hitler, cuando, aprovechando en 1944 el centenario del nacimiento de Nietzsche, hace una exposition digna de cualquier escenario academico europeo obviamente, en medio de la ignorancia cercana a la estupidez de la elite colombiana sobre la autentica e ilustrada interpretation del concepto nietzscheano del superhombre y de la guerra, para denunciar como una autentica corruption del espiritu tanto de la cultura alemana como de la filosofia lo que el denomina el “imperialismo y militarismo” del regimen nazi, especialmente en el terreno de deformation del sentido de la cultura.





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Antobgiafilosojica

Este ensayo, que formaria parte de un tratado muy amplio titulado Auscultaciones de la selva negra, no solo expondria su position dentro del mundo de la epoca el contexto de la Segunda Guerra Mundial dibujando en conceptos, como muy pocos intelectuales lo lograron, el sentido de las luchas sociales y el papel del filosofo, sino que tambien despejarian las dudas que pudiera tener su ataque frontal al pensamiento de Heidegger el filosofo mas comprometido entre los alemanes destacados— con la ontologia del nazismo. Sobra decir que este ensayo parcialmente lo hemos incluido en nuestra selec¬ tion, pues es inedito tambien, formando parte de su estudio con motivo del centenario de Nietzsche.







Blanco asume que el tipo de cultura y hombre que se estaban produciendo antes de la Primera Guerra Mundial eran los ideales humanisticos, con hondo sentido de la igualdad y la justicia. Sistemas como los de Francia, Inglaterra e Italia de la preguerra Ie parecen los ideales para el desarrollo de la humanidad, de acuerdo con un progreso espiritual y material; especies que tambien, a su parecer, se malograron con la llegada de nuevos sistemas a la politica, como el marxismo en la Union Sovietica, el fascismo en Italia y el nazismo hitleriano, dado su contenido de violencia, por un lado, y la demagogia, por el otro. Alll, todo concepto de humanismo se ha borrado, imponiendose, en cambio, un imperialismo de los peores que la humanidad recuerde, una verdadera caida al abismo. Esta situation ha dejado al hombre reducido a ser solo un medio de la infernal maquina de production y guerra, producto de la action de unos antitipos comparables a los cesares romanos y en detrimento de unos prototipos como lo fueron los filosofos griegos30. La teoria del vitalismo pslquico de

30 BLANCO, Julio Enrique. De Paris, Egiptoy Palestina. Notas de viaje de unfilosofo. Nota

1 (n.“ 1-12), en: Revista Universidad de Antioquia, n.“.37 y 38-39, pp. 5-34 y 313-345 (marzo, abril y mayo, 1940); Nota 2 (n.M 13-24), en: Revista Universidad de Antioquia,

n.w 40-41, pp. 433-453 y 5-27 (junio, julio y agosto, 1940); Nota 3 (n.os 25-44), en: Revista Universidad de Antioquia, pp. 231-264 (septiembre-octubre, 1940); Nota 3 (n.os43, 45, 46

y 47), enero, abril-mayo y junio-julio, 1941, pp. 383-413, 5-40 y 273-292; Nota 3 (n 50, 53-54), enero-febrero y agosto-septiembre, 1942, pp. 73-97 y 102-116. Medellin

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Julio Enrique Blanco

Bergson no puede reemplazar a la historia, sostiene Blanco, pues es el azar el que preside las formas de vida; todo es contingente y eventual hasta que un principio rector de la energia, una fuerza interna y consciente, imparte orden en el azar, generando manifestaciones de la vida, al punto de que en siglos de evolucion organismos diferentes presentan organos parecidos.

Blanco sostiene que no cree posible que en dichos procesos opere esa “fuerza interna y hasta cierto punto consciente de su operation”. Aun compartiendo con Bergson el principio del azar en la formation de la vida y que ha sido posible por una determinada recombination del carbono (en la genesis de sus formas de vida) con el azoe (en el surgir de las formas plasticas), difiere del trances en cuanto a la explication de las causas que produjeron las formas de evolucion que se conocen. Esas causas, que en Bergson adquieren for¬ ma de impulso vital de naturaleza psicologica, son, segun Blanco, causas que fueron conducidas por una infinidad de recombinaciones y dieron lugar a las diferentes formas de vida en el planeta. Esto ocurre tanto a nivel de la estructura propia de las celulas, que pueden mutar infinitamente, como en cuanto a las “circunstancias accidentales” o condiciones existentes en los diferentes medios donde se hace presente la vida. Lo mismo puede decirse respecto a las relaciones que se establecen entre organismos vivientes y como ellas pueden, asimismo, modificarlos, mas aun si es el hombre quien interviene para cambiar artificialmente las formas de vida o de partes constitutivas de aquella. Desde esta perspectiva, el autor comenta sobre el futuro de Europa, a partir de un par de articulos con que se ha encontrado en La Revue des Vivants, adquirida en una de sus expediciones por las librerias de viejo a la orilla del Sena, uno de Paul Valery sobre el acercamiento franco-germano despues de la guerra y otro de Felix de Bertaut sobre Nietzsche y los hermanos Thomas y Heinrich Mann. El de Valery, dice, lamenta con cierta nostalgia el desvio que ha sufrido Europa y sin el cual hubiera podido ser la capital espiritual del mundo; pero tal fin se ha visto truncado por las mezquinas pasiones de la politica interesada, manipulada por el poder y no por la politica de los altos fines altruistas, en la que lo que prime sea la inteligencia. Y expone, iargamente, sobre la importancia que para sus culturas en particular y para 49 m!

Autologinftlosofica

la cultura universal han tenido los aportes de Kant y Bergson, que a pesar de diferencias nacionales, han tenido gran impacto sobre la cultura europea. Kant como el maestro y Bergson como el discipulo en la tradition cartesiana han mostrado una nueva forma de filosofar; consolidation de pensamientos que ha logrado sintetizar, en efecto, el tipo de europeo integral y universal del que tanto se habla ahora31. Blanco prosigue las notas de su diario con el proposito de relatar, tan fielmente como pueda, la salida del filosofo que, ensimismado en sus pensamientos, no se percata de la realidad circundante; salida hacia la perception sensorial del hombre comun y corriente, a quien todo le llega por sensaciones inmediatas y cuyo anal i sis se detiene en lo que solo le han deparado los cinco sentidos. Las ideas hegelianas sobre del derecho y el Estado le permiten hacer, entonces, una comparacion con lo que debe ser el Estado: un derecho intemo, lo que regula las relaciones entre los individuos y que en su desarrollo genera la historia del mundo y no una dictadura como la quieren los regimenes marxistas inspirados en el materialismo historico, que todo lo pretende colectivizar en masas obreras. Era evidente que para Blanco el regimen stalinista era la realization del marxismo y le era ajeno el panorama tan amplio que abria la obra original de Marx.

El Estado es un ente viviente y racional, y no una gigantesca maquina de production; “un conjunto de libertades legates, no una violencia de fuerzas arbitrarias”; una notion que conduzca al concepto etico de la justicia y que avance hacia la consecucion final del Estado y de la historia. Asunto al que no se ha llegado ni se llegara, dadas las actuales condiciones de palses como Rusia o Italia, que lo que propagan es la fuerza irracional del instinto y persiguen solo la supremacia mediante el poder coercitivo de la fuerza bruta e irracional de los ejercitos. Blanco urge por la aparicion de una clase, los intelectuales, que le hagan contrapeso al espiritu guerrerista de las dictaduras y

31 BLANCO, Julio Enrique. Mi especulacion vitalicia en la filosofia. En: Revista de Ameri¬ ca, vol. XXV, n.° 81, (enero, 1957), pp. 38-50. Bogota

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aboguen por un cambio en pro de la justicia verdadera y un Estado social y politicaraente bien entendido. El autor ve el fundamento clarisimo de las estructuras del Estado, al plantearse si el derecho privado y el derecho publico pueden deducirse de la justicia como categoria y valorar los peligros que corre Europa como cultura y civilization colocandola al borde del abismo. A ejemplo, dos atropellos: el uno en la Roma imperial, el otro en la Florencia de la Italia fascista. En ambos casos se suprimio fisicamente a los ciudadanos romanos y con el destierro al florentino; querian una modalidad distinta del Estado. Su production intelectual y bibliotecas fueron tambien, en ambos casos, quemadas o confiscadas, por haberse declarado en contra de la libertad del pensamiento, a favor del comercio de la palabra. El mencionado trabajo, poco y parcialmente conocido, escrito con motivo de los cien afios del nacimiento de Nietzsche, y sus comentarios sobre la obra de Goethe publicados por la Universidad del Rosario de Bogota, en 1946 demuestran el cosmopolitismo de su pensamiento; en el primero, despues de un ensayo importante de comparacion entre el pensamiento de Kant y Nietzs¬ che para consuelo de los profesores colombianos que no lo reconocense declara partidario del racionalismo kantiano frente a su voluntarismo vital. Sin embargo, el segundo estudio ampliando el comentario a proposito del contexto historico de la primera mitad del siglo XX hace un analisis politi¬ co que podria explicar su desconocimiento en nuestro medio, ya que explica, para los aturdidos nietzscheanos colombianos, la deformation que han sufrido conceptos centrales del pensador aleman por obra de la manipulation nazi, pues alii es muy clara su interpretation como un pensamiento critico de lo aleman, al igual que sus raices de origen polaco. Igualmente, muestra su oposicion abierta contra el Tercer Reich y su option por el pensamiento frances, abierto e ilustrado, al contrario de la idea del alelado Ortega y Gasset y sus seguidores en Colombia. Entonces, con su erudicibn sobre la lengua alemana, Blanco derrumba, en este ensayo de 1 944, al final de la Guerra, la deforma¬ cion de esta cultura filosofica por obra de los nazis, cuyo regimen irrumpia en el pico de una crisis generada en la del capitalismo mundial, mientras en nuestro medio, en el momento en que nacia la Facultad de Filosofia, laica,











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Antologiafilosofica





en la Universidad Nacional por fin , se iniciaba el culto acritico del pensamiento aleman de la mano de los discipulos de Ortega y Gasset.

Colombia en la filosofia Desde su kantisrao profundamente idealista y distante del marxismo, Blanco fue un filbsofo explicitamente enemigo de las ideas de retaliation y exclusion del regimen que se inauguraba en Colombia con Ospina Perez, especialmente por su experiencia de la Guerra Mundial y el fascismo que le llevaron a abandonar su proyecto de establecerse en Europa. En el trabajo Don Marco en sus suenos, inspirado en Los suenos de Luciano Pulgar de Marco Fidel Suarez, se expresara muy enfaticamente sobre las consecuencias de la intolerancia que comentaremos adelante con estas palabras tan duras como clarividentes: Esquizoides (en referencia a la mayoria de los colombianos) capaces, por las obsesiones de odios politicos que los dominan, de todo horror social, de toda desconsideracion religiosa, como postrer ejempio de 1948 a 1952, con fulgores que aun arden32.





Esa violencia, que pasaba desapercibida para la mayoria de los filbsofos academicos de la epoca, recibia la respuesta adecuada en Blanco, aunque nadie la escuchara, y encuentra que una solution al conflicto en nuestras condiciones es volver la mirada sobre otros tipos de organization, sobre otras sociedades como las orientales y examinar lo que de ellas pueda aprovecharse en cuanto a su organizacion social y politica y complementar la tradition occidental que consta “del voluntarismo indo-germano” y la cultura “egipciaca-grecolatina”. Tradiciones en oposicion, la indo-germana conduce al pragmatismo, al utilitarismo y mercantilismo de los ingleses y alemanes, mientras que, por su

32 BLANCO Julio E. Don Marco en sus suenos (documento inedito del cual publicamos una parte: Bogota y el sino chibchano, original escrito probablemente hacia 1952), p. 97.

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lado, la greco-latina va a conducir al humanismo, al liberalisrao, “al republicanismo democratico”, expresados en la mentalidad de franceses, italianos y espanoles; tradiciones que aun requieren enriquecerse para encontrar salida para nuestro conflicto social.

De esta manera, la reflexion filosofica de Blanco arriba al analisis de la cultura como una tarea indispensable y la asume con pleno talante critico y consciencia de sus implicaciones sociales. Indicativo de tal actividad es su comentario a la novellstica de Tomas Carrasquilla; en ella, dice, el paisaje juega un papel preponderante en lo que Carrasquilla demuestra con gran maestria: su talento descriptivo, porque aunque los personajes esten bien delineados, su atencion se diluye en detalles insignificantes. Selva y cosmos fueron como los extremos en los que se movio su narrativa, y alH situa a sus personajes y situaciones, logrando, parcialmente, volver interesante lo insignificante de manera semihistorica: Su genio fue el de un dibujante de personas y pintor de paisajes: descriptivo de tipos humanos, pictorico de escenografias terrenales, exaltador de panoramas celestiales, narrador de inciden¬ ces lugarenas, burlador de costumbres pueblerinas, admirador del mundo de la tierra y contemplador del mundo de los astros33.

Esta novellstica, a juicio del autor, a veces tambien retrata situaciones dignas de casos de Freud, con la comicidad de un Fernando de Rojas; como en el texto que retrata con humor pero con despiadada crudeza la reaccion de una adolescente a los requiebros amorosos y petition de mano de un septuagenario, que por otra parte recuerda a Dostoievsky en El idiota, sin llegar a las ulteriores consecuencias de dramatismo de la heroina de esta novela y al morboso humor con que cubre su caracter. Recuerda que en otras novelas de Carrasquilla: El padre Casafus y Hace tiempo, los personajes corresponden

33 BLANCO, Julio Enrique. Carrasquilla en cuanto novelista. En: Revista Universidad de Antioquia, n.° 160, pp. 85-101 (enero-junio, 1965). Medellin.

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A ntyiogia filosdfica

siempre a esos esquemas o tipos de los que, a su juicio, no pudo salir, y afirma que solo mediante la vis comica, mediante el humor facil e inmediato, salva su arte narrativo. Recordando nuevamente a Dostoievsky, encuentra cierto paralelismo entre lo patetico de las situaciones que presenta y el humor con que transfigura ese patetismo que, en no pocas oportunidades, deviene en satira demoledora contra mojigatos y beatas34.

i,Como es posible? Se pregunta que tal esplendor se construyera sobre la base de seres con psicopatias sexuales y mentales y se sorprende al pensar en las consecuencias que ello produjo y las replicas que logro hacer de personajes como Cleopatra en el mismo Egipto o como Juana la Loca, a siglos y miles de kilometros de distancia, estados similares en personajes que dieron origen a civilizaciones de cuya grandeza nadie duda, como los arabes o la Francia de los Luises: Todo cuanto asi queda comprendido queda tambien, entonces, para el filosofo de la historia por lo menos, como una ensenanza que se refiere a la clase de aberraciones aqul consideradas como fatalmente inherentes a la naturaleza humana para sus determinaciones en el pasado. Pero no solo en el pasado, sino ademas en el presente y quien sabe hasta cuando en el fiituro. El psicoanalisis, por ejemplo, al descubrir el complejo de Edipo y el de Electra no ha hecho otra cosa que actualizar e interpretar lo que en el lenguaje de los mitos describia ya una anormalidad. Y que alcanzan al presente, renovando el instinto del tanatos sobre el de eros35.

34 Ibid. 35 BLANCO, Julio Enrique. Aberraciones mentales de la historia de la humanidad.. .: Riche¬ lieu, Mahoma, Isis. En: Huellas, Revista Universidad del Norte, n.° 12, pp. 29-39 (agosto,

1984). Barranquilla.

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Julio Enrique Blanca

Su reflexion ahonda mucho mas cuando desarrolla, especialmente en la decada de los cincuenta por los anos en que abandona la recien fundada Universidad del Atlantico , el examen de la cultura colombiana desde la perspectiva universal que le acompana y encuentra las carencias y postergaciones de nuestro mundo que alcanzaron a expresarse en algunos articulos de revistas sobre Lopez de Mesa, Tomas Carrasquilla y Jose Asuncion Silva, pero que en su concretion quedaron en manuscritos ineditos, tal vez por la consciencia que el mismo tenia de las consecuencias que pudieran traerle su publication, como se explicara adelante. Su diagnostico es sombrio. En la poesia, Silva representa la esperanza de lo que pudo haber sido y no fue, por el medio en que se trascurrio su vida. Carrasquilla nunca paso de ser un extraordinario narrador que no alcanzo la madurez de un novelista creador de caracteres, y el pensamiento de Lopez de Mesa su gran amigo no llego a adentrarse en la filosofia enteramente y queda —similar a Goethe— en el nivel de un gran esteta, sabio y humanista: algo esencial faltaba como ingrediente en la formation de una cultura madura en nuestro medio. Algo que quedaria guardado por muchos anos y que intentaremos mostrar abordando su juicio sobre nuestros exponentes en literatura, sino en comparacion con los titanes de la cultura universal a quienes veia a su propio nivel.









Para redondear su enfoque sobre nuestra mentalidad, Blanco lamenta que en el pais haya tan poca capacidad para reflexionar y entender, pues ello requiere de un prolongado esfuerzo de concentration; entonces, a la carencia de este sentido de reflexidn atribuye el atraso y la inhabilidad de pensar con madurez. En el pais lo que hay es un infantilismo del pensar, una confusion que se refleja, sobre todo, en la precaria reflexion, herencia colonial a la que se anade una falsedad ideologica generalizada. Ante esto, le resulta imposible resumir o simplificar el contenido de sus ideas al colombiano, ya que deben exponerse rigurosamente articulados y en terminos precisos, cuando no matematicos o de las ciencias fisicas, con los que tampoco se halla familiarizado el lector medio, y concluye: En materia de cultura, para lo que mas se ha preparado es para la vagancia cuando no extravagancia— literaria; a causa de



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Anlo logici filosqfica

ello, el discurso intelectual nacional es ampuloso, amanerado y retorico, ocurriendo esto en especial en dos mundos en los que sobresalen los pensadores colombianos: la religion y la politica; en ellos [...] su discurso se reduce a nuevos juegos de palabras, a la oratoria vacua aunque brillante donde campean [. . .] la con¬ fusion, la vaguedad, el desorden logico, el desarreglo etico y el extravio estetico36.

Nacion que vaga por encima o por debajo de su realidad y, por lo mismo, no tiene una consciencia crltica; nacion de formalismos y recetas sociales, “lo que hace que para el colombiano valga solo lo que suena bien en sus oldos, sea falso o inmoral, ilegltimo o violento, dogmatico o arbitrario”, que brillan ante todo por su estilo. Por ello, se declara incapacitado para reducir el contenido de sus ideas a algo similar al tfpico contenido del estilo discursivo que el considera tan colombiano, pues su especulacion en filosofia ha sido vitalicia, y su expresion no puede hacerse de cualquier manera. No de otro modo encuentra que puede conciliar el entendimiento cientlfico del mundo con la idea de que a esos mundos corresponden otros que se hallan en la consciencia y en el pensamiento, al que han contribuido siempre los filosofos autenticos, seres elegidos de entre la mayorla que no piensa mas alia de sus necesidades vitales, algunos de los cuales ensayan discursos alucinados y sofistas que logran embaucar, permitiendoles liderar movimientos en las ideas y en politica en los que campean la irracionalidad, la violencia y la inconsciencia: La indigencia en que se halla la verdadera intelectualidad en el pals, debido a la union en su contra de la nacion, el gobier-

no y “la sedicente intelectualidad”, que no dejan surgir a los verdaderos promotores de la cultura en Colombia y que ven seriamente frustrados sus intentos por constmir una obra cuando

36 Ibid., p. 39.

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Julio Enrique Blanco

ella no se halla en concordancia con las politicas oficiales y no complace a los funcionarios de tumo37.

Tambien Blanco tuvo que luchar siempre contra este medio, y sus obras no han sido conocidas sino por un punado de lectores; un hombre que habia decidido ejercer seriamente la filosofia y cuya amplitud de conocimientos y profundidad de estudio excepcionalmente encontraron pares con quienes dialogar, que se adelanto en las observaciones criticas sobre ideas en boga, pero que inexplicablemente nunca fue valorado y reconocido con el proposito de formar una cultura cientifica y filosofica, ya que aun en plena epoca de normalization, el estimulo al conflicto social violento se abria paso a pesar de la filosofia, mientras Blanco se dedicaba a lo suyo, avanzando impasible, aunque el pais, para su propia desdicha, no lo notara. Esto nos obliga a presentar de manera sintetica el contenido de un extenso examen de la situation del pais al final, digamos, de su obra mas lucida, probablemente escrita despues de 1953, en el golpe de Estado de Rojas Pinilla, visto con simpatia por la clase dominante ante la emergencia del movimiento guerrillero en contra del violento regimen conservador implantado despues del asesinato de Jorge Eliecer Gaitan. Se trata del largo ensayo, mencionado antes, titulado Don Marco en sus suenos, que nunca se publico; a riesgo de equivocamos, una de sus partes importantes la denomino el mismo, en alguna de sus cartas a Lopez de Mesa, como el ensayo mas importante sobre laxritica. Lo incluimos en esta compilation presumiendo que se trataba, precisamente, de la critica de la cultura y la sociedad de su tiempo, la cual era ya para el contexto de su obra madura— la labor mas importante de un verdadero filosofo: no solo la de exponer ideas, sino el trabajo de aplicarlas a la realidad y ser consecuente con ellas, pues, no en vano, habia cultivado una devotion especial por Kant.



37 BLANCO, Julio Enrique. Nosotros y la Esfinge. En: Revista Universidad Nacional de

Colombia, n.c 1 1, pp. 71-101 (febrero-abril, 1948). Bogota.

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Antologia filosofica

El acapite octavo lo titulo “Bogota y el sino chibchano. Critica, elogio y provincianismo de la ciudad”. A1 seguir el razonamiento del pensador barranquillero, resulta dificil no remitirse a las ideas de Rafael Gutierrez Girardot, pues nos parece muy cercano a su agudeza critica en relation con lo social, con dos diferencias esenciales que no empanan en ninguna forma la calidad de sus autores: sus visiones criticas se distancian en unos treinta anos (mas de una generation), que, sin embargo, no cambian su actualidad y corren en beneficio de la antiguedad de Blanco, a quien no conocio Gutierrez, pero en su perjuicio, pues la superacion de la Guerra Frla hizo mas amplia la vision de este. Por otro lado, la profundidad de Blanco le coloca en un position mas libertaria y librepensadora por su ambiente y familia respecto a la del boyacense, quien nunca se libero del todo de sus demonios ancestrales; sin embargo, juntos expresaron sus validas reservas ante la izquierda ortodoxa y el socialismo del siglo.

La ironia, algo nuevo e indicativo de su madurez, le sirve a Blanco para mostrar el caracter definitorio de la cultura dominante en Colombia. Una especie de sino chibchano, algo parecido a lo que su paisano Garcia Marquez llamaria peste del insomnio, cobija la nation. La maldicion de El Dorado que obnubilo la mente de los conquistadores espanoles gobiema a Bogota y, desde alll, a todo el pais. Antes que Gutierrez y Ruben Jaramillo, Blanco senala los perjuicios para la cultura que tiene el aislamiento y el cierre que produce una mentalidad como la catolica, haciendola y modelandola como lo que implica ese sino: el provincianismo. Ya en la obra mas difundida del temprano Gutierrez sobre la literatura {Manual de historia de Colombia, edition de Colcultura), que aparece al final de los anos setenta y despues lo retoma Jaramillo en su aproximacion a la filosofia en Colombia (anos ochenta) y en nuestra Filosofia en Colombia (anos noventa), nosotros tambien lo asumimos. Este sino chib¬ chano resulta, en terminos filosoficos y sociologies, como provincianismo. La cultura colombiana adolecerla, entonces, de este destino tragico que Blan¬ co analiza como el principal problema colombiano que incide profundamente en el desarrollo de la intolerancia, la violencia y el atraso, porque no se trata simplemente de una peculiaridad simpatica, pues incluso reconoce la 58

Julio Enrique Blanco

hospitalidad e ingenuidad de los pobladores y aun de la aristocracia cachaca (senalamiento no muy del gusto de Gutierrez en su critica a Garda Marquez). Se trata de una infeccion que penetra en todas las esferas de la sociedad y las regiones y concentra en la capital no lo mas lucido de la nation, sino lo mas representative de la voracidad, oportunismo y arribismo que conducen, sin el tnenor sonrojo, al estancamiento y bancarrota del pais, mientras cerebros como Sanin Cano, Jose Asuncion Silva, Lopez de Mesa y muchos otros (en el mundo de Blanco) resultan acallados y postergados en medio de la violencia y la intolerancia. Terminemos con una frase bastante significativa, que expli¬ ca su conservation como inedita: '

Los advenedizos que llegan a Bogota y alia quedan presos de la fascination del medio que asi se les ofrece estupefaciente de grandes alucinaciones usufructuan, entonces, del factor economia concentrado como queda dicho, ya con sentido de critica, y de el disfrutan. Pero sin darse cuenta de lo que les ocurre, hacenlo para seguir dando pabulo a lo que es su misma, propia fatalidad. Y esta los condena, entonces, a mantenerse en un nivel de intelectualidad, de moralidad y de religiosidad, contomos de toda cultura, que no pasa, con respecto al mundo civilizado, de lo que es, como tambien se habra de ver mas adelante, desconcertante provincianismo de Bogota. Pues mientras otras capitales iberoamericanas, como Mexico, La Habana, Rio de Janeiro, Montevideo, Buenos Aires y Santiago de Chile han pasado o estan pasando de la etapa del provincianismo, Bogota todavia no.





Referencias BERMUDEZ, Eduardo. Ponencia en el XII Congreso de Filosofia. Barranquilla,

1998 BLANCO, Julio Enrique. De Paris, Egipto y Palestina. Notas de viaje de un filosofo. Nota 1 (n.os 1-12), en: Revista Universidad de Antioquia, n.os.37 y 38-39, pp.

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Julio Enrique Blanco

hospitalidad e ingenuidad de los pobladores y aun de la aristocracia cachaca (senalamiento no muy del gusto de Gutierrez en su critica a Garcia Marquez). Se trata de una infection que penetra en todas las esferas de la sociedad y las regiones y concentra en la capital no lo mas lucido de la nation, sino lo mas representativo de la voracidad, oportunismo y arribismo que conducen, sin el menor sonrojo, al estancamiento y bancarrota del pais, mientras cerebros como Sanin Cano, Jose Asuncion Silva, Lopez de Mesa y muchos otros (en el mundo de Blanco) resultan acallados y postergados en medio de la violencia v la intolerancia. Terminemos con una frase bastante significativa, que expli¬ ca su conservation como inedita: '

Los advenedizos que llegan a Bogota y alia quedan presos de la fascination del medio que asi se les offece estupefaciente de grandes alucinaciones usufructuan, entonces, del factor economla concentrado como queda dicho, ya con sentido de critica, y de el disfrutan. Pero sin darse cuenta de lo que les ocurre, hacenlo para seguir dando pabulo a lo que es su misma, propia fatalidad. Y esta Los condena, entonces, a mantenerse en un nivel de intelectualidad, de moralidad y de religiosidad, contomos de toda cultura, que no pasa, con respecto al mundo civilizado, de lo que es, como tambien se habra de ver mas adelante, desconcertante provincianismo de Bogota. Pues mientras otras capitales iberoamericanas, como Mexico, La Habana, Rio de Janeiro, Montevideo, Buenos Aires y Santiago de Chile han pasado o estan pasando de la etapa del provincianismo, Bogota todavia no.





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Antologia filosofica

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II. Estupor, filosofia y poesia* Julio Enrique Blanco, 1909

Releyendo, para corregir, las anotaciones que hice el ano pasado y el antepasado sobre la literatura inglesa de los Estados Unidos y de Inglaterra, me he detenido mas en lo que escribi acerca de los poetas Poe, Shakespeare y Milton. Lo he hecho asi porque me propongo, desde ahora, ir revisando lo que ya vengo escribiendo y haya de escribir posteriormente en los cuademos que he comenzado a componer de anotaciones sobre mis estudios y pensamientos. Creo que de esa manera podre fijar mejor en mi mente las ideas que debo precisar, para que me sirvan de gradas o etapas a fiituras orientaciones a las propias concepciones filosoficas de mi espiritu. Pero tambien he detenido mas mi atencion en lo que se refiere a los poetas, porque, para avanzar en mi estudio del latin el de la literatura romana—, he comenzado a leer algo de Lucrecio, informandome de la vida del extrano y genial poeta que igualmente fue filosofo y cientifico. Me estoy sirviendo para



*

Publicado en la Revista de la Normal Superior La Hacienda, Barranquilla, agosto de 2001. Nota original de presentacion: “Este texto foe suministrado especialmente a esta

revista por Julio Ntifiez Madachi. Para preservar su valor historico, lo transcribimos tal cual lo elaboro Blanco, salvo correcciones minimas de caracter mecanografico”.

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A n tologiufilosofica

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este estudio de una vieja edicion de T. Lucreti Cari, De rerum natura libiri sex, que he encontrado entre los libros que aun quedan de la biblioteca de mi padre, de mi abuelo y de mi bisabuelo, a que ya tantas veces me he referido en anotaciones anteriores. Dicha edicion proviene de 1808, MDCCCVIII, Argentorai ex tipographia societatis, y se halla precedida de una noticia literaria sobre el poeta, mas una relacion de ediciones originales y traducciones, asi como suplementada con un indice de las voces latinas mas raras y antiguas, rarioris et obsoletae latinitatis... Pues bien: he aqui lo que ahora se me ocuire pensar, curiosamente tambien despues de las anotaciones ultimas del aflo pasado con respecto a las noticias que voy teniendo de la logica de Stuart Mill. Como no ha existido jamas poeta verdadero sin inspiracion sobrehumana es decir, que “induzca” a estados de alma superiores a los comunes y corrientes , asi tampoco ha existido nunca filosofo verdadero sin exaltaciones interiores, admiraciones que lo llenan de asombros ante la sorpresa de es ese el estado de alma que lo lleva no ya a cantar, hallarse existiendo. sino a razonar el misterio del ser? Cantarlo es lo que me parece que ocurrio principalmente con Poe, con Shakespeare y con Milton.





Pues todos tres pararon mas en el canto que en el razonamiento. En Dante yo puedo descubrir tambien lo mismo, aunque en su Paraiso, ya mas dado a razonar, cantando hasta silogisticamente a veces. Y en el modelo de Dante, Virgilio, lo mismo. Pero en quien el estado de la inspiracion llevada hasta el estupor del alma coincidio mas con el estado del raciocinio del intelecto fue Lucrecio. Pues el es quien, para mi, mejor expone con su propio caso como es que la asombrada admiration que induce a esa especie de furor divino, que es la inspiracion sobrehumana para el canto poetico, “induce” tambien a esa especie de serenidad no menos divina que es el razonamiento para el discurso filosofico. De ahi me digo que en el fondo animico de todo filosofo haya dormitado, cuando no ha parado en poeta, la inspiracion que, o resolviendose en poesia, se ha resuelto en filosofia. Porque siempre es el enigma o misterio en la sorpresa y asombro de hallarse existiendo y de mantenerse identico mientras que advierte que todo cambia, lo que hace que ese mismo enigma o misterio se constituya en el problema que pide y exige solution; de modo que, repito, como induce al rapto inspirador de la poesia en Lucrecio







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Julio Enrique Bianco



fue como un furor, estupor o pasmo , asi induce al sosiego o serenidad de la filosofia. En este ultimo caso no es, pues, un movimiento del alma hacia el canto, sino un movimiento del intelecto hacia el raciocinio, lo que se produce, y en verdad, como si emanara de una fuente superior.

En genios excepcionales como Poe ocurrieron separadamente, unas veces para el canto poetico, otras veces para el razonamiento filosofico. Dio beIlisimo ejemplo de ello el poeta norteamericano cantando primero como en The raven, y razonando despues, sobre este mismo, en The philosophy of composition, asi como tambien en The rationale of verse. Pero en Lucrecio se comprueban conjuntamente ambos movimientos con su De rerum natura, y en verdad para mostrar como es que las actividades principales del espiritu humano se dan para responder a la cuestion que a mi tanto me inquieta: donde surge el ser, por que y para que se da y que y para que culmina sobre la tierra en el hombre y su consciencia de ello? El poeta puede responder a esta cuestion deleitandose en el encanto de cantarla, ensonando o fantaseando, dejando de inquietarse por la verdad. Pero no todos ni siempre, como lo veo por los mismos ejemplos que acabo de senalar. En cambio, el filosofo, si es tal de verdad, tiene que buscar la solution del problema, esforzandose hasta la tortura mental de encontrar, por la razon, la verdad. El genio del poeta tiende asi a la obra estetica; el del filosofo, a la obra filosofica: aquella como obra de arte, esta como obra de dialectica y logica.

El incesante continuo llegar a ser El aprender que el ser es esto: un continuo llegar a ser que jamas cesa, debiera ser lo que constituyera la ciencia por excelencia, que es la filosofia, la metafisica en cuanto dialectica. Y ya Platon dio un ejemplo de ello que hoy es clasico al ensenar que asi deberia ser siempre. En general, los filosofos griegos, como yo lo he aprendido de Nietzsche, fueron los promotores y cultores de esa ciencia por excelencia del llegar a ser que nunca cesa. Entre los romanos, la repercusion de tal concepto lo he hallado yo mismo en Lucrecio, de acuerdo con lo que acabo de anotar. Despues, los escolasticos acabaron 65

Antologia jilosqfica

con ese mismo concepto que reduci'a la sapiencia mas alta del espiritu humano a dialectica: dialectica en sentido platonico. Pero deteniendome aun en Lucrecio, y tratando de ahondar en lo que pasa dentro de si mismo cuando me doy a filosofar, veo que se necesita una esforzada decision del intelecto para inducir las disposiciones inherentes a la formation de los espiritus poeticos y filosoficos, con el fin de insistir en esa dialectica de los razonamientos (entendimientos), mas que en la estetica de los sentimientos (encantamientos) quiero decir en este ultimo sentido: mas que en las emociones que inducen a cantar , para superar los estados de asombro, admiration, estupor, pasmo, etcetera, en los actos de reflexion, raciocinio, discurso, y asi inducir lo que es poetico a lo que es filosofico, dialecticamente en la consideration del ser que siempre se halla en curso de llegar a ser otra cosa que lo que es en cada instante y en cada punto de la existencia. Pues me pregunto: £no sera en esa induction que ya no tiene nada que ver con la meramente logica de Stuart Mill— donde, amortiguando los impulsos del furor llamado divino de la inspiration, se podra seguir y perseguir mejor, o con mayor clarividencia, el suceso cambiante de las cosas, mirando al exterior, y el suceso tambien en correspondencia cambiante de los estados mentales, mirando al interior de la consciencia? Y me respondo: seguramente.







Pero de tal modo que, viendose analiticamente en su descomposicion, sin em¬ bargo se vean sinteticamente en su composition integral, su unidad dentro de la unidad de la identidad personal, es decir, subjetiva. Pues vuelvo a preguntarme: £no vendra a ser ya justamente la aprehension del ser en su incesante y continuo proceso del llegar a ser, el hacerse cuya expresion viene, entonces, a ser la de la dialectica como la sabiduria mas profunda, metafisica? Anoto que para mi viene a ser asi, advirtiendo que es lo que por propia experiencia cada ser humano que sea capaz de ello —un dificil y hasta penoso esfuerzo de concentration interior tras la dilatation exterior podra aprehender tambien. Que si busco ejemplos para ilustrar lo que en estos terminos quiero significar, hallo el siguiente que es de mi propia imagination: si me hallo, en un medio limpio de toda otra cosa, ante un objeto de un solo color sobresaliente que obligue mi atencion hasta dominarla por la sensacion exclusiva de dicho ob¬ jeto, me hallo amortiguado en mi mismo con respecto a toda otra sensacion



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y exaltado en la del objeto y del color que as! me impresiona. No encuentro, entonces, en ml un estado de alma estupefacta, delirante de poesia, sino una situation de consciencia que me hace razonar sobre el hacerse, llegar a ser de las cosas. qQue mas? En la apercepcion, entonces, de la subjetividad de la consciencia de ello, que en ml mismo sigue manteniendose en su identidad, hallo un punto de partida para darme a pensar dialecticamente, segun lo que vengo anotando ahora. De tal modo, por tanto, que as! llego a encontrarme, pensando y razonando yo dialecticamente, en el suceso incesante y continuo del existir, ya en el exterior, ya en el interior de mi consciencia con mi subjeti¬ vidad mi sujeto o mi yoidad, como dirlan los metaflsicos alemanes —mi yo , como foco iluminador de ese mismo existir. Y de tal modo, aunque reflexionando todavla mas sobre ello, llego a la conclusion de que tal dialectica, metafisica, se deja vivir por el esplritu humano en lo mas esencial de su actividad creadora, que es la de la inteligencia pura.







Perspectiva de una ciencia nueva Sigo pensando sobre lo que acabo de anotar y anado que mas bien se trata, entonces, de un saber nuevo, si con este se entiende no algo que se descubre por primera vez, sino algo que se entiende sin que pueda demostrarse con la certidumbre de las ciencias exactas. SI, empero, se puede sustentar as! la posibilidad de un conocimiento supremo basado en la racionalidad de una intros¬ pection que se sigue y persigue en su curso dialecticamente, tal cual acabo de anotarlo. Solo que mis cavilaciones continuan y me llevan otra vez mas a preguntarme: si yo admito que las facultades mentales que se ejercen en mi son el efecto de una actividad intelectual superior a la sensual; si admito que ella se me da, como lo advierto y observo en mi mismo, espontaneamente; o si, en otros terminos, puedo comprobar que la energia empleada en el ejercicio de aquellas facultades mentales revela, ademas de la que se me da como fisica por los sentidos, depende no de estos, sino de si misma; solo entonces podre entrar a investigar ese como por el cual me pregunto de la manera que debo. Y para ello tendre que proceder de tal modo, que habre de ver siempre, en el proceso del mundo, la existencia aparte de mi, el etemo llegar a ser que 67

A ntologia fib>sojica

se da en una direction, de un lado, como la de las ciencias exactas, fisicas y naturales, y de otro lado, como la de las especulaciones dialecticas, filosbficas y metaflsicas. Por este ultimo lado, no induciendo, entonces, sino deduciendo el proceso en la direction que le corresponde.

El saber supremo el que se ofrezca como apice en el flujo o decurso ha de ser este? del ser perenne ya sumido y absorbido en el pensar, entender etemo? Argumento: sea asf, por via de ilustracion, “x” una notion cualquiera. Si admito que dicha notion se ha adquirido por un habito del modo de pensar, es decir, por continuo ejercicio de actividades mentales, ya no podre considerarlo solamente como un producto de datos de los sentidos, sino tambien de actos de los intelectos que piensan que han pensado— dicha nocion. Por consiguiente, ya no podre sostener esta solo sobre la base del conocimiento empirico. Para que “x” se diera solo como efecto del objeto a que corresponde, £no habria de intervenir ninguna actividad o energia aparte de la del mismo objeto del cual seria efecto? Si, al contrario, admito que la nocion “x” se forma principalmente por un acto reflexivo de pensamiento, entendimiento y tal es la realidad o, mas bien, la verdad del hecho—, la primera vision del empirismo tiene que desecharse. Pero, por otra parte, puedo suponer tam¬ bien que por aquel habito adquirido en el ejercicio constante de la razon o inteligencia, se da una potencialidad de discernimiento que hace aumentar en claridad y distincion la “x” considerada. Y siendo asi,