Anatomia Femenina

1. Indice de genitales femeninos Anatomía y diccionario Como siempre, empleamos el corte sagital, que es el que mejor pe

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1. Indice de genitales femeninos Anatomía y diccionario Como siempre, empleamos el corte sagital, que es el que mejor pemite ver todos los aditamentos anatómicos, y las relaciones de los unos con los otros.

La vulva y sus maravillas (incluye el punto G) La vulva es la parte externa de los genitales femeninos. Es esto que, en los diferentes argots, se denomina coño, concha, conejo, chocho, y, en inglés, "fanny" o "pussy".

Vulvas variadas Hay muchos tipos de vulvas. Aquí vemos unos cuantos. Es prudente aconsejar a las niñas que se examinen la vulva, abriendo los labios y con un espejo. Es importante instruirlas acerca de su utilidad, de su higiene y de su "normalidad". La vulva no es nada sucio, maloliente o vergonzoso. Es importante evitar este tipo de "explicaciones" que, a la larga, son represoras y angustiantes.

El clítoris y sus secretos El clítoris es un aditamento formado por dos cuerpos cavernosos (elementos constituídos por agrupaciones de vasos sanguíneos) En su parte anterior encontramos el glande, y es la única porción que asoma al exterior. El resto del clítoris permanece dentro del cuerpo, a ambos lados de los labios menores.

Clítoris decorados. Piercing. Tatoo. Los capuchones de los clítoris, así como los labios menores, son lugares sugerentes para ser adornados con piercing variados. Aparte del valor estético de los anillos u colgantes, se consigue, a base de meter peso, un alargamiento de las partes blandas que debe de resultar muy atractivo para según qué señoras, o para sus parejas.

Clítoris grandes. Pumping (bomba de vacío) Todo clítoris tiene su magia. Muchas chicas con clítoris grandes sufren creyendo que lo suyo es algo malo, anormal, feo o despreciable. Les sugiero que den gracias a Dios por habérselo hecho así, y que aprendan a quererlo, mimarlo y emplearlo en sus mejores usos.

La menstruación Hay muchos mitos acerca de este estado. Pocas vulvas menstruantes se pueden ver en páginas eróticas, publicaciones sicalípticas o pasarelas de strip tease. Y, sin embargo, todas las mujeres en edad de merecer pasan unos días al mes en este curioso trance. Los mitos incluyen la prohibición de lavarse la cabeza, o de trabajar con bobinas de cobre, durante los días de la regla.

Hirsutismo o hipertricosis ¿Será verdad que donde hay pelo hay alegría? Las vulvas peludas gozan de amplio predicamento entre según quienes, hombres y mujeres. Puede ser debida a una distribución peculiar del pelo, sin constituir anormalidad. También puede ser debida a enfermedades hormonales.

El Himen Es la membrana que oculta parcialmente la entrada de la vagina. Para muchas culturas es la garantía de la virginidad de las mujeres, el certificado de garantía que demuestra que su propietaria ha practicado la castidad... o que si no la ha practicado lo ha hecho con vista.

Anorgasmia femenina Falta de respuesta La anorgasmia femenina es una falta de respuesta cerebral a los diferentes estímulos que sirven para ser excitada en los puntos del cuerpo que las mujeres poseen para esta saludable finalidad. Recordemos que la plataforma orgásmica de la mujer consiste en clítoris, capuchón del clítoris, labios menores, tercio exterior de la vagina, mamas y punto G). Puede ser primaria cuando acontece (o mejor, deja de acontecer) desde el inicio de la actividad sexual, fenómeno que puede durar algún tiempo (meses a veces años) Es secundaria, cuando aparece tras un

período en el que ha habido respuesta sexual con capacidad para llegar al orgasmo. Tradicionalmente se la denominaba frigidez sexual, término que se ha erradicado prácticamente de la sexología por su connotación peyorativa ya que etimológicamente significa “frialdad total” (anestesia sexual total y primaria) para todo estímulo erótico. Da la sensación de que la respuesta sexual de la mujer se halla mucho más influida por aspectos psicológicos que sexuales. El hombre se excita con poca cosa. La mujer, en cambio, necesita más alicientes. Lo más frecuente es que dé mucha importancia a los componentes psicológicos no sexuales que intervienen en la relación. Una mujer heterosexual, para excitarse sexualmente con un hombre, debe considerarlo agradable, afectuoso y emocionalmente interesante.

¿Cómo es la sexualidad femenina? Las actividades sexuales, en las mujeres, parecen más centradas en el goce y en el erotismo que en la genitalidad y el orgasmo. En las culturas más o menos dominadas por el machismo se hace mucho hincapié en esos dos puntos, que, al fin y al cabo, son prioritarias, culturalmente, en el sexo masculino. La ausencia de orgasmo en la mujer llega a alcanzar hasta el 63 % en las relaciones sexuales de pareja. La consideramos primaria si la mujer nunca ha tenido orgasmo. Sería secundaria, o situacional, en mujeres que, habiendo tenido orgasmos, sienten dificultad notable o imposibilidad para alcanzarlos en el transcurso de la relación de pareja.

La ausencia primaria de orgasmo significa que la mujer nunca ha tenido un orgasmo. Algunas mujeres ni siquiera lo han intentado. No conocen la masturbación, o bien, conociéndola, no les resulta en absoluto atractiva. En estos casos no hay más solución que el aprendizaje mediante auto masturbación. En esta situación se produce el máximo de tranquilidad, así como una total ausencia de exigencias por parte de tercera persona. Existen mujeres que, aún así, no son capaces de relajarse lo suficiente como para llegar al orgasmo. En estos casos se recomienda el empleo de un vibrador. Las mujeres son aleccionadas a comprar un vibrador (los hay en los grandes almacenes, en la sección de cosmética, como “aparatos de masaje corporal”) y a colocarlo apretando el clítoris (no introduciéndolo en la vagina). El tiempo será más o menos largo, pero a la larga provocará el orgasmo. Las primeras veces puede ser necesario un tiempo muy largo, de más de 45 minutos. Más adelante irá disminuyendo. De todas formas, es necesario insistir en la resolución de los temores inconscientes, mediante la pertinente psicoterapia en los casos en que ello sea necesario. También deben ser instruidas las mujeres en la manera de evitar la distracción durante la actividad sexual. Un consejo frecuente es el de desarrollar fantasías eróticas, las cuales actúan como “superdistracción” ante los pensamientos “distractores”. Se instruye también a la mujer en el empleo de factores musculares (presión de los músculos perineales y de los muslos) como manera de ayudar en la obtención del orgasmo. Una vez aprendido el mecanismo de obtención del orgasmo, se pasa a la transferencia de lo aprendido a la situación heterosexual. En la disfunción orgásmica situacional, es decir, la aparecida en mujeres que, habiendo alcanzado orgasmos, tienen dificultades a partir de un cierto momento o con una determinada pareja, el tratamiento se aborda como una dificultad propia de la pareja. Es necesario resolver los conflictos subyacentes, los problemas de comunicación entre la pareja, así como los malentendidos que puedan existir en relación a sus deseos sexuales. Una vez comprobado que el problema se debe únicamente a cuestiones puramente sexuales, se pasa a técnicas concretas. El aumento de la estimulación antes del coito resulta la técnica más importante. Se trata de no iniciar el coito antes de haber obtenido una gran excitación. Puede ser interesante aleccionar a la pareja a obtener el primer orgasmo femenino mediante caricias, antes de intentar el coito. La estimulación clitorídea y coito combinados aumenta las posibilidades de estimulación durante el acto sexual. El clítoris debe ser estimulado con la mano, y, para ello, resulta adecuada la posición superior de la mujer (montada a horcajadas sobre el varón).

También deben ser instruidas las mujeres en la manera de evitar la distracción durante la actividad sexual. Un consejo frecuente es el de desarrollar fantasías eróticas, las cuales actúan como “superdistracción” ante los pensamientos “distractores”. Se instruye también a la mujer en el empleo de factores musculares (presión de los músculos perineales y de los muslos) como manera de ayudar en la obtención del orgasmo. Una vez aprendido el mecanismo de obtención del orgasmo, se pasa a la transferencia de lo aprendido a la situación heterosexual. En la disfunción orgásmica situacional, es decir, la aparecida en mujeres que, habiendo alcanzado orgasmos, tienen dificultades a partir de un cierto momento o con una determinada pareja, el tratamiento se aborda como una dificultad propia de la pareja. Una vez comprobado que el problema se debe únicamente a cuestiones puramente sexuales, se pasa a técnicas concretas. El aumento de la estimulación antes del coito resulta la técnica más importante. Se trata de no iniciar el coito antes de haber obtenido una gran excitación. Puede ser interesante aleccionar a la pareja a obtener el primer orgasmo femenino mediante caricias, antes de intentar el coito. La estimulación clitorídea y coito combinados aumenta las posibilidades de estimulación durante el acto sexual. El clítoris debe ser estimulado con la mano, y, para ello, resulta adecuada, entre otras, la posición superior de la mujer (montada a horcajadas sobre el varón).