Adicciones, Salud Mental y Trabajo Social 18

1 Adicciones , Salud Mental y Trabajo Social Por :Alfredo Juan Manuel Carballeda(1) En principio, lo que yo marcaría co

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Adicciones , Salud Mental y Trabajo Social Por :Alfredo Juan Manuel Carballeda(1) En principio, lo que yo marcaría como relevante para pensar la intervención, tanto en el campo de

las adicciones como en salud mental; es el tema del contexto; es decir

preguntamos acerca del contexto en el que estamos interviniendo. Esta cuestión implica, por un lado, la necesidad de un profundo conocimiento del contexto de intervención. Por otra parte, es importante resaltar que, no nos alcanza con una mirada al contexto, solo en términos cuantitativos, signados por datos empíricos que ya conocemos y todos de alguna manera padecemos debido a la situación en la que estamos viviendo, en términos socio - económicos. Es decir; el desempleo, las nuevas formas de exclusión social, etc. son importantes y marcan el contexto, pero necesitamos de otra visión del mismo, que en definitiva pueda ampliar nuestra capacidad de intervención. Pero, de esta forma, agregaría una visión del contexto, que es producto de una sensación que se tiene a fin del siglo XX y que es bastante parecida a la situación de fines del siglo XIX; sobre todo en el campo de las ciencias sociales ;eso tiene que ver con la perdida de la totalidad, vivimos en un mundo fuertemente fragmentado, divididos, donde la individualidad prima por sobre todas las cosas, donde la economía de mercado se ha metido en nuestra vida cotidiana y nos desenvolvemos cada vez más dentro de esa lógica. Ahora bien, si vinculamos este "dato" con la cuestión social yo pondría un especial énfasis, en principio en la problemática de la fragmentación: Problemática que sirvió de punto de arranque, y de reflexión para los orígenes de las Ciencias Sociales; Weber Durkheim y otros, como así también en Gramsci en tanto la tradición marxista occidental, trabajaron dialogaron acerca de esta cuestión, que pareciera se repite a fines del siglo XX.. Existen en estos autores,( como lo afirma Juan Carlos Portantiero) instancias de diálogo y preocupación que nos pueden ser útiles, no solo para comprender y explicar el contexto, sino en función de intervenir en la "cuestión social". Hago hincapié en la cuestión de la fragmentación; fundamentalmente porque es en este punto donde los trabajadores sociales tenemos mucho que decir, y que hacer, ya que , en principio, las demandas que recibimos cotidianamente se relacionan con este tema.

1999(Ponencia en las I as Jornadas sobre Salud y Trabajo Social) Universidad Nacional de Luján.Departamewnto de Ciencias Sociales. Carrera de Trabajo Social 1

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De esta forma el problema de la drogadicción se vincula con el marco contextual en que estamos interviniendo y está, en definitiva fuertemente vinculado con esta cuestión. En lo personal comencé a trabajar con drogadependientes en el Fondo de Ayuda Toxicológica en 1979, y mi contacto actual con la intervención en el campo de las adicciones y de la salud mental, pasa por la guardia del Hospital de Emergencias Psiquiátricas Torcuato de Alvear (HEPTA) El HEPTA tiene una guardia de 24 horas e incluye dentro del equipo interdisciplinario un trabajador social cada día. Lo que yo podría decir desde mi práctica inevitablemente me lleva de nuevo al problema de la fragmentación, a pensar que cuando nosotros hacemos el ingreso de un paciente que puede ser consumidor de drogas o no. Pero que en definitiva el padecimiento que está viviendo esta persona, se puede relacionar con digamos < una fuerte separación con respecto a los otros> y una pérdida de la sensación de totalidad. La importancia en términos de intervención , desde el ingreso es reconocer a esa persona como un sujeto histórico social. Es decir un sujeto que se construye a partir de otros, en términos de sociabilidad, de lazos sociales. Por otro lado, entendemos que desde el primer momento del ingreso del paciente, debemos comenzar a trabajar su egreso de la institución. ¿Cómo seria ese trabajo de egreso? Ese trabajo de egreso, tiene que ver con la reconstrucción posible que se puede hacer de ese sujeto que se presenta escindido de sus pares, en este caso el sujeto ya , tal vez, está separado de la familia, de su grupo de amigos,ha perdido su autonomía o parte de ésta, etc. Entonces ahí, hay mucho caminos para analizar y digamos hay muchas cosas que lo social puede aportar en términos de intervención. Volviendo al principio, a partir de la percepción de la pérdida de totalidad, surgen, si se quiere dos fuertes tradiciones en tanto miradas de lo social. Ambas se van a vincular con el Trabajo Social. Una de ellas la más normativa, vinculada con la resolución de la problemática de la integración desde esa perspectiva, es decir, preocupada por la anomia social. De ahí que los aspectos fundacionales de esta disciplina se vinculen con dispositivos de control. Otra, mas relacionada con las modalidades actuales de intervención , relacionada con un carácter no normativo de la intervención, que se viene mostrando desde hace algunos años a partir de la caída de ; la teoría social parsoniana ( que marcó al trabajo social desde el desarrollismo y continúa con menos fuerzas) y la caída de determinados dispositivos del estado de bienestar, que relacionaban asistencia con disciplinamiento.. Desde esa perspectiva podríamos decir que existen dentro del campo Trabajo Social dos importantes tradiciones. Aún así, la tradición mas fuerte es la normativa. Pero lo que se esta viendo en los últimos años es una corrida del trabajo social desde esa tradición normativa a una tradición de intervención que se produce a través de la

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reconstrucción y fortalecimiento de los lazos sociales. Que se pregunta de otra manera a sobre la sociabilidad, saliendo de la preocupación por la anomia, centrándose tal vez en una mirada mas resuelta hacia lo cultural. Creo que en este momento el gran tema de discusión dentro de lo social en Argentina, pasa por estos temas como punto de reflexión para el Trabajo Social, la Sociología, la Antropología, los polítólogos, etc. El común denominador es que están permanentemente girado alrededor del tema del lazo social, producto de visualizar una sociedad como fragmentada. Yo me atrevería a decir que el drogadicto es alguien que esta viviendo en un lugar dentro de la sociedad, que no esta protestando contra ésta de la misma manera que lo podría hacer dentro de la década de los70´. En los 90' la sustancia droga se ha transformado en un objeto de consumo más; con esto quiero decir, que necesitamos ver es el sentido simbólico de lo que significa la sustancia droga, tanto desde la perspectiva material como la simbólica, como así también su relación con los objetos de placer, o tal vez de nuevo pensar en la problemática de la fragmentación. Porque quizás, en el momento efímero del efecto de la sustancia, la sensación de pérdida de totalidad desaparece o se deja de lado. Por otra parte es importante analizar el sentido simbólico de lo que implica ser droga dependiente, de lo que implica ser familiar de un droga dependiente, en definitiva temas nuevos o no tan nuevos que nos hacen preguntas desde lo social y que tenemos que intentar responder. Hay formas de exclusión que atraviesan a todas las sociedades y hay malestares que atraviesan todas las sociedades, entonces las adicciones, tampoco son problemas de una determinada parte de la sociedad.. La adicción es una forma de exclusión que atraviesa toda la sociedad Argentina, desde este punto de visa, relacionado con la construcción de identidades, podría ser una punta para trabajar Es decir este mundo fragmentado no trae una fuerte dificultad en tanto construcción de identidad y las identidades que se recrean, en especial las relacionadas con las sustancias, son fuertemente fragmentadas y efímeros. Todas estas cuestiones , implican en principio una revisión de los saberes que poseemos alrededor de estos temas. Yo creo que podríamos pensar la drogadicción desde ese punto de vista, como un efecto de la cultura, pero además , plantearía que no existe la droga, ni la adicción , ni el adicto, sino sencillamente la singularidad de cada una de esas cuestiones. De ahí la necesidad de acceso a esa singularidad, a intentar comprender como el contexto construye o enmarca identidades que van a ser fuertemente particulares y no homogéneas.

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Explica además, que distintas sustancias tienen distintos usos y eso implica que si miramos la sociedad Argentina, nos podemos admirar por el incremento que ha tenido el consumo de droga general en los últimos años; pero el consumo de droga legal sigue estando 1ra en nuestro país y el consumo de alcohol continúa superando al consumo de drogas. Contradictoriamente, desde los discursos oficiales, estamos acostumbrados a escuchar discursos fatalistas alrededor de esa cuestión. Desde mi punto de vista no puedo hablar de un adicto sino como un emergente de este momento social que estamos viviendo Si aceptamos la cuestión de la heterogeneidad que existe en lo social, entonces podemos entender que no hay un adicto sino que existen muchos adictos y todos son únicos e irrepetibles, y sobre cada uno de ellos vamos a tener que trabajar si trabajamos en el campo de drogadicción con lo que implico la singularidad de su historia de vida, de su propia cotidianeidad, de su constitución Lo que implica la singularidad de cómo la sustancia ayuda a la construcción de identidad. Pero, también, los adictos se construyen socialmente, diferentes épocas tienen una distinta visión acerca de la problemática, pero esas visiones son construcciones, discursos, que en definitiva pueden servir para generar "perfiles" y realizar diferentes escalas de caza de brujas. Si aceptamos la singularidad y nos permitimos pensar en términos de caso social, se nos abren de esta forma distintos puentes para la intervención, porque podemos aprender que si los discursos existen, y no son solo los mediadores entre los hombres y la realidad sino que son fuertes constructores de ambos. La gramática de los mismos, es decir su orden, son de posible alteración, ahí podría dirigirse y de hecho se dirigen las nuevas formas de intervención en lo social en el campo de las adicciones y la salud mental. --------------------------------------------------------------1999----------------------------------------------------------------------------------------------------------