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ACTIVIDAD PRODUCTIVA SISTEMAS DE CRIANZA La cría de cuyes se conduce según tres sistemas diferentes, caracterizados por

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ACTIVIDAD PRODUCTIVA SISTEMAS DE CRIANZA La cría de cuyes se conduce según tres sistemas diferentes, caracterizados por su función en el contexto de la unidad productiva, y no por la población animal. Dichos sistemas son el familiar, el familiar–comercial y el comercial. El desarrollo de la cría ha implicado que un mismo productor haya podido practicar los tres sistemas. Reproducción y manejo La precocidad es uno de los factores que permite disminuir los costos de la producción. Al evaluar la producción de hembras apareadas a las 8, 10 y 12 semanas de edad no se encontraron diferencias estadísticas entre los índices de fertilidad y prolificidad de las madres. Las hembras apareadas entre los 54 y 69 días de edad solían quedar preñadas en el primer celo, inmediatamente después desde el empadre. Las variaciones de peso desde el empadre al parto y del empadre al destete tienden a ser positivas en las hembras apareadas antes de los 75 días de edad. El peso de la madre al iniciar el empadre es una variable más eficiente que la edad, e influye en los pesos al parto y al destete, en el tamaño de la camada y peso de las crías al nacimiento y destete. Las hembras pueden iniciar su apareamiento cuando alcanza un peso de 542g. El primer empadre debe iniciarse cuando los machos tienen 4 meses, ya que a esta edad se han desarrollado no sólo en tamaño sino han alcanzado la madurez sexual. Su peso supera 1,1kg, y es mayor al de las hembras en un 34%, lo que les permite establecer en la poza de cría una relación de predominio sobre las hembras, que son mantenidas en una proporción de 1:7. Al mes del empadre éstas pesan más de 1,4kg, y siguen desarrollándose hasta los 24 meses, edad en la que un adulto supera los 2,8kg. Parto, lactación y destete. Cada hembra puede tener 4 ó 5 partos por año; el número de crías por camada varía entre 1 y 6, y más frecuentemente entre 1 y 4. El crecimiento del cuy es rápido durante las tres primeras semanas debido al valor nutricional de la leche materna y al consumo de alimento que inicia a las pocas horas del nacimiento. En virtud de estos factores es posible realizar destetes precoces. El destete se puede efectuar a la semana o a las dos semanas de edad, sin detrimento del crecimiento del gazapo aunque se pueden presentar problemas de mastitis por la mayor producción láctea que se registra hasta los 11 días después del parto. El destete precoz tiene efecto sobre el peso final, alcanzando los destetados a los 7 días mejores pesos finales a la comercialización (ej. 93 días) respecto a los destetados a mayor edad (14, 21 días). En climas fríos se hace necesario retrasar el destete una semana más (2 sem. De edad) (INIA. Manejo de Cuyes; 2006). Al momento del destete se deberá sacar a los animales y agruparlos en lotes Cuando la temperatura ambiente es inferior a 12ºC, es necesario disponer de una fuente de calor durante la lactación y aún alargar una semana el destete. Esta práctica de manejo contribuye a incrementar la tasa de sobrevivencia en la cría comercial.

Cría y Recría. En la etapa de cría (destete – 4ª sem. edad), los cuyes destetados deberán estar agrupados por sexo. El número de animales por grupo dependerá del sistema de crianza y el tamaño de las pozas. Se pueden formar lotes uniformes de 10 machos y 15 hembras. Lotes de 20 o 30 animales requerirán pozas de 1.5m x 2.0 m x 0.45m. En crianzas comerciales se agrupan lotes de 60 destetados en pozas de 3.0 x 2.0 x 0.45m. Los animales deberán recibir una alimentación rica en proteína (17% - 20%) y de alta energía. Con cuyes mejorados se pueden lograr incrementos de peso promedios de 15g/animal/día (INIA. Manejo de Cuyes; 2006). Después de la CRÍA (destete – 4ª sem. edad) se inicia la etapa de RECRÍA . La recría se inicia después de cumplida la cuarta semana de edad y prosigue hasta la edad de comercialización, que se sitúa entre la novena y décima semanas. Se deben formar lotes uniformes en edad, tamaño y sexo que respondan bien a las dietas con bajo contenido de proteínas (14%) y alto contenido de energía. Muchos productores utilizan como suplemento del forraje el afrecho de trigo. No deben prolongarse esta etapa para evitar las peleas entre los machos: las heridas que se hacen malogran la calidad de las carcasas. Estos cuyes que salen al mercado son los llamados parrilleros. La recría no debe prolongarse para que no se presente engarzamiento en la carcasa. (INIA. Manejo de Cuyes; 2006). Lotes entre 8 y 10 cuyes manejados adecuadamente requerirán áreas de 1000 a 1250 cm2 por animal. (INIA. Manejo de Cuyes; 2006). Concluída la recría debe seleccionarse a los cuyes reproductores para reemplazo. En caso de machos la presión debe ser alta ya que de ello depende la descendencia. Darle un alto peso a la precocidad ya que las hembras pueden proveer a su descendencia la capacidad de ser prolíficas. (INIA. Manejo de Cuyes; 2006). SACA DE REPRODUCTORAS Dependiendo del sistema de crianza y el manejo adecuado, una reproductora puede ser destinada a saca después del 3er o 4º parto.

Ciclos de reproducción del cuy 1. CICLO ESTRAL: Corresponde al intervalo de tiempo entre la aparición de un celo y el siguiente. Su duración es muy variable y oscila entre los 13 y20 días. Cada 16 días promedio. Presenta 4 fases proestro, estro, metaestro y diestro. El celo o estro, donde la hembra acepta al macho que varía de 27 a 31 horas, las hembras en celo tienen manifestaciones externas como: Intento de montar a las otras hembras. Estiramiento del dorso de la hembra en presencia del macho con elevación de la pelvis. Emite un ruido en presencia del macho. Una manera mecánica para detectar el celo es sujetando a la hembra y colocando la mano sobre su dorso y con la otra mano se aplica el movimiento rápido rítmico sobre la grupa, si la hembra adopta la posición se monta, estará en celo. La manifestación de celo se presenta inmediatamente después del parto a las dos o tres horas de este.

2. CELO: Se denomina celo o estro a la fase del ciclo estral en que las hembras aceptan al macho, la duración o persistencia del celo es esta especie varía entre 27 y 31 horas. Además tiene la característica de presentar el ciclo post parto que dura 3 horas, apareciendo aproximadamente a las dos horas después del parto; una evidencia para notar el celo es cuando las hembras intentan montar a otras. 3. OVULACIÓN Y FECUNDACIÓN: La ovulación ocurre generalmente a las 10 horas de iniciado el celo y es el momento óptimo en que la hembra se encuentra apta para la fecundación. Ovulación es el desprendimiento de un óvulo del ovario, mientras que fecundación es la unión del óvulo con el espermatozoide en que dará origen al huevo o zigote, el que a su vez dará lugar al feto, que cumplido el periodo de gestación dará un nuevo ser o cría. 4. PERIODO DE GESTACIÓN: Tiene una duración promedio de 67 días; aunque se han registrado períodos que varían de 42 a 72 días. Existe una correlación entre los periodos de gestación y el tamaño de la cría. También hay una relación entre el periodo de gestación y el tamaño de la camada (número de crías). Siendo períodos más largos para camadas de una cría (70.5 días) y los más cortos para camadas numerosas (66.8 días) para camadas de 6 crías. La buena alimentación, calidad genética y un buen manejo, influyen en el tamaño de la camada. 5. CUIDADO DE HEMBRAS GESTANTES: El cuidado de hembras gestantes debe ser muy riguroso, por lo que es necesario realizar un adecuado manejo de: Apareamiento de hembras jóvenes. Frecuencia de apareamiento. Eficiencia manipuleo. Evitar densidad de pozas o jaulas. Evitar cambios bruscos de temperatura. Cuidado con el transporte, etc. 6. EL PARTO: La hembra próxima a la parición, se separa del grupo y luego de las contracciones y dilataciones genitales correspondientes, empieza la expulsión de los fetos uno por uno. Cada feto está rodeado de sus membranas fetales respectivas, las cuales son inmediatamente lamidas e ingeridas por la madre durante el parto. En el parto, generalmente se produce de uno a cuatro crías. El cuy, animal vivíparo, pare generalmente por las noches y varía de 1 a 8 crías, la que depende, de la sanidad, alimentación y grado de selección.

7. LACTANCIA Y DETETE: La producción de la leche materna y consumo de ésta por las crías, es muy importante para lograr la sobrevivencia de ellos, la leche materna es altamente nutritiva desde el punto de vista proteico y energético. El destete debe realizarse a los 30 días de edad, momento en el cual deben pesarse y separar por sexos. La leche materna es altamente nutritiva desde el punto de vista proteico y energético, por lo que pueden criar de 5 a 6 crías sin ningún inconveniente, a pesar de tener dos pezones, las crías caminan inmediatamente y consumen forraje a las 2 o 3 horas de nacidos. 8. MANEJO: Es un término amplio, en tanto comprende las operaciones de alimentación, sanidad, reproducción, instalaciones y el manipuleo propiamente dicho. Manejo de hembras: Las hembras para ingresar al primer empadre deben tener una edad que fluctué entre los 3 y 4 meses; deben ser seleccionadas por el peso, y proceder de camadas numerosas. Una hembra gestante, en lo posible, no debe ser manipulada porque puede ocasionársele un aborto. La sujeción de las hembras gestantes es colocándola sobre el antebrazo del operados y la mano sujetando la región ventral. Manejo de Machos: A los 6 meses los machos alcanzan su completa madurez sexual es por esa razón que para el empadre se recomiende machos de esa edad. Los empadres con machos tiernos arrojan bajos porcentajes de fertilidad. Un macho adulto puede soportar una carga de 15 hembras. Manejo de crías lactantes: Es recomendable que el parto se realice en la poza de empadre y las crías sean sacadas a las pozas de crianza cuando estas tengan de 3 semanas de edad. Con este sistema se aprovecha más eficientemente el celo post parto d las hembras. Manejo de gazapos: A los cuyes se les denomina gazapos desde el destete hasta que salen al mercado o entran al empadre. A los gazapos destetados se les agrupa en lotes de 10 machos o 15 hembras, tratando que estos grupos sean homogéneos en edad como en tamaño. Se debe practicar la selección de los animales para recría del plantel y para la venta. Los cuyes sobre el primer mes no presentan problemas sin embargo a simple vista es difícil diferenciar el sexo. En términos generales el macho es más grande que la hembra.

Alimentación del cuy En la alimentación se fusionan los conocimientos científicos y prácticos que tiene por finalidad hacer más reproductivos a los animales domésticos a través del uso más eficiente de los alimentos tales como forraje y concentrados. El cuy crece con más velocidad con relación al peso corporal, comparado con animales domésticos mayores, por lo que es importante el conocimiento de las necesidades nutritivas de la raciones que se suministran tales como forraje, concentrados y granos. 1. FORRAJE: El forraje debe incluirse básicamente en toda dieta alimenticia, un animal en crecimiento debe consumir de 160 a 200 gramos al día. El forraje es la fuente fundamental de agua y vitamina C, que los cuyes utilizan para cubrir sus requerimientos nutritivos. La calidad nutritiva de los forrajes, es muy variada, por lo que siempre debe suplementarse con un concentrado a fin de lograr un máximo crecimiento. Entre los forrajes tenemos: alfalfa, maíz, cebada, avena, trébol, carretilla, retama, yuyo, achupalla, ryee grass, dactylis. festuca de preferencia oreados.

INSTALACIONES: El material a usarse para la construcción del criadero de cuyes es variable, dependiendo de la zona donde se instale por lo que se sugiere utilizar material de la zona, lo que conllevará a la disminución de costos de inversión. Condiciones de una buena instalación: Las pozas deberán ubicarse en ambientes cerrados para evitar cambios bruscos de temperatura. El criadero debe contar con ventilación e iluminación adecuada. La temperatura óptima del criadero debe variar entre 15 a 18 grados centígrados. Debe mantenerse a los animales es pequeños grupos, separados por edad, sexo, todas estas condiciones permitirán que el animal consuma cantidades de alimento y consecuentemente un mayor incremento de peso. Pozas de crianza: a. Pozas de empadre y maternidad: Las medidas recomendables para una poza de empadre y maternidad son de 1 por 1.50metros que albergue a un total de 10 a 15 hembras por macho, para lo cual debe tenerse en cuenta el tamaño de las hembras. Generalmente en las pozas de empadre típicas se ubica un macho durante el parto. En algunos casos se separan las hembras antes del parto a pozas de maternidad colectivas o individuales, donde parirán y lactarán a las crías permaneciendo más de un mes, regresando la madre a su poza para ser servida nuevamente. b. Pozas de recría: Uno de los mayores problemas que se ha presentado en la explotación del cuy como animal de carne, ha sido la recría de machos en grupo. Para solucionar el problema es conveniente un área de 0.07 metros cuadrados por animal. Por lo tanto para un grupo de 10 animales se utilizará un apoza de 1 por o.70 metros. Cuando la recría se realiza con hembras se tiene una mayor elasticidad. Estos animales no muestran agresividad al llegar a su madurez sexual, por lo que es recomendable pozas de 1 por 1.20m para 15 animales. Las pozas deben limpiarse diariamente y la desinfección cada 15 a 30 días. Ventajas del sistema de pozas:

Mejor control sanitario: La limpieza y distribución de alimentos se realiza con mayor rapidez. Mejor control sanitario: el manejo de cuyes en grupo pequeños es más fácil para el control de enfermedades. Mejor manejo de animales: se favorece al manejo de los machos formando grupos homogéneos con la misma edad o sexo. Mejor aprovechamiento de las hembras: manteniendo a las hembras en empadre permanentemente se logra mayor número de camadas al año y menor mortalidad de lactantes. Jaulas: Su construcción se realiza de madera y con piso de malla. Pueden ser individuales o colectivas. a. Jaulas de maternidad: Son jaulas individuales de 50 cm de largo por 30 cm de ancho; también pueden ser colectivas, pero en este caso solo albergan de 4 a 6 cuyes. Las hembras cuya preñez ha sido comprobada son ubicadas en estas jaulas y permanecen junto con sus crías hasta el destete. Número de animales por pozas: 1 macho con 10 hembras. 20 gazapos de un mes de edad. 10 a 12 machos o hembras de engorde. 5 a 6 hembras con crias. b. Jaulas para reproductores machos: Son más grandes que las anteriores, miden 50 cm de largo por 50cm de ancho, y albergan a los machos entre 6 a 18 meses. Para que las instalaciones satisfagan las exigencias de una especie, deben diseñarse de forma tal que permitan controlar la temperatura, humedad y movimiento del aire. Los cuyes a pesar de considerarse una especie rústica, son susceptibles a enfermedades respiratorias, siendo más tolerantes al frío que al calor. Su cuerpo conserva bien el calor pero la disipación del mismo es muy deficiente. Las instalaciones deben proteger a los cuyes del frío y calor excesivos, lluvia y corrientes de aire, tener buena iluminación y buena ventilación; para lograr este propósito es necesario hacer una selección correcta del lugar donde se van a ubicar las instalaciones y de los materiales que deben usarse para su construcción. Al seleccionar el lugar correcto debe tenerse en cuenta la cercanía a las vías de acceso, donde no se produzcan inundaciones y que permita futuras ampliaciones. La ubicación de las pozas dentro del galpón debe dejar corredores para facilitar el manejo, la distribución de alimento y la limpieza. La mayor parte de la literatura registra que la temperatura óptima está en la gama de 18 a 24°C. Cuando las temperaturas son superiores a 34°C, se presenta postración por calor. Exponiendo los cuyes a la acción directa de los rayos del sol se presentan daños irreversibles y sobreviene la muerte en no más de 20 minutos. Las más susceptibles son las hembras con preñez avanzada. Las altas temperaturas ambientales afectan la fertilidad en los cuyes machos. Debe considerarse que el número de animales por grupo y por ambiente modifican la temperatura interna variando muchas veces la temperatura óptima planteada. Debe considerarse la zona en la que será ubicado el criadero para determinar el material a utilizarse en la construcción de los galpones. En climas calurosos las instalaciones deben tener buena ventilación y la altura del techo debe ser mayor y construida con un material que disipe el calor. En climas fríos, por el contrario, debe tratarse de conservar el calor pero sin perder las

condiciones de ventilación y luminosidad adecuadas. La humedad relativa ideal está alrededor del 50 por ciento, a estos niveles es menor la sobrevivencia de los microorganismos patógenos. En la crianza desarrolla da en ambientes con humedad relativa mayor se presentan problemas respiratorios con mayor frecuencia. El hábitat normal de los cuyes ha sido la sierra andina, donde existen variaciones de temperatura muy marcadas entre el día y la noche. La supervivencia y desarrollo de la especie ha dependido de la forma y el lugar de crianza. Los materiales utilizados en la construcción de las viviendas, el calor del fogón, el humo que utilizan tienen explicaciones y fundamentos que deben ser analizados antes de diseñar instalaciones de cuyes para la sierra andina. La experiencia en lugares tropicales es limitada, ya que no es una especie que haya tenido un desarrollo significativo en ese tipo de medio ambiente. En el Perú, el efecto migratorio de los pobladores de sierra a la selva ha traído como consecuencia la presencia allí de esta especie para el consumo de su carne. La aclimatación de los mismos se ha producido debido a su capacidad de adaptación a diferentes medios ecológicos, así como a la adecuación de los ambientes para su crianza. Los cuyes son animales que se han criado en otras partes del mundo como animal de laboratorio y, por ende, se los cría enjaulas ubicadas dentro de ambientes controlados. Bajo estas condiciones especiales se recomiendan diferentes áreas de acuerdo al tamaño de los animales que, por consiguiente, no pueden ser utilizadas para la crianza de cuyes como animales productores de carne.

Areas utilizadas en la crianza de cuyes Diversas instituciones e investigadores recomiendan diferentes áreas por cuy como animal de laboratorio. El área en los bioterios está en función del peso de los animales. Para los cuyes con pesos entre 100 y 250 g se recomienda 277 cm2 por animal. Cuando se incrementa el peso de los animales en 100 g el área se incrementa a 374 cm2 por animal y para los cuyes que superaban los 350 g se requiere por animal 652 cm2. Debe considerarse que los cuyes adultos no superan los 500 g en el bioterio del Institute of Laboratory Animal Research (1972). Los cuyes manejados en bioterios son de tamaño pequeño, por lo que las áreas que recomiendan diferentes investigadores difieren a las que se utilizan para los cuyes productores de carne. Los cuyes productores de carne son de mayor tamaño, por lo que exigen una mayor área por animal. Estos son criados en pozas, las mismas que pueden estar construidas con los materiales disponibles en la zona donde se construye el galpón. Los tipos de pozas que deben mantenerse en un galpón son las siguientes: · Pozas de empadre. La tercera parte del galpón debe albergar al plantel de reproductores. Las pozas son de 1,5 x 1 x 0,45 m. · Pozas para machos reproductores en prueba o reserva. El galpón debe considerar que debe mantenerse en reserva una cantidad equivalente al 5 por ciento de machos en producción. Las pozas son de 0,5 x 1 x 0,45m. · Pozas de descarte de reproductoras. Para el momento de saca de reproductoras se separa a las hembras con preñez avanzada para que paran antes de destinarlas al sacrificio. Se ubica a 30 hembras en pozas de 3 x 2 x 0,45 m.

· Pozas para cría. Albergan a cuyes destetados con 2 a 4 semanas de edad. Los grupos formados son de 25 cuyes en pozas de 1,5 x 1 x 0,45 m. · Pozas de recua. Albergan a 10 cuyes machos ó 15 hembras de 4 a 9 semanas en pozas de 1,5 x 1 x 0,45 m.

UBICACIÓN DE LAS INSTALACIONES

· El lugar debe tener un acceso fácil, cercano pero separado a la vivienda. · Estar seguro de animales depredadores y gente extraña. · Tener una buena disponibilidad de alimento (forrajes). · Alejado o protegido de corrientes fuertes de aire. · Presente oportunidad para ampliaciones a futuro. MATERIALES A UTILIZARSE Para la construcción de instalaciones en lo posible deben utilizarse materiales propios de cada zona, para reducir los costos de inversión. Las jaulas pueden hacerse con maderas existentes en el sector, metálicas, etc. Para galpones podemos citar: · Las paredes pueden ser de ladrillo, cemento, adobe, tabla o guadua. · El techo de eternit, teja, paja, etc. · Las pozas pueden ser de ladrillo, cemento, adobe, tabla o guadua. Los materiales seleccionados para la construcción de las instalaciones deben mantener temperaturas dentro del criadero que oscilen entre 15 y 20 grados centígrados, (aunque se han encontrado explotaciones por encima y debajo de este rango) y una ventilación para eliminar el amoniaco producido por la orina. GALPONES Y POZAS DE CRIANZA DE CUYES Es la mejor alternativa en una explotación cuyícola. El galpón se compone de pozas de empadre o maternidad, pozas de recría y pozas para reproductores. Este tipo de instalaciones nos permiten separar a los animales por edad, sexo y clase lo que no se hace en el sistema tradicional. El piso de cada una de las pozas se compone de tres capas: una capa de arena, una capa de cal y encima una capa de viruta especialmente en los sitios húmedos. En las zonas o lugares secos se coloca solo la capa de viruta para mantener el calor. Esta capa debe ser de 20 a 30 centímetros de espesor y se cambia cada mes o cuando se humedezca. POZAS DE EMPADRE O MATERNIDAD Las pozas de empadre o maternidad son de 1 m de ancho por 1.5 me de largo y 0.45 m de alto. Se recomienda colocar de 10 a 15 hembras con un macho en cada poza. Por cada poza de empadre se reservan o construyen dos de recría.

POZAS DE RECRIA En la crianza de cuyes se han detectado problemas en la cría de machos por la agresividad que estos presentan. Varias investigaciones han recomendado juntar a 10 machos en pozas de 1 m por 0.75 m por 0.45 m. En cuanto a las hembras estas no presentan agresividad y se recomiendan pozas de 1 m por 1 m por 0.45 m.

POZAS PARA REPRODUCTORES Las dimensiones de estas pozas son de 1 m por 0.50 m por 0.45 m. Aquí se colocan los reproductores seleccionados que reemplazaran a los machos estériles, cansados y enfermos. Se colocan dos hembras con cada macho de reemplazo. VENTAJAS DEL SISTEMA DE POZAS · Ahorro de mano de obra.- Facilita el suministro de alimento y limpieza · Mejor control sanitario.- Facilita la detección y el control de enfermedades · Mejor manejo.- Facilita el manejo ya que se clasifica y junta a los cuyes en grupos homogéneos evitando peleas Alimento disponible El forraje y los subproductos agrícolas son la base de la alimentación de los cuyes, por lo que es necesario considerar un área agrícola anexa a la crianza. El tamaño de la granja está en función de la disponibilidad de forraje y si existen insumos que permitan formular una ración balanceada. Si se tiene la posibilidad de suplementar a los animales, los suministros de forraje pueden ser menores y así manejar una mayor población de cuyes. Disponibilidad de reproductores Para iniciar una crianza se deben adquirir reproductores en lugares de prestigio para garantizar la productividad de los genotipos. Un error en la elección inicial tarda en corregirse. El crecimiento de la granja puede ser paulatino, adquiriendo la tercera parte de la población de reproductoras y desarrollando a partir de ellas la población. Conviene comenzar siempre con cuyes de recría para aprovechar toda su vida productiva. El plantel inicial debe estar conformado con hembras de 6 a 8 semanas de edad, o de 500 a 600 g de peso. Facilidad de vías de acceso El lugar donde debe instalarse la granja debe estar cerca a vías de acceso que permita el ingreso de insumos necesarios para la producción, la salida de los cuyes al mercado y el desplazamiento del personal. Considerar la ubicación de los servicios básicos, tales como las líneas de energía, agua y desagüe.