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• Gustavo Castro Oroña

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LA RESPONSABILIDAD SOCIAL EMPRESARIAL Ética empresarial y responsabilidad social Una característica de nuestra época es que las empresas se han vuelto actores de primer orden en la medida en que no sólo tienen en sus manos su propia permanencia, sino el destino de la sociedad en la que actúan. Es así como el desarrollo de su negocio debe estar enfocado hacia la atención de las demandas y los intereses de los grupos con que se relaciona. En este sentido, se puede decir que las empresas que asumen una ética empresarial se han comprendido como actores imprescindibles del mercado y del desarrollo de la sociedad, sobre las cuales se espera que “hagan lo correcto” para beneficio de todos. Los asuntos éticos son procesos inherentes al desempeño de cualquier empresa, no sólo porque toma decisiones y actúa, sino porque lo hace siempre orientada por cierta concepción del bien. Es importante destacar que este comportamiento ético requiere reconocer que la confianza es un valor constitutivo de la actuación, que exige persistencia en el tiempo en una serie de actitudes que se puedan reconocer como correctas, en consecuencia, se ha reconocido que la responsabilidad a largo plazo con las decisiones tomadas favorece la supervivencia y el éxito de cualquier gestión. Los factores confianza y largo plazo llevaron a asumir que las empresas no se orientan únicamente por el afán de lucro, sino que operan dentro de sus propios contextos con criterios éticos definidos. Esto significó el descubrimiento de la responsabilidad social que tiene toda empresa con la sociedad. La noción de responsabilidad social ha llevado a considerar a las diversas Empresas como agentes éticos, pues no se trata ni de una persona moral ni de una suma de individuos, sino de comunidades vinculadas por valores, hábitos y actitudes comunes definidos en una Misión que debe resultar legítima para la sociedad. Es en esa comunidad donde los individuos se pueden convertir en sujetos solidarios. La idea de responsabilidad social exige considerar al conjunto de la sociedad, y de manera más directa a las comunidades afectadas por las acciones de una Empresa, como beneficiados o perjudicados por las políticas y prácticas concretas decididas por esa Empresa. La acción de una Empresa afecta a un grupo muy grande de personas, que tienen expectativas en su desempeño y derechos legítimos sobre esas prácticas. En consecuencia, la idea de responsabilidad social se ha constituido en el centro de toda la reflexión ética sobre las Empresas. La Responsabilidad Social de las Empresas no es una obligación, ni se limita al cumplimiento de los requisitos morales o legales que se atribuyen a las personas jurídicas. En realidad, se trata de una propuesta de construir modos alternativos referidos al modo de obrar de las empresas en el país. Se pregunta por la Responsabilidad Social porque las empresas son actores y, al mismo tiempo, reciben una constante retroalimentación del entorno. Hacer una propuesta sobre la Responsabilidad Social significa reconocer que las empresas actúan en contextos sociales específicos, con un poder y unos efectos específicos. Por su poder, las empresas pueden contribuir al incremento de la exclusión, o a una creciente democratización que se oriente a hacer viable nuestra sociedad.

La responsabilidad social es la capacidad de respuesta que tiene un agente moral, ya se trate de una persona o de una empresa, no solo a los efectos e implicaciones de sus acciones, sino también a las necesidades, demandas, expectativas o intereses que sobre ella tienen los diferentes grupos con los que se relaciona (stakeholders o grupos de interés). De esta forma las empresas tienen responsabilidades en todas sus relaciones, cuyo punto de partida supone el cumplimiento de las exigencias legales para cada una de dichas relaciones. La empresa opera, dentro del entorno social, como un agente con una responsabilidad indelegable referida a la producción de bienes o servicios, cumpliendo un servicio social necesario para el desarrollo humano del país. Además, en su propio dinamismo interno, la empresa también tiene Responsabilidades. En consecuencia, la Responsabilidad Social implica discutir cuáles son los fines propios de cada Empresa, lo mismo que el tipo de bienes y medios que están en juego en cada organización. Ante la compleja situación social y económica que enfrenta Colombia, los proyectos institucionales de las empresas pueden estar encaminados a promover el desarrollo humano, dentro de la orientación hacia la construcción de un Proyecto de país que sea viable a largo plazo. La noción de responsabilidad invita a considerar y evaluar los efectos de las acciones de las empresas en cuanto actores que han incidido en la actual configuración de la sociedad colombiana. Más allá de la actuación correcta, si una empresa quiere destacarse por su Responsabilidad Social, puede promover el desarrollo humano de las comunidades con que interactúa, al menos en dos sentidos: no generando impactos negativos en la sociedad o el ambiente, e incrementando la calidad de vida de las personas y comunidades. El trabajo a favor de la creación del capital social lo asume cada empresa aportando sus propias capacidades y experiencias. No obstante, la Responsabilidad de una empresa en cuanto sujeto social, implica la atención a todas las acciones, nexos y efectos de las prácticas institucionales, pues "los beneficiarios de las responsabilidades sociales de la corporación son recolectores de apuestas (...) todos aquellos que están afectados y tienen expectativas y derechos legítimos por las acciones de la empresa, y entre éstos se encuentran los empleados, los usuarios y los proveedores así como la comunidad circundante y la sociedad en general" 1. Un Proyecto de Responsabilidad Social de la empresa se encuadra en un proceso de discusión y promoción de alternativas de largo plazo para la construcción del país. Esto supone: El primer paso en una gestión de la Responsabilidad Social consiste en establecer los principios de Gestión Social en el ámbito de cada empresa. Los principios éticos se refieren a las responsabilidades sociales básicas que tiene una empresa. De esta manera, se analiza cómo se define la relación entre la Empresa y la sociedad, especificando lo que se espera de cualquier empresa. En la construcción de los principios, debemos hablar de los procesos de autorregulación ética de las empresas, usualmente plasmados en los Códigos de Ética. Si la Empresa es una comunidad moral, en la toma de decisiones tienden a prevalecer la cooperación y la solidaridad que promueven una resolución de los conflictos por modelos de construcción de acuerdos, en los que la ética pide razones para obrar, que sólo se pueden justificar dentro de criterios éticos apropiados. La construcción de Códigos de Ética ayuda a promover y transmitir un ambiente de colaboración, pues 1

SOLOMON, Robert. Op. cit. p. 491.

plasma la experiencia común en la buena toma de decisiones responsables. Este Código debe enmarcar la cooperación por procedimientos de participación y diálogo dentro y fuera de la Institución. La cooperación permite la flexibilidad y la capacidad de innovación que necesita toda Empresa en el contexto actual para obrar con responsabilidad. El segundo paso consiste en definir los procesos que dan curso a la Responsabilidad Social. Esto hace referencia principalmente al desarrollo de procesos organizativos de toma de decisiones por medio de los cuales, de acuerdo con las limitaciones de información incompleta e imperfecta, quienes toman las decisiones colectivamente anticipan, responden y gestionan todas las prácticas organizativas. En este sentido, se hace palpable la capacidad que tienen las empresas para responder a las urgencias sociales. Esta capacidad de interpretar y responder a lo social tanto como sea posible, sugiere las posibilidades de las empresas para sobrevivir en un sistema social siempre conflictivo y cambiante, encuadrado en complejas interpretaciones. La habilidad para hacer exitosa esta interpretación y construcción de respuestas, supone la elaboración de mecanismos igualmente complejos (estrategias de RSE). Los elementos básicos de este nivel son:

• Diagnóstico: a través de instrumentos de análisis social se recoge información, que • •

debe tener como fin la planeación posterior de acciones, en respuesta a las urgencias sociales pertinentes a la Responsabilidad de la empresa. Administración de las interacciones: se refiere a trazar un mapa de las relaciones de cada uno de los grupos con los que interactúa, para discernir la legitimidad de sus demandas y reconocer los compromisos que ha de asumir la empresa. Gestión social de las soluciones: se refiere a las políticas que se deben desarrollar para el tratamiento de las soluciones de carácter social en relación con los grupos u organizaciones que mantiene interacciones con la empresa. Una vez que se ha comprendido su identidad, el tipo de relación y potencial que implica para la empresa, se construyen respuestas adecuadas para cada una de las interacciones relevantes.

El tercer paso consiste en evaluar los resultados tanto de los principios como de los procesos de Responsabilidad Social. Éstos sólo se hacen relevantes cuando se pueden medir en términos de sus efectos para todos los grupos que tienen interacciones con las empresas. Se consideran aquí tres categorías:

• Efectos sobre los Grupos internos a la empresa. Se busca determinar de qué

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manera los principios de la empresa afectan la toma de decisiones cotidiana en relación con la Responsabilidad que la Empresa tiene con todos los grupos internos afectados. De manera especial, trata de evaluar los efectos positivos o negativos de la empresa con sus empleados. Efectos sobre los grupos o las personas externas a la empresa. Pueden implicar asuntos tan diversos como los efectos negativos de la retirada de determinados programas, el desempeño social de los egresados, así como también los efectos positivos debidos a la solidaridad expresa de la empresa con las comunidades con las que se relaciona.

• Efectos institucionales externos se refieren a los efectos que puedan tener las acciones de la empresa frente a las grandes instituciones sociales o frente a una interacción particular relevante. Se trata de los efectos sociales y públicos de las decisiones institucionales. Bajo este modelo definiremos la gestión de la Responsabilidad Social de una Empresa como la configuración de los principios y los procesos de Responsabilidad social y de las políticas, programas y resultados observables en la medida en que están vinculados a las relaciones sociales de la empresa. Beneficios de la Responsabilidad Social La promoción y desarrollo de prácticas efectivas y coordinadas de responsabilidad social empresarial representan grandes beneficios para las empresas y organizaciones en el mediano y largo plazo. •

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Mejoramiento de la situación financiera de la empresa (mayor rentabilidad) a través de la reducción de costos (optimización de recursos y disminución de riesgos de operación), el incremento de las ventas (mayor participación en el mercado), el aumento de la productividad (trabajo en equipo, eficiencia y alto rendimiento de los empleados) y el mejoramiento de la competitividad (la RSE como factor diferenciador en los mercados). Fortalecimiento de la lealtad, compromiso y responsabilidad de los empleados referido al orgullo, adhesión y sentido de pertenencia hacia la empresa, que permiten configurar equipos de trabajo con experiencia, motivación y trayectoria, y a la disminución de prácticas fraudulentas dentro de la organización. Incremento de la fidelidad y aprecio de clientes, proveedores, así como el reconocimiento de la sociedad, representados en la confianza, la buena reputación y estima que estos grupos tienen sobre la gestión de la empresa. Oportunidades para nuevos negocios y crecimiento referidas a las posibilidades de desarrollar negocios con otras empresas que tienen exigencias éticas acordes a sus propios principios. Respaldo y reconocimiento de las instancias gubernamentales referido al cumplimiento de las obligaciones con el estado y por la correcta gestión desarrollada en materia de protección al medio ambiente y por no verse involucrada en sanciones y multas.