La Incertidumbre Y La Conducta De Los Consumidores

La incertidumbre y la conducta de los consumidores Al momento de que los individuos toman decisiones no se dan cuenta de

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La incertidumbre y la conducta de los consumidores Al momento de que los individuos toman decisiones no se dan cuenta de que en la mayoría de las situaciones son consideradas situaciones de incertidumbre. Por ejemplo, la mayoría pide préstamos para financiar grandes compras, como una vivienda o unos estudios universitarios, y planea pagar la compra con la renta que obtenga en el futuro. Pero esta renta es incierta para la mayoría de nosotros. Nuestros ingresos pueden aumentar o disminuir; podemos ser ascendidos, rebajados de categoría o incluso perder el empleo. Y si tardamos en construir una vivienda o en invertir en estudios universitarios, corremos el riesgo de que suba su precio y esas compras sean menos asequibles. ¿Cómo debemos tener en cuenta esta incertidumbre cuando tomamos grandes decisiones de consumo o de inversión? A veces debemos decidir cuánto riesgo estamos dispuestos a correr. Por ejemplo, ¿qué debemos hacer con nuestros ahorros? ¿Debemos invertir el dinero en algo seguro, como una cuenta de ahorro, o en algo más arriesgado pero potencialmente más lucrativo, como la bolsa de valores? Otro ejemplo es la elección del empleo o incluso de la carrera. ¿Es mejor trabajar en una empresa grande y estable en la que haya seguridad de empleo pero pocas posibilidades de ascender o entrar en (o formar) un nuevo proyecto, que ofrece menos seguridad de empleo pero más oportunidades de ascenso?

LA DESCRIPCIÓN DEL RIESGO “El riesgo  es el la exposición a una situación donde hay una posibilidad de sufrir un daño o de estar en peligro. Es esa vulnerabilidad o amenaza a que ocurra un evento y sus efectos sean negativos y que alguien o algo puedan verse afectados por él.” https://conceptodefinicion.de/riesgo/ pero para describir cuantitativamente el riesgo, comenzamos enumerando todos los resultados posibles de un determinado acto o acontecimiento, así como la probabilidad de que se produzca cada resultado 1 . Supongamos, por ejemplo, que estamos considerando la posibilidad de invertir en una empresa que hace prospecciones petrolíferas en alta mar. Si estas son fructíferas, las acciones de la empresa subirán de 30 dólares a 40 cada una; en caso contrario, bajarán a 20. Por tanto, hay dos posibles resultados futuros: un precio de 40 dólares por acción y un precio de 20. LA PROBABILIDAD

Cuando hablamos de probabilidad nos referimos a las posibilidades de que se produzca un resultado. En nuestro ejemplo, la probabilidad de que las prospecciones petrolíferas tengan éxito podría ser de 1/4 y la de que no lo tengan de 3/4 (obsérvese que las probabilidades de todos los acontecimientos posibles deben sumar 1). Nuestra interpretación de la probabilidad puede depender de la naturaleza del acontecimiento incierto y de las creencias de las personas afectadas o de ambas cosas a la vez. Una interpretación objetiva de la probabilidad se basa en la frecuencia con que tienden a ocurrir ciertos acontecimientos. Supongamos que sabemos que de las últimas 100 prospecciones petrolíferas, 25 han tenido éxito y 75 han fracasado. En ese caso, la probabilidad de éxito de 1/4 es objetiva, ya que se basa directamente en la frecuencia de experiencias similares.

EL VALOR ESPERADO correspondiente a una situación incierta es una media ponderada de los rendimientos o valores correspondientes a todos los resultados posibles. Se utilizan como ponderaciones las probabilidades de cada resultado. Por tanto, el valor esperado mide la tendencia central, es decir, el rendimiento o el valor que esperamos en promedio. Nuestro ejemplo de las prospecciones petrolíferas tiene dos resultados posibles: el éxito genera un rendimiento de 40 dólares por acción, mientras que el fracaso genera un rendimiento de 20 dólares por acción. Representando la «probabilidad de» por medio de Pr, el valor esperado en este caso viene dado por Valor esperado = Pr(éxito)(40 $ por acción) + Pr(fracaso)(20 $ por acción) = (1/4)(40 $ por acción) + (3/4)(20 $ por acción) = 25 $ por acción En términos más generales, si hay dos resultados posibles que tienen unos rendimientos de X1 y X2 y si las probabilidades de cada resultado vienen dadas por Pr1 y Pr2, el valor esperado es E(X) = Pr1X1 + Pr2X2 Cuando hay n resultados posibles, el valor esperado se convierte en E(X) = Pr1X1 + Pr2X2 + ... + PrnXn LA VARIABILIDAD Es el grado en que difieren los resultados posibles de una situación incierta. Para ver por qué es importante, supongamos que estamos eligiendo entre dos puestos de trabajo de ventas a tiempo parcial que tienen la misma renta esperada (1.500 dólares). El primero es enteramente a comisión, es decir, la renta percibida depende de cuánto vendamos. Tiene dos rendimientos igualmente probables: 2.000 dólares si vendemos mucho y 1.000 si vendemos menos.

El segundo es asalariado. Es muy probable (una probabilidad de 0,99) que ganemos 1.510 dólares, pero hay una probabilidad de 0,01 de que la empresa quiebre, en cuyo caso percibiríamos una indemnización por desempleo de 510 dólares. El Cuadro 5.1 resume estos resultados posibles, sus rendimientos y sus probabilidades. LA TOMA DE DECISIONES Supongamos que tenemos que elegir entre los dos empleos de ventas descritos en nuestro ejemplo inicial. ¿Cuál aceptaríamos? Si nos desagrada el riesgo, aceptaremos el segundo. Ofrece la misma renta esperada que el primero, pero con menos riesgo. Pero supongamos que aumentamos cada uno de los rendimientos del primer empleo en 100 dólares, por lo que los rendimientos esperados pasan de 1.500 dólares a 1.600. El Cuadro 5.4 muestra los nuevos ingresos y los cuadrados de las desviaciones.

LAS PREFERENCIAS POR EL RIESGO Hemos utilizado un ejemplo de empleo para explicar cómo evaluarían los individuos los resultados en los que hay riesgo, pero los principios también son válidos en el caso de otras decisiones. En este apartado, centramos la atención en las decisiones de los consumidores en general y en la utilidad que les reporta la elección entre opciones arriesgadas. Para simplificar el análisis, consideramos la utilidad que reporta a un consumidor su renta o, mejor dicho, la cesta de mercado que puede comprar con ella. Ahora no medimos, pues, los rendimientos en dólares sino en utilidad. DIFERENTES PREFERENCIAS POR EL RIESGO La disposición a correr riesgos varía de unas personas a otras. Unas son renuentes al riesgo, otras son amantes del riesgo y otras son neutrales ante el riesgo. Una persona renuente al riesgo prefiere una renta segura a una renta arriesgada que tiene el mismo valor esperado (la renta de esa persona tiene una utilidad marginal decreciente). La aversión al riesgo es la actitud más frecuente. Para ver que la mayoría de las personas son casi siempre renuentes al riesgo, obsérvese que la mayoría no solo compra seguros de vida, seguros de enfermedad y seguros de automóviles, sino que también busca ocupaciones cuyos salarios sean relativamente estables.

LA REDUCCIÓN DEL RIESGO Como muestra el reciente crecimiento de las loterías en Estados Unidos, a veces los individuos eligen opciones arriesgadas que inducen a pensar que son amantes del riesgo más que renuentes al riesgo. Sin embargo, la mayoría de la gente gasta relativamente poco en lotería y casinos. Cuando hay que tomar decisiones más importantes, generalmente son renuentes al riesgo. En este apartado, describimos tres medidas que toman normalmente los consumidores y los directivos para reducir los riesgos: la diversificación, el seguro y la obtención de más información sobre las opciones y los rendimientos. La diversificación Recuérdese el viejo refrán «No apuestes todo a una misma carta». No hacer caso a este consejo es innecesariamente arriesgado: si esa carta resulta ser una mala apuesta, lo perderemos todo. En cambio, podemos reducir el riesgo por medio de la diversificación, es decir, repartiendo los recursos entre distintas actividades cuyos resultados no estén estrechamente relacionados entre sí.

LA DEMANDA DE ACTIVOS ARRIESGADOS La mayoría de las personas son renuentes al riesgo. Si se les da a elegir, prefieren una renta mensual fija a una renta que, aunque sea igual de alta en promedio, fluctúe aleatoriamente de un mes a otro. Sin embargo, muchas de estas personas invierten sus ahorros en su totalidad o en parte en acciones, bonos y otros activos que contienen un cierto riesgo. ¿Por qué las personas renuentes al riesgo invierten en la bolsa de valores y se arriesgan así a perder una parte de sus inversiones o todas ellas? LOS ACTIVOS Es algo que proporciona una corriente de dinero o de servicios a su propietario. Por ejemplo, una vivienda, un edificio de apartamentos, una cuenta de ahorro o las acciones de General Motors son todos ellos activos. Por ejemplo, una vivienda proporciona una corriente de servicios de vivienda a su dueño y si no quisiera vivir en ella, podría alquilarla y obtener así una corriente monetaria. Asimismo, los apartamentos de un edificio pueden alquilarse y proporcionan una corriente de alquileres a su propietario. Una cuenta de ahorro rinde intereses (normalmente todos los días o todos los meses), que suelen reinvertirse en la cuenta. La corriente monetaria que recibe una persona que posee un activo puede consistir en un pago explícito, como la renta de alquileres generada por un edificio de apartamentos: todos los meses el casero recibe cheques de los inquilinos. Otro tipo de pago explícito es el dividendo de las acciones de una sociedad: todos los

trimestres los propietarios de acciones de General Motors reciben un dividendo trimestral. ACTIVOS ARRIESGADOS Y ACTIVOS SIN RIESGOS Un activo arriesgado proporciona una corriente monetaria que es aleatoria, al menos en parte. En otras palabras, la corriente monetaria no se conoce con seguridad de antemano. Las acciones de General Motors son un ejemplo evidente de activo arriesgado: no podemos saber si su precio subirá o bajará con el tiempo y no podemos estar seguros ni siquiera de que la compañía seguirá pagando el mismo (o algún) dividendo por acción. Aunque la gente suele asociar el riesgo al mercado de valores, casi todos los demás activos también son arriesgados. Un ejemplo es un edificio de apartamentos. No podemos saber cuánto aumentará o disminuirá el valor del suelo, si se alquilara todo el edificio y en todo momento y ni siquiera si los inquilinos pagarán los alquileres puntualmente. Otro ejemplo son los bonos de las sociedades: la empresa que emitió los bonos podría quebrar y no pagar a sus titulares sus intereses y el principal. Incluso los bonos del Estado a largo plazo que vencen dentro de 10 o 20 años son arriesgados. En cambio, un activo sin riesgos (o libre de riesgo) genera una corriente monetaria que se conoce con seguridad. Los bonos del Estado a corto plazo —llamados letras del Tesoro— son un activo que tiene un riesgo escaso o nulo. Como estos bonos vencen en unos pocos meses, apenas existen riesgos de que la tasa de inflación experimente un aumento imprevisto. También se puede estar razonablemente seguro de que el Estado no quebrará (es decir, que no se negará a devolver el importe del bono a su propietario cuando venza). Otros ejemplos de activos que son poco o nada arriesgados son las libretas de ahorro de los bancos y los certificados de depósito a corto plazo. LOS RENDIMIENTOS DE LOS ACTIVOS Los individuos compran y tienen activos por la corriente monetaria que generan. Para comparar los activos, es útil analizar esta corriente monetaria en relación con el precio o el valor del activo. El rendimiento de un activo es la corriente monetaria total que genera —incluidas las ganancias o las pérdidas de capital— en porcentaje de su precio. Por ejemplo, un bono que vale 1.000 dólares hoy y que genera 100 este año (y todos los años) tiene un rendimiento del 10 por ciento11. Si un edificio de apartamentos tenía un valor de 10 millones de dólares el año pasado, su valor ha aumentado a 11 millones este año y ha generado también una renta de alquileres (una vez deducidos los gastos) de 0,5 millones, ha generado un rendimiento del 15 por ciento a lo largo del año pasado. Si las acciones de General Motors valían 80 dólares por acción a comienzos de año, cayeron a 72 a

finales de año y generaron un dividendo de 4, tuvieron un rendimiento de –5 por ciento (el dividendo de 5 por ciento menos la pérdida de capital de 10 por ciento). Existen dos tipos de rendimiento en los activos: Rendimientos esperados y rendimientos reales Como la mayoría de los activos son arriesgados, un inversor no puede saber de antemano qué rendimientos generarán el próximo año. Por ejemplo, el edificio de apartamentos podría depreciarse en lugar de apreciarse y el precio de las acciones de GM podría subir en LA DISYUNTIVA ENTRE EL RIESGO Y EL RENDIMIENTO Supongamos que una mujer quiere invertir sus ahorros en dos activos: letras del Tesoro, que están casi exentas de riesgo, y un grupo representativo de acciones. Tiene que decidir la cantidad que va a invertir en cada uno de estos dos activos. Por ejemplo, podría invertir solamente en letras del Tesoro, solamente en acciones o en alguna combinación de los dos. Como veremos, este problema es análogo al de la asignación del presupuesto de un consumidor a las compras de alimentos y de vestido. Representamos el rendimiento exento de riesgo de la letra del Tesoro por medio de Re . Como está exento de riesgo, el rendimiento esperado y el real son iguales. Supongamos también que el rendimiento esperado de la inversión en el mercado de valores es Rm y el rendimiento real es rm. El rendimiento real es arriesgado. En el momento de tomar la decisión de invertir, conocemos el conjunto de resultados posibles y la probabilidad de cada uno, pero no sabemos cuál se producirá. El activo arriesgado tendrá un rendimiento esperado mayor que el activo exento de riesgo (Rm > Re ). De lo contrario, los inversores renuentes al riesgo solo comprarían letras del Tesoro y no se venderían acciones. La cartera de inversión Para averiguar cuánto dinero debe invertir el inversor en cada activo, supongamos que b es la proporción de los ahorros que invierte en la bolsa de valores y (1 – b) es la proporción que destina a la compra de letras del Tesoro. El rendimiento esperado de su cartera total, Rc , es la media ponderada del rendimiento esperado de los dos activos 14: Rc = bRm + (1 – b)Re