Virtud de la Prudencia.pdf

LA VIRTUD DE LA PRUDENCIA DEFINICIÓN “La prudencia dispone la razón a discernir, en cada circunstancia, nuestro verda

Views 103 Downloads 0 File size 2MB

Report DMCA / Copyright

DOWNLOAD FILE

Recommend stories

Citation preview

LA VIRTUD DE LA PRUDENCIA

DEFINICIÓN “La prudencia dispone la razón a discernir, en cada circunstancia, nuestro verdadero bien y a elegir los medios adecuados para realizarlo. Es llamada “Auriga virtutum” porque conduce las otras virtudes indicándoles su regla y medida”. CIC #1806

A- Naturaleza de la prudencia

La virtud de los medios. Todas las otras virtudes ofrecen fines, la Prudencia ofrece medios incluso hasta a las virtudes teologales, las cuáles dependen de ella para ser actuadas.

1- La voluntad y la inteligencia en relación con la prudencia A- “La prudencia es el conocimiento de las cosas que debemos desear o rechazar”. (San Agustín). B- «Prudente significa ver desde lejos, quien es perspicaz y prevé a través de la incerteza de las cosas que suceden» (def. Isidoro de Sevilla). Podemos decir que la prudencia pertenece al intelecto, pero no puede desvincularse de la voluntad = ¡es una virtud de la persona entera (inteligencia + voluntad)!

C- «Recta ratio agibilium» (definición clásica*) = recta razón de las cosas que se deben hacer (cf. Aristóteles, Ética a Nicómaco). Pertenece a la razón práctica, no se trata de la racionalidad, sino de las cosas que se deben hacer. Palabra que sintetiza “las cosas que deben ser hechas”.

2- Sabiduría y prudencia Está cerca de la verdad en cuanto que la prudencia es una cierta sabiduría para las cosas que se deben hacer. Muchos de los Padres pensaban en la prudencia como sabiduría. La sabiduría son las frases para la vida, como la capacidad de iluminar el hacer cotidiano. La prudencia es una virtud que es capaz de ir al concreto, particular, singular.

3- La prudencia y los singulares.  El tema de los singulares siempre ha sido conflictivo. Polémica actual: ¿la moral es aplicación de normas absolutas a situaciones concretas?  No es una virtud del conocimiento puro, sino de las cosas que hacer en concreto. Cuando debemos hacer las cosas podemos elegir tantas posibilidades. La prudencia da la alternativa más adaptada, más eficiente.

Interpretaciones Interpretación errada: La Prudencia es la norma general que debe ser aplicada. Pero hay situaciones concretas en que no se puede aplicar = excepción. Según esta visión, en un caso se podría ir contra la justicia y ser injusto. Ej. Por justicia debo dar a cada uno lo suyo, la prudencia me hace ver que a veces lo justo es no dar algo a alguien (un arma a un terrorista).

4- La prudencia, una virtud. Se ha dudado si la prudencia es o no virtud. Diferencia fundamental entre hábito y virtud = el hábito no me hace bueno, la virtud sí. Ej. Al Capone tocaba muy bien el piano forte (hábito), pero no se hizo bueno. Se pensó que la prudencia como hábito no era virtud. R/ Sí lo es, porque al elegir los medios adecuados, se eligen los medios que harán bueno al sujeto.

5- Una virtud de relación entre la razón y la voluntad.  Entre la parte facultad volitiva y la intelectiva. El acto propio de la prudencia es el imperium= mandar, decidir. Acto de la caridad = amar; acto de la templanza = moderar el deseo concupiscible, etc.  Pero imperar pertenece a la voluntad… y la prudencia pertenece a la razón práctica (recta ratio). La prudencia pertenece a la razón práctica, pero su acto es de la voluntad = imperar.

6- Una virtud de medios. Todas las virtudes ofrecen fines, mientras la prudencia los medios. La prudencia viene inmediatamente después de la caridad, y antes de todas las morales, para recordarnos la primacía y relación de ambas. Los fines sin los medios son utopías. Por eso, muchos autores consideran el cristianismo mera utopía, creen que los medios que ofrece Cristo y la Iglesia son irrealizables.

7- Medios más aptos o adecuados.  Diferencia entre prudencia y conciencia.  La prudencia ofrece la conveniencia y oportunidad. Ofrece el medio entre los extremos radicales, porque ve que no son convenientes. Tiene la cualidad de medir los ideales con los medios: ayuda a hacer “cable a tierra” para buscar medios en vista de esos ideales. Si los fines de la vida cristiana se ven demasiado altos es porque se están olvidando los medios. La conciencia, por su parte, es el juicio sobre la moralidad de un acto humano.

8- Imperar es el acto principal de la prudencia.  Imperar (praecipere) significa “mandar”.  En ámbito militar hace referencia a un mandato, una orden. Praecipere tiene muchas acepciones: prevenir, prever, prescribir, ordenar, enseñar…  Imperar significa aplicar a una acción el resultado de una investigación y de un juicio. Pareciera que la prudencia seria proprio aconsejar, pero en realidad es mandar. Imperium era la tienda donde todos los oficiales generales se ponían de acuerdo a decidir que hacer para vencer la guerra. Y entorno estaban los soldados. Mandar pertenece a la voluntad, no a la inteligencia. Así, une la inteligencia con la voluntad.

B- Aspectos y elementos de la prudencia

1- La prudencia ¿es diligente? Sí. El prudente debe actuar con velocidad, laboriosidad. Hay una deliberación serena, pero después actúa. Y dado que el prudente pone los medios, debe llegar a alcanzar los fines que se propone. Esto es la eficacia: conseguir el fin propuesto. Eficiencia es alcanzar el fin del modo más veloz y con los menores costos posibles. Eficacia e eficiente (similar pero no lo mismo). Una prudencia que no es diligente no es verdadera.

2- La prudencia en la guía de los otros. Sin una guía, un programa, organización somos imprudentes. En ámbito político existe (Al menos debería existir) prudencia política; el militar es muy prudente porque debe usar sus recursos (escasos) para combatir al enemigo, o el padre prudente en administración de recursos. Así como nuestro caso, es necesario porque tendremos personas bajo nuestro cargo. El prudente será buen director espiritual.

3- Prudencia y bien común.

La prudencia siempre busca el bien común. Tanto el encargando como el que esta abajo buscan el bien común.

4- Prudencia y discernimiento. No hay discernimiento entre el mal y el bien. Eso ya está claro. La prudencia es la virtud de la excelencia: ayuda a todas las virtudes a buscar su excelencia, poniendo los medios. Quien no pone los medios, en realidad no quiere los fines.

5- Prudencia perfecta y prudencia imperfecta. Prudencia imperfecta: Es aquella a la que le falta la parte infusa, por no estar en gracia. Solo por la gracia se puede hacer cosas meritables, fuera de la virtud se pueden hacer cosas buenas, pero no perfectas, porque la naturaleza humana esta herida, in constante. Prudencia perfecta: Una persona que busca hacer el bien ayudado por la gracia.

6- Relación con la gracia.

La prudencia alcanza máximo, su ápice, con gracia. La gracia eleva prudencia humana y lleva a la perfección.

su la la la

7- Ejercicio de la prudencia. No es innata, requiere de la colaboración humana, por ello es necesario ejercitarla. Innato quiere decir desde el nacimiento, se puede decir del nacimiento del bautismo en cuanto virtud Cardinal, pero no del natural. Se requiere experiencia a través del juicio particular que me ayuda a perfeccionar (manejar vehículo). La causa privilegiada del efecto es siempre la gracia, la realidad infusa, pero requiere de nuestra parte.

8- La prudencia puede disminuir. Cuando se comienza a buscar medios no adecuados. Esto es la precipitación, me tiro sin reflexión suficiente. Los medios son poco adecuados, convirtiendo poco a poco a la persona a ser imprudente (“golpe fe, esperanza, caridad, justicia, temperancia”, etc.) toda la vida moral sufrirá.

C- ETAPAS (DINAMISMO) Y PARTES (VIRTUDES RELACIONADAS) DE LA PRUDENCIA

1- Etapas (dinamismo).  [En el ámbito pastoral: VGA = ver, juzgar, actuar].  Inicia con el análisis-consejo, el estudio de la situación, la reflexión: comprender el meollo del asunto y sus circunstancias. Esto no es fácil. Distinguir entre cosas, este es el momento del discernimiento, en momento de distinción de cosas. Generalmente no conocemos todos los datos. Si no conocemos bien, se debe pedir consejo a alguien que tenga experiencia.  Después, debemos hacer un juicio. El juicio es concreto, para las situaciones particulares. Y es prudencial, que incluye el juicio de la conciencia. Conciencia y prudencia van siempre juntas*. No es el juicio de conciencia, sino el de la prudencia que debe analizar la zona viendo detalle los analiza y separa. Pero luego el juicio particular. La conciencia ayuda al juicio sobre la bondad o maldad (pero externamente ayuda, no pertenece a la virtud, porque a la virtud interesa lo conveniente, no sobre malo o bueno).  Finalmente, el imperio: obrar inmediatamente. Quien tiene experiencia puede reaccionar con mayor prontitud… la experiencia ayuda mucho.

2- Partes (virtudes vinculadas).  1- Cuasi Integrales: Es parte de la cosa.  a.1. En cuanto cognoscitiva: memoria (respecto al pasado) e inteligencia (respecto al presente), perspicacia (ver detrás de la apariencia), sagacidad, docilidad. La docilidad es clave para la prudencia: estar abierto a ser aconsejado. Perspicacia y sagacidad se refiere a la velocidad para encontrar los medios más adecuados (como Ulises).  a.2. En cuanto directiva e imperativa: previsión: captar las consecuencias, para dirigir los medios hacia el fin; circunspección: considerar todas las circunstancias a torno; precaución: evitar las dificultades.

 2- Subjetivas. Tiene relación con otras, depende del sujeto. Prudencia familiar, del militar, del ciudadano, eclesial, personal, etc.

 Potenciales: c.1. Dependiendo del consejo: eubolía (buen consejo) sabe ofrecer la cosa más adecuada, es una parte de la prudencia especial. Una luciddad en la realidad.

c.2. Dependiendo del juicio:  Ordinario: razonabilidad (‘synesis’); recto juicio  Extraordinario: resolución equitativa (‘gnome’). Una resolución creativa, que logra como Jesús con adultera, se encuentra en trampa, pero rápido le surge de las frases impensables. Principio de epiqueia principio de teología moral, suspensión de la ley positiva en bien de una ley moral superior (no dar la pistola) no es contradicción de virtud de justicia, sino que ve una norma superior, que suspende una ley positiva. No es por las circunstancias como tal, sino que solo indica que estamos en relación diferente, las circunstancias me dan señales que estoy en acto diferente de justicia. Esto como intuición moral, viene de la razón práctica, de la sindéresis, y en parte de la formación cultural moral recibida. No todos tienen una prudencia sana.

 c.3. Dependiendo del imperio: imperio. El acto propio de la prudencia es el imperio.

LA PRUDENCIA EN LA SAGRADA ESCRITURA Y EN LA TRADICIÓN CATÓLICA

1. LA SAGRADA ESCRITURA En el estudio de la virtud de la prudencia por parte de la tradición teológica cristiana, las enseñanzas bíblicas sobre la prudencia y la sabiduría, y por otro lado, se encuentran la tradición ética griega y romana. Las enseñanzas bíblicas son predominantemente de carácter religioso. Con respecto a la comprensión rigurosa de la experiencia moral, la teología moral necesitaba reunir críticamente la elaboración conceptual alcanzada por la filosofía griega.

El encuentro con la reflexión racional también fue requerido por el carácter universal y el destino del cristianismo, así como por la necesidad de romper la conexión exclusiva entre la doctrina revelada y la tradición étnica y cultural judía. El conjunto es otra expresión histórica de la necesaria colaboración entre fe y razón, que sin duda plantea problemas hermenéuticos en los que no podemos detenernos.

• La reflexión filosófica sobre la prudencia es estudiada por la ética filosófica, y en algunos puntos también debemos hacer una pausa más adelante. Pero primero debemos estudiar las fuentes bíblicas.

A) PRUDENCIA Y SABIDURÍA EN EL ANTIGUO TESTAMENTO. En el Antiguo Testamento, la idea de prudencia y la de sabiduría están muy vinculadas. Esto es particularmente evidente en los libros sapienciales, que también contienen las consideraciones más profundas sobre la prudencia y la sabiduría relacionadas con la gestión de la vida.

En el sentido más completo, el comportamiento del sabio consiste en obedecer la voluntad de Dios: conocer y querer seguir los caminos del Señor. La sabiduría no está tanto en la perspicacia especulativa como en tener una actitud correcta hacia Dios: "El fundamento de la sabiduría es el temor de Dios, la ciencia del Santo es la inteligencia". Este es el mensaje que se repite varias veces.

En los libros sapienciales, los pasos optimistas se alternan en cuanto a la posibilidad de gobernar la vida de uno sobre la base del conocimiento del orden mundial (la parte más antigua de Prv), y los pasos dominados por el desconcierto y la decepción (Job y Cohelet)

Además de la maravilla frente al orden que Dios le dio a la creación, los que piensan que lo conocen adecuadamente con su propia inteligencia son acusados de tontería. Hay una fe en el orden divino, y cierta decepción cuando se percibe que este orden no siempre puede verificarse empíricamente, lo cual es especialmente cierto en ciertas situaciones extremas, cuando la experiencia parece negar las expectativas del derecho (pensar en Job).

En este contexto, resulta que el fundamento de la seguridad del hombre sabio no puede ser otra cosa que la fidelidad de Dios a sus promesas. La sabiduría adquiere entonces la forma de fe en Dios y en la fidelidad divina. La sabiduría reside en confiar en Dios, incluso cuando la experiencia parece probarnos. «Ama la justicia, tú que vas a la tierra, piensa correctamente en el Señor, búscalo con un corazón sencillo. De hecho, se deja encontrar por aquellos que no lo tientan, se muestra a los que no se niegan a creer en él".

Es en este sentido profundo que el temor de Dios es el comienzo de la sabiduría. La sabiduría no depende de cualidades meramente intelectuales, sino de la actitud práctica que la persona asume con respecto a Dios y su plan Divino. La calidad de la vida de uno depende de ello, y no de la suerte o la desgracia.

La confianza en Dios del hombre prudente no debe vacilar cuando los fracasos y los sufrimientos son numerosos e incomprensibles: esta es la enseñanza fundamental del libro de Job. Este es el desafío que inicia el libro: « ¿No has puesto un seto alrededor de él y su casa y todo lo que es suyo? Has bendecido la obra de sus manos y su ganado abunda en la tierra. Job se queja y parece querer pedirle al Señor una cuenta. Pero su comportamiento es un modelo de verdadera prudencia: su confianza no está ligada al curso de las cosas. Por lo tanto, Dios defiende a Job de las acusaciones de sus amigos.

El libro de Eclesiastés parece querer criticar la sabiduría pagana de los pueblos de los alrededores, que tiene limitaciones obvias. La sabiduría mundana quisiera experimentar lo que la vida puede dar antes de comprometerse de una manera u otra. Pero el resultado de su propia investigación es decepcionante: "He visto todas las cosas que se hacen bajo el sol y he aquí, todo es vanidad y una búsqueda del viento".

La experiencia que quiere experimentar todo no es el camino que conduce a la sabiduría. De ahí el final del libro: "Conclusión del discurso, después de todo lo que se ha escuchado: teme a Dios y guarda sus mandamientos, porque esto es todo para el hombre".

B) PRUDENCIA Y SABIDURÍA EN EL NUEVO TESTAMENTO.

• El adjetivo phrónimos (prudente) y la forma adverbial phronimòs (prudentemente) son frecuentes en las parábolas evangélicas. Es prudente que preste la debida obediencia a las palabras de Cristo: la obediencia efectiva es la expresión de la prudencia del creyente. En algunas parábolas el hombre prudente se contrasta con el tonto (mòrós).

En Mt 7, 24 ss. El hombre obediente es comparado con el sabio que construyó su casa sobre la roca, mientras que el tonto es similar al que construyó la casa sobre la arena, una casa que luego cayó en ruinas. En Mt 25, 1 ss. Las vírgenes prudentes junto con las lámparas se llevaron el aceite, mientras que las vírgenes insensatas no lo tomaron, y al final no fueron admitidas en el banquete de bodas.

La supervisión está vinculada a la prudencia en la gestión de la vida. "Tenga cuidado entonces, ya que no sabe cuándo regresará el arrendador, ya sea por la tarde o por la medianoche o por el canto del gallo o por la mañana, para que no venga de repente y lo encuentre dormido.

Lo que te digo, lo digo a todos: ¡Cuidado! ». Mirar significa mantener ordenado el deseo del bien verdadero y definitivo (unión con Dios) y, en consecuencia, revisar los propios valores y elecciones de una manera radical si fuera necesario: "Si tu mano te escandaliza, córtala: es mejor para ti entrar en la vida que está incompleta, que con dos manos para ir a la Gehenna, al fuego inextinguible ».

Solo a la luz del cumplimiento escatológico de la vida se puede juzgar con prudencia el verdadero valor de la mano y, de manera similar, la importancia real de lo que el hombre considera un bien.

El administrador infiel es elogiado "porque actuó con astucia (phroni-mós)". Él fue capaz de prepararse con cautela para el momento en que se quitaría la administración. En cambio, se le reprocha al hombre rico que ha disfrutado de la vida presente sin pensar también en la vida futura y definitiva: "Dios le dijo: Ingenuo (afrón), esta misma noche tu vida te será requerida.

¿Y qué has preparado para quién será? La reflexión sobre las propias prioridades y las elecciones a la luz de la realización escatológica, o la falta de dicha reflexión, determina la prudencia o la insensatez en el uso de los bienes recibidos. En la parábola del hijo pródigo, la simultaneidad entre el retiro de la casa del padre y el despilfarro de la herencia paterna "vivir como un disoluto" es muy significativa.

• Por el contrario, el pensamiento y el deseo dirigidos hacia la casa del padre estimulan la purificación del corazón y lo liberan de la exagerada solicitud por los bienes terrenales.

En el capítulo 8 de la Carta a los romanos, las palabras derivadas de phronéó tienen el significado de aspirar, y poseen una connotación positiva o negativa según la dirección que tome la aspiración. De este modo, se resalta la conexión íntima entre la prudencia y la rectitud del deseo. En la Primera Carta a los Corintios, San Pablo muestra la oposición entre la sabiduría de este mundo y la "necedad" de la Cruz. Con la muerte de Cristo, la sabiduría del mundo se ha vuelto una tontería.

La sabiduría y la insensatez no indican aquí simples cualidades teóricas, sino la forma de posar ante los diseños divinos. El rechazo del diseño divino de la Cruz es la verdadera tontería. San Pablo rechaza la sabiduría presuntuosa y autosuficiente, pero no la razón y la sabiduría en sí misma. En el capítulo 2 de la misma carta, afirma que hay una sabiduría cristiana, diferente de la mundana, que se enseña a la perfección, que fue revelada a los apóstoles y predicadores del Evangelio por el Espíritu Santo, pero que permanece oculta a los eruditos de este mundo. Es Cristo como sabiduría de Dios.

Las breves indicaciones dadas son suficientes para mostrar la importancia que la Sagrada Escritura atribuye a la sabiduría y la prudencia para el manejo de la vida. Están estrechamente relacionados con la fe, y la actitud del hombre hacia Dios y sus designios se expresa en ellos. No tienen nada que ver con la astucia y la ambigüedad. La prudencia y la sabiduría consisten sobre todo en el discernimiento concreto del bien y el mal, de lo que corresponde a los diseños divinos para cada persona y de lo que se opone a esos diseños.

2. LA PRUDENCIA EN LA TRADICIÓN MORAL CATÓLICA

A) LOS PADRES DE LA IGLESIA

• Los Padres de la Iglesia no han elaborado tratados sistemáticos sobre teología moral. Sus obras ofrecen reflexiones profundamente arraigadas en las Sagradas Escrituras, que comparan las doctrinas que hoy consideraremos como pertenecientes a la teología dogmática, moral y espiritual.

Pero tanto los grandes Padres de la Iglesia del Este (San Basilio, San Gregorio de Nacianceno, San Gregorio de Nisa, San Cirilo, San Juan Crisóstomo, etc.) como de la Iglesia Occidental (San Ambrosio, San Agustín, s Gregorio Magno) nos han dejado importantes aportes sobre la doctrina de las virtudes. Un elemento común de los Padres es la consideración de la prudencia como una de las cuatro virtudes fundamentales o generales (los llamamos cardenales).

El término "virtud cardinal" es utilizado por primera vez por San Ambrosio de Milán, en su importante obra De officiis ministrorum (compuesta después de 386), que constituye la primera exposición sistemática de la ética cristiana y la de la literatura y la literatura.

De la distribución de la materia se debe mucho a Cicerón. En este trabajo, la prudencia adquiere una gran importancia, que se basa en la búsqueda de la verdad, y que se presenta en términos cristianos utilizando ejemplos de las Escrituras. Se otorga gran importancia a la conexión de las virtudes morales entre ellas y con la prudencia.

San Agustín muestra que las virtudes cardinales expresan la multiplicidad de formas de caridad, por lo que la prudencia no es más que amor que discernir claramente lo que ayuda a uno a ir a Dios de lo que le impide. Cerca de San Agustín está el reflejo de Juan Casiano (360-435) sobre el discretio (discernimiento).

Casiano pretende resaltar que todas las virtudes tienen en común un componente de buen juicio, de devoción, de sabiduría práctica, así como de moderación y adaptación a las circunstancias. En este sentido habla de una discretio prudens.

B) DE LA TEOLOGÍA MEDIEVAL HASTA NUESTROS DÍAS.