totem y tabu

TOTEM Y TABÚ I EL HORROR AL INCESTO El recorrido por el hombre de la Prehistoria nos es conocido por la tradición en las

Views 207 Downloads 7 File size 191KB

Report DMCA / Copyright

DOWNLOAD FILE

Recommend stories

Citation preview

TOTEM Y TABÚ I EL HORROR AL INCESTO El recorrido por el hombre de la Prehistoria nos es conocido por la tradición en las leyendas, los mitos y los cuentos, y por las supervivencias de su mentalidad, que nos es dado volver a hallar en nuestros propios usos y costumbres y la vida psíquica de estos pueblos adquiere para nosotros un interés particular cuando vemos en ella una fase anterior, bien conservada, de nuestro propio desarrollo. Estableciendo una comparación entre la psicología de los pueblos primitivos tal como la etnografía nos la muestra, escogeremos para ésta, las tribus que los etnógrafos nos han descrito como las más salvajes, atrasadas y miserables, formadas por los habitantes primitivos de Australia, que han conservado tantos rasgos arcaicos desaparecidos en todos los demás. Los aborígenes de Australia, no tienen ningún parentesco físico ni lingüístico con sus vecinos, los pueblos melanesios, polinesios y malayos. No construyen casas sólidas, no cultivan el suelo e ignoran el arte de la alfarería. Se alimentan de la carne de toda clase de animales y de raíces que arrancan de la tierra. Los asuntos de la tribu son resueltos por la asamblea de los hombres adultos. No podemos esperar, que estos miserables caníbales impongan a sus instintos sexuales restricciones muy severas. Sin embargo, averiguamos que se imponen la más rigurosa interdicción de las relaciones sexuales incestuosas, incluso toda su organización social se halla subordinada a la realización de la misma. Hallamos en los australianos el sistema del totemismo. Las tribus australianas se dividen en grupos más pequeños -clanes-, cada uno de los cuales lleva el nombre de su tótem. ¿Qué es un tótem? El tótem es, en primer lugar, el antepasado del clan y en segundo, su espíritu protector que envía oráculos a sus hijos, los conoce y protege. Los individuos que poseen el mismo tótem se hallan sometidos a la sagrada obligación, cuya violación trae un castigo automático de respetar su vida y abstenerse de comer su carne. De vez en cuando se celebran fiestas en las cuales el grupo totémico reproduce por medio de danzas ceremoniales, particularidades del mismo. El tótem se transmite

hereditariamente. La subordinación al tótem constituye la base de todas las obligaciones sociales del australiano. El tótem no se halla ligado a una determinada localidad. En este sistema los miembros de un único y mismo tótem no deben entrar en relaciones sexuales y, no deben casarse entre sí. Es ésta la ley de la exogamia. Esta interdicción es muy notable, y no se comprende cómo ha podido introducirse en el totemismo. Intentaremos comprender la significación de esta prohibición por medio de las siguientes consideraciones: a)

La violación de esta prohibición es vengada por la tribu entera, y

toda violación es merecedora del castigo de muerte. b) Las aventuras amorosas no seguidas de procreación, son idénticamente castigadas. c) Si, por ejemplo, el hombre forma parte de un tótem canguro y se casa con una mujer cuyo tótem es el emúo (especie de avestruz), los hijos, tendrán el tótem de la madre. Un hijo se hallará, en la imposibilidad de entablar relaciones incestuosas con su madre y su hermana, pertenecientes al mismo clan. d) La exogamia inherente al sistema totémico, además de la previsión del incesto con la madre y la hermana, prohíbe al hombre la unión sexual con cualquier otra mujer de su grupo. Creemos tan sólo comprender que en esta prohibición se toma muy en serio el papel del tótem (animal) como antepasado. De este modo resulta que tales salvajes parecen obsesionados por un extraordinario horror al incesto y a consecuencia de las cuales queda reemplazado el parentesco de la sangre por el parentesco totémico. ¿Cómo ha llegado a ser reemplazada la familia verdadera por el grupo totémico? Hemos de pensar que, dada una cierta libertad sexual no limitada por los lazos conyugales, era necesario establecer alguna ley que detuviese al individuo ante el incesto. El lenguaje de estas tribus australianas presenta una particularidad relacionada con este hecho. Las designaciones de parentesco se refieren a las relaciones entre un individuo y un grupo. Según L. H. Morgan, forman tales designaciones un sistema clasificador, es decir, que un individuo llama padre, o

madre a aquellos quienes han tenido la posibilidad de engendrarlo; y llaman hermano/a no solamente a los hijos de sus verdaderos padres, sino también a todos que hubieran podido serlo, etc. Podemos encontrar en nuestras nurseys algo parecido a este sistema clasificador cuando empleamos, por ejemplo, designaciones en un sentido figurado como «hermanas en Cristo». Sustituyendo, el matrimonio individual por el matrimonio de grupo, se nos hace ya comprensible el rigor de la prohibición del incesto que en estos pueblos. La exogamia totémica se nos muestra como el medio más eficaz para impedir el incesto de grupo. La mayoría de tótems se subdividen, en primer lugar, en dos secciones, a las que se da el nombre de clases matrimoniales (las «fratrias» [phratries] de los autores ingleses). Cada una de estas clases es exógama. Generalmente se subdividen cada clase en dos subclases (subfratrias), toda la tribu se compone de cuatro subclases, que ocupan un lugar intermedio entre las fratrias y grupos totémicos. Esta complicada institución de las clases matrimoniales, parece ser el producto de una legislación consciente e intencional que se hubiera propuesto reforzar la prohibición del incesto, probablemente ante un comienzo de la debilitación de la influencia totémica, conducta idéntica a la de la Iglesia católica cuando extendió la prohibición que recaía sobre los matrimonios entre hermanos y hermanas, a los matrimonios entre primos, para justificar su medida, grados espirituales de parentesco. Podemos incluso decir que estos salvajes son más escrupulosos en esta cuestión que nosotros mismos. La prohibición más extendida, severa e interesante, incluso para los pueblos civilizados, es la que recae sobre las relaciones entre yerno y suegra. Existe en todos los pueblos australianos, pero se la ha hallado también en los pueblos melanesios y polinesios, y entre los negros africanos en general, pero estas prohibiciones son menos constantes y severas que las anteriores citadas. Algunos ejemplos son: En las islas Bango, el yerno y la suegra deben evitar aproximarse. Cuando se encuentran por casualidad, la suegra debe apartarse y volver la espalda hasta que el yerno haya pasado, o inversamente. Entre los basoga, tribu que habita en la región de las fuentes del Nilo, el hombre no puede hablar a su

suegra sino hallándose en otra habitación de la casa y oculta a sus ojos. Este pueblo tiene un tal horror al incesto, que lo castiga incluso entre los animales domésticos. No puede dudarse de que la situación psicológica del yerno y la suegra entraña algo que favorece la hostilidad y hace muy difícil su vida en común. A mi juicio, trátase aquí de relaciones «ambivalentes», compuestas a la vez de elementos afectuosos y elementos hostiles. La tendencia a este enamoramiento de suegra a yerno es frecuente. Sucede, que la suegra dirige hacia su yerno los componentes hostiles y sádicos de la excitación erótica, con objeto de reprimir más seguramente los elementos contrarios, prohibidos. Un cierto matiz de irradiación y de odio que discernimos en la complejidad de sus sentimientos nos permite suponer que la suegra representa realmente para el yerno una tentación incestuosa. Todo lo que podemos agregar a la teoría reinante es que el temor al incesto constituye un rasgo esencialmente infantil y concuerda con lo que sabemos de la vida psíquica de los neuróticos. El psicoanálisis nos ha demostrado que el primer objeto sobre el que recae la elección sexual del joven es de naturaleza incestuosa condenable, tal objeto está representado por la madre o por la hermana, y nos ha revelado el camino que sigue el sujeto, para sustraerse a la atracción del incesto.

Ahora

bien, en el neurótico hallamos regularmente restos considerables de infantilismo psíquico, sea por no haber logrado libertarse de las condiciones infantiles de la psicosexualidad sea por haber vuelto a ellas (detención del desarrollo o regresión). De este modo, llegamos a ver en la actitud incestuosa con respecto a los padres el complejo central de la neurosis. Esta concepción del papel del incesto en la neurosis tropieza con la incredulidad general de los hombres adultos y normales, oponiéndose a ella igual resistencia. Nos vemos obligados a admitir que esta resistencia proviene, sobre todo, de la profunda aversión que el hombre experimenta por sus deseos incestuosos de épocas anteriores, total y profundamente reprimidos en la actualidad.

II EL TABÚ Y LA AMBIVALENCIA DE SENTIMIENTOS Tabú se define como algo sagrado, pero sobre todo algo prohibido, ya que es la misma norma quien prohíbe. Tabú también se refiere a algo que protege. Wundt habla del tabú de los animales (prohibido matarlos y comerlos), que es el núcleo del totemismo. Los seres humanos y objetos también pueden ser tabúes. Wundt cree que el tabú obedece al miedo a un poder demoníaco que se haya escondido en él tabú. Con el tiempo el tabú pasó a prohibir por sí sólo, dejando lo demoníaco a segundo plano. Wundt no llega a las últimas raíces del tabú, que son raíces psicológicas y no demoníacas El psicoanálisis muestra el tabú en enfermos obsesivos. Hay concordancias entre prohibiciones obsesivas neuróticas y tabúes. No sólo prohíben alguna acción, sino también el mismo pensar en realizarla. Los enfermos obsesivos se portan como si las personas tabúes fueran portadoras de una enfermedad contagiosa y a través de ceremoniales buscan anular la influencia de lo prohibido. En conclusión, las concordancias son: carácter inmotivado, convencimiento interno, contagio y acciones ceremoniales. Freud da el ejemplo de la persona que reprimió su placer al contacto, creándose un problema (deseo tocar, pero está prohibido hacerlo, es tabú). Las prohibiciones tabúes son ambivalentes: en lo inconsciente les gustaría violarlas, pero al mismo tiempo temen hacerlo. Las prohibiciones más antiguas son: no matar al animal totémico, y evitar comercio sexual con los miembros del sexo opuesto del mismo clan totémico. El fundamento del tabú es un obrar prohibido para el cual hay una inclinación inconsciente. El hombre que violó un tabú se vuelve el mismo tabú. También se convierte en tabú el ser humano que intenta violar lo prohibido. Esta transferibilidad del tabú refleja la inclinación de la pulsión a desplazarse sobre nuevos objetos.

En síntesis, el tabú es una prohibición impuesta por una autoridad, y dirigida hacia las apetencias del hombre. El placer de violar el tabú subsiste inconscientemente y quienes obedecen el tabú tienen actitud ambivalente hacia aquello sobre lo que recae el tabú (objeto, persona, etc.) ya que hay una tentación y también temor. La violación del tabú expía a través de una renuncia. Si entre primitivos encontráramos la ambivalencia de los neuróticos entre un deseo y su contrario, quedaría asegurada la concordancia psicológica entre el tabú y la neurosis obsesiva. Para investigar si existe esa ambivalencia de sentimientos, Freud estudia los tabúes de los pueblos primitivos en relación con: a) el trato dispensado a los enemigos; b) el tabú de los gobernantes; y c) el tabú de los muertos. En lo que se refiere al trato de los enemigos, es raro observar una crueldad sin inhibiciones. El conquistador sigue preceptos subordinados a un tabú y se agrupan en cuatro: apaciguar al enemigo asesinado, restricciones para el matador, purificaciones para el matador, y medidas ceremoniales. Freud prefiere explicar tales preceptos por la existencia de una ambivalencia de las mociones de sentimiento hacia el enemigo. La conducta de los pueblos primitivos hacia sus gobernantes se rige por: el pueblo debe cuidar a los gobernantes y por otra parte debe cuidarse de ellos. Estas actitudes se entienden a partir de que existe una ambivalencia porque al gobernante, por un lado, se lo venera y por otro lado inconscientemente se siente hostilidad hacia él, expresada en la desconfianza hacia el gobernante. En el caso del tabú a los muertos, todo aquel que haya tenido contacto con ellos es impuro y se vuelve tabú. Incluso hasta quien pronuncia el nombre del muerto. Los neuróticos obsesivos temen pronunciar ciertos nombres o escucharlos. El tabú de los muertos encierra una ambivalencia hacia estos, hacia el muerto se siente ternura y hostilidad. La ambivalencia fue disminuyendo, por lo que poco a poco fue desapareciendo el tabú, entendido como síntoma de compromiso del conflicto de ambivalencia. Los neuróticos recibieron la herencia de los salvajes ya que el conflicto de ambivalencia en ellos está más agudizado.

El tabú explica la conciencia moral, hay culpa cuando el tabú es violado. En el neurótico también está presente el conflicto moral, donde uno de los opuestos es reprimido y el otro gobierna en la conciencia. Hay diferencias entre salvajes y neuróticos obsesivos, si el salvaje viola el tabú el castigo lo reciben todos, pero si el neurótico lo viola, será otro quien sufrirá el castigo. Otra diferencia es que en la neurosis la prohibición recae sobre pulsiones sexuales, y en los salvajes recae sobre una pulsión social. III ANIMISMO, MAGIA Y OMNIPOTENCIA DE LOS PENSAMIENTOS. Para el animismo, el universo está poblado de seres espirituales y demonios que animan y generan plantas, animales y cosas inertes. Los primitivos creen que los hombres tienen almas que moran en ellos, y que son independientes de sus cuerpos. El sistema animista gira en torno a estos seres autónomos: es una manera de explicar el universo, pero también una forma de dominarlo a través de técnicas de brujería y magia. Estas técnicas movilizan a los espíritus para que cumplan la voluntad del hombre: como dañar. Está el daño hecho a un muñeco que representa al enemigo (similitud), o actuar sobre algo que pertenece al enemigo como un cabello (contigüidad). La similitud y la contigüidad implican contacto. Son relaciones entre cosas, pero en el animismo las relaciones que existen entre las representaciones (pensamiento) también se presuponen entre las cosas, de manera tal que lo que hagamos con nuestras representaciones, ocurrirá también con las cosas. Esto se llama “omnipotencia de los pensamientos”, el neurótico cree que, al pensar la muerte de alguien, esta muerte ocurrirá. La omnipotencia de los pensamientos se aprecia en el animismo, el hombre se atribuye omnipotencia. En las visiones religiosas el poder es de los dioses, el hombre influye sobre ellos. En las visiones científicas el hombre acepta su pequeñez, pero cree que dominando las leyes naturales será omnipotente. La omnipotencia de los pensamientos aflora en todos, sobre todo en los neuróticos. Esto viene de la magia donde el hombre es omnipotente, luego pasó al animismo (omnipotencia de los espíritus) y por último a la religión

(omnipotencia de los dioses). Freud explica esta proyección de la omnipotencia en otro ser, para que en el hombre no existan dos tendencias conflictivas, que quieren ser omnipotentes y ambas no pueden serlo. En realidad, lo proyectado está reprimido en el inconsciente. A este material latente se accede interpretándolo (por ejemplo, a través de los sueños). Aquellos motivos escondidos también existen entre los salvajes en su animismo y su magia. Sus invocaciones mágicas tienen sentido racional. IV EL RETORNO INFANTIL AL TOTEMISMO Del psicoanálisis, que ha sido el primero en descubrir la constante determinación de los actos y productos psíquicos, no es de temer que se vea tentado de retraer a una sola fuente un fenómeno tan complicado como la religión. Cuando, por deber o por necesidad, se ve obligado a mostrarse unilateral y a no hacer resaltar sino una sola fuente de esta institución, no pretende afirmar que tal fuente sea única ni que ocupe el primer lugar entre las demás. Sólo una síntesis de los resultados obtenidos en las diferentes ramas de la investigación podrá decidir la importancia relativa que debe ser atribuida en la génesis de la religión al mecanismo que a continuación vamos a intentar describir. Pero tal labor sobrepasaría tanto los medios de que el investigador psicoanalítico dispone como el fin que persigue. 1er capitulo La noción del totemismo, es un sistema que, en algunos pueblos primitivos de Australia, América y África, reemplaza a la religión y constituye la base de la organización social. Para formarnos una idea exacta de los caracteres del totemismo nos dirigiremos a un autor que ha consagrado a este tema, Frazer, en su obra fundamental, Totemism and Exogamy, dijo que un tótem es un objeto material al que el salvaje testimonia un supersticioso respeto porque cree que entre su propia persona y cada uno de los objetos de dicha especie existe una particularísima relación. Esta relación entre un hombre y su tótem es siempre

recíproca. El tótem protege al hombre, y el hombre manifiesta su respeto hacia él. Pueden distinguirse, por lo menos, tres variedades de tótem:

1. El tótem de la tribu, que se transmite hereditariamente de generación en generación. 2. El tótem particular a un sexo; esto es, perteneciente a todos los miembros varones o hembras de una tribu dada, con exclusión de los miembros del sexo opuesto. 3. El tótem individual, que pertenece a una sola persona y no se transmite a sus descendientes. El totemismo es un sistema a la vez religioso y social. Desde el punto de vista religioso consiste en las relaciones de respeto y de mutua consideración entre el hombre y el tótem. Desde el punto de vista social, en obligaciones de los miembros del clan entre sí y con respecto a otras tribus. Ciertos animales no deben ser muertos ni comidos. Un animal muerto accidentalmente hace llevar luto a la tribu y es enterrado con iguales honores que un miembro de la misma. La prohibición alimenticia no recae, algunas veces, sino sobre una cierta parte del cuerpo del animal. Cuando se impone la necesidad de matar a un animal habitualmente respetado, se excusa la tribu cerca de él y se intenta atenuar, por medio de toda clase de artificios y expedientes, la violación del tabú, esto es, el asesinato. Cuando el animal es sacrificado ritualmente, es solemnemente llorado. El Totemismo, como sistema religioso, nos enseña Frazer que los miembros de una tribu se nombran según su tótem y creen también, en general, que descienden de él. Un animal Tótem es llorado y enterrado como un miembro del clan, cuando es encontrado muerto y en aquellas ocasiones en que se ven forzados a matar un

animal tótem, lo hacen observando un ritual de excusa y ceremonias de expiación. La aparición de un animal tótem cerca de una casa era considerado con frecuencia como el anuncio de una muerte, suponiéndose que el tótem venía a buscar sus parientes. Los miembros de un clan totémico se consideran como hermanos y hermanas, obligados a ayudarse y protegerse recíprocamente. Los lazos totémicos son más fuertes que los de las familias en el sentido que actualmente les atribuimos, y no coinciden con ellos, pues el tótem se transmite generalmente por línea materna siendo muy probable que la herencia paterna no existiese.

El Origen del Totemismo Mac Lennan al que debe la ciencia el descubrimiento del totemismo y de la exogamia. Lang se inclinó durante mucho tiempo a referir el totemismo a la costumbre del tatuaje. Las teorías enunciadas hasta ahora, sobre los orígenes del totemismo, pueden dividirse en tres grupos: 

Pikier dice "Los hombres reconocieron la necesidad de dar a cada colectividad a cada individuo un nombre permanente, fijado por la escritura. El totemismo no nació, pues, una necesidad religiosa, sino de



una necesidad prosaica y práctica. Herbert Spencer, según él habría habido ciertos individuos que, por presentar determinadas casualidades, recibieron nombre de animales y adquirieron de este modo títulos honoríficos o sobrenombres que



transmitieron después a su descendencia. Lord Avebury, él dice que no debemos olvidar la frecuencia con que los hombres suelen tomar nombres Zoológicos. El tótem es siempre una designación de un grupo de hombres y nunca la

de un individuo.

El nombre de un individuo es una de las partes esenciales de su persona y quizás incluso de su alma. El Totemismo representaba una fase de toda cultura, fue imponiéndose la necesidad de llegar a su inteligencia y elucidar el enigma de su naturaleza. Nuestra inteligencia de la singular institución totémica habrá de ser, a la vez, histórica y Psicológica y esclarecer tanto las condiciones en las que se ha desarrollado como las necesidades psíquicas del hombre, de las que constituye una expresión. Las teorías Nominalistas 

Garcilaso de la Vega, descendiente de los Incas del Perú, que escribió en el siglo XVII la historia de su pueblo, retrajo lo que sabía de los fenómenos totémicos a



la necesidad. Keane autor que ve el origen del tótem en las armas heráldicas adoptadas por



los individuos, familias y tribus, para distinguirse entre sí. Max Mueller ha expresado también ese punto de vista en sus Contributions to the Science of Mythologyn, según el, un tótem sería:  Una insignia de clan.  Un nombre de clan.  El nombre de un antecesor del clan.  El nombre de un objeto venerado por el clan. Segundo Capitulo Lang o Deduce el sistema totémico con la necesidad psicológica, de la existencia del nombre totémico; o Procura descubrir tal origen y como pronto veremos, es de naturaleza muy diferente. Las Teorías de Sociológicas S. Reinach afirma en una de sus obras, que el tótem no es a su juicio sino "una hipertrofilia del instinto social". El Tótem no sería, según Durkheim, sino el representante visible de la religión social de estos pueblos y encarnaría a la colectividad, la cual sería el verdadero objeto del culto.

Spencer y Gillen describían en sus obras una serie de singulares instituciones, costumbres y creencias observadas en un grupo de tribus conocidas con el nombre de “ARUNTA”. Admiten además que los espíritus, tanto en los muertos como los que los resucitados, se hallan ligados a ciertos amuletos de piedras. Frazer admitió la tradición “arunta” de que todos los clanes totémicos se alimentaban de su tótem Las teorías Psicológicas El Tótem representaría un refugio en el que el alma sería depositada para sustraerla a los peligros que pudieran amenazarlas. Los “Aruntas” suprimen, como ya indicamos toda la relación entre la concepción y el acto sexual. La ultima fuente del totemismo consistiría pues, en la ignorancia en que se encuentran los salvajes de la forma en que los hombres y los animales procrean y perpetúan su especie, y, sobre todo, el papel que el macho desempeña en la fecundación. La teoría psicológica es la de Wundt considera como decisivos los dos hechos siguientes: El de que el objeto totémico más primitivo y difundido sea el animal y el de los animales totémicos más extendidos sean los que atribuyen un alma. Tercer Capitulo La conducta del niño hacia el animal es muy parecida a la del primitivo. Concede sin reparos al animal una igualdad de nobleza, se siente sin duda más emparentado con el animal que con el adulto. El niño empieza de pronto a tenerle miedo a una determinada especie animal y a guardarse de tocar o de mirar a cualquiera de los individuos de ella. Así se establece el cuadro clínico de una zoofobia. La fobia recae por regla general sobre animales hacia los cuales el niño había mostrado hasta entonces gran interés.

En todos los casos de este tipo de fobias la angustia se refiere en el fondo al padre (cuando los niños indagados eran varones) y sólo había sido desplazada al animal. El odio al padre proveniente de la rivalidad por la madre no puede difundirse desinhibido en la vida anímica del niño: tiene que luchar con la ternura y admiración que desde siempre le suscitó ese padre; el niño se encuentra en una actitud de sentimiento de sentido doble, ambivalente, hacia su padre; es un conflicto de ambivalencia, y se procura un alivio si se desplaza sus sentimientos hostiles y angustiados sobre un subrogado del padre (el animal). En verdad, el desplazamiento no puede tramitar ese conflicto estableciendo una tersa separación entre sentimientos tiernos y hostiles. El conflicto continúa en torno del objeto de desplazamiento, la ambivalencia se apropia de este último. En el caso del pequeño Hans, el padre era admirado como el poseedor del genital grande y era temido como el que amenazaba el genital propio. Tanto en el complejo de Edipo como en el de castración, el padre desempeña el mismo papel, el del temido oponente de los intereses sexuales infantiles. La castración es el castigo que desde él amenaza. Freud considera lícito reemplazar en la fórmula del totemismo al animal totémico por el padre (en el caso del varón). Los primitivos designan al tótem como su antepasado y padre primordial. Si el animal totémico es el padre, los dos principales mandamientos del totemismo, los dos preceptos-tabú que constituyen su núcleo, el de no matar al tótem y no usar sexualmente a ninguna mujer que pertenezca a él, coinciden con los dos crímenes de Edipo, quien mató a su padre y tomó por mujer a su madre, y con los dos deseos primordiales del niño. Freud sugiere que esto permite suponer que el sistema totemista resultó de las condiciones del complejo de Edipo. Cuarto capitulo Existen dos tipos sacrificios, Ordinarios y Sacrificios místicos. El misterio sagrado de la muerte del animal se justifica por el hecho de que solamente con ella, puede establecerse el lazo que une a los partícipes entre sí y con su Dios.

El Psicoanálisis nos ha revelado que el animal totémico es, en realidad una sustitución del padre, hecho con el que se armoniza la contradicción de que estando prohibida su muerte en época normal, se celebre como una fiesta su sacrificio y que después de matarlo se lamente y llore su muerte. La necesidad sexual, lejos de unir a los hombres, los divide. Los hermanos, asociados para suprimir al padre, tenían que convertirse en rivales al tratarse de la posesión de las mujeres. La religión totémica surgió de la conciencia de la culpabilidad de los hijos y como una tentativa de apaciguar este sentimiento y reconciliarse con el padre, por el medio de la obediencia retrospectiva. Una de las cuales se ajusta a las apariencias primitivas y ve en la exogamia una parte esencial del sistema totémico, mientras que en la otra niega tal enlace y no cree sino en una coincidencia accidental de estos dos rasgos de civilizaciones primitivas. Westermarck explica la fobia del incesto diciendo que aquellas personas de sexo diferente que viven juntas desde su infancia experimentan una aversión innata a entrar en relaciones sexuales. Quinto Capitulo Consumada la muerte, el animal es llorado y lamentado. El lamento totémico es compulsivo, arrancado por el miedo a una amenazadora represalia, y su principal propósito es sacarse de encima la responsabilidad por la muerte. Pero a ese duelo sigue el ruidoso júbilo festivo, el desencadenamiento de todas las pulsiones y la licencia de todas las satisfacciones. Esencia de la fiesta. Para el psicoanálisis, el animal totémico es realmente el sustituto del padre, y con ello armoniza la contradicción de que estuviera prohibido matarlo en cualquier otro caso, y que su matanza se convirtiera en festividad; que se matara al animal y no obstante se lo llorara. La actitud ambivalente de sentimientos que caracteriza al complejo paterno de nuestros niños se extendería tb al animal totémico, sustituto del padre. Horda primordial: hay un padre violento, celosos, que se reserva todas las hembras para sí y expulsa a los hijos varones cuando crecen.

Un día, los hermanos expulsados se aliaron, mataron y devoraron al padre, y así pusieron fin a la horda paterna. Unidos osaron hacer y llevaron a cabo lo que individualmente les habría sido imposible. El violento padre primordial era el arquetipo envidiado y temido de c/u de los miembros de la banda de hermanos. Y ahora, en el acto de la decoración, consumaban la identificación con él, c/u se apropiaba de una parte de su fuerza. El banquete totémico sería la repetición y celebración recordatoria de aquella hazaña memorable y criminal con la cual tuvieron comienzo tantas cosas: las organizaciones sociales, las limitaciones éticas y la religión. La banda de hermanos estaba gobernada, respecto del padre, por los mismos sentimientos de ambivalencia del complejo paterno en los niños y neuróticos. Odiaban a ese padre por el obstáculo que significaba para sus necesidades de poder y sus exigencias sexuales; pero tb lo amaban y admiraban. Tras eliminarlo, tras satisfacer su odio e imponer su deseo de identificarse con él, se abrieron paso las mociones internas (libidinosas) avasalladas entretanto. Aconteció en la forma del arrepentimiento; así nació una conciencia de culpa que en este caso coincidía con el arrepentimiento sentido en común. El muerto se volvió aún más fuerte de lo que fuera en vida. Lo que antes él había impedido con su existencia, ellos mismos (los hermanos) se lo prohibieron ahora en la situación psíquica de la “obediencia de efecto retardado”. Revocaron su hazaña declarando no permitida la muerte del sustituto paterno, el tótem, y renunciaron a sus frutos denegándose las mujeres liberadas. Así, desde la cc de culpa del hijo varón, ellos crearon los dos tabúes fundamentales del totemismo, que por eso mismo necesariamente coincidieron con los dos deseos reprimidos del complejo de Edipo. El respeto del animal totémico descansa por entero en motivos de sentimiento. Pero el otro tabú, la prohibición del incesto, tenía tb un poderoso fundamento práctico. La necesidad sexual provoca desavenencias entre los varones; los hermanos eran rivales entre sí respecto de las mujeres. C/u habría querido tenerlas todas para sí, como el padre, y en la lucha de todos contra todos se habría ido a pique la nueva organización. Ya no existía ningún poderoso que pudiera asumir con éxito el papel del padre. Por eso no les quedó otra alternativa que erigir la prohibición del incesto, con la cual todos al mismo tiempo

renunciaban a las mujeres por ellos anheladas y por causa de las cuales habían eliminado al padre. Así salvaron la organización que los había hecho fuertes y que podía descansar sobre sentimientos y quehaceres homosexuales. Con respecto al tabú que ampara la vida del animal totémico, se aprecia un 1er ensayo de religión. Si el animal se ofrecía como un sustituto natural y obvio del padre, en el trato que le dispensaban halló expresión algo más que la necesidad de figurar su arrepentimiento. Se podía intentar calmar el ardiente sentimiento de culpa, conseguir una suerte de reconciliación con el padre. El sistema totemista era un contrato con el padre, en el cual éste último prometía todo cuanto la fantasía infantil tiene derecho a esperar de él: amparo, providencia e indulgencia, a cambio de lo cual se le honraba su vida, se evitaba repetir aquella hazaña en virtud de la cual había perecido el padre verdadero. Entonces, la religión totemista había surgido de la cc de culpa de los hijos varones como un intento de calmar ese sentimiento y apaciguar al padre ultrajado mediante la obediencia de efecto retardado. Todas las religiones posteriores demuestran ser unos ensayos de solucionar el mismo problema. La ambivalencia adherida al complejo paterno se continúa en el totemismo y en las religiones en general. La religión totémica no solo abarca las exteriorizaciones del arrepentimiento y los intentos de reconciliación, sino que tb sirve para recordar el triunfo sobre el padre. La satisfacción que ellos produce hace que se introduzca la fiesta conmemorativa del banquete totémico. La horda paterna es reemplazada por el clan de hermanos, que se reasegura mediante el lazo de sangre. La sociedad descansa ahora en la culpa compartida por el crimen perpetrado en común; la religión, en la cc de culpa y el arrepentimiento consiguiente; la eticidad, en parte en las necesidades objetivas de esta sociedad y en las expiaciones exigidas por la cc de culpa. Sexto Capitulo También aquí, como antes en el totemismo, nos aconseja el psicoanalisis que creamos a los fieles que nos hablan de Dios como un padre celestial, lo mismo que en epoca remotas hablaron del Tótem. Sabemos que entre el Dios y el animal sagrado existe múltiples relaciones:

 A cada Dios es consagrado generalmente un animal  En ciertos sacrificios particularmente sagrados

los

que

antes

denominamos "místicos" es precisamente el animal consagrado al Dios el que es ofrecido en sacrificio  El Dios era dorado con frecuencia bajo la imagen de un animal  En los mitos se transforma en Dios, con frecuencia, en un animal y muchas veces frecuentemente en lo que está consagrado.  La doctrina del pecado original es de origen Órfico. Séptimo capitulo No debemos dejarnos influir con exceso en nuestros juicios sobre los primitivos por la analogía con los neuróticos. Es preciso tener también en cuenta las diferencias reales. En el neurótico, la acción se halla completamente inhibida y reemplazada totalmente por la tarea. Por el contrario, el primitivo no conoce trabas a la acción. Sus ideas se transforman inmediatamente en actos. Pudiera incluso decirse que la acción reemplaza en él a la idea. Así, pues, sin pretender cerrar aquí con una conclusión definitiva y cierta la discusión cuyas líneas generales hemos esbozado antes, podemos arriesgar la proposición siguiente: «en el principio era la acción».

Bibliografía 

Freud, S. (1913). Obras completas de Sigmund Freud. Volumen XIII Tótem y tabú, y otras obras (1913-1914). Buenos Aires & Madrid: Amorrortu editores.