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Virgen Santísima de Guadalupe: Antorcha Guadalupana 2013 Se Nuestra Luz En El Camino Hacia Jesús Virgen Santísima de

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Virgen Santísima de Guadalupe:

Antorcha Guadalupana 2013

Se Nuestra Luz En El Camino Hacia Jesús

Virgen Santísima de Guadalupe:

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Se Nuestra Luz En El Camino Hacia Jesús

Virgen Santísima de Guadalupe:

PROCESO ESPIRITUAL ANTORCHA JUVENIL 2013 LAS 4 LLAMAS DE MARIA QUE ILUMINAN EL CAMINO HACIA JESUS SIGNOS:

JESUS: Se representa en la luz viva de la antorcha que nos espera. IMAGEN DE LA VIRGEN: Es el acompañamiento de nuestra madre santísima guiándonos a lo largo de este camino hacia Jesús. LA MONTAÑA: significa la espiritualidad y el respeto con el cual iremos viviendo esta preparación en antorcha juvenil 2013. EL CAMINO: Es la disposición del joven de aceptar llevar una nueva vida y asumir que debe luchar diariamente por seguir el camino de cristo. LAS LLAMAS: Es la iluminación, fortaleza, descubrimiento del sentido de nuestra vida, para dejar de ser ciegos, es por eso que deben estar encendidas siempre.

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Virgen Santísima de Guadalupe:

1ra Llama; Mi Santo Rosario. Objetivo; Mostrar al joven la importancia de la oración en nuestra vida, principalmente como una herramienta necesaria para aumentar la espiritualidad como antorchista, conociendo el Santo Rosario encomendado a Nuestra Santísima Madre la Virgen de Guadalupe, mediadora nuestra de las bendiciones que Dios derrama sobre nosotros. Oración Inicial; Santa María de Guadalupe, Mística Rosa, intercede por la Iglesia, protege al Soberano Pontífice, oye a todos los jóvenes que te invocan en sus necesidades. Así como pudiste aparecer en el Tepeyac y decirnos: "Soy la siempre Virgen María, Madre del verdadero Dios", alcánzanos de tu Divino Hijo la conservación de la Fe. Tú eres nuestra dulce esperanza en las amarguras de esta vida. Danos un amor ardiente y la gracia de la perseverancia final. Amén. Historia del Santo Rosario ¿Quién de los que estamos presentes acostumbramos a orar? ¿Quién acostumbra a rezar el santo rosario? ¿Quién de ustedes sabe lo que es el rosario y porque se originó esta oración? En el Siglo XII los monjes acostumbraban a recitar diariamente todos los 150 salmos y encontraban esta práctica muy rica y profunda para alimentar el alma. Pero como no podían aprenderse los 150 salmos, buscaron la manera de que la gente pudiera meditar y acercarse a Dios ¿Cómo? Recitando 150 avemarías. Fue en este siglo cunado se fijo este número. Ya en el siglo XIII los cistercienses hacen 3 grupos de 50 avemarías. En ese mismo siglo Nuestra Señora se le aparece a Santo Domingo de Guzmán, le entrega el rosario y le impulsa a difundirlo por el mundo. Santo Domingo cumplió este encargo; con la más acendrada fe, en la devoción del sato Rosario, que fue el primero en propagar y que personalmente por sus hijos llevo a los 4 ángulos del mundo. Siglo XIV Los cartujos intercalaron el padre nuestro y meditan distintos momentos de la vida del señor. Añade “Jesús” al Ave María. En el siglo XV el Beato Alano de Rupe (1428 – 1475) Dominico, unifico los elementos del Rosario, eligió el nombre de los 15 misterios y fundo las cofradías del Rosario. En esos años se añaden las letanías y se completa el avemaría, añadiendo la parte final; “Santa María madre de Dios, ruega por…”. Es posible afirmar que el rosario existió antes que el ave María. En 1479 los papas aprueban el rosario y le otorgan indulgencias.

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Virgen Santísima de Guadalupe: En el siglo XVI Las cofradías del Rosario se extienden por todas parte, sus miembros adquirían la obligación principal de rezar el santo rosario. Los dominicos propagan el rosario en América recién descubierta. En 1569 San Pio V estableció oficialmente la forma de rezar el santo rosario que se ha mantenido hasta ahora. 1571, 7 de octubre; los turcos en el mediterráneo asolaban los pueblos cristianos, asesinando y tomando numerosos cautivos. Para poner fin a esta situación se organizó una flota que enfrento a ellos. Esta famosa batalla supuso un gran alivio para los cristianos que atribuyeron la victoria a la intersección de la santísima virgen invocada en todas partes por el rosario. El mismo papa San Pio V que participaba rezando el sato rosario por este motivo. Después añadió a las letanías “Auxilio de los cristianos”, e instituyo las fiestas de Nuestra Señora de la Victoria. Que más tarde paso a llamarse nuestra señora del rosario y el rosario se propago intensamente. Tres iniciativas posteriores entorno al rosario. Siglo XVII Surge el Rosario Perpetuo Siglo XVIII Nace la procesión Popular del Rosario de la aurora. Siglo XIX Se propaga el rosario Viviente Siglo XX durante la 2da guerra mundial surge la cruzada del rosario y nace el famoso lema “familia que reza unida, permanece unida” Siglo XX y XXI se extendió una aguda crisis en la iglesia y en la devoción Mariana. Se ha llamado el “el decenio sin María” (tremendo). Y sin Dios. Juan Pablo II escribe la carta apostólica “Rosarium Virginis Mariae” allí se declara un año dedica al rosario. Se propone 50 avemarías más: los misterios luminosos completando así el recorrido evangélico que se realiza al rezar el santo rosario. El Santo Rosario se compone de la meditación de una serie de misterios de la vida de cristo (gozosos, dolorosos o gloriosos) intercalando un Padre Nuestro, 10 Avemarías y 1 Gloria para cada misterio. Así se completan las 150 avemarías. Bíblicamente. 1. El Avemaría, se compone se las palabras de las palabras del Arcángel Gabriel al saludar a María; “Dios te salve María, llena eres de gracia. El señor es contigo”. 2. La siguiente es de la salutación de Santa Isabel cuando María va a visitarla y él bebe que llevaba en su seno da un vuelco al escuchar la voz de María. “Bendita eres entre las mujeres y Bendito es el fruto de tu vientre”. 3. La tercera parte es una oración pidiendo su intersección. “ Santa María, Madre de Dios, Ruega por nosotros los pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte” Importante es mencionar que al decir cada avemaría es una alabanza a Dios; “Bendito es el fruto de tu vientre. Jesús” ósea “Bendito seas Jesús”. El rosario es la oración por la cual se obtiene innumerables gracias; la iglesia, la sociedad, las familias y cada persona, es la oración de todos; grandes y pequeños, es una práctica de la piedad fácil, agradable a María y recomendada por ella como medio eficaz

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Virgen Santísima de Guadalupe: para obtener la gracia. Donde el rezo de las avemarías va unido a la meditación de la vida de cristo. Modo De Rezar El Santo Rosario. ¿Cómo debemos rezar el rosario? 1. Hacer el signo de la cruz y rezar el símbolo de los apóstoles o el acto de contrición 2. Rezar el Padrenuestro 3. Rezar 3 Avemarías y Gloria. 4. Anunciar el primer misterio. Rezar el Padrenuestro. 5. Rezar 10 Avemarías, Gloria y Jaculatoria. 6. Anunciar el segundo misterio. Rezar el Padrenuestro. 7. Rezar 10 Avemarías, Gloria y Jaculatoria. 8. Anunciar el tercer misterio. Rezar el Padrenuestro. 9. Rezar 10 Avemarías, Gloria y Jaculatoria. 10. Anunciar el cuarto misterio. Rezar el Padrenuestro. 11. Rezar 10 Avemarías, Gloria y Jaculatoria. 12. Anunciar el quinto misterio. Rezar el Padrenuestro. 13. Rezar 10 Avemarías, Gloria y Jaculatoria. 14. Rezar la Salve. Oraciones Del Rosario 1. Antes de empezar un Rosario  Buscar un momento y un lugar apropiado. Si se reza en una iglesia, en familia o acompañadas de otras personas puede obtenerse una indulgencia plenaria, con las condiciones acostumbradas.  Proponerse alguna intención 2. Señal de la Santa Cruz 3. Símbolo de los apóstoles 4. Acto de contrición 5. Padre Nuestro 6. Avemarías 7. Gloria 8. Jaculatorias 9. Promesas

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Virgen Santísima de Guadalupe: 10. Salve 11. Doxología Trinitaria 12. Letanías 13. Trisagio 14. Salve Misterios Del Rosario Misterios gozosos (lunes y sábados) Misterios dolorosos (martes y viernes) Misterios gloriosos (miércoles y domingos) Misterios luminosos (jueves) Tipos de Rosario: Rosario de Sanación; Rosario Misionero; Rosario Guadalupano; Rosario de la divina misericordia. Oración final; Materiales; Una mesa pequeña, un mantel, la imagen de la virgen de Guadalupe, un rosario y una veladora encendida. Instrucciones;  Colocar en el centro la mesa con la imagen de la virgen de Guadalupe, el rosario y la vela  Pedirle a los jóvenes que formen un círculo alrededor de la mesa y que cierren sus ojos.  Meditar juntos el valor que tiene el Santo Rosario a nuestra madre santísima, siendo una oración por la cual obtenemos innumerables gracias, la iglesia, la sociedad, las familias y cada joven, es una práctica de piedad agradable a María y recomendada por ella.  Escuchar el canto Canto; Tú Me Has Seducido Jesús / El Rosario (CD)

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2da Llama; La Búsqueda Objetivo del Tema: Que el joven busque la verdadera felicidad y el verdadero amor que Jesús ofrece a través de María, logrando tener un encuentro personal con Él. Primera Aparición. ANEXO A Síntesis de la primera aparición. 



Ella luego le hablo y le descubrió su voluntad, le dijo: sabe y ten entendido, tú el más pequeños de mis hijos, que soy la siempre Virgen santa María, madre del verdadero Dios por quien se vive; del creador cabe quien está todo; señor del cielo y de la tierra. Deseo vivamente que se me erija aquí un templo para en el mostrar y dar todo mi amor, compasión, auxilio y defensa, pues yo soy vuestra piadosa madre. ¿Qué busca la Virgen María a través del templo que le encomendó a Juan Diego?

Cita Bíblica: Lucas 2, 45 – 48 Enseñanza; Dios al enviar al ser humano a la tierra lo envía con un propósito, buscar la felicidad que Él nos ofrece, esa felicidad que buscamos muchas veces se ve corrompido por el mundo, por todo lo que nos ofrece y como humanos que somos perdemos la verdadera felicidad que es Él. El relato de la primera aparición nuestra madre La Virgen de Guadalupe se presenta ante juan diego ella luego le hablo y le descubrió su voluntad. San Juan Diego al oírla voluntad de la señora del cielo va con el obispo a darle el recado, en busca de que se cumpla lo que Dios quiere a través de la virgen de Guadalupe. Por la aceptación de Juan Diego, hoy en día conocemos la misericordia de Dios a través del amor maternal de la santa María de Guadalupe. Joven, sabes ¿cuál es la voluntad que Dios tiene para ti?, Sabes ¿Qué es lo que busca Dios en ti? ¿Por qué estás aquí? Cuantas veces nuestro señor Jesucristo ha dejado ver su voluntad y sin embargo el ruido del mundo nos hace sordos e ignoramos lo que se nos ha sido revelado, que difícil es en nuestro tiempo encontrar lo que buscamos y en ella la felicidad verdadera, hoy en día estamos rodeados de mucha inseguridad, la tecnología cada vez es más corrompe al ser humano hasta destruirlo, los medio de comunicación solo transmiten violencia y placeres, el joven de hoy busca en todo esto la felicidad mundana, que no existe en el plan de Dios y que solo causa que poco a poco se aleje de Él. Y lo que Dios busca en el joven se ve interrumpido a causa de tratar de encontrar la felicidad en las cosas que el mundo nos ofrece.

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Virgen Santísima de Guadalupe: Dios busco a María, la eligió y ella lo acepto con mucho amor, ya que Él le entrego una encomienda y ella busco la manera de cumplir su voluntad, pero vemos también en esta cita bíblica que ella también busca a Jesús entre la multitud. Porque la armonía entre ella y el padre permitía quitar todo obstáculo del camino que pudiera no permitir esa encomienda que ella tenía desde traer al mundo a Jesús, amarlo, cuidarlo, educarlo, guiarlo. Ella lo hizo con mucho amor y disposición, así como en esta primera aparición, también juan diego ignorantemente busca a ese buen Dios siendo amante de las cosas espirituales sin reserva y sin condición con toda su pobreza, es por eso que la virgen María, mira esa sencillez de Juan Diego y disposición y le habla de tal manera que la búsqueda que quería realizar en Juan Diego no le hacía dudar ante quien le permite ver su naturaleza divina y delicada mujer celestial ((Que nos quiere decir;(( Juan Diego en su ignorancia, en su humildad, en su sencillez, en su pobreza, en su obediencia, apegado a las cosas espirituales y teniendo esa perseverancia que cada día a día el más buscaba, le trajo el anhelo, de esperar algo que él no sabía, que es ese encuentro personal con Jesucristo a través de la virgen María)) Jóvenes si juan diego tuvo ese encuentro personal con Jesucristo, sin saberlo, ¿porque nosotros sabiendo que podemos tener ese encuentro personal con él, no lo buscamos? Pregúntate ¿Realmente soy feliz? ¿Puedo tener una felicidad plena lejos de Dios?, la respuesta es no, porque no somos seres absolutos y siempre dependemos de él, aunque muchos jóvenes no lo queramos aceptar, él siempre está con nosotros, insistente, buscando. Es tiempo ya de que tú también tomes la decisión de buscarlo porque es un Dios respetuoso, no nos obliga a nada, está en ti encontrarte personalmente con él. Ya que desde hace mucho tiempo él está esperando ese momento. Cuantas veces como jóvenes buscamos la manera de lograr las cosas materiales principalmente creyendo que este mundo es eterno y dejamos a un lado lo principal, el centro y lo más importante de nuestra vida, buscar las cosas espirituales. Muchas veces rechazamos esa ayuda que Dios nos ofrece al extendernos su mano para decirnos ven yo soy tu única felicidad. Juan Diego a pesar de todo no se deja llevar por su carencias materiales, ya que él se inclina principalmente a las cosas de Dios, el siente esa seguridad de ser fiel a Dios, así mismo nuestra madre santísima cuando es elegida por Dios, es encontrada en esa búsqueda espiritual que caracterizaba todas las virtudes que ella tenía , amor, obediencia, fe, fidelidad, honestidad, castidad, pero María no sabía que al buscar ser fiel a dios iba a obtener todo esto y es por eso que es atraída por él, ya que ambos estaban comunicado en una misma sintonía, porque ambos buscaban ese encuentro personal. Es por eso que María nos entrega esta llama que es la búsqueda por las cosas de Dios, interésanos verdaderamente por ir detrás de lo que dios quiere, de cada uno de nosotros y es así que encontraremos lo que nuestro espíritu anhela, y solo lo sabrás cuando al igual que María busques insinceramente las cosas de Dios. Todo lo demás se te dará porque eso significa que entraras a estar en una misma sintonía con Dios. Él es el que nos enseña cómo ser un joven feliz sin carencias, fiel, honesto, respetuoso, amoroso, y todo lo demás que encierra en el misterio divino de Dios. Hoy eres invitado querido joven

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Virgen Santísima de Guadalupe: a buscar y preocuparte verdaderamente por lo que Dios quiere que te haga feliz, lo que él te ofrece no se lo dejes todo a él, busca tú también ser más gustoso ese encuentro personal con él, ya que el nuca se cansa de hacerlo, se un joven con iniciativa, que no nos quedemos esperando a que las cosas vengan por si solas, no seas como la hoja cuando se la lleva el viento, sin valor, cambiante, que se mueve según el viento que corre y carece de responsabilidad, se requiere voluntad y disposición como Juan Dieguito y la virgen, el en su totalidad y naturaleza divina, es amor fidelidad y felicidad. Dinámica; Objetivo; Concientizar al joven en este momento de su vida, como buscar la manera de lograr vencer los obstáculos que a veces como jóvenes tenemos, que demos un alto y logremos concientizar esas preguntas que Jesús nos hace en este instante de nuestra vida. Desarrollo de la actividad: El animador deberá dividir a los jóvenes en dos grupos, grupo A y grupo B. el esconderá 3 hojas diferente para cada equipo con las siguientes preguntas ¿Qué buscas en esta antorcha? En otra hoja ¿Qué buscas al estar cerca de Jesús? Y en la otra hoja ¿Qué es lo que te impide encontrar la luz divina de ese buen Dios y que has hecho para vencerla?, para que los equipos no agarren las preguntas del equipo a competir, lo pueden hacer con hojas de colores, las hojas de color rojo para el equipo A y las hojas de color verde para el equipo B. La dinámica se realizar en 10 minutos, el equipo que primero entregue las preguntas contestadas será el ganador. Nota: El equipo para poder ganar también deberá ir tomado de la mano todos hacia el lugar que se muevan. Reflexión; Es momento de reflexionar cuales son esos obstáculos que tienes y como lograr superarlos.

Oración final: Al finalizar el tema, cada equipo pondrá las 3 hojas que respondieron en el centro, ellos la miraran y deberán meditar las preguntas, pero esta vez desde el interior del corazón. Mientras lo hacemos escuchamos el canto que se te proporciona. Canto; Nadie Te Ama Como Yo (CD)

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Virgen Santísima de Guadalupe:

3ra Llama; Esfuerzo Objetivo del tema; Que el joven entienda que el seguimiento de cristo exige un esfuerzo por ir asumiendo las actitudes fundamentales que dieron sentido a toda su vida, creer lo que el creyó, defender lo que el defendió, vivir y morir en la naturaleza que Él nos ofrece, dar importancia a lo que él representa para el mundo. 2da aparición; ANEXO B Síntesis de la segunda aparición 



Respondió Juan Diego: señora y niña mía, no te cause yo aflicción, de muy buena gana iré a cumplir tu mandato de ninguna manera dejare de a serlo ni tengo penoso el camino… Apenas llego hiso todo por verlo, otra vez con mucha dificultad le vio; se arrodillo a sus pies se entristeció y lloro al exponerle el mandato de la señora del cielo.

Cita bíblica; Leamos (Josué.1:9) “Mira que te mando que te esfuerces y seas valiente; no temas ni desmayes, porque Llave tu Dios estará contigo en dondequiera que vayas” Enseñanza; Solo se ha perdido cuando se ha dejado de luchar, será esta una de las tantas frases que necesitamos para lograr lo que en estos momentos estamos deseando. Es Juan Diego quien nos enseña a esforzarnos al no decir en ningún momento que no cumplirá el mandato de la señora del cielo, y enfrentar las adversidades y seguir insistiendo en un camino que podría ser muy complicado. Joven de hoy, tenemos la fuerza de voluntad para dejar lo que nos impide mantenernos constante, y que no nos deja conocer ni sentir el gran amor de Dios que día a día nos muestra, confiando que podemos ser servidores, al esforzarnos, al luchar por alcanzar la recompensa que es la vida eterna. En la lectura bíblica encontramos la tarea especial que Dios le encomendó a Josué, después de la muerte de Moisés siervo de Dios. Josué debía llevar al pueblo de Israel a la tierra prometida. Para lograrlo debía, esforzarse y ser valiente, no temer ni desmayar, por su obediencia a esto, Dios estaría con él. ¿Qué podemos aprender de esto? El significado de Esfuerzo es la dedicación o lucha. Empleo enérgico del vigor o actividad del ánimo para conseguir algo venciendo dificultades. Ahora bien, todo cristiano debe ser esforzado y ser valiente. Mostramos valentía al decir siempre la verdad. Hay que esforzarse siempre.

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Virgen Santísima de Guadalupe: Tal vez porque te has cansado, o simplemente porque eres humano y te has equivocado. Pero hoy es el día para levantarte, el día para volver, la oportunidad de mejorar. Esfuérzate y permite a Dios entrar en tu corazón, y hasta entonces, sólo hasta entonces, verás que siempre te ha acompañado y a tu lado ha caminado. Quítate tus cadenas, tus rencores, odios y resentimientos, para que puedas caminar libre al lado de tu Creador. Tal vez porque te has cansado, o simplemente porque eres humano y te has equivocado. Pero hoy es el día para levantarte, el día para volver, la oportunidad de mejorar. Dinámica: Objetivo; hacer comprender al joven lo importante que es esforzarse para llegar hacia la vida de Jesús, dejarse guiar y la importancia que tiene la luz de Jesús en su vida. Instrucciones; Los jóvenes formaran un circulo grande, en el centro se dibujaran dos círculos, uno adentro del otro, en el primer círculo (en el de adentro) Cada joven depositara artículos valiosos que tenga, el más valioso. Después el animador, en el otro círculo (el circulo de afuera), tomara un objeto y lo dejara en este círculo. Y preguntara a quien le pertenece, después elegirá a un integrante del grupo y le dirá; si corres y tomas primero el objeto, desde ahora será tuyo. Cuando de la orden, tanto el dueño del objeto como al que eligió de entre los jóvenes correrán para tomar el objeto. Es preferible que los dos competidores estén a misma distancia del objeto. Oración Final. Oh Dios que muestras la luz de tu verdad A los que andan extraviado Para que puedan volver al buen camino Concede a todos los cristianos Rechazar lo que es indigno de este nombre Y cumplir cuanto en él se significa Por nuestro Señor Jesucristo. Amen

Canto; En Ti Confiare (CD)

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Virgen Santísima de Guadalupe:

4ta llama; Mi Experiencia. Objetivo del Tema; Que el joven haga un alto a su vida para conocerse a sí mismo y dar gracias por el don de la vida. Dándose cuenta de lo importante que es tener un encuentro personal con cristo y que ilumine su día. Que tome en cuenta su papel en este momento de su experiencia con cristo. 3ra y 4ta aparición; ANEXO C Síntesis de la 3ra y 4ta aparición; 

Desenvolvió, luego su manta, pues tenía en su regazo las flores. Luego que las vio el señor obispo, se arrodillo y con el todos los que hay estaban. Se pusieron a admirarla, se levantaron, se entristecieron y apenaron, dando muestra de que la contemplaban con el corazón y el pensamiento.

Enseñanza; La Experiencia es una forma de conocimiento o habilidad derivados de la observación, de la participación y de la vivencia de un evento o proveniente de las cosas que suceden en la vida. En cambio una experiencia con Dios es lo que produce un cambio en nuestra vida es tener un encuentro personal con Dios. Él está esperando que nosotros lo busquemos en la intimidad para que Él pueda completar lo que tiene preparado para cada uno de nosotros. ¿Qué experiencia personal con Dios podemos observar en esta aparición? Si somos observadores, nos daremos cuenta que el obispo fue un incrédulo al no creer en lo que Juan Diego le decía, pero ¿cuántas veces hemos sido igual que el obispo? Siempre pedimos señales para poder creer en Dios, para danos cuenta que realmente es el quien a través de las personas o cosas que pasan en la vida, o misma en la Eucaristía nos habla para que creamos y nos arrepintamos, ¿Es necesario que tengamos una señal o un milagro para creer? No necesariamente, para que pedir cosas, si uno cree, es porque tiene fe, recordemos las palabras de ese buen Jesús hacia tomas; “Tú has creído porque has visto, dichoso será el que crea sin haber visto”. A pesar de no creerle a Juan Diego, al momento en que este dejo caer su manto, el obispo se arrodillo y tuvo fe, creyó, se arrepintió, pidió perdón, tuvo entonces un encuentro personal con Dios a través de la Santa Virgen María. Es momento de reflexionar y detenernos un tiempo para tener un momento con Jesús, el en verdad te está esperando, él quiere tener un encuentro personal contigo, postrémonos ante y vamos a decirle que es lo que realmente espera de mí en esta antorcha, que significa para mi esa luz, que día a día tratamos de buscar, de esforzarnos, solo para tener un momento a solas con él.

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Virgen Santísima de Guadalupe:

Dinámica; Objetivo; acercar al joven a Jesús Sacramentado, para que viva un encuentro personal con Él a través de Nuestra Señora de Guadalupe. Material; Hojas recortadas en forma de corazones del tamaño de la mitad de una hoja. Instrucciones; En este momento, todos los jóvenes formaremos un círculo, cerraremos nuestros ojos, y el animador entregara una hoja en forma de un corazón, en el estarán las siguientes preguntas, solo una se responderá. ¿Cuál es la experiencia que quiero tener en esta antorcha? La segunda estará del otro lado de la hoja en forma de corazón y es la que no se responderá por lo pronto ¿En qué momento sentiste que Jesús tuvo un encuentro personal contigo, a lo largo de esta antorcha? Al terminar el que desee compartir lo que escribió lo podrá hacer. Al terminar el animador le pedirá sus hojas con sus respectivos nombres. Esta se le entregara en momento adecuado, con la luz de la antorcha enfrente de ellos y podrán responder la última pregunta. Solo hasta entonces Oración final. En el mismo círculos se reza un dios te salve, un padre nuestro y un gloria. Canto; Mi Única Ganancia (CD)

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Virgen Santísima de Guadalupe: ANEXO A Primera aparición Diez años después de tomada la ciudad de México se suspendió la guerra y hubo paz entre los pueblos, así como empezó a brotar la fe, el conocimiento del verdadero Dios, por quién se vive. A la sazón, en el año de mil quinientos treinta y uno, a pocos días del mes de diciembre, sucedió que había un pobre indio, de nombre Juan Diego según se dice, natural de Cuautitlán. Tocante a las cosas espirituales aún todo pertenecía a Tlatilolco. Era sábado, muy de madrugada, y venía en pos del culto divino y de sus mandatos. Al llegar junto al cerrillo llamado Tepeyácac amanecía y oyó cantar arriba del cerrillo: semejaba canto de varios pájaros preciosos; callaban a ratos las voces de los cantores; y parecía que el monte les respondía. Su canto, muy suave y deleitoso, sobrepujaba al del COYOLTOTOTL y del TZINISCAN y de otros pájaros lindos que cantan. Se paró Juan Diego a ver y dijo para sí; "¿Por ventura soy digno de lo que oigo? ¿Quizá sueño? ¿Me levanto de dormir? ¿Dónde estoy? ¿Acaso en el paraíso terrenal, que dejaron dicho los viejos, nuestros mayores? ¿Acaso en el paraíso terrenal, que dejaron dicho los viejos, nuestros mayores? ¿Acaso ya en el cielo?" Estaba viendo hacia el oriente, arriba del cerrillo de donde procedía el precioso canto celestial y así que cesó repentinamente y se hizo el silencio, oyó que le llamaban de arriba del cerrillo y le decían "Juanito, Juan Dieguito". Luego se atrevió a ir adonde le llamaban; no se sobresaltó un punto; al contrario, muy contento, fue subiendo al cerrillo, a ver de dónde le llamaban. Cuando llegó a la cumbre, vio a una señora, que estaba allí de pie y que le dijo que se acercara. Llegado a su presencia, se maravilló mucho de su sobrehumana grandeza": su vestidura era radiante como el sol; el risco en que se posaba su planta flechado por los resplandores, semejaba una ajorca de piedras preciosas, y relumbrada la tierra como el arco iris. Los mezquites, nopales y otras diferentes hierbecillas que allí se suelen dar, parecían de esmeralda; su follaje, finas turquesas; y sus ramas y espinas brillaban como el oro. Se inclinó delante de ella y se oyó su palabra muy blanda y cortés, cual de quien atrae y estima mucho. Ella le dijo: "Juanito, el más pequeño de mis hijos, ¿a dónde vas?" El respondió: "Señora y Niña mía, tengo que llegar a tu casa de México Tlatilolco, a seguir las cosas divinas, que nos dan y enseñan nuestros sacerdotes, delegados de nuestro Señor". Ella luego le habló y le descubrió su santa voluntad, le dijo: "Sabe y ten entendido, tú el más pequeño de mis hijos, que yo soy la siempre Virgen Santa María, Madre del verdadero Dios por quien se vive; del Creador cabe quien está todo; Señor del cielo y de la tierra. Deseo vivamente que se me erija aquí un templo para en él mostrar y dar todo mi amor, compasión, auxilio y defensa, pues yo soy vuestra piadosa madre; a ti, a todos vosotros juntos los moradores de esta tierra y a los demás amadores míos que me invoquen y en mí confíen; oír allí sus lamentos, y remediar todas sus miserias, penas y dolores.

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Virgen Santísima de Guadalupe: Y para realizar lo que mi clemencia pretende, ve al palacio del obispo de México y le dirás cómo yo te envío a manifestarle lo que mucho deseo, que aquí en el llano me edifique un templo: le contarás puntualmente cuanto has visto y admirado y lo que has oído. Ten por seguro que lo agradeceré bien y lo pagaré, porque te haré feliz y merecerás mucho que yo recompense el trabajo y fatiga con que vas a procurar lo que te encomiendo. Mira que ya has oído mi mandato, hijo mío el más pequeño; anda y pon todo tu esfuerzo". Al punto se inclinó delante de ella y le dijo: "Señora mía, ya voy a cumplir tu mandado; por ahora me despido de ti, yo tu humilde siervo". Luego bajó, para ir a hacer su mandado; y salió a la calzada que viene en línea recta a México. Habiendo entrado en la ciudad, sin dilación se fue en derechura al palacio del obispo, que era el prelado que muy poco antes había venido y se llamaba don fray Juan de Zumárraga, religioso de San Francisco. Apenas llegó, trató de verle; rogó a sus criados que fueran a anunciarle y pasado un buen rato vinieron a llamarle, que había mandado el señor obispo que entrara. Luego que entró, se inclinó y arrodilló delante de él; enseguida le dio el recado de la Señora del Cielo; y también le dijo cuanto admiró, vio y oyó. Después de oír toda su plática y su recado, pareció no darle crédito; y le respondió: "Otra vez vendrás, hijo mío y te oiré más despacio, lo veré muy desde el principio y pensaré en la voluntad y deseo con que has venido". El salió y se vino triste; porque de ninguna manera se realizó su mensaje.

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Virgen Santísima de Guadalupe: ANEXO B Segunda aparición En el mismo día se volvió; se vino derecho a la cumbre del cerrillo y acertó con la Señora del Cielo, que le estaba aguardando, allí mismo donde la vio la vez primera. Al verla se postró delante de ella y le dijo: "Señora, la más pequeña de mis hijas. Niña mía, fuí a donde me enviaste a cumplir tu mandado; aunque con dificultad entré a donde es el asiento del prelado; le ví y expuse tu mensaje, así como me advertiste; me recibió benignamente y me oyó con atención; pero en cuanto me respondió, pareció que no la tuvo por cierto, me dijo: "Otra vez vendrás; te oiré más despacio; veré muy desde el principio el deseo y voluntad con que has venido..." Comprendí perfectamente en la manera como me respondió, que piensa que es quizás invención mía que Tú quieres que aquí te hagan un templo y que acaso no es de orden tuya; por lo cual, te ruego encarecidamente, Señora y Niña mía. Que algunos de los principales, conocido, respetado y estimado le encargues que lleve tu mensaje para que le crean porque yo soy un hombrecillo, soy un cordel, soy una escalerilla de tablas, soy cola, soy hoja, soy gente menuda, y Tú, Niña mía, la más pequeña de mis hijas, Señora, me envías a un lugar por donde no ando y donde no paro. Perdóname que te cause gran pesadumbre y caiga en tu enojo, Señora y Dueña mía". Le respondió la Santísima Virgen: "Oye, hijo mío el más pequeño, ten entendido que son muchos mi servidores y mensajeros, a quienes puedo encargar que lleven mi mensaje y hagan mi voluntad; pero es de todo punto preciso que tú mismo solicites y ayudes y que con tu mediación se cumpla mi voluntad. Mucho te ruego, hijo mío el más pequeño, y con rigor te mando, que otra vez vayas mañana a ver al obispo. Dale parte en mi nombre y hazle saber por entero mi voluntad, que tiene que poner por obra el templo que le pido. Y otra vez dile que yo en persona, la siempre Virgen Santa María, Madre de Dios, te envía". Respondió Juan Diego: "Señora y Niña mía, no te cause yo aflicción; de muy buena gana iré a cumplir tu mandado; de ninguna manera dejaré de hacerlo ni tengo por penoso el camino. Iré a hacer tu voluntad; pero acaso no seré oído con agrado; o si fuere oído, quizá no se me creerá. Mañana en la tarde, cuando se ponga el sol, vendré a dar razón de tu mensaje con lo que responda el prelado. Ya de ti me despido, Hija mía la más pequeña, mi Niña y Señora. Descansa entre tanto". Luego se fue él a descansar a su casa. Al día siguiente, domingo muy de madrugada, salió de su casa y se vino derecho a Tlatilolco, a instruirse de las cosas divinas y estar presente en la cuenta para ver enseguida al prelado. Casi a las diez, se presentó después de que oyó misa y se hizo la cuenta y se dispersó el gentío. Al punto se fue Juan Diego al palacio del señor obispo. Apenas llegó, hizo todo empeño por verlo, otra vez con mucha dificultad le vio: se arrodilló a sus pies; se entristeció y lloró al exponerle el mandato de la Señora del Cielo; que ojalá que creyera su mensaje, y la voluntad de la Inmaculada, de erigirle su templo donde manifestó que lo quería.

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Virgen Santísima de Guadalupe: El señor obispo, para cerciorarse, le preguntó muchas cosas, dónde la vio y cómo era; y él refirió todo perfectamente al señor obispo. Mas aunque explicó con precisión la figura de ella y cuanto había visto y admirado, que en todo se descubría ser ella la siempre Virgen Santísima Madre del Salvador Nuestro Señor Jesucristo; sin embargo, no le dio crédito y dijo que no solamente por su plática y solicitud se había de hacer lo que pedía; que, además, era muy necesaria alguna señal; para que se le pudiera creer que él enviaba la misma señora del Cielo. Así que lo oyó, dijo Juan Diego al obispo: "Señor, mira cuál ha de ser la señal que pides; que luego iré a pedírsela a la Señora del Cielo que me envía acá". Viendo el obispo que ratificaba todo, sin dudar, ni retractar nada, le despidió. Mandó inmediatamente a unas gentes de su casa en quienes podía confiar, que le vinieran siguiendo y vigilando mucho a dónde iba y a quién veía y hablaba. Así se hizo. Juan Diego se vino derecho y caminó por la calzada; los que venían tras él, donde pasa la barranca, cerca del puente Tepeyácac, lo perdieron; y aunque más que buscaron por todas partes, en ninguna le vieron. Así es que regresaron, no solamente porque se fastidiaron, sino también porque les estorbó su intento y les dio enojo. Eso fueron a informar al señor obispo, inclinándole a que no le creyera, le dijeron que no más le engañaba; que no más forjaba lo que venía a decir, o que únicamente soñaba lo que decía y pedía; y en suma discurrieron que si otra vez volvía, le habían de coger y castigar con dureza, para que nunca más mintiera y engañara.

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Virgen Santísima de Guadalupe: ANEXO C 

Recuento de la 3ra y 4ta aparición

Tercera aparición Entre tanto, Juan Diego estaba con la Santísima Virgen, diciéndole la respuesta que traía del señor obispo; la que oída por la Señora, le dijo: "Bien está, hijo mío, volverás aquí mañana para que lleves al obispo la señal que te ha pedido; con eso te creerá y acerca de esto ya no dudará ni de ti sospechará y sábete, hijito mío, que yo te pagaré tu cuidado y el trabajo y cansancio que por mí has impedido; ea, vete ahora; que mañana aquí te aguardo". Al día siguiente, lunes, cuando tenía que llevar Juan Diego alguna señal para ser creído, ya no volvió. Porque cuando llegó a su casa, a un tío que tenía, llamado Juan Bernardino, le había dado la enfermedad, y estaba muy grave. Primero fue a llamar a un médico y le auxilio; pero ya no era tiempo, ya estaba muy grave. Por la noche, le rogó su tío que de madrugada saliera, y viniera a Tlatilolco a llamar un sacerdote, que fuera a confesarle y disponerle, porque estaba muy cierto de que era tiempo de morir y que ya no se levantaría ni sanaría. El martes, muy de madrugada, se vino Juan Diego de su casa a Tlatilolco a llamar al sacerdote; y cuando venía llegando al camino que sale junto a la ladera del cerrillo del Tepeyácac, hacia el poniente, por donde tenía costumbre de pasar, dijo: "Si me voy derecho, no sea que me vaya a ver la Señora, y en todo caso me detenga, para que lleve la señal al prelado, según me previno: que primero nuestra aflicción nos deje y primero llame yo de prisa al sacerdote; el pobre de mi tío lo está ciertamente aguardando". Luego, dio vuelta al cerro, subió por entre él y paso al otro lado, hacia el oriente, para llegar pronto a México y que no le detuviera la Señora del Cielo.

Cuarta aparición Pensó que por donde dio vuelta, no podía verle la que está mirando bien a todas partes. La vio bajar de la cumbre del cerrillo y que estuvo mirando hacia donde antes él la veía. Salió a su encuentro a un lado del cerro y le dijo: "Qué hay, hijo mío el más pequeño ¿A dónde vas?" ¿Se apenó él un poco o tuvo vergüenza, o se asustó? Juan Diego se inclinó delante de ella; y le saludó, diciendo: "Niña mía, la más pequeña de mis hijas. Señora, ojalá estés contenta. ¿Cómo has amanecido? ¿Estás bien de salud, Señora y Niña mía? Voy a causarte aflicción: sabe, Niña mía, que está muy malo un pobre siervo tuyo, mi tío; le ha dado la peste, y está para morir. Ahora voy presuroso a tu casa de México a llamar uno de los sacerdotes amados de Nuestro Señor, que vaya a confesarle y disponerle; porque desde que nacimos, venimos a aguardar el trabajo de nuestra muerte. Pero si voy a hacerlo, volveré luego otra vez aquí, para ir a llevar tu mensaje. Señora y Niña mía,

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Virgen Santísima de Guadalupe: perdóname, tenme por ahora paciencia; no te engaño, Hija mía la más pequeña, mañana vendré a toda prisa". Después de oír la plática de Juan Diego, respondió la piadosísima Virgen: "Oye y ten entendido, hijo mío el más pequeño, que es nada lo que te asusta y aflige, no se turbe tu corazón, no temas esa enfermedad, ni otra alguna enfermedad y angustia. ¿No estoy yo aquí que soy tu Madre? ¿No estás bajo mi sombra? ¿No soy yo tu salud? ¿No estás por ventura en mi regazo? ¿Qué más has menester? No te apene ni te inquiete otra cosa; no te aflija la enfermedad de tu tío, que no morirá ahora de ella: está seguro de que ya sanó". (Y entonces sanó su tío según después se supo). Cuando Juan Diego oyó estas palabras de la Señora del Cielo, se consoló mucho; quedó contento. Le rogó que cuanto antes le despachara a ver al señor obispo, a llevarle alguna señal y prueba; a fin de que le creyera. La Señora del Cielo le ordenó luego que subiera a la cumbre del cerrillo, donde antes la veía. Le dijo: "Sube, hijo mío el más pequeño, a la cumbre del cerrillo, allí donde me viste y te dí órdenes, hallarás que hay diferentes flores; córtalas, júntalas, recógelas; enseguida baja y tráelas a mi presencia". Al punto subió Juan Diego al cerrillo y cuando llegó a la cumbre se asombró mucho de que hubieran brotado tantas variadas, exquisitas rosas de Castilla, antes del tiempo en que se dan, porque a la sazón se encrudecía el hielo; estaban muy fragantes y llenas de rocío, de la noche, que semejaba perlas preciosas. Luego empezó a cortarlas; las juntó y las echó en su regazo. Bajó inmediatamente y trajo a la Señora del Cielo las diferentes rosas que fue a cortar; la que, así como las vio, las cogió con su mano y otra vez se las echó en el regazo, diciéndole: "Hijo mío el más pequeño, esta diversidad de rosas es la prueba y señal que llevarás al obispo. Le dirás en mi nombre que vea en ella mi voluntad y que él tiene que cumplirla". Tu eres mi embajador, muy digno de confianza. Rigurosamente te ordeno que sólo delante del obispo despliegues tu manta y descubras lo que llevas. Contarás bien todo; dirás que te mandé subir a la cumbre del cerrillo que fueras a cortar flores; y todo lo que viste y admiraste; para que puedas inducir al prelado a que dé su ayuda, con objeto de que se haga y erija el templo que he pedido". Después que la Señora del Cielo le dio su consejo, se puso en camino por la calzada que viene derecho a México; ya contento y seguro de salir bien, trayendo con mucho cuidado lo que portaba en su regazo, no fuera que algo se le soltara de las manos, y gozándose en la fragancia de las variadas hermosas flores. Al llegar al palacio del obispo, salieron a su encuentro el mayordomo y otros criados del prelado. Les rogó le dijeran que deseaba verle, pero ninguno de ellos quiso, haciendo como que no le oían, sea porque era muy temprano, sea porque ya le conocían, que sólo los molestaba, porque les era importuno; y, además, ya les habían informado sus compañeros, que le perdieron de vista, cuando habían ido en su seguimiento. Largo rato Se Nuestra Luz En El Camino Hacia Jesús

Virgen Santísima de Guadalupe: estuvo esperando. Ya que vieron que hacía mucho que estaba allí, de pie, cabizbajo, sin hacer nada, por si acaso era llamado; y que al parecer traía algo que portaba en su regazo, se acercaron a él para ver lo que traía y satisfacerse. Viendo Juan Diego que no les podía ocultar lo que traía y que por eso le habían de molestar, empujar o aporrear, descubrió un poco que eran flores, y al ver que todas eran diferentes rosas de Castilla, y que no era entonces el tiempo en que se daban, se asombraron muchísimo de ello, lo mismo de que estuvieran muy frescas, tan abiertas, tan fragantes y tan preciosas. Quisieron coger y sacarle algunas; pero no tuvieron suerte, porque cuando iban a cogerlas, ya no veían verdaderas flores, sino que les parecían pintadas o labradas o cosidas en la manta. Fueron luego a decir al obispo lo que habían visto y que pretendía verle el indito que tantas veces había venido; el cual hacía mucho que por eso aguardaba, queriendo verle. Cayó, al oírlo el señor obispo, en la cuenta de que aquello era la prueba, para que se certificara y cumpliera lo que solicitaba el indito. Enseguida mandó que entrara a verle. Luego que entró, se humilló delante de él, así como antes lo hiciera, y contó de nuevo todo lo que había visto y admirado, y también su mensaje. Dijo: "Señor, hice lo que me ordenaste, que fuera a decir a mi Ama, la Señora del Cielo, Santa María, preciosa Madre de Dios, que pedías una señal para poder creerme que le has de hacer el templo donde ella te pide que lo erijas; y además le dije que yo te había dado mi palabra de traerte alguna señal y prueba, que me encargaste, de su voluntad. Condescendió a tu recado y acogió benignamente lo que pides, alguna señal y prueba para que se cumpla su voluntad. Hoy muy temprano me mandó que otra vez viniera a verte; le pedí la señal para que me creyeras, según me había dicho que me la daría; y al punto lo cumplió: me despachó a la cumbre del cerrillo, donde antes yo la viera, a que fuese a cortar varias rosas de Castilla. Después me fui a cortarlas, las traje abajo; las cogió con su mano y de nuevo las echó en mi regazo, para que te las trajera y a ti en persona te las diera. Aunque yo sabía bien que la cumbre del cerrillo no es lugar en que se den flores, porque sólo hay muchos riscos, abrojos, espinas, nopales y mezquites, no por eso dudé; cuando fui llegando a la cumbre del cerrillo miré que estaba en el paraíso, donde había juntas todas las varias y exquisitas rosas de Castilla, brillantes de rocío que luego fui a cortar. Ella me dijo por qué te las había de entregar; y así lo hago, para que en ellas veas la señal que pides y cumplas su voluntad; y también para que aparezca la verdad de mi palabra y de mi mensaje. Helas aquí: recíbelas". Desenvolvió luego su blanca manta, pues tenía en su regazo las flores; y así que se esparcieron por el suelo todas las diferentes rosas de Castilla, se dibujó en ella y apareció de repente las preciosa imagen de la siempre Virgen Santa María, Madre de Dios, de la manera que ésta y se guarda hoy en su tempo del Tepeyácac, que se nombra Guadalupe. Luego que la vio el señor obispo, él y todos los que allí estaban se arrodillaron; mucho la admiraron; se levantaron; se entristecieron y acongojaron, mostrando que la contemplaron con el corazón y el pensamiento.

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Virgen Santísima de Guadalupe: El señor obispo, con lágrimas de tristeza oró y pidió perdón de no haber puesto en su obra su voluntad y su mandato. Cuando se puso en pie, desató del cuello de Juan Diego, del que estaba atada, la manta en que se dibujó y apareció la Señora del Cielo. Luego la llevó y fue a ponerla en su oratorio. Un día más permaneció Juan Diego en la casa del obispo que aún le detuvo. Al día siguiente, le dijo: "Ea, a mostrar dónde es voluntad de la Señora del Cielo que le erija su templo". Inmediatamente se convidó a todos para hacerlo. No bien Juan Diego señaló donde había mandado la Señora del Cielo que se levantara su templo, pidió licencia de irse. Quería ahora ir a su casa a ver a su tío Juan Bernardino, el cual estaba muy grave, cuando le dejó y vino a Taltilolco a llamar un sacerdote, que fuera a confesarle y disponerle, y le dijo la Señora del Cielo que ya había sanado. Pero no le dejaron ir solo, sino que le acompañaron a su casa. Al llegar, vieron a su tío que estaba muy contento y que nada le dolía. Se asombró mucho de que llegara acompañado y muy honrado su sobrino, a quien preguntó la causa de que así lo hicieran y que le honraran mucho. Le respondió su sobrino que, cuando partió a llamar al sacerdote que le confesara y dispusiera, se le apareció en el Tepeyácac la Señora del Cielo; la que, diciéndole que no se afligiera, que ya su tío estaba bueno, con que mucho se consoló, le despachó a México, a ver al señor obispo para que le edificara una casa en el Tepeyácac. Manifestó su tío ser cierto que entonces le sanó y que la vio del mismo modo en que se aparecía a su sobrino; sabiendo por ella que la había enviado a México a ver al obispo. También entonces le dijo la Señora que, cuando él fuera a ver al obispo, le revelara lo que vio y de qué manera milagrosa le había sanado; y que bien la nombraría, así como bien había de nombrarse su bendita imagen, la siempre Virgen Santa María de Guadalupe. Trajeron luego a Juan Bernardino a presencia del señor obispo; a que viniera a informarle y atestiguara delante de él. A entrambos, a él y a su sobrino, los hospedó el obispo en su casa algunos días, hasta que se erigió el templo de la Reina del Tepeyácac, donde la vio Juan Diego. El señor obispo trasladó a la Iglesia Mayor la santa imagen de la amada Señora del Cielo; la sacó del oratorio de su palacio, donde estaba, para que toda la gente viera y admirara su bendita imagen. La ciudad entera se conmovió: venía a ver y admirar su devota imagen, y a hacerle oración. Mucho le maravillaba que se hubiese aparecido por milagro divino: porque ninguna persona de este mundo pintó su preciosa imagen.

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