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Tema 32. La creatividad y su desarrollo. La creatividad aplicada a todos los aspectos del desarrollo instrumental: técni

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Tema 32. La creatividad y su desarrollo. La creatividad aplicada a todos los aspectos del desarrollo instrumental: técnica, capacidad expresiva o comunicativa, inteligencia musical y personalidad artística. El desarrollo del espíritu emprendedor: cualidades, habilidades, actitudes y valores que engloba el espíritu emprendedor.

ÍNDICE

INTRODUCCIÓN………………………………………………………………………………………………………………………………1

1. ¿Qué es la creatividad?..........................................................................................................2 2. El desarrollo de la creatividad musical……………………………………………………………………………….3

3. La creatividad aplicada a todos los aspectos del desarrollo instrumental…………………………..4 3.a. Técnica, capacidad expresiva o comunicativa…………………………………………………………..…4 3.b Comprensión musical, composición e improvisación……………….…………………………………..6 3.c. Personalidad artística…………………………………………………………….……………………………………7 3.d. Inteligencia musical……………………………………………………………….……………………………………8 4. Espíritu emprendedor y vistas de futuro…………………………………………….………………………………8 4.a. Competencias emprendedoras…………….…………………………………….…………………………………9 4.b. Habilidades, valores y actitudes………………………………………..……….…………………………………9 BIBLIOGRAFÍA…………………………………………………………………………………………………….…………………………10

INTRODUCCIÓN

La creatividad es una capacidad de hacer o crear algo nuevo, diferente y original. Se puede decir que es innato al ser humano y que según casos se encuentra en mayor o menor grado de desarrollo.

Proceso: La creatividad supone una concepción muy compleja desde su definición hasta la evaluación del producto, pasando por los mecanismos que se ponen en marcha en el proceso de creación. En el ámbito de la educación musical el objetivo prioritario es el desarrollo de esta capacidad desde el proceso hasta el producto. Esto sólo será posible a partir del conocimiento de aspectos como: qué es, cómo es la persona creativa y cómo es el niño, adolescente o joven. A partir de ahí, aplicaríamos métodos y herramientas dirigidos a una didáctica musical que potencie el desarrollo de la creatividad.

Libertad individual: la preocupación de preservar la libertad de cada persona durante su desarrollo físico e intelectual es la base fundamental de donde debe partir la educación, para que la formación incluya el aspecto intelectual y el aspecto creativo a un mismo nivel. La música es un arte expresivo por excelencia y el alumnado debe aprehenderla como una manifestación de su interioridad, para poder comunicarla y transmitirla de manera personal y espontánea.

El papel del profesor es primordial en la estimulación del proceso para el desarrollo de la creatividad. El educador de futuros músicos tiene el deber de proveer las herramientas necesarias al alumnado para encaminar el proceso y desenvolvimiento de esta habilidad, inherente a las ramas artísticas. El docente - músico debe ser creativo también para enseñar a que el futuro músico lo sea, y esto ha de constituirse en un objetivo imperante dentro de su plan de estudios. Existen diversas metodologías didácticas para llevarlo a cabo, que luego se explicarán con más detenimiento. La música es concepto y proceso, además, tiene el poder de establecer ideas en varios grados de complejidad de modos consciente y subconscientemente, provee interconexiones del pensamiento y establece el sitio donde la mente se descubre a sí misma. Es un arte natural en el ser humano y es el principio de la creatividad, el medio e incluso el fin. Elaboración a partir de ideas: “el músico juega con sus ideas, colocándolas en varias yuxtaposiciones unas con otras hasta que alcanza un efecto que lo satisfaga. Una idea musical es una decisión para utilizar una o más de las variables del sonido (altura, intensidad, duración, timbre), para alcanzar uno o más de los elementos de expresión (densidad, tensión, liberación). Las ideas pueden ser simples o complejas, minúsculas o extendidas. La más simple y más obvia forma de entender el proceso musical es llegar a estar involucrado en producir ideas musicales, y la palabra operativa es producir, no reproducir. La realización musical, también, puede enmarcar

el asunto más esencial de entender la idea musical; es la diferencia entre seguir una receta y comenzar con un borrador…”.1 1. Creatividad musical, estrategias y fundamentos para su desarrollo, Frega y M. Vaughan, ed. digital, 2001, Bs. As, Argentina 1. ¿Qué es la creatividad? “Creatividad es la capacidad para generar algo nuevo, ya sea un producto, una técnica, un modo de enfocar la realidad”,

Ángeles Sevilla, 1992; “Capacidad o aptitud para generar alternativas a partir de una información dada, poniendo el énfasis en la variedad, cantidad y relevancia de los resultados”, J. P. Guilford, 1971 ; “Capacidad y actitud para generar ideas nuevas y comunicarlas”, Saturnino de la Torre, 1991 (tomado del artículo de Marta Fernández Carrión Quero) “Los músicos tienen en su arte un medio ideal para el cultivo de la creatividad. Él involucra elementos cognoscitivos y afectivos, su expresión es altamente no verbal y prontamente se presta a la trascendencia de sus límites supuestos – que es la esencia en el pensamiento creativo” , Margey M. Vaughan. “Un currículo de educación musical adecuadamente balanceado necesita de la creatividad no con el objeto de estar a la pesca de producir artistas para el futuro, sino por todo lo que el acto de hacer puede beneficiar al estudiante” ,

R. W.

Sherman.

Características generales de una personalidad creadora La caracterización de una persona creativa, según Rosa Cervantina y Marín Ibáñez, es la que muestra desarrollo de sensibilidad y expresividad, fluidez de su imaginación, flexibilidad, calidad intuitiva, originalidad, capacidad de redefinición, de abstracción y de síntesis, y coherencia en la organización.

Clasificación según Marín Ibáñez (1991): 1. La originalidad: la obra de arte debe aportar novedad, no depender de precedentes, 2. La flexibilidad: se opone a la rigidez y se trata de categorizar respuestas, a más riqueza de categorías, mayor flexibilidad, 3. La fluidez o productividad: se trata de comprobar que hay una gran cantidad de respuestas, de soluciones, por parte del sujeto, 4. La elaboración: la capacidad de aportar detalles a la obra, de hacerla más completa y enriquecerla más, 5. El análisis: la capacidad de descomponer mentalmente una realidad en sus partes, 6. La síntesis: es la habilidad de resumir. Lowenfeld añade la capacidad de organización como un rasgo creativo, se puede entender el reunir múltiples elementos para que se formen un todo capaz de alcanzar una finalidad valiosa, 7. La apertura mental: significa que siempre se está abierto a superar cualquier solución, a seguir profundizando sin fin, a preguntar sin descanso el por qué o para qué, 8. La comunicación: es la capacidad de llevar un mensaje convincente a otros, 9. La sensibilidad para los problemas: la única manera de superar una situación es descubrir sus fallos y esto vale para multitud de situaciones,

10. La redefinición: es la capacidad de encontrar usos, funciones, aplicaciones diferentes de las habituales, 11. El nivel de inventiva: es la conjunción de varios de ellos. Es una capacidad innata y se aportan avances en al progreso del ser humano. 2 2.Creatividad musical y adolescencia, Marta Fernández Carrión Quero, nov. 2010, Revista INTEF, Rededucativamusical.

2. El desarrollo de la creatividad musical

Se debe partir desde la base teórica, ya suficientemente estudiada y comprobada, que la música tiene ciertas características que la hacen particularmente necesaria en el desarrollo del pensamiento creativo. De la misma manera esta idea es reversible para el propio desarrollo de la creatividad musical. Hay tres aspectos fundamentales para el desarrollo de la creatividad, que incluyen a su vez, la educación musical: 





el pensamiento lógico o capacidad lógica: es uno de los principales objetivos de la educación. Las relaciones implícitas de la música suponen el desarrollo de la lógica matemática, implicación y coordinación a través de los sentidos y la mente, uso de habilidades motrices sincronizadas, etc; el desarrollo estético: el conocimiento de apreciación y manejo de los cambios organizativos de la sociedad, la percepción de estos vinculado al sentido crítico y la tolerancia frente a las distintas expresiones y líneas estilísticas, guarda una relación intrínseca con la música a lo largo de la historia. Durante el proceso de la enseñanza, es indispensable esta vinculación (como reconocimiento de expresión social vital). el sistema de valores: la enseñanza de la moralidad se construye mediante una serie de pasos organizativos que forman el conjunto de valores de la sociedad. Este esquema de organización es análogo al proceso de composición musical: la analogía entre sus elementos y su correspondiente desglose es ideal.

El resultado de la fusión de estos tres elementos es la educación creativa madura. Por supuesto que esta tarea se debe realizar desde el comienzo mismo de la enseñanza para lograr un proceso adecuado y fructífero. También se deja claro que la técnica, es el medio para conseguirlo, pero no constituye ni el único camino ni la manera de activar la creatividad. Los estudios realizados evidencian que aquellas personas que alcanzan su mayor potencial de desempeño en la sociedad, aportando ideas nuevas o emprendedoras y con espíritu de empuje al crecimiento son aquellas que poseen diferentes modos de expresión: idiomas, metodologías, artes, etc. Es importante que cada individuo desarrolle su potencial creativo, para conseguir una sociedad en continua evolución, en un ambiente de tolerancia, respeto y con ganas de superación.

Estadios del proceso de la creatividad

Hay tres niveles de evolución en la creatividad del ser humano: el primero es la adquisición de conceptos, el segundo es la combinación y experiencia de estos a través de las herramientas (es el estadio pre-creativo) y el tercero es el desarrollo y la productividad. En los estudiantes de música, estos tres niveles tienen que ir necesariamente a la par, en sentido creciente, homogéneo y paralelo. El músico-docente debe cuidar que la enseñanza del lenguaje musical vaya de la mano con la adquisición técnica y la puesta en práctica en el instrumento junto con la libre creación de músicas.

3. La creatividad aplicada a todos los aspectos del desarrollo instrumental 3.a. Técnica, capacidad expresiva o comunicativa Hay que diferenciar el uso de la palabra “técnica” en relación a la creatividad: La técnica como habilidad para tocar el instrumento, el medio por el cual expresa sus ideas musicales. La mayor cantidad de habilidades y herramientas técnicas hacen que el músico consiga volcar sus ideas musicales propias de forma más fluida y libremente. A mayor desarrollo técnico, se obtiene mayor capacidad de expresar y comunicar las ideas personales. En un principio, este conocimiento debe ser enseñado de manera práctica: como herramientas que se pueden utilizar para el fin artístico. Es importante que el alumnado conozca y distinga los distintos tipos de ataque o emisión del instrumento, con las diferentes partes del brazo o mano, uso del arco o movimientos de la boca, lengua, etc. y su implicación en los cambios sonoros del instrumento. De esta manera, si la idea musical es componer la pieza con una determinada sonoridad y estructura, o es tocar la pieza de una determinada manera podrá utilizar el recurso necesario como cogiendo el color o la herramienta que necesita para conseguir el producto imaginado.

De aquí deriva la segunda acepción de la palabra técnica en creatividad: el abanico de opciones para desarrollar las ideas en la composición o en la interpretación, que utiliza el compositor para crear su propia obra (los conocimientos de los fundamentos de composición a través de las distintas épocas y corrientes estilísticas) y el intérprete para tocar su versión de la obra. Por ejemplo: En la composición: la aplicación de las distintas formas de lenguaje a través de los estilos (barroco, clásico, romántico, impresionista, vanguardias), de los tipos de frase (regulares, irregulares, binarias, ternarias, tonales, atonales, dodecafónicas, etc.), de relaciones armónicas y distintos acordes, de las reglas del contrapunto, de tipos de escalas, modos y sus combinaciones, etc…. En la interpretación: las diversas maneras de tocar un mismo pasaje (modificando articulaciones, tempo (rápido-moderado o lento y sus infinitas variantes), agógica (retrasando o acelerando), intensidades, timbres (más o menos profundidad en la emisión) añadiendo notas ornamentales, improvisando sobre la base armónica, etc.

El docente-músico debe enseñarle al alumnado a descubrir todas estas partes de la música, inculcarle el interés en oír y apreciar música de diferentes estilos, compositores y lugares, motivarlo a investigar cuáles son sus preferencias y gustos, alentarlo a crear sus propias versiones sin inhibiciones a través de las herramientas adquiridas tanto técnicas como imaginativas, a probar y experimentar, a soltar la creatividad individual en todos los niveles de su proceso de aprendizaje. A su vez, la separación entre el intérprete y el compositor debería dejarse de lado, para en su lugar, formar músicos que sean capaces de defenderse, aunque básicamente, en aquello a lo que no va a dedicarse (un intérprete poder escribir una pequeña pieza de música y entender los fundamentos de composición de la obra que toca, un compositor de tocar lentamente la música que compone).

Ejemplo de didáctica para estimular el desarrollo de la creatividad en la interpretación al piano Pieza: Preludio en Do M, El clave bien temperado I, de J. S. Bach Opciones técnicas: la creatividad surgirá a partir de la experiencia y comparación de tocar la pieza de maneras diferentes, probando, investigando las sonoridades. Se comienza por enseñar los distintos parámetros musicales y las maneras de modificarlos:  Tempo: a un pulso determinado (lento, moderado o rápido),  Intensidad: con matices (fuerte/suave, etc. o abriendo y cerrando las frases en crescendo y decrescendo),  Agógica: tempo igual o cambiando la agógica (finales de frase y cadencias en ritardando),  Articulaciones: combinadas o no (ligado, picado, destacado),  Pedales: colocando o no el pedal de resonancia, utilizando el izquierdo o no,  Timbre: pulsando las teclas con los dedos o aplicando el peso del brazo,  Ornamentación: añadiendo notas de adorno o tocando la versión del Ave María de Gounod con la mano derecha mientras se toca un acompañamiento adaptado con la mano izquierda  Acentuación y planos sonoros: modificando la sonoridad en cuanto a la presión de las teclas en relación a unas con otras (los bajos más destacados o la última semicorchea del segundo tiempo). Luego, formulando las siguientes preguntas: ¿Cómo lo siente el alumno-intérprete? ¿Es análogo a la intención del compositor y su estilo? ¿Qué conocemos de la interpretación histórica? ¿Es parecida o igual a una versión oída de un pianista profesional? ¿Soy capaz de hacer lo que me pide la imaginación o me estoy limitando a mi capacidad técnica? ¿La versión interpretativa es coherente con la estructura de la obra, con la explicación de las frases y el contenido armónico? Por último, oír interpretaciones de diferentes pianistas con atención y discriminación de las características de cada una. Se pueden realizar críticas constructivas, exponer posiciones y opiniones personales. Hay una versión muy interesante y creativa de John Lewis acompañado con

un grupo de jazz que interpreta algunos preludios de Bach en estilo jazzístico. Este ejemplo puede estimular la imaginación y las posibilidades de tocarlo. Realizar una imagen estética de una pieza musical también es una manera de abrir la mente y descubrir mundos sonoros diversos. Esto ayuda a lograr la unidad, la variedad y la originalidad, los componentes principales de una obra artística (ya sea al interpretarla o al componerla). Conclusión Con esta ejemplificación, estoy exponiendo que la creatividad se inculca, se estimula y se puede desarrollar mediante un proceso de enseñanza-aprendizaje adecuado y progresivo. La aplicación de estas fórmulas abre la inventiva al músico y le ofrece las posibilidades que tiene a su alcance para dejar volar su expresión personal en el instrumento. Luego, esta interpretación se adecuará al estilo del compositor y de la época, pero lo importante es no coartar ni dejar un marco cerrado en la interpretación de una obra. 3.b. Comprensión musical, composición e improvisación La música es un idioma universal que, aunque la podemos escuchar todas las personas con capacidad auditiva, la comprenden en profundidad solamente los conocedores del lenguaje musical, tanto los que la tocan como los que la escribe. Una persona puede gustar de la música, ser un melómano, emocionarse y cantarla, pero a la vez ser un analfabeto musical, ya que no entiende cómo está compuesta. El estudio del lenguaje musical y los fundamentos de la música son los medios para la comprensión real de los elementos compositivos, además de la práctica de oír música, leer y tocar muchas partituras, conociendo todos los signos que se utilizan para escribirla. El profesorado de conservatorios de música debe ocuparse de que el alumnado no sólo sepa reproducir la música que lee y que oye, sino que la comprenda internamente, que sepa descifrarla y explicarla, que analice sus elementos compositivos y sea capaz de elaborar su propia música, improvisando, inventando versiones o componiendo. Este proceso es lento, largo y difícil, pero es absolutamente necesario para lograr la libertad en la expresión y la creatividad.

A lo largo del pasado siglo, la separación entre músico intérprete y compositor sólo ha acarreado el problema de formar instrumentistas dependientes de una partitura y compositores dependientes de intérpretes que la pongan en práctica. Por fortuna, en las últimas décadas, en los currículos de la enseñanza de música en los conservatorios se incluyen como objetivos la improvisación y el desarrollo de la creatividad. No obstante, la mayoría del profesorado no está actualizado en este tipo de enseñanza, y por lo tanto continúa con la metodología anterior (atendiendo sólo a que el alumnado aprenda a tocar su instrumento leyendo la partitura) ya que este mismo es incapaz de improvisar o componer, incluso de otorgarle la importancia y el valor que tiene dentro del aprendizaje y la comprensión de la música y de formar músicos independientes, creativos, intuitivos, libres, completos, etc. Uno de los pioneros en desarrollar una metodología aplicada a la integración de la ejecución, comprensión musical, creación e improvisación es Emilio Molina, catedrático del Conservatorio Superior de Música de Madrid y

director del Instituto de Educación y Metodología IEM. En sus libros de Improvisación al Piano (tres volúmenes) y los de Piano Complementario, su didáctica es completa e integrada, y el alumnado obtiene herramientas que le permiten analizar una partitura, descomponerla en sus elementos básicos (acompañamientos, armonía, frases) y tener la habilidad de improvisar o componer, al menos en sus niveles más básicos. Emilio Molina destaca en su pensamiento que es más importante comprender el significado de cada nota dentro de la partitura que tocarla. La improvisación debería ser algo muy natural dentro de las labores de cualquier intérprete, ya que la creación, el hacer música a más o menos nivel, tendría por naturaleza que estar presente en la formación básica de cualquier músico (artista), aunque no se dedique profesionalmente a la composición. 3

3.Emilio Molina, introducción del libro Improvisación al piano volumen I.

Ejemplo de didáctica para estimular el desarrollo de la comprensión y la composición musical IEM Pieza: Estudio nº 4 op. 777 de C. Czerny Explicación del concepto de estructura armónica, de la distribución de los acordes de tónica y dominante. Inventar una melodía con la misma estructura armónica que cumpla con el fraseo original de semifrases suspensivas y conclusivas en la forma a1, a2, b y a2., en el ámbito de la melodía original del compositor.

Metodología para el desarrollo del Tratado de Improvisación al piano de Emilio Molina Su diseño del estudio de la improvisación está dividido en cuatro etapas generales: 1ra. Ejercicios fundamentales básicos (vol. I) 2da. Desarrollo de estructuras armónicas, melódicas y rítmicas (vol. 2, 3 y 4) 3ra. Desarrollo de células armónicas, melódicas y rítmicas 4ta. Imitación de estilos: barroco, clásico, romántico, impresionista… El planteamiento es enlazar el desarrollo de la creatividad con una muy razonada técnica, partiendo del análisis, con apartados de tipo práctico que orientan la interpretación y otros de tipo teórico que indican las bases por las que se rigen los ejercicios prácticos. El objetivo principal del método es conseguir la improvisación controlada por el intérprete, donde los ejercicios aportan los recursos pianísticos necesarios y fomentan el desarrollo de la creatividad. El propósito no es la perfección de la habilidad técnica en sí al instrumento sino la continuidad musical en el manejo de las ideas musicales que se van realizando (las notas equivocadas no son tenidas en cuenta). Así mismo, la música escrita en el libro es orientativa y los ejercicios se han de

realizar sin mirarlo, sólo hay que tocar siguiendo el ejemplo y las directrices, con variedad y sin demasiadas repeticiones para que no se vuelva mecánico, alejando el sentido de la improvisación. Recomienda utilizar todo el teclado, tocar en distintas tonalidades y en un tempo cómodo con figuraciones regulares, en un compás y ritmo concretos. Por último, Emilio Molina escribe: “La técnica instrumental se encuentra supeditada a la potenciación de la creatividad del intérprete”.

3.c. Personalidad artística La creatividad puede y debe fomentarse, y todas las personas, incluso aquellas a las que inicialmente se catalogan como menos intuitivas, deberían disponer de medios adecuados para desarrollar su propia imaginación. Lo importante es cambiar la mentalidad respecto a las alternativas del estudio del instrumento. El fin último de la enseñanza de la música debería ser formar músicos prácticos, no solamente o exclusivamente virtuosos o buenos intérpretes, sino con personalidad artística. Para lograr desarrollar una personalidad artística, se ha de conseguir estimular una gran fantasía y dedicarse de una forma sistemática a la creación artística. El artista, para realizar una obra, necesita en primer lugar, tenerla clara en la mente para luego exteriorizarla, y para lo cual necesita, en segundo lugar, una técnica especializada. Tanto una necesidad como otra depende de la voluntad de la persona y del amor que profese al arte de la interpretación o de la composición musical. El proceso de la formación de la personalidad artística es difícil y exige una dedicación absoluta y mucho sacrificio. El talento, la inspiración y la habilidad son importantes, pero si no son innatos (y aunque lo sean) se pueden conseguir, buscar y acrecentar. Entre otras recomendaciones se mencionan: la asistencia a conciertos, la escucha constante de diversas músicas y/o de distintas interpretaciones de la misma obra, la práctica y el ensayo deliberado, la formación con profesores ejemplares y otros artistas de nivel, la autocrítica y la reflexión.

3.d. Inteligencia musical Según los estudios, por lo general la inteligencia musical guarda relación con la capacidad para otras facultades mentales. Según E. Combarieu, ésta se manifiesta en cuatro grados siendo el más bajo el “idiota musical” (que no distinguen sonidos), la “imbecilidad musical” (que la escuchan pero que no la comprenden), el talento de ejecución y el genio creador. A su vez, explica: “El genio es la inteligencia musical por excelencia, pero se escapa de la fisiología; no es educable, es inconsciente y espontáneo”.5 Esta definición se ha quedado desfazada en el tiempo y a mi entender, no es del todo correcta ya que genios como W. A. Mozart han demostrado que su genialidad y talento fue potenciado y desarrollado gracias al estudio temprano, el sacrificio de práctica interpretando y componiendo constante y diariamente, y una formación cultural amplia y educada.

Otro autor, José Forns en el libro Estética aplicada a la música, describe distintos grupos de inteligencia musical: los que tienen buen oído (o que poseen cualidades musicales de apreciación), los que poseen un contenido espiritual (que tienen posibilidad de percibir el sentido semántico de la música), los que tienen memoria musical y los que tienen “fantasía” de creador y de buen intérprete.

4. Espíritu emprendedor y vistas de futuro En la formación del músico, la capacidad de adaptación a las circunstancias visto desde el punto de vista positivo, es una de las actitudes a inculcar. Esto significa que, si el estudiante quiere vivir por y para la música, debe tener una visión amplia de las posibilidades que tiene por delante. Tanto el profesorado como el alumnado debe ser consciente del amplio y maravilloso mundo del que puede formar parte integrante, desarrollando sus capacidades personales y potencial creativo.

4.a. Competencias emprendedoras El profesorado de conservatorios de música es el encargado de mostrar a su alumnado que la educación musical es un camino amplio, diverso y abierto. Dentro de las capacidades que debe estimular y enseñar, además del dominio técnico y expresivo del instrumento y del conocimiento e interpretación del repertorio de música clásica, el profesorado debe estar atento de las posibilidades y potenciales de cada estudiante, para así ayudarle y encaminarlo en su futuro, con el fin de que desarrolle sus características personales y las inserte en la sociedad cultural y laboral. El profesorado debe motivar a sus estudiantes con el ejemplo. La actitud emprendedora debe partir desde el aula con la realización de actividades extraescolares, ampliación y profundización continua del currículo, ideación y participación del alumnado en proyectos, presentación de trabajos individuales y en grupo tipo audiciones, talleres, conciertos didácticos, búsqueda y descubrimiento de materiales o bibliografía, intercambios con otros centros, asistencia a conciertos o cursos, etc. Desde mi experiencia personal, la figura del profesor o profesora de instrumento (o especialidad) es clave en este aspecto, ya que éste supone la motivación y el apoyo para el futuro músico. El profesorado que acompaña a su estudiante, lo estimula, le da ejemplo con sus propias acciones emprendedoras, le da seguridad y le refuerza la autoestima, es fundamental e importantísimo.

4.b. Empleabilidad y gestión de proyectos en el ámbito musical En ocasiones se cree que para tener una actitud emprendedora se tiene que ser necesariamente autónomo en el sentido estricto de la palabra laboralmente hablando. Esto no es así, porque el emprendimiento debe surgir de la persona sea cual fuese la situación laboral que ocupe (funcionario, empleado o autónomo). Las herramientas profesionales y de desenvolvimiento social

que les demos a los estudiantes son semillas que darán sus frutos en un futuro cercano, contribuyendo a la continuidad de la expresión artística en el mundo. Entre la variedad de salidas profesionales que tiene el futuro músico se nombran: educador (de niños, jóvenes, adultos tanto particular como en escuelas, institutos, o conservatorios), intérprete solista, intérprete de grupo, integrante de orquesta o acompañante (pianista repertorista), terapeuta (rama de musicoterapia), compositor, investigador, inspector de música, escritor, redactor de programaciones y metodologías didácticas, crítico, director (de coro, banda u orquesta), músico de entretenimiento o del espectáculo (eventos), sonidista (rama de estudios de grabación), informático o compositor de música para cine o videojuegos, afinador, luthier, locutor de un programa de radio, gestor cultural y organizador de eventos musicales, y un innumerable abanico siempre abierto (no olvidemos hoy en día las formas abiertas en las tecnologías como creación de métodos digitales de enseñanza, entre otras cosas). Para la presentación de proyectos en el ámbito musical o búsqueda de empleos, el estudiante de música debe saber que hay que demostrar las siguientes cualidades: Originalidad, interés del tema en el ámbito social que se desenvuelve, organización y presentación clara, profesionalidad y seriedad, seguridad en uno mismo y actitud positiva, control de la situación, humildad, respeto y receptividad frente al entorno, flexibilidad y adaptabilidad dentro de los márgenes tolerables, cuidado de la imagen personal y otras actitudes como esfuerzo, autocrítica, comparación constructiva, etc. 5. Citado en el libro de Estética aplicada a la música de Padilla y Giner: La Música, sus leyes y su evolución, E. Combarieu, ed. Cronos, Bs.As., 1945.

BIBILIOGRAFÍA

Creatividad musical-Fundamentos y estrategias para su desarrollo, Ana Lucía Frega y Margery M. Vaughan, ed. Ana María Mondolo, 2001, Buenos Aires, Argentina. Creatividad musical y adolescencia, Marta Fernández Carrión Quero, nov. 2010, Revista INTEF, Rededucativamusical. Improvisación al piano, volumen I,II y III, Emilio Molina, Ed. Real Musical, 2001, Madrid, España. Piano complementario I, Emilio Molina, Ed. Real Musical, 2001, Madrid, España. Estética aplicada a la música, J. Forns, 1948, Doctor Letamendi 1, Madrid, España. Estética aplicada a la música, María Padilla García y M. Consuelo Giner Tormo, Gráfica Díaz, S.L., 1981, Alicante, España.