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Hasta cierto punto, las mujeres se enfrentan a expectativas incompatibles entre los roles de los líderes y de género, creándose prejuicios hacia líderes y potenciales lideres mujeres producto de la incongruencia percibida entre el rol de género femenino y los típicos roles de líderes. Por un lado, se le entrega una evaluación menos favorable al potencial liderazgo de las mujeres, debido a que el rol es estereotípicamente más masculino que femenino; las mujeres suelen enfrentar requerimientos más severos y deben lograr un estándar más alto para conseguir y mantener roles de liderazgo, es decir existe un doble estándar que favorece a los hombres. Si las mujeres manifiestan estilos inefectivos como manejo por excepción pasivo, desempeñándose por lo tanto de manera inadecuada, pueden ser sacadas del liderazgo más rápidamente que sus contrapartes masculinos (Foschi, 1992, 2000). Por otro lado el comportamiento de las mujeres que ejercen el liderazgo se evalúa menos favorable que el de los hombres, debido a que el comportamiento agencial es percibido como menos deseable en mujeres que en hombres, enfrentando reacciones negativas cuando actúan de una manera claramente agencial, especialmente si ese estilo supone control y dominio sobre estos. Las mujeres se ven enfrentada a un dilema, en la medida que se satisfacen las expectativas relacionadas con uno de los roles (liderazgo y género), se violan las expectativas relacionadas con el otro rol, es decir, las mujeres pueden ser consideradas ejecutivas eficientes pero poco femenina, o mujeres femeninas pero poco eficientes y menos competentes que los jefes hombres. Muchas mujeres en posiciones gerenciales manifiestan estilos de lenguaje y comunicación más colaborativos y menos jerárquicos que sus contrapartes masculinos, actuando de manera más consistente con los requerimientos comunales del género femenino, siendo poco probable por ejemplo que una mujer imponga su autoridad con un estilo de comando-control. Varias investigaciones han demostrado que las mujeres pueden ser consideradas poco confiables en roles de liderazgo, especialmente cuando despliegan altos niveles de competencia o usan un estilo dominante de comunicación al ejercer la autoridad sobre los hombres. Para evitar estas reacciones negativas, las mujeres deben preocuparse de desplegar calidez y falta de interés propio, expresando acuerdo, sonriendo, apoyando a otros y expresando interés en ayudar a otros a lograr sus metas. muchas características del liderazgo transformacional son congruentes con estas y otras tantas características comunales, que a su vez son cómodas y naturales a las mujeres y pueden ayudarlas

a liderar con problemas de menor autoridad y legitimidad que suelen enfrentar, además de permitirles reducir la impresión demasiado masculina que producen al ejercer control jerárquico y tener comportamientos agénciales. Estudios han demostrado que los subordinados perciben una correspondencia más completa entre atributos femeninos en la personalidad de los lideres y

Las mujeres se ven enfrentada a un dilema, en la medida que se satisfacen las expectativas relacionadas con uno de los roles (liderazgo y género), se violan las expectativas relacionadas con el otro rol, es decir, las mujeres pueden ser consideradas ejecutivas eficientes pero poco femenina, o mujeres femeninas pero poco eficientes y menos competentes que los jefes hombres. Muchas mujeres en posiciones gerenciales manifiestan estilos de lenguaje y comunicación más colaborativos y menos jerárquicos que sus contrapartes masculinos, actuando de manera más consistente con los requerimientos comunales del género femenino, siendo poco probable por ejemplo que una mujer imponga su autoridad con un estilo de comando-control. Varias investigaciones han demostrado que las mujeres pueden ser consideradas poco confiables en roles de liderazgo, especialmente cuando despliegan altos niveles de competencia o usan un estilo dominante de comunicación al ejercer la autoridad sobre los hombres. Para evitar estas reacciones negativas, las mujeres deben preocuparse de desplegar calidez y falta de interés propio, expresando acuerdo, sonriendo, apoyando a otros y expresando interés en ayudar a otros a lograr sus metas. muchas características del liderazgo transformacional son congruentes con estas y otras tantas características comunales, que a su vez son cómodas y naturales a las mujeres y pueden ayudarlas a liderar con problemas de menor autoridad y legitimidad que suelen enfrentar, además de permitirles reducir la impresión demasiado masculina que producen al ejercer control jerárquico y tener comportamientos agénciales. Estudios han demostrado que los subordinados perciben una correspondencia más completa entre atributos femeninos en la personalidad de los lideres y En el caso planteado en la presente semana con respecto a ejercer liderazgo en un ministerio de defensa, se torna un poco complejo con el posicionamiento que han tenido los hombres en estas materias, ya que como menciono, esta tarea la buscaban las mujeres en los hombres, transformado esta como una responsabilidad de estos hacia ellas. Siendo esto el principal potenciador restrictivo para que la mujer pueda optar estos puestos, ya que por ejemplo en conflictos velicos, las

mujeres forman parte de los hospitales de camapaña siendo enfermeras y fuera de este contexto, ejercen liderazgo en temas de moda y otros ambitos relacionados con esto. Por lo tanto ¿las mujeres no podrian ejercer liderazgo en territorios de hombres?, para responder esta pregunta mencionare como dato el avance en materias de igualidad y la profesionalizacion de las mujeres, las cuales demuestran tener capacidad para adoptar este tipo de trabajos. Pero esto no es para todas las mujeres, ya que tambien se demuestra que estas sufren de conflictos a la hora de separar las responsabilidades de la casa con las del trabajo, siendo irregulares o permanenciendo tiempos acotados en sus trabajos, ya sea por el nacimiento de hijos y la crianza de estos, siendo este otro de los factores potenciadores restrictivos importantes para asumir el cargo de ministro de defensa, claramente enmarcados en

Factores Internos: Baja autoeficacia en cuestiones tradicionalmente masculinas La autoeficacia hace referencia a las creencias en las propias capacidades para organizar y ejecutar los cursos de acción requeridos para manejar situaciones futuras. Además, estas creencias de eficacia influyen, entre otras cosas, en el modo en que las personas piensan, sienten, se motivan y actúan, de ahí que se consideren un antecedente significativo de los procesos motivacionales y cognitivos, y de los cursos de acción en los que se implican las personas. La investigación acerca de las posibles diferencias de género en este constructo arroja resultados interesantes. De la revisión se desprende que las mujeres poseen peores creencias de eficacia en los estudios considerados tradicionalmente masculinos (ciencia y tecnologías, en general) que en los considerados femeninos. Por ejemplo, se ha evidenciado que generalmente, las chicas se perciben menos eficaces que los chicos en el uso de las TIC, como por ejemplo los ordenadores. Esto además está estrechamente relacionado con su autoeficacia ocupacional. Así, mientras la autoeficacia de los estudiantes universitarios es equivalente en distintas ocupaciones, la autoeficacia de las mujeres es más baja

En cierto punto las mujeres se enfrentan a expectativas incompatibles entre algunos roles de los líderes y de géneros, en donde se crean prejuicios hacia los líderes y líderes mujeres producto de la inocuidad percibida entre los roles de género femeninos y de algunos típicos roles de líderes, en algunos casos se le entrega una evaluación menos favorable a los liderazgo de las mujeres, esto se debe a que el rol es estereotípicamente más masculino que uno femenino, las mujeres a menudo suelen enfrentar requerimientos más severos y por ende deben lograr estándares más altos que los hombres para conseguir y mantener roles elevados de liderazgo, si las mujeres manifiestan estilos que no son efectivos y su desempeño es malo pueden ser sacadas del liderazgo más rápidamente que su contra parte que son los masculinos. Por otro lado el comportamiento de las mujeres que ejercen algún liderazgo son evaluadas se manera menos favorable que los hombres, debido a que el comportamiento es percibido como menos deseable en mujeres que en hombres, enfrentando reacciones negativas cuando actúan de una manera clara, las mujeres se ven enfrentada a un dilema en la medida que satisfacen las expectativas relacionadas con uno de los roles (liderazgo y genero) si se violan las expectativas relacionadas con los roles, es decir las mujeres pueden ser consideradas ejecutivas eficientes pero poco fémina o mujeres féminas pero poco eficiente y menos competentes que los jefes hombres. Las mujeres en roles jerárquicos más altos como gerentes manifiestan estilos del leguaje y comunicación más colaborativos y menos jerárquicos que su contraparte, actuando de manera más consistente siendo poco probable ejemplo: una mujer que imponga su autoridad con estilo de comando de control, en algunas investigaciones se ha podido demostrar que las mujeres pueden ser consideradas poco confiable en los roles de liderazgo especialmente

Bueno en realidad hoy en día en nuestra sociedad o en nuestro mundo en general falta mucho por hacer, para que las mujeres lleguen alcanzar los niveles más altos de liderazgo, ya sea en cargos políticos como también en los negocios.

Hoy en día en general, se ha logrado un avance muy significativo en que las mujeres tomen roles en puestos de alto rango o jerárquicos, pero aun existen mercados de trabajo como también encontraremos organizaciones que están divididos según el género, donde hacen que las mujeres queden en desigualdad de condiciones con respecto al liderazgo, por lo tanto estas diferencias hacen que las oportunidades que puedan tener las mujeres disminuyan y no puedan desarrollarse profesionalmente, ya que muchas veces no la incluyen en promociones , capacitaciones, entre otras cosas que son favorables para la mujer y por ende se ven perjudicadas. Con respecto a la situación planteada anteriormente para que la mujer tome el cargo de Ministro de Defensa debemos enfocarnos en las restricciones que tendría la mujer para que sea elegida donde encontraremos que hay paradigma y estereotipos que las puede perjudicar las cuales detallaremos a continuación: Paradigmas En estos casos en donde la mujer quiere llegar a cargos de mayor envergadura una barrera que tendrá son los paradigmas en las cuales podemos tener lo siguientes paradigmas: 

Si lo vemos de un punto de vista neutro, nos podemos dar cuenta que los hombre como las mujeres son iguales, por lo tanto deben ser tratados como tal de la misma manera.

Por lo mismo hay carencias de presencia femenina en cargos gerenciales, esto se debe a problema de conductos, ya que como se dijo anteriormente tanto los hombres como las mujeres son iguales y por lo tanto pueden dirigir los cargo gerenciales o de política sin problemas, este paradigma se atribuye que en el pasado las mujeres desempeñaban un rol de madre y amas de casa. 

Otro paradigma es el punto de vista de género consciente y como se dijo si bien el hombre como la mujer son iguales, cada uno tienen habilidades distintas que son que los diferencian. Por lo tanto este paradigma implementa iniciativas de recursos que atienden las necesidades de la mujeres. Por ejemplo en la maternidad ya que se deben buscar horarios flexibles, horario por medio tiempo y todo lo que conlleva la maternidad la mujer.

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Entonces los partidarios de este paradigma se enfocan en crear programas especiales de asesoramiento para las mujeres, donde se valoran las características únicas y ultimas tendencias que hay en el momento.

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Este paradigma se trata de la percepción, ya que los hombres como las mujeres lideres no son diferentes entre si, pero la gente por estereotipos cree que si lo son y por ende se generan las barreras ya sea mediante los estereotipos y discriminación.

Por lo tanto la gente cree que las mujeres no pueden adquirir puestos gerenciales o puestos de política porque no lo creen capaces o simplemente como se dijo anteriormente por un prejuicio de percepción, haciendo que el comportamiento social vea los estereotipos como una limitante para poder llegar a los puestos de alto rango. Siendo todo lo contrario ya que hoy en día encontramos mujeres en la política, ingenierías, o desempeñando cargos gerenciales, donde han sido un gran aporte en sus respectivas empresas o países donde ejercen.