Spinetta y El Surrealismo

Universidad Nacional de San Juan Facultad de Filosofía, Humanidades y Artes Departamento de Letras Asignatura: Historia

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Universidad Nacional de San Juan Facultad de Filosofía, Humanidades y Artes Departamento de Letras Asignatura: Historia del Arte Profesora: Fabiana Raquel García

Tema de coloquio: “Influencia de la vanguardia surrealista en “Artaud”, de Luis Alberto Spinetta”

Alumna: Sofía Oyola Fecha: 9/6/2017

Spinetta y el surrealismo Luis Alberto Spinetta fue un músico y poeta tan formidable como prolífico. La complejidad de sus obras, tanto a nivel armónico como poético han sido una de las mayores influencias de la música argentina, afirmación reconocida incluso por los grandes protagonistas del género, como Charly García, Gustavo Santaolalla o Pedro Aznar. El término surrealista surge en Europa, aproximadamente en 1917. Fue acuñado por Guillame Apollinare, poeta referente de quienes fueron los precursores del movimiento, especialmente André Breton (autor del “Primer Manifiesto Surrealista”). Años más tarde, en 1926, el escritor y poeta André Breton, definía al surrealismo como un “Automatismo psíquico puro, por cuyo medio se intenta expresar, verbalmente, por escrito o de cualquier otro modo, el funcionamiento real del pensamiento. Es un dictado del pensamiento, sin la intervención reguladora de la razón, ajeno a toda preocupación estética o moral." En contadas palabras, se trataba de producir y transferir, en cualquier ámbito, lo más puro posible el pensamiento, un “lenguaje del alma” sin filtros ni razón represora. El surrealismo no tiene reglas, y llega tan lejos como una mente humana puede hacerlo. La poesía se basa en rima, medida y métrica, entre muchas reglas y normas más. Las características del surrealismo difieren totalmente de las reglas tradicionales, por lo que, la poesía surrealista, se constituyó paradójicamente en reglas que proponían desviarse de la norma literaria clásica. Principalmente, se destaca el carácter lúdico de la creación, es decir, el juego de las palabras y los versos. Posee una estructura acumulativa, fragmentos sumados de manera persistente. El uso constante de la metáfora es otra de las características comunes, así como la de comparar o asimilar en un verso dos objetos que a simple vista no tienen relación alguna. Por último, se puede mencionar la alteración del orden espaciotemporal y lógico: se debe apostar a la sorpresa y a la creación de una nueva realidad, una realidad superior, a partir de una simultaneidad de ideas, de múltiples perspectivas que rompan con la coherencia cotidiana y generen una propia coherencia interna. Aclarado el término de “poesía surrealista” y sus gramáticas de producción, podemos adentrarnos en el análisis de la poesía surrealista del disco, y en las relaciones poéticas que se establecen entre Spinetta y Artaud. “Artaud” fue lanzado en 1973, en una encrucijada histórica y cultural que vivía Argentina: violencia política y enfrentamientos armados, y unas elecciones históricas post-dictadura que dieron como ganador al movimiento peronista, por el cual Spinetta tenía simpatía. Pero el regreso de Perón al país, generó aún más violencia con enfrentamientos entre la izquierda y la derecha peronista. La muerte de Perón y la incapacidad gobernante de su mujer, Isabel Martínez, concluyeron en una nueva dictadura, en 1976, que sería la más sangrienta de la historia argentina. El músico, entonces, relacionaba ese momento del país, con esa especie de anarquismo suicida de la poesía de Artaud, y sentía incompatible su visión del rock y la vida comparado con lo que masivamente estaba pasando. Esta nueva visión que había desarrollado Spinetta, no era más que la de la poesía surrealista, inspirado especialmente por Antonin Artaud, pero también por otros autores como Rimbaud, Castaneda o Nietzsche. El álbum comienza con “Todas las hojas son del viento”, una canción que reúne los temas más abordados en la poesía surrealista: la libertad (“hoy que un hijo hiciste / cambia ya tu mente / cuídalo de drogas / nunca lo reprimas”); la mujer (“dale un vientre blanco / dale tibia leche de tu cuerpo / …dale el áurea misma de tu sexo”) y el amor que le destila y le pide a esa nueva madre que tenga para con su hijo. No es un amor convencional, sino un amor maternal. Las temáticas y la metáfora de la vida y la muerte de “las

hojas” con el nacimiento de un niño, nos dan indicios del giro surrealista que el autor tomaba en el disco. Y aquí, en la apertura del disco, podemos establecer la primer relación entre Spinetta y Artaud. Muchos pensarán que anteriormente, la palabra “áurea” fue un error de tipeo que intentaba hacer referencia, por como se venía dando la lírica de la canción, al término “aura”. Pero no es así. El poeta francés en numerosas oportunidades ha creado o deformado palabras tan sólo por su sonoridad. Artaud alegaba que las palabras no eran lo más importante del lenguaje, sino cómo se las decía y sentía. Si veía necesario llamar de otra manera a lo que comúnmente se llama, por ejemplo, silla, no dudaba en escribirlo, y en adaptar al lector a su propio lenguaje. Este mismo recurso fue el que utilizó Spinetta al nombrar el “áurea” donde todos esperan el “aura”. No se refería ni a un término matemático, ni a un municipio brasileño: logró imponer la sorpresa, otro de los recursos surrealistas, e inventar algo que en la poesía clásica jamás sería aceptado. Otra de las letras que más llaman la atención del disco es “Por”. Antes de cualquier análisis, prefiero que sea leída en su totalidad: “Árbol, hoja, salto, luz, aproximación, mueble, lana, gusto, pie, té, marcas, miradas. Nube, loba, dedo, cal, gesticulador, hijo, cama, menta, sien, rey, fin, sol, amigo, cruz. Alga, dado, cielo, riel, estalactita, mirador, corazón. Hombre, rayo, felpa, sed extremidad, insolación, parecer. Clavo, coito, Dios temor, mujer, por...” El surrealismo es puro en esta letra. El carácter lúdico de las palabras, de la formación de los versos, lo llevan a componer una letra en base a un clásico juego del surrealismo: el cadáver exquisito. Éste consiste en una composición cooperativa entre dos o más sujetos para la creación de una obra a partir de sus colaboraciones, que permite crear una obra única a partir de diferentes intencionalidades. Breton decía que lo emocionante en este tipo de producciones era la certeza de que para bien o para mal, representaban algo que no era posible por el trabajo de una sola mente, y poseían un grado excepcional propio de la poesía. “Por” fue creada mediante este juego, realizado por el propio Luis Alberto Spinetta y su mujer de aquel entonces, Patricia Salazar. Si bien, y claro está, no tiene una temática definida, se vuelve a tratar términos propios de este estilo, como la mujer, el sexo, los hijos, Dios y la naturaleza. Una de las principales conexiones que se puede establecer entre las líricas de este disco y las de Antonin Artaud, es la de “A Starosta, el idiota” poniéndolo en relación con la poesía “Poeta negro” del francés.

A Starosta, el idiota

“Bocas del aire del mar beban la sal de esta luz para sí ya coman en la eternidad algo se va ahogar es este ardor y es esta la fiebre del que espera frente al despertar vámonos de aquí... No llores más ya no tengas frío No creas que ya no hay más tinieblas Tan sólo debes comprenderla Es como la luz de primavera Es como la luz de primavera Altas mareas del sol llenan sus bocas con él el idiota ya nada puedo hacer por él El se quemará mirando al sol y es esta la historia del que espera para despertar Vámonos de aquí”

Poeta Negro “Poeta negro, te obsesiona un seno de doncella poeta amargo, la vida se agita y arde la ciudad y el cielo se diluye en agua, y tu pluma punza el corazón de la vida. Selva, selva, ojos irisados sobre pináculos que se multiplican hilos de tormenta, los poetas montan caballos, montan perros. Los ojos se enardecen, las lenguas giran el cielo fluye hacia las fosas nasales como una leche azul y nutritiva; estoy atento a sus bocas mujeres, rígidos corazones de vinagre.” Tanto Spinetta como Artaud se reconocen en sus personajes. Artaud se declaró como el protagonista de la poesía, siendo él mismo ese poeta negro obsesionado por una mujer, y cuya vida agitada parece arder. “Starosta no es nadie, y a la vez somos todos. En realidad, es como si fuera un Spinetta exagerado que termina siendo un idiota. En la canción le hablo a esa parte idiota que tengo” declaró el mismo Spinetta

sobre su escrito. Ambos se autocritican, se reconocen dentro de la poesía y del surrealismo, y utilizan un término idéntico para los momentos de sus vidas: “arder”. Uno en la ciudad, el nihilismo en base a una sociedad “quemada”, una sociedad perdida. Y el otro la fiebre que le sube antes los momentos de tiniebla que atraviesan su vida. Poéticamente, ambos rompen las normas clásicas, fieles al estilo, y estructuran la poesía de manera dispar. La metáfora, siempre presente, al igual que la comparación entre objetos desemejantes en la obra Spinetteana: “no creas que ya no hay más tiniebla / tan sólo debes comprenderla / es como la luz de primavera”. La tiniebla es como la luz, como la luz primaveral, que tal vez sea la que, mentalmente, consideramos más luminosa. Y el autor vuelve a sorprender, a romper lo habitual. Los argumentos en los que Spinetta se considera un poeta surrealista, y la afirmación de conexiones entre sus letras y las de Artaud, están fundamentadas. Pero bien, hay otra canción (y dejando algunas muy buenas fuera del análisis) en el que Spinetta, siguiendo también una línea Bretoniana, se declara en contra de la lógica. "En cuanto a las letras, lo que pasa es que hemos hecho de las palabras algo para entender, cuando en realidad son aquello que está ahí y suena. Yo uso las palabras como música, pero la paradoja es que te tengo que explicar todo esto mediante palabras. La música no se entiende". El autor se defendía sobre las críticas y rumores que corrían sobre su persona en la prensa amarillista del momento. Las letras que comenzaban a ser poco comprendidas por los críticos y los chimentos de amores, desataron en Luis Alberto una furia que desembocaría en “Las habladurías del mundo”: “Toda toda la ternura me darás si te ofrezco ser parte de tu cuerpo Y ya al acariciarme me darás los espejos que son de tu día del alma Mientras oigo trinos voces oigo más son aquellos los dioses que nos escuchan No estoy atado a ningún sueño ya Las habladurías del mundo no pueden atraparnos Veo veo las palabras nunca son lo mejor para estar desnudos Ni ni la anaconda es como el buey ya no hay más reyes de la selva Toda toda la ternura me darás si te ofrezco ser carne de tu cuerpo No estoy atado a ningún sueño ya Las habladurías del mundo no pueden atraparnos”

Rompe con la lógica, y se protege de aquellas habladurías que critican lo que no comprenden, a los convencionalistas sociales. Spinetta cierra el disco con una canción impregnada de ideología y estructura surrealista, para terminar de partir la cabeza de quienes lo comprendieron, y para también, por qué no, patear a quienes ferozmente lo criticaron o se burlaron de sus delirios artísticos. Haciendo un repaso, hemos recorrido sólo un poco de lo abarcativo de la obra de Luis Alberto Spinetta. Comenzando con una aclaración sobre qué consideramos poesía surrealista, se pudo emparentar perfectamente la obra de Luis con ese movimiento artístico surgido a principios del siglo XX. Los recursos que Spinetta ha utilizado a lo largo de toda su carrera, le hacen ganarse el título, entre tantas otras cosas, de gran representante de la poesía surrealista. Y limitándose a tan sólo un disco, se pudieron encontrar estrechas relaciones con quien inspiró a Spinetta a darle el título a su álbum. Spinetta tuvo una visión única del país, de pensar la poesía en este lado del mundo. Será porque los grandes pueden tomar de todos algo, para formar una obra aún mejor que la de sus maestros.