Sobre La NONA

Sobre "La Nona"... aportes El 24 de marzo de 1976, una Junta Militar asume el gobierno del país. Estaba integrada por qu

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Sobre "La Nona"... aportes El 24 de marzo de 1976, una Junta Militar asume el gobierno del país. Estaba integrada por quienes hasta el día anterior habían sido los comandantes en jefe del gobierno constitucional, quienes juraron hacer observar fielmente los objetivos básicos y los “estatutos para el proceso de reorganización de la Nación Argentina.” Los golpistas justificaron la interrupción del funcionamiento de las instituciones argumentando “el propósito de terminar con el desgobierno, la corrupción y el flagelo subversivo.” Durante siete años, “los años de plomo”, el país gime bajo la más siniestra de las dictaduras. Un vasto plan de aniquilamiento de la cultura y en general de toda la actividad pensante fue una de sus criminales consecuencias. Si bien el teatro por su carácter elitista y por el hecho de manejar sus propios medios de producción, fue uno de los espacios menos atacados por la censura gubernamental, los artistas soportaron la prohibición en el cine, la televisión y los teatros oficiales, el exilio e incluso la muerte. Inmersos en este clima de terror que se vivía en el país, a partir de 1976 desaparece del teatro argentino prácticamente toda referencia directa a la actualidad política o siquiera a la vida cotidiana del país. Los autores que comienzan a estrenar a partir del golpe de Estado, pertenecen a una generación marcada por la dispersión y el aislamiento. Muchas variables se combinaban para frenar el avance y consolidación de estos autores. Las duras condiciones socioeconómicas se unen a la censura, a la autocensura y a la quiebra de revistas y editoriales especializadas en teatro. “El Grupo de Trabajo”, fundado en 1976 y disuelto en 1979, se conformó con grandes figuras, una de ellas fue Roberto Cossa, autor de “La Nona” Como ya hemos señalado anteriormente, entre 1976 y 1983, desapareció por completo en la dramaturgia de Buenos Aires toda referencia a la realidad política, social y económica del país. En la Argentina del llamado “Proceso de Reorganización Nacional” hubo que metaforizar por fuerza, en atención, tanto a la censura exterior como a una previsora autocensura interna. La realidad tuvo necesariamente que enmascararse y los dramaturgos debieron agudizar su ingenio, su imaginación y su creatividad. Las obras que se estrenaron en esos años han configurado grandes metáforas sobre la historia y la idiosincrasia argentina. El teatro metafórico nació de la necesidad de imponerse a la censura y de tocar al público con un mensaje velado de oposición a la dictadura. Entre las obras más ricas: Visita (1977) y Marathon (1980) de Ricardo Monti, La Nona (1977), Gris de ausencia (1981), No hay que llorar (1979) de Roberto Cossa, Telarañas (1977) y Cámara lenta (1981) de Eduardo Pavlosky, El acompañamiento (1981) de Carlos Gorostiza, Juegos a la hora de la siesta(1976) de Roma Mahieu, Convivencia (1979) y Camino negro (1983) de Oscar Viale. El 12 de agosto de 1977 Roberto Cossa estrenó en el teatro Lasalle La Nona, sin imaginar siquiera la gran repercusión mundial, el éxito indiscutible que esta viejecita devoradora causaría entre el público lector y espectador. El personaje de La Nona es el de la abuelita de los cuentos infantiles que aquí se devora a la hija solterona, a los nietos, a la mujer de uno de ellos, a la biznieta y hasta a un marido de 80 años. Come, come sin cesar. Su hambre es un hambre metafísico, una necesidad ancestral. Pero comer aquí está relacionado con la destrucción. Para la Nona no hay reglas, no existen los lazos afectivos. La Nona es también una metáfora del país que se come a sus hijos. Su tema coincide - una vez más con la dolorosa realidad argentina. La Nona, puede leerse como microcosmos del país, como una analogía de nuestra decadencia, es un símbolo, es lo caduco, lo improductivo. Es el poder absoluto que priva sobre la inmovilidad de un pueblo sometido. La Nona es aquello que nos destruye por dentro. ¿Qué es la Nona? La muerte, la inflación, la dominación, “nadie dice la abuela”, declara Roberto Cossa y luego agrega: “yo al final, inventé que era la muerte”. Otra lectura que se podría hacer, desde mi punto de vista, es el asociar “La Nona” a nuestra “Querida Argentina”: con muchos años, con golpes pero valiente, indestructible, es lo que se refleja al final de la obra, destrozada, empobrecida pero “ella” no muere. Consideramos que efectivamente La Nona es aquello que nos aniquila, somete y oprime. Bajo la magia del grotesco, del absurdo y del humor negro, entre cajones vacíos, una mesa para ocho personas, un aparador y una heladera; Cossa nos invita a comprender nuestra realidad y nuestra irrealidad, nuestra identidad y nuestra falta de identidad, típica de un país tanto o más fantasioso que la ficción misma.

La Nona

La Nona es la fundadora del Neogrotesco Criollo, la cual fue representada por primera vez en 1977. Esta obra trata la historia de una numerosa familia que entra en decadencia económica y moral. Tras descubrir que el seno del conflicto era la Nona, (mujer de cien años e inmigrante italiana), algunos de sus familiares intentan deshacerse de ella con ideas disparatadas y muy poco convencionales. Esta obra tiene dos partes, las cuales pueden distinguirse muy fácilmente, ya que la primer parte es cómica, y la segunda parte, tiene un desarrollo más bien trágico. Como se dijo anteriormente, en cuanto a la época en que fue representada, La Nona se estreno en una época en la que Argentina se encontraba en plena dictadura militar, y este dato no es menor, ya que esto puede facilitar la comprensión de la obra. Sin embargo, esta comprensión no estaría dada libremente en la obra, es decir, que se debe hacer una lectura más profunda ya que en esta épocala expresión de opinión libre podía ser sancionada con la muerte. Por ende Roberto Cossa, autor del libro, tuvo que manifestar su ideología a través de metáforas que estarían muy bien disfrazadas. Roberto Cossa, Se considera socialista y un gran admirador de la Revolución Cubana. Dentro de sus obras, podemos encontrar con frecuencia una crítica y/o su visión sobre la realidad social y la historia política de la Argentina. Cuando al comienzo del texto hacía referencia a una familia que entraba en decadencia, esto se lo puede asemejar con el contexto político y social en el que se encontraba la Argentina, según Cossa. A la nona, se la puede comparar con el poder absoluto, donde el sistema, el gobierno, la sociedad prevalecen, y donde hay una un pueblo que está siendo perjudicado y en periodo de decadencia, que sería representado por la familia de la nona. El lugar donde se desarrolla la mayor parte de la obra, es en la casa en la que vivía esta familia de clase media baja. Una casa típica de aquellos momentos, un conventillo, donde hay un patio central, y varias habitaciones.

Roberto (Buenos Aires, 30 de noviembre de 1934), líder de la nueva generación de dramaturgos realistas, tiene en su haber piezas como Nuestro fin de semana, El viejo criado, Tute cabrero, Ya nadie recuerda a Frederic Chopin y Yepeto, además deLa nona. Es de los que predica “que hay que hacer un espectáculo que haga reflexionar pero nunca aburrir, porque un espectáculo bello, que trate el tema del amor, puede hacer reflexionar tanto como un teatro político”. Y es por eso que La nonna es el mejor ejemplo del teatro que entretiene y al mismo tiempo enseña lo que no conviene hacer, lo que es nefasto para el colectivo y mucho más cuando la situación socioeconómica ha llegado al límite. La nonna, modelo del grotesco argentino, fue un arma contra la feroz dictadura militar por su discurso disfrazado con un juego escénico centrado en los siete miembros de una familia de procedencia italianas quienes luchan desesperadamente para la sobrevivencia en medio de un contexto deprimido y con severa represión de las autoridades. Era una parábola obvia, donde la nonna era el Estado devorador que pretendia digerirse a todo un país, cosa que finalmente no ocurrió porque los malos también pierden, como diría mi abuela. Es patético ver a esos siete inmigrantes que luchan lo indecible para la supervivencia en medio de una sociedad hostil, pero no todos los hacen con dignidad, ni cuentan con suerte, mientras que unos se prostituyen y los otros practican el individualismo exacerbado, mientras que a la Nonna sólo le interesa comer y comer, mientras se van muriendo cada uno de sus parientes, sin importarle el resto de la familia. Una muestra de que el capitalismo no es nada humanista y que es la destrucción del genero humano.Y cualquier sistema politico que use el poder del Estado para abusar de los ciudadanos y los use en su beneficio personal.¡Bravo Aníbal Grunn