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ARTES Y ESCUELA Aspectos curriculares y didácticos de la educación artística MARIANA SPRAVKIN ENSEÑAR PLÁSTICA EN LA ESC

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ARTES Y ESCUELA Aspectos curriculares y didácticos de la educación artística MARIANA SPRAVKIN ENSEÑAR PLÁSTICA EN LA ESCUELA: CONCEPTOS, SUPUESTOS Y CUESTIONES ALGUNAS CONSIDERACIONES ACERCA DE LA EDUCACIÓN, EL ARTE Y LA ESCUELA El arte y sus lenguajes constituyen, para los docentes y educadores de estas disciplinas, la médula de aquello que, a través de sí (de sus propuestas de enseñanza), debe arraigar y crecer en sus alumnos. Se trata entonces de dirigir una mirada a las relaciones que hoy se establecen entre el campo educativo y los lenguajes artísticos a las cuestiones que provienen del desarrollo de la expresión plástica en el contexto escolar. NUESTRAS RAÍCES, NUESTROS PIES Y NUESTROS PASOS H. Read señala que “cada una de las funciones del espíritu humano crea sus propias formas simbólicas y estas formas tienen el mismo rango como productos del espíritu humano”. Cada una muestra un modo especial de ver las cosas, en el cual y por el cual constituye su propio aspecto de realidad”. No todos los lenguajes reciben el mismo rango y atención en los procesos de enseñanza y de aprendizaje y es el desarrollo de conocimientos y habilidades verbales y numéricas lo que domina nuestra escuela. Copia, repetición, preceptos en la enseñanza del dibujo resultaban acordes con la manera de enseñar de la escuela toda, y con lo que se pensaba que era el modo de aprender de los alumnos. Como nunca, a partir del siglo XX las artes plásticas alejan su interés de la descripción del objeto para centrarlo en la búsqueda de quien crea; para hacer de ese objeto (pintado, dibujado o esculpido) el vehículo de las ideas, los sentimientos, el fluir del inconsciente o de la pura gestualidad del autor. La infancia era concebida como un momento de gran potencial creativo y capacidad expresiva; la enseñanza del arte en la escuela debía permitir que los niños “pusieran fuera” ese caudal creativo en beneficio de su desarrollo personal. El movimiento que se gestó en torno a la libre expresión posibilitó un crecimiento realmente importante en materia de educación y le abrió las puertas a una expresión genuinamente infantil, y para que esto pudiera efectivizarse, lo mejor era dar libre curso a las acciones espontáneas por parte de los chicos, juzgándose toda intervención como una vuelta atrás, un retomo a una metodología signada por los preceptos del adulto. ENSEÑAR PLÁSTICA EN LA ESCUELA. CONCEPTOS, SUPUESTOS Y CUESTIONES 1. ACERCA DE DONES Y ADQUISICIONES. ¿DE QUÉ SE TRATA LA LIBRE EXPRESIÓN? Expresión libre y expresión espontánea deben ser entendidas por los educadores como conceptos diferentes, en todo caso, y en lo que a educación plástica se refiere, se trata de partir de las expresiones espontáneas de los niños (natural o propia de cada alumno) para avanzar hacia una expresión en la que ese individuo pueda obrar (plásticamente) de una u otra manera según su propia elección de acuerdo con sus propios criterios y según sus propias necesidades expresivas. Establecer condiciones para un verdadero marco de libertad significa el compromiso de desarrollar en los alumnos la variedad y la calidad de conocimientos que los instrumenten para elegir, y además generar las experiencias que les permitan ir ampliando las fronteras de “lo posible”, entendiendo que aquello que los niños no conocen, lo que no saben que existe, no podrá ser considerado como opción.

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Libertad, expresión y conocimientos son necesariamente complementarios porque sólo se pueden expresar plásticamente mediante el conocimiento y el dominio del lenguaje y de los medios materiales que permitan la producción de expresiones concretas. 2. LOS INTERESES DE LOS CHICOS Es de gran importancia el valor de las motivaciones y los intereses propios del sujeto que aprende en los procesos de enseñanza. Detectar estos intereses y motivaciones pasó a ser un foco de atención por parte de los docentes, así como encontrar los caminos que permitieran capitalizarlos e incorporarlos a sus prácticas pedagógicas. Nadie puede experimentar interés por aquello que no conoce, y solamente después de tomar contacto con cierto aspecto de la realidad podemos determinar si despierta el deseo de profundizar más en él. El interés de los chicos no es algo dado por su condición de tales sino una construcción cultural que seguramente se apoya en inclinaciones personales, pero que además se sustenta en la variedad y la calidad de experiencias por las que se ha transitado. No es deseable que el docente trabaje ignorando lo intereses de sus alumnos, pero tampoco tiene que suponer que debe subordinar a ellos la direccionalidad de la enseñanza 3. LA PLÁSTICA: UN MUNDO DE OBJETOS MATERIALES Todos los materiales tienen características visuales y táctiles, que tienen presencia y participación activas en el carácter expresivo de la imagen que forman parte. Las obras plásticas están hechas con materiales que fueron escogidos por sus posibilidades de transformación y por lo que sus cualidades pueden aportar a la situación expresiva. Los materiales invitan, excitan los sentidos, provocan deseos de usarlos. Contar con este privilegio no es poco en materia de sensibilización y estimulación, pero quedarse en este punto comporta dos peligros: permanecer en una manipulación superficial y agotar el interés que el mismo material promueve 4. UN LENGUAJE NO SÓLO DE MANOS SUCIAS “Lo verdaderamente importante es el proceso, no el producto”. La acción siempre se dirige a una finalidad, tiene una intencionalidad que la precede y dirige, intencionalidad de la que se puede tener o no conciencia. No se trata de decir solamente qué es lo que hay que hacer o con qué; las consignas deben servir también para explicitar la intención que la propuesta de trabajo persigue dando un encuadre a la acción. La reflexión de los chicos acerca de sus propias acciones permitirá al docente entender las intenciones y la dirección que ellos mismos persiguen, lo cual no es poco a la hora de ayudarlos. Se hace necesaria la intervención del adulto, ya no para decir cómo se hace sino para permitir a los alumnos relacionar aspectos que, tal vez, no hayan sido tomados en cuenta. 5. LA HORA DE PLÁSTICA, UN ESPACIO PARA LA APROPIACIÓN CULTURAL Si bien las artes plásticas forman parte de la cultura y son socialmente percibidas y reconocidas como “algo cultural”, el desarrollo de la plástica dentro de la escuela no es concebido como tal y queda convertido, más bien, en una práctica que los chicos (y los adultos) terminan por entender como una serie de “actividades escolares” disociadas de la experiencia cultural y social que en realidad representan y les han dado origen. Afirmar hoy la necesidad de insertar la educación plástica en un marco cultural más amplio, no resulta suficiente si además no se aclara cuál es el sentido de cultura del que se está hablando. De la creación conjunta de la cultura como objeto de la enseñanza y como paso adecuado para llegar a ser un miembro de la sociedad adulta en la cual pasamos nuestra vida. En todo caso se trata de pensar cómo situar esa cultura al alcance de los alumnos, en qué momento, mediante qué tipo de actividades y cuáles serán los recursos que así lo permitirán. La escuela debe trabajar metódica y sistemáticamente, desde los primeros años, para suministrar a todos sus alumnos las oportunidades de tomar contacto con el patrimonio cultural. 2

Y sobre todo los chicos deben percibir que al apropiarse significativamente de este lenguaje se están apropiando del espíritu que alienta a todo aquel que crea imágenes. 5.1. Producir imágenes, construir ideas Cuando a los chicos se les propone dibujar, pintar o modelar, no sólo se ven obligados a resolver problemas plásticos sino que además van construyendo conceptos acerca de lo que como dibujo, pintura o escultura conciben y más allá de lo que es la experiencia artística y el arte. La escuela podrá desarrollar en el niño no sólo su capacidad de producir imágenes sino, al mismo tiempo, de potenciar su capacidad para significarlas. 5.2. Las paredes de la escuela o el discurso visual La escuela y sus educadores dejan de lado las obras que representan hechos históricos o muestran lo mismo de lo que hablan los manuales perdiéndose la posibilidad de articular dos áreas. Las paredes del aula se reservan para las “láminas para aprender” siendo que los chicos pasan la mayor parte del tiempo en ese ámbito y carece de la impronta de sus ocupantes transformándolo en un lugar sin interés para los estudiantes. 5.3. La vida extramuros No todo puede reproducirse dentro de la escuela ya que la vida tiene mucho que ofrecer. Se debe tener en cuenta otros ámbitos en los que se producen acontecimientos relacionados con la plástica como muestras, ferias artesanales, museos, talleres de artistas, etc. y abrir las puertas de la escuela a distintos actores del quehacer visual: artistas, artesanos, ilustradores, historietistas, diseñadores gráficos, publicistas, etcétera. Todo esto servirá para el enriquecimiento del desarrollo plástico de los chicos, a la vez que una mirada desde el mundo del quehacer plástico permitirá enriquecer su visión de lo social. UN FINAL QUE NOS DEVUELVE AL PRINCIPIO: ¿DE QUÉ SE OCUPA LA EDUCACIÓN PLÁSTICA? Es necesario que la escuela empiece a considerar seriamente la enseñanza de nuestra disciplina como una manifestación humana, que participa de la misma naturaleza que los demás lenguajes, que se relaciona estrechamente con ellos y que además posee su especificidad. La escuela debe comprender el lugar que la imagen ocupa en el desarrollo de cada ser humano y la humanidad. Y debe finalmente aceptar que éste, como cada uno de los lenguajes de los que el hombre dispone, no puede ser ignorado o reemplazado por otros. La función de la educación visual hoy, dentro del ámbito escolar, es (o debería ser) mucho más amplia y abarcadora que el sólo “hacer” imágenes porque la función de la educación plástica hoy abarca este hacer, pero también lo trasciende. Educar visualmente significa desarrollar en los niños el uso consciente de un lenguaje, para que puedan producir formas simbólicas pero también apropiarse de las creadas por otros. Apropiarse del lenguaje plástico permiten a nuestros alumnos construir significados acerca del mundo que los rodea y comprender lo que ese mundo significa para otros seres humanos, es ampliar las posibilidades de su condición humana.

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