Sesion de Aprendizaje Tecnicas Narrativas

SESIÓN DE APRENDIZAJE I. DATOS INFORMATIVOS UGEL : MORROPÓN GRADO: SEGUNDO “A” – “B” FECHA : I. E.: SAN VICENTE - CURIL

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SESIÓN DE APRENDIZAJE I. DATOS INFORMATIVOS UGEL : MORROPÓN GRADO: SEGUNDO “A” – “B” FECHA :

I. E.: SAN VICENTE - CURILCAS TEMA: TÉCNICAS NARRATIVAS: RACCONTO Y EL TIEMPO LINEAL DOCENTE : DIANA DEL ROSARIO MONTERO MERINO

ÁREA : COMUNICACIÓN DURACIÓN : 2 HORAS

II. LOGRO DE APRENDIZAJE: CAPACIDAD (ES) : CONOCIMIENTO: ACTITUD: TEMA TRANSVERSAL: PRODUCCION DE TEXTOS Literatura: Técnicas narrativas: el racconto Cumple oportunamente EDUCACION PARA Produce relatos cortos utilizando y el tiempo lineal con las tareas asignadas GESTIÓN DE RIESGOS adecuadamente las técnicas narrativas del racconto y tiempo lineal.

VALOR: LA RESPONSABI LIDAD

APRENDIZAJE ESPERADO: Utiliza las técnicas narrativas del racconto y técnica lineal en sus producciones literarias. III. SECUENCIA DIDÁCTICA:

INICIO

PROCESOS PEDAGOGICOS

ESTRATEGIAS Y/O ACTIVIDADES

 La docente inicia la lectura del cuento La calle estrecha  Luego pregunta:  ¿Qué nos cuenta esta historia?  ¿cómo se inicia la narración?  ¿Los hechos se narran de forma secuencial?  ¿Cuál es la estructura que presenta? (Las respuestas son anotadas en la pizarra por la docente)  ¿Qué tipo de texto es el que hemos leído?  ¿Qué elementos presenta?  ¿Cuál es la estructura que presentan los textos narrativos?  Los alumnos responden y sus respuestas son anotadas en la pizarra por la docente.  Se genera el conflicto cognitivo a través de las siguientes preguntas:  Crees que todos los literatos emplean el mismo estilo al escribir, en sus producciones literarias? ¿Todos los escritores empezarán de la misma forma sus producciones literarias? Se enuncia el tema y se comunica el criterio de evaluación:

MATERIAL

TIEMPO

Expresión oral y escrita 10 Pizarra tiza

PROCESO FINAL

 La docente entrega a cada alumno una copia del cuento regional Al sonar de la quebrada y pide la participación de uno para que lo lea. Concluida la lectura, les pregunta:  ¿Qué nos cuenta esta historia?  ¿Cómo se inicia la narración? ¿Se ha empezado igual que el cuento La calle estrecha?  ¿Los hechos que se narran siguen un orden en el tiempo de forma secuencial?  Se entrega a los alumnos una nota técnica interactiva que contiene información sobre el tema de la sesión, además de unos espacios en blanco que los alumnos completarán con la explicación de la docente, empleando para ello la historia narrada en el cuento Al sonar de la quebrada. Se estudia el estilo y recursos que el autor ha empleado para su creación. Los alumnos subrayan las partes del texto en el que se evidencia la técnica del racconto y a través de estos ejemplos infieren el concepto de esta técnica narrativa escribiéndola en su ficha técnica. Durante la explicación la docente retoma el cuento La calle estrecha para explicar la técnica del tiempo lineal. A medida que explica va clarificando las dudas junto con los alumnos. Contrasta, del mismo modo, los saberes previos con la nueva información.  Desarrollado el tema los alumnos, forman grupos de 4 integrantes (técnica del conteo) Se les indica que deben seleccionar una estructura narrativa ya sea lineal, circular o parabólica; así como emplear las técnicas narrativas estudiadas en la creación de su cuento. Se les entrega dos papelotes para que transcriban su cuento.  La docente monitorea el trabajo de los grupos para resolver dudas o retroalimentar el tema.  Culminado el tiempo de trabajo, cada grupo socializa sus creaciones explicando el tipo de técnica empleada.  El docente interviene para reforzar algunos aspectos del tema.

       

La docente retroalimenta los conocimientos exponiendo una síntesis de los mismos. La docente promueve el proceso metacognitivo con la siguientes preguntas: ¿Sabías que conocer las técnicas narrativas, es importante para comprender un texto narrativo literario? ¿Has comprendido qué tiempos verbales predominan en la técnica del racconto? ¿Has logrado comprender que conectores temporales predomina en la técnica del tiempo lineal? ¿Qué utilidad tiene para ti lo que hoy has aprendido? Los estudiantes reflexionan y responden en forma oral y voluntaria en plenario. Redacta en tu cuaderno otra cuento utilizando las técnicas narrativas estudiadas.

Expresión oral Ficha técnica Pizarra Tiza Expresión oral 70 y escrita Cuadernos Lapiceros papelotes

Expresión oral y escrita 10 Expresión oral

IV. EVALUACIÓN: CRITERIO

PRODUCCION DE TEXTOS

ACTITUD ANTE EL AREA

V.

CAPACIDAD Utiliza adecuadamente los tiempos verbales para la técnica del racconto.

-Utilicé adecuadamente los tiempos verbales al redactar mi cuento

Utiliza adecuadamente los conectores temporales para la técnica del tiempo lineal.

-Utilicé adecuadamente los conectores temporales al redactar mi cuento.

Cumple oportunamente con las tareas asignadas

BIBLIOGRAFIA: 5.1 DEL DOCENTE: Comunicación 2, Manual del docente, Santillana S. A., 2008 p. Letras y signos II. Manual del docente, Corefo S.A., 2011, 298 p. 5.2 DEL ALUMNO: Comunicación 2, Santillana S.A., 2008, 246 p.

VI.

ANEXOS Tabla de especificaciones Lista de cotejo

INDICADOR

INSTRUMENTO

Lista de cotejo

Lista de cotejo

TABLA DE ESPECIFICACIONES

CRITERIO

INDICADOR

REACTIVO

-Utilicé adecuadamente los tiempos verbales, al redactar mi cuento. PRODUCCION DE TEXTOS

%

PUNTAJE

50%

10

Lee la primera versión de tu texto que escribiste y -Utilicé adecuadamente los conectores luego corrígelo colocando temporales según corresponda al redactar mi adecuadamente los verbos 50% cuento y conectores temporales

TOTAL

100

N° DE REACTI VO

1 10

20

1

LISTA DE COTEJO N° 1.

REACTIVOS -Utilicé correctamente los tiempos verbales al redactar cuento.

2.

-Utilicé correctamente los conectores temporales al redactar mi cuento

SI

NO

DEBO MEJORAR

MOTIVACIÓN

I N I C I O

La calle estrecha Había una vez un pueblecito donde las calles eran muy estrechas. Para que pudieran pasar los animales sin molestar a las personas, el alcalde había dado la orden de que siempre que pasara alguien con un animal, fuera diciendo en voz alta: ¡apártense, por favor!. Un día, un labrador volvía con su buey y, vio a dos hombres hablando en la mitad de la calle. Eran unos hombres muy ricos y orgullosos, así que, cuando el labrador se acercó y les gritó: “¡Apártense por favor! Ellos no le hicieron caso y siguieron hablando.

N U D O

Al labrador no le dio tiempo de parar al buey, y el animal, al pasar, empujó a los dos hombres y los tiró al suelo. Como sus ropas se llenaron de barro, los hombres, muy enfadados, le dijeron al labrador: -

Entonces, el labrador fue a ver al alcalde y le contó lo ocurrido. El alcalde, que era un hombre justo y muy listo, le dijo: -

D E S E N L A C E

¡Mira lo que nos ha hecho tu buey! Ahora tendrás que comprarnos trajes nuevos. Si no lo haces, mañana te denunciaremos al alcalde.

No te preocupes. Mañana, cuando vengan a denunciarte esos dos ricachones, tú vienes también y te haces el mudo. Oigas lo que oigas, tú no digas nada.

Al día siguiente, se presentaron todos ante el alcalde, y los dos ricachones acusaron al labrador de pasar con el buey sin avisar y atropellarlos. -¿Por qué no avisaste a estos hombres para que se apartaran? – preguntó el alcalde al labrador. El alcalde le hizo varias preguntas más, pero el labrador no dijo ni “mu”. Entonces, el alcalde les dijo a los ricachones que aquel labrador debía ser mudo. -

¡Qué va a ser mudo! – respondieron rápidamente los dos hombres – ayer lo oímos hablar en la calle, ¡y bien alto! Nos gritó que nos apartáramos.

-

Entonces – dijo el alcalde-, si el labrador les avisó de que se apartaran y no lo hicieron, la culpa es de ustedes. Y por haber acusado injustamente a ese hombre, le darán diez monedas de plata cada uno.

CARLO FRABETTI Cuentos para niños mentirosos.

APRENDIZAJE ESPERADO: Utiliza las técnicas narrativas del racconto y el monólogo interior en sus producciones literarias

FICHA TÉCNICA Estimados alumnos y alumnas, ingresar al mundo de la literatura es un recorrido fascinante, nos sumergimos a mundos imaginarios en donde nos podemos convertir en protagonistas de interesantes historias. Esta ardua labor la desempeñan los escritores, que se convierten en semidioses y nos crean micromundos llenos de misterios e intrigas. Pero… qué recursos utilizan para hacer tan atractivos sus escritos… Pues en esta clase vamos a conocer dos de estas técnicas narrativas. Y… ¿Qué son las técnicas narrativas? Son el conjunto de estrategias que utiliza el escritor para hacer interesante sus creaciones literarias.

Las técnicas que estudiaremos hoy son el monólogo interior y el racconto, para abordar su estudio leeremos el cuento del escritor regional Mario Palomino que se titula Al sonar de la quebrada. Ahora ya estás en condiciones de poder definir en qué consiste estas dos técnicas. Racconto

Monólogo interior

Técnicas Narrativas

Recuerda, que es importantísimo conocer estas técnicas porque nos permitirá comprender este tipo de literatura; además, nos ayudará a mejorar nuestras creaciones haciéndolas más interesantes.

No olvides que en la técnica del racconto, debemos tener mucho cuidado con el uso de los tiempos verbales, así mismo en el monólogo interior prima el uso del pronombre en primera persona. ¡Ahora sí a redactar nuestro cuento! Puedes usar la estructura circular, que consiste en empezar por el final de la historia, regresar al principio y terminar donde comenzó; o la estructura parabólica, que brinca en el tiempo y va contando pequeños pasajes intercalados, para darles mayor intensidad, en esta estructura se evidencia con claridad la técnica del racconto.

Al sonar de la quebrada

¿Quién era el desconocido? Se trataba de un humilde poblador de unos 40 años. Lo encontraron al clarear el alba “atrancado” en un recodo de la quebrada de Cieneguillo. Lucharon mucho para rescatarlo. Estaba abrazado fuertemente a un poste de luz. Todos lo dieron por muerto. Llevado por su espíritu caritativo Pedro lo acomodó en un cuarto de su humilde vivienda, hasta que las autoridades viniesen a levantar el cadáver.

Autor: Mario Palomino. _ ¡Movió los dedos! ¡Movió los dedos! – gritó el chiquillo en medio de la estancia que servía como sala. Se trataba de Juanito, hijo menor del dueño de la casa. Era un pequeñín de apenas seis años. La curiosidad muy propia de su edad, lo había llevado hasta la estrecha habitación, donde yacía el hombre tirado sobre un petate.

La tarea para resucitar al humano duró casi una hora. Lentamente el desfallecido alzó los párpados. Su mirada extraviada, recorrió de manera escrutadora la habitación. Las neuronas hacían un supremo esfuerzo para recomponer las imágenes que lo condujeron al recuerdo de aquella noche de abril. Toda su humanidad se estremeció al recordar las primeras escenas vividas.

Su pálido rostro traslucía cierta mezcla de temor y ansiedad. Los dos hombres le miraron en forma despreocupada, prosiguiendo con la tertulia referida a los incidentes acaecidos en la noche anterior. Jaloneando desesperadamente la manga del pantalón de su progenitor el niño volvió a exclamar casi al borde del llanto: _ ¡Movió los dedos! ¡Movió los dedos, papá! Preocupado ante tanta insistencia, Pedro se incorporó del trozo del tronco que fungía de ocasional asiento. En pocos segundos salvó la distancia que lo separaba de la habitación contigua. Fijó por un instante su mirada en el cuerpo que parecía exangüe. La mortecina luz, con el silencio que reinaba en el albergue coadyuvaban para que el ambiente se tornara un poco tétrico. De pronto los esqueléticos dedos del hombre se movieron casi imperceptibles. Temerosamente Pedro buscó el valor que le faltaba en presencia de su compadre. Rápido se acercó a él y le musitó: “parece que está vivo”. No había terminado de pronunciar la última palabra, cuando todo el pie del supuesto ahogado, fue rotando en movimiento angular. _¡Efectivamente! ¡Efectivamente, compadre! ¡Está vivo el hombre! ¡Está vivo! – ratificó en forma clamorosa su compadre. La noticia causó revuelo en el vecindario, arremolinándose en la rústica vivienda en el instante. La inmensa multitud pugnaba por entrar en la casa. -¡Sáquenlo a la sala! – aconsejó un recién llegado. El cuerpo fue tendido encima de una descolorida manta en el centro de la sala en posición de cúbito ventral. -¡Salga un poco de gente! ¡Denme espacio! – suplicó el padrino de Juanito. Voy a darle respiración boca a boca – añadió.

T É C N I C A D E L

R A C C O N T O

Esta noche, el ambiente estaba tenso. Los pobladores que habitaban en la cercanía de la temible quebrada respiraban cada segundo, angustia, desesperación y llanto. La lluvia caía implacablemente una vez más sobre los techos de los hogares que tenían la suerte de estar en pie. El fatídico golpetear de sus gotas al chocar con las gastadas calaminas, acentuaban cada vez más el pánico de los pobladores. A leguas se oteaban el peligro. De pronto el silencio fue herido por unos gritos mezclados con sollozos. Era un famélico hombre que avanzaba a tumbos, al mismo tiempo que gritaba: -¡Se desbordó la quebrada! ¡Se desbordó la quebrada! Tomó el mechero de querosene y se incorporó como impulsado por un resorte. De dos zancadas salvó la pequeña distancia que separaba su choza de la implacable quebrada. Fijó los ojos en las márgenes del cauce. A simple vista todo estaba en orden. La quebrada semejaba una anaconda desperezándose después de su último festín. Lo que más le intrigaba era el volumen de su masa líquida. Era el mismo que en días anteriores. Se disponía a emprender el regreso, cuando de repente por obra mefistofélica el caudal de la quebrada se triplicó en contados segundos. ¿Quién podría explicar el fenómeno? ¿Acaso la Ecohistoria tenía registrado dentro de sus anales algún fenómeno similar? ¿O tal vez los sobrevivientes de las lluvias del veinticinco habían experimentado tal hecho? La respuesta a todas esas interrogantes fue dada por la imploraciones de un octogenario que arrodillado suplicaba: -¡Taitita Dios! ¡Taitita Dios! ¡Protégenos! ¡Se juntaron todas las quebradas!

Como ráfagas saltaron a su mente las advertencias de un científico que decía: “Es necesario drenar las quebradas que circundan la ciudad para impedir que se unan, ya que su unión produciría los efectos de una catástrofe.” En efecto, estaba sucediendo lo que predijo. La confluencia de las quebradas del “Alacrán”, “La abuela” y la de Cieneguillo, habían incrementado monstruosamente el cauce de la fatídica quebrada.

T É C N I C A D E L

R A C C O N T O

Aterrado sus ojos divisaron partes de la esmirriada figura del anciano que desaparecía en las fauces de la voraz quebrada. El ruido ensordecedor del sonar de la quebrada lo paralizó por unos segundos. Siguiendo su instinto reaccionó y giró en redondo emprendiendo veloz carrera en sentido contrario a la dirección de su humilde morada. A medida que avanzaba, la tierra iba cediendo al empuje furioso de las aguas. Las paredes de una lujosa residencia ubicada en el borde de la ribera, fueron boqueteadas fácil como si estuvieran construidas de papel higiénico. Aferrándose a la vida se abrazó de manera desesperada a un poste de madera que antes de las lluvias dotaba al vecindario de fluido eléctrico. Para castigar su osadía la volumétrica masa líquida derribó al madero como un palo de dientes. Su cuerpo se precipitó en las frígidas aguas. Sus manos cual tenaza, se aferraron aún más al poste. Antes de entrar a la inconsciencia, sintió que los brazos de la quebrada lo azotaron furiosamente a lo largo de su accidentado recorrido, pretendiendo, cual potro salvaje, arrojar a su jinete de su cabalgadura. Compitiendo con la más sofisticada cámara fotográfica, sus retinas captaron en milésimas de segundo infinidad de imágenes. Allí quedó el instante en que por encanto desaparecería la pintoresca plazuelita Ramón Castilla. También se encuentra el momento en que volaron hacia el infinito las losetas de la novísima y espaciosa plaza Huamán de los Heros, celestina discreta de muchos amores del pasado. Todavía resuena en sus oídos el sonar de la quebrada. Quien la haya escuchado, dirá que su ruido se asemeja al carcajear de Belcebú en las candentes entrañas del averno. Una suave vocecita lo volvió a transportar a la realidad: “Señor, aquí le manda este cafecito mi amacita” – le dijo Juanito mientras avanzaba con un pocillo entre sus manitas. El hombre le quedó mirando. Lo envolvió con una mirada de agradecimiento y ternura. Se sentó con dificultad y quedó mirando distraído el recipiente que antes le habían alcanzado. -¡Tómeselo! – insistió el pequeño, con timidez.

El hombre se llevó lentamente a sus labios resecos el despostillado recipiente. Más que paladear, se deleitó con el primer sorbo del humeante líquido. Su éxtasis duró poco. Fue interrumpido por el repentino tronar de unas gotas de lluvia en el zinc. Mecánicamente su mirada se dirigió hacia el techo. La gente desapareció en un abrir y cerrar de ojos de la habitación. -¡Ayúdenme a levantarme! – suplicó nerviosamente. Se encaminó a la puerta. Asomó su rostro a la calle. Su semblante se tornó triste. Retrocedió unos pasos hacia el centro de la estancia, dejándose caer en el tronco que antes había sido ocupado por Pedro. Conteniendo la represa de llanto que pugnaba por desbordarse murmuró con honda amargura: “OTRA VEZ LA LLUVIA”.