Servicios de Salud Amigables

Servicios de Salud Amigables para Adolescentes y Jóvenes 1 Servicios de Salud Amigables para Adolescentes y Jóvenes

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Servicios de Salud Amigables para Adolescentes y Jóvenes

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Servicios de Salud Amigables para Adolescentes y Jóvenes

Proyecto: Vinculemos Informemos Humanicemos / Servicios Incluyentes de atención. CAPASITS Manual de Capacitación y consulta para personal de salud sobre los Servicios de salud amigables para adolescentes y jóvenes. Elaborado por consultores de la Fundación Hacia un Sentido de la Vida A.C Revisión Técnica: Lic. Tatiana Eugenia Sotres Paez

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Índice Introducción Marco normativo Servicios de salud amigables en salud sexual y reproductiva para adolescentes y jóvenes Adolescencia y juventud Adolescencia Juventud La importancia de la adolescencia y la juventud Sexualidad Género y sexualidad Sexualidad adolescente y vulnerabilidad Salud sexual y reproductiva para jóvenes y adolescentes Salud sexual Salud reproductiva Derechos humanos, sexuales y reproductivos Los derechos sexuales y reproductivos en el marco de los derechos humanos Las y los jóvenes y adolescentes y los derechos sexuales y reproductivos Derechos sexuales Derechos reproductivos Las y los adolescentes y jóvenes ante el VIH/ SIDA VIH La población joven como grupo con comportamientos de riesgo para el VIH.. Vulnerabilidad ante el SIDA Servicios de salud amigables para adolescentes y VIH/SIDA Diversidad sexual Discriminación por la preferencia sexual, orientación sexual o identidad de género Homofobia Homofobia, vulnerabilidad y salud Servicios de salud amigables para jóvenes y adolescentes y sensibles a la diversidad sexual Cultura de la denuncia Bibliografía

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6 10 14 20 22 24 26 28 32 36 38 40 42 43 46 50 54 60 66 70 74 76 80 82 88 92 94 96 98 102

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Introducción    

total  

población   total  

112336538   54  855  231   57  481  307  

  10  a  14   años   15  a  19   años   20  a  24   años   25  a  29   años   Total  de   población   de  10  a  29   años  

hombres  

mujeres  

   

   

   

10,939,937  

5,547,613  

5,392,324  

11,026,112  

5,520,121  

5,505,991  

9,892,271  

4,813,204  

5,079,067  

8,788,177  

4,205,975  

4,582,202  

40,646,497   20,086,913   20,559,584  

Actualmente, México es un país de adolescentes y jóvenes con necesidades específicas sobre sexualidad, salud sexual y reproductiva, las cuales deben atenderse con el propósito de asegurar su desarrollo, y garantizar y respetar su derecho a la salud, y otros derechos asociados.

Tabla 1. Población total y población de 10 a 29 años por grupos poblacionales en México 2010. Fuente: INEGI, 2010

Ilustración 1. Población total y población de 10 a 29 años (por grupos poblacionales) en México, 2010.Fuente: INEGI, 2010

En este marco hay que recordar que la población joven experimenta problemáticas particulares, las cuales requieren de manera urgente medidas eficaces instrumentadas, entre otros actores, por los servicios de salud.

una mujer se embaraza en la adolescencia comparados con las de otras edades;4 el hecho de que el embarazo, el parto y el pauperio fueron en el 2006 la tercera causa de muerte entre mujeres jóvenes;5 que los primeros motivos de consulta médica de las y los jóvenes son las infecciones de transmisión sexual; la necesidad de ofrecer a las adolescentes y jóvenes información para interrumpir el embarazo en condiciones seguras; el papel esencial de las y los adolescentes y jóvenes para en el reconocimiento social de los derechos de grupos de la diversidad sexual, 6 etc.

Algunas de las situaciones relacionadas con la salud sexual y reproductiva de las y los adolescentes y jóvenes que hay que considerar son: el aumento en la vulnerabilidad a la infección por el VIH por la falta de información y educación;1 el descenso de la edad del inicio de la actividad sexual en referencia a otros años;2 el bajo uso de métodos anticonceptivos en sus encuentros sexuales;3 los mayores riesgos de fallecer cuando

Ante este panorama, y según lo recomendado en la Declaración Ministerial “Prevenir con educación”, es evidente que las y los adolescentes y jóvenes requieren de manera urgente medidas eficaces de prevención de la infección por el VIH, educación integral en sexualidad y acceso a servicios de salud sexual y reproductiva amigables que pongan habilidades, conocimientos y recursos a su alcance.7

1 Declaración Ministerial de la Ciudad de México “Prevenir con Educación”. Lucha contra la epidemia de infección por el VIH y Sida en América Latina y el Caribe. Hoja informativa. IPPF/International Women’s Health Coalition/SIECUS, México, 2008. 2 Por ejemplo, en 1995 las mujeres de 10 a 19 años iniciaban las relaciones sexuales a los 17.2 años en promedio, mientras que en 2006, esta edad disminuyó a 15.9 años, de acuerdo a lo reportado en la Encuesta Nacional de la Dinámica Demográfica 2006. En: Programa de Acción Específico 2007-2012. Salud Sexual y Reproductiva para Adolescentes. Secretaría de Salud/ Subsecretaría de Prevención y Promoción de la Salud, México, 2008, p.19. 3 Encuestas de salud sexual y reproductiva del país reportan que aunque la población joven conoce los métodos anticonceptivos, ésta no los usa, es decir, el conocimiento de métodos anticonceptivos no

garantiza el uso. 4 Datos no publicados de la Dirección General de Información en Salud, 2006. En: Programa Nacional de Salud 2007-2012. Por un México sano: construyendo alianzas para una mejor salud. México, 2007. 5 Boletín de estadísticas vitales 2006. INEGI, México, 2007 6 Encuesta Nacional sobre Discriminación en México 2010. CONAPRED, México, 2011. 7 Declaración Ministerial de la Ciudad de México “Prevenir con Educación”. Lucha contra la epidemia de infección por el VIH y Sida en América Latina y el Caribe. Hoja informativa. IPPF/International Women’s Health Coalition/SIECUS, México, 2008.

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Ilustración 2. Distribución de casos de VIH detectados por sexo y por edad (1985-2011) Fuente: CENSIDA, 2011

En la implementación de estas medidas por parte de los servicios de salud, se ofrece este Manual a las prestadores y los prestadores de servicios de salud como una guía con temas estratégicos que contribuirán a conservar el bienestar de la salud sexual y reproductiva de las y los jóvenes y adolescentes de nuestro país.

Además, este Manual llama la atención sobre la importancia de que estos servicios sean amigables a los adolescentes; de tomar en cuenta sus necesidades, preferencias, las diferencias entre este grupo poblacional y los miembros que lo conforman, los riesgos y situaciones de vulnerabilidad a las que se enfrentan. Todo esto con el propósito de que los servicios de salud para las y los adolescentes y jóvenes sean adecuados, de calidad y aseguren el ejercicio de sus derechos

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Marco Normativo

Con el propósito de asegurar el bienestar y la salud sexual y reproductiva de las y los adolescentes y jóvenes, y asegurar sus derechos; agencias internacionales, instituciones gubernamentales, y la sociedad civil han sumado esfuerzos creando mecanismos formales que marquen las directrices sobre las acciones a emprender al respecto y determinar el sentido de los derechos. En este contexto, la Declaración Ministerial de la Ciudad de México “Prevenir con Educación” aprobada por aclamación el 1 de agosto de 2008 y firmada por Ministros de Salud y de Educación de América Latina y el Caribe, entre ellos los de nuestro país, es un hito en la consolidación de los esfuerzos de prevención de la infección por el VIH en América Latina y el Caribe.1 Dicho documento, basado en los principios de igualdad y no discriminación - incluido el estado serológico de las personas, orientación sexual o identidad de género-, constituye una herramienta para asegurar el acceso a educación en sexualidad y servicios de salud sexual y reproductiva de calidad e integrales. Además, establece el compromiso de garantizar a adolescentes y jóvenes el acceso universal a los recursos de prevención de la infección por el VIH, y promueve la educación integral en sexualidad como estrategia de prevención de esta enfermedad y como una vía a los servicios de salud sexual y reproductiva.2 La Declaración tiene como objetivo fortalecer los esfuerzos de prevención a través de la educación y promoción de la salud sexual y reproductiva mediante estrategias multisectoriales integrales que comprendan la creación y revisión de programas educativos, un mejor acceso a la información y a los servicios de salud y el mejoramiento de la calidad de la comunicación con la población, en colaboración con los medios de comunicación y la sociedad civil. 1 Declaración Ministerial de la Ciudad de México “Prevenir con Educación”. Principios fundamentales de la Declaración. OPS/UNICEF/ONUSIDA/UNFPA/UNESCO/PNUD, México, 2008. 2 Ídem.

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También menciona que se fortalecerá la cooperación entre el sector salud y educación mediante mecanismos formales de planificación, monitoreo, evaluación y seguimiento de las acciones conjuntas, así como mediante la vinculación con otros sectores.3 En el punto 3.7 puntualiza la necesidad de: “Asegurar que los servicios de salud para jóvenes sean amigables y se presten con pleno respeto a la dignidad humana y que, en el marco de la legislación de cada país, atiendan necesidades y demandas específicas de salud sexual y reproductiva de las y los adolescentes y jóvenes, considerando la diversidad de orientaciones e identidades sexuales”.

Y sobre los servicios de salud también menciona la importancia que estos: “Provean acceso efectivo a consejería y pruebas de detección de ITS y VIH; atención integral de ITS; condones y educación sobre su uso correcto y consistente; orientación sobre decisiones reproductivas, incluyendo a personas con VIH, así como el tratamiento para el uso problemático de drogas y alcohol, para todas las personas, especialmente las y los adolescentes y jóvenes”.4

Este Manual es una iniciativa que busca ser parte de las estrategias integrales que se llevan a cabo en nuestro país bajo el marco de la Declaración Ministerial “Prevenir con educación” y ser una guía en la prestación de servicios amigables para adolescentes y jóvenes, lo cual también está en consonancia con los ejes de dicho documento. Sin embargo, el Manual no se limita a atender las directrices de dicha Declaración, sino que también busca contribuir a lo dictado por el marco jurídico nacional e internacional sobre los temas en materia de salud sexual y reproductiva adolescente y joven. A continuación se mencionan los marcos normativos a partir de los cuales se protegen los derechos sexuales y reproductivos de las y los ado3 Punto. 3.1 en Declaración Ministerial “Prevenir con Educación”. UNFPA, México, 2008. 4 Punto. 3.8 en Declaración Ministerial “Prevenir con Educación”. UNFPA, México, 2008. 11

lescentes en México, según el Centro Nacional de Equidad de Género y Salud Reproductiva5 del Gobierno Federal, y a lo cual se considera como de gran importancia en tanto son los mecanismos de protección a los derechos de esta población, y los cuales están en relación con la prestación de servicios de salud. Legislación Nacional • • • • • • • • • •

• • •

Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos (específicamente en los artículos 1º, 4º). Ley General de Población y Reglamento (artículos 16º, 17º, 18º, 20º). Ley General de Salud y Reglamento (artículo 47º). Ley Federal de Protección de los Derechos de Niños, Niñas y Adolescentes. Ley Federal para Prevenir y Eliminar la Discriminación. Norma Oficial Mexicana (NOM 005) de los Servicios de Planificación Familiar. Legislación Internacional Declaración Universal de los Derechos Humanos (1948). Convención de los Derechos de los niños entre recomendaciones del comité. Convención para la eliminación de todas las Formas de Discriminación hacia la Mujer (CEDAW) entre recomendaciones del comité. Conferencia Mundial de la Población y Desarrollo (Cairo), plataforma de acción y revisiones entre 5 y 10 Cuarta Conferencia Mundial sobre la Mujer (Beijing), plataforma de acción y revisiones entre 5 y 10. Declaración del Milenio (2001).

5 “Marco normativo y jurídico.” México, 2011. En:  http://www.cnegsr.gob.mx/programas/saludsexual-y-reproductiva-de-adolescentes/interes-ssr/mnj-ssr.html?showall=1 . 12

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Servicios de salud amigables en salud sexual y reproductiva para adolescentes y jóvenes

Este Manual se enmarca en la necesidad plasmada en la Declaración Ministerial “Prevenir con educación” de asegurar que los servicios de salud para jóvenes sean amigables.1 El Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA) y la Organización Panamericana de la Salud (OPS) definen los servicios amigables como:

gable para jóvenes.3 Estas pueden combinarse o bien desarrollarse de manera gradual para organizar este tipo de servicios: 1.

Se realiza con la infraestructura básica con la que cuenta cada institución y debe tener el apoyo de una red de servicios. Adquiere la característica de “amigable” en tanto hay un/a profesional formado/a y sensibilizado/a para ofrecer atención de calidad, dentro de la programación de consulta diaria, guardando confidencialidad y respeto por las condiciones de adolescentes y jóvenes.

“Aquellos servicios en los cuales adolescentes y jóvenes encuentran oportunidades de salud agradables, cualquiera sea su demanda, para ellos (as) y sus familias, gracias al vínculo que se establece entre usuarios y usuarias con el proveedor de salud, y por la calidad de sus intervenciones”.2

Los servicios de salud amigables para adolescentes y jóvenes tienen como propósito el cuidado y mantenimiento de la salud de este grupo, además de que con esta característica busca garantizar que las y los adolescentes y jóvenes accedan a los servicios de salud y se mantengan como usuarios/as de éstos en oportunidades posteriores y estén satisfechos/as con los servicios brindados.

2.

Al ofrecer servicios de salud amigables es importante entender la diferencia entre los jóvenes y otros grupos poblacionales, la diversidad de los jóvenes entre sí (individual y socialmente) y las particularidades que presentan en cada contexto. Así, los servicios de salud tomarán esto en cuenta y se ajustarán de manera flexible a las características, necesidades y posibilidades de la diversidad de adolescentes y jóvenes. Además, será de gran ayuda escuchar cómo la población atenida plantea sus necesidades y busca solucionarlas.

3.

Existe una clasificación de tres modalidades a través de las cuales se puede llegar a desarrollar un servicio de salud sexual y reproductiva ami-

1 Punto 3.7 en Declaración Ministerial “Prevenir con Educación”. UNFPA, México, 2008. 2 Servicios de salud amigables para adolescentes y jóvenes. un modelo para adecuar las respuestas de los servicios de salud a las necesidades de adolescentes y jóvenes de Colombia. Segunda edición. Ministerio de la Protección Social/UNFPA, 2008, p.17. 14

Consulta diferenciada para adolescentes y jóvenes.

Unidades de salud amigables para adolescentes y jóvenes. Son ambientes exclusivos para adolescentes y jóvenes que comparten la infraestructura con otros servicios de salud. Hay profesionales capacitados/as para la atención de adolescentes y jóvenes y realizan sus labores en horarios de atención diferenciados y ajustados al tiempo de adolescentes y jóvenes. Centro de salud amigable para adolescentes y jóvenes. Es un espacio físico independiente a las instituciones de salud. Cuenta con profesionales especialistas con horarios permanentes y estables y está diseñado para atender de forma exclusiva a adolescentes y jóvenes y no sólo para prestar servicios de salud sino también donde se planteen dudas, expectativas, se organicen, etc.

Los servicios amigables buscan trabajar por la salud de las y los adolescentes y jóvenes, a quienes se reconoce como personas con derecho a la salud, a la información y que tiene la capacidad de tomar decisiones y contar con las medidas necesarias para tener una sexualidad plena, responsable, libre y saludable. Los servicios de sa-

3 Ibíd. p. 91-93.

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Las y los profesionales de salud amigables conocen, respetan y promueven los protocolos y normativas vigentes (internacionales, nacionales y estatales) que garantizan el acceso a esta población a los servicios de salud sexual y reproductiva.

Tienen en cuenta a la población joven facilitando su acceso y oportunidad frente al servicio.



Protegen y garantizan el acceso de las y los adolescentes y jóvenes a la información y a los servicios de salud sexual y reproductiva.

Transmiten el mensaje de que reconocen a las y los adolescentes y jóvenes como sujetos de derechos y como seres con dignidad, autónomos, libres y capaces de tomar decisiones.



Garantizan la privacidad y confidencial de la información brindada por las y los jóvenes y adolescentes.



Ofrecen la posibilidad de incorporar en la atención a personas significativas como sus padres o su pareja.

lud amigables se adecúan a estos sectores poblacionales y tienen como propósito tanto responder a sus necesidades como a sus expectativas y se identifican por los siguientes componentes. •







Los horarios son convenientes y se adecúan a los de las y los adolescentes y jóvenes.



Asumen la sexualidad como un aspecto fundamental de las personas.



Tienen como población objetivo y centro de interés a las y los adolescentes y jóvenes, por lo que los procedimientos administrativos se optimizan para darle prioridad a la prestación de servicios.



Escuchan las necesidades, expectativas y preferencias de la población a la que atienden.



Promueven la participación juvenil en la planeación, ejecución y evaluación para la mejora del servicio.



Promueve la participación juvenil social y comunitaria, e interactúa como promotor de desarrollo para su área de influencia.



Usan las herramientas de evaluación del servicio y escuchan a las y los jóvenes y adolescentes para determinar si los servicios de salud satisfacen sus necesidades.



Los servicios de salud amigables ofrecen disponibilidad permanente del paquete básico de servicios.



Hacen que el procedimiento previo a la atención sea fluido y cuentan con un sistema de seguimiento al adolescente que requirió el servicio. Los protocolos de atención son flexibles.4,5



Ofertan una amplia gama de servicios, los cuales responden a las necesidades y expectativas de los jóvenes.



Las y los profesionales y personal de servicios (administrativo, de servicios generales y vigilantes) de salud amigables tienen actitudes positivas hacia las y los adolescentes y jóvenes, les dan un trato respetuoso y están sensibilizados/as acerca de las características, necesidades, vulnerabilidades y preferencias de los adolescentes y establecen un diálogo abierto y respetuoso con ellas/ellos.



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Son de fácil acceso físico y están bien señalizados; los ambientes son diferenciados y los espacios permiten brindar atención con respeto y confidencialidad.

Las y los profesionales de salud amigables contribuyen a brindar un entorno confortable, y cuentan tanto con información acerca de cómo reaccionar, los procedimientos y los mecanismos a seguir ante cualquier caso de violencia sexual contra adolescentes y jóvenes, como organizaciones locales que protegen los derechos del niño y los derechos de la mujer.

4 Quintana, Alicia, y Catalina Hidalgo. Acortando distancias entre proveedores de salud y adolescentes y jóvenes. Servicios de salud amigables en Bolivia, Ecuador y Perú. IES/ Advocates for Youth. Lima, 2003, p.33-34. 5 Servicios de salud amigables para adolescentes y jóvenes…Op.Cit., p.93-101. 17

Los servicios de salud amigables a las y los adolescentes y jóvenes parten del principio de no discriminación y buscan que estos grupos poblacionales tengan un acceso universal y adecuado. En este marco, y considerando que en el país las relaciones sexuales no protegidas son la principal vía de transmisión del VIH, es necesario que los servicios amigables incluyan servicios eficaces de salud sexual y reproductiva, cuenten con medidas de educación integral en sexualidad y de prevención; briden medidas de prevención a diversas problemáticas que inciden en la salud (como el uso y abuso de drogas y alcohol); den atención, consejería, y orientación sobre el uso correcto de métodos de anticonceptivos; proporcionen condones; consideren la importancia de dar atención, brindar información sobre ITS y VIH, y proveer acceso efectivo a consejería y pruebas de detección de estas. Lo anterior, se esquematiza en el siguiente gráfico. La propuesta de los servicios amigables de salud sexual y reproductiva se basa, además de los aspectos mencionados, en la identificación de las necesidades y características de las personas adolescentes y jóvenes respecto a la salud sexual y reproductiva, así como en la satisfacción de sus necesidades. Debido a esto, en los apartados siguientes se abordan temas que se consideran estratégicos para entender diversas especificidades y problemáticas de las y los adolescentes y jóvenes actualmente.

Ilustración 3. Servicios amigables y eficaces de salud Fuente: Declaración Ministerial “Prevenir con Educación”. UNFPA, México, 2008.

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Adolescencia y juventud

Conocer quiénes son las y los adolescentes y jóvenes y comprender los cambios que experimentan, es una herramienta para que la prestación de servicios de salud dirigidos a esta población sea adecuada a sus necesidades y características, e impacte positivamente en su salud. Aspectos demográficos, sociales, psicológicos, biológicos, y culturales dan rasgos específicos a la identidad de jóvenes y adolescentes según el contexto en el cual se desarrollen. Debido a esto no se puede deducir que adolescentes y jóvenes sean identidades homogéneas. Sin embargo, esperando dar una aproximación a aspectos generales y comprender quienes son, en este apartado se ofrecen algunas conceptualizaciones y aspectos que les caracterizan. Para complementar esta información, se invita a las/los prestadoras/ es de servicios de salud a acercarse a ellas y ellos, escucharles, identificar su diversidad, preferencias, actitudes y valores. Con el propósito de dar una atención adecuada a esta población, es necesario no sólo reconocer variables dadas por lo social o lo cultural, sino también retomar categorías generales que contribuyan a delimitarla, tal como la edad. Así, la OMS y OPS definen la adolescencia como el periodo de 10 a 19 años de edad y la juventud como el periodo entre 15 y 24 años, mientras que el término de “personas jóvenes” hace referencia a ambos grupos. En este documento se utilizarán los términos adolescentes y jóvenes para denominar a hombres y mujeres entre los 10 y los 29 años considerando tanto el inicio de la adolescencia según agencias de Naciones Unidas –OMS y OPS- que son 10 años, y la edad límite hasta la que se considera a la juventud según algunas instituciones nacionales como el Instituto Mexicano de la Juventud1 (IMJUVE) y el Instituto Nacional de Geografía y Estadística (INEGI) que son 29 años.2

1 Por ejemplo, el artículo 2 de la Ley del Instituto Mexicano de la Juventud, reformado en el Diario Oficial de la Federación el 5 de Agosto de 2011, establece que “por su importancia estratégica para el desarrollo del país, la población cuya edad quede comprendida entre los 12 y 29 años, será objeto de las políticas, programas, servicios y acciones que el Instituto lleve a cabo, sin distinción de origen étnico o nacional, género, discapacidad, condición social, condiciones de salud, religión, opiniones, preferencias, estado civil o cualquier otra”. 2 Es interesante observar que no hay coincidencias acerca de la edad establecida para acotar el concepto de jóvenes entre las instituciones. Es decir, para el inicio de esta etapa se consideran en las nacionales los 12 años, mientras que en las de Naciones Unidas los 10 años; y acerca de la edad límite, el IMJUVE y el INEGI consideran los 29 años, mientras que el CONAPO los 24. 20

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Adolescencia La adolescencia es un término que se empezó a usar a partir de la segunda mitad del siglo XIX y que hoy hace referencia a una etapa del ciclo vital humano. Según la UNICEF, la adolescencia es un periodo de transición compleja entre la infancia y la edad adulta, llena de transformaciones y por momentos, perturbadora.1 Para su análisis, puede dividirse en las siguientes etapas: adolescencia temprana (de 10 a 13 años de edad), mediana (1416), y tardía (17-19).2



Establecen una escala de valores o códigos de ética propios.



Buscan pautas de identificación con sus pares.



Reflexionan sobre conceptos como la verdad y la justicia.



Adquieren nuevas responsabilidades.



Establecen su independencia emocional y psicológica.

La adolescencia ocurre en la pubertad, la cual se identifica por la presencia de determinados aspectos biológicos y fisiológicos. Sin embargo, la adolescencia no sólo hace referencia a transformaciones biológicas sino también psicológicas y sociales. Así, de manera general,3,4 durante esta etapa, los individuos:



Consideran su papel en la sociedad del futuro.



Transforman el entorno y el mundo que habitan.



Apropian y recrean características y atributos de la historia social de la gente con la que conviven.



Se perciben como invulnerables.



Adoptan actitudes y valores diferenciados por género sobre el comportamiento sexual.



Maduran sexualmente.



Redefinen su imagen corporal.



Aprenden a entender y vivir su sexualidad.



Desarrollan la capacidad de razonar con ideas más abstractas y de explorar los conceptos del bien y del mal.



Formulan hipótesis y meditan sobre el futuro.



Experimentan nuevas formas de hacer las cosas.



Buscan su autonomía, se individualizan e independizan –al menos simbólicamente.



Comienzan a cuestionarse a sí mismos y a los demás.



Advierten las complejidades y los matices de la vida.

1 “Adolescencia y juventud.” 2012. http://www.unicef.org/spanish/adolescence/index_bigpicture.html . 2 Para conocer los cambios biológicos, sociales y cognitivos en cada una de estas, ver: Servicios de salud amigables para adolescentes y jóvenes…, Op.Cit. p. 32 y 33. 3 Adolescencia. una etapa fundamental. UNICEF, Nueva York, 2002. 4 Esperanza, Tuñón, y Eroza, Enrique. “Género y Sexualidad Adolescente. La Búsqueda de un conocimiento Huidizo.” Estudios Sociológicos (enero-abril) 2001, p. 217.

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Es fundamental reconocer las características positivas que se presentan durante la adolescencia. Sin embargo, también es importante considerar elementos identificados en las y los adolescentes, que tienen como consecuencia la exposición al riesgo. La sensación de invulnerabilidad, la atracción de lo que no conocen, a lo que les es prohibido o establecido por los adultos, a lo que es definido como riesgo puede atraerles e impactar negativamente en su salud, incluyendo la sexual y la reproductiva. Esta propensión está ligada con las expectativas sociales diferenciadas para hombres y para mujeres, en donde tradicionalmente, se espera que los hombres tomen más riesgos, y las mujeres sean sumisas. Así, las relaciones sexuales entre adolescentes que sigan estos patrones pueden representar prácticas sexuales de riesgo, en tanto los hombres no usará preservativo para probar su virilidad y las mujeres, no exigirá su uso por vergüenza.

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Juventud En las definiciones de juventud intervienen dimensiones de tipo biológico, especialmente para marcar el inicio de la misma, y dimensiones de tipo social para marcar el fin, las cuales están relacionadas tanto con la plena adquisición de los derechos y deberes de los adultos 1 como con la consolidación del rol social e individual.2 Según la OMS las personas entre los 21 y los 24 años de edad pertenecen a este grupo. En cambio, el IMJUVE emplea un concepto más amplio de juventud que abarca hasta los 29 años, el cual se retoma en este documento.



Afirman los hábitos alimenticios, y aquellos relacionados con una vida sana, tales como decidir –o no– fumar, ingerir alcohol y drogas, etc.3

La juventud es una etapa relacionada con la preparación para asumir roles que permitan a los individuos organizar y conducir de manera autónoma su vida. Para esto es necesario brindar a las personas que se encuentren en esta etapa, los servicios y las condiciones adecuadas para su desarrollo y bienestar.

En esta etapa los individuos son adultos jóvenes, de quienes, idealmente, se espera que gocen de buena salud y que tengan habilidades físicas, sensoriales e intelectuales desarrolladas. En la juventud, algunas personas han conformado o están por conformar una familia, han ingresado o están por ingresar al mercado laboral; además, de manera general, se puede identificar que las y los jóvenes: •

Asumen su sexualidad como parte de su identidad y personalidad.



Cuestionan los patrones marcados por la sociedad adulta y por la cultura.



Buscan cambiar el orden social establecido.



Se vinculan con asociaciones, grupos o redes juveniles.



Tienen más control sobre sus vidas.



Toman decisiones más reflexivas que en etapas anteriores.



Analizan las consecuencias de sus actos.



Tienen la capacidad de pensar en abstracto.



Afinan la inteligencia contextual o práctica.

1 Mettifogo, Decio, y Rodrigo Sepúlveda. La situación y el tratamiento de jóvenes infractores de ley en Chile. Serie: Estudios CESC. Universidad de Chile/CESC, Santiago, 2004. 2 Para conocer los cambios biológicos, sociales y cognitivos en cada una de estas etapas, ver: Servicios de salud amigables para adolescentes y jóvenes…, Op.Cit. p.32. 24

3 Ibíd. p.32 y 33. 25

La importancia de la adolescencia y la juventud La adolescencia y la juventud son fundamentales en la vida de los individuos ya que las vivencias, experiencias, conocimientos, competencias y aptitudes que se presenten durante estas etapas tendrán impacto tanto en su vida actual como en la edad adulta. Por muchos años los términos de “adolescente” o “joven” eran objeto de estigmatizaciones o culpablizaciones (especialmente los jóvenes de clases socio económica bajas) y eran asociados a la irresponsabilidad, indiferencia, la agresividad, la inmadurez y otros conceptos negativos. Con el propósito de construir una sociedad más respetuosa, incluyente y tolerante, es necesario cuestionar esta perspectiva y reconocer todos los aspectos positivos que adolescentes y jóvenes muestran como la creatividad, la energía, el entusiasmo y la pasión por llevar a cabo proyectos, entre otros.

Para asegurar que las personas jóvenes sientan confianza en la toma de decisiones sobre su vida sexual y reproductiva, los servicios de salud deberán de reconocer su capacidad de hacerlo y respetar sus elecciones; ofrecer espacios seguros, participativos, incluyentes y asertivos para tomar decisiones; brindar información suficiente y adecuada que les permita decidir lo que mejor se adecúe a ellos/ellas, y acompañarles en el proceso de la toma de consciencia sobre la importancia de cuidar su salud sexual y reproductiva a través de acciones individuales responsables. Sobre estas, habrá que hacer hincapié en que sus decisiones tienen consecuencias en sí mismos/ as, en sus parejas y la comunidad; por ejemplo, decidir usar condón en una relación sexual, les protegerá de una ITS, protegerán a sus parejas y además, con su decisión, estarán tomando medidas que pueden contribuir a reducir los casos de incidencia de determinada infección en su comunidad. v

Además de lo anterior, la UNICEF llama la atención sobre el papel fundamental que adolescentes y jóvenes tienen para evitar el aumento de casos VIH/SIDA, contribuir a crear un  entorno protector contra la violencia, la explotación y el abuso, y para el  desarrollo de un macro político dirigido a aumentar la inversión social en temas que afectan a los niños, niñas y adolescentes.1 Durante la adolescencia temprana hay un desarrollo significativo en el lóbulo frontal del cerebro, el cual gobierna el razonamiento y la toma de decisiones.2 Más tarde, durante la adolescencia tardía, el cerebro continúa desarrollándose y reorganizándose, aumentando la capacidad para el pensamiento analítico y reflexivo. 3 Estos rasgos son de gran transcendencia ya que hacen evidente la capacidad de adolescentes y jóvenes para tomar decisiones y reflexionar sobre el impacto de éstas sobre sus vidas. En este marco, estas etapas resultan idóneas para plantear a las y los adolescentes y jóvenes la responsabilidad y cuidados necesarios en el inicio de su vida sexual y la importancia de tener prácticas sexuales seguras.

1 Durante la Cumbre Mundial en favor de la infancia de 1990, los niños y niñas adolescentes expresaron sus opiniones sobre los problemas que los afectan, y su contribución a la elaboración del documento final fue decisiva. En: Estado mundial de la infancia 2011. La adolescencia. una época de oportunidades. UNICEF, 2011, Nueva York. 2 Este toma más tiempo y comienza más tarde en los varones que en las niñas –quienes entran en la pubertad de 12 a 18 meses que los varones-, provocando que actúen más impulsivamente que en las niñas, conducta que también está combinada con patrones socioculturales de género. 3 Ibíd. p. 6. 26

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Sexualidad La sexualidad humana es un concepto que alude a una dimensión fundamental del ser humano que está presente a lo largo de toda su vida, y se refiere a las maneras en las que las personas piensan, entienden, disfrutan –o niegan– su cuerpo y también a ciertas prácticas ligadas a este.1 Según la OMS, la sexualidad incluye el sexo, las identidades y roles de género, el erotismo, el placer, la intimidad, la reproducción y la orientación sexual. Se vivencia y expresa de forma diferenciada a través de pensamientos, fantasías, deseos, creencias, actitudes, valores, conductas, prácticas, papeles y relaciones interpersonales; y está determinada por la interacción de factores biológicos, psicológicos, sociales, económicos, políticos, culturales, éticos, legales, históricos, religiosos y espirituales. En el siguiente cuadro, se ofrecen breves definiciones de los componentes de la sexualidad para su mejor comprensión. Sexo: Es usado para referirse a la diferencia anatómica entre hombres y mujeres. El sexo es un dato biológico, que, según los aportes de la teoría feminista, no puede limitarse a aludir a categorías binarias y claramente delimitadas como hombre/mujer, varón/hembra, masculino/femenino, las cuales más bien son producto de una nuestra cultura y no de características biológicas o realidades universales. Así, es necesario recocer cuando definamos al sexo la existencia de categorías sexuales múltiples y la intersexualidad - presencia en un individuo de ambos tipos de gónadas, o sea, testículos y ovarios al mismo tiempo. 2 Identidad de género: Remite a la realidad psíquica de cada persona.3 La identidad de género no depende del sexo biológico sino que se constituye a través de experiencias vividas desde el nacimiento, discursos, ritos y costumbres atribuidos a cierto género,4 los cuales son interiorizados y vividos por los individuos.

que debe ser femenino o masculino, lo cual está determinado socioculturalmente y por lo general está estructurado de manera jerárquica e implica desigualdad. 5 Erotismo: Es la potencialidad humana de generar y compartir el placer erótico generado por el deseo, la excitación y el orgasmo. Incluye los fenómenos sensoriales, emocionales, subjetivos y simbólicos, conscientes e inconscientes, cognitivos e ideológicos, los cuales activan la respuesta genital y corporal. El erotismo se puede manifestar en goce, alegría, agresión, horror y puede generar placer, frustración o malestar. 6

Placer: Se refiere al goce, disfrute y satisfacción y es el resultado de la interrelación de la subjetividad del individuo con el funcionamiento de los cinco sentidos, su entorno y la presencia de otra/s persona/s que son percibidas como estímulos eficaces.7 Como mencionamos el erotismo y placer erótico están relacionados. El placer es un elemento de la sexualidad que debe ser reconocido en todos los individuos, y al cual todas las personas tienen derecho, siempre que este no viole la integridad o deseos de otro individuo. Intimidad: Se relaciona con la esfera privada, con la separación temporal y espiritual de un individuo y sus actos de la comunidad y con la afirmación de su autonomía e identidad. Giddens la define como “la manifestación de las emociones y actos que el individuo no puede hacer patente ante una mirada pública”8. La intimidad es un componente de la sexualidad y puede ser comunicada de manera emocional y compartida con uno o más individuos, proceso en el cual se reconocen y respetan las características e identidad de cada uno/a.

Rol de género: Son las funciones y papeles sociales que se cumplen cuando se actúa de acuerdo con definiciones de lo que se considera lo

Orientación sexual: Es el deseo o atracción erótico-afectivos hacia otras personas. Esta existe a lo largo del continuo que va desde la heterosexualidad exclusiva hasta la homosexualidad exclusiva e incluye diversas formas de bisexualidad y se manifiesta en forma de comportamientos, pensamientos y fantasías o deseos sexuales, o en una combinación de estos elementos.9

Et. Al. Borrador de glosario regional sobre educación integral de la sexualidad, VIH y SIDA para América Latina y el Caribe, CENSIDA/Secretaría de Salud, México, (mimeo). 2 Castellanos, Gabriela. Sexo, género y feminismo. Tres categorías en pugna. Universidad de Valle, Centro de Estudios de Género, Mujer y Sociedad, Cali, 2006, s/p. 3 Ídem. 4 Glosario regional sobre educación integral de la sexualidad, VIH y SIDA para América Latina y el Caribe… Op.Cit.

5 Leñero, Martha. Equidad de género y prevención de la violencia en preescolar. SEP, México, 2009, p. 18. 6 Lagarde y de los Ríos, Marcela. Los cautiverios de las mujeres: Madresposas, monjas, putas, presas y locas. UNAM, México, 2001.  7 Glosario regional sobre educación integral de la sexualidad, VIH y SIDA para América Latina y el Caribe…Op.Cit. 8 Giddens, Anthony. La transformación de la intimidad. sexualidad, amor y erotismo en las sociedades modernas. Teorema. Segunda edición, Cátedra, Madrid, 1998, p. 84. 9 Guía para la acción pública contra la homofobia, CONAPRED, México, 2012, p.16.

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La sexualidad, es una dimensión humana que se construye a través de las vivencias en lo individual, en lo familiar y lo social, y se estructura por un conjunto de reglas, normas, valores, prohibiciones y costumbres. Eusebio Rubio-Arreoles10 propone entender la sexualidad como un sistema formado por 4 holones (o potencialidades) sexuales que se interrelacionan y que su consideración permite tener un abordaje integral de este concepto. Los holones son: la reproductividad, el género, el del erotismo y la vinculación afectiva interpersonal. Según el autor, el de la reproducción está relacionado con la capacidad de las personas para procrearse, de las responsabilidades en la educación de otros seres humanos, esto tanto para hombres como mujeres. El de género se refiere a las ideas, actitudes, valores, suposiciones, emociones y visión del mundo acerca de lo femenino y lo masculino. El de la vinculación afectiva alude a la capacidad humana de formar lazos a través de los sentimientos hacia otras personas. Y el del erotismo es el potencial que permite experimentar el deseo y el placer sexual. El abordar la sexualidad desde los 4 holones excluye la idea de que es algo “natural”, biológico o bien sólo referido a la reproducción. Además, es importante notar que la sexualidad es una construcción sociocultural cuya conceptualización, abordaje y temas relacionados son cambiantes y se transforman según el contexto histórico, por lo que variará en diferentes momentos y lugares y adquirirá sentidos diferentes entre cada grupo poblacional. Por ejemplo, la vivencia y significado de sexualidad será diferente entre los adolescentes y jóvenes del área metropolitana de Monterrey y de las comunidades tzetales en los Altos de Chiapas. Por todo esto, es importante que los servicios de salud tomen en cuenta los diferentes componentes, significados y expresiones de la sexualidad entre las y los adolescentes y jóvenes para darles información para la toma de decisiones asertivas, brindarles servicios integrales que les permitan vivir su sexualidad de manera plena, libre y responsable, así como reconocer a esta población como sujetos de derechos y responsabilidades.

10 Rubio-Aurioles, Eusebio. “Modelo holónico de la sexualidad humana.”, 2012.   http://www. amssac.org/biblioteca/potencialidades-humanas/ 30

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Género y sexualidad

El género es una categoría analítica que remite al conjunto de valores, normas, prácticas, creencias y discursos asociados al significado de lo masculino y lo femenino en la sociedad, a las identidades de hombres y mujeres, a las relaciones sociales y culturales entre personas de distinto sexo, y a los de hombres y mujeres. El género está en estrecha relación con el sexo, entendido este como un aspecto biológico. Así, el género alude a la construcción sociocultural de las distinciones anatómicas que constituyen la diferencia sexual. La construcción de género que permea en nuestra sociedad, da cuenta de un binarismo sexual, jerárquico y excluyente basada en los pares masculino/femenino, hombres/mujer; este sistema de clasificación, no sólo otorga a lo femenino y las mujeres un lugar de subordinación ante lo masculino o los hombres, crea desigualdad no sólo entre mujeres y hombres, sino entre las mujeres y entre los hombres, además de que invisibiliza a las identidades que no se identifiquen con estas categorías binarias. La autoexpresión de la masculinidad o feminidad –según sean entendidas en cada cultura- de cada individuo no dependen del sexo biológico, ni de ciertas características anatómicas, y fisiológicas, sino de las experiencias vividas desde la infancia, de cómo cada persona asume y se identifica con la división de roles sociales para hombres y mujeres y de las relaciones sociales en las que se está inmerso. A la vivencia y expresión de la masculinidad y la feminidad se le conoce como identidad de género, la cual no es sólo un producto social que determina y define a los individuos sino una posibilidad de ser y actuar, lo cual, en cierta medida, es elegido y reafirmado por cada persona. Tomar en cuenta al género en el abordaje de la sexualidad puede ayudar a entender cómo operan los estereotipos de género, la manera en que se manifiestan, cómo se reproducen o vulneran las relaciones de poder en las relaciones de género, cómo influyen éstas en la manera que hombres y mujeres viven, disfrutan y cuidan su cuerpo, cómo se expresan las diferentes identidades de género, etc. Además, considerar esta categoría, 32

contribuirá a entender cómo las diferencias y desigualdades entre hombres y mujeres se manifiestan en las prácticas sexuales. Por ejemplo, el asociar a las mujeres con la idea de que son sujetos débiles y el que se les descalifique como personas con la libertad y la capacidad para decidir sobre sus cuerpos, pueden tener como consecuencia que ellas no se sientan con la capacidad y/o autoestima para exigir a su compañero el uso del condón en una relación sexual, o bien que sus decisiones sobre su sexualidad y sobre su salud sexual y reproductiva no sean respetados. En el abordaje de la sexualidad, tomando en cuenta las diferencias y desigualdades de género,1 un tema esencial es el de las masculinidades. Esto se refiere a cómo se construye la identidad de los hombres en una sociedad determinada, qué implica esta construcción, qué roles conlleva, que expectativas sociales hay para ellos, cuáles son las normas que los rigen, entre otros. En la construcción de las masculinidades están relacionadas ciertas problemáticas como la mortalidad masculina, la cultura de la violencia en la identidad masculina, las tendencias al alcoholismo, estilos de paternidad, el papel masculino en la reproducción, diversidad sexual, la homofobia, entre otros. 2 Para ejemplificar este tema, se puede mencionar que la asociación de los hombres como sujetos no vulnerables y las expectativas sociales para que éstos lo demuestren tomando riesgos y enfrentando peligros, pone en situaciones de riesgo en sus prácticas sexuales a los adolescentes y los jóvenes, teniendo consecuencias no sólo en ellos sino también en sus parejas, y tener implicaciones que pueden incluir las infecciones de VIH/SIDA o de ITS. 3 Por otra parte, las mujeres jóvenes son vulnerables debido que la feminidad está construida a partir de relaciones de género desiguales, jerarquizadas y excluyentes que implican situaciones de desventaja de las muje1 A esto se le 2 Rodríguez,

conoce como perspectiva de género. Gabriela. Guía de actividades. Módulo III. Género, salud y sexualidad. Diplomado Formación Cívica y Ética. Nexos/SEP/Dirección General de Formación Continua de Maestros en Servicio, México, 2008, p.30-33. 3 Ante la construcción de las masculinidades a partir del riesgo, hay esfuerzos que se han concentrado en forjar nuevas masculinidades, las cuales partan del respeto y cuidado de sí mismos y de las demás. En relación con esto se encuentra la importancia de fomentar en los varones responsabilidades productivas, en donde se pone énfasis en el comportamiento sexual de los hombres y cómo éstos se enfrentan al hecho reproductivo. Entre las consecuencias positivas de fomentar esta responsabilidad es el uso de anticonceptivos, su involucramiento para evitar embarazos no deseados y a la paternidad responsable. La última se refiere a la participación de los varones durante el nacimiento y crianza de sus hijos y/o hijas. 33

res frente a los hombres. La consecuencia de esto es que las adolescentes y las jóvenes pueden tener poco o nulo acceso y control sobre recursos, como lo es la información sobre salud sexual y reproductiva, incluyendo la prevención del VIH/SIDA, anticoncepción o cualquier tema relacionado con su sexualidad; también es más común que ellas realicen trabajo sexual o tengan sexo intergeneracional, lo cual aumenta las probabilidades de adquirir VIH y otras ITS; que sean víctimas de abuso sexual, y que no sea socializado el derecho y la importancia de que estas usen preservativos durante las relaciones sexuales e incluso que los exijan. Las y los adolescentes y jóvenes tienen necesidades y desafíos específicos en cuanto a planificación familiar y salud sexual y reproductiva, relacionados sobre todo con la infección de VIH/SIDA, la protección de la sexualidad y la postergación de la maternidad.4 Así al brindarles servicios de salud, es fundamental considerar cómo influyen y ser sensibles ante las diferencias y desigualdades de género, la edad, la pertenencia étnica, etcétera, y asegurar que los servicios de salud no reproduzcan o reafirmen dichas desigualdades, sino que contribuyan a eliminar cualquier brecha social y asegurar el desarrollo de los individuos.

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Situación actual de los jóvenes en México, CONAPO, México, 2010.

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Sexualidad adolescente y vulnerabilidad De manera general, las y los adolescentes jóvenes son vulnerables socialmente, lo cual tiene consecuencias en su desarrollo y en su salud. La vulnerabilidad tiene varias causas, algunas de estas son: •

La concepción que define a las y los adolescentes y jóvenes como personas inmaduras y débiles.



El reconocimiento formal de sus derechos es relativamente reciente.



Obstáculos culturales e institucionales que impiden el pleno ejercicio de sus derechos. Por ello, se hace necesario el afinamiento de los mecanismos de protección a estos sectores poblacionales.



Las desigualdades relacionadas con la edad se entrecruzan con otras como las derivadas del género, del sector socio económico o grupo étnico al que pertenecen, etc.

promover sus derechos sexuales y reproductivos, es importante que los servicios de salud reconozcan y sean sensibles a las problemática a las que se enfrentan las y los adolescentes y jóvenes que atienden, provean información para desarrollar conocimientos y habilidades que permitan tomar decisiones responsables y libres sobre su sexualidad, incluyendo la prevención de VIH/SIDA e ITS. Asimismo, resulta fundamental superar la visión que definía a las y los adolescentes y jóvenes como incapaces, inmaduros, e irresponsables, y reconocer su dignidad, derechos, potencialidades, y verles como individuos autónomos y capaces.

Lo anterior se suma a problemáticas generalizadas como la pobreza, la violencia (política, social, familiar y/o individual), la trata de personas, la explotación infantil, el desempleo juvenil, la falta de atención de algunos sistemas de apoyo a las y los jóvenes y a sus familias, hacen que los miembros de estos grupos poblacionales, en ciertos contextos políticos y sociales, se enfrenten a factores y situaciones de riesgo que limitan su desarrollo y que impiden la vivencia de una sexualidad plena, libre y digna. La vulnerabilidad a la que se enfrentan adolescentes y jóvenes y las situaciones de riesgo condicionan su salud y pueden tener como consecuencia el abuso y la explotación sexual, las prácticas sexuales de riesgo, el embarazo no deseado, la mortalidad materno infantil, la prostitución forzada, la infección de VIH/SIDA y la transmisión de infecciones sexuales, etc. Además, de estos, hay otros elementos que afectan de manera negativa en la salud como los problemas de adicciones, trastornos emocionales (estrés y depresión que pueden llevar al suicidio) y/o nutricionales (anorexia, bulimia, vigorexia y obesidad). Para evitar esto y con el propósito de promover e incidir de manera positiva la salud sexual y reproductiva de las y los jóvenes, reconocer y 36

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Salud sexual y reproductiva para jóvenes y adolescentes En la IV Conferencia Internacional de Población y Desarrollo del Cairo en 1994 se hizo pública la importancia de que agencias internacionales, gobiernos, organizaciones no gubernamentales y donantes formularan políticas públicas y programas para satisfacer las necesidades y proteger los derechos de las y los adolescentes de países en vías de desarrollo. Además, se hizo énfasis en el derecho de las y los adolescentes a la educación sexual, a recibir información sobre salud sexual y reproductiva, y a tener servicios adecuados a sus necesidades que les permitieran un manejo positivo y responsable de su sexualidad.1 Considerando este marco y con el propósito de brindar servicios de salud adecuados para las y los adolescentes, estos tendrán que ser diferenciados2 de los ofrecidos en la adultez. Es decir, deberán considerar las especificidades de este grupo poblacional –lo demográfico, lo social y lo cultural-, valores,3 identidades y actitudes -de ambos sexos-, para de esta manera dar respuesta a sus necesidades específicas de salud y expectativas. Los servicios diferenciados para adolescentes y enfocados a proteger y mantener su salud sexual y reproductiva contribuirán a preservar, fomentar y mejorar su salud de manera integral. Además, de manera específica, darán elementos para ejercer una sexualidad libre, plena, responsable y sin riesgos, y dentro de esto, prevenir el VIH/SIDA e infecciones de transmisión sexual (ITS) y factores y situaciones de riesgo relacionados con el abuso sexual, embarazos no planeados, abortos, entre otros. Los términos de salud sexual y reproductiva están íntimamente ligados, sin embargo uno no equivale o sustituye al otro, y ninguno de los dos puede limitarse a la procreación. Por ejemplo, las experiencias de las y los adolescentes, quienes exploran su sexualidad y establecen prácticas sexuales sin el deseo de reproducirse, tomando las medidas anticonceptivas para esto, están relacionadas con elementos tanto de la salud sexual como de la reproductiva. Considerando la estrecha relación entre estos dos términos, se recomienda que los servicios de salud tengan una perspectiva que tome en cuenta ambos con el propósito de dar un tratamiento integral a los temas sobre sexualidad y salud adolescente. 1 The Sexual y Reproductive Health of Younger Adolescents. Rsearch Issues in Developing Countries. OMS, Ginebra, 2011. 2 Con el término servicios de salud diferenciados se alude a aquellos que toman en cuenta las características específicas del grupo población al que atienden. 3 Los valores no pueden desligarse del concepto de salud sexual y reproductiva en tanto la salud se considera como un estado de bienestar integral. Además la atención y la promoción de la salud basadas en la ciencia no pueden llevarse a cabo desde una perspectiva totalmente desligada de los valores. 38

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Salud sexual das sociedades y a la estigmatización de prácticas que no se reconocen como la norma, por ejemplo las relaciones sexuales entre personas del mismo sexo.

La salud sexual, según la OPS, es un proceso continuo de bienestar físico, psicológico y sociocultural relacionado con la sexualidad que se hace evidente en las expresiones libres y responsables de capacidades sexuales que conducen al bienestar personal y social, enriqueciendo la vida individual y social de los individuos. 1

A partir de la IV Conferencia Internacional de Población y Desarrollo del Cairo en 1994 se ha hecho énfasis en que el término de salud sexual no debe de limitarse a la procreación, al asesoramiento y a la atención en materia de reproducción y de infecciones de transmisión sexual, sino que debe trascender al desarrollo de la vida de manera integral y de las relaciones personales. En este marco, la salud sexual se entiende como la capacidad de disfrutar de una vida sexual satisfactoria y sin riesgos.

La salud sexual no se refiere sólo a la ausencia de disfunciones, enfermedades y/o dolencias sino que hace referencia a un estado de bienestar integral relacionado con todos los aspectos relacionados con la sexualidad. Ejemplos de indicadores de la salud sexual, según la OMS y la OPS, son: el conocimiento y aprecio del propio cuerpo, el desarrollo de relaciones relevantes y la capacidad de negociación. La salud sexual requiere un acercamiento positivo y respetuoso a la sexualidad, a las relaciones sexuales, y a las posibilidades de los individuos de tener experiencias sexuales placenteras y seguras, libres de coerción, discriminación y violencia. La salud sexual está influida por lo social, encontrándose estrechamente ligada a factores físicos, psicológicos, cognitivos, socioculturales, religiosos, legales, políticos, y económicos. Así, no resulta pertinente dar explicaciones o soluciones a problemas de salud sexual que se reduzcan a “disfunciones sexuales” a nivel individual, sino es necesaria una perspectiva, un diagnóstico y tratamiento integrales, que atiendan las especificaciones del caso que se presente.2 En el marco de la salud sexual no se busca clasificar una sexualidad sana de la que no lo es, sino lograr un estado de completo bienestar. Además, la conceptualización de una sexualidad sana llevaría a crear o reproducir prejuicios o normas que se consideran como aceptables en determina1 Para la OMS es un estado de bienestar de bienestar físico, mental y social relacionado con todos los aspectos de la sexualidad. 2 Measuring sexual health: conceptual y practical considerations y related indicators, OMS/UNFPA, Geneva, 2010, p. 3. 40

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Salud reproductiva

Según la OMS, la salud reproductiva supone un estado de bienestar físico, mental y social en lo referente al sistema reproductor, sus funciones y procesos a lo largo de la vida, y no solamente a la ausencia de enfermedad o afecciones. La salud reproductiva implica que las personas son capaces de tener una vida sexual responsable y satisfactoria, saludable y sin riesgos, y la libertad de reproducirse en el momento y con la frecuencia que lo deseen. En la salud reproductiva está implícito el derecho de hombres y mujeres a estar informados y a tener acceso a métodos de control de natalidad seguros, efectivos, asequibles, aceptables y de su elección. También supone el derecho de tener acceso a servicios de salud apropiados que permitan a las mujeres tener un embarazo y un parto sin riesgos y que den a las parejas las posibilidades de tener un hijo sano o una hija sana. La salud reproductiva trasciende al periodo reproductivo y a la procreación en sí misma y está relacionada con el ejercicio de una sexualidad responsable y sin riesgos; el bienestar de la madre, del niño en gestación, de los infantes y de las y los adolescentes.1 También está ligada con los servicios de planificación familiar y anticoncepción; la prevención, detección y tratamiento de enfermedades del sistema reproductor; las relaciones interpersonales y los valores de las personas. Considerando lo anterior, se afirma que la salud reproductiva contribuye a evitar abuso sexual, embarazos no planeados, la muerte prematura de niños y niñas e infecciones de transmisión sexual y el VIH/SIDA.

1 Glosario regional sobre educación integral de la sexualidad, VIH y SIDA para América Latina y el Caribe… Op.Cit. 42

Derechos humanos, sexuales y reproductivos

Los derechos humanos son todas aquellas facultades y libertades fundamentales inherentes a los seres humanos por el sólo hecho de serlo, y cuyo efectivo ejercicio es indispensable para favorecer su desarrollo integral.1 Estos derechos son obligatorios y están establecidos en la Constitución y en las leyes y distintas disposiciones normativas que emanan de ésta, por lo que deben ser reconocidos y garantizados por el Estado.2 La Comisión Nacional de Derechos Humanos señala que quienes vivimos en el país, tenemos la obligación de respetar los derechos humanos de las demás personas. Además, esta institución puntualiza que, según el mandato constitucional, quienes tienen mayor responsabilidad en este sentido son los hombres y mujeres que ejercen la función de servidores públicos.3 De ahí la importancia de que las/los prestadoras/es de servicios de salud se familiaricen con los temas de derechos humanos, y con ellos de los derechos sexuales y reproductivos. Los derechos humanos son universales y tienen como fundamento la dignidad humana. De esto se desprende que todas las personas tienen los mismos derechos sin importar cualquier frontera territorial o diferencia social, racial, étnica, cultural, político o económica.4 También se considera que son inalienables, es decir que son inherentes a todas las personas;5 por lo tanto, “todo ser humano, por el hecho de serlo, es titular de derechos fundamentales que nadie -ni el Estado, ni otras personas o grupos sociales- puede arrebatarle”.6 Sobre esto hay que decir que el Estado tiene la obligación de respetar, proteger y hacer 1 Glosario regional sobre educación integral de la sexualidad, VIH y SIDA para América Latina y el Caribe…Op.Cit. 2 “¿Qué son los Derechos Humanos?» 2012. 05/2012. http://www.cndh.org.mx/ node/30 . 3 Ídem. 4 Et. Al., Glosario de términos básicos sobre derechos humanos, CDHDF/UIA, México, 2005, 54 p.p. 5 Ídem. 6 “América Latina genera. Gestión del conocimiento para la igualdad de género.”2011.http:// www.americalatinagenera.org/es/index.php?option=com_content&view=article&i d=360&Itemid=185 . 43

cumplir los derechos humanos, y de garantizar las condiciones para su ejercicio. Además, son indivisibles, interdependientes e interrelacionados, lo cual implica que todos los derechos civiles, políticos, sociales, económicos, culturales o colectivos son necesarios para el desarrollo de la dignidad y vida humana, y que ningún derecho debe sustituirse o privilegiarse sobre otro.

reclamo está condicionado a las características y posibilidades del país. 9 Los derechos de “Tercera generación” son los de los Pueblos o de Solidaridad. Estos surgen en fechas recientes, ante la necesidad de cooperación entre las naciones y comprenden derechos que hacen referencia a 3 tipos de bienes en los cuales se pueden englobar, estos son: paz, desarrollo y medio ambiente. Estos pertenecen a grupos de personas con un interés común y pueden ser reclamados ante el Estado o ante la Comunidad Internacional.10

Estos derechos también son históricos, es decir, son construcciones elaboradas por las personas en contextos determinados y los cuales no permanecen estáticos, sino que son dinámicos y se transforman. Los derechos humanos han sido el resultado de movilizaciones sociales, “conflictos internacionales y transformaciones geopolíticas, tecnológicas y culturales”7, demandas sociales y políticas de ciertos sectores y grupos sociales. Actualmente, hay una clasificación de los derechos humanos de carácter histórico que  considera cronológicamente su aparición o reconocimiento por parte del orden jurídico normativo. Esta hace un corte de tres generaciones reconocidas por el derecho internacional, en donde una da paso a la otra. Cada una de estas generaciones hace referencia a ciertos derechos. Así, se establece que los derechos de “Primera generación” integran libertades fundamentales, derechos civiles y políticos. Estos surgen con la Revolución Francesa y a través de ellos, se busca imponer que el Estado o cualquier autoridad respeten siempre los Derechos Fundamentales de los individuos, como el derecho a la vida, a la libertad, a la igualdad, etc.8 Los derechos de “Segunda generación” incluyen los de tipo colectivo, los derechos sociales, económicos y culturales. Éstos tienen como propósito mejorar las condiciones de vida de las personas. Surgieron en el contexto de la Revolución Industrial y fue en la Constitución mexicana de 1917 cuando se incluyeron por primera vez en el mundo. Los derechos de esta generación amplían las esferas de responsabilidad del Estado y su 7 Glosario regional sobre educación integral de la sexualidad, VIH y SIDA para América Latina y el Caribe…Op.Cit. 8 Aguilar, Magdalena. “Las tres generaciones de derechos humanos”, en  Derechos Humanos. abril 1998, 93-102. 44

9 Ídem. 10 Ídem. 45

Los derechos sexuales y reproductivos en el marco de los derechos humanos

Los derechos sexuales y reproductivos actualmente son parte de la cultura de los derechos humanos. El argumento principal en dicha vinculación es que la sexualidad es una dimensión inherente a todo ser humano, presente desde su nacimiento hasta la muerte. 1 Los sexuales y reproductivos resultan esenciales para asegurar la libertad, igualdad dignidad y desarrollo de las personas. Además, debido a que los derechos humanos reconocen la interdependencia de los derechos, los sexuales y reproductivos no sólo suponen el ejercicio de otros, sino que también son protegidos por ellos. Los derechos humanos con los que se encuentran relacionados son: El derecho a la salud El derecho a la vida El derecho a la educación e información

rechos humanos deberán de basarse en los principios de universalidad, inalienabilidad e indivisibilidad,3 equidad y no discriminación, participación e inclusión.4 Considerando esto, estos derechos competen a las mujeres, los hombres, las parejas, los matrimonios, las y los adolescentes, los homosexuales, lesbianas, bisexuales, personas trans e intersexuales, es decir a todas las personas independientemente de su edad, sexo, identidad y/o preferencia sexual. En tanto que la sexualidad es una dimensión que va más allá de lo reproductivo, y los derechos sexuales y reproductivos hacen referencia a esta, tales derechos no sólo se limitan al acceso de las personas a métodos anticonceptivos, a la planificación familiar y al derecho al aborto, sino a situaciones que involucran todos los componentes de la sexualidad. En el proceso de reconocimiento de estos derechos como humanos ha habido obstáculos derivados de ideologías conservadoras que se oponen tanto a reconocer aspectos de la vida privada –ligados con el cuerpo y la sexualidad- que históricamente habían estado excluidos de las esferas política y legislativa, como a la ampliación de los derechos humanos de las personas para adquirir autonomía sobre su propio cuerpo y sexualidad, 5 siendo víctimas de esto en la mayoría de los casos, las mujeres, las personas que desafían las normas de género y sexualidad y los menores de edad.

El derecho a la privacidad El derecho a decidir el número y espaciamiento de los hijos El derecho a vivir sin violencia El derecho a consentir al matrimonio y a la equidad dentro del mismo El derecho a no sufrir prácticas que perjudiquen a las niñas y a las mujeres El derecho a vivir sin discriminación2 Los derechos sexuales y reproductivos al estar bajo el marco de los de1 Et. Al. Marco Internacional y Nacional de los Derechos Sexuales de Adolescentes,

CDHDF/Afluentes, México, 2006, p. 172. 2 Ahumada, Claudia, y Shannon Kowalski-Morton. Derechos sexuales y derechos reproductivos. Guía para activistas jóvenes, Plan International, Ayuda en Acción/UNFPA-Ecuador, Ottawa, 2006. 46

A pesar de lo anterior, ha habido grandes avances en el reconocimiento de estos en marcos internacionales, nacionales y estatales, y en el desarrollo de su conceptualización. Esto ha sido gracias al esfuerzo de movimientos de mujeres, de la comunidad de la diversidad sexual,6 y grupos juveniles. El impulso que han dado estos grupos a los derechos sexuales y reproductivos ha derivado, entre otros factores, de la necesidad por el reconocimiento de los derechos de las mujeres a decidir sobre sus cuerpos –evitando así embarazos no deseados-, por reconocer la libertad sexual de adolescentes y jóvenes, por atender y respetar a quienes viven con Derechos sexuales: Una declaración de IPPF. IPPF, Londres, 2006. Estos cuatro principios, son algunos de los reafirmados en la Conferencia Internacional de los Derechos Humanos de Viena en 1993. 5 Facia, Alda. Los derechos reproductivos son derechos humanos. IIDH/UNFPA, San José, 2008. 6 “América Latina genera. Gestión del conocimiento para la igualdad de género.”…Op.Cit. 3 4

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VIH/SIDA, y por llamar la atención sobre la importancia del respeto y la no discriminación a la diversidad sexual.7 Aunque al inicio la sexualidad, la salud sexual, la salud reproductiva, los derechos sexuales y reproductivos no estaban integrados en las primeras declaraciones de derechos humanos, ni tampoco se encontraran precisados, en conjunción con otros movimientos como el feminista, encontraron espacios de incidencia en la armonización de diferentes leyes y legislaciones en el mundo. Como resultado, actualmente están protegidos indirectamente por múltiples tratados y conferencias, además de que se sigue trabajando en su conceptualización para afinarlos y en construir mecanismos para garantizar su ejercicio. Entre ellos están los Principios de Yogyakarta sobre la Aplicación de la Legislación Internacional de Derechos Humanos a las cuestiones de Orientación Sexual e Identidad de Género, adoptados en 2006, los cuales fueron desarrollados como respuesta al abuso sistemático en contra de personas por su orientación sexual o a su identidad de género, real o percibida. Así, los Principios de Yogyakarta establecen los estándares legales acerca de las formas en que los gobiernos y otros actores podrían detener la violencia, el abuso y la discriminación contra lesbianas, homosexuales, bisexuales, transexuales, personas intersexuales y transgénero, con el propósito de asegurar una igualdad plena. El Programa de Acción de la Conferencia Internacional sobre Población y Desarrollo de El Cairo en 1994 es el primer instrumento internacional que incluye de manera explícita la “salud sexual y reproductiva” y los “derechos reproductivos” dentro de los derechos humanos a proteger. Un año después, en 1995, la Plataforma de Acción de la IV Conferencia Mundial sobre la Mujer, celebrada en Beijing, reafirmó la definición de los derechos reproductivos y amplió el alcance de los derechos de las mujeres a cuestiones que podrían reconocerse como una formulación inicial de los derechos sexuales: “Los derechos humanos de la mujer incluyen su derecho a tener control sobre las cuestiones relativas a su sexualidad, incluida su salud sexual y reproductiva, y decidir libremente respecto de esas cuestiones, sin verse sujeta a la coerción, la discriminación y la violencia. Las relaciones igualitarias entre la mujer y el hombre respecto de las relaciones sexuales y la reproducción, incluido el pleno respeto de 7 Et. Al. Marco Internacional y Nacional de los Derechos Sexuales de Adolescentes, CDHDF/Alfuentes, México, 2006. 48

la integridad de la persona, exigen el respeto y el consentimiento recíprocos y la voluntad de asumir conjuntamente la responsabilidad delas consecuencias del comportamiento sexual” (Párrafo 96).8 Hoy los derechos sexuales y reproductivos se encuentran protegidos por la legislación internacional referente a derechos humanos, incluyendo documentos y protocolos de las Naciones Unidas. Entre los principales instrumentos legales internacionales se encuentran: la Declaración Universal de los Derechos Humanos (1948); el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos (1976); el Pacto de Derechos Económicos y Sociales (1976); la Convención Internacional para la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación contra la Mujer (1981); Convención sobre los Derechos del Niño (1990), Declaración y Programa de Acción de la Conferencia Internacional de Derechos Humanos, Viena (1993), Programa de Acción de la Conferencia Internacional de Población y Desarrollo, El Cairo (1994), Programa de Acción de la Conferencia Mundial de la Mujer, Beijing (1995).9 El conocimiento de que los derechos sexuales y reproductivos son parte de los derechos humanos contribuye a que, quienes estén en contacto con las y los jóvenes y adolescentes como las y los prestadores de servicios de salud, en su práctica profesional, incorporen conductas y prácticas acordes con el respeto, promoción y protección a los derechos sexuales y reproductivos

8 Marco Internacional y Nacional de los Derechos Sexuales de Adolescentes… Op.Cit. 9 “Derechos sexuales y reproductivos.”  http://www.colombiaaprende.edu.co/html/productos/1685/articles-172254_recurso_1.pdf  49

Las y los jóvenes y adolescentes y los derechos sexuales y reproductivos

Los derechos sexuales y reproductivos “garantizan la libre decisión sobre la manera de vivir el propio cuerpo en las esferas sexual y reproductiva”1, y al formar parte de los derechos humanos, tienen asociada su aplicación universal por lo cual por lo cual las y los jóvenes y adolescentes también son titulares de estos derechos. Aunque los derechos sexuales y reproductivos están regidos por el principio de universalidad, hay limitaciones políticas, sociales y culturales que impiden a las y los jóvenes y adolescentes un disfrute efectivo y acceso a éstos en condiciones de igualdad y no discriminación. Ante tal panorama, resulta de gran importancia conocer los mecanismos legales que defiendan, protejan y garanticen sus derechos y brindar las condiciones necesarias en los servicios de salud para su ejercicio. El proceso del reconocimiento de los derechos sexuales y reproductivos de jóvenes y adolescentes ha sido gradual y objeto de controversias. Los debates, de manera general, se han dado alrededor de la temática si las y los menores edad - bajo las normativas nacionales e internacionales-, pueden ser autónomas/os de sus padres y del Estado. Sobre esto, los marcos de protección a nivel internacional y nacional sobre estos temas pueden ser usados como pautas e instrumentos de apoyo para garantizar el acceso a los derechos. 2 La Convención sobre los Derechos del Niño que entró en vigor en 1990 indica en el Artículo 5 que los derechos de los padres sobre sus hijos e hijas no son absolutos, y puntualiza en el Artículo 3 que “en todas las medidas concernientes a los niños que tomen las instituciones públicas o privadas de bienestar social, los tribunales, las autoridades administrativas o los órganos legislativos, una consideración primordial a que se atenderá será el interés superior del niño”.3 Además, el Comité de Dere1 Vargas Escobar, Milu. “Derechos Humanos: Derechos Sexuales y Reproductivos.” http://www. mujeresenred.net/IMG/pdf/Milu_Vargas.pdf 2 Ver: Marco Internacional y Nacional de los Derechos Sexuales de Adolescentes…Op.Cit. 3 “Convención sobre los Derechos del Niño”. http://www2.ohchr.org/spanish/law/crc.htm 50

chos del Niño4 establece que si bien los padres, familia ampliada, tutores o representantes legales son responsables de guiar y orientar a las y los menores de 18 años en sus decisiones,  en consonancia con la evolución de sus facultades, y con el propósito de que ejerzan los derechos de la Convención sobre los Derechos del Niño, no tienen el derecho absoluto a tomar decisiones sobre sus vidas o su salud. 5 Por su parte, el Programa de Acción de la Conferencia Internacional sobre la Población y el Desarrollo de 1994 enfatiza que los derechos de los padres deben guardar un equilibrio con los derechos de las y los adolescentes para garantizar el más alto nivel posible de salud, privacidad, confidencialidad, educación y consentimiento informado. Este programa también llama a la eliminación de los obstáculos sociales y legales en el acceso de servicios de salud reproductiva por parte de las y los adolescentes. En el país es relativamente reciente el reconocimiento formal de la no discriminación por edad, siendo hasta el 2001 que este principio se reconoció en el Artículo 1 de la Constitución Política, formando parte de esta manera de las garantías individuales.6 Los derechos sexuales y reproductivos no pueden ser ejercidos sino existen las condiciones para ello. En esta sección se hizo énfasis en los derechos de las y los jóvenes a ser titulares de estos; en este marco, hay que decir que, el contexto económico, social, cultural, político en que vivan determinará si pueden acceder a ellos o no. Debido a que los servicios de salud son un componente esencial de la vida de las y los adolescentes, estos deberán de contar con las condiciones y los medios adecuados para que las y los adolescentes puedan ejercer sus derechos como el obtener información oportuna y adecuada y servicios de salud de calidad. Además, con el propósito de velar por que esta población ejerza sus Este es un órgano formado por expertos independientes que supervisa la aplicación de la Convención sobre los Derechos del Niño por sus Estados Partes y la aplicación de los dos protocolos facultativos de la Convención, relativos a la participación de niños en los conflictos armados y a la venta de niños, la prostitución infantil y la utilización de niños en la pornografía. 5 Derechos sexuales y derechos reproductivos. Guía para activistas jóvenes… Op.Cit. 6 Marco Internacional y Nacional de los Derechos Sexuales de Adolescentes… Op.Cit. 4

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derechos sin sufrir de discriminación por edad –u otro motivo-, cumpla con las obligaciones y responsabilidades que de estos se desprenden y respete los derechos de los demás, resulta esencial que las y los prestadores de servicios de salud reconozcan su derecho a decidir; escuchen sus necesidades; promuevan y permitan su participación en todos los ámbitos de la vida –familiar, escolar, comunitario-; aseguren el acceso a un sistema que garantice el ejercicio de sus todos derechos, entre otros.

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Derechos sexuales Según la Declaración Universal de los Derechos Sexuales adoptada por la Asociación Mundial de Sexología,1 los derechos sexuales son derechos humanos universales cuyos principios son la libertad, dignidad e igualdad inherentes a todos los seres humanos. Estos se encuentran basados tanto en la autodeterminación y el reconocimiento de la capacidad de las personas para tomar decisiones sobre su integridad corporal y actividad sexual, en la igualdad y el respeto a la diversidad cultural y sexual. Dado que la salud es un derecho humano fundamental, la salud sexual debe ser un derecho humano básico. Para asegurar el desarrollo de una sexualidad saludable en los seres humanos y las sociedades, los derechos sexuales deben ser reconocidos, promovidos, respetados y defendidos por todas las sociedades con todos sus medios. Desde el año 2000 la OMS y la OPS han llamado la atención a que estos derechos no sólo se reconozcan en el marco de la reproducción y de las enfermedades de transmisión sexual, sino que se comprendan desde una postura más amplia e integral relacionada con todos los aspectos de la sexualidad. Así, actualmente los derechos sexuales se encuentran relacionados con la sexualidad de las personas y su ejercicio de manera libre, responsable, sin coerción, discriminación ni violencia; el respeto de la integridad física del cuerpo humano; el derecho de niñas, niños, adolescentes, mujeres y hombres a la información científica y a los servicios de salud sexual; el derecho a tomar decisiones sobre la propia sexualidad y la reproducción. Dentro de este marco, se incluyen temas como el disfrute de la sexualidad, el desarrollo de las relaciones personales, y las diferentes manifestaciones de la sexualidad. En el proceso de la construcción y reconocimiento de estos derechos de manera pública, los movimientos juveniles, feministas, lésbicos, gays, bisexuales, travestistas, transgenéricos, transexuales e intersexuales han tenido una gran incidencia2 incorporando demandas a la conceptualización de los derechos, llamando la atención sobre población vulnerable y aspectos relacionados con diferencias y desigualdades que impiden un ejercicio efectivo por parte de toda la población. Los esfuerzos y las demandas históricas de estos grupos han incidido en instrumentos y normativas que buscan proteger los derechos sexuales. Un ejemplo son las

Directrices internacionales sobre el VIH/SIDA y los derechos humanos del 2006, que señala que los derechos sexuales deberán de garantizar la protección a los derechos de las personas con VIH/SIDA proporcionando servicios de prevención, información y atención, fortaleciendo el combate contra la discriminación hacia las poblaciones de mayor riesgo, y garantizando el respeto a la vida privada, la confidencialidad y la ética en la investigación sobre seres humanos.3 Los derechos sexuales son parte de los derechos humanos a los que tienen derecho todas las personas, incluyendo las y los adolescentes, y tienen como objetivo conseguir y mantener la salud sexual de las personas. En México en el 2003 fue lanzada la Cartilla nacional de los derechos sexuales de las y los jóvenes impulsada por organizaciones de la sociedad civil y avalada por la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH). La Cartilla, que representa un importante esfuerzo por incorporar los derechos sexuales en las políticas públicas dirigidas a adolescentes, jóvenes, niñas y niños, retoma y complementa los que se hicieron públicos en la Declaración Universal de los Derechos Sexuales de la Asociación Mundial de Sexología. Los trece derechos de la Cartilla son: Derecho a decidir de forma libre sobre mi cuerpo y mi sexualidad. Hace referencia a las diversas formas de vivir la sexualidad y al derecho a que se respeten las decisiones que las y los adolescentes tomen sobre su cuerpo y su vida sexual, haciendo hincapié en la responsabilidad de sus decisiones y actos, y en la importancia de que nadie debe presionar, condicionar ni imponer sus valores particulares sobre la vivencia de la sexualidad de alguien más. Derecho a ejercer y disfrutar plenamente mi vida sexual. La sexualidad de las y los jóvenes es fundamental para su salud y bienestar físico, mental y social. Así, este derecho se refiere a la capacidad de vivir cualquier experiencia o expresión sexual o erótica, siempre que 3

Ídem.

1 Esta declaración, elaborada en Valencia, fue revisada y aprobada por la asamblea general de dicha organización el 26 de agosto de 1999 en Hong Kong. 2 Glosario regional sobre educación integral de la sexualidad, VIH y SIDA para América Latina y el Caribe …Op.Cit. 54

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sea lícita. Esta vivencia se reconoce como una práctica de una vida emocional y sexual plena y saludable. Se hace énfasis en que ejercer o no actividades relacionadas con el disfrute del cuerpo y la vida sexual deben estar libres de coerción, discriminación y violencia. Derecho a manifestar públicamente mis afectos Este es el derecho a ejercer las libertades individuales de expresión, manifestación, reunión e identidad sexual y cultural, independientemente de cualquier prejuicio y a la posibilidad de expresar ideas y afectos sin sufrir de discriminación, chantaje, o violencia verbal o física. Derecho a decidir con quien compartir mi vida y mi sexualidad Este derecho reconoce distintos tipos de familias, uniones y convivencia social y se refiere al derecho de las y los jóvenes a decidir libremente con quién compartirán la vida, su sexualidad, emociones y afectos y que ninguna de sus garantías individuales debe ser limitada por esta decisión. Puntualiza en que el matrimonio o unión con una pareja debe ser una elección libre y autónoma. Para el ejercicio de este derecho, las personas menores de edad deberán de conocer las especificaciones al respecto que señala el Código Civil de cada entidad. Derecho al respeto de mi intimidad y mi vida privada Es el derecho al respeto de sus espacios privados y a la confidencialidad en todos los ámbitos de su vida, incluyendo el sexual. Reconoce que el cuerpo, espacios, pertenencias y la forma de relacionarse de las y los jóvenes son parte de su identidad y privacidad. Por ello, sin su consentimiento ninguna persona debe difundir información sobre los aspectos sexuales de sus vidas. Derecho a vivir libre de violencia sexual Es el derecho a la libertad, a la seguridad jurídica y a la integridad física y psicológica y se refiere a que ninguna persona debe abusar, acosar, hostigar o explotarles sexualmente y a que cualquier forma de violencia hacia las y los jóvenes afectará el disfrute pleno de su sexualidad. Puntualiza que el Estado deberá garantizar que las y los jóvenes no sean torturadas/os, ni sometidas/os, o víctimas de maltrato físico, psicológico, abuso, acoso o explotación sexual.

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Derecho a la libertad reproductiva Reconoce que las decisiones sobre la vida reproductiva forman parte del ejercicio y goce de la sexualidad de las y los jóvenes. Como mujeres u hombres jóvenes tienen derecho a decidir, de acuerdo con sus deseos y necesidades, tener o no hijos, cuántos, cuándo y con quién. El Estado deberá respetar y apoyar sus decisiones sobre su vida reproductiva, brindando la información y los servicios de salud que esta población requiere, haciendo efectivo su derecho a la confidencialidad. Para el ejercicio de este derecho, las personas menores de edad deberán de conocer las especificaciones al respecto que señala el Código Civil de cada entidad.4 Derecho a la igualdad de oportunidades y a la equidad Reconoce que las mujeres y los hombres jóvenes, aunque diferentes, son iguales ante la ley. Es el derecho a un trato digno y equitativo y a gozar de las mismas oportunidades de desarrollo personal integral. Nadie, bajo ninguna circunstancia, debe limitar, condicionar o restringir el pleno goce de todos los derechos individuales, colectivos y sociales de las y los jóvenes. Derecho a vivir libre de toda discriminación Las y los jóvenes son diversos y, por tanto, tienen diferentes formas de expresar sus identidades. Así, este es el derecho a no ser discriminados por su edad, género, sexo, preferencia, estado de salud, religión, origen étnico, forma de vestir, apariencia física o por cualquier otra condición personal. Reconoce que cualquier acto discriminatorio atenta contra la dignidad humana y que el Estado debe garantizar la protección de las y los jóvenes contra cualquier forma de discriminación. Derecho a la información completa, científica y laica sobre la sexualidad Reconoce que para decidir libremente sobre su vida sexual, las y los jóvenes necesitan información veraz, no manipulada o sesgada. Los temas relativos a la información sobre sexualidad deben incluir todos los componentes de ésta: género, erotismo, vínculos afectivos, reproducción y diversidad. El Estado deberá brindar permanentemente información laica, científica y acorde de acuerdo con las necesidades particulares de las y los jóvenes. Sobre este derecho, la Declaración Universal de los Derechos Sexuales de la Asociación Mundial de Sexología de 1997, hace hincapié en que la toma de decisiones reproductivas deberán de ser libres y responsables.

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Derecho a la educación sexual Reconoce que la educación sexual es necesaria para el bienestar físico, mental y social, y para el desarrollo humano, de ahí su importancia para las personas jóvenes y se refiere al derecho a una educación sexual sin prejuicios que fomente la toma de decisiones libre e informada, la cultura del respeto a la dignidad humana, la igualdad de oportunidades y la equidad. Los contenidos sobre sexualidad en los programas educativos del Estado deben ser laicos y científicos, estar adecuados a las diferentes etapas de la juventud y contribuir a fomentar el respeto a la dignidad de las y los jóvenes. Derecho a los servicios de salud sexual y a la salud reproductiva La salud es el estado de bienestar físico, mental y social de las personas, así las y los jóvenes tienen el derecho a recibir los servicios de salud sexual, gratuitos, oportunos, confidenciales y de calidad. El personal de los servicios de salud pública no deberá negar información o atención bajo ninguna condición y éstas no deben estar sometidas a ningún prejuicio. Para el ejercicio de este derecho, las personas menores de edad deberán de conocer las especificaciones que señalen las leyes en material de salud de cada entidad. Derecho a la participación de las políticas públicas sobre sexualidad Reconoce que las y los jóvenes pueden tener acceso a cualquier iniciativa, plan o programa público que involucre sus derechos sexuales y a emitir su opinión sobre los mismos. Las y los jóvenes tienen derecho a participar en el diseño, implementación y evaluación de políticas públicas sobre sexualidad, salud sexual y reproductiva; a solicitar a las autoridades gubernamentales y a las instituciones públicas que construyan y promuevan los espacios y canales necesarios para su participación; al derecho de asociarse con otras/os jóvenes para dialogar, crear y promover acciones propositivas para el diseño e implementación de políticas públicas que contribuyan a su salud y bienestar. Ninguna autoridad o servidor público deberá negar o limitar, de manera injustificada, la información o participación referente a las políticas públicas sobre sexualidad.

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Derechos reproductivos Los derechos reproductivos abarcan el derecho a la atención en salud reproductiva y el derecho a la autodeterminación reproductiva.1 El ejercicio de estos será de manera libre, informada y responsable y busca alcanzar el más alto nivel de salud relativa a la sexualidad y la reproducción de los individuos.2 Los derechos reproductivos son garantías y obligaciones que reconocen la capacidad, la libertad y la igualdad de todas las parejas e individuos para elegir o no la procreación,3 el número de hijos/as que tendrán, el espaciamiento entre los nacimientos, disponer de la información y los medios con estos fines, tomar decisiones sobre su salud reproductiva sin ser víctimas de discriminación, coacción ni violencia. Los derechos reproductivos se constituyen como una garantía individual, por lo que es obligación del Estado, a través de las instituciones y servidores públicos -entre ellos, las y los prestadoras y prestadores de servicios de salud-, salvaguardarlos, ofreciendo información y asegurando la disponibilidad y el acceso a los servicios en salud reproductiva por toda la población. Esta obligación se basa en el principio de la no discriminación por sexo, edad, pertenencia étnica, socioeconómica; en el derecho a la integridad física; en el derecho a la intimidad; en el derecho a planificar la propia familia, y en el derecho a estar libre de todas las formas de violencia y coerción que afecten la vida sexual o reproductiva de mujeres y hombres.4 En tanto los derechos reproductivos son derechos humanos, las y los jóvenes y adolescentes, como cualquier persona, son titulares de éstos. Con el propósito de respetarlos, los servicios brindados a esta población serán independientes de la patria protestad de los padres, de las creencias ideológicas y religiosas de éstos y de quienes presten los servicios.5 1 “Los derechos reproductivos a la vanguardia.” http://reproductiverights.org/es/document/ los-derechos-reproductivos-a-la-vanguardia . 2 “Derechos reproductivos.” 2011. http://www.ddeser.org/index.php?option=com_cont ent&view=article&id=84&Itemid=170 . 3 Lamas, Marta. “Los derechos reproductivos de las y los adolescentes, y un necesario servicio de salud sexual y reproductiva”, México, 2004. 4 “Los derechos reproductivos a la vanguardia”, Op.Cit. 5 Hay controversias al respecto, sin embargo, ante las situaciones y prácticas de riesgo a la que se enfrentan las y los adolescentes actualmente, se considera necesario que sean titulares todos los derechos humanos, incluidos tanto los reproductivos como los sexuales. Normativamente, desde 1959, la Declaración de los Derechos del Niño reconoció la necesidad de extender a los menores de 18 años los derechos humanos y en el artículo 1º de la Constitución Mexicana desde el 2001 se garantiza la no discriminación por edad, permitiendo así la exigibilidad de todos los derechos humanos para los menores. Para una discusión a detalle sobre el tema, ver: Et. Al. Marco Interna60

A pesar de que las y los jóvenes y adolescentes tienen los mismos derechos reproductivos que los adultos, por el significado de ser adolescente en las sociedades contemporáneas, la falta de autonomía que se relaciona con éstos, y a la vulnerabilidad con la que ciertos sectores viven, de manera general, tienen más obstáculos para ejercer y disfrutar de estos derechos que otros grupos poblacionales. Para proteger sus derechos reproductivos y contribuir a hacer efectivo su ejercicio, las autoridades y prestadores de servicios de salud y educación, deberán tomar en cuenta sus necesidades; garantizar el acceso a información y educación sobre salud reproductiva; garantizar su acceso a servicios de salud reproductiva y protegerles de la violencia y las prácticas discriminatorias. Además, deberán asegurarse que la información ofrecida sea imparcial, completa y basada en los progresos científicos y tecnológicos; que tanto la información como los servicios brindados contribuyan a que las y los jóvenes y adolescentes tengan las condiciones óptimas para ejercer una sexualidad plena y sin riesgos. Así la información y servicios deberán abordar la prevención de la transmisión de infecciones sexualmente transmisibles y VIH/SIDA –promoviendo el sexo seguro- y de embarazos no deseados y ampliar el conocimiento de los métodos anticonceptivos y los riesgos del embarazo adolescente. También se deberá garantizar el derecho a usar el método anticonceptivo de su elección, y que al suministrar los métodos anticonceptivos, los servicios de salud aseguren que estos sean eficaces, seguros y acordes a sus necesidades y expectativas. Y también garantizará brindar tratamiento, atención y apoyo amigable, de calidad y libre de violencia y discriminación. Las adolescentes embarazadas, las que decidan practicarse un aborto en el marco de la ley y quienes vivan con VIH/SIDA e ITS, deberán ser considerados como una población prioritaria para los servicios de salud. Algunos de los derechos reproductivos son: Derecho a la autonomía y a la autodeterminación sobre el cuerpo. Se refiere a la capacidad de cada persona de decidir sobre su cuerpo. Este derecho implica la autodeterminación sexual y reproductiva, la cual cional y Nacional de los Derechos Sexuales de Adolescentes…Op.Cit.

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a su vez, está en estrecha relación con el derecho a estar libre de todas las formas de violencia y coerción que afecten la vida sexual o reproductiva y en la capacidad de todas las personas de decidir sobre su posibilidad de procrear o no, y en ese sentido planear su propia familia.

Derecho a servicios de salud reproductiva integrales, adecuados, confiables, de alta calidad, amplia cobertura y que provean información científicamente válida.

Derecho a los avances científicos en materia de reproducción.  Derecho a la vida. Alude a que la vida de ninguna persona deberá ser puesta en riesgo o en peligro por falta de acceso a servicios de atención de la salud y/o información, asesoramiento o servicios relacionados con la salud reproductiva

Derecho a la procreación.  Es un derecho individual y se refiere a la libertad y capacidad de decidir si procrear o bien, abstenerse de hacerlo. Implica también la responsabilidad de hombres y mujeres del producto de la concepción en caso de que se desee procrear.

Todas las personas tienen el derecho de acceso a todas las nuevas tecnologías reproductivas que sean seguras y aceptables, se incluye la tecnología relacionada con la infertilidad, anticoncepción y aborto. También implica el derecho a la protección contra cualquier efecto perjudicial que la tecnología de atención de la salud reproductiva pudiera tener para su salud y bienestar.

Derecho a adoptar decisiones sobre la reproducción, sin sufrir discriminación, coerción o violencia.  Este derecho incluye la elección voluntaria de cónyuge, la formación de una familia y la determinación del número, el momento de nacer y el espaciamiento de los propios hijos; y el derecho de tener acceso a la información y los medios necesarios para ejercer una opción voluntaria de manera libre, en un marco de respeto a la dignidad humana, y sin violencia.

Derecho a la salud reproductiva.  Derecho a interrumpir un embarazo en los casos en que la ley lo permita. Es el derecho a servicios completos de atención a la salud reproductiva, la cual contribuirá a decidir con quién y en qué momento unirse con una pareja, cuántos hijos y cuándo tener, implica el acceso a servicios para tener partos seguros y para evitar las infecciones de transmisión sexual, incluyendo el VIH. La salud reproductiva también implica contar con las condiciones de equidad necesarias para tomar decisiones de manera voluntaria e informada, así como el derecho a la privacidad y a una vida libre de violencia y coerción sexual. Implícito en esto está el derecho de los hombres y mujeres a estar plenamente informados y a tener acceso a los métodos de planificación familiar de su elección, que sean seguros, efectivos, asequibles y aceptables y también el derecho a obtener información especializada sobre el funcionamiento reproductivo del cuerpo.

Es el derecho a poder actuar y de decidir en caso de que se desee interrumpir el embarazo. En nuestro país, existen siete circunstancias en las que no se considera al aborto como delito. Estas son cuando: El embarazo es resultado de una violación El aborto es provocado por accidente (aborto imprudencial) A juicio del médico, el embarazo pone en riesgo la vida de la mujer El feto tiene malformaciones genéticas (aborto embriopático) De continuar con el embarazo se provocaría un grave daño a la salud de la mujer El embarazo es producto de una inseminación artificial no deseada, y

Derecho a que se respeten los derechos como usuarias/os de los servicios de salud reproductiva. 62

La mujer tiene razones económicas para interrumpir el embarazo y es madre de tres hijos. Las primeras tres son aceptadas en todos o casi todos los estados de la República, 63

el resto de las causas de aborto no punible varían de un estado a otro, por lo que es fundamental consultar el Código Penal de cada entidad federativa, y recordar que el 24 de abril del 2007, la Asamblea Legislativa del Distrito Federal aprobó la reforma de ley que despenaliza el aborto hasta la semana doce de gestación, lo cual implica que la interrupción del embarazo es legal a libre demanda de la mujer hasta las 12 semanas de gestación.6

Derecho a la libertad de reunión y la participación política.  Es el derecho a tratar de influir en la arena pública y política para dar prioridad a la salud y los derechos relacionados a la sexualidad y a la reproducción. Derecho a la libertad y a la seguridad de la persona. Este derecho se refiere a la libertad de decidir de manera responsable sobre la sexualidad y reproducción. También alude al derecho a no ser sometido/a a tortura o tratos crueles, inhumanos y degradantes, a vivir libre de violencia, y el derecho a vivir libre de explotación sexual.

María, Fondo de Aborto para la Justicia Social, en Red Balance. http://www.redbalance.org/ maria/home_maria.html

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Las y los adolescentes y jóvenes ante el VIH/SIDA La exposición a la transmisión del VIH/SIDA, es uno de los principales riesgos a los que se enfrentan las y los adolescentes y jóvenes actualmente.1 Este Manual se centrará en el VIH/SIDA debido a su prevalencia en la población joven y a que constituye un problema de salud pública en nuestro país. VIH VIH significa virus de la inmunodeficiencia humana y según la OMS  infecta a las células del sistema inmunitario, alterando o anulando su función. La infección produce un deterioro progresivo del sistema inmunitario, con la consiguiente “inmunodeficiencia”. Se considera que el sistema inmunitario es deficiente cuando deja de poder cumplir su función de protección contra las infecciones y enfermedades.2 El síndrome de inmunodeficiencia adquirida (SIDA) es un término que se aplica a los estadios más avanzados de la infección por VIH y se define por la presencia de alguna de las más de 20 infecciones oportunistas o de cánceres relacionados con el VIH.  La infección que provoca el virus es de desarrollo lento, por lo que pueden pasar años hasta que se manifieste la enfermedad. Durante este período no se presenten molestias que indiquen si hay o no virus en el organismo, pero la persona ya vive con el virus, y por ello es capaz de transmitirlo.  El VIH es transmitido por medio del contacto sexual y sin protección así como con determinados liquidos corporales de una persona que vive con el VIH como la sangre, la leche materna, el semen o las secreciones vaginales. No es posible la transmisión por besos, abrazos o apretones de manos o por compartir objetos personales, alimentos o bebidas. Algunos de las vías de transmisión del VIH son:



coito anal o vaginal sin protección con una persona con VIH;

1 En este documento nos centraremos en el VIH/SIDA debido a su prevalencia en la población joven y a que constituye un problema de salud pública en nuestro país. 2 “Temas de salud. VIH/SIDA.” OMS, 2012 http://www.who.int/topics/hiv_aids/es/ 

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transmisión de la madre al niño durante el embarazo, el parto o la lactancia;



transfusión de productos sanguíneos con VIH;



utilización de material de inyección, tatuaje o perforación cutánea o de instrumental quirúrgico contaminado.3

Existen dos tipos de VIH, el VIH-1 y el VIH-2. Ambos tipos de VIH causan daños en el cuerpo humano al destruir células sanguíneas específicas, llamadas células T CD4+, fundamentales para defenderse de las enfermedades.

tirse en SIDA, los tratamientos que deberá de tomar el/la paciente todos los días deben ser objeto de una vigilancia cuidadosa. Factores de riesgo Por el momento no existe cura para la infección por el VIH. Ante este panorama, la prevención es fundamental. Una persona puede reducir el riesgo de infección por el VIH limitando su exposición a los factores de riesgo. Estos son:

Algunas personas tienen síntomas similares a los de la gripe que duran una semana o dos, pero otras no presentan ningún síntoma. Las personas con VIH pueden tener una apariencia saludable y sentirse bien durante varios años. Sin embargo, aun cuando estén sanas, el VIH está afectando su cuerpo. Las personas con VIH deben consultar habitualmente a personal médico especializado en tratar la infección puesto que un tratamiento oportuno puede aumentar su calidad de vida, ya que los medicamentos antiretrovirales tienen la propiedad de limitar o retrasar la destrucción del sistema inmunitario, mejorar la salud de las personas con VIH y reducir su capacidad de transmitirlo. La infección por el VIH que no se tratan en forma oportuna puede generar muchas enfermedades de tipo cardiovascular, renal, hepáticas y cánceres y llevar al desarrollo de la fase SIDA. También existen servicios de apoyo para personas con el VIH. Estos servicios pueden ayudar a los pacientes a enfrentar su diagnóstico, reducir sus prácticas de riesgo y encontrar los servicios que requieran,4 lo cual debe ser tomando en cuenta por los servicios de salud amigables.5



practicar coito anal o vaginal sin protección;



padecer alguna otra infección de transmisión sexual como sífilis, herpes, clamidiasis, blenorragia o vaginosis bacteriana sin tratamiento;



compartir agujas o jeringas contaminadas, soluciones de droga u otro material infeccioso para consumir drogas inyectables;



recibir inyecciones o transfusiones sanguíneas sin garantías de seguridad o ser objeto de procedimientos médicos que entrañen corte o perforación con instrumental no esterilizado;



pincharse accidentalmente con una aguja, lesión que afecta en particular al personal de salud.6

A pesar de que los medicamentos que hay actualmente pueden mejorar la salud de las personas que viven con el VIH y retrasar que la infección avance hasta converVIH/SIDA. Nota descriptiva 360. OMS/Centro de Prensa, Nueva York, 2011. http://www. who.int/mediacentre/factsheets/fs360/es/index.html 4 “Información básica sobre el VIH y el SIDA.” CDC, 2012. 05/2012. http://www.cdc.gov/hiv/ spanish/topics/basic/index.htm 5 Ídem. 3

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VIH/SIDA. Nota descriptiva 360…Op.Cit. 69

Prevención Debido a que las formas más frecuentes de transmisión del VIH son a través de las relaciones sexuales anales o vaginales, o por compartir equipo para inyectarse drogas con una persona con VIH, es importante tomar medidas para reducir los riesgos asociados a esta transmisión.1 Algunas de las medidas son:



Educación integral en sexualidad. Favorece que adolescentes y jóvenes adquieran los conocimientos y habilidades para tomar decisiones responsables e informadas sobre sus relaciones sexuales y sociales. También promueve conductas que reducen los riesgos y propicia que las personas jóvenes se expliquen y clarifiquen valores y actitudes.



Acceso a servicios de salud sexual y reproductiva que briden habilidades y recursos esenciales para prevenir el VIH y otras ITS; que provean condones y asesoramiento y pruebas de detección de ITS y VIH.



Uso de preservativos. El uso correcto y sistemático de preservativo masculino y femenino en el curso de la penetración vaginal o anal puede proteger de la transmisión de infecciones de transmisión sexual, entre ellas la infección por el VIH.



Pruebas de detección y asesoramiento en relación con el VIH y las ITS. Se aconseja a toda persona expuesta a cualquiera de los factores de riesgo que se someta a pruebas de detección del VIH y otras ITS, para conocer su estado y llegado el caso acceder a los oportunos servicios de prevención y tratamiento sin demora.



Profilaxis anterior a la exposición por relaciones sexuales para la persona VIH-negativa. Se ha demostrado que una dosis diaria de los fármacos antirretrovíricos tenofovir y tenofovir/emtricitabina es eficaz para impedir que una persona VIH-negativa contraiga el virus al mantener relaciones sexuales con una persona VIHpositiva.

1 “Información 70

básica sobre el VIH y el SIDA.”…Op.Cit. 71





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Profilaxis posterior a la exposición al VIH (PPE). Este método para prevenir la infección entraña el uso inmediato de fármacos antirretrovíricos, dentro de las 72 horas siguientes a la exposición accidental al VIH. A menudo se recomienda la PPE al personal sanitario que se ha pinchado con una aguja en el lugar de trabajo. La PEP incluye también asesoramiento, primeros auxilios, pruebas de detección del VIH y, dependiendo del nivel de riesgo, la administración de una terapia antirretrovírica durante 28 días junto con atención complementaria. Circuncisión masculina. La circuncisión masculina, cuando corre a cargo de personal sanitario cualificado, reduce en aproximadamente un 60% el riesgo de que un hombre resulte infectado por el VIH al mantener relaciones sexuales heterosexuales. Se trata de una intervención fundamental en situaciones de epidemia generalizada con alta prevalencia del VIH e índices bajos de circuncisión masculina.



Eliminación de la transmisión del VIH de la madre al niño. La transmisión del VIH de una madre seropositiva a su hijo(a) durante el embarazo, el parto o la lactancia se denomina transmisión vertical o maternoinfantil. Es posible prevenir esta clase de transmisión administrando tanto a la madre como al niño un tratamiento o una profilaxis con antirretrovíricos en todas las etapas en que pudiera producirse la infección.



Tratamiento con antirretrovíricos. Cuando una persona VIH-positiva sigue un régimen terapéutico eficaz con antirretrovíricos, se puede reducir en un 96% el riesgo de que transmita el virus a una persona no infectada con la que mantenga relaciones sexuales.



Reducción de daños en los consumidores de drogas inyectables. Las personas que se inyectan drogas pueden resguardarse de la infección por el VIH utilizando para cada inyección material estéril, esto es, aguja y jeringa. Un conjunto completo de medidas

de prevención y tratamiento de la infección, en particular la terapia de sustitución con opiáceos para consumidores de drogas, incluye el tratamiento de la drogodependencia, asesoramiento y pruebas de detección del VIH, tratamiento contra el VIH y atención a los infectados, acceso a preservativos y tratamiento de las ITS, la tuberculosis y la hepatitis vírica. •

Relaciones sexuales sin penetración. Se refiere a tener prácticas sexuales sin penetración vaginal o anal, como por ejemplo darse besos, hacerse caricias y/o masturbación mutua.



Mantenerse en una relación estable mutuamente monógama con una pareja. Previamente, se debe comprobar a través de un examen que ambos no tienen el virus.



Abstinencia sexual. No tener relaciones sexuales es la forma más segura de no adquirir el virus por vía sexual.

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La población joven como grupo con comportamientos de riesgo para el VIH En el 2010 más de la mitad de nuevos casos de infecciones de transmisión sexual y del virus del Sida en el mundo se reportó en jóvenes de 15 a 24 años de edad.1,2 En México, la población de menores de 25 años con VIH, se ha incrementado a lo largo del tiempo, y para el 2010 representó el 31% del total.3 Además, en el país, a pesar que en los últimos años, hubo una disminución de las ITS clásicas (sífilis, gonorrea), se registró el incremento no sólo del VIH/SIDA sino de la tricomoniasis, y del Virus del Papiloma Humano (VPH), cuya presencia también se ubica entre jóvenes de 15 a 24 años. Tanto en México como en el mundo, una gran cantidad de adolescentes son sexualmente activos antes de los 20 años de edad, sin embargo, no toda la población adolescente y joven usa alguna protección contra el embarazo, ni para prevenir infecciones sexualmente transmisibles, incluyendo el VIH/SIDA, a pesar de conocer al menos un método anticonceptivo.4

lescentes y jóvenes, aún hay jóvenes en el país que no cuentan con el conocimiento ni las habilidades necesarias para prevenir la transmisión de VIH.6 Debido a esto, es necesario que los servicios de salud se centren en estos aspectos, diseñen intervenciones preventivas pensadas específicamente para los y las adolescentes y jóvenes, y les proporcionen información, educación integral en sexualidad7 apropiada para su edad, habilidades, servicios, productos básicos y el apoyo social que requieren para prevenir el VIH. 8 La prestación de servicios de salud para adolescentes y jóvenes deberán de considerar, según el UNFPA, que las y los adolescentes y jóvenes son un componente central de la epidemia de VIH/SIDA considerando sus tasas de prevalencia, su vulnerabilidad, el impacto de la enfermedad en sus vidas y también con respecto a su papel clave como agentes potenciales de cambio.

Según la Declaración Ministerial “Prevenir con educación”, en América Latina y el Caribe, incluido México, la principal vía de transmisión del VIH son las relaciones sexuales no protegidas. Por ello, los servicios de salud deben tomar en cuenta las expresiones diversas de la sexualidad de la población adolescente y joven y los contextos de vulnerabilidad en los que ésta se ejerce. 5 A pesar de la prevalencia de las ITS, y sobre todo del VIH/SIDA en ado1 UNFPA con cifras de ONUSIDA. En: “Jóvenes, 50% de Nuevos Infectados por VIH,” El Universal, 15/11/2011. 2 Más de cinco millones de jóvenes en el mundo viven con el VIH/SIDA y según información publicada en el marco de la Declaración Ministerial, se tiene que hay aproximadamente 11,000 niños y adolescentes menores de 15 años que tienen infección por el VIH o Sida en el Caribe y 44,000 niños y adolescentes menores de 15 años que presentan infección por el VIH en América Latina. Alrededor de 400,000 jóvenes con edades entre los 15 y 24 años son seropositivos. En: Declaración Ministerial de la Ciudad de México “Prevenir con Educación”. Lucha contra la epidemia de infección por el VIH y Sida en América Latina y el Caribe. Hoja informativa…Op.Cit. 3 El VIH en México 2011. Numeralia Epidemiológica…Op.Cit. 4 Según la UNFPA 97% conoce al menos un método anticonceptivo y que entre el 60 y 80% de los embarazos adolescentes no planeados. En: “Salud sexual y reproductiva en adolescentes y jóvenes.” UNFPA, 2010. 05/2012.  http://www.unfpa.org.mx/ssr_adolescentes.php . 5 Punto 2.2 en Declaración Ministerial “Prevenir con Educación”. UNFPA, México, 2008. 6 Diagnóstico mundial de la juventud, CONAPO, México, 2010. 7 Podemos empoderar a los jóvenes para que se protejan de

VIH. Acción Conjunta para Obtener Resultados Marco de Resultados de ONUSIDA: Caso Práctico 2009–2011. ONUSIDA, Ginebra, 2010. 8 Ídem. 74

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Vulnerabilidad ante el SIDA No todas y todos los jóvenes y adolescentes tienen los mismos riesgos ante el VIH/SIDA. Así, hay grupos vulnerables que corren un alto riesgo de infectarse con este virus. Según la Declaración Ministerial “Prevenir con educación”: Las relaciones desiguales de género y entre grupos de edad, las diferencias socioeconómicas y culturales, y las orientaciones e identidades sexuales individuales, al asociarse con factores de riesgo, propician situaciones que incrementan la vulnerabilidad a la infección por VIH/ITS. 1

Entre los sectores identificados como los más vulnerables por agencias de Naciones Unidas están las personas que usan drogas inyectables; personas en situación de explotación sexual comercial; hombres que tienen sexo con hombres; población transgénero; jóvenes que viven en situación de calle; jóvenes migrantes; refugiadas/os; personal de las fuerzas armadas; personas que carecen de acceso a servicios de salud y sociales; jóvenes en reclusión en penales para menores infractores, y mujeres. Según la Declaración Ministerial, estos sectores han sido, de manera general, excluidos de las intervenciones para la prevención del VIH, no han contado con información acerca de cómo acceder a ellas o bien no han tenido acceso, o han sentido que esos programas no son apropiados para sus necesidades. Ante esto, es importante que los servicios de salud amigables tomen en cuenta las necesidades de las poblaciones vulnerables, y cómo estas han sufrido las deficiencias en los servicios.

das con el SIDA fueron la quinta causa de muerte entre hombres adolescentes y la cuarta entre hombres de 20 a 24 años; en tanto que no tuvo un lugar destacado como causa de mortalidad, entre las mujeres.3 Sin embargo, hay que notar que tal tendencia está cambiando y que a nivel mundial la epidemia ha tenido un efecto devastador en mujeres jóvenes. Ante esto, es esencial prestar atención a las diferencias y desigualdades de género y la manera en que éstas representan factores de vulnerabilidad que ponen en riesgo de adquirir VIH/SIDA a niñas y mujeres, haciendo que la proporción de mujeres con VIH en el país aumente. La vulnerabilidad de las adolescentes y jóvenes ante la epidemia se relaciona con manifestaciones de la violencia y la inequidad de género que ellas sufren como la coacción sexual, sexo transaccional, abuso sexual, falta de acceso a información estratégica y específicamente acerca de VIH, servicios y productos básicos relacionados con el sexo seguro y el VIH, desempoderamiento causado por las condiciones sociales, culturales y económicas. Así, con un enfoque preventivo, los servicios de salud nacionales, deberán de considerar a las mujeres como una población vulnerable al VIH/SIDA.

Sobre la mortalidad se reportó en el 2011 que complicaciones relaciona-

En México, los hombres gays, hombres que tienen sexo con hombres, personas bisexuales y travestis, transexuales, transgénero e intersexuales, representan una población vulnerable ante el VIH/SIDA que están siendo fuertemente afectadas por la epidemia de VIH. Esto está en interrelación con el hecho de que las prácticas e identidades sexuales y genéricas han sido discriminadas socialmente, haciéndoles más vulnerables que otros sectores de la población. La discriminación y vulnerabilidad a la que se hace referencia está en estrecha relación con la construcción de género en nuestra sociedad, en la cual prevalece un modelo heterosexual y binario: masculino/femenino. Así, todas las personas que no cumplan con el modelo, corren el riesgo de ser violentadas y marginadas de los servicios que no estén preparados o sensibilizados a tratar a personas cuya sexualidad sea diferente a la heterosexual. Esto se manifiesta en obstáculos para la prevención, consejería, atención y servicios asistenciales relacionados al VIH y en la consecuente disminución de las respuestas para prevenir la epidemia.

Punto 2.4 en Declaración Ministerial “Prevenir con Educación”. UNFPA, México, 2008.

Por otra parte, la evidencia sugiere que la ingesta de alcohol y el consumo de drogas en adolescentes y jóvenes están relacionados con el VIH y con la morta-

En México, el 80% de los casos de VIH/SIDA se reportan en hombres y 20% en mujeres; la epidemia está concentrada en hombres que tienen sexo con hombres, personas que realizan trabajo sexual y personas que usan drogas inyectables; para el 2011, 32% de los casos registrados de SIDA en varones, refirieron una transmisión por relaciones homosexuales, y 22%, bisexuales. En las mujeres, 86.6% de los casos fueron por relaciones heterosexuales, y 80% de ellas, contrajeron el VIH a través de sus parejas.2

1

2

El VIH en México 2011. Numeralia Epidemiológica…Op.Cit.

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3

Guía de actividades. Módulo III. Género, salud y sexualidad…Op.Cit. 77

lidad por infecciones por esta causa, en tanto, bajo el influjo de alguna sustancia se establecen prácticas sexuales de riesgo. 4 La vulnerabilidad que experimentan ciertos sectores de adolescentes y jóvenes provoca mayores riesgos de contraer VIH/SIDA y de limitaciones para enfrentar la epidemia. Esto porque las problemáticas vividas, se agravan con la estigmatización, discriminación y exclusión social que sufren quienes viven con VIH/SIDA. Estas manifestaciones representa un obstáculo para el ejercicio de los derechos sexuales y el acceso a los servicios esenciales de prevención y tratamiento del VIH, servicios de salud para las y los jóvenes, servicios sociales y/o de apoyo en el marco de la enfermedad.5 Ante ello, es necesario que los servicios de salud para adolescentes y jóvenes sean sensibles a los diferentes problemas que la población con VIH enfrenta y satisfaga sus necesidades de manera adecuada.

4 Diagnóstico mundial de la juventud…Op.Cit. 5 Podemos empoderar a los jóvenes para que se protejan de VIH…Op.Cit. 78

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Servicios de salud amigables para adolescentes y VIH/SIDA

L

os servicios de salud amigables para adolescentes buscarán prevenir el VIH en adolescentes y jóvenes y dar un servicio adecuado y de calidad a las y jóvenes con VIH/SIDA.

Para lograr los objetivos anteriores, se deberá recolectar y analizar información vigente y estratégica sobre el VIH y los jóvenes para así dar respuestas que tomen en cuenta las características a la población que se atiende y las problemáticas a las que se enfrenta.1 Según ONUSIDA, con el propósito de prevenir el VIH en adolescentes y jóvenes, los servicios de salud, bajo el principio de equidad y dignidad, buscarán brindar información y orientación para la toma de decisiones asertivas sobre su vida sexual, garantizar el acceso a herramientas y tecnologías biomédicas, como son los condones tanto femeninos como masculinos, que disminuyan la probabilidad de prácticas de riesgo que lleven a la transmisión del VIH, y contribuir a alterar las normas sociales y culturales o el entorno físico para facilitar la reducción del riesgo y maximizar el alcance e impacto de los servicios de prevención. 2

“La evidencia científica ha demostrado que la educación integral en sexualidad, que incluye medidas de prevención de VIH/ITS – como el uso del condón masculino y femenino en forma correcta y consistente, el acceso a las pruebas de detección y al tratamiento integral de ITS, y la disminución en el número de parejas sexuales – no acelera el inicio de actividad sexual, ni la frecuencia de las relaciones.” 3

Así, el brindar educación integral en sexualidad puede tener como consecuencia el retraso del inicio de la actividad sexual, o bien que se usen métodos anticonceptivos que eviten una ITS, incluyendo el VIH/SIDA, en la primera relación sexual, o bien en los encuentros sexuales en esta etapa. 4 Proporcionar información adecuada y completa acerca de salud sexual y reproductiva, habilidades, servicios y productos básicos en un entorno seguro y de apoyo, ayudará a que los servicios de salud sean amigables y estén acorde a las necesidades de los adolescentes y jóvenes.

Los servicios de salud deberán de ser sensibles a las necesidades de las y los adolescentes que viven con VIH/SIDA, como por ejemplo, ofrecer servicios libres de estigmatización a esta población. También es necesario que la información de las y los pacientes con VIH/ SIDA sea confidencial con el fin de que las y los adolescentes y jóvenes puedan confiar en los servicios de salud y acepten usarlos de manera regular. La información que se brindará será integral, incluyendo temas sobre salud sexual y reproductiva, opciones para manejar el conocimiento de su condición de VIH, etc. Asimismo, es importante ofrecer educación integral en sexualidad y promoción de la salud sexual y reproductiva, en la cual sectores de salud y educación tienen una relación sinérgica. Al respecto, la Declaración Ministerial, señala que:

1 Ver: Podemos 2 Ídem. 80

empoderar a los jóvenes para que se protejan del VIH…Op.Cit.

Punto 2.7 en Declaración Ministerial “Prevenir con Educación”. UNFPA, México, 2008. 4 Adolescencia. una etapa fundamental…Op.Cit. 3

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Diversidad sexual La diversidad sexual se refiere a la pluralidad de prácticas, identidades, comportamientos, estilos de vida, gustos y creencias que determinan la manera en cómo cada persona asume, vive y expresa su sexualidad en un contexto específico. Así, alude a cómo se expresa el erotismo, la afectividad, el deseo, las diferentes formas de amar y de asumir identidades y preferencias que no se limitan a lo conocido como heterosexualidad.1 El término de diversidad sexual reconoce la condición de ser diverso/a, de ser diferente y desigual, y sugiere una distancia respecto de “la norma” que define a la heterosexualidad como la única manera de practicar la sexualidad.2 Además, hace visible diferentes conductas y manifestaciones del género, a las cuales se llama no sólo a reconocer sino a respetar y no discriminar, tales como la homosexualidad masculina y femenina3, bisexualidad, transexualidad, transgeneridad, intersexualidad, travestismo,4 aquellas sin carácter identitario, y otras. La diversidad sexual se estructura a través de: a) la práctica sexual, b) la preferencia sexual, y c) la identidad sexogenérica.5 Es importante decir que aunque estas se muestran socialmente como resultado de algo natural, de lo biológico, algo fijo o ya dado, éstas son productos socioculturales y también construcciones individuales. Las prácticas sexuales, las preferencias sexuales y las identidades sexogenéricas se encuentran permeadas por diversos aspectos de un contexto sociocultural específico, los cuales se entrecruzan con factores psíquicos de cada individuo, son moldeados por nuestros actos, ideas, experiencias y vivencias, y en cierta medida, son producto del deseo, las preferencias y las expectativas de una persona sobre sí misma. La práctica sexual se refiere a las elecciones que cada persona toma en el ejercicio de su sexualidad, o sea, la elección de su objeto de placer o deseo.6

1 Orientación sexual de una persona hacia las del otro género. 2 Flores, Julia (coord.), La diversidad sexual y los retos

de la igualdad y la inclusión. Colección Estudios, núm.5, CONAPRED, México, 2007, p.17. 3 Para referirse a las mujeres homosexuales se emplea el término lesbiana. 4 Estas se explican a lo largo de este apartado. 5 Guía para la acción pública contra la homofobia, CONAPRED, México, 2012, p.11. 6 Ídem. 82

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La preferencia7 u orientación sexual se refiere a la capacidad de cada persona de sentir una profunda atracción emocional, física, intelectual, afectiva y sexual por personas de un género diferente al suyo, o de su mismo género, o de más de un género; 8 involucra la organización específica del erotismo y/o el vínculo emocional de un individuo, y puede manifestarse en forma de deseos –incluidos los sexuales-, sentimientos, prácticas, comportamientos, pensamientos, fantasías o deseos sexuales, o en una combinación de estos elementos.  La preferencia u orientación sexual se puede clasificar en tres categorías generales, 9 las cuales son: •

Bisexualidad. Se refiere a la atracción erótica y/o afectiva por otras personas sin importar su sexo o género.



Heterosexualidad: Se refiere a la atracción erótica y/o afectiva hacia personas de sexo o género distinto al identificado como propio.



Homosexualidad: Se refiere a la atracción erótica y/o afectiva hacia personas del mismo sexo o género.

Las distintas manifestaciones de la orientación sexual de una persona se van descubriendo a lo largo de su vida; es decir, no se nace con una u otra orientación o preferencia, sino que ésta es el resultado de un proceso en el que intervienen múltiples factores, incluyendo el género, la familia, la cultura, la personalidad, etc.10 La identidad sexogenérica incluye las maneras de autodenominarse y presentarse frente a los/las demás. Esta no debe confundirse con la preferencia u orientación sexual sino entenderse como: En México se hace uso del término de preferencia sexual en documentos como la Constitución y la Ley Federal para Prevenir y Eliminar la Discriminación. Este, según la Guía para la acción pública contra la homofobia, se encuentra relacionado con el proceso histórico de reivindicación del derecho al ejercicio libre de la sexualidad impulsado por los colectivos de la diversidad sexual mexicanos. Sin embargo, a nivel internacional, el término de orientación sexual es empleado de manera más frecuente. 8 Declaración de los Principios de Yogyakarta, 2007. 9 Sin embargo, algunas posturas a favor de la diversidad sexual consideran que categorizar a los individuos conlleva el riesgo de clasificar con criterios poco flexibles, simplistas e incluso basados en estereotipos. Sin embargo, estas resultan útiles sistematizar información o focalizar una respuesta a una población con necesidades determinadas. 10 “Sexualidad.” http://www.infojoven.cl/2-3.php . 7

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“La construcción de identidades en relación con la sexualidad y […] un proceso único e individual que permite a las personas construir su personalidad y sentirse parte de la comunidad en que viven; abarca aspectos biológicos, de identidad y expresión en relación con el género, de preferencia sexual, de maneras de expresar el deseo y de prácticas para realizarlo”.11

La identidad sexogenérica, aunque se manifiesta dentro de un contexto sociocultural específico, alude a lo individual, y con ello a la realidad psíquica de los individuos12, y a la intimidad de las personas, sus deseos y prácticas, conformando con ello su identidad y las maneras de relacionarse sexo-afectivamente con otras personas. Este tipo de identidad es independiente al sexo, genotípico y fenotípico, y a cualquier característica física de las personas. Así, cuando el sexo biológico no coincide con la identidad de un individuo, -lo cual es conocido como discordancia sexo-genérica- hay una expresión de transexualidad.13 En este marco, las personas transexuales y transgénero son personas con un sexo biológico y con una identidad de género opuesta a él. Es decir, son hombres biológicos con identidad femenina o mujeres biológicas con identidad masculina. Además de la transexualidad, hay que reconocer también la intersexualidad, la cual se refiere a un estado en el que un individuo presenta desde el nacimiento caracteres sexuales primarios y/o secundarios de ambos sexos. Las personas intersexuales no son un “tercer sexo”, sino que en su anatomía presentan órganos sexuales con características de ambos sexos o bien, estructuras que son difíciles de definir o resultan ambiguas desde una lógica que reconoce sólo dos sexos. A continuación, se presentan algunos términos que complementan la información ofrecida en este apartado sobre diversidad sexual. Gay: Es un término angloamericano que significa “alegre” o “contento” y que actualmente, en el idioma español, es una expresión alternativa a homosexual. Tiene un contenido político y su uso es po11 Guía para la acción pública contra la homofobia…Op.Cit. 12 “Sexo, género y feminismo: tres categorías en pugna”…Op.Cit. 13 Ídem.

p. 13

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pular. Por lo general, se emplea como sinónimo de la identidad de los hombres homosexuales, aunque también es utilizado para referirse a mujeres homosexuales. Ser gay es una construcción identitaria y también una manera de autodenominación.14 HSH (hombres que tienen sexo con hombres): Es una categoría epidemiológica que hace referencia a una práctica sexual más que a una identidad. Responde a que muchos hombres no se auto identifican como bisexuales u homosexuales, que se identifican como heterosexuales y tienen prácticas sexuales homosexuales o bisexuales, que son transgénero o bien que no se autodefinen bajo ninguna de las clasificaciones existentes. HSH es un concepto que considera a todos los hombres, independientemente de su preferencia u orientación sexual, o identidad genérica y, que tienen actividades sexuales con otros hombres. Lesbiana: Es un término que se emplea para referirse a una mujer que se siente atraída erótica, afectiva y amorosamente por las mujeres. Así, hace alusión a la identidad de las mujeres homosexuales y al igual que ser gay, es una construcción identitaria, una manera de autodenominación y una elección determinada por factores individuales y sociales y que ciertas mujeres descubren en algún momento de su vida. Travesti o travestista: Este término se refiere a una persona cuya marca identitaria no es el sexo sino su elección de género y que modifica de manera temporal su expresión de género y que en este proceso no experimenta discordancia entre su cuerpo y su identidad o bien, no tiene el deseo de vivir permanentemente con el género representado.15,16 Por lo general, una persona travesti o travestista viste con ropa asociada al sexo contrario con propósito de disfrutar de manera temporal de una experiencia lúdica, y/o con fines sexuales que les provoque excitación; o como una forma de exploración y expresión de lo femenino o masculino, entre otras. Colectivo de la diversidad sexual: Se refiere a una amplia variedad de Guía para la acción pública contra la homofobia…Op.Cit. Es decir, no desea un cambio de sexo permanente u otro tipo de intervención quirúrgica de reasignación de sexo. 16 Glosario regional sobre educación integral de la sexualidad, VIH y SIDA para América Latina y el Caribe…Op.Cit. 14 15

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organizaciones, colectivos y asociaciones civiles, cuyo trabajo consiste fundamentalmente en promover el reconocimiento de la diversidad sexual y la legitimidad de los derechos de los grupos que la componen.17 En México, en la historia del movimiento por el reconocimiento de la diversidad sexual, el colectivo ha adoptado varios nombres, como LGBT, siglas que designan colectivamente a lesbianas, gays, bisexuales y personas transgénero; y LGBTTTI, que es el que está en boga, y que son las siglas que hacen referencia a la población lésbico, gay, bisexual, transexual, transgénero, travesti e intersexual. En cuanto al movimiento social conocido hoy como LGBTTTI, hay que decir que ha conseguido posicionar la lucha por los derechos sexuales en el terreno de los derechos humanos logrando cambios fundamentales en los últimos 25 años. En este Manual se usa el término de personas de la diversidad sexual para referirse a homosexuales, lesbianas, bisexuales, transexuales, transgénero, travesti, intersexuales y quienes que no se identifiquen con ninguna de las anteriores. La diversidad sexual hace evidente las distintas y legítimas formas de pensar, sentir y desear de las personas. Además, reconoce y defiende los derechos de las personas con prácticas sexuales, preferencias u orientaciones sexuales, y/o identidades sexogenéricas distintas a lo que se considera como la norma y la normalidad, quienes, por ser diferentes, son víctimas de discriminación y estigmatización.18 Según el CONAPRED, en México, el reconocimiento legítimo de la diversidad sexual, la igualdad con base en la representación y la inclusión en términos de derechos están lejos de alcanzarse.19 Incluso, la institución señala que en la sociedad mexicana predominan prácticas discriminatorias, excluyentes y homofóbicas, las cuales representan retos fundamentales en la el acceso de las y los jóvenes y adolescentes de la diversidad sexual a servicios de salud amigables, incluyentes, adecuados y de calidad.20

17 La diversidad sexual y los retos de la igualdad y la inclusión…Op.Cit. 18 “Diversidad sexual, de género y orientación sexual”. América Latina Genera.”2011.http://

www.americalatinagenera.org/es/index.php?option=com_content&view=article&i d=301&Itemid=166 . 19 La Encuesta Nacional sobre Discriminación en México 2010 arrojó que la preferencia sexual provoca mucha división entre la gente. Esta tendencia se mantiene prácticamente en cuatro de cada diez personas, sin importar el rango de edad. 20 La diversidad sexual y los retos de la igualdad y la inclusión…Op.Cit. 87

Discriminación por la preferencia sexual, orientación sexual o identidad de género El artículo 1º de la Constitución Política de nuestro país establece que: “Queda prohibida toda discriminación motivada por origen étnico o nacional, el género, la edad, las discapacidades, la condición social, las condiciones de salud, la religión, las opiniones, las preferencias sexuales, el estado civil o cualquier otra que atente contra la dignidad humana y tenga por objeto anular o menoscabar los derechos y libertades de las personas.”1

La discriminación es una práctica social que jerarquiza a las personas o a sus actos estableciendo ciertas identidades, actos o acciones como 2 superiores frente a otras, consideradas como inferiores. Esta se manifiesta en todos los ámbitos de la vida a través de la negación, la exclusión,3 el rechazo, la burla, la humillación o la utilización de lenguaje ofensivo y reacciones violentas –en ocasiones atentando contra la vida de una o más personas- con el propósito de anular o menoscabar el ejercicio de los derechos humanos y las libertades fundamentales del individuo o el grupo considerado como inferior.4

Así, la discriminación se basa en diferencias raciales, étnicas, políticas, religiosas, sexuales, de preferencia sexual, orientación sexual o identidad de género, entre otras. Este Manual se centrará en la discriminación por las 3 últimas. Es importante señalar que las manifestaciones de un tipo de discriminación pueden presentarse de manera simultánea con las de otros tipos, producto de un entrecruzamiento entre sí. Por ello, la discriminación por preferencia sexual, orientación sexual o identidad de género se recrudece cuando también hay discriminación basada en la raza, la edad, la religión, la discapacidad, el estado de salud y la condición económica. Ante esto, las y los adolescentes y jóvenes que asumen prácticas o identidades de la diversidad sexual representan una población vulnerable al ser posibles víctimas de más de un tipo de discriminación. La discriminación se sustenta fundamentalmente en prejuicios y estigmas que afectan a las identidades consideradas como diferentes a lo aceptado socialmente y consideradas como la norma –por ejemplo, como todo lo diferente a la heterosexualidad-6 y se amplían a quienes denuncian actos discriminatorios y defienden los derechos de las personas. Según la Guía para la acción pública contra la homofobia el prejuicio es: “La predisposición irracional (sin reflexión) a adoptar un comportamiento negativo hacia una persona en particular o un grupo poblacional, sobre la base de una generalización errónea y rígida acerca de tales personas o colectivos, que se plasma en estereotipos.”7,8

Según el Artículo 4to de la Ley federal para prevenir y eliminar la discriminación, se entiende por discriminación como: “Toda distinción, exclusión o restricción que, basada en el origen étnico o nacional, sexo, edad, discapacidad, condición social o económica, condiciones de salud, embarazo, lengua, religión, opiniones, preferencias sexuales, estado civil o cualquier otra, tenga por efecto impedir o anular el reconocimiento o el ejercicio de los derechos y la igualdad real de oportunidades de las personas.”5 1 Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, Cámara de Diputados del H. Congreso de la Unión, México, 2012. 2 La diversidad sexual y los retos de la igualdad y la inclusión... Op.Cit. 3 La exclusión tiene como propósito mostrar la incompatibilidad entre los diferentes las identidades consideradas como inferiores y las superiores. Así, las prácticas de exclusión suprimen o tratan de eliminar lo que es incompatible y que se vive como amenaza a la existencia presente y futura. En: La diversidad sexual y los retos de la igualdad… Op.Cit. 4 Glosario regional sobre educación integral de la sexualidad, VIH y SIDA para América Latina y el Caribe…Op.Cit. 5 Ley federal para prevenir y eliminar la discriminación, Cámara de Diputados del H. Congreso de la Unión, México, 2007. 88

Los prejuicios se producen, reproducen y aprenden en el ámbito familiar, escolar, religioso, laboral, institucional y a través de los medios de comunicación; se basan en las ideas, los temores o las fobias de grupos sociales con respecto a otras personas o grupos y se manifiestan en refranes, canciones, dichos, estereotipos y prácticas, etcétera, que tienen como consecuencia el rechazo, el aislamiento, la restricción o ala exclusión de Toda/os diversa/os, iguales en derechos. Cuaderno sobre diversidad sexual y derechos humanos, HCHR, México, 2010. 7 Guía para la acción pública contra la homofobia… Op.Cit. p. 18. 8 Un estereotipo es la creencia popular o que asigna modelos fijos o atributos para caracterizar a determinado grupo poblacional, dictando características específicas sobre sus aspectos físicos, mentales o de comportamiento. Los estereotipos tienen la tendencia a empobrecer y desfigurar la realidad de acuerdo con los criterios de un supuesto “nosotros”. En: Guía para la acción pública contra la homofobia… Op. Cit… p. 20. 6

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una persona de los espacios públicos o de los servicios de salud, educación y empleo, entre otros. En tanto al estigma, hay que decir que este alude a: “La marca física, social, cultural o de otro tipo que hace aparecer como diferente a una persona o grupo, pero también descalifica y reduce de antemano el estatus de esa persona frente a la sociedad.”9

El estigma se presenta como algo natural a pesar de ser una construcción de un grupo o sector determinado dentro de un contexto histórico particular. A lo largo de la historia se ha manifestado en prácticas discriminatorias como el antisemitismo, el racismo, el sexismo, la intolerancia religiosa, el clasismo, la xenofobia, la misoginia, la homofobia, etc. El campo de la sexualidad está cargado de prejuicios que tienden a descalificar a aquello que se considera inadmisible desde el punto de vista de los estereotipos convencionales. Por esto, la sexualidad y sus múltiples expresiones y vivencias, y dentro de esto la preferencia sexual, orientación sexual o identidad de género, son terrenos privilegiados de la moral discriminatoria.10

y en centros educativos.12 Para evitar esto, el personal de los servicios de salud deberá favorecer en las y los adolescentes y jóvenes el derecho a la información, respetar sus derechos sexuales y reproductivos y conocer el marco normativo e identificar el procedimiento a seguir ante situaciones de discriminación para su tratamiento cuando sean denunciadas.13 También hay que decir que el estigma, la discriminación y la violencia contra personas homosexuales, lesbianas, bisexuales, transgénero, travestis e intresexuales amenazan los esfuerzos para detener la epidemia de VIH/ Sida. 14 Por ello es necesario garantizar un acceso adecuado y libre de discriminación a los servicios de salud amigables. La discriminación por preferencia sexual, orientación sexual o identidad de género tiene diferentes manifestaciones, una de ella es la homofobia, la cual se aborda a continuación.

La discriminación por motivos de preferencia sexual, orientación sexual o identidad de género, según el CONNAPRED, se refiere a: “Toda distinción, exclusión, restricción o preferencia basada en la orientación sexual o la identidad de género que tenga por objeto o por resultado la anulación o la disminución de la igualdad ante la ley o del reconocimiento, goce o ejercicio, en igualdad de condiciones, de todos los derechos humanos y las libertades fundamentales.”11

En México, este tipo de la discriminación es una de las exclusiones con una gran carga de prejuicios culturales y sociales que estigmatiza y violenta a las personas con orientaciones sexuales e identidades de género no normativas. Como consecuencia, éstas sufren la discriminación a través de: insultos, hostilidad, despido del lugar de trabajo, exclusión comunitaria. A esto también se suma la discriminación en los servicios de salud Guía para la acción pública contra la homofobia… Op.Cit. p. 18. Toda/os diversa/os, iguales en derechos. Cuaderno sobre diversidad sexual y derechos humanos, Op.Cit. p.24 y 25. 11 Encuesta Nacional sobre Discriminación en México 2010, CONAPRED, México, 2011, p.47. 9 10

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Diversidad sexual, de género y orientación sexual”, en América Latina Genera, RSCLAC/ PNUD, en http://www.americalatinagenera.org/es/index.php?option=com_content& view=article&id=301&Itemid=166 13 Glosario regional sobre educación integral de la sexualidad, VIH y SIDA para América latina y el Caribe (mimeo)…Op.Cit. 14 Diversidad sexual, de género y orientación sexual”… Op.Cit. 12

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Homofobia La homofobia se refiere a una práctica discriminatoria basada en el estigma sexual,1 el heterosexismo2 y el prejuicio sexual3 hacia las personas que tienen –o se supone que tienen4– prácticas sexuales con personas de su mismo sexo, o hacia las personas que asumen una identidad sexogenérica distinta de la heterosexual o del género socialmente asignado a su sexo de nacimiento.5 La homofobia supone otras manifestaciones de la discriminación como la lesbofobia que se da en contra de las mujeres lesbianas y la transfobia hacia la población transgénero, travesti o transexual. Estas tienen elementos en común con la homofobia y al mismo tiempo características específicas. En este Manual por ser un documento introductorio al tema, el término de homofobia se utilizará como un término generalizado para referirse a la discriminación por motivos de preferencia sexual, orientación sexual o identidad de género; sin embargo, no por eso se dejará de reconocer la importancia que tienen las manifestaciones mencionadas como formas específicas de la discriminación hacia la diversidad sexual. La homofobia hace evidente la heteronormatividad, lo cual implica que socialmente se reconoce a la heterosexualidad como una sexualidad dominante que determina el “deber ser” y la norma a través de la cual se clasifican y valoran las demás orientaciones, manifestaciones e identidades sexuales y de género. Con esto se crea una distinción entre lo “normal” y lo que es aceptado como sexualidad sana, y lo “anormal”. Además, se estigmatiza a la homosexualidad como una sexualidad patológica, inmoral, perversa, disfuncional, equivocada, problemática e incluso criminal. La consecuencia de esto es un temor basado en el prejuicio intolerante y que se manifiesta en desprecio, odio, rechazo y violencia hacia lo clasificado como lo “anormal”.6 Así, la homofobia se refiere a la intolerancia y el desprecio hacia personas con orientación, identidad o prácticas y conductas diferentes a la

1 Es el conocimiento social compartido de lo negativo de los comportamientos, identidades, relaciones y comunidades no heterosexuales. En: La diversidad sexual y los retos de la igualdad y la inclusión… Op.Cit. 2 Se refiere a la ideología cultural que perpetúa el estigma sexual. En: La diversidad sexual y los retos de la igualdad y la inclusión… Op.Cit. 3 Alude a las actitudes negativas basadas en la orientación sexual. En: La diversidad sexual y los retos de la igualdad y la inclusión… Op.Cit. 4 O sea, incluye a las personas heterosexuales percibidas como homosexuales. 5 Guía para la acción pública contra la homofobia… Op.Cit. p.21. 6 Ibíd. p. 21. 92

heterosexual y que transgreden las convenciones sexuales y de género. 7 La homofobia está en estrecha relación con la denigración de lo femenino y el valor social que esto tiene en determinado contexto. Por ello, la homosexualidad en los hombres, su feminización y lo que es interpretado como falta de virilidad son severamente sancionados.8 Por otro lado, la violencia e inequidad de género, provoca que las mujeres bisexuales y lesbianas sufran una doble discriminación, una por ser mujeres y otra, por tener una preferencia sexual distinta a la heterosexual, teniendo como consecuencia que estas sean víctimas de violencia por la familia y comunidad que, de manera general, buscan controlar su sexualidad.9 La homofobia trasciende lo individual, en tanto que es una práctica que tiene causas y consecuencias en el entramado social. Por ello, esta no se puede entender solamente como un comportamiento de una persona hacia otra o hacia un grupo. Sin embargo, aunque la homofobia se construya en lo social, esta no se justifica a nivel individual como una conducta disculpable, no intencional, sino como una práctica social y una responsabilidad de determinados individuos o instituciones con consecuencias en individuos concretos. Las expresiones de la homofobia son el odio, rechazo -en el trabajo, en su comunidad, en la escuela, en grupos e instituciones religiosas y en sus propios hogares-, ridiculización, negación de servicios - incluyendo los de salud-, estereotipos y estigmas -reproducidos por las personas, por las instituciones o por los medios de comunicación-, humillación, rupturas familiares, abandono, invisibilidad, opresión y otras formas de violencia, que causan daño o perjuicio a las personas en la esfera de su dignidad por cuestiones de sus prácticas, orientaciones o identidades sexogenéricas, y que en casos extremos provocan la muerte. 10,11

7 Duranti, Ricardo. Diversidad sexual: conceptos para pensar y trabajar en salud, OPS/ONUSIDA/UNFPA/PNUD/Dirección de Sida y ETS, Buenos Aires, 2011. 8 “Diversidad sexual, de género y orientación sexual”. América Latina Genera…Op.Cit. 9 Guía para la acción pública contra la homofobia… Op.Cit., p. 25. 10 Ibíd. p. 21 11 “Discriminación, Diversidad Sexual.” 05/2012.  http://www.conapred.org.mx/redes/index.php?contenido=pagina&id=145&id_opcion=48&op=48 . 93

Homofobia, vulnerabilidad y salud Debido a que la homofobia no existe ni se da de manera aislada de otras formas de discriminación social,1 las y los adolescentes y jóvenes de la diversidad sexual son una población vulnerable en materia de salud. En este contexto, la Declaración Ministerial “Prevenir con educación” reconoce que las relaciones desiguales de género y entre grupos de edad, las diferencias socioeconómicas y culturales y las orientaciones e identidades sexuales individuales incrementan la vulnerabilidad a la infección por VIH/ITS. Esto se suma a otros factores como la vulnerabilidad biológica provocada por la mayor transmisión en el sexo anal y a la elevada prevalencia entre potenciales parejas;2 la falta de conocimiento de los servicios de salud sobre las prácticas sexuales de la población LGTTTBI debido a los tabúes, ocultando así los riesgos que conllevan y siendo un obstáculo para la falta de información acerca de la prevención; y la homofobia a nivel institucional.3 Esta última es evidente a través de la exclusión de personas de la diversidad sexual de los servicios de salud, la estigmatización, los malos tratos, o cualquier tipo de violencia, por parte del personal que labora en tales servicios, o bien la falta de adecuación de las necesidades sanitarias de las poblaciones de gays, lesbianas, travestis, transexuales, transgénero, bisexuales e intersexuales. Además de lo anterior, las y los adolescentes y jóvenes que sufren de discriminación por orientación sexual sufren de la exclusión de la mayoría de formas disponibles de intervenciones para la prevención del VIH, no cuentan con la información acerca de cómo acceder a ellas o no pueden hacerlo, o sienten que esos programas no son apropiados para sus necesidades.4 La vulnerabilidad de la que son objeto las y los adolescentes jóvenes homosexuales, lesbianas, travestis, transexuales, transgénero, bisexuales e 1 Pecheny, Mario y Jones, Daniel, Guía de acciones estratégicas para prevenir y combatir la discriminación por orientación sexual e identidad de género: Derechos humanos, salud y VIH, ONUSIDA, Río de Janeiro, 2006, 29 p.p. 2 Ídem. 3 También está la social o interpersonal que es la que” circula entre las personas a partir de creencias, transformando la potencialidad de los prejuicios acerca de la homosexualidad en acto” y la personal o internalizada la cual “se constituye a partir del sistema personal de valores, creencias, juicios, mandatos, actitudes, etc. que la persona va incorporando desde el momento en que nace, cuando se le asigna un sexo y se le cría/educa en función de esa asignación.” En: Diversidad sexual: conceptos para pensar y trabajar en salud…Op.Cit. 4 Declaración Ministerial de la Ciudad de México “Prevenir con Educación”. Principios fundamentales de la Declaración…Op.Cit. 94

intersexuales5 ante el VIH/SIDA es de gran emergencia en México ya que según el CENSIDA, los hombres que tienen sexo con hombres, son de los sectores poblacionales en donde se concentra la epidemia. 6 El 32% de los casos registrados de SIDA en hombres refieren una categoría de transmisión por relaciones sexuales homosexuales y el 22% bisexuales. El 41% indica la vía heterosexual, lo cual según la institución, esto podría estar sobre reportado ya que muchos hombres no se asumen homosexuales aunque tengan sexo con otros hombres. Por otra parte, el 86.6% de los casos registrados de SIDA en mujeres refieren una categoría de transmisión por relaciones sexuales heterosexuales. Ante, esto resulta necesario ofrecer servicios de salud amigables, adecuados, incluyentes y libres de discriminación. El VIH/SIDA debe ser una prioridad en los servicios de salud para adolescentes y jóvenes de la diversidad sexual, sin embargo, también deben de considerarse otros padecimientos que afectan su salud física, mental, sexual y reproductiva. Por ejemplo, la angustia, la depresión, el estrés, los crímenes y actos de violencia que les afectan y que por causas socioculturales no son sancionados y sus perpetradores no son investigados y condenados.

5 Incluyendo a las y los jóvenes que ejercen trabajo sexual o prostitución. 6 Otros sectores están representados por personas que realizan trabajo sexual y personas que usan

drogas inyectables.

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Servicios de salud amigables para jóvenes y adolescentes y sensibles a la diversidad sexual

La Declaración Ministerial “Prevenir con educación” señala que los servicios de salud deben abordar las necesidades particulares de quienes se encuentran en mayor riesgo y sean más vulnerables como lo son adolescentes y jóvenes homosexuales, bisexuales, lesbianas, transgénero, travestis e intersexuales. En este marco, el respeto a la igualdad, dignidad, a los derechos sexuales y reproductivos de las y los jóvenes y adolescentes de la diversidad sexual y la no discriminación por motivos de preferencia sexual, orientación sexual o identidad de género representan aspectos fundamentales a tomar en cuenta por los servicios de salud con el propósito de que estos sean amigables, adecuados, incluyentes y sensibles a las necesidades de la personas de la diversidad sexual. Para esto es fundamental que los servicios y profesionales estén preparados/as en aspectos técnicos y de sensibilización hacia las personas cuya sexualidad no se ajuste al modelo heterosexual y/o cuya identidad de género no corresponda al modelo binario masculino/femenino.1 También tendrán que garantizar el acceso igualitario, promover el respeto a la orientación sexual e identidad de género y respetar las necesidades específicas de las personas de la diversidad sexual, combatiendo el prejuicio y la discriminación. Además, es importante ofrecer capacitación acerca del mejor cuidado de diferentes grupos de ITS, como por ejemplo las enfermedades del recto, ano y colon, lo cual podría mejorar el diagnóstico y tratamiento precoz de las ITS. Otro elemento esencial a considerar por los servicios de salud amigables es el acceso universal a los tratamientos antiretrovirales, especialmente a la población LGTTTBI; además del establecimiento de acciones de prevención, atención, cuidado y apoyo en VIH/SIDA que sean culturalmente adecuadas para esta población, servicios de prevención secundaria y terciaria específica, consejería para sexo más seguro y provisión de condones y tratamiento de ITS.

1 Pecheny, Mario y Jones, Daniel, Guía de acciones estratégicas para prevenir y combatir la discriminación por orientación sexual e identidad de género: Derechos humanos, salud y VIH, ONUSIDA, Río de Janeiro, 2006.

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Cultura de la denuncia En México ha habido avances importantes en materia de derechos sexuales y reproductivos, no discriminación, información y a la educación, universalidad y cobertura en servicios de salud, en los derechos de las y los niños, adolescentes y jóvenes, las mujeres, de quienes viven con VIH/SIDA u otras ITS y las personas de la diversidad sexual, entre otros colectivos. Aún hay grandes retos y obstáculos al respecto, tanto en lo cultural como en lo institucional y lo normativo; sin embargo, resulta fundamental reconocer, promover y emplear la cultura de la denuncia la cual representa un instrumento de participación ciudadana en la defensa de los derechos y el apego a la ley. La cultura de la denuncia tiene como propósito que la sociedad civil de a conocer a las autoridades competentes a nivel municipal, estatal o federal, cualquier acto delictivo que agravie la integridad física, moral o psicológica de una persona, a un grupo de personas o bien a una comunidad. En el país, la administración pública tiene órganos competentes para dar cabida a las denuncias que la ciudadanía realice. Por ejemplo, las denuncias formales podrán presentarse en agencias del Ministerio Público, delegaciones del Ministerio Público y estaciones de policía, las cuales trabajan 24 horas todos los días. En el proceso, es importante conocer cuáles son los derechos de las y los adolescentes y jóvenes que están siendo violados; conocer las leyes y tratados que definen tales derechos; tener claridad sobre las obligaciones de la función pública que no fueron cumplidas y que motivaron el agravio; saber a qué instancia acudir para hacer la denuncia; de preferencia, contar con las pruebas que sustenten la denuncia; estar consciente de que se iniciará un procedimiento administrativo en el que es necesario invertir tiempo y de los beneficios, riesgos y consecuencias de la denuncia; estar al tanto de los procedimientos necesarios para hacer una denuncia dependiendo del agravio; conocer la manera en que tiene que emitirse la denuncia según las normas, lo cual implica seguir los requisitos pertinentes, como por ejemplo: •

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Hacer la denuncia en forma escrita, oral o por medio de una narración. Actualmente las denuncias pueden ser hechas de ma99

nera anónima, por teléfono o vía electrónica. Sin embargo, dependiendo el caso será preciso ratificar el hecho ante alguna autoridad para dar paso a su investigación.

delito. Asimismo, organizaciones de la sociedad civil brindan atención, orientación en caso de violaciones a los derechos y orientación y acompañamiento al realizar la denuncia o bien, durante el proceso jurídico.



Firmar la denuncia en caso necesario.



Otorgar información del agraviado como el nombre, apellido, edad, profesión, lugar de nacimiento, domicilio, teléfono.



Entregar documentos probatorios (actas, fotos, videos, etc.).



Dar información que identifique agraviante.



Describir el lugar de los hechos.

Cabe señalar que las instancias federales tienen sus contrapartes en cada entidad federativa, que buscan dar respuesta a las necesidades de la población, por lo que se sugiere conocer la dependencia en cada estado.1 Del mismo modo, hay organizaciones de la sociedad civil a lo largo de la República Mexicana, las cuales buscan dar propuestas a problemas focalizados en cada región del país. Por ello, se sugiere explorar cuáles son éstas y los servicios que ofrecen. Además, se llama a informarse, según el delito, los mecanismos de denuncia de cada entidad y el marco normativo que la rige y que protege la salud sexual, la salud reproductiva, los derechos sexuales y reproductivos de jóvenes y adolescentes.

La cultura de la denuncia es fundamental en el respeto de los derechos humanos y el acceso a la justicia ya que incentiva a poner de conocimiento de una autoridad un delito. La denuncia es el inicio de las investigaciones necesarias para resarcir justicia a la víctima. Además, la cultura de la denuncia conlleva el hacer público vejaciones, agresiones y discriminación de la que son objeto ciertos sectores poblacionales y de los riesgos más frecuentes a los que se enfrentan. La denuncia tendrá un efecto multiplicador motivando a las personas que no habían usado esta herramienta.

A continuación se brinda un pequeño directorio de instituciones gubernamentales relacionadas con las y los jóvenes y adolescentes, sexualidad, derechos humanos y a través de las cuales se puedan hacer denuncias, quejas o bien recibir orientación al respecto.



Es posible realizar denuncias sobre delitos sexuales, explotación sexual, discriminación por motivos de preferencia sexual, orientación sexual o identidad de género, la violación al derecho a la salud, a la información, a la educación y delitos derivados de la violencia intrafamiliar en perjuicio las y los adolescentes y jóvenes, prostitución de menores, privación ilegal de la libertad, tráfico de personas, abuso sexual, homicidio, entre otros. En México, existen entidades gubernamentales federales y estatales, especializadas en niñas y niños, adolescentes y jóvenes, mujeres, personas con VIH/SIDA y de la diversidad, las cuales no sólo dan cabida a denuncias, sino también tramitan quejas y realizan investigaciones sobre presuntas violaciones a los derechos humanos, informen a adolescentes y jóvenes acerca de sus derechos en materia de sexualidad, a dónde dirigirse en caso de haber sufrido una violación a sus derechos o un 1 Por lo general, la información básica se encuentra en la página web de cada dependencia. 100

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Instancia

¿Qué es?

Misión

Algunos de los servicios que brinda

Contacto

Comisión Nacional de Derechos Humanos

Organismo autónomo, con personalidad jurídica y patrimonio propios, perteneciente al Estado mexicano.

Proteger y defender los derechos humanos consagrados en la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos.

Recibe quejas sobre presuntas violaciones a los derechos humanos, e investiga presuntas violaciones a los derechos humanos.

Secretaria de Salud

Secretaría de estado con instancias en cada entidad federativa

Contribuir a un desarrollo humano justo incluyente y sustentable, mediante la promoción de la salud como objetivo social compartido y el acceso universal a servicios integrales y de alta calidad que satisfagan las necesidades y respondan a las expectativas de la población.

Atención médica y psicológica de la violencia familiar y sexual

http://clues.salud.gob.mx Consultar según la entidad federativa

Secretaría del Trabajo y Previsión Social

Secretaría de estado con instancias en cada entidad federativa. Secretaría de estado con instancias en cada entidad federativa

Fortalecer la política, entre otros elementos, construyendo relaciones laborales basadas en una distribución equitativa del trabajo y atender los conflictos colectivos, a fin de mantener la paz laboral.

Asesoría a víctimas de acoso y hostigamiento sexual en centros de trabajo.

Periférico Sur 4271, Tlalpan, Distrito Federal Teléfono: 01 55 5645 1220

Federal: Información telefónica: 56 81 81 25 extensiones 1127 y 1129; Coordinación de Guardias (atención las 24 horas) 56 81 51 12 ó 56 81 81 25 extensiones 1123 y 1242. Fax 56 81 84 90. Teléfono de larga distancia gratuita 01 800 715 2000. Consultar las Comisiones Estatales de Derechos Humanos de cada entidad federativa.

Consultar según la entidad federativa. DIF

Instituto Nacional de las Mujeres

Apoyo jurídico, psicológico y social a personas en situación de maltrato, abuso, abandono y/o desamparo.

Institución del Gobierno Federal con instancias en cada entidad federativa.

Dirigir la política nacional para lograr la igualdad de oportunidades entre mujeres y hombres

Asesoría jurídica y orientación psicológica personalizada a mujeres víctimas de violencia, psicoterapia en grupos de mutua ayuda con perspectiva de género, atención a problemáticas varias, pláticas y talleres de sensibilización en género, paternidad responsable, masculinidades y violencia, bolsa de trabajo.

Información telefónica del DF: 53 22 42 00 Lada sin costo: 01 800 0 911 466 Consultar según la entidad federativa

Comisión Nacional de Derechos Humanos

Organismo autónomo, con personalidad jurídica y patrimonio propios, perteneciente al Estado mexicano.

Proteger y defender los derechos humanos consagrados en la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos.

Recibe quejas sobre presuntas violaciones a los derechos humanos, e investiga presuntas violaciones a los derechos humanos.

Federal: Información telefónica: 56 81 81 25 extensiones 1127 y 1129; Coordinación de Guardias (atención las 24 horas) 56 81 51 12 ó 56 81 81 25 extensiones 1123 y 1242. Fax 56 81 84 90. Teléfono de larga distancia gratuita 01 800 715 2000. Consultar las Comisiones Estatales de Derechos Humanos de cada entidad federativa.

Defensoría de Oficio

Organismo con autonomía técnica y de gestión, dependiente del poder ejecutivo de cada entidad federativa.

Proporcionar obligatoria y gratuitamente los servicios de defensa jurídica en materia penal, a las personas que carezcan de defensor particular; y asesoramiento en materia civil, familiar, mercantil, administrativa y laboral, a las personas que acrediten la necesidad de asistencia por no estar en condiciones de retribuir los servicios de un abogado.

Servicios de asesoría, asistencia y defensa jurídica a los adolescentes que tengan el carácter de acusados en Materia Penal.

Consultar según la entidad federativa.

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Instancia

¿Qué es?

Misión

Procuraduría de la Defensa del Menor, la Mujer y la Familia

Algunos de los servicios que brinda

Contacto

Atiende casos de maltrato, descuido y abuso sexual entre miembros de la misma familia; proporciona servicios gratuitos de orientación social, jurídica y psicológica; da atención a grupos, con la finalidad

Consultar según la entidad federativa.

Concertación y enlace con diversas instituciones para la realización de programas de prevención de delitos federales contra la salud.

http://www.pgr.gob.mx/servicios/mail/plantilla.asp

Recibe denuncias y comentarios a través de un buzón electrónico

h t t p : //w w w. p g r. g o b . m x /s e r v i c i o s /m a i l /p l a n t i l l a . asp?mail=25

Proporcionar, orientar y asesorar jurídicamente a las víctimas y ofendidos del delito en el orden federal, promover que se garantice y haga efectiva la reparación del daño e intervenir para que se les proporcione atención médica, psicológica y asistencial.

Federal: Reforma 72, tercer piso, Col. Guerrero, Del. Cuauhtémoc, C.P. 06300, Distrito Federal. Teléfonos: 53 46 42 14 y 53 46 42 16. Horario de atención: lunes a viernes de 09:00 a 19:30 horas. Cada estado cuenta con una unidad.

Fiscalía especializada para la atención de delitos contra la salud

Servicio de la PGR.

Fiscalía Especial para los Delitos de Violencia contra las Mujeres y Trata de Personas

Dependencia de la PGR

Dirección General de Atención a Víctimas del Delito

Dependencia de la PGR

Agencias estatales especializadas en Asuntos del Menor e Incapaz

Agencias del Ministerio Público de cada estado

Consultar según la entidad federativa.

Agencias especializadas en Delitos Sexuales

Agencias del Ministerio Público de cada estado

Consultar según la entidad federativa.

Centro nacional de atención ciudadana

Dependencia de la PGR

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Dar atención a la denuncia ciudadana

Dirigir la política nacional para lograr la igualdad de oportunidades entre mujeres y hombres

Facilitar el acceso de la ciudadanía proporcionando un contacto ágil y gratuito entre las instancias sustantivas de la PGR, responsables de la atención de las denuncias.

Atiende y canaliza las denuncias de la ciudadanía, proporcionando orientación a las victimas o testigos de un delito a través de un servicio telefónico.

Información telefónica del DF: 53 46 15 40. Desde cualquier estado de la República: 01 800 00 85 400, las 24 hrs. los 365 días del año

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Instancia

¿Qué es?

Unidad especializada en investigación de delitos cometidos por servidores públicos y contra la administración de justicia

Dependencia de la PGR

CONAPRED

Órgano de Estado sectorizado a la Secretaría de Gobernación.

TelSIDA

Servicio del Centro Nacional para la Prevención y el Control del VIH/SIDA (CENSIDA)

Dirección General de Atención a Víctimas del Delito

Dependencia de la PGR

SiRSeQ (Sistema de Registro y Seguimiento de Quejas)

Servicio del Centro Nacional para la Prevención y el Control del VIH/SIDA (CENSIDA) Servicio del Centro Nacional para la Prevención y el Control del VIH/SIDA (CENSIDA)

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Misión

Contribuir a que toda persona goce sin discriminación de todos los derechos y libertades consagrados en el orden jurídico mexicano.

Dirigir la política nacional para lograr la igualdad de oportunidades entre mujeres y hombres

Algunos de los servicios que brinda

Contacto

Recibe denuncias y querellas respecto a hechos probablemente constitutivos de delito del orden federal cometidos por servidores públicos a través de un buzón electrónico.

http://www.pgr.gob.mx/servicios/mail/plantilla.asp?mail=13

Recibe quejas por presuntos actos de discriminación imputables a personas físicas o morales o reclamaciones presuntos actos de discriminación atribuidos a autoridades o servidores públicos federales en ejercicio de sus funciones o con motivo de ellas. Asesora a los o las peticionarios (as), que presuntamente hayan sido discriminadas, respecto de los derechos que les asisten y los medios con los que cuentan para hacerlos valer y orienta en la defensa de los citados derechos ante las instancias correspondientes por tratarse de un asunto en el que no se surte la competencia legal del CONAPRED.

Teléfono gratuito: 01-800-543-0033.

Ofrece un directorio de las diferentes instituciones o centros de atención en el país a donde se canaliza a las y los usuarios de acuerdo a sus dudas o necesidades (ubicación de CAPSITS y otros servicios de salud en los estados, pruebas rápidas y tradicionales de detección del VIH, medicamentos antirretrovirales, consejería, intervención en crisis, sexualidad, percepción del riesgo de infección, e información relacionada en general)

Información telefónica del DF y zona metropolitana al 5207-4077, y sin costo de los estados al 01-800-712-0886 y 01-800-712-0889. Horario de atención: de lunes a viernes de 08:30 a 21:30 horas

Proporcionar, orientar y asesorar jurídicamente a las víctimas y ofendidos del delito en el orden federal, promover que se garantice y haga efectiva la reparación del daño e intervenir para que se les proporcione atención médica, psicológica y asistencial.

Federal: Reforma 72, tercer piso, Col. Guerrero, Del. Cuauhtémoc, C.P. 06300, Distrito Federal. Teléfonos: 53 46 42 14 y 53 46 42 16. Horario de atención: lunes a viernes de 09:00 a 19:30 horas. Cada estado cuenta con una unidad.

Sistema telefónico de recepción de quejas a través de la línea de orientación e información TelSIDA. Tiene un carácter confidencial con el lineamiento de resolver cada queja a la brevedad posible, ya sea en referencia a medicamentos o para canalizar y derivar las quejas a las instancias correspondientes, como la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) y el Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (CONPRED)

Información telefónica del DF y zona metropolitana al 52074077 y sin costo de los estados al 01-800-712-0886 y 01-800-712-0889.

Para recepción de documentos, la cual se encuentra abierta para el público en general en un horario corrido de lunes a viernes, de 9:00 a las 18:30 horas, en la planta baja en Dante No. 14, Col. Anzures, C.P. 11590 Deleg. Miguel Hidalgo México, D.F. Teléfono: 52 62 14 90 Ext. 5418

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