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Tipografía señalética. Capítulo del Libro Señalética, de Joan Costa. En rigor no es posible afirmar que exista una tipografía específica y exclusivamente señalética. Lo que sí existe son determinadas condiciones prácticas que hacen que no todos los caracteres tipográficos sean aptos para la función señalética. Obviamente, tales condiciones se encuentran en el origen mismo de los principios de esta ciencia de las señales visuales en el espacio, que son: brevedad informativa, claridad, sencillez formal, síntesis, comunicabilidad instantánea. Tales principios deben transferirse al uso de la tipografía. Las tipografías utilizadas en señalética corresponden, pues, a las premisas de visibilidad e inteligibilidad inmediatas. Si existiera, por tanto, una tipografía señalética, ésta sería la más apta para cumplir con la mayor eficacia tales premisas de funcionalidad. Es decir, sería la que ofreciera una mayor "legibilidad" a distancia -habida cuenta el tamaño de la letra en función de la distancia de lectura-, sin "ambigüedad" (la letra "a" y la "o" de la futura tienen el riesgo de ser confundidas, y con el "mínimo tiempo". Si por exclusión procediéramos a la selección de caracteres tipográficos señaléticos, rechazaríamos en primer lugar aquellos que son menos normalizados, es decir los que tienen trazos más libres y que imitan la espontaneidad irregular de la escritura manual. Luego serían excluidos los caracteres de fantasía, en los que la anécdota y la doble lectura predominan sobre la pureza del trazo. También serían eliminados los caracteres ornamentales y ornamentados, ya que esto constituye siempre un añadido gratuito, si no es por la intención estética, y difícilmente justificable desde un criterio estrictamente utilitarista: es el principio mismo que suprime los detalles accesorios con el fin de privilegiar la estructura esencial, el esquema icónico. Continuando así una clasificación tipográfica basada en la mayor simplicidad formal y la máxima inteligibilidad, se suprimirán sucesivamente los caracteres cuyos terminales presenten adornos; los que poseen poca mancha, o demasiada mancha; los excesivamente abiertos y los excesivamente cerrados y compactos; los que solamente poseen letras mayúsculas, pues sabemos que en

las frases largas son menos legibles que las minúsculas. Subir Por este proceso de selección se llega necesariamente a los caracteres lineales, de trazo prácticamente uniforme. La Univers, diseñada por Adrián Frutiger, es considerada la tipografía que mejor cumple los requisitos de la señalética, aunque también es notable el alfabeto Roissy (que el mismo Frutiger diseñó para el aeropuerto Charles de Gaulle), o bien la tipografía que lleva su propio nombre. En ocasiones hay una modulación del trazo, como en la Óptima o la Antigua Oliva, lo cual al tiempo que no afecta negativamente la legibilidad, a porta a la letra un rasgo de elegancia (Antigua Oliva) y de refinamiento (Óptima). Estas tipografías mencionadas son las de uso más frecuente en señalética, especialmente por el equilibrio de las relaciones entre el grosor del trazo, el diseño limpio y proporcionado, y la abertura del "ojo" tipográfico. Las variaciones formales que presenta cada familia tipográfica, son la "estructura" (redonda, estrecha, ancha), la "orientación" (recta, cursiva) y el "valor" (fina, seminegra, negra, supernegra), además de la "caja" (alta o baja). Estas variaciones ofrecen recursos combinatorios sobrados para utilizar una familia tipográfica única -imprescindible en señalética-, incluso cuando conviene establecer una jerarquización de los items informacionales textuales. Por ejemplo, en un directorio general donde debe incluirse toda la información, debidamente estructurada, de modo que queden diferenciados los capítulos principales: plantas del edificio, departamentos, secciones, servicios generales, servicios específicos, etc. Este problema -que asimismo admite otra clase de soluciones no tipográficas, sino cromáticas, por ejemplo, o ambas- adquiere una dimensión más compleja cuando se trata de informaciones expresadas en diferentes idiomas. Por consiguiente, la disponibilidad de las variaciones tipográficas facilita una organización eficiente de los textos numerosos o plurilingües. Subir Otro aspecto importante que debe tenerse en cuenta en la elección de la tipografía señalética, es el de las connotaciones o la psicología y la estética de la letra. La connotación no es un factor de legibilidad, sino de significación; una significación que la tipografía superpone al valor semántico de la palabra escrita. De esta forma, si éste no es un elemento de legibilidad, es por supuesto, un factor de comunicación. No tanto de la comunicación directa y evidente, por ejemplo la que contiene la palabra "biblioteca", pero sí de la información indirecta, solapada, que es transmitida por una grafía que puede, además, acentuar la idea de "cultura". Podemos decir, en principio, que toda tipografía utilizada en señalética connota

funcionalidad y, por supuesto, evoca más fácilmente modernidad que clasicismo. La claridad y ausencia de adornos se asocia al cometido utilitario. También incide, recíprocamente, en esta connotación de funcionalidad, la propia señalética, ya que la misma tipografía, incorporada a otro contexto -por ejemplo, a la etiqueta de un producto de perfumería- recibiría, por transferencia, otras connotaciones diferentes. Sin embargo, esta funcionalidad implícita en las tipografías señaléticas, supone una cierta impersonalidad a causa de su neutralidad esencial. Y es esta neutralidad, precisamente, la que hace que estas tipografías sean tan adaptables a los programas señaléticos. Por esta razón de impersonalidad ciertos programas, como el del Centre Georges Pompidou, de París, han adoptado una tipografía diferenciada de la que se utiliza mayormente en señalética. Es el caso también del programa señalético para interiores de oficinas del Banco Hispano Americano, que "innovó" la tipografía Univers aplicándole un tratamiento texturado, el cual la integra al estilo de la identidad corporativa de dicho banco. Conviene añadir que en estos casos la necesidad de una lectura instantánea es menos imperiosa -la información se busca menos apresuradamente-, y tal circunstancia permite determinadas variaciones y tratamiento gráficos; pero no sería así tratándose de unos grandes almacenes, donde predomina la profusión des estímulos visuales. Tipografía, redacción, semántica y criterio gráfico. Debe huirse del uso de abreviaturas, sobre todo cuando pueden inducir a error; tampoco deben utilizarse cuando es irrelevante el espacio que se ganaría, como por ejemplo poner "Pza." (cuatro espacios, incluyendo el punto) en lugar de "Plaza". Subir Por otra parte, hay que tener en cuenta que no siempre son, semánticamente, tan elementales las palabras que se abrevian, aunque la señalización callejera cuenta con un código muy común. Mucho peor es cuando las abreviaturas son poco o nada corrientes, puesto que entonces se incorporan elementos prácticamente desconocidos o nuevos, lo cual comporta siempre ambigüedad o desinformación. Otro principio tipográfico es el de no cortar palabras cuando falta espacio. Una palabra fragmentada es más difícil de captar que una íntegra, ya que la misma grafía ayuda a descifrar el sentido (percepción gestáltica). Aparte de esta fundamental razón funcional, puede añadirse la consideración estética. Precisamente para evitar cortar las palabras, predomina en señalética la composición tipográfica "en bandera" o con caja por la izquierda solamente.

Por las observaciones relativas a las abreviaturas y a la no fragmentación de las palabras -ambas vinculadas directamente a la cantidad de espacio disponible en la señal-, se comprenderá que debe buscarse siempre la expresión verbal más corta. Frases cortas y palabras cortas es la regla. Cuando la información puede transmitirse con una sola palabra, se optará por esta solución; y cuando para ello se disponga de dos o más palabras sinónimas, se elegirá siempre la más corta. Hay que incluir a este regla el principio de seleccionar las palabras de mayor uso público, es decir las más conocidas, rehuyendo las expresiones excesivamente técnicas o burocráticas. Sobre el uso de las mayúsculas es preciso detenerse. Cuando se procede a la redacción definitiva de los textos para todas las señales, hay que determinar el uso de las letras mayúsculas y explicitar el razonamiento de tal regla. La fórmula que se adopte contará para la totalidad del programa. Existe la opinión de que los usuarios de los sistemas de información visual captan las palabras deletreándolas. En este caso sería indicado el uso de mayúsculas, ya que individualmente cada letra posee una forma particular que las diferencia claramente de las demás. Sin embargo, parece demostrado que una palabra formada por letras minúsculas se asimila con mayor rapidez. Las minúsculas se agrupan mejor formando conjuntos diferenciados, es decir que forman la imagen de la palabra por su grafía, lo cual facilita una percepción más inmediata. Cuando la mayúscula aparece como inicial de una palabra, facilita la introducción en el texto. Los nombres de ciudades, de empresas y los nombres propios se leen mejor de este modo. Subir Otro aspecto que reviste una cierta importancia es el del tamaño de las señales, que viene determinado por el tamaño de las letras, y éste determina a su vez el tamaño de los pictogramas. O sea que la visibilidad-legibilidad del texto, es el principio que determina, en general, el tamaño de las señales. Así, pues, el tamaño de la letra varía con la distancia de la lectura. Pero esto no significa que cada señalar vaya a tener unas medidas diferentes según sean las distancias de visión en cada caso concreto. Dependiendo de las proporciones y la estructura del espacio objeto del tratamiento señalético, se establecerán las medidas de la letra que, en general, serán las mismas para todo el proyecto. Se trata de definir una distancia promedio. Si las distancias entre los puntos claves son largas y ello imposibilita la lectura de las señales más distantes, se introducirán señales pre-informativas antes de la señal que se utiliza para identificar el punto clave. En algunos casos en que se requiera jerarquización, puede ser necesario aplicar

más de un tamaño de letras -y, eventualmente, se señales-, pero siempre será aconsejable establecer el mínimo número de variantes. Si conviene definir dos tamaños generales para paneles murales, colgantes y banderolas -al margen de señales más particulares como directorios, subdirectorios, placas de puertas e informaciones de sobremesa, cuyos tamaños serán invariables- se procederá a una precisa jerarquización de ambos tamaños. De este modo, la adopción de diferentes tamaños de plafones se decidirá según los siguientes criterios: a).- Necesidad de jerarquizar ciertas informaciones en grandes espacios, con relación al conjunto de señales. b).- Conveniencia de cubrir ciertas distancias de visión que no podrían ser cubiertas de otro modo. Excepcionalmente pueden adoptarse tamaños más grandes para casos especiales donde sea necesario concentrar varias informaciones, ésto considerado aparte -o coincidentemente- con la conveniencia de jerarquización. Sin embargo, la tendencia será siempre la de homogenizar los tamaños de letras y señales, con el objeto de evitar la sensación de desorden y obtener una presentación coherente que facilitará de manera notable la percepción del sistema señalético por su estabilidad, y la información vinculada por cada señal. La medida de las letras en función de la distancia de lectura, no supone que se proponga una medida para cada distancia posible, pues ello produciría una impresión caótica. Se trata de determinar la medida-distancia obligada o la medida-distancia promedio, y adoptar el tamaño de letra más pertinente para asegurar la legibilidad. Subir Naturalmente que el tamaño de las letras no es el único valor que determina la legibilidad. Hay que considerar también otras variables decisivas, como el contraste tonal entre figura y fondo, así como el peso o mancha de la letra. El contraste blanco sobre negro facilitará mayormente la visibilidad-legibilidad de un texto con relación al contraste blanco sobre gris. Por tanto, el valor tonal o cromático de la relación figura-fondo, es una variable que incide claramente en la mayor o menor facilidad perceptiva. Por la misma razón, una letra de trazo débil presentará inevitablemente un menor índice de visibilidad-legibilidad que una letra de trazo grueso (tipografía fina versus tipografía supernegra), a pesar de que ambas tengan la misma altura. En síntesis, tanto el contraste como el peso tipográfico son dos magnitudes de potencial pregnante. Por este motivo, el caracter tipográfico que se seleccione en cada caso, deberá ser verificado por medio de un test experimental comparativo. En esta prueba se tendrá en cuenta la relación tamaño-distancia, los valores de contraste y peso, y la visión oblicua de las señales, que es en muchos casos inevitable, lo cual influye en la elección de la tipografía. Sólo después de esta prueba podrá decidirse con garantía de acierto el tamaño de las letras, el grueso, el contraste cromático y, consecuentemente, el tamaño de los

pictogramas y flechas, y el tamaño -en fin- de las mismas señales. Una última consideración es necesaria para completar las observaciones relativas a la tipografía, o más concretamente a la visibilidad, percepción jerarquizada de los elementos informacionales y legibilidad. Nos referimos a la cuestión sutil de las distancias entre los diferentes elementos textuales e icónicos que se combinan en el interior de las señales formando el mensaje: - Distancia entre letras. - Distancia entre palabras. - Distancia entre líneas. - Distancia entre texto y pictogramas. - Distancia entre éstos y los márgenes de la señal o del panel. Es bien sabido que la distancia entre la letra M y la I no será la misma que entre la M y la O; o que la A requerirán de una distancia diferente de la que medie entre la O y la C. Si tomamos como referencia la letra O y la encerramos dentro de un cuadrado, no admite encerrar en él, con el mismo ajuste entre letra y cuadrado, las letras I, V, M L, etc. En la medida, pues, que no todas llenan por igual el módulo cuadrado, esta ley obliga a establecer una repartición variable de las letras. Las relaciones de distancia entre letras son un factor que influye en la legibilidad, porque incide en la configuración misma de la palabra: su grafía. Sabemos que nunca acabamos de deletrear las palabras al leerlas, porque existe un determinismo, derivado de la probabilidad de ocurrencia, que hace que las primeras letras induzcan a la conclusión de una palabra. Ello supone que la atención es mayor en las primeras letras y más débil en las siguientes, por el hecho de que hay una probabilidad definida de que, en un determinado contexto, tales primeras letras corresponderán a tales palabras, del mismo modo que una determinada palabra comporta en sí misma la virtualidad de cuál será la siguiente. Ahora bien, si las distancias entre letras son irregulares y no armónicas, este proceso intuitivo -o reflejo- de la percepción textual se ve afectado por una sutil aproximación y/o separación de ciertas letras, constituyendo así subgrupos dentro de la palabra, haciéndola más lenta de descifrar. Esta alteración de la grafía es verdaderamente un ruido visual, un factor de disociación. Subir Lo mismo ocurre con las distancias entre palabras y entre líneas. Cuando los espacios externos al texto no poseen las proporciones óptimas de aislamiento de cada elemento integrado en la señal, se produce asimismo el fenómeno de impresión que crea una micro incertidumbre perceptiva y, por tanto, cognitiva. El texto debe constituir una unidad dentro del conjunto, adecuadamente aislada "de" -pero coordinada "con" - los demás elementos de la señal, sean éstos

flechas, pictogramas, o el mismo rectángulo que define la señal: el espacio gráfico considerado como elemento atencional y soporte de la información. Hay que insistir en estas relaciones de los espacios intertextuales e intericónicos, y entre los grupos de elementos gráficos y su continente -la dimensión ortogonal de la señal-, puesto que constituyen factores fundamentales de la inteligibilidad de la información. Legibilidad Para conseguir una buena señalización, que comporte resultados efectivos, ha de lograrse, además de ofrecer símbolos gráficos acertados, una correcta ubicación de las señales. La situación de cualquier soporte de señalización (valla, cartel, etc.) será tanto más acertada cuanto más ajustada se encuentre dentro del ángulo de visión humana, siendo una norma útil evitar una desviación superior al 10% de dicho ángulo. Esta fórmula incide especialmente en la altura de colocación. Según la distancia a que haya de ser vista la señal deben variar tanto las medidas de sus elementos como la altura a la que aquélla se sitúe, teniendo en cuenta que las proporciones del ángulo de visión se hacen más amplias a medida que aumenta la distancia entre la persona y la señal que se visiona, como puede comprobarse en los diagramas que se muestran en esta página. Se ofrecen aquí algunos datos a considerar, relativos a las líneas de visión, tamaños y distancias: Visión a corta distancia: Los letreros que se presentan en esta modalidad suelen tener pequeño tamaño y se contemplan a distancias menores de 10 metros. Su colocación, respecto al suelo, será entre 1,5 y 2,5 metros.

Visión a media distancia: Cuando sea de 10 a 15 metros la separación entre el observador y la señal, el tamaño del letrero o cartel no puede ser menor de 1 x 1 metros.

Visión a larga distancia: Estos letreros se sitúan a una altura superior al primer piso de un edificio. En este caso han de ser de un gran tamaño, y a ser posible estarán iluminados por focos, o serán luminosos de material translúcido e iluminación interior, para hacerlos más visibles durante la noche.

Definiciones de interés en Ergonomía Con frecuencia se nos pide definir que es la Ergonomía. Apenas uno comienza a explicarse, usándo términos como antropometría o factores de riesgo, es posible que el interlocutar se vea cada vez más confundido. Cuando se pasa a usar términos como OSHA, ANSI, LMT u otros, la persona que preguntaba normalmente ya huyó, pidiendo excusas por preguntar. Si alguien le pide definir que es Ergonomía, puede ser útil darle una copia de las siguientes definiciones, antes de continuar ANSI - American National Standards Institute: Instituto Nacional de Estándares de EE.UU. Organización sin fines de lucro que coordina actividades voluntarias de estandarización. El ANSI ayuda a quienes desarrollan y/o usan estándares, tanto en el sector privado como gubernamental, a alcanzar acuerdos acerca de la necesidad de estándares y la definición de prioridades. Antropometría: La antropometría es la rama de las ciencias humanas que estudia las mediciones corporales. Control: Para intervenir un problema mediante acciones ergonómicas, podemos usar dos tipos de acciones de control, controles administrativos y controles de ingeniería. Controles Administrativos: Procedimientos y métodos, definidos por el

empleador, que reducen significativamente la exposición a factores de riesgo mediante modificaciones a la forma en que se desempeñan las tareas; ej.: rotación de puestos, ampliación del ámbito de la tarea, ajustes al ritmo de trabajo. Controles de Ingeniería: Cambios físicos a la tarea que controlan la exposición a riesgos. Los controles de ingeniería actúan sobre la fuente de los riesgos, sin necesidad de que el trabajador use auto-protección o realice acciones individuales de cuidado. Ej.: cambiar el ángulo de agarre de una herramienta, disminuir el peso de los elementos a cargar, proveer de sillas ajustables. Ergonomía: La ciencia del trabajo. La ergonomía elimina las barreras que se oponen a un trabajo humano seguro, productivo y de calidad mediante el adecuado ajuste de productos, tareas y ambientes a la persona. Ergonomía: La Ergonomía (o Factores Humanos) es •

tanto la disciplina científica relacionada con la comprensión de las interacciones entre humanos y otros elementos de un sistema, así como



la profesión que aplica teoría, principios, datos y métodos para diseñar a fin de optimizar el bienestar humano y el rendimiento global del sistema.

Los/las ergonomistas contribuyen al diseño y evaluación de tareas, trabajos, productos, ambientes y sistemas en orden de hacerlos compatibles con las necesidades, habilidades y limitaciones de las personas. Ergonomía: La Ergonomía es un enfoque que pone las necesidades y capacidades humanas como el foco del diseño de sistemas tecnológicos. Su propósito es asegurar que los humanos y la tecnología trabajan en completa armonía, mantiendo los equipos y las tareas en acuerdo con las características humanas. Ergonomía Cognitiva: La ergonomía cognitiva (o también llamada 'cognoscitiva') se interesa en los procesos mentales, tales como percepción, memoria, razonamiento, y respuesta motora, en la medida que estas afectan las interacciones entre los seres humanos y los otros elementos componentes de un sistema. Los asuntos que le resultan relevantes incluyen carga de trabajo mental, la toma de decisiones, el funcionamiento experto, la interacción humanocomputadora, la confiabilidad humana, el stress laboral y el entrenamiento y la capacitación, en la medida en que estos factores pueden relacionarse con el diseño de la interacción humano-sistema. Ergonomía Física: La ergonomía física se preocupa de las características anatómicas, antropométricas, fisiológicas y biomecánicas humanas en tanto que se relacionan con la actividad física. Sus temas más relevantes incluyen las posturas de trabajo, manejo manual de materiales, movimientos repetidos, lesiones músculo-tendinosas (LMT) de origen laboral, diseño de puestos de trabajo, seguridad y salud ocupacional.

Ergonomía Organizacional: La ergonomía organizacional se interesa en la optimización de sistemas sociotécnicos, incluyendo estructura organizacional, políticas, y procesos. Son temas relevantes a este dominio los aspectos de la comunicación, la gerencia de recursos humanos, el diseño de tareas, el diseño de horas laborables y trabajo en turnos, el trabajo en equipo, el diseño participativo, la ergonomía comunitaria, el trabajo cooperativo, los nuevos paradigmas del trabajo, las organizaciones virtuales, el teletrabajo y el aseguramiento de la calidad. Factor de Riesgo por desajuste ergonómico: Acción, atributo o elemento de la tarea, equipo o ambiente de trabajo, o una combinación de los anteriores, que determina un aumento en la probabilidad de desarrollar la enfermedad o lesión. Existen abundantes estudios, en que se ha reconocido diversidad de tareas y puestos de trabajo poniendo especial foco sobre las lesiones músculo tendinosas. Destaca de este esfuerzo de estudio su gran valor predictivo y preventivo. Si bien un factor de riesgo representa una determinada potencialidad de daño 'per se', es importante tener presente que el efecto de la combinación de factores (o sinergismo) produce efectos muchos mas significativos que los esperables de la simple suma de los factores individuales. Los estudios de la Administración de Salud y Seguridad en el Trabajo de los EE.UU. (OSHA) sobre factores de riesgo ergonómico han permitido establecer la existencia de 5 riesgos que se asocian íntimamente con el desarrollo de enfermedades músculo esqueléticas. Desempeñar el mismo movimiento o patrón de movimientos cada varios segundos por más de dos horas ininterrumpidas. Mantener partes del cuerpo en posturas fijas o forzadas por más de dos horas durante un turno de trabajo. La utilización de herramientas que producen vibración por más de dos horas. La realización de esfuerzos vigorosos por más de dos horas de trabajo. El levantamiento manual frecuente o con sobreesfuerzo. Otros elementos también invocados como factores de riesgo incluyen factores ambientales (iluminación, ruido, temperatura, humedad, etc.) y psicosociales (relaciones interpersonales, conflicto de rol, ambiguedad de rol, etc.) Factores Humanos: Término usado como sinónimo de ergonomía, que se usa en general - para referirse a la rama que se desarrolló en los EE.UU. enfocada en los fenómenos de rendimiento cognitivo de las personas. Fuerza: Cantidad de esfuerzo mucular requerido para desarrollar una tarea. Generalmente, a mayor necesidad de fuerza, mayor es el grado de riesgo. Un alto uso de fuerza se relaciona con desarrollo de lesiones músculo-tendinosas en cuello, hombro, espalda, antebrazo, muñeca y mano.

Repetición: La repetición es el número de acciones similares realizadas durante una tarea. Un trabajador de una bodega puede levantar tres cajas por minuto, desde el piso hasta un mesón; un operario de ensamblaje puede hacer 20 unidades por hora. Los movimientos repetidos se asocian con lesiones y disconfort. Pese a que generalmente ocure que a medida que aumenta el número de repeticiones, aumenta el grado de riesgo, no existe un valor umbral límite, de carácter legal, definido para la repetición, que se asocie claramente con el desarrollo de lesiones. Pese a esto, los trabajos de plantean alguna al respecto. Riesgo: El concepto de riesgo es habitualmente concebido como la proporción de individuos "sanos" que contraerán una determinada enfermedad o desarrollarán una lesión. Otra acepción, mas matemática, alude a la probabilidad de sufrir un evento; así, por extensión, representa al número de personas que serán afectados por una condición particular. Ej.: En una determinada faena la accidentabilidad (es decir, la probabilidad o 'riesgo' de accidentarse) es de 5%. Si en esa faena hay 230 trabajadores, esto implica que en un período anual habrá entre 11 y 12 accidentados. Riesgo por desajuste ergonómico: Aplicando el concepto de riesgo señalado más arriba, el riesgo por desajuste ergonómico es una expresión matemática referida a la probabilidad de sufrir un evento adverso e indeseado (accidente o enfermedad) en el trabajo y condicionado por ciertos 'factores de riesgo por desajuste ergonómico'. Vibración segmentaria (Mano-Brazo): Vibración aplicada a mano/brazo a partir de una herramienta o equipo. Esto puede causar una reducción del flujo sanguíneo a los sectores expuestos, produciendo un fenómeno de Raynaud o 'dedo blanco de vibración'. También puede interferir con la retroalimentación sensorial, llevando a ejercer una fuerza de agarre excesiva para sostener la herramienta. Más aún, se ha reportado una fuerte entre vibración segmentaria y síndrome del túnel del carpo Antropometría La antropometría es una de las áreas que fundamentan la ergonomía, y trata con las medidas del cuerpo humano que se refieren al tamaño del cuerpo, formas, fuerza y capacidad de trabajo. En la ergonomía, los datos antropométricos son utilizados para diseñar los espacios de trabajo, herramientas, equipo de seguridad y protección personal, considerando las diferencias entre las características, capacidades y límites físicos del cuerpo humano. Las dimensiones del cuerpo humano han sido un tema recurrente a lo largo de la historia de la humanidad; un ejemplo ampliamente conocido es el del dibujo de Leonardo da Vinci, donde la figura de un hombre está circunscrita dentro de un cuadro y un círculo, donde se trata de describir las proporciones del ser humano "perfecto". Sin embargo, las diferencias entre las proporciones y dimensiones de

los seres humanos no permitieron encontrar un modelo preciso para describir el tamaño y proporciones de los humanos. Los estudios antropométricos que se han realizado se refieren a una población específica, como lo puede ser hombres o mujeres, y en diferentes rangos de edad.