Resumen - Maldita Ternura

La Maldita Ternura de Beto Ortiz Sexo, alcohol, drogas –sí, como en el rock’n roll–, vandalismo, hombres (muchos hombres

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La Maldita Ternura de Beto Ortiz Sexo, alcohol, drogas –sí, como en el rock’n roll–, vandalismo, hombres (muchos hombres), soledad y periodismo. Todos estos temas son tratados de manera involuntaria por el autor de Maldita Ternura, el escritor y periodista Beto Ortiz, quien a través de este libro busca contar todo aquello que le fue imposible declarar cuando tuvo que huir del país luego de que se le acusara de pedofilia. ¿Estamos listos para ser desnudados por el periodista? A él no le importa, lo hará con o sin nuestro permiso. El libro es una narración reflexiva sobre los aspectos personales de la vida del periodista durante la década de los noventa. Así, en algunos capítulos, el periodista nos contará algunas de sus experiencias durante su etapa de periodista, tales como su primer trabajo de prensa escrita y las relaciones de poder que existen en el ámbito político. Luego, Ortiz relata su experiencia como parte de la farándula limeña y también cuando se autoexilia en los Estados Unidos. El tema transversal en los capítulos del libro es el conflicto personal y social que significó para él ser homosexual y cómo tuvo que enfrentarse a los estigmas en dos mundos caracterizados por ser meramente masculinos: la política y el periodismo. Cuando el lector navegue en las páginas del libro, no podrá evitar vincular lo narrado con la realidad. Sin embargo, Ortiz es bastante claro en prevenirnos que Maldita Ternura no es autobiográfico, por lo que “si alguien se siente aludido, que se la ‘aguante’”, pues al autor no le importa. La calidad narrativa del libro es muy cautivadora, pues el uso de recursos literarios es muy frecuente. Así, el escritor nos presenta imágenes que emplea con el fin de transmitirle al lector sensaciones y emociones necesarias para la comprensión de la narración. También recurre a la prosa subjetiva, poética, que será el complemente perfecto para que el leyente esboce las descripciones en su mente. Probablemente en el texto haya un uso excesivo de erudición para el lector no frecuente, el cual se manifiesta en la constante mención de escritores extranjeros y extranjerismos innecesarios. Además, el tono en el que Ortiz escribe no es para aquellos que gusten de la narrativa sweet o naive, pues el libro es una suerte de asesinato de los demonios internos del periodista. Por esto, otra característica del libro es el constante “linchamiento” a todo aquel o aquella que lo traicionó. Maldita Ternura, entonces, no es un libro de autoayuda ni un cuento para niños. No. Este libro es una mirada personal de aquello que acontecía en la década de los noventa en todo aspecto: sociedad, homosexualidad, periodismo, política y farándula. Después de leerlo, si aún quieres ser periodista y trabajar en la televisión, tienes muchas agallas.