Poesia Maldita

---------------------- Poesía Maldita ---------------------†Caissa Janix† Esta publicación es una obra independiente, en

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---------------------- Poesía Maldita ---------------------†Caissa Janix† Esta publicación es una obra independiente, en honor a los Poetas Malditos, protegida por los derechos de autor, impreso en Cancún Q.Roo en el año 2007. Quiero agradecer al Profesor Martín Cuevas y a todos los integrantes fieles del “Foro al aire libre” por su apoyo.

Ilustración de portada: Jorge Mendoza Diseño de libro y poemario: Caissa Janix. SEP-INDAUTOR REGISTRÓ PÚBLICO 03-2007-013114372500-14

Poesía Maldita Nosotros por naturaleza, el destino nos maldijo los cielos se vuelvan infiernos azulados y los amores nos condenen el alma. El corazón podrido en cenizas, la vida con golpe nos encamina, vagamos en escritos, con esencia de funestas tristezas. La inmortalidad la obtenemos con facilidad, nuestro abismo es el mismo, y nuestros versos jamás serán resueltos y en tus manos a tí el ignorado, siempre nos tendrás. Cuando aprendamos a navegar entre el bien y el mal, y el gris no sea sólo para medio cres, podrás estar aquí y en cualquier lugar, cuando ames a tu libertad y la conozcas de verdad, que el morir sólo es una etapa más. Con orgullo podrás pensar, que pocos somos en realidad, honestos de palabra y sin permiso de otro, poderte confesar, que en tí y en cualquier otro podemos continuar, nuestro recuerdo hasta el final de los tiempos. No tenemos jaula ni poder que nos detenga, la fe está en tu estrella opaca, no hay historia con felicidad eterna, solo ángeles y demonios ilustrados por los hombres, podrán estar aliados, mientras sólo queda la imaginación, donde todo deseo será realizado. No acabaremos de existir con la dicha de decirte, a tí lector que nosotros los poetas oscuros, solo poesía maldita nos perseguirá, hasta que la enfermedad "vivir" quiera terminar.

El Conglomerar Oscuro Vagan sobre la luz tenue, en todos los rincones de una ciudad, fundida de sentimientos, buscando poesías, adquiriendo fragancias nocturnas, buceando a su identidad, plasmadas en sombras pálidas . Un deleite heráldico de sabiduría interna reluce a toda expresión, sin penas vagas, sin vidas mortales. Viviendo en cementerios, riendo con los muertos, la dulce pena es el vid de tus pensares, la esencia de cada lágrima derramada . Cargando una rosa roja en busca de amor, pero sólo el amor verdadero será correspondido por si mismo. El silencio te acompaña, mientras la rosa desangra con dulce miedo, tu excitación declarándose al mismo palpitar de un sólo corazón oscuro, lleno de muertes pasadas, que nunca podrás regresar. Su acompañante la soledad, glamorosa y suntuosa, el brillo en tu mirada la sombra que te toma de la mano.Solo y acompañado en un mundo, sin destino ni rumbos.

Gótico Se presenta en tu interior en tus venas y corazón, pensamiento inicia y no en la mejor ropa ni traje. Todo empieza en el alma, que brota, renace, evoluciona. De lo Medieval, lo mágico, lo oscuro, desde los antiguos representando la realidad, y después de esta vida la muerte, tan bien es bella. El descanso eterno, el paraíso un arte, escrito o pintura. ¿Yo? Sólo sigo mi instinto, mis días, mi pensar me guía hacia el mundo, donde lo gótico resalta,aprende y calla. Guíate tú mismo. Que lo gótico vive y vivirá siempre en ti.

Mi vida Me voy hundiendo en las frías tinieblas, adiós radiantes cielos y tardes suntuosas, se escucha ese ruido, entre fúnebres nieblas, el fin del otoño y el comienzo de la realidad. En mi pecho siempre es bienvenido el invierno: odio, temor, horror, pereza y agonía…lo mismo que el sol en su polar infierno, será mi corazón rojo y a un largo tiempo helado. Cada sentimiento, cae como hoja en viento, sobre las tumbas de los árboles de los cementerios. Mi espíritu es la torre que por fin no se alza con tal sombrío eco, con el dolor forzado, en una pesada armadura cristalina del remordimiento arrastrando, por los suelos, derramando suspiros y lamentos perdidos e ignorados. Es así como mis ojos miran, como mi ser palpita y mi mente me pinta, no hay lugar para la felicidad, ni resentimiento, es así como vivo, así será como debo amarlo y creerlo.

Caissa Ella era de porcelana, sus labios eran rojos, su aspecto era libre, sus rizos eran tan oscuros, como el agua del mediterráneo, su piel era tan blanca como la lepra, ella era la pesadilla, la muerte en vida, que espesa la sangre del hombre con el frío. Su aroma era el de los jazmines, brotando bajo el nubarrón de la noche le brindaba, sus pequeñas manos enguantadas con el color de la oscuridad, la luna reflejaba y brillaba su tafetán, una muñeca hermosa y provocativa. Su frialdad y dolor se marcaban en un sólo gesto, un delirio al alcance del paroxismo, su corazón latía sin cesar, caminaba con un paso fantasmagórico, todo un sueño voluptuoso, sea odio, sea amor. Ella y su deseo de un descanso eterno, sus grandes ojos oscuros que agrandaba al pestañar. Su cuerpo irresistible, sus pechos redondos y firmes, un escote que relucía su belleza, sus hombros desnudos, dejaba a cualquiera envidioso de su melancólica apariencia. Tan exquisita e inmortal, solamente quería su triste final, donde no existía el cielo ni el infierno, cual protestar.

Ódiame Mátame, destrózame. ¿Qué más da? Si tu veneno funde en ti, si eso deseas, ¿Házlo qué esperas? Ódiame hasta donde ya no haya existencia, cuando sea nada, cuando sientas mi sangre en tus manos, cayendo gota a gota... Alivio de tus instintos y odios, donde descansen tus pensares, donde acurruques tus sueños. ¿Qué más da? Si me sigues poniendo facetas hipócritas, ¡No mientas! Dime todo lo que nace de tu ser. ¡Mátame, ódiame, destrózame! hasta ser polvo, de mi nunca descansarás,porque viviré en tu maldita conciencia, por siempre mi dulce hogar... ¿Qué esperas, me vas a matar? ¡Házlo ya! Que mas tarde será sólo sueño.

Silencio y Paz La música fue sumergida en las aguas profundas, y todas las nostalgias gravitan, sobre las llanuras infinitas. Ya no habrá lágrimas, llantos, ni sobresaltos. El sol brillará por siempre, sobre su frente, y una paz intangible... asegura definitivamente sus fronteras, sólo silencio y paz es lo que deseo. Sólo quiero llenarme de ellos, el ruido, la gente y masa ¡Callad! ¡Que viva el silencio! Que funda la oscuridad, el descanso eterno, mi tierna paz. ¿Qué hacer con este bosque infinito de hojas muertas? ¿El sol ya no brillará? ¿El agua no existirá? Mi cuerpo no responde más, mi corazón se detiene ¿Será mi muerte ya? Mis ojos entreabiertos... Lo que tanto anhelaba, es silencio y paz y sólo están en el más allá.

Remolinos El cielo está de luto, la vela de mi faz, escondiéndose tras la cortina, es allí donde tu furia viento, se tragará mi pena. Con tu rabia Gaia, con nosotros tus hijos, te entrego mi alma, para que la atrapes eternamente, en tus remolinos de aire. Grandes ráfagas, aturdiendo mis oídos, llévate mis demonios qué minuto a minuto, carcomen mi dolor compulsivo, remolinos de odios, llévate ese órgano podrido con gusanos, en esta noche, me lo han sacado, palpita y no decide el momento de su muerte. Las plantas veletas, se dejan acariciar por tu venganza, yo las miro indefensa, por la puerta que golpea mi pecho, mis lágrimas se combinan con tu lluvia, ¡Oh mi amada Wilma! ¡Acéptame en tu abrazo! al aquel frío que llevas cargando.

Funde la Oscuridad Hay nubes en el horizonte, el mar está agitado, tengo sensación, el recelo me paraliza la sangre, manos invisibles me tiran hacia atrás. ¿Me atrevo? una bandada de oscuras aves, está cruzando el firmamento. Me hundo en un mar amargo, donde me pregunto... ¿Rasgaré estas tinieblas? caudaloso y sangrante de dolor su cáliz, hasta agotar sus últimos, y más amargos sedimentos. Una fiera llevo elevada, en lo más recóndito de esta parte del cuerpo, y nadie descubre su figura. ¿Una sombra tal vez? oscura sin aliento. Siento mis huesos carcomidos, mis entrañas desechas, voy sintiendo como un vestido mojándose me pega el alma, me voy sintiendo, pesada como saco de arena. Acaso esa oscuridad, ¿Funde en mi? Se siente una sensación extraña pero conocida, a mi alma y corazón. Sólo veo el hielo de la indiferencia, congelando la última flor, que mi verdadera realidad es la oscuridad, invadida en mi interior.

El Héroe de la Obra Era espectacular visitada por todos, famosa y suntuosa, controlado por una tropa enorme de sombras, actuaban en una gran obra, de un solo actor. Drama multicolor inolvidable, perseguido por su fantasma, por un tumulto que no lo atrapaba, en un circulo que eterno retornaba siempre ha la misma dirección, con locura, mucho pecado, el horror y el alma de la acción. Mas ver entre la mímica fuga, un intruso y reptante figura, una cosa rojo sangre, que se retuerce en la escénica soledad en terribles tormentas, al hacerte su presa. Lloran los ángeles, ante sus fauces del ser atragantadas de sangre y despojos mortales. Sobre cada forma moribunda, el telón un paño fúnebre, se abate con la furia de una tormenta y los serafines demacrados, lánguidos...se levantan, se descubren y afirman que la obra es la tragedia "el hombre" y su héroe....la Muerte.

Ángel Caído ¡Pobre Ángel Caído! sin alas... abandonado sobre caminos olvidados, y cubierto de niebla. ¿Dónde estoy? Estoy en el fondo del mar, y no puedo respirar. ¿Dónde se escondió la luz? ¿Arde todavía el sol? Peor que el vació, y la nada... ¿Qué es esto? simplemente horror de sentirse humano. Como una ciudad situada me cercan, aprietan y ahogan, la angustia, la tristeza, el amargor y la agonía. ¿Cómo se llama esto? ¿Náusea? Sólo siente como se queman sus alas y funde fuego en ellas. La desolación extiende sus negras y carcomidas alas, horizonte a horizonte. Donde no haya salida, sólo funde más oscuridad con melancolía sin fin.

El Esplendor Ella pasaba entre los umbrales de los tiempos, frente un abismo de miedos. ¿Por qué habría de ver algo tan espléndido, tenebroso y reverencial? como la elegida de mortales, solitaria como las aves. Los pensamientos rodeaban su pequeña mente, le abrían paso al mundo fantástico y los sueños, que algun día cumpliría por sus deleites efímeros, como la brisa que acariciaba sus plateados cabellos. ¿Tendría que mostrar su alegría, frente a un fin que dice serlo? Esperaba una respuesta vaga, envenenando de tristeza y confusiones, al encontrarse con el temor, a la faz de la inerte. Algo a su espalda latía, después de una oscura encomienda, tendría la luz que resplandecer, como siempre lo ha hecho, es así que la alada experiencia, abre paso ante un miedo que nunca existió por sí, sólo.

Debía aceptar su propia realidad, a un nuevo mundo llamado libertad.

Adiós Sentimiento I ¿Te acuerdas de aquella chica? la que se enamoraba del primer viento olor a sentimiento, se ilusionaba y soñaba en ser amada, a la nada. Sí la recuerdo, le respondía a mi alma, el frío me acariciaba y lo ignoraba. Vivía en mi ser, como un amor dormido hipnotizado a una fuerza sin control, ni destino.

Miré abajo de ese pasado, ya está en mis pies dominando, observo lo estúpida que fui, en aquellos días sin sentido, viviendo en sueños, pero ya he despertado, de esta larga pesadilla. Sonreí sin sentimiento, a esa noche vacía, me llene de ella, no había ni una estrella, era el renacer, el ser que palpitaba en mis venas. El que siempre me llamó y rechacé de mil maneras, tomé ese orgullo que desconocía, alzé mi frente mirando ha un horizonte sin luz y menos salida. Todo es perfecto me decía, dí la espalda en aquél abismo, y caminé por la misma vía, pero esta vez, ya no soy la misma.

Diosa del Hielo II Los cielos tornan grises, la noche guarda el día y los vientos toman fuerza, es cuando voy perdiendo lo que antes fui. Siento un frío a mis espaldas, cuando dos alas de hielo se expanden, el aire congelado toma lugar en el ambiente, siento cómo se cristaliza mi sangre, corre helada por mi cuerpo, mi aliento, copos de nieve se convierten. Todo mi alrededor un infierno se vuelve, pero todo sigue en nieve, mi fuerza me debilita, mis rodillas caen con mi cuerpo, qué extraño no he muerto, ni el frío me hace daño, la noche ha llegado y sola me ha dejado, intento levantarme, pero el mismo viento cura todas esas heridas mortales. El sol me despierta, con una luz tibia, mis ojos se abren, a un nuevo mundo que solo yo miro, ayer ha muerto y hoy es un nuevo día. Todo es neblina, me levanto y miro estoy completa, pongo mi mano en mi pecho y sólo el frió siento. Ahora sé lo que soy, la diosa del hielo, la que acaba con la vida, para un sueño estacional, y vuelve cuando las hojas caen.... para cubrir la tierra en glaciar, nadie podrá hacerme de nuevo amar, andaré vaga congelando las almas .

El Alma vacía Entre la noche que está dormida, y el mar inquieto que sueña y lucha, tengo enhebrada mi ardiente vida, alma que alerta ronda y escucha, calman las olas sus paroxismos. Llenos de lumbre y de estupores, entre las fauces de dos abismos, hago la siembra de mis temores. Aquí las mieses y las derrotas son infinitas que yo poseo, basto refugio para el deseo, haces la vida ansias remotas. ¿Qué es lo que realmente espero? si tan sólo sigo aquí en esencia, por días y una década cómo podré saber, si éste hálito es por vivir o proseguir, hanzo ante tu imagen pabilosa y mortífera. Y sigo aquí, mirando frente un paisaje, que calma mis pensares, pero acelera la circulación de mi sangre....no miro aquellos ojos que dicen la respuesta, no me interesa. Tan sólo estaré aquí hueca, hasta una espera, de una nueva oportunidad o idea, que lleve al final decente, de una triste doncella.

Mendigo Escucharás el silencio, y la sombra traerá con ella una fría brisa, dejándote la piel hirsuta, hasta los huesos, carcomidos de tu pálida faz, cual duda despertar el mañana. Repites una y otra vez aquél pensamiento desde tu niñez. de acabar con tu soledad, para que a los pocos años transcurridos, pidas más de ella, pero esta vez con temor reverencial, así contradecirte como cualquier ser mortal. Una voz te atormenta, haciéndote ver imágenes de tus ciclos estacionales, primavera agria de alegrías, verano con luminosidad ceguera, otoño decayendo ilusiones e invierno tu muerte. ¿Es así como quiero vivir? Te llenan la mente, que sola una vida tienes, y con ella hacer lo que realmente deseas, con el paso del tiempo,tu cuerpo se estremece con menos movimientos hasta verte inmóvil, inservible, dependiente.

Mi pecho angustiado, igual que un moribundo al que pisa otro herido, como el larva que termina de llenar su vació, hasta acabar el roble corpuleto...¿Podríamos hacer algo contra el remordimiento? ¿Se puede iluminar un mudo y negro cielo? ¿Se puede en las tinieblas contemplar las estrellas? poder rasgar las centellas en medio de todo este misterio. Sin lunas ni firmamento. ¿Qué refugio hallaría este corazón muerto? Dime...aun así sabiendo ésta maldición que te han bríndado, ¿Continuarás en ella, como mendigo que eres?

El Epitafio Era aquella noche, donde se encontraba, donde los muertos tenían su sueño eterno. Había bebido el poco kummel, que encontré en ese viejo bar, caminaba sin rumbo, donde el viento me golpeara. Alrededor de aquellas pálidas lápidas, donde el apeste germinaba, un lucero destellaba. ¡Era un ser encantador! Una voz angelical, como todo un kirie declarado. Me había preguntado, a mí mismo, si ya había hecho efecto el ajenjo, mas este ángel alado de la oscuridad, me respondió una mirada helada, dejándome hirsuto hasta los huesos, como un virus matando cada partícula, del ser humano. Se detiene mi palpitar, con la delicadeza de congelar hasta el último sabor mortal, pasando a mi mente ser el simiente germinando en la sombra de un próximo surco, en esta tierra podrida, como cualquiera que llega aquí.

Había pensado la maldición, de interrumpir su kirie, el ser angelical, toma mi extremo terminando aquel dolor, arrebatando mi odio de estar en este mundo. Algo lastimaba mis parpados, una luz tibia, mi cuerpo erguido sobre la tumba, cuando algo guía mis ojos, era el epitafio, sus letras relucían cuando al leerlo decía. "Muerto no sólo durmiendo, sino aquí en este infierno "

La Fiebre Al alcance del paroxismo, ha sido el final del camino, una noche de gala, en estos últimos años solitarios, una nota mística, alada adornada con velas y ahogada en lágrimas. Decía...¡Gracias al cielo! La crisis del peligro, ha pasado, y la prolongada enfermedad, finalmente quedó atrás... y la fiebre llamada "vivir" ha sido conquistada al final. Una mujer esperaba su siguiente vida entre gemidos y alucines, lo pedía a gritos, el laúd escapa de su recinto, su muerte que era aquél fruto prohibido, cual al probarlo tuvo su maldición, fuera del "paraíso" para llegar al abismo, como tonos etéreos que aturdían sus sentidos, frustrada por el tiempo, desesperada por el momento sin más pretextos. Una decente triste sonrisa, de sus labios entreabiertos, había señalado su ausencia eterna, en la fiebre llamada vida.

Angustia Caminante semblante, tactos asombrantes las ciudades en llamas y el mar de lágrimas, corría, entre alcantarillas continúa su paso veloz, no le importa ser el fantasma entre callejones, goteantes y sus paredes cuentan la leyenda, del acompañante de la melancolía. ¿El humano me ha invocado? ¿Pero dónde me tiene escondido? ¿Qué parte de su cuerpo guardó todo mi ser? Ese recuerdo tan preciado, dónde está todo eso olvidado... ¿Por qué su conciencia cae retorcida al piso? Agobiante pide permiso, ¿Por qué me haces a un lado? ¿Dónde está la llave que abre la ventana? ¿Quién dicta la sentencia? te roba el alma, y mata cualquier otra falsa emoción del mundo rosa. Muerto, muertos tus sentimientos, falsos recuerdos de buena vida, de bondad, caminas en la luz, siempre te guió tu oscuridad.

Acércate, déjame entrar que yo la angustia es quien prepara tu funeral, ese dios dibujado allá no bajará ha salvarte. Deja de complicarte, la angustia reinará por las calles, almas y pensares.

Lluvias y Bruma Encerrada en este recinto, me refugio en el ventanal, de este octubre que envía melancólicos vientos, deshojando los árboles y purificándolos a la escampada. Fines de primaveras, inviernos cálidos, así, tanto lo amo, como mi tristeza envuelta de algo como una tumba y ha presentimientos....Llueve. En este paisaje que el ábrego oscurece, cuando en mis largas noches la locura endurece, no encuentro algo más dulce que mis lágrimas, suavemente recorren mi faz, hasta su muerte en mis labios. Guardo toda esta belleza que permanece en el corazón, maldiciendo la felicidad, que por momentos tedio siento por ello, ¿Para qué amasar el dolor? si mi acompañante es y será. El nubarrón cubriendo todo a su paso, y la luna adorada color escarlata, despidiéndose, vistiendo el mar con bruma alocada, tejiendo mi alma, adhiriéndose al frío, que mi piel adoptase, con este manto atrevido, me arrullase.

Nocturna Lo que auscultas al corazón de la noche, los que por el insomnio tenaz habían oído, el cerrar de una tumba, el resonar de un estrujido de los árboles lejanos, un eco vago, un ligero ruido. En los instantes del silencio misterioso, cautelosos surgen de su prisión los olvidos, en la hora de los muertos, en la hora del reposo, sabrás leer estos versos. Como un vaso, vierto en ellos, mis dolores de lejanos recuerdos y desgracias funestas, y las nostalgias de mi alma, ebria de lágrimas, y el duelo de mi corazón, triste de fiestas. Y el pesar de no ser lo que yo hubiese querido, la pérdida del reino que estaba para mí, el pensar que un instante pude no haber nacido. Todo esto viene en medio del silencio profundo, en que la noche envuelve la terrena oscuridad, y siento, cómo un eco del corazón, me penetra y estrangula, va conduciéndome a un lugar, dónde la nocturna invade a su eternidad.

El Epístrofe Final Desde los recintos semblantes, inexorable marcaba, una calandria corría de la luz tenue, después de la escampada. Un arpegio se escamoteaba, una sombra actuaba, la faz del inerte todavía, tenía oportunidad. Un laúd brotaba en su ser, que la repulsa misma le atrozaba. ¿Éra su final ya? Sostenia su kirial, hablando solo, como un loco, entre susurros y gemidos pronunciaba. "El epístrofe con Dios.... venid aquí y alfin conocer el edén, el epinicio de los ángeles celestiales, con sus alas golpeando el aire, su dulce sonoro" Cuando este se turbe... y repulsá su ayuda , "huraño, demonio no podréis conmigo" No traté con el demonio, se escuchaba desde el fondo de los árboles...pero mandare tus saludos, e l grito del final, habréis gozado, que no soy tu Ángel guardián.

Ella vino por mi Ella me invitó, vino por mi.... hacía tiempo ya no te veia. ¿Por qué me has abandonado? ¿Recuerdas aquellos días? Dónde mi infancia convivía, donde tú me invitabas contigo por siempre. Me decías, tu cuerpo no aguantara nadie mira a los muertos. ¿Dónde quieres tu entierro? Yo siempre luché y negué, tenía esperanza como esa estrella opaca y muerta, cada día la oscuridad fundía por los cielos, por los cuartos, por los enfermeros. La sangre corría en los suelos, los golpes se sentían menos... pero aferrada a la vida seguía, nadie podía con esa fuerza, desesperante e inquietante. Ahora que te miro, glamorosa, brillante y suntuosa, te pido, llévame contigo.

Acaso, no puedes ver cómo voy retorciendo los pensamientos, viendo tu lejanía, sabiendo que no estarías. Házme de nuevo tu invitación, llévame contigo, no seas terca y testaruda. Mirando cómo poco a poco retornaba, me daba la espalda, me responde. ¡Acaso no ves el amor que te espera! ¡No puedo llevarte! Por tu corazón, todavía late por una tonta ilusión, Como la Muerte decido el tiempo que me hagas compañía.

Mi luz opaca Brillaba opaca y hermosa, una diosa danzante entre las nubes, sin obstáculo alguno, pasaba sin detenerse, alguien se preguntaba... ¿Dónde el cruel destino la empujaba? Pero quién lo sabría, ella parecía como otro viento del este sin rumbo, marcaba su rastro con destellos dorados y plateados, lucían como el alba al nacer. Ella se deslizaba ante los mares, que utilizaba como espejo al alma, notaba la belleza interna, pero al mirar aquellos ojos, hinchados por llora r, la tristeza que vagaban al mirar,

un rostro que pregunta a diario. ¿Soy la misma de hace unos años? Una pregunta sin voz de respuesta, entre gotas que caen a una onda infinita, que se extiende y vibra al sonoro de sus tímpanos, una palabra mortífera se atrapada.

Darle fin al ciclo, que dice un Dios haberme dado, porque me brinda este "milagro" si no lo pedí, me lo otorgas para yo ser tu "cierva fiel",te lo prometí, pero mi cobardía aumenta al paso del tiempo,me hace rechazarte de nuevo, no lo deseo, tómalo y dalo a otro ser mira mis labios gastados, vírgenes ¿Para qué los quiero? Si nadie ha tenido la molestia, de darles de amor, vamos mírame...

Y ten misericordia como lo dicen tus seguidores, con un sólo movimiento divino, me darás mi eterno sueño. ¿Dices que tengo razones para seguir? dónde....porque yo no las veo, prefiero sentir mi último dolor, a qué vivir esta agonia.

¿El Fin? Cuando sientes que el mundo cae, en segundos, el imperio es destruido, y el castillo en ruinas. Mira al horizonte, el alba brilla para tu alma, alimenta de energía que recorre tus venas. Después de la batalla, sólo encuentras sangre por las calles, odio en tus pensares, rincón a rincón... llegando a tu corazón. De qué sirven los odios, si todo tendrá su fin, si el cielo es felicidad. ¿La tierra su infierno? Lleno de fuego, fuego inextinguible, que consume hasta las entrañas.

Aquella fiera que vive en ti, la bestia, que no muestra su figura. ¿Tan sólo sombras? El ángel vendrá a sacarme de las nubes oscuras, ¿Será noche o día? ¿Será ángel caído? ¿Ángel de la muerte? Dejo mi cuerpo se pudra en la tierra se cierre culminando,desde el centro de mi ser.

Amante Nocturno [relato] Noche llena de murmullos, de perfumes y de música alada, noche donde ardían las sombras nupciales y húmedas. A mi lado, lentamente contra mí, ceñida toda, muda y pálida, como presentimiento hasta el más secreto, que agitán la senda florecida, que atraviesa la llanura, caminabas como una princesa de cuentos de hadas, la luna llena por los cielos azulados, infinitos y profundos esparcía su luz blanca, tu sombra fina y lánguida, mi sombra por los rayos de luna, proyectados sobre las arenas tristes, los dos formábamos una sola sombra larga. En esta noche, solo me encontraba, el alma llena de infinitas amarguras, y agonías de su muerte,

separado de ti misma por el tiempo, por la tumba y la distancia, por el infinito negro donde nuestra voz no alcanza, mudo y solo, por la senda caminaba. Se escuchan los aullidos de las bestias, enamoradas de la luna, pálida y el chillido de los vientos me rozaba. Sentí frío, era aquél que tenía en tu alcoba, tus mejillas, tus sienes y tus manos adoradas, entre las blancuras níveas de las mortivoras sábanas.

¡Ese frío del sepulcro! Era hielo de su muerte, el frío que yo le brindé. Ibas sola por la estepa solitaria, y tu sombra esbelta y ágil como esa noche helada de muerte primavera, llena de murmullos de mi conciencia, música alada. Se acercó y marchó con ella, llévame a las sombras enlazadas, maldecidas de mi confianza, esas sombras de nuestros cuerpos que se juntan con las sombras de las almas....las sombras que se buscan, en las noches de tristezas y de lágrimas.

Aquella única noche, donde regreso, por mi mente envenenada, amor eterno me darás.

No Duermas [relato] ¡Yo la amaba señor juez! Pero ella se negaba y mentía a su corazón, la quise hacer mía, y conste que ella aceptó y deseaba estar a mi lado. Le contaré tal y como lo viví aquella vez, La vi caminar rumbo a casa, le llamé pero me ignoraba, quise llamar su atención, mas aquella belleza era por fuera, dentro, sólo había vacío sin cabeza , sólo el papel color verde le atraía como imán al metal. Así que yo le mostré y loca aturdida el sí me propuso, ¡Casi a mordidas!. La tomé en un abrazo lujurioso, y llegamos

al primer motel que encontré, uno fino tal como sus montañas me excitaban al observarla . le dije "ahora te muestro lo que tanto siento por ti". Tomé el cordón del hacecillo de su vestido, después de unas copas, es fácil llegar a mi ideal, así que deshice todo lo que cubría su belleza natural. Pase la noche... ¡Que ningún hombre pudo haber tenido! Tanto que aparecía en mis sueños a diario. Adentrado a mis sensaciones, buscaba la pasión conmigo mismo, cuando no la encontraba, ¿Por qué ella, me negó después de ese día? le ofrecí más de ese papel verde , pero ni eso le hacía volver a mí. Se volvía una maldita obsesión sin tenerla, ¡La quería, la deseaba! Era una necesidad, un vicio.

La locura me aturdía, la cordura la perdía, le pregunté a mi amigo qué hacer y sólo me dijo: "mi medico él olvido". ¡Como podría decir tal cosa! mis sentidos sólo querían escuchar, lo que ellos querían. Me la llevé unos días, sin aviso ni permiso. ¡La traté como reina en paraíso! ¡Pero necia la mujer! me hizo hacerla la esclava y yo el rey, un feliz cuento de hadas yo me sentía, ella hipócrita, pero igual le gustaba y escuchaba sus gemidos de gozo, y un poco de dolor, pero fascinante le decía.

Ella terca y testadura, tuve que tomar mi lado bestial, para hacerle gozar mas días, pero un día , me pasé sin descanso de placeres. Por un momento un hálito escapaba de ella, pero no me detuve, cuando la miraba sus ojos decaían, y yo le dije... ¡No duermas! suplicante le decía, ¡escúchame...despierta! me detuve...algo anda mal... No quería pensar si podría ella irse por siempre.... ¡No no!...no quería, ¡Es mía! Sin querer, de emoción golpeaba su pecho, como capricho, me di cuenta de ello y rápido me detuve, le pedí perdón y le hice cojín de mi regazo....

Mientras soñando besarla, me dormía , más tarde, horror compulsivo abrazo, la oprimí al corazón, rígida y yerta. En vano la besé - no me golpeaba, en vano le insultaba - no me contestaba, por más que le gritaba y maldecía.... ¡La maldita mujer que amaba no despertaba! Así que lo último que hice, fue llamarla en su sepulcro,

y sólo el silencio obtenia por más que quería despertarla, más profundo dormía...

Contenido

Poesía maldita………………………………………………………..1 El conglomerar oscuro…………………………………………..2 Gótico…………………………………………………………………….3 Mi vida…………………………………………………………………..4 Caissa…………………………………………………………………….5 Ódiame…………………………………………………………………..6 Silencio y paz…………………………………………………………7 Remolinos……………………………………………………………..8 Funde la oscuridad………………………………………………..9 El héroe de la obra……………………………………………..10 Ángel caído………………………………………………………….11 El esplendor…………………………………………………………12 Adiós sentimiento I…………………………………………….13

Diosa del hielo II………………………………………………..14 El alma vacía………………………………………………………15 Mendigo………………………………………………………………16 El epitafio……………………………………………………………18 La fiebre……………………………………………………………..20 Angustia………………………………………………………………21 Lluvias y bruma………………………………………………….22 Nocturna……………………………………………………………..23 El epístrofe final………………………………………………….24 Ella vino por mi…………………………………………………..25 Mi luz opaca…………………………………………………………27 ¿El fin?........................................................29 Amante Nocturno……………………………………………….30 No duermas………………………………………………………..32

Caissa Janix es Mexicana y nació en Cancún, por cierto un lugar donde difícilmente pudo encontrar apoyo cultural, empezó a escribir desde sus 13 años, hasta haber encontrado su camino a

las letras malditas, siempre fue un amante de la poesía y en general del arte, a participado en varios concursos y a sido ignorada. Pero sigue allí como estrella opaca, por gusto personal decidió publicar sus obras, será bienvenido cualquier ayuda a sus siguientes publicaciones. -------------------------------------------------------------Correo electrónico: [email protected] https://www.facebook.com/La.poeta.maldita

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