Reporte de Caso_Obsoletos-Gilda

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Nombre: Gilda Illyana Ríos Hinojosa Matrícula: 2939653 Nombre del curso: Nombre del profesor: Innovar en la era exponencial Adrián A. Rodríguez Muñoz Módulo: Actividad: Módulo 1. La era exponencial: singularidad Actividad 1. Aportación individual. tecnológica Fecha: 6 de septiembre de 2019 Bibliografía: Arenas, G. (s/f). Obsolescencia: A los productos fabricados para romperse se les va a acabar el cuento. Retina. El País Economía. Recuperado el 5 de septiembre de 2019 de: https://retina.elpais.com/retina/2018/10/16/tendencias/1539700237_455182.html Comunicación corporativa BBVA. (Octubre 15, 2018). ¿Qué es la economía circular? Banca responsable. BBVA Momentum. BBVA. Recuperado el 5 de septiembre de: https://www.bbva.com/es/que-es-laeconomia-circular/ Heraldo de México. (Noviembre 11, 2018). ¿Qué es la obsolescencia programada y cómo le afecta al consumidor? Tendencias. El Heraldo de México. Recuperado de: https://heraldodemexico.com.mx/tendencias/que-es-la-obsolescencia-programada-y-como-le-afecta-alconsumidor/ Ohlsson, H. (Junio 11, 2018). Descubre todos los beneficios de la economía circular. ¿Por qué deberías preocuparte por la economía circular? Artículo de blog. Información de Epson. Epson. Recuperado el 5 de septiembre de 2019 de: https://www.epson.es/insights/article/descubre-todos-los-beneficios-de-la-economiacircular Sostenibilidad.org. (s/f). Obsolescencia programada: el grave problema de la basura electrónica. Sostenibilidad para todos. Recuperado de: https://www.sostenibilidad.com/medio-ambiente/obsolescenciaprogramada-el-grave-problema-de-la-basura-electronica/ Universidad Tecmilenio Online. (S/F). Innovar en la era exponencial: Tema 1. Estilo de vida inteligente. Mis Cursos Tecmilenio. Recuperado el 5 de septiembre de 2019 de: https://miscursos.tecmilenio.mx/ultra/courses/_158290_1/cl/outline Universidad Tecmilenio Online. (S/F). Innovar en la era exponencial: Tema 2. Fusión de industria y tecnología. Mis Cursos Tecmilenio. Recuperado el 5 de septiembre de 2019 de: https://miscursos.tecmilenio.mx/ultra/courses/_158290_1/cl/outline Universidad Tecmilenio Online. (S/F). Innovar en la era exponencial: Tema 3. Medicina regenerativa: el futuro de la salud. Mis Cursos Tecmilenio. Recuperado el 5 de septiembre de 2019 de: https://miscursos.tecmilenio.mx/ultra/courses/_158290_1/cl/outline Universidad Tecmilenio Online. (S/F). Innovar en la era exponencial: Tema 4. La caja de herramientas para conocer al consumidor. Mis Cursos Tecmilenio. Recuperado el 5 de septiembre de 2019 de: https://miscursos.tecmilenio.mx/ultra/courses/_158290_1/cl/outline Vázquez, J. (Noviembre 26, 2014). Diseñados para ser obsoletos (versión adaptada para El Economista). Centro Internacional de Casos, Tecnológico de Monterrey. Recuperado el 5 de septiembre de 2019 de: https://cic.tec.mx/cic/

Reporte del caso Actividad 1. Reporte del caso parte 1 A. Identifica la El caso Diseñados para ser obsoletos, utilizado para la realización de este problemática trabajo, es una versión que el profesor José Carlos Vázquez hizo para el periódico El Economista basándose en el caso Obsolescencia programada: ¿la mejor opción?, de Israel Vizcarra. En dicho caso de estudio se presenta el dilema al que se enfrenta el ingeniero Julián Soto, quien es “director del Departamento de Diseño Industrial de AMG, una compañía multinacional del ramo electrónico reconocida por la venta de impresoras y consumibles en el mercado latinoamericano”, (Vázquez, 2014). La disyuntiva a la que se enfrenta es la siguiente: la compañía de electrónicos para la que trabaja, la asiática AMG, le pide a Julián Soto que su departamento arranque el proceso de diseño de una serie de productos que obliguen a los usuarios a comprar más insumos de los necesarios, además de reducir el tiempo de vida del electrónico, esto con el fin de que el usuario se vea obligado a reemplazar el artículo en un tiempo relativamente corto. El ingeniero Soto sabe que este tipo de diseño implica necesariamente mayores ganancias para la compañía; sin embargo, es claro para él que hacerlo contraviene la imagen de empresa socialmente responsable que la compañía enarbola y usa como argumento a su favor. Julián tiene claro que el reemplazo frecuente de insumos, en este caso cartuchos para la impresora, no es algo realmente necesario, además de considerar que el tiempo de vida de cada electrónico puede (y debe) ser más prolongado. La problemática que debemos resolver sería: ¿cómo lograr que la empresa tenga mayores ganancias en un mundo lleno de avances tecnológicos acelerados sin que ello comprometa los principios de sustentabilidad y responsabilidad social en el diseño de sus productos?

B. Preguntas detonantes

1.- ¿Consideras que la obsolescencia programada puede llegar a ser algo cotidiano en el diseño de los productos tecnológicos que usamos actualmente? No creo que la obsolescencia programada “puede llegar a ser algo cotidiano en el diseño de los productos tecnológicos que usamos actualmente” (UTM, s/f), creo que esta ya es una realidad presente en el diseño de muchos de los artículos tecnológicos que usamos como celulares, sistemas operativos, computadoras, etc. En algunos casos está algo disfrazada, como el caso de los teléfonos celulares de compañías que con mucha frecuencia lanzan modelos nuevos con “actualizaciones” que en realidad son solo pequeños ajustes de modelos anteriores, sin que signifiquen una innovación real y en otros casos esta obsolescencia es francamente notoria ya que se lanzan actualizaciones a los sistemas operativos que ya no son soportados por los modelos anteriores y obligan al usuario a adquirir modelos nuevos, pues de otro modo simplemente dejan de servir. La obsolescencia programada es una práctica que existe no de ahora, sino de siglos, como lo reporta el periodista Guillermo Arenas en su trabajo titulado Obsolescencia: a los productos fabricados para romperse se les va a acabar el cuento. En este texto, Arenas explica que el “23 de diciembre de 1924 se reunieron en Ginebra los principales fabricantes mundiales de bombillas, entre

ellos compañías como Osram, Phillips o General Electric. Allí firmaron un documento por el que se comprometían a limitar la vida útil de sus productos a 1.000 horas, en lugar de las 2.500 que alcanzaban hasta entonces. El motivo, claro está, era lograr mayores beneficios económicos. Había nacido el primer pacto global para establecer de manera intencionada una fecha de caducidad a un bien de consumo”, (Arenas, s/f). Este fenómeno creció y se enquistó en el quehacer comercial de prácticamente toda industria actual, como lo revela la cineasta alemana Cosima Dannoritzer, creadora del documental Comprar, tirar, comprar, que abordaba el fenómeno de la obsolescencia programada. “’Cuando comencé a interesarme por el tema pensaba encontrar algunas empresas que utilizaban esa práctica para ganar más dinero, pero me di cuenta de que se trata de algo sistémico, que toda nuestra economía depende de ella’, recuerda”, (Arenas, s/f). Es claro que este fenómeno es algo con lo que vivimos día a día, desde un empaque innecesario (productos embolsados dentro de otra bolsa, por ejemplo), hasta sofisticados electrónicos que “deben” sustituirse tan pronto sea posible. 2.- ¿Es justificable ocultar el tiempo de vida programado de un producto a los consumidores con el fin de no ver afectadas las ventas? ¿Por qué? No creo que la práctica de la obsolescencia programada sea justificable desde ningún punto de vista: ni moral, ni ambiental, ni profesional… ninguno. Hablando del tema ambiental, estudios indican que en “2025 se generarán 53,9 millones de toneladas de desechos procedentes de productos electrónicos, según la Oficina Internacional de Reciclaje (Bureau of International Recycling). Pero gran parte de esa chatarra no está a nuestra vista, sino en lugares como Agbogbloshie, una zona cercana a Accra (Ghana) que se ha convertido en un inmenso vertedero al que van a parar esos teléfonos, ordenadores o electrodomésticos que dejaron de funcionar y que era más sencillo reemplazar que arreglar”, (Arenas, s/f). Este desperdicio brutal no tiene justificación, desde mi punto de vista, ya que es un atentado contra las comunidades a donde se destina toda esa basura que, además, es un problema mayor al tratarse de artículos electrónicos, ya que “contienen sustancias y materiales químicos peligrosos que suponen serias amenazas tanto para las personas como para el medio ambiente, como altos niveles de plomo tóxico, cadmio, sustancias químicas como los ftalatos DEHP y DBP (que interfieren en la reproducción) o dioxinas cloradas que están relacionadas con el cáncer. A esto hay que sumarle, que este tipo de residuos acaban en países con poca o nula legislación sobre reciclaje o gestión de residuos, como en el caso de este país africano, y que en muchas ocasiones estos residuos son tratados por niños, sin ningún tipo de protección”, (Sostenibilidad.org, s/f). Solo con este argumento debería suficiente para entender por qué no existe una sola justificación para la obsolescencia programada. 3.- ¿Cómo el diseño de productos o servicios ha de converger con un mundo sostenible y sustentable? Si las empresas quieren asumir su responsabilidad con la sustentabilidad es necesario que entren a la tendencia de la economía circular, cuyo esquema

“permite aprovechar los recursos para darles otra vida y devolverlos al mercado con una forma nueva. Este innovador modelo, aboga por los materiales biodegradables y que la fabricación de los productos sea lo menos invasiva posible, con el fin de que no contaminen. El objetivo final es que, cuando haya que desecharlos porque no se puedan reutilizar, se reciclen de una manera respetuosa con el medio ambiente”, (Comunicación Corporativa BBVA, 2018). Desde esta perspectiva, el diseño de productos debería dirigir sus esfuerzos ya sea a hacer artículos más durables, a responsabilizarse de la adecuada disposición de los residuos generados por estos artículos, a utilizar materiales más amigables con el medio ambiente o a todas las anteriores, esto con el fin de disminuir el impacto que la obsolescencia programada tiene en la vida de los seres humanos. Esta es la verdadera forma de hacer converger al diseño con un mundo sostenible y sustentable.

C. Lluvia de ideas para la propuesta de solución

Propón una relación entre el precio final de un producto y su tiempo de vida programado, para integrar los nuevos diseños de productos o servicios y el lanzamiento de startups a la economía circular y a la construcción de un nuevo modelo de negocio. Cada vez hay más personas preocupadas por consumir responsablemente y muchas de ellas están dispuestas a pagar un pequeño costo extra, a diferencia de los productos tradicionales, si ello implica que el producto que van a consumir garantiza su responsabilidad con la economía circular. Esto está siendo aprovechado por diferentes startups, que están atentas a los beneficios que la economía circular tiene no solo en materia ambiental y social, sino también económica. Un ejemplo de ello es la empresa mexicana Abasto Verde, que brinda asesoría a “empresas que quieren ser más ecológicas y sostenibles, pero necesitan apoyo a la hora de sustituir los materiales con los que trabajan por otros más cuidadosos con el medio ambiente”, (Comunicación Corporativa BBVA, 2018). Y, aunque suene paradójico, estas startups tienen claro que, a la larga, el uso responsable de materiales, el reciclaje y el manejo más adecuado de los materiales y residuos puede traducirse en ahorros y, por ende, en menores costos de producción, inventario, manejo de residuos, etc. Actualmente, esto puede tener un impacto en la percepción que los consumidores tengan de una empresa y sus productos, pero eventualmente esto también tendrá un impacto en el precio final de los productos desarrollados por las empresas que se decidan a adoptar esta tendencia… y aquellas que no se decidan tendrán que hacerlo tarde o temprano, ya que todo indica que las regulaciones gubernamentales serán cada vez más rigurosas y obligarán a las industrias a adoptar esquemas de producción más compatibles con el modelo de economía circular. De no hacerlo, puede que sus precios finales les permitan enriquecerse en la actualidad, pero en el futuro todo apunta a que el costo en multas, modificaciones, adaptaciones, paros en producción, clausuras, retiros de mercancía, etc., pueden ser mucho más altos que sus ganancias. 1.- Llevar a cabo el plan tal cual lo propone la empresa y seguir las instrucciones de diseño con obsolescencia programada tal cual lo solicitan. 2.- Poner un tipo de “disclaimer” o aviso en el que se notifique al usuario el tiempo posible de vida del producto de acuerdo con el uso o las necesidades de recarga de insumos.

D. Selecciona una

3.- Crear un programa de recompensas en el que se intercambien los productos viejos por los nuevos con algún tipo de beneficio o descuento para el usuario que reemplace alguno de los electrónicos de la empresa por un modelo más reciente. 4.- Parecido al anterior, pero que se trate de un programa de fidelidad a través de puntos o monederos electrónicos, en el que cada compra de insumos genere un registro de beneficios acumulables y canjeables para compras posteriores. 5.- Diseñar los productos no para que sean obsoletos, sino para que sean objeto de una innovación incremental, de tal suerte que los usuarios puedan adquirir de forma posterior más aditamentos, updates, gadgets y mejoras para su artículo sin la necesidad de desecharlo. 6.- Que Julio renuncie y busque otro trabajo en una empresa más apegada a sus principios personales y ética profesional. 7.- Llevar la obsolescencia al extremo y crear más bien productos de un solo uso o un número limitado de usos, según la necesidad de cada cliente, a bajo costo, pero con un consumo recurrente. 8.- Tomar la idea de señalarle al usuario cuándo hay que comprar insumos nuevos, pero dando oportunidad a que aproveche toda la tinta disponible. Que el sistema dé el aviso de recarga antes de que se acabe la tinta, pero que permita usar el resto que queda disponible. 9.- Cambiar la lógica e incentivar a los usuarios a que demuestren un uso más prolongado y responsable de sus productos. Condicionar los incentivos a ciertas compras. 10.- Crear convenios de soporte con las empresas y elegir el esquema de arrendamiento, en el que el equipo de impresión se les “renta” y, pasado un tiempo, se les cambia. Este costo es recurrente e incluye insumos, reparación, soporte técnico, etc. 11.- Crear un esquema de “membresías” que permita a los usuarios hacer los cambios de equipo e insumos a costos “preferentes”. 12.- Hacer los diseños con cierta obsolescencia pero que esta sea justificada a través del uso de materiales reciclados y reciclables a la vez, que permitan que la vida del producto vaya más allá de su tiempo de uso y que el usuario comprenda que, pese a que el producto “caducará” relativamente pronto, esto se debe a que es un paso en el ciclo de darle un mejor uso a materiales que de otra forma terminarían en la basura. 13.- Diseñar los productos de tal forma que se puedan usar en otro modo después de su tiempo de vida y crear clubes o algún tipo de comunidad de intercambio de este producto por otros en alianza con otras compañías que te hagan trueque de tu impresora por otro artículo o servicio, por ejemplo. 14.- Darle un enfoque de responsabilidad social al cambio de equipos viejos por nuevos al donar los equipos “obsoletos” a entidades que los necesiten como organizaciones civiles o escuelas rurales y que el usuario del equipo donado reciba algún beneficio en la adquisición del equipo nuevo. 15.- Diseñar los productos con la durabilidad adecuada a los materiales y uso que se le dé e invertir más en campañas agresivas de publicidad de los nuevos lanzamientos con el fin de que el usuario cambie su producto no porque ya no sirva, sino porque le interese la innovación o novedad que le ofrezca el modelo siguiente. 12.- Hacer los diseños con cierta obsolescencia pero que esta sea justificada a

idea como solución final al caso

E. Propuesta de solución

través del uso de materiales reciclados y reciclables a la vez, que permitan que la vida del producto vaya más allá de su tiempo de uso y que el usuario comprenda que, pese a que el producto “caducará” relativamente pronto, esto se debe a que es un paso en el ciclo de darle un mejor uso a materiales que de otra forma terminarían en la basura. Como se mencionó anteriormente, la tendencia apunta a que las industrias deberán adoptar esquemas más parecidos al modelo de la economía circular, es decir, están en la necesidad apremiante de implementar “una alternativa atractiva en la que conservamos los recursos durante más tiempo y, posteriormente, recuperamos y regeneramos los productos y los materiales tras haber llegado al final de su vida útil. El modelo de economía circular ofrece a las empresas un suministro de recursos seguro para fabricar sus productos, además de proteger a los clientes contra las subidas de precios provocadas por la escasez de recursos cada vez mayor”, (Ohlsson, 2018). Ante un escenario que apremia a realizar un cambio hacia este modelo, diversos organismos privados y gubernamentales están destinando inversiones muy fuertes en este tema y las empresas beneficiadas serán aquellas que adapten sus procesos de producción al uso de materiales más amigables con el medio ambiente, cuyos productos finales sean reutilizables y que faciliten la disposición de los artículos que ya no se usan para generar menos residuos. Si la preocupación de la empresa del caso de estudio es el dinero, se está comprobando que la economía circular va a generarlo en grandes cantidades: “Se calcula que, con este cambio hacia la economía circular, se podría incrementar en 1 billón de dólares la economía mundial en 2025 y crear 1 000 000 de trabajos nuevos en cinco años. 2. La organización Waste & Resources Action Programme estima igualmente que la UE podría beneficiarse de una mejor balanza comercial de 90 000 millones de libras (aproximadamente 105 000 millones de euros) y de la creación de 160 000 empleos gracias a la economía circular”, (Ohlsson, 2018). Así, una posible solución al dilema del ingeniero Julián Soto es hacer los diseños con cierta obsolescencia pero que esta sea justificada a través del uso de materiales reciclados y reciclables a la vez, que permitan que la vida del producto vaya más allá de su tiempo de uso y que el usuario comprenda que, pese a que el producto “caducará” relativamente pronto, esto se debe a que es un paso en el ciclo de darle un mejor uso a materiales que de otra forma terminarían en la basura. Esta solución encaja con los principios de la economía circular y eso eventualmente se va a traducir en beneficios económicos para la empresa, que es lo que les interesa obtener, a la vez que les permite ser sustentables, respetuosos con el consumidor y mantener su promesa de responsabilidad social, por lo que es un camino viable. Hay ejemplos que ya han demostrado esta viabilidad, como es el caso de la empresa de impresoras Epson, que en su blog corporativo señalan: “nuestras impresoras de inyección de tinta WorkForce Pro utilizan hasta un 96 % menos de energía, producen hasta un 94 % menos de residuos y hasta un 92 % de CO2 en comparación con las impresoras láser (…) Hemos iniciado nuestro Proyecto de economía circular para garantizar que este modelo de pensamiento se refleje en nuestra empresa y en la comunidad en la que trabajamos, como por ejemplo, mediante el reciclaje de los cartuchos de impresora en Epson Telford y la certificación de terceros a lo largo de nuestros

procesos”, (Ohlsson, 2018). Seguir los pasos de una empresa líder en el ramo podría ser uno de los posibles caminos, que no necesariamente implica copiar, sino aprender y mejorar para lograr que los procesos de AMG logren todos sus objetivos económicos, sociales, sustentables y éticos. F. Referencias bibliográficas (APA):

Arenas, G. (s/f). Obsolescencia: A los productos fabricados para romperse se les va a acabar el cuento. Retina. El País Economía. Recuperado el 5 de septiembre de 2019 de: https://retina.elpais.com/retina/2018/10/16/tendencias/1539700237_455182.ht ml Comunicación corporativa BBVA. (Octubre 15, 2018). ¿Qué es la economía circular? Banca responsable. BBVA Momentum. BBVA. Recuperado el 5 de septiembre de: https://www.bbva.com/es/que-es-la-economia-circular/ Heraldo de México. (Noviembre 11, 2018). ¿Qué es la obsolescencia programada y cómo le afecta al consumidor? Tendencias. El Heraldo de México. Recuperado de: https://heraldodemexico.com.mx/tendencias/que-esla-obsolescencia-programada-y-como-le-afecta-al-consumidor/ Ohlsson, H. (Junio 11, 2018). Descubre todos los beneficios de la economía circular. ¿Por qué deberías preocuparte por la economía circular? Artículo de blog. Información de Epson. Epson. Recuperado el 5 de septiembre de 2019 de: https://www.epson.es/insights/article/descubre-todos-los-beneficios-de-laeconomia-circular Sostenibilidad.org. (s/f). Obsolescencia programada: el grave problema de la basura electrónica. Sostenibilidad para todos. Recuperado de: https://www.sostenibilidad.com/medio-ambiente/obsolescencia-programada-elgrave-problema-de-la-basura-electronica/ Universidad Tecmilenio Online. (S/F). Innovar en la era exponencial: Tema 1. Estilo de vida inteligente. Mis Cursos Tecmilenio. Recuperado el 5 de septiembre de 2019 de: https://miscursos.tecmilenio.mx/ultra/courses/_158290_1/cl/outline Universidad Tecmilenio Online. (S/F). Innovar en la era exponencial: Tema 2. Fusión de industria y tecnología. Mis Cursos Tecmilenio. Recuperado el 5 de septiembre de 2019 de: https://miscursos.tecmilenio.mx/ultra/courses/_158290_1/cl/outline Universidad Tecmilenio Online. (S/F). Innovar en la era exponencial: Tema 3. Medicina regenerativa: el futuro de la salud. Mis Cursos Tecmilenio. Recuperado el 5 de septiembre de 2019 de: https://miscursos.tecmilenio.mx/ultra/courses/_158290_1/cl/outline Universidad Tecmilenio Online. (S/F). Innovar en la era exponencial: Tema 4. La caja de herramientas para conocer al consumidor. Mis Cursos Tecmilenio. Recuperado el 5 de septiembre de 2019 de: https://miscursos.tecmilenio.mx/ultra/courses/_158290_1/cl/outline Vázquez, J. (Noviembre 26, 2014). Diseñados para ser obsoletos (versión adaptada para El Economista). Centro Internacional de Casos, Tecnológico de Monterrey. Recuperado el 5 de septiembre de 2019 de: https://cic.tec.mx/cic/