Relacion Ciencias Sociales y Naturales

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Ciencias sociales y naturales ¿Métodos diferentes? LEONARDO OGAZ A.

La primera parte de este ensayo consistirá en describir en general como operan los métodos en las ciencias naturales y como operan en las ciencias sociales, se verá en primer término que no hay una ciencia natural y una ciencia social sino que hay ciencias en plural y cada una presenta su especificidad. El siguiente subtema mostrará la complejidad del problema y como este no admite respuesta simples. Y en tercer lugar daremos nuestra visión de esta problemática. Finalmente sacaremos las conclusiones correspondientes.

Introducción “Jamás hubo semejante posibilidad de conocimiento y semejante posibilidad de oscurantismo” Boris Ryback Hemos escuchado decir en más alguna ocasión que el conocimiento científico es aquel que se obtiene mediante el método científico, esto sin duda pone de relieve la importancia del método en la ciencia. De las múltiples problemáticas en torno al método científico hemos escogido la de la diferencia de métodos entre las ciencias naturales y las ciencias sociales y nuestro objetivo es describir y analizar dicha diferencia. Hay corrientes que piensan que esa diferencia no existe, el positivismo es una de ellas, incluso más, hay dentro de esta corriente quienes piensan que la cientificidad de las ciencias sociales está dada por la utilización del método de alguna ciencia natural o la inclusión de la formalización matemática. Desde luego hay quienes desde otros paradigmas discrepan rotundamente de tales criterios y buscan establecer un método propio y específico para ciencias sociales. Estas por tanto no deben buscar su estatuto de cientificidad en las ciencias físicas o naturales sino en sí mismas, es decir, en sus propios métodos. La primera parte de este ensayo consistirá en describir en general como operan los métodos en las ciencias naturales y como operan en las ciencias sociales, se verá en primer término que no hay una ciencia natural y una ciencia social sino que hay ciencias en plural y cada una presenta su especificidad. El siguiente subtema mostrará la complejidad del problema y como este no admite respuesta simples. Y en tercer lugar daremos nuestra visión de esta problemática. Finalmente sacaremos las conclusiones correspondientes. Es indudable que el método no se puede aislar de la teoría y de las técnicas. De entrada no se puede confundir métodos con técnicas, explicaremos las diferencias, el método se deriva y está encadenado a la teoría o paradigma por el cual se ha optado en general y al marco teórico conceptual de la investigación en particular, de tal manera que solo en términos analíticos podemos hablar del método como separado de su contexto. La importancia que esto tiene está dada porque a través de estas tres cuestiones: teoría método y técnicas, aunque ahora se utiliza también las denominaciones de tecnología, metodología y epistemología (Galindo 1998)

y en ese orden para resaltar el papel que juega la tecnología en las investigaciones actuales. No son estas denominaciones exactamente lo mismo, pero pueden considerarse como equivalentes. Sea como fuere la cuestión es que en esas dimensiones expuestas se juega de alguna manera la validez, la cientificidad y la eficacia de las investigaciones, de tal manera que el problema planteado se sitúa en el centro de una discusión epistemológica que ya tiene algunos antecedentes. Aquí no vale aquel aforismo no importa cómo, sino los resultados. La explicación de cómo se han obtenido tales conocimientos es fundamental, sobre todo para las ciencias sociales, porque recae sobre ellas ciertas sombras sobre la cientificidad de su quehacer, incluso en algunas de ellas se pone en duda su carácter de ciencias. Existen elementos nuevos en relación con el problema dada la crisis epistemológica que la posmodernidad nos trajo, al preguntarse sobre el conocimiento mismo y sobre la crítica aguda y profunda a los fundamentos, incluso la crítica a la razón misma como fundamento de la ciencia (Morin 1998), esto sin duda afecta al método también en términos particulares no solo es una crisis general de los paradigmas. La misma Esther Díaz (Díaz 1992) habla de una Posciencia lo que revela que la ciencia moderna ha sido impugnada seriamente, tanto las humanas como las físicas. Los descubrimientos de la física cuántica, el desarrollo de la informática y la cibernética, aportes como el de Maturana y Varela (1994) repercuten sin duda también en las cuestiones del método y se hace necesario analizarlas. Mi punto de vista que no quiere ser ecléctico, sino parte de la observación concreta de la historia de la ciencia que trataremos de demostrar, será tratar de establecer que no es posible una diferenciación radical y que hay ciertos elementos que comparten las ciencias en general y otros que requieren una diferenciación específica. Esto debido a una influencia recíproca, aunque históricamente la influencia de las ciencias naturales sobre las ciencias sociales ha sido dominante. Las razones de esta aproximación radican en buscar una cierta claridad en un aspecto que a veces se omite, con lo cual no se hace otra cosa evadir de mala forma el problema. Para la formulación del problema hemos tomado en cuenta algunos conceptos como la cuestión de la objetividad en ambas ciencias, pero sobre todo en las ciencias sociales, la persistencia del positivismo en sus variadas formas, la cuestión del lenguaje, como en algunos casos el instrumento, se ha transformado en fin, perdiendo su finalidad ontológica, es decir, su vínculo de explicación de la realidad, es decir, qué pasa con la antigua relación entre la teoría y la praxis. Se trata como alrededor de estas cuestiones poder establecer los elementos de diferencia y los elementos comunes entre los ámbitos de ciencias. Desarrollo La idea central que vamos a desarrollar es que existe una cierta área metodológica común entre las ciencias naturales y las ciencias sociales y otra de separación. Es decir, se dan ciertas oposiciones y ciertas complementariedades. En esto recurriremos como fundamento al concepto que plantea Edgar Morin en su texto el método, de un “antagonismo en el seno de la complementariedad” (Morín, 1986) Ahora existe también un tráfico, un intercambio constante entre ambos campos, desde ambas áreas, es decir, tanto de las ciencias naturales como de las ciencias sociales, se observan atentamente sus quehaceres y si bien

históricamente están primero las ciencias naturales, estas han ejercido una influencia dominante sobre las ciencias sociales, pero también existen varios intentos de independencia de parte de las ciencias sociales. No es casual que primero se hayan constituido la ciencias naturales, a veces lo que está más próximo, cercano cuesta más visibilizarlo, precisamente por su cercanía, también hay una cuestión de complejidad en las ciencias sociales que de cierto modo significa, mirarse a sí mismo, aumenta por esta razón la dificultad de la objetividad, es decir, era más evidente lo exterior, el mundo físico, en la historia de la filosofía vemos que primero vino la reflexión sobre el mundo, la primera interrogación fue sobre el cosmos (Giannini, 2005). Derivado de lo anterior tenemos que establecer que si existen diferencias fundamentales entre ambos campos, el objeto de estudio es una de las más importantes, los objetos de estudio exteriores plantean una relación distinta entre el sujeto y el objeto. En el caso de las ciencias naturales hay una evidente diferencia entre el que conoce y lo que se quiere conocer, en cambio en las ciencias sociales existe una especie de identidad entre el sujeto y el objeto. El hombre, la sociedad se estudia a sí misma y esto ya plantea una serie de problemas epistemológicos particulares, entre ellos el de la objetividad. No es que el problema de la objetividad no exista en relación con las ciencias naturales también estas requieren de una serie de precauciones solo bastaría recordar las “idolas” de Bacon. (Dynnik, 1958) Lo que ocurre es que en las ciencias sociales este problema de la subjetividad se acentúa aún más. El método en las ciencias naturales Se considera a Francis Bacon (1561 - 1626) el padre del método experimental, de acuerdo a su doctrina, los sentidos son infalibles y la fuente de todos los conocimientos. La ciencia es la ciencia de la experiencia, y consiste en aplicar un método racional a lo que nos ofrecen los sentidos. La inducción, el análisis, la comparación, la observación y la experimentación son las principales condiciones del “método racional” (Dynnik, 1958). De aquí surge la famosa sentencia: “Conocer es poder y poder es conocer, que como sabemos posteriormente sale del ámbito científico natural y se empieza a realizar una lectura política, que bien podría resumir gran parte de la obra de Foucault. El “Novum Organon” vio la luz en 1620, allí Bacon en el primer aforismo señala lo siguiente: “El hombre, servidor e intérprete de la naturaleza, ni obra ni comprende más que en proporción de sus descubrimientos experimentales y racionales sobre leyes de esta naturaleza; fuera de ahí, nada sabe ni nada puede”. (Bacon, 1984). Como puede apreciarse el ímpetu, la fuerza, el carácter apodíctico con que empieza a nacer la ciencia experimental es avasallante. Era la actitud psicológica que preparaba la emergencia del sujeto social hegemónico de la modernidad. Posteriormente fueron agregándose al método científico las características de sistematicidad y verificabilidad, la cuestión del lenguaje y la lógica comienza a adquirir importancia, se busca un lenguaje propio e inequívoco, surge con el círculo de Viena el positivismo lógico, se pretende unificar a las ciencias por medio de un lenguaje lógico y universal. La cuestión experimental es una cuestión básica en las ciencias naturales, pero tiene sus límites, en la geología y en la astronomía, por ejemplo, esto puede hacerse solo parcialmente, nunca en gran escala, como para superar

estos límites surge la deducción matemática como elemento privilegiado, se dice que la matemática es el lenguaje de la naturaleza. En general el conocimiento científico en tanto conocimiento fiable y verdadero lo es por el método, la forma en que se obtiene, por sus procedimientos, contrastaciones y verificaciones empíricas. Pero a todas estas cuestiones se van sometiendo a la crítica y va demostrándose su validez relativa, las pruebas estadísticas demuestran, pero no son absolutas, basta un cisne negro para relativizarlas, para emplear la conocida figura de Popper. Se llega a la concepción de la ciencia como conocimiento hipotético deductivo. La historia de la ciencia llega a ser importante, surge la cuestión de los paradigmas y las revoluciones científicas, se habla de la revolución copernicana como un punto de quiebre y a su vez de momento fundante de la ciencia moderna. En resumen de acuerdo con Rubén Pardo “la ciencia es un cuerpo de conocimientos al que le son esenciales las siguientes características: -

Capacidad descriptiva, explicativa y predictivas (mediante leyes);

-

Carácter crítico;

-

Fundamentación (lógica y empírica);

-

Carácter metódico;

-

Sistematicidad;

-

Comunicabilidad mediante un lenguaje preciso, y

-

Pretensión de objetividad.

A estas características Pardo les llama el sentido acotado y restringido de la ciencia. En un sentido amplio e histórico se puede hablar de tres grandes modelos apócales paradigmas: -

El paradigma pre moderno

-

Paradigma moderno

-

El paradigma actual

El paradigma actual también se conoce como tardo moderno o posmoderno, se comprende la modernidad como un proceso de secularización cuya idea central es un ambicioso proyecto de racionalidad plena. La posmodernidad en cambio es un proceso de fragmentación del sentido que se despliega en los siguientes aspectos: -

Caída de los ideales del conocimiento de la modernidad

-

Crítica y rechazo de los ideales éticos y del progreso social inherente a la modernidad.

Quizás una de las críticas centrales a la ciencia moderna desde las concepciones posmodernas es su carácter reductor, el tratar de simplificar lo complejo. Quizás otro hecho decisivo es que los descubrimientos de la física cuántica disolvieron lo sólido en el aire parafraseando la célebre frase de Marx. Los sorprendentes descubrimientos en el mundo de lo infinitamente pequeño, el errático comportamiento de las partículas al interior de los átomos, han llenado de incertidumbre al mundo y han disuelto en el aire la idea de lo sólido. En síntesis la ciencia, hoy, se concibe muy hipotética, (en el sentido de explicación posible) fragmentada, atravesada por el principio de incertidumbre y en búsqueda de paradigmas no reductores sino holísticos, inter y trans disciplinarios, asumiendo la complejidad de lo real. Los métodos clásicos de las ciencias naturales son la inducción, la deducción que aporta el racionalismo, la comparación y el método experimental. Ahora cada ciencia en particular crea su propia metodología, sus propios aparatos conceptuales, etc., pero este es su tronco común. El método en las ciencias sociales Cuando Augusto Comte (1798-1857) se propuso crear una “física social” se encontró con que el matemático belga Adolphe Quételet (1796-1874) ya había utilizado el término para la mensuración social, lo que lo obligó a buscar otro nombre para su propuesta positivista y acuñó el término de Sociología. Pero la anécdota es reveladora de todo un proyecto de hacer una ciencia de la sociedad que tuviera el mismo rigor científico que la física, esta disciplina debía buscar el orden y el progreso y constaba de una estática social y una dinámica social, donde por supuesto se privilegiaba la estática social, en parte de aquí devinieron las ideas de desarrollo, evolución y progreso, que marcaron por un buen tiempo el programa de la ciencias sociales, la historia era el registro de esta evolución. Por tanto las ciencias sociales de algún modo nacieron positivistas y el componente de este positivismo era principalmente metodológico. Pero también nacieron conservadoras, buscaban el orden para la sociedad buscaban su armonía, la manera como resolver los conflictos y el progreso era la consolidación y desarrollo de ese orden, la Revolución francesa había puesto los pilares de ese nuevo orden y se trataba de consolidarlo, para lo cual había que estudiar lo social con mucha seriedad para garantizar intervenciones eficaces. De alguna manera el estructural funcionalismo en este sentido es un heredero legítimo del positivismo, tratan de buscar la armonía y el orden, desde luego, no es un orden abstracto, es el orden histórico concreto de la modernidad. La influencia del positivismo ha sido enorme y partir del modelo original se han desarrollado y se desarrollan nuevas partituras hasta hoy. De tal manera que la reacción posmoderna anti positivista es más que justificada. Por tanto podemos decir en general que las ciencias naturales y las ciencias del hombre tuvieron un tronco metodológico común.

Ahora desde algunas de las corrientes de las ciencias sociales surgen proyectos de independencia no positivistas veremos muy sucintamente tres, el psicoanálisis, el marxismo, la sociología comprensiva de Weber que actúan en un sentido distinto de la las “Reglas del método sociológico” de Durkheim que proclama que hay tratar lo fenómenos sociales como cosas y funda la categoría de “hechos sociales”. Que son estructuras generadas por la sociedad como el lenguaje por ejemplo. Esta es una ruptura total contra cualquier consideración psicológica. En el texto de Eduardo Laso puede apreciarse el recorrido analítico del psicoanálisis que culmina en Lacan donde se trata de escapar del positivismo naturalista y se busca construir una concepción y un método que se fundamenta en lo social mismo. La cuestión es considerar que su objeto de estudio, el inconsciente, es un producto social, en la medida que se estructura como lenguaje, con sus significantes y significados y por lo tanto es susceptible de ser estudiado y comprendido desde las estructuras del lenguaje, en consecuencia queda en el campo de lo enteramente social. La otra propuesta anti positivista que proviene desde el marxismo se articula metodológicamente en base a la dialéctica hegeliana la cual es invertida de su base idealista y convertida en materialismo dialéctico. Uno de sus exponentes el marxista belga Ernest (Mandel, 1987) expone el método de investigación de la siguiente manera: 1.

2.

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5. 6.

“La apropiación abarcadora del material empírico y un dominio de este material (apariencias superficiales) en todos sus detalles históricos pertinentes; es decir, acumulación de toda información necesaria y el manejo de esta. La división analítica de este material en sus elementos abstractos constituyentes (progresión de los concreto a lo abstracto); lo que implica una clasificación de esta información de acuerdo a las categorías planteadas. La exploración de las conexiones generales decisivas entre estos elementos, que explican las leyes abstractas del movimiento del material, en otras palabras, su esencia. De la revisión analítica surgen las conexiones que son expresadas a manera de síntesis. El descubrimiento de los vínculos intermedios decisivos que efectúan la mediación entre la esencia y las apariencias superficiales del material (progresión de lo abstracto a lo concreto: o reproducción de lo concreto en el pensamiento como una combinación de múltiples determinaciones). Descubrir no sólo la forma y el contenido, la apariencia y la esencia sino las mediaciones entre ambas para desde la esencia explicar lo real. L verificación empírica práctica del análisis (2, 3, 4) en el movimiento en desarrollo de la historia concreta. Es decir la confrontación con la praxis. Descubrimiento de datos nuevos y pertinentes empíricamente, y de nuevas conexiones – a menudo incluso de nuevas determinaciones abstractas elementales-, a través de la aplicación de los resultados del conocimiento y la práctica basada en el él, en la infinita complejidad de la realidad. Proceso de realimentación constante que permite enriquecer el conocimiento.

No se trata aquí de etapas estrictamente separadas del proceso cognoscitivo, pues algunos de estos momentos están intervinculados y existe un tráfico inevitable entre ellos.”. Aquí tenemos también una evidencia de propuesta metodológica general que es aplicada en el campo de lo social. En la sociología de Weber y su método conocido como “Vertehen” o “compresión empática” aspira a conocer la voluntad y las motivaciones de los actores sociales lo que los lleva a emprender las acciones sociales es decir aquellas actividades racionales que componen el quehacer social, Weber propone estudiar las acciones conscientes de los hombres. Es de alguna manera lo opuesto a Durkheim.

Como puede apreciarse las corrientes de pensamiento, como el positivismo, el funcionalismo, el marxismo, el posmodernismo atraviesa e influyen sobre el que hacer de las ciencias particulares y estas a su vez con sus descubrimientos van influyendo en dichas corrientes de pensamiento. Si hablamos con rigor en realidad no existe “la ciencia” en singular existen ciencias particulares. Pedagogía, Arqueología, Historia, Economía, Psicología, Sociología, Antropología, etc. Lo que de alguna manera las articula son las corrientes de pensamiento y eso es lo que permite hablar de Ciencia en singular. No se conoce el caso de una ciencia particular que escape totalmente a las determinaciones de los paradigmas o corrientes de pensamiento. El entrelazamiento y diferenciación metodológica Existen dos tipos de diferencias las unas tienen que ver con las disimilitudes de objetos de estudio, la otras disparidades son desemejanzas más transversales y tienen que ver con las distintas concepciones epistemológicas. Existe una tendencia a naturalizar lo social y una tendencia a socializar lo natural, la primera tendencia se manifiesta en expresiones como la familia “es la célula de la sociedad, o el tejido social y etc., etc., y esto tiene su expresión más elevada en el Darwinismo social. También existe la tendencia contraria y hablamos del rey de la selva, del socialismo de las hormigas y así por el estilo. Ambas tendencias no ven las especificidades de sus campos y no generan sus propias y especificas maneras de expresar y enfocar sus realidades particulares. Eso que es válido en tanto problema epistemológico no lo es en tanto problema metodológico, porque de hecho las ciencias tienen un campo común, por ejemplo en ambas áreas se utilizan los procedimientos inductivos, deductivos y comparativos, etc., porque responden a formas de razonamiento lógico universales y sería absurdo prescindir de tales formas metodológicas en nombre de la independencia de los campos, lo mismo ocurre con los procedimientos de análisis síntesis y otros. Ahora bien en el otro aspecto de lo que se entiende por método en el aspecto de la forma de abordar los problemas, que implica una manera conceptual de lectura de la realidad, y en todos aquellos procedimientos que se derivan de la diferencia de objeto es lícito diferencias metodológicas entre las ciencias humanas y las ciencias naturales, porque debemos partir de la premisa que es diferente estudiar una estrella del firmamento, que seres que tienen conciencia de sí. Otro aspecto nos indica que la complejidad de los sistemas sociales es distinta a la complejidad de los sistemas naturales. Una manera en que Gutiérrez y Brenes defienden la actividad intersujetos en las ciencia sociales es diciendo que no es lo mismo la subjetividad del observador que la subjetividad del observado (Gutiérrez y Brenes, 19779). Las etno metodologías aparecen, por ejemplo, un típico ejemplo de esto. La preparación ética de los investigadores es otra de las precauciones, pero no garantía absoluta. Pero al parecer este tipo de métodos sería específico para ciertas ciencias sociales. Finalmente la confrontación con la práctica no siempre puede tener interpretaciones aberrantes, si un censista social sigue el curso de desarrollo de la economía y predice una crisis, y la crisis se manifiesta, hay que poner atención al método que utilizó porque la praxis está validando su predicción.

Para aquellos que ponen en duda y ven un obstáculo insalvable en ciencias sociales el problema de la subjetividad es conveniente recordar precisamente que existe una comunidad científica y académica que ejerce la crítica, esto no es desde luego una garantía absoluta. Ahora respecto de la relación teoría, método, técnicas que planteaba el paradigma de la modernidad se ha producido una verdadera inversión en esta época posmoderna, y la relación es exactamente inversa: tecnología, método, epistemología. En la modernidad los conocimientos científicos encontraban aplicaciones tecnológicas, hoy también es a la inversa. Es más se ha abierto por cuestiones de las necesidades del mercado una verdadera área de conocimiento tecnológico, que determina métodos y teorías o sencillamente opera independientemente en tanto conocimiento tecnológico, a una parte de eso se le ha llamado pos ciencia como lo señala Esther Díaz. (1992). Las implicaciones de esta cuestión siguen la lógica de la razón instrumental, va disminuyendo el sentido del conocimiento que tiene la función de explicar la complejidad de lo real y se vuelve pragmático, perfomativo. Parte de las diferencias que afectan de conjunto a la teoría, la metodología y las técnicas también tiene que ver con el énfasis entre lo cualitativo, que implica hermenéutica, y preponderancia del análisis crítico y la argumentación sustentada, y los métodos cuantitativos que se basan en mediciones y otras operaciones de análisis matemáticos que resultan también indispensables, una adecuada complementariedad entre ambos aparece como la respuesta, con lo cual no se elimina factores de oposición puesto que hay ámbitos que se resisten a la formalización matemática vale aquí recordar las palabras de Adorno: “Cuando se me planteó la exigencia de “medir la cultura”, vi que la cultura debía ser precisamente aquella condición que excluye una mentalidad capaz de medirla. (Adorno, 1969). La parte general y la parte particular del método En los problemas de metodológicos siempre existe un aspecto general que tiene que ver: con la teoría, con los otros métodos, con las concepciones epistemológicas y un aspecto particular que tiene que ver con el objeto específico de estudio. Nuestro punto de vista es que no hay como ser categóricos y absolutos la complejidad epistemológica indica, que las problemáticas metodológicas siempre hay que resolverlas en las situaciones concretas, pero al interior de los marcos teóricos generales que son los que preceden y representan el contexto del cual no hay como librarse. Finalmente llegamos al problema de la interpretación aquí, como se sabe, puede haber: buenas interpretaciones, regulares, malas, pésimas y aberrantes, para lo cual se ha desarrollado la hermenéutica que no es garantía absoluta pero significa un marco de referencia. Es decir ya el conocimiento ha enfrentado el problema y ha buscado procedimientos críticos que permitan ciertos niveles de racionalidad y objetividad El otro problema que se plantea es el de los condicionamientos históricos culturales del sujeto cognoscente, ya que este es un individuo o un grupo de individuos que pertenecen a una clase, simpatizan con tal o cual ideología, pertenecen a tal o cual género, todas cuestiones que de una u otra manera influyen en su mirada, también hay elementos psicológicos, el inconsciente también influye. Todas estas cuestiones finalmente se resuelven socialmente, mediante el ejercicio de la crítica y el conocimiento de la existencia de estas determinaciones que obligan al investigador a una reflexión meta teórica sobre su situación en tanto investigador.

Pero aquí nos asalta la duda ¿son realmente distintas y diferentes, las cuestiones biológicas de las cuestiones sociales? por ejemplo la autopoiesis biológica esa tendencia a la auto organización, también tiene manifestaciones en lo social, caminaremos hacia allá, o conscientemente podremos dirigirnos hacia ese punto. ¿El sinsentido exterior puede ser reemplazado por un sentido construido socialmente? Finalmente es imposible dejar de señalar que junto a la aguda crítica posmoderna y a sus interesantes búsquedas han crecido los hongos del esoterismo, la divisa del todo vale, y la trivialidad. La caída de los grandes relatos también ha dejado en algunos casos el vacío. Conclusiones La cuestión del método tiene mucho que ver con la validez de los conocimientos, con la verdad, el título del texto más importante de Gadamer es ilustrativo. “Verdad y método”. La verdad depende en gran medida del método. La ciencias naturales si bien conservan su ethos moderno, hoy en la posmodernidad se conciben muy hipotéticas huyendo de conclusiones totalizantes, en un proceso de fragmentación del sentido, atravesadas por el principio de incertidumbre y en búsqueda de paradigmas no reductores sino holísticos, inter, trans y multidisciplinarios. Las ciencias sociales se construyen hoy en contraposición a la marcada persistencia positivista y neopositivista buscando la especificidad metodológica en lo social, en los lenguajes, la dialéctica y en la compresión empática. De la descripción que hemos realizado de las cuestiones generales del método en las ciencias sociales y en las naturales se desprende que existe un tronco común y también ramas de diferencias, la parte común metodológica la constituyen esas formas del pensar, que también son formas procedimentales como: la inducción, la deducción, y la comparación, pero en las diferencias tenemos que procedimientos como el psicoanálisis que utilizan sin duda inducción y deducción también incorporan métodos propios como la asociación libre y la interpretación de los sueños para los cuales se construye una simbología onírica, verbigracia. Su objeto de estudio, el inconsciente determina particularidades específicas. Su validez científica es sometida enteramente a la praxis, a través de su capacidad terapéutica. Este tipo de métodos para los antiguos positivistas como para los neopositivistas son absolutamente cuestionables, porque no son susceptibles de ser matematizados, medidos o reducidos a una lógica formal, he ahí la discusión. El que los fenómenos del inconsciente no sean medibles no significa que el psicoanálisis no cuente con un riguroso “aparato” conceptual. En general podríamos concluir, y subrayo lo de general, porque esto es una tendencia y no una ley, las ciencias sociales son más proclives al análisis cualitativo y las naturales al cuantitativo, pero ambas necesitan de una buena combinación de ambos. Una cuestión similar al psicoanálisis ocurre con el método dialéctico, por su origen hegeliano a muchos se les aparece como una mística y no como un método científico, pero es difícil refutar sus dos premisas generales: la realidad está en permanentes procesos de cambio y estos obedecen a su vez a contradicciones, antagonismos. Luego el estudio, las categorías debe adecuarse a esas dos circunstancias, las cosas son y no son, no hay identidades absolutas. A=A solo tiene una validez relativa hasta cierto límite, a partir de allí A solo en cierto sentido es igual a sí misma, en otro es distinta, toda persona tiene alguna vez 4 años, pero después tiene 30, esa persona en cierto sentido sigue siendo la misma y en otro sentido no lo es. Entre los 4 y los 30 años hay un

proceso de cambios de contenido y de forma. Con las sociedades ocurre lo mismo, son y no son lo que han sido en su historia, porque entre el pasado y el presente han mediado procesos transformadores. El referente que a veces resuelve los problemas es la capacidad de explicar la realidad, esa explicación es el resultado de la aplicación de un método, y digo a veces porque no hay un tribunal infalible en las cuestiones sociales que determine en término absolutos la veracidad y además porque el conocimiento es histórico y tiene las limitaciones de su tiempo. A las verdades de las ciencias se les puede aplicar la paráfrasis del principio jurídico, es válido hasta que se demuestre lo contrario. La discusión de si es posible aplicar la dialéctica a la naturaleza es ya antigua y sigue abierta y no resuelta en términos definitivos. El tronco común, las influencias recíprocas y las diferencias y antagonismo metodológicos al mismo tiempo, producto de objetos de estudio disímiles configuran la idea de un antagonismo en el seno de la complementariedad. Por otra parte, es más o menos evidente que la independencia tecnológica no solo ha producido más tecnologías, sino también conocimientos y reformulamientos metodológicos, basta pensar en todo el desarrollo de la informática. Quizás se impone como para profundizar esta temática una investigación comparada entre los métodos de una ciencia natural por ejemplo la física y una ciencia social como la sociología y claro ahí surge la pregunta ¿cuál de las corrientes sociológicas? Bueno habría que optar por alguna. La perspectiva de un diálogo permanente entre los estudios sociales y los naturales que implican actividades distintas puede ser la más productiva. Este diálogo presentará antagonismos respecto de cómo entender lo científico, pero eso es precisamente el motor que dinamiza el quehacer científico. En más de alguna vez se han producido intercambios entre las áreas y han dado resultados positivos. La inducción que viene de las ciencias naturales ha servido a la economía, sociología, psicología, etc. (Diseño de encuestas, obtención y procesamiento de datos). Y a su vez la teoría de la información desde lo social sirvió a la genética conceptualmente para la explicación del código genético.