Quinquis de Los 80

FICHA TÉCNICA “Quinquis de los 80. Cine, prensa y calle” es una coproducción del Centre de Cultura Contemporània de Barc

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FICHA TÉCNICA “Quinquis de los 80. Cine, prensa y calle” es una coproducción del Centre de Cultura Contemporània de Barcelona (CCCB) y La Casa Encendida (Madrid). Se presentó en el CCCB entre el 25 de mayo y el 6 de septiembre de 2009 , en Madrid el 8 de julio de 2010 y su primera itinerancia es en Zaragoza del 23 de septiembre al 21 de noviembre en el Centro de Historia de Zaragoza. COMISARIAS Amanda Cuesta y Mery Cuesta COORDINACIÓN Y DOCUMENTACIÓN Eva Gimeno con la colaboración de Guillem Valls COORDINACIÓN Y PRODUCCIÓN LOCAL: Centro de Historia de Zaragoza DISEÑO DEL MONTAJE DE LA EXPOSICIÓN ESTUDI BONJOCH, SL MONTAJE DE LA EXPOSICIÓN BRIGADAS MUNICIPALES DE ARQUITECTURA INSTALACIÓN DE OBRA BRIGADAS MUNICIPALES DE ARQUITECTURA ASISTENCIA EN LA GESTIÓN Y EL REGISTRO Sonia Fernández, Sara Manzanares, Xián Rodríguez MONTAJE DE VÍDEOS Cristina Giribets José Antonio Soria DIDÁCTICA Servicio de Educación del Ayuntamiento de Zaragoza GRAFISMO DE LA DIFUSIÓN Jordi Duró ADAPTACIÓN DE LA IMAGEN ESEBEZETA TRANSPORTE ROBERT SEGURO AON. GIL Y CARVAJAL

CODIGOS AUDIOVISUALES

PRESENTACIÓN

Introducción «Quinquis de los 80. Cine, prensa y calle» El punto de partida de «Quinquis de los 80» es la figura del quinqui acuñada por el fenómeno del cine de delincuencia juvenil que vivió su momento de apogeo en la España de entre 1978 y 1985. El llamado cine quinqui acarrea consigo una particular e intrincada relación de retroalimentación con la prensa sensacionalista de la época, pero, además, actúa como reflejo fiel de las transformaciones urbanísticas, sociales, políticas y económicas que azotaron el país durante aquel periodo. Los códigos de representación de la delincuencia juvenil del cine quinqui han pervivido hasta la actualidad de tal modo que el estereotipo del quinqui, sometido a un proceso de estetización, sigue hoy en día ejerciendo una fascinación desatada. El cine quinqui El cine quinqui es un género cinematográfico bautizado desde el entorno popular, sin haber recibido consideración como tal desde el ámbito académico. Carteles, fotocromos y guías de prensa demuestran que la producción de películas sobre delincuencia juvenil en la España de los ochenta fue muy prolífica (30 filmes entre 1978 y 1985) y gozó de una calurosa acogida. Hoy en día, algunas de estas películas siguen encabezando el ranking de las más taquilleras del cine español. Los barrios de los setenta: polígonos, paro y depresión Ante el ingente déficit de vivienda barata, se pusieron en marcha, en los años sesenta, los planes de urgencia social. El objetivo era absorber el mayor número de chabolistas en el menor tiempo posible y al coste más bajo. El resultado fue un urbanismo de pésima calidad, con unos barrios mal comunicados que carecían de los servicios más básicos, como alcantarillado, escuelas o ambulatorios. Lejos de resolver los problemas sociales derivados de la inmigración masiva y el desarraigo, estas soluciones urbanísticas no hicieron más que maquillarlos y trasladarlos a la periferia. Pero lo peor estaba por llegar. La crisis económica de los setenta y los elevados índices de paro, especialmente entre los jóvenes, convirtieron estos barrios en el territorio germinal del quinqui. Los barrios citados son sólo tres casos de estudio que ilustran una situación generalizada en todo el territorio español. La inclusión de fotografías actuales demuestra que, una vez superada su leyenda negra, estos barrios siguen desempeñando la misma función social. Barcelona, La Mina En el término municipal de Sant Adrià de Besòs, se encuentra el barrio de La Mina, planeado y edificado en dos fases, entre 1957 y 1975, aunque el área residencial, compuesta de veinte bloques surgió de una actuación emprendida en 1969. En 1975, La Mina contaba ya con 2.721 viviendas y una población censada de 15.133 habitantes. Es uno de los barrios sociales más característicos del desarrollismo de los años sesenta; como ejemplo del fenómeno de los barrios de creación instantánea fue planificado, junto al Polígono Canyelles, para realojar a los últimos habitantes de los barrios de barracas de Barcelona: el Camp de la Bota, La Perona, Can Tunis, Carmel, Pequín, etc. Estos núcleos se querían borrar definitivamente de la ciudad por ser zonas especialmente conflictivas, que acumulaban ya serios problemas de exclusión, marginalidad y delincuencia. Bilbao, Otxarkoaga La idea original de hacer Ocharcoaga –así se escribía entonces– nació como consecuencia de una visita que Franco hizo a Bilbao en 1958. Dicen las crónicas de la época que al ver las chabolas desde el coche, Franco exclamó: «¡Háganles casas como Dios manda!». En junio de 1964, Franco volvió a Bilbao para la inauguración del poblado, conmemorando los veinticinco años de la victoria del Régimen. El barrio trepa por las faldas del monte Santa Marina, lo que explica lo estrechas e intrincadas que son sus calles y la aparentemente caótica ordenación planimetral. Apenas se tardó año y medio en construir 3.500 pisos. Por supuesto, tanta celeridad y la mala calidad de los materiales de construcción pasaron factura muy pronto a los vecinos. En su fariseísmo miope, el régimen convirtió buena parte de estos polígonos en estandartes de su política social. Madrid, San Blas El Plan de Urgencia Social de Madrid se puso en marcha en 1957. Su operación más potente fue el Gran San

Blas, compuesto de 19.925 viviendas y situado al sureste de la ciudad. La urbanización se inició en 1958 de la mano de la Obra Sindical del Hogar. Compuesto inicialmente por cuatro parcelas, posteriormente se le irían añadiendo promociones privadas, así como diversos poblados dirigidos, poblados de absorción y colonias benéficas, constituyendo en suma un auténtico muestrario de «soluciones oficiales» al problema del alojamiento obrero. Además de su pequeña superficie, las viviendas eran de calidad tan ínfima que, quince años después, tenían graves problemas de grietas, y en la actualidad la mayoría se han remodelado o fueron derribadas en la década de los ochenta. La lucha vecinal de San Blas se centró, desde la creación del barrio, en la reivindicación de los servicios y zonas verdes previstos en el proyecto y en subsanar las deficiencias de construcción. La cola del paro Las estadísticas oficiales de desempleo generaban cascadas de titulares en la prensa. En 1983 la cifra de parados alcanzó los 2.200.000 y solamente un 27% se beneficiaba de la cobertura por desempleo. Cerca del 60% era menor de 25 años y buscaba su primer trabajo. El INEM se convirtió en una institución hiperburocratizada destinada a la gestión del paro. Las colas en las oficinas del INEM se hicieron legendarias. Nuevas formas de ocio Los recreativos simbolizan el corazón del adolescente, protagonista central de «Quinquis de los 80». Este territorio, omnipresente en el género cinematográfico, apunta el surgimiento de una nueva cultura y unas nuevas formas de ocio que conectan, por primera vez en nuestro país, a aquella generación de jóvenes de los setenta con la industria de la cultura juvenil en su contexto internacional y sus formas de consumo capitalista. A través de fragmentos extraídos del cine, este ámbito esboza los elementos de evasión fundamentales en el vivir y sentir adolescente: los colegas, el sexo y las drogas. Los recreativos condensan, además, las manifestaciones dentro de la cultura popular, simultáneas al apogeo del cine quinqui que proyectan imágenes afines de rebeldía, escapismo y marginalidad como el cómic y la música. Vía Límite En 1975 se alcanzó la plena escolarización entre los 6 y los 13 años, pero un 25% de la población de más de 14 años quedaba excluida del sistema educativo. Por otro lado la edad laboral –como la penal– se situó en los 16 años. Así que para muchos adolescentes sólo quedaba la calle, buscarse la vida. La delincuencia juvenil tenía aterrorizados tanto a los policías como al ciudadano de a pie. Parecían estar locos, atacaban como movidos por la venganza y no dudaban en disparar, en clavar un navajazo o en conducir con una temeridad inusitada. Muchos de estos delincuentes eran drogadictos y robaban bajo los efectos del mono para obtener la dosis que necesitaban consumir a diario. La heroína fue una auténtica pandemia. La delincuencia aumentó un 106% desde 1976 hasta 1982. En un clima de alarma social, amplificada por los medios de comunicación, el delincuente juvenil se convirtió en el enemigo público número uno. Quinqui-stars Detención, reformatorio y fuga. Este periplo del delincuente juvenil es difundido al detalle, día a día, por la prensa sensacionalista y de sucesos del momento. El abrumador protagonismo que el delincuente recibe es clave en la posterior iconización de su figura. El Vaquilla y El Jaro (y sus genealogías) son las dos estrellas más brillantes y con más potencial mediático del universo de nombres propios de la delincuencia juvenil de los ochenta. Ganchos irresistibles para la prensa, héroes de la marginalidad para la calle, quedarán fijados para siempre en el imaginario popular gracias a los biopics cinematográficos que darían testimonio de sus andanzas: Navajeros, la saga Perros Callejeros y Yo, El Vaquilla, grupo de películas que conforma la médula del cine quinqui. Paralelamente a la atención especial que El Vaquilla y El Jaro recibían, los periódicos estaban repletos de retratos anónimos de centenares de peligrosos delincuentes juveniles en activo. El reformatorio El Tribunal Tutelar de menores disponía de tres opciones para abordar el problema de la delincuencia infantil. La primera era devolver al niño a su casa, siempre que sus padres accedieran. La segunda era ingresarle en el reformatorio, los llamados colegios-hogares. Muchos chicos se escapaban a la primera de turno, en buena parte porque los malos tratos estaban a la orden del día. La tercera opción, reservada a los delincuentes más

peligrosos, era su ingreso en prisión. En 1979 sólo existían 14 plazas de reclusión mayor para niños, así que muchos eran ingresados en cárceles de adultos. En los ochenta empezaron a abrirse algunos centros enfocados a la formación profesional y a la rehabilitación, como el Centro de Difíciles de Carabanchel, pero no había plazas suficientes. En 1981, había 47.802 niños menores de 14 años acogidos en 515 centros penitenciarios debido al abandono familiar o sometidos a medidas tutelares por acciones delictivas o predelictivas. Desde los tejados, veo la ciudad A la obsolescencia de las instalaciones carcelarias, había que sumar los problemas derivados de la superpoblación y la escasez de recursos. La herencia franquista dejaba un sistema fuertemente basado en la versión más represiva y punitiva. Asimismo, el preso común se vio agraviado por los diversos procesos de amnistía que se abrieron a partir de 1975 para los presos políticos. La situación estalló en 1977, cuando miles de reclusos tomaron los tejados de las prisiones en todo el país. Este movimiento desembocó en la creación de la COPEL (Coordinadora de Presos Españoles en Lucha). Sus reivindicaciones consistían en la abolición de la legislación represiva y de las instituciones penitenciarias franquistas, pasando por la reforma del código penal, la depuración de los funcionarios «fascistas», la construcción de nuevas cárceles más habitables y una amnistía general. Durante los años sucesivos, los motines, las huelgas de hambre, las fugas y las autolesiones estuvieron a la orden del día. La pervivencia del mito Este ámbito aborda los efectos que el fenómeno quinqui produce tras su periodo de auge en la calle, en la prensa y en el cine. Por un lado, no se puede obviar el hecho de que la mayoría de las personas que lo protagonizaron, tanto en la ficción como en la realidad, tuvieron un final trágico. Además, las biografías de ex convictos –todo un subgénero literario– conforman un testimonio indeleble de las vivencias en la cárcel. Posteriormente, de la mano de una nueva generación, nacida a mediados de los setenta, se produce una pirueta estética mediante la que el delincuente representado en aquellas películas se erigió en icono castizo cool. El quinqui de los ochenta sigue siendo un icono en las representaciones de la delincuencia juvenil y de la vida marginal producidas en la actualidad. Los foros y las producciones audiovisuales que los fans del cine quinqui ponen en circulación asiduamente en Internet dejan patente que el mito hoy vuela libre. El Mural de Getafe A la salida se mostrará una reproducción en gran formato del mural Luz y Vida realizado por el pintor Teo Barba en la parroquia de la Alhóndiga, en Getafe (Madrid). En él, san Juan, al lado de Jesucristo en la última cena, es representado con la figura de José Luis Manzano. El protagonista de películas referenciales del cine quinqui como Navajeros o El Pico vivió los tres últimos años de su vida en esta localidad madrileña. El fresco de Getafe opera como una oportuna y acongojante metáfora de la muerte y mitificación absoluta (mistificación) de la figura del quinqui como héroe de barrio.

GLOSARIO QUINQUI Abrazado: Preso, detenido Aceite: Aceite de hachís Achantar: Cerrar. Amedrentar, hacer callar Aduana: Escondrijo Afgano: Hachís proveniente de Afganistán Agua, dar el: Velar, vigilar, avisar Ajo / Tripi: Dosis de LSD Alfiler: Punzón, cuchillo rudimentario Aliguerar: Marcharse, escapar, salir apresuradamente Alivio: Abogado defensor. Preso que intercede por otros Alpiste / Pribe / Priba / Priva: Bebidas alcohólicas Amanillado: Esposado Amfetas / Anfetas / Despertadores: Anfetaminas Ángel, polvo de: Tipo de droga anestésica Angoleña: Marihuana proveniente de Angola Angustiao: Preso Apalancar: Guardar, esconder Apalancarse: Estar apático, somnoliento, ensimismado Apenao: Condenado Arpón / Banderilla: Aguja de jeringuilla Bacalada: Soborno Bajada: Descenso del efecto de la droga Bajamano / Mechero: Ladrón de almacenes y tiendas Barra: Pastilla de hachís Barrila, dar la: Molestar, incordiar, dar la lata, o dar la paliza Basca: Pandilla, grupo de iguales. Gente Berejes: Años de condena Bisni: Trato de droga cerrado Blanca: Heroína, cocaína Blanco: Sin antecedentes penales Boca / Boquera / Boqueras/ Boqui: Funcionario de prisiones Bofia / Pasma / Señora: Policía Bola: Pelota de hachís. Mentira Bola, dar la: Conseguir la libertad Bombear: Meter y sacar sangre de la vena con la jeringa Boniato / Lechuga / Sábana / Saco: Billete de mil pesetas Botella, dar: Prensar hachís Brava / Fuerza: Palanqueta Brilla, un: Brillante, diamante Buar: Delatar Buco: Agujero en la vena, pinchazo. Dosis de heroína o cocaína que se administra por vía intravenosa Buchante: Disparo, tiro Bujarra / Bujarrón / Julandrón: Homosexual Bul / Reble: Culo. Buletes, partir / Detrás, trabajarse por: Sodomizar Burro / Caballo / Diosa blanca / Jaco / Jomeini: Heroína Burro / Camello: Traficante de drogas Bus / Bustacas: Bustaids (marca de anfetaminas) Cabalgada: Viaje de heroína Caballista: Preso que dispone de dinero Caballo blanco: Heroína. Tipo de LSD Cacharra / Fusca / Fusco: Pistola, revólver, arma de fuego Cacho: Causa criminal Cacho, echar fuera: No implicar en un sumario o asunto penal Cafetera / Lechera / Yogurtera: Coche blanco de la Policía Nacional Cagui, un: Bebida de mal aspecto, café con leche del desayuno carcelario. Heces líquidas Caldo: Gasolina

Calvo / Escopeta / Lapicero / Látigo: Pene Camelo: Cuento, mentira Camiazo: Cambiazo Campiri: Campo, campiña, solar Cangrejo: Moneda de cinco duros Cangri / Chirona / Maco / Trena / Trullo: Cárcel Canguro: Furgón para el traslado de presos y detenidos Canuto / Mai / Peta/ Puriloto / Yoin: Cigarrillo con derivados de cannabis Cañón, pie del: En la vena Caramelos: Hachís en forma de pequeñas bolas Careto / Jeta / Jeto / Siena: Cara Cargarse / Marar: Matar Carroza: Homosexual viejo, persona anticuada Casete: Un kilo de hachís Cédula / Hoya: Cuchara Ceguerón: Intoxicación por sustancias psicoactivas Cepebés: Celdas de planta baja, celdas de castigo Cepillarse: Sacar de en medio a alguien Ciego: Embriaguez por comida, alcohol o drogas Clauca / Marquesa / Pescada / Ruiseñor: Ganzúa Clencha / Fila / Línea / Raya / Rayita / Tiro / Tirito: Dosis droga en polvo en forma de línea Coba, un: Sucursal bancaria Coco: Cabeza, inteligencia. Proyecto, plan Colega: Amigo, compañero Colgao, estar o quedarse: Adicto que está sin droga. Aquel que no es capaz de dirigir su vida. Perder la lucidez Colocar: Detener, arrestar Colocarse: Drogarse Colocón: Embriaguez por droga Coloqueta: Detención Colorao / Sorna: Oro Correo: El que pasa las drogas (a menudo una mujer) Cortar: Adulterar la droga con otros productos Coscarse: Percibir, darse cuenta Costo: Derivados del cannabis, sobre todo hachís Creus / Fili / Grilo: Bolsillo Cuatrimotor: Forma determinada de porro Curra, una: Paliza. Navaja Currele / currelo: Trabajo Chabola / chabolo: En la cárcel, celda Chachi: Bueno, valioso, de calidad Chai: Prostituta muy joven Chaira / Chirla / Choli / Churi / Tea: Navaja Chamicera: Prostituta vieja Chapa: Relación homosexual prostituida Chapero: Prostituto para homosexuales China: Pequeña cantidad de hachís Chino: Forma de consumir la heroína usando una hoja de aluminio plegada y un tubo para aspirar Chirlero/ Sirlero: Navajero Chito: Fajo Chiva: Mujer Chiva, estar como una: Estar loco Chivato / Chota, un / Choto / Chusquel / Riflón: Que pasa información a la Policía, delator Chocolate / Ful / Vida: Hachís Chopano / Diablo / Nevera / Submarino: Celda de castigo Chorar: Robar, afanar Chori / Choro: Ladrón de poca monta Chorva: Mujer joven. Novia Chucha: Amante de un preso Chupi: Clase de ácido Chusta / Cucaracha: Colilla de porro

Chuta / Manola: Jeringuilla con aguja hipodérmica Chutarse / Flaky, darse el / Picarse: Inyectarse Chute / Fise / Fix: Dosis de droga por inyección, generalmente endovenosa (del inglés to shoot) Dante: Homosexual activo Demasié: Demasiado. Mucho. Expresión admirativa Descuidero: Que se aprovecha del descuido para hurtar Díler: Gran traficante, mayorista de droga Disimulo: Portero de la cárcel Doble cero: Tipo de hachís de buena calidad Dominó, ficha de: Condón Dos, los: Testículos Dron: Carretera, camino Engancharse: Hacerse adicto Enrollarse: Entrar en el ambiente. Escucha: Ventanuco de la celda Esnifar: Tomar drogas por aspiración nasal Espabilao: El que actúa en ayuda del timador Espada: Llave falsa, ganzúa, estilete de acero o regla de plástico usada para abrir puertas Espadista: Ladrón por el sistema de la espada Espandar: Abrir, romper. Reventar una caja fuerte Espeta: Inspector de policía Espit / Speed / Spid: Excitación provocada por las anfetaminas o la cocaína. Anfetamina en polvo Estéreo: Dos kilos de hachís Estrella / Secante / Secantes: Tipo de LSD Estupa, un: Policía de la Brigada de Estupefacientes Fajar: Castigar, golpear Farlopa / Perico: Cocaína Fatigar: Trabajar Ficha: Personaje con amplio currículum delictivo Fila: Antipatía Filai, dar: Dar guerra, castigar, amenazar con el castigo Filar: Ver Flas / Flasch / Flash: Efecto violento de una sustancia psicoactiva sobre el organismo. Reacción ante la droga, impacto o visión corta de algo. Alucinación, sorpresa Flasear: Acción de bombear sangre dentro y fuera de la vena mediante la jeringuilla para intensificar el efecto de la solución administrada. Fliji: Inyección intravenosa (del inglés to fix) Flipado: El que se halla bajo los efectos de la droga Forasta: Forastero Fori / Safo: Pañuelo Fula: Pañuelo para hacer torniquete Fulastra: De mala calidad Fules: Heces Fumeque: Acción de fumar Globo: Estado de ebriedad, intoxicación Gobi, una: Comisaría de policía, cuartel de la Guardia Civil Golondro: Vigilante nocturno Goma: Hachís de buena calidad Grifa: Tipo de marihuana marroquí Grifota: El que fuma grifa Guative: Cuba libre Guita / Pasta / Tela / Viruta: Dinero Guri / Guripa: Policía Harina: Hachís de mala calidad Hierba: Marihuana Hierro: Pistola, revólver. Armas Hormiga: Policía municipal en moto pequeña Jai: Chica Jama: Paquete que entra en la cárcel Jari: Problema, lío, contratiempo

Jena: Tinte natural utilizado para adulterar el hachís. Calificación despectiva Jeta: Cara, caradura Jilipollas / Jilipuertas: Cretino Jiñar / Varas, irse de / Varetas, irse de: Defecar Jujana: Mentira, engañifa Julái: Maricón. Chivato. Incapaz, de poco carácter. Preso recién ingresado Kíe: Jefe, líder, también se dice del que abusa, del matón y el fanfarrón Kifi: Hierba marroquí Kilo: Millón de pesetas Kunda: Conducción de un preso de una cárcel a otra Lame, un: Que hace la pelota Leandra: Peseta Lechuguín / Libra: Billete de cien pesetas Lechuzo: Persona lenta, falta de reflejos Legal, ir de: Que no tiene antecedentes. De confianza Leñería: Joyería Leona: Portera Levantar / Limpiar / Mangar / Mariscar: Robar Liamba: Marihuana africana Libra, cambiar la / Peseta, echar la: Vomitar Ligar: Detener. Conseguir Limpio: Que no tiene antecedentes Loba / Lumi / Pelleja: Prostituta Loca, una: Seat 1430. Homosexual amanerado Longui, hacerse el: Despistar Loro: Aparato de radio o casete Loro, al: Atento, con cuidado Macarrón, castigarse el: Pincharse la vena Macró: Proxeneta, macarra Machaca: En la cárcel, auxiliar de galería. Aquel que está al servicio de alguien Madero: Policía, específicamente los policías nacionales, de uniforme marrón Mandanga: Hachís, marihuana. Droga en general Mangui / Manguis: Ladronzuelo, delincuente juvenil. Desarrapados, hijos de la calle. De poco fiar Mangurrillos: Ladrones sin escrúpulos, rechazados por los demás Manso: Colchón Manteca: Dinero. Mercancía Marcha: Euforia colectiva o personal María: Caja fuerte. Marihuana Maribén: Muerte Marrón, comerse un: Cargar con la culpa de un delito, propio o ajeno Marrón, pillar de: Que te pillen con las manos en la masa Marrón, un: Proceso criminal con amenaza de larga condena o la condena misma (por el antiguo color marrón de las carpetas sumariales) Masca, un: Tipo que destaca. Macho Menda: Hombre. Cuando uno se cita a sí mismo Micropuntos: Tipo de ácido lisérgico Mierda: Marihuana o hachís Mogollón: Jaleo, lío, muchedumbre. Mucho, en gran cantidad Mojá / Pinchazo / Pinchonazo: Puñalada, navajazo Molar: Gustar. Distinguirse, destacar Monasti: De acuerdo Monki: Drogadicto al que le falta droga Mono: Policía armado Mono, estar con el: Padecer el síndrome de abstinencia Morfa: Morfina Muermo: Parado, indeciso. Sopor o malestar producido por las drogas Mui: Boca Mullao: Muerto en homicidio Najar / Pirarse / Piro, darse el: Irse, largarse Nanai: Ni hablar

Narajai: Cura Naranja de California / Window pen: LSD, ácido Nasti de plasti: Nada de nada Naturaca: Natural Negado: El que no vale Nieve: Droga blanca: heroína, cocaína Ninchi: Chaval Niño: El que tiene facilidad para pasar por pequeñas aberturas Nota / Notas / Notario: Personaje que llama o al que le gusta llamar la atención Notario: Víctima del carterista Onda, estar en la: Estar en el ambiente. Estar al corriente de lo último Onda, que te llegue una: Enterarse de algo Osito: Ford Fiesta Overdosis: Sobredosis Pachanguina: Citroën 2C Padrastro / Rigor: Fiscal Página, currarse la: Fingir para obtener algo Pajarraca: Follón organizado en la cárcel Palique, tener: Tener labia, facilidad de palabra Palo, dar el: Cometer un acto delictivo. Robar o timar Papear / Piñar: Comer Papela: Papelina. DNI o pasaporte, documentos en general Papelina: Envoltorio pequeño de droga. Pequeña dosis de heroína Papeo / Zampa: Comida Papiro: Billete Papiros, desparramar: Hacer circular moneda falsa Pasao: Drogado Pasar: No interesar nada, desentenderse. Vender droga Pase: Contrabando de droga, pequeña transacción de droga Pasota: El que pasa de todo Pastel, de: Falso, de imitación Pavo: Cinco pesetas. Hombre joven. Síndrome de abstinencia Pedo: Ebriedad, intoxicación, borrachera Pelar: Dejar sin blanca. Matar Pelota: Cabeza Pelotazo: Copa, combinado. Ciego Pelotilla: Seat 600 Peluco: Reloj de muñeca Pena: Condena penitenciaria Peñarse: Huir Pepa: Pena de muerte Pera, niño: Niño fino Percal, se te ve el: Te delatas Personal: Gente Pesetas, un: Taxista Pestañí: Policía Pestosos / Picantes: Calcetines Peta, un: Carné, especialmente DNI. Alias, seudónimo. Porro Peta, una: Bronca, pelea Piar: Hablar, denunciar, delatar Piba: Mujer, chica Pibita: Muchacha joven Picar: Robar una cartera Pico: Inyección de droga. Dosis Picoletos / Picos / Pies planos / Sapos verdes: Guardias civiles Picón: Piojo Piedra: Trozo pequeño de hachís Pillar: Comprar droga Pinchar: Clavar una navaja Pincho moruno: Abrelatas partido por la mitad que sirve como ganzúa

Pink Floid: LSD, tipo de ácido Piños: Dientes Pipa / Pusca: Pistola Pipa, poner la: Escuchar Piquero / Sañero: Carterista Pira: Huida, escapada Pirañas, los: Policías antidisturbios Pirata: Poco legal, golfo Piri: Rancho, comida de la prisión Piro: Pañuelo de bolsillo Piruja: Engaño, cerdada. Pastilla Placar: Incomunicar a un preso en la cárcel Plantar: Enterrar lo robado Plas: Hermano Pluma: Afectación característica del homosexual Polvos: Drogas duras Polla: Pene. Imbécil Pomada, estar en la: Estar en el rollo Porro: Cigarrillo de hachís o marihuana Postura: Medida pequeña de hachís Pota: Vomitona Pribar / Privar / Soplar: Beber Primo: Víctima. Personal fácil de engañar Pringao: Panoli, inexperto. Detenido sin culpa Pucher / Pusher: Suministrador de droga a los camellos Puesto, estar: Saber dónde se pisa, conocer el terreno. Estar bajo los efectos de la droga Pulguero: Cama, catre Pulir: Vender. Gastar Punto, al: Estar prostituyéndose Pureta: Viejo, de costumbres caducas Pusquero: Atracador Quel, la / Queli, la / Queo, el: Casa, hogar Raca, un: Automóvil, generalmente un Seat 1800 Rajar: Abrir con una navaja, herir Recambio: Bar de mala calidad, tasca Redondas / Rulas: Pastillas Redondo: Homosexual que hace los dos papeles Rilado: Cobarde Rinchi: Hogar, refugio, escondite Rollo: Historia, asunto, ambiente Rosario: Cadena de seguridad en una puerta Rugir: Oler mal Rumano: Jerga San Silvela: Silencio Santo, dar el: Chivatazo Secadero: Lugar para la desintoxicación Seda, hacer / Sobar / Sornar: Dormir Semaos: Conocidos Semar: Reconocer, identificar, caracterizar. Mirar Señores: Policía de paisano Serie, de la: Afeminado Síndrome: Síndrome de abstinencia Sirla: Acción de sirlar. Navaja Sirlar: Robar con intimidación de arma blanca Solana: Día Sonotone: Oreja Subida: Primeros efectos de la droga Suela: Placa de hachís. Hachís de mala calidad Superglobo: Embriaguez descomunal Tablajes: Casa de juego

Talego: Cárcel. Billete de mil pesetas. Unidad de venta de hachís. Mil pesetas en hachís Taleguero: Vendedor de hachís al por menor. Carcelario Talón: Casa de comidas Tangar: Robar con engaño, estafar Tanque: Bolso de señora Tañar: Comprender, saber las intenciones de alguien Taparuja, de: Encubiertamente, a escondidas Tarambuco: Celda de castigo en los psiquiátricos Tarjana: Aduana Tate: Diminutivo de chocolate Tegui: Ladrón de coches Tejo: Moneda de cinco pesetas Tequi: Automóvil Tetania: Espasmo muscular Tigre: WC Tijera: Juego de dedos al robar una cartera Tirao: Arrastrado, hecho polvo Tocados: Enfermos a causa de la droga Tocha: Nariz Topero / Trollista: Ladrón de pisos Torki: Drogadicto con síndrome de abstinencia Trip: Viaje, trance bajo el efecto de las drogas Trompeta: Cigarrillo de hachís o marihuana en forma cónica Trompo: Moneda de cincuenta pesetas Tronco: Compañero de andadas, colega Truja / Trujas: Cigarrillo Uva: Vino. Bebida alcohólica en general Uva, Apalanca la: Guarda la bebida Viaje, dar un: Asestar un golpe a alguien. Drogarse Volcán / Vulcano: Tipo de ácido Yonki / Yonky / Yonqui: Heroinómano Zipi: Policía municipal de los que patrullan en parejas

CURRÍCULUM DE LAS COMISARIAS Amanda Cuesta Crítica de arte, comisaria y editora independiente. Licenciada en Historia del Arte en la UAB. Fue miembro del equipo de comisariado experimental Creatures (1996-2002), desarrollando diversos proyectos que cuestionaban el formato expositivo tradicional entre los que destacan Privé (1996), Inframince (1996), A Bruit Secret (1997), Present Perfet (1997), Creaturing (1998), Spectrum’82 (1997), S.O.S. On Air (1998), Reversible (1998), Visual Essay (1999-2000) o Yoko Ono Impressions (La Virreina, 2002). Su trabajo posterior se ha centrado en la creación y el análisis de las estructuras y plataformas para la producción: como coordinadora de Processos Oberts y P_O_2_QUEDA LA MARCA (Terrassa, 2004 y 2005); en la dirección de Catalunya Crea, el programa de seguimiento de proyectos del Departament de Cultura de la Generalitat de Catalunya; o como jurado y co-comisaria de las tres primeras ediciones de Bcn Producció (ICUB, 2006-2009). En 2005 llevó a cabo el programa de debates CAPITAL! y es autora de la publicación homónima (CASM, 2006), centrada en los entresijos de la economía del arte. Desde 2008 gestiona, junto a David Armengol, el Concurso de Artes Visuales. Premio Miquel Casablancas. También ha desarrollado una intensa actividad como editora en paralelo a su trabajo curatorial, reconduciendo formatos convencionales de comunicación y catálogos hacia otros territorios. Su apuesta editorial, PAPERBACK, se compromete con las ediciones de bajo coste, pensando en extender y diversificar las formas de circulación del arte y en popularizar un coleccionismo de bajo presupuesto. Viene de dirigir una de las mesas del foro de expertos de ARCO’09 escorada hacia estas temáticas. En este ámbito ha comisariado la exposición PAPERBACK. Ediciones Baratas (CGAC, MARCO y Fundación Luis Seoane 2006), una revisión de los últimos 10 años de producción de edición artística en papel, así como el Ciclo Interferències. Sales de lectura (Terrassa, 2008). Como crítica de arte ha publicado textos en catálogos y revistas especializadas como Babelia, Matador, ABC de Arco, Camera Austria, Transversal, Temps d’Art, ArteContexto, Exit o Nexus. Es miembro de la Sociedad Flamenca Barcelonesa El Dorado, estableciendo colaboraciones con artistas visuales en pro de una renovación iconográfica de la cultura flamenca.

Mery Cuesta Crítica de arte, comisaria independiente, dibujante de cómics y baterista. Licenciada en Bellas Artes, y Master en Comunicación y Crítica de Arte en la Universitat de Girona. Ganadora del Premio Espais 2002 de la Crítica de Arte, gracias al que publica su primer libro, un análisis de la producción cinematográfica experimental en la España de los setenta. Combina sus colaboraciones habituales en el suplemento Cultura/s de La Vanguardia con artículos y tiras cómicas para otras publicaciones y fanzines (Temps d’Art, TMEO), apariciones en televisión (Paramount Comedy) y colaboraciones semanales en radio como tertuliana (Com Ràdio). Como comisaria, sus proyectos se caracterizan por desarrollarse fuera del formato expositivo convencional y abordar cuestiones relativas al análisis de la imagen audiovisual, la cultura popular y la disección crítica de los mecanismos de funcionamiento del arte contemporáneo. Destacan entre ellos 8000pelas: Producciones de bajo presupuesto (páginas centrales del suplemento Cultura/s de La Vanguardia), Videoclisión (Centro Galego de Arte Contemporánea), La Descàrrega Discogràfica (Sala d’Art Jove de la Generalitat) o Rock the jury! (Centre d’Art Santa Mònica), el primer programa de radio que retransmitió en directo las deliberaciones de jurados de artes visuales. En la actualidad: - Como comisaria, prepara la exposición “Low Cost”, junto al comisario Jorge Luís Marzo, un análisis desde el punto de vista sociológico del fenómeno económico del low cost en relación al diseño. Se inaugurará en el FAD el 18 de junio de 2009. - Acaba de publicar su cómic “Caída y auge de Antxon Amorrortu” con la editorial Iguapop Gallery. - Desarrolla en Estambul una investigación sobre y en colaboración con dibujantes de cómic turcos, que verá la luz en forma de comic book. Se presentará en La Capella en septiembre de 2009. También es baterista del grupo de punk-rock Crapulesque. www.merycuesta.com www.myspace.com/antxonamorrortu www.myspace.com/crapulesque

INFORMACIÓN GENERAL Fechas 23 de septiembre – 21 de noviembre de 2010 Horarios De martes a sábados: de 10 a 14h y de 17 a 21h Domingos y festivos de 10 a 14h Lunes cerrado Para concertar una visita guiada, ponerse en contacto con el Servicio de Educación del Ayuntamiento de Zaragoza, en el 976 72 40 10 o en educació[email protected] Más información www.zaragoza.es www.cccb.org www.lacasaencendida.es