Psicologia Normal y Anormal

UNIVERSIDAD NACIONAL TORIBIO RODRÍGUEZ DE MENDOZA FACULTAD CIENCIAS DE LA SALUD ESCUELA DE PSICOLOGÍA NORMALIDAD Y ANO

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UNIVERSIDAD NACIONAL TORIBIO RODRÍGUEZ DE MENDOZA

FACULTAD CIENCIAS DE LA SALUD ESCUELA DE PSICOLOGÍA

NORMALIDAD Y ANORMALIDAD

29/08/2018

DOCENTE: CABRERA SOTO, ERWIN CURSO

: PSICOPATOLOGÍA

CICLO

:V

INTEGRANTES:

 ARCE ALVA, RUBY  MUÑOS VALQUI, CARMEN  VISALOT CHUQUIPIONDO, SILVERIO

CHACHAPOYAS – AMAZONAS 2018

I. DEDICATORIA

Este informe está dedicado a nuestros padres, ya que gracias a ellos estamos formándonos dentro de este centro de formación académica superior. También está dedicado a todos aquellos amigos quienes nos apoyan dentro de este proceso de formación, todos aquellos que nos animan y ayudan para poder lograr nuestros objetivos.

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II.

AGRADECIMIENTO Queremos agradecer a nuestros docentes que en cada clase nos alimentan con su sabiduría y experiencia, dándonos un modelo a seguir y superar Gracias.

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TABLA DE CONTENIDO DEDICATORIA ......................................................................................................................... 3 AGRADECIMIENTO ................................................................................................................ 4 PSICOLOGIA NORMAL Y ANORMAL ................................................................................. 6 LA PSICOLOGIA NORMAL ................................................................................................ 7 1.1CARACTERISTICAS DE LA NORMALIDAD .......................................................... 7 PSICOLOGÍA ANORMAL ................................................................................................... 9 PERSPECTIVAS CONTEMPORANEAS ........................................................................... 10 PERSPECTIVA DE FROMM .......................................................................................... 10 MODELOS QUE ABORDAN LA NORMALIDAD Y LA ANORMALIDAD ................. 13 4.1 MODELO LEGAL...................................................................................................... 14 4.2 MODELO IDEAL ....................................................................................................... 15 4.5 MODELO MEDICO ................................................................................................... 16 MODELO PSICODINÁMICA ......................................................................................... 17 NIVELES DE INTERVENCION DE LA NORMALIDAD Y ANORMALIDAD............. 18 5.2 LA PREVENCIÓN ..................................................................................................... 19 5.3 LA INTERVENCIÓN ................................................................................................. 19 CONCLUSIONES .................................................................................................................... 21 REFERENCIA BIBLIOGRÁFICA.......................................................................................... 22

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PSICOLOGIA NORMAL Y ANORMAL Los conceptos de normalidad y anormalidad psicológica han sido muy polémicos, el término normalidad puede relacionarse con salud ,cuando el comportamiento está dentro de los límites normales y cuando no se observa psicopatología (ausencia de signos y síntomas), por lo tanto hay un estado funcional razonable, con bienestar subjetivo, cuando el propio individuo hace una valoración positiva sobre su estado de salud, con adaptación, entendida como la acción recíproca entre el individuo y el medio en el que vive este, entre otros; por su parte la anormalidad se corresponde con aspectos tales como, sufrimiento, desadaptación, como la incapacidad de responder eficazmente a una situación nueva o a un conflicto, el individuo desadaptado es incapaz de enfrentarse a las tensiones de la vida en sociedad y a sus exigencias psíquicas y físicas, con irracionalidad, en cuanto a que los comportamientos incomprensibles (sin significado racional) tienden a considerarse anormales, con pérdida de control, ya que suele esperarse que las personas se controlen a sí mismas y que su comportamiento sea predecible, con incomodidad para el observador e incluso con violación de las normas morales.

No es sencillo determinar que es normal y anormal, parte del trabajo de los psicólogos clínicos se basa en la convicción de que las personas pueden cambiar su conducta, pensamientos y emociones, para mejorarse a sí mismas y su calidad de vida, buscando así un estado de bienestar asociado a la “normalidad”, mediante diversos métodos. (Compas, 2003, pág. 2) Plantean que: los psicólogos clínicos, entonces, participan en la intervención, siempre que haya la intención de tratar de producir un cambio en la vida de otros, tratando de combatir esa concepción de anormalidad que puede estar presente en muchos ámbitos, para esto se utilizan varios tipos o niveles de intervención diferentes que tienen una gama muy amplia de metas y adoptan diversas formas, según se requiera”. 1. LA PSICOLOGIA NORMAL

Lo normal es aquello que se considera natural, que fluye y ocurre espontáneamente y por esta razón simplemente es aceptado, es lo común, lo que no afecta ni molesta a la propia persona ni a los demás, por esta razón nadie parece preocuparse ni inquietarse por eso llamado normalidad, tanto así, que la normalidad se juzga a partir de lo anormal, o en otras palabras de lo patológico, esto ocurre en muchos planos pero más a nivel psicológico. La psicología

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clínica se ha ocupado de la conducta anormal, se observa, se diagnostica, se trata y se estudia lo que se observa o se siente inapropiado, las emociones disruptivas, lo inusual o lo enfermo tanto a nivel individual como a nivel grupal o poblacional, pero, esto demuestra cómo se ha descuidado al hombre normal, la actividad normal, lo que la gente es o siente en condiciones normales y esto representa un gran vacío para entender al individuo en su totalidad.

1.1CARACTERISTICAS DE LA NORMALIDAD

(Báez, 2012) Describe cuatro aspectos para entender la normalidad: la frecuencia, la conducta desviada, la conducta inadaptada y la desorganización psicológica.

a) LA FRECUENCIA

Es la definición estadística de la normalidad, es lo regular, lo que hace, siente o dice el promedio, pero esta definición tiene dos deficiencias: una es que esta visión se encuentra ligada a porcentajes, en el sentido de que es imposible determinar con exactitud la cantidad de personas verdaderamente libres de problemas y alteraciones psicológicas, esas cifras hacen lo infrecuente muy frecuente; la otra deficiencia se refiere a las personas que son excepcionales, es decir, muchas personas con talento, con genio, no pertenecen al promedio y no por ello dejan de ser personas absolutamente normales, es decir ser excepcional y ser normal no son cosas distintas.

b) LA CONDUCTA DESVIADA

Quizá no se encuentra en la conducta que se observa sino en la propia persona, cualquier situación que le incomoda o produce desagrado; ello ocurre cuando, los que forman parte de la mayoría observan a otro individuo que va en contra de 3 las reglas establecidas y que se aceptan como propias, de esta forma se confirma que una conducta es desviada, teniendo en cuenta que dichas reglas varían de una sociedad a otra

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c) LA CONDUCTA DESADAPTADA

Es la que impide el desarrollo pleno de una persona y no permite el bienestar y es percibida por los demás como incoherentes y no solo incomoda, afectando esta no solo al individuo sino también a las personas de su grupo o entorno. La mayoría de personas que sufren de trastornos psicológicos los manifiestan a través de conductas inadaptadas, aunque no necesariamente implica violación de las normas sociales, de allí que la inadaptación sea distinta de la desviación y requiera mayor apertura conceptual que se base en la tendencia conductual global del individuo.

d) LA ORGANIZACIÓN PSICOLÓGICA

Como sinónimo de normalidad. Únicamente el propio individuo puede decir acertadamente cuando siente desorganización o cuando alguna situación tiene el potencial para desorganizarlo; una dificultad es que muchas personas hacen un gran esfuerzo por ocultar su nivel de desorganización, pues esperan que las cosas se arreglen solas o que el tiempo lo haga.

La marcha adecuada de las funciones corporales y psicológicas de un individuo hace que se aproxime a la normalidad, pero si estas se perturban el individuo por el contrario se aproxima a desordenes severos. (Torres, 2006) Sostienen que la memoria, la flexibilidad emocional, el pensamiento, la concentración entre otros procesos, son aspectos del área psicológica que deben expresarse dentro de una cierta coherencia, en función de la experiencia vivida y de las exigencias ambientales, esto se refiere a que debe haber una articulación entre las funciones para saber si un individuo funciona de manera adecuada. (Torres, 2006)Tiene una visión psicosocial de la normalidad, ya que va más allá de la organización funcional del sistema, pues se pregunta por los propósitos y define la normalidad como eficiencia, que se refiere a una integración funcional entre recursos y propósitos, esta noción de eficiencia asociada a normalidad cambia el enfoque que se tenía, ya no es normal la persona del promedio ni anormal el que presente conducta desviada o desadaptada. Así es como pasa de una visión clínica a una visión psicosocial. La psicología clínica y la psiquiatría se dedicaban a determinar lo que era y lo que no era normal en la conducta humana, sin embargo, la misma evolución social y el desarrollo del conocimiento sobre el hombre, han llevado a entender que ser normal no es, necesariamente, parecerse a los demás, sino

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contribuir productivamente al progreso colectivo, obteniendo de la conducta propia, beneficios personales directos o indirectos.

2. PSICOLOGÍA ANORMAL

(Sarason, 2006) Definen la psicología anormal, Como el área de la psicología que se interesa en la conducta desadaptada, teniendo en cuenta sus causas, consecuencias y tratamiento. La psicología anormal tiene en cuenta también, como se sienten las personas al ser diferentes y la forma de comportarse de la sociedad hacia quienes considera diferentes. Esto incluye problemas relacionados con las capacidades para pensar de forma coherente y racional, afrontar efectivamente el estrés y los retos que surgen en diferentes ámbitos de la vida y demostrar estabilidad y desarrollo. Cuando la salud mental se ve afectada, pueden evidenciarse problemas en diferentes áreas que se salen de los criterios de lo normal como lo son por ejemplo: baja autoestima, distorsión de la realidad, menor competencia, ansiedad, depresión, ira, reactividad fisiológica intensificada. (Scharfetter, 1988) Anormal es aquello que, en un determinado comportamiento, se desvía de la norma del correspondiente grupo, tales desviaciones, “anormalidades” aparecen en dos direcciones: la primera, en dirección positiva, donde se dan anormalidades como , superdotados, dotes máximas en una esfera racional o artísticas, especiales dotes intuitivas y otras semejantes; y la segunda, anormalidades en dirección negativa, comportamientos que se desvían con respecto a la norma usual en un sentido negativo, retrasado, penoso, fracasan- te etc. (Sarason, 2006)enfatizan en que la mayoría de las conductas que estudia la psicología anormal se relacionan con las inadecuaciones del hombre las cuales se deben a errores en la adaptación. Se define la adaptación como un proceso dinámico, cada persona responde a su ambiente y a los cambios que ocurren en este. Que tan bien se adapten depende de dos factores: las características personales (habilidades, actitudes, condición física) y la naturaleza de las situaciones que deben enfrentar. Estos dos factores en conjunto determinan si la persona sobrevive, si hay un correcto afrontamiento o no.

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3. PERSPECTIVAS CONTEMPORANEAS

3.1 PERSPECTIVA DE FROMM

Según (Anonimo, s/f) El problema de lo normal y anormal ha sido abordado desde distintas perspectivas. Erich Fromm sostiene la idea de que la sociedad en su conjunto carece de equilibrio mental, con esta premisa se aparta tajantemente del relativismo sociológico en cuya postura se afirma que la pate patológica de una cultura la forma de los individuos desadaptados a ella. Es decir, este autor no se enfoca en la patología individual sino en lo que el denomino “la patología de la normalidad”,

y especialmente la patología de la sociedad occidental

contemporánea (Fromm, 1953).

Para Fromm la prospera vida de las personas en la época de la modernidad puede satisfacer solo las necesidades materiales, y al dejar de lado las satisfacción de necesidades más profundas del individuo, genera una sensación de tedio, donde el suicidio y el alcoholismo son medios patológicos para escapar de ella (Fromm, 1962).

Entonces, parase que la cultura occidental proporciona a la mayor parte de las personas normales que les permite vivir saludables estando realmente enfermos. Estas afirmaciones Fromnianas, que indican que la naturaleza humana y la sociedad pueden tener exigencias contradictorias tienen su origen en supuestos Freudianos formulados en “en malestar de la cultura”. Para Fromm, la vida social y la civilización están en oposición esencial con la naturaleza humana, el hombre se encuentra entre la alternativa de la felicidad basada en la satisfacción ilimitada de sus instintos, y la alternativa de la seguridad y sus realizaciones culturales basadas en la frustración de los instintos, las cuales la conducen hacia la anormalidad (Fromm 1930)

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3.2 PERSPECTIVA DE SZASZ

Otro autor que habla acerca de la normalidad y anormalidad desde el punto de vista de la consecuencia social; es decir, del resultado de vivir en una sociedad desordenada es el psiquiatra Thomas Szasz. En su ya clásico artículo “el mito de las enfermedades mentales” (1960), describe los usos principales que se han dado al termino de enfermedad mental, destacando que el principal consiste, en conceptualizarla como signo de lesión cerebral. Szasz dice: “en este caso se supone algún defecto neurológico tal vez muy sutil, acabara encontrándose como causante de todos los trastornos del pensamiento y de la conducta”, y afirma: “para aquellos que consideran que los síntomas mentales son signos de una enfermedad cerebral, el concepto de enfermedad mental resulta innecesario y engañosa. Lo que quiere decir es que la gente sufre de enfermedades mentales en realidad padece de enfermedades del cerebro (Szasz 1960, pp. 77) citado por (Anonimo, s/f)

A Szasz se le ha considerado como uno de los opositores más vehementes del modelo medico ( Nathan y Jharris, 1975, pp. 27) pues según su criterio cuestiona y rechaza este modelo, basándose en la inconsistencia lógica de sus argumentos. Dicha inconsistencia según este autor deriva de que todos los conceptos tradicionales aceptados acerca de la enfermedad física y mental implican cierta desviación de una norma claramente definida. En el caso de las enfermedades físicas la norma es la integridad estructural y funcional del cuerpo humano sin embargo, para la enfermedad mental de Szasz no encuentra una norma equivalente. Sea lo que sea esta norma, dice: “solo podemos estar seguros de una cosa, a saber: que es una norma que ha de enunciarse en términos de conceptos psicosociales, éticos y legales”. Para Szasz, el error fundamental del modelo medico radica en que la definición del trastorno y los términos en que se busca el remedio están en grave discrepancia, ya que mientras la norma para juzgar una enfermedad mental es psicosocial, ética y legal, su cura se expresa únicamente en términos médicos. Por esto Tomas Szasz ha dicho que: “la enfermedad mental existe o es real exactamente en el mismo sentido en que las brujas existieron o fueron reales” (Szasz 1960, pp. 80)

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Szasz, sostiene que el término de enfermedad mental no es más que un mito, una falsa analogía verbal basada en la explicación errónea del modelo medico en la psicopatología y sugiere que este término se sustituya por el de “problemas de la vida”. Para este autor, la anormalidad es la consecuencia de la manera en que algunas personas intentan enfrentarse con las exigencias y reconciliables que algunas veces impone nuestra sociedad, tan compleja y tan cambiante. Cuadro comparativo según Fromm y según Szasz sobre la psicología normal y anormal FROMM

SZASZ

Afirma que la normalidad y la anormalidad Afirma que la concepción de la normalidad como un producto de la interacción entre es un proceso que se ve constantemente hombre y sociedad. Donde la sociedad, interrumpido por los problemas de la vida como entidad englobadora, juega un papel si

estos

últimos

son

muy

fuertes

determinante sobre el individuo, porque es desembocan en la anormalidad. Para este ella quien determina los criterios para autor, también son las exigencias sociales evaluar el desempeño personal. Cuando la las

principales

responsables

de3l

sociedad implanta necesidades contrarias surgimiento de conflictos, por el hecho de al individuo se produce la anormalidad. existir una especie de diferencia entre el Para lograr el estado normal. Fromm hombre y la sociedad, por esto afirma que propone un reacomodo en que la sociedad tanto la anormalidad como la anormalidad se ajuste a las necesidades reales del rebasan al modelo médico y se sitúan en un hombre.

contexto psicológico ético y legal.

4. MODELOS QUE ABORDAN LA NORMALIDAD Y LA ANORMALIDAD Actualmente se piensa que la conducta normal consiste en acciones socialmente aprobadas. Por lo que conducta anormal se constituye en sinónimo de acciones que son socialmente inaceptables. Sin embargo, esto no queda muy claro si tomamos en cuenta que aquello es aprobado por una cultura, por una sociedad, por una clase social o por un grupo puede ser considerado como anormal en otro contexto social o por un grupo puede ser considerado como anormal en otro contexto social. Por ejemplo, el musulmán común puede tener más de una esposa, el esquimal normal puede ofrecer a su esposa como acompañante nocturna para 11

su huésped; el hindú común no se alimentara con carne de bobino, etc. Entonces, la evaluación de El conducta de un individuo como normal o anormal depende de las formas de la cultura a la que pertenece (dana, 1966). No obstante, en una determinada sociedad la definición de lo que es normal no se logra mediante la comparación de la conducta observada con los criterios establecidos. Así nuestra interrogante inicial se transforma en la siguiente ¿normal con respecto a que criterio? Para responder a esta pregunta se van a presentar algunos modelos que exponen ciertas consideraciones sobre lo que es normal y anormal. El termino modelo indica que se está estableciendo una analogía, es decir, n un modelo intentamos explicar los conceptos de un campo a otro, suponiendo que el campo nuevo es similar al ya conocido y que se le puede comprender mejor estudiándolo en esa forma. Esto modelos también pueden ubicarse como criterios en el sentido de ser un referente al que debe apegarse algo. Además, cuando un modelo o un criterio están fuertemente sustentados también pueden funcionar como paradigma, en el sentido de T. S. Kuhn (1962), al determinar la manera en que se estudiara un fenómeno, que problemas se plantearan y que tipo de información se utilizara. El científico formula modelos o criterios a fin de generalizar sus observaciones pasando del caso particular al general. En principal propósito de un modelo consiste en ayudar a los profesionales a hacer predicciones. Si estas se hacen realidad, se sabe que el modelo es una representación cercana de algo que existe en el mundo real, que explica correctamente un fenómeno. Para Nathan y Harris (1975, p. 17) el proceso de conformación de todo modelo implica los siguientes pasos:  Formular hipótesis sobre una serie de modelos, utilizando como punto de partida la información que ya se tiene de los sujetos.  Hacer predicciones con base en cada uno de sus modelos.  Acumular datos adicionales (principalmente d observaciones y mediciones) y cotejar sus predicciones con estos datos. Tratando se reunir la información suficiente para poder aceptar o rechazar las suposiciones que implican cada uno de los diferentes modelos.  Comparar los modelos y seleccionar uno

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Cuando e trabaja con sujetos tan complejos como los humanos, frecuentemente se producen modelos tan diferentes que resulta beneficioso tratar de comprenderlos. A continuación revisaremos los modelos más empleados para determinar la normalidad y la anormalidad. 4.1 MODELO LEGAL

Es una reducción del modelo sociocultural que se centra principalmente en la anormalidad y fue elaborado desde las leyes que gobiernan a un país o un estado. Se originó debido a que la sociedad necesitaba de algún tipo de definición consensual del trastorno mental sobre todo en aquellos momentos en ante las cortes se realizaban juicios de casos criminales. Sin embargo, ninguna de las definiciones de este criterio ha resultado adecuada para solucionar los tremendos problemas que se presentan al impartir justicia a los criminales que tienen algún trastorno mental, pero si se ha logrado sensibilizar este tipo de prácticas, dándoles una dimensión más humana. Desde este modelo la normalidad está asociada a lo permitido, legal y aprobado, mientras que la anormalidad se vincula con lo prohibió, ilegal y desaprobado.

4.2 MODELO IDEAL

Considera que la anormalidad es un estado de salud mental positivo, de funcionamiento individual y social verdaderamente efectivo, y no simplemente la ausencia de enfermedad mental. Este modelo señala para la normalidad lo que utópicamente debería de ser, lo perfecto, lo completo, lo óptimo, mientras que para la anormalidad deja lo no deseable, lo imperfecto, lo incompleto, lo peor. Por situarse en los dos extremos, este modelo generalmente se cataloga como impreciso aunque resulta útil al evaluar la normalidad y anormalidad de un grupo o individuo.

4.3 MODELO ESTADÍSTICO

Se encarga de los conceptos de normalidad y anormalidad en términos cuantificables, es decir, en términos que pueden expresarse numéricamente. La conducta de una persona se reduce a una serie de puntuaciones de una serie de pruebas psicológicas, que deben caer dentro de un rango promedio, para que él o ella sean considerados

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normales. Uno de los aspectos más sólidos e importantes del modelo estadístico, es que permite a los diversos estudiosos de la conducta y llegar a juicios similares acerca de la normalidad y la anormalidad de una persona o grupo, aun en el caso de que partan de diferentes posiciones teóricas, pues ofrece en si confiabilidad (consistencia) y precisión (exactitud) en la medición, sin embargo no estipula cuales son las conductas que deben abordar. Este modelo, bajo la etiqueta de normal, designa lo que realiza la mayoría de personas, la media, lo común, lo cercano, lo frecuente y reserva para la anormalidad lo extraño, lo raro, lo desviado, lo extremo y lo poco frecuente.

4.4 MODELO CLÍNICO Es una expresión especializada tanto del modelo ideal como del estadístico que se ha desarrollado desde las disciplinas que estudian la salud mental. Este modelo contempla las capacidades individuales del contexto social y retoma aspectos funcionales de la conducta que derivan en una forma concreta para diagnosticar normalidad y anormalidad. En este modelo de la normalidad se asocia con lo funcional, la adaptación, el equilibrio, dejando a la anormalidad la disfunción, el desequilibrio y la desadaptación, estados que deben desaparecer para poder alcanzar la normalidad.

4.5 MODELO MEDICO La tradición se remonta a 1800 es uno de los más frecuentes en la explicación de normalidad y anormalidad, sobre todo en el campo de la salud mental. Su piedra angular es considerar a la normalidad como un estado de salud y equiparar a la anormalidad con un estado de enfermedad. Este modelo ubica a los conceptos en el cuerpo humano y pone énfasis en correlatos fisiológicos. Algunas de las ventajas de este modelo, según Nathan y Harris (1975), son: a ver sustituido al modelo mágico – religioso, reduciendo el estigma atribuido a los trastornos mentales y avanzando a la humanización de las condiciones en los hospitales psiquiátricos. Este modelo también estimulo la investigación empírica y la observación ve la conducta normal para mejorar los propósitos de diagnóstico. Finalmente, cambio la reputación de las ocupaciones relacionadas con la salud mental, para que cada vez más la gente se

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dedicara a trabajar en estas profesiones y así terminar con el ciclo en que los empleos de hospitales psiquiátricos estaban ocupados por gente que no encontraba trabajo en ningún otro lugar.

No obstante, algunos críticos desaprueban al modelo medico por consideras que es el responsable del sistema del diagnóstico “oficial” que se practica actualmente y que encontramos resumido en el manual estadístico y de diagnóstico de enfermedades mentales, abreviado como DSM, cuya última versión es la IV. También se cree que este modelo ha tenido que restringir la investigación de factores etiológicos de la psicopatología al área del funcionamiento corporal alterado. A pesar de que ahora está promoviendo la prevención primaria, algunos autores consideran que este modelo a conducido a la creencia de que son las clínicas y los hospitales los lugares donde deben ser tratadas las enfermedades metales (Nathan y Harris, 1975).

4.6 MODELO PSICODINÁMICA Fue desarrollado a principios de este ciclo por la cual fue propuesto por: Freud y ha ejercido una profunda influencia en las concepciones psicológicas modernas de la actualidad, el psicoanálisis es una teoría dinámica que hipotética un conjunto complejo de relaciones de energía psíquica para explicar la conducta humana. Freud dividió a la psique en tres partes principales: inconsciente, preconsciente y consciente (primera tópica) y posteriormente en: ello, yo y superyó (segunda tópica) a cada una de estas instancias adjudico funciones distintas el ello está presente al no ser, es inconsciente y constituye la parte más arcaica de la personalidad. Del proviene toda la energía con la que se maneje la psique. Freud describe a la normalidad como el resultado de un balance entre las tres instancias psíquicas y un respectivo avance gradual en las etapas psicosexuales. La anormalidad será producto del dominio del ello y el superyó, lo cual provocara alteraciones principalmente en la primera infancia, las cuales encuentran su expresión en complejos y fijaciones.

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4.7 MODELO CONDUCTUAL A principios del siglo xx, el punto de vista dominante en la psicología refería al estudio de la experiencia consiente. El método que se valían para estudiar el pensamiento era la introspección. La anormalidad desde el punto de vista del modelo conductual se ve como una serie de conductas aprendidas, que no son originadas por una enfermedad física o un trauma psicológico. El tratamiento implica la aplicación de procedimientos que se derivan de los principios de aprendizaje, a fin de modificar eliminar la conducta inadaptada y de reforzar aquellos patrones de conducta mejor adaptados que correspondería a la normalidad .el modelo conductual

ha originado nuevos

enfoques de tratamiento, que se centran en el aquí el ahora y, al parecer, logran rápidos cambios en el comportamiento. Este modelo pone de manifiesto el impacto del medio ambiente, valorando la influencia que ejerce el condicionamiento familiar y el de los amigos en el desarrollo de la conducta anormal 5. NIVELES DE INTERVENCION DE LA NORMALIDAD Y ANORMALIDAD (Compas, 2003) Hacen énfasis en que las intervenciones en la psicología clínica difieren en varias dimensiones como lo son las metas y los objetivos, los medios para producir el cambio y el momento de las intervenciones, buena parte del trabajo realizado por los psicólogos clínicos se interesa en la prevención o tratamiento de formas específicas de psicopatología, pero también tratan problemas sociales más amplios y problemas de la vida cotidiana no incluidos en categorías de diagnóstico de los manuales, así también la psicología clínica ha extendido su foco de intervención para incluir una serie de trastornos y enfermedades físicas. (Compas, 2003) Hablan de tres niveles de intervención o como muchos autores los llaman niveles de prevención, estos son: la promoción, la prevención y la intervención.

5.1PROMOCIÓN

Ampliamente se entiende la promoción como la primera línea de intervención para construir y desarrollar conductas, actitudes y estilos de vida adaptativos en todos los miembros de la población. Para esto hay que contemplar aspectos importantes como son :

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a) Los Factores de riesgo

Entendidos como las características personales o ambientales que, de estar presentes en un individuo, favorecen que este, en comparación con otros de la población general, desarrolle un trastorno. El riesgo existe en múltiples dominios, a mayor número de factores, mayor grado de riesgo. b) Los Factores de protección

Que son las características de la persona o el ambiente que incrementan la resistencia de un individuo al riesgo y, en consecuencia lo fortalecen contra el desarrollo del trastorno psicológico. Además es importante tener presente el concepto de Salud y bienestar entendido como el funcionamiento psicológico optimo, Compas y Gotlib (2003) se refieren a este aspecto como “salud mental positiva” coincidiendo en este termino con Lluch. Los factores mencionados anteriormente, factores de riesgo, factores de protección y salud mental positiva son comunes también a la segunda línea intervención.

5.2 LA PREVENCIÓN

La cual se refiere a todas aquellas Intervenciones entregadas a los grupos en riesgo y que tienen la meta de reducir el riesgo de desarrollar el trastorno, contrarrestando los factores de riesgo y construyendo factores de protección que interrumpan procesos que contribuyen a la disfunción humana.

5.3 LA INTERVENCIÓN

La última línea de intervención es el tratamiento o psicoterapia la cual es entregada a los individuos que ya manifiestan el trastorno y cuyo fin es aliviarlo. Ken Howard (citado en Compas y Gotlib, 2003) postula un modelo de fases de la psicoterapia, que implica un mejoramiento progresivo del sentido subjetivo de bienestar del cliente, una reducción en los síntomas psicológicos y el mejoramiento del funcionamiento global de su vida, estas fases son:  La re moralización, donde es superado un sentido de desmoralización.

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 Remedio, donde hay una resolución de los síntomas subyacentes.  La rehabilitación, fase final donde el proceso se centra en el desaprendizaje de patrones problemáticos e inadaptados y en el establecimiento de nuevas formas de tratar con diversos aspectos del yo y de la vida.

Para producir el cambio y el momento de las intervenciones, buena parte del trabajo realizado por los psicólogos clínicos se interesa en la prevención o tratamiento de formas específicas de psicopatología, pero también tratan problemas sociales más amplios y problemas de la vida cotidiana no incluidos en categorías de diagnóstico de los manuales, así también la psicología clínica ha extendido su foco de intervención para incluir una serie de trastornos y enfermedades físicas.

Después de esta recopilación se puede decir que el límite entre lo normal y lo anormal no está definido ya que éste va atravesado por muchos factores, lo que en una cultura puede ser considerado normal y sano en otro contexto sociocultural puede ser tomado por anormal o patológico, el comportamiento sano es el que se ajusta a los cánones establecidos en el contexto y depende por lo tanto del momento y del lugar, esto hace referencia a una adaptación en la cual las normas sociales también juegan un papel importante, en tanto la salud mental referida a las medidas de tendencia central conllevan un cierto riesgo al utilizarse como criterio ya que ni todo lo normal es sano ni todo lo anormal es patológico, la percepción subjetiva es muy relevante para evaluar el estado de salud de la persona, sin embargo tiene limitaciones ya que algunos trastornos se caracterizan por la falta de conciencia; así, se ve como la salud y la enfermedad se definen como polos opuestos y aunque no hay límites hay comportamientos que se aproximan del lado negativo a la anormalidad y otros que están más cercanos a la salud o normalidad.

Es importante tratar la enfermedad, curarla, hacerla más llevadera, pero es igual de importante hacer otras intervenciones que no se basen solo en esto, sino que contribuyan a que la incidencia de las enfermedades disminuya, he aquí la importancia de la promoción y la prevención como líneas de intervención que deben ser implementadas por los profesionales de la salud y por las entidades que prestan servicios de salud mental, así también, es importante

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avanzar hacia una intervención centrada en potenciar el desarrollo de los aspectos saludables de la mente y para esto es de gran utilidad el constructor de salud mental positiva.

Después de este análisis podemos concluir que los datos de que disponemos actualmente no nos permite tomar decisiones categóricas con respecto a la correcto o incorrecto de los modelos, tampoco podemos plantear la exclusividad, superioridad de un modelo especifico, más bien, nos orientamos a la idea de que los diversos criterios son útiles en diferentes contextos, en efecto, parece poco probable que alguno de los modelos revisados pueda explicar en forma adecuada toda la amplia esfera del comportamiento, quizá por esto se necesita dichos modelos para tratar de abarcar la conducta en sus dos ámbitos el normal y el anormal, lo que si consideramos primordial es tener claro cuál es criterio al que se hace referencia cuando se habla a cerca de normalidad y anormalidad.

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III.

CONCLUSIONES

1. la salud mental es un estado de bienestar emocional en el que la persona es capaz de funcionar de forma adecuada en la sociedad a la que pertenece y cuyas características y rendimientos personales son satisfactorias para él.). 2. la normalidad es una actividad mental por medio de la cual el conocimiento, la habilidad, los hábitos, las actitudes e ideales son adquiridos, retenidos y utilizados, originando progresiva adaptación y modificación de la conducta. 3. la anormalidad es aquel que no distingue la realidad de la fantasía, 4. Las anormalidades con la normalidad constan de elementos que los identifican y los diferencian

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IV.

REFERENCIA BIBLIOGRÁFICA

Anonimo. (s/f). Conceptos de normalidad y anormalidad. Báez, J. (2012). Normalidad, anormalidad ycrisis. Tesis de Psicologia, 145. Compas, B. &. (2003). Introduccón a la Psicología clinica. México: Interamericana. Sarason, I. (2006). Psicología Normal. México: Pearson Educación. Scharfetter, C. (1988). Introducción a la psicologia general. Madrid: Morata S.A. Torres, L. (2006). Aportes de la psicologia social de la salud. Venezuela: ULA.

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