Problemas en Las Bibliotecas

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Los problemas de las bibliotecas Libraries’ problems Por Robert Endean Gamboa Resumen: Las bibliotecas son sistemas expuestos a enfrentar diversos problemas, que generalmente son no estructurados y hasta complejos. Pueden originarse en la investigación o en la práctica bibliotecaria, ser creados o haberse encontrado con ellos, ser de la operación o del sistema bibliotecario, o bien estar sujetos a duda sobre si son de la incumbencia de las bibliotecas. Se presenta una reflexión exploratoria a través de la consideración de las nociones de problema, problematizar y problematización como preliminares para determinar la naturaleza de los problemas de las bibliotecas y los modos como se solucionan. Palabras clave: Problemas, problematización, problemas no estructurados, problemas complejos, soluciones, bibliotecas. Abstract: Libraries are systems which are exposed to face several problems, which are generally unstructured and even complex. These problems may originate in research or in library practice, be created or having met them, being of the operation or of the library system, or be subject to doubt about whether they are the responsibility of libraries. An exploratory reflection is presented by considering the notions of problem, problematize and questioning as preliminary to defining the nature of the problems of libraries, and the ways for finding their solutions. Keywords: Problems, questioning, unstructured problems, complex problems, solutions, libraries. Página 1 de 26

1. Introducción Las bibliotecas, al ser sistemas instalados dentro de ambientes concretos, y al estar ubicadas en espacios precisos donde se reúnen recursos físicos, humanos, lógicos y financieros en formas de organización funcionales, que atendiendo a una misión se destinan a proporcionar servicios definidos para comunidades predeterminadas, están expuestas a enfrentar diversos obstáculos, dudas, carencias y otros problemas. Algunos de esos problemas son, en apariencia, muy concretos, como es el caso de la selección de revistas científicas, que se plantea mediante la siguiente incertidumbre: “Cómo determinar la asignación óptima de los recursos financieros presentes y futuros para la compra de las revistas científicas, usando una función objetiva que se base en el uso previsto como una medida del valor de la revista” (Glover, 1972). En ocasiones, se busca resolver los problemas con soluciones que han servido a otras organizaciones, aunque la mera adaptación de esas soluciones puede plantear nuevos problemas a las bibliotecas. En este caso, tenemos la mención de Coffman (2004) sobre el problema de la dependencia financiera de las bibliotecas públicas de los Estados Unidos, pues son mantenidas casi exclusivamente con el erario público. Su propuesta consiste en implementar un financiamiento plural, tal como lo realizó la Radio Pública Nacional. De esta manera, a través de membresías, regalos especiales, patrocinios, ventas, otros ingresos e impuestos, se podría diversificar el financiamiento de la biblioteca pública. Sin embargo, esta propuesta ha enfrentado las dudas de los bibliotecarios y una abierta oposición por considerar que la biblioteca pública se vería comprometida.

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Varios problemas de las bibliotecas son multimodales. Así, por ejemplo, tenemos que cuando en la biblioteca se identifica el problema de la falta de bibliotecarios profesionales; y en las escuelas de bibliotecología se comenta el problema del bajo porcentaje de titulación de los egresados; y en los centros de investigación bibliotecológica se define el problema del continuo desplazamiento de los bibliotecarios profesionales en los puestos clave de la administración bibliotecaria; y en la casa del bibliotecario profesional hay preocupación por los bajos salarios de quienes trabajan en las bibliotecas, observamos que el común denominador en estas cuatro situaciones es el bibliotecario profesional. También notamos aquí que la carencia de profesionales, el bajo porcentaje de titulación, el desplazamiento de los puestos de trabajo o los bajos salarios son partes de un mismo problema en apariencia complejo, y por ello mismo se les puede considerar y atender como integrados en un todo o como problemas separados. A veces, puede ocurrir que la solución de alguno de estos componentes establezca las bases para resolver otro, o quizá el gran problema, pero asimismo puede pasar a la inversa y llegar a darse el caso de que la solución de uno no resuelva ningún otro. Tras un acercamiento, notamos que muchos problemas que se manifiestan en las bibliotecas son no estructuradosi, además de que cuando se presentan se requiere conocerlos y determinar en lo posible su modo de ser. Pueden originarse en la investigación o en la práctica bibliotecaria, ser creados o haberse encontrado con ellos, ser de la operación o del sistema bibliotecario, o bien estar siendo atendidos a pesar de que se encuentren sujetos a duda debido a que haya discusión sobre si son de la incumbencia de la bibliotecaii. Página 3 de 26

Es preciso notar que todos los componentes de la biblioteca, así como su estar en las sociedades, pueden presentarse a nosotros como problemas, tanto al querer comprender su funcionamiento y mutaciones, al igual que para emprender las mejoras en su operación y servicios. De esta manera, un tipo de problema que escuchamos con frecuencia es el de la falta de presupuesto para la biblioteca, lo cual presuntamente se debe a que las asignaciones financieras no fluyen desde el entorno, o porque son relativamente insuficientes, o debido a que se les administra erróneamente; a la vez, y como consecuencia, se señala esto mismo como causante de otros problemas de la biblioteca que demandan recursos financieros para su solución o atención. Hay bibliotecarios que perciben como problema a los usuarios, a sus compañeros de trabajo, o a las autoridades de las que depende la biblioteca; no obstante, es común que esos bibliotecarios no busquen ni traten de identificar y definir ese problema que perciben, con el fin de intentar un cambio solucionador en las relaciones y las reglas de trato, lo cual ocurre a menudo porque ellos son parte del problema, además de que existen desinformaciones e incomunicaciones que también son elementos del mismo. Históricamente, se ha evidenciado que los problemas de las bibliotecas son distintos de los problemas que considera la bibliotecología. Esta diferencia se origina en la naturaleza de los problemas observados en cada ámbito, pues como indicamos antes los problemas de la biblioteca son generalmente no estructurados, en tanto que la bibliotecología tiende a ocuparse de problemas bien estructurados, específicamente aquéllos a los que prefiere aplicarse el método de investigación documentaliii.

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Esta distinción es algo que deberemos investigar en otra ocasión, por lo que nos centramos ahora sólo en los problemas de las bibliotecas. Entonces, a continuación realizaremos una reflexión exploratoria para asomarnos a la naturaleza de estos problemas (de las bibliotecas), así como para conocer los tipos de soluciones más frecuentes que utilizan los bibliotecarios. 2. ¿Qué es un problema? Lo que entendemos por problema es una noción propia de la cultura Occidental, que sirve para agrupar situaciones distintas de manera general. Cuando revisamos la etimología de “problema”, encontramos que viene de la palabra griega πρόβλημα (de πρo = delante y βλημα = lanzamiento), con la que se aludía a una cuestión, tarea, propuesta o asunto que se ponía a consideración de alguien para que la atendieraiv. Consecuentemente, los problemas eran pruebas o elecciones que se planteaban a las personas, aunque muy pronto se extendió su uso para abarcar también las barreras o los obstáculos que se les presentaban para la realización de sus quehaceres o para la satisfacción de sus necesidades. No obstante, en las culturas diferentes de la Occidental parece no haber existido el mismo recurso lingüístico-conceptual, por lo que ellas no contaban con palabras equivalentes para los usos que se proponen con la noción de ‘problema’v. Así, se traduce “problema” a la lengua vasca como arazo, que es palabra que puede traducirse al español como “problema”, “inquietud”, “alboroto”, y también como “ocupación” o “quehacer”. Tenemos un caso diferente con la lengua maya, pues en ella sólo hay palabras para referirse a necesidades y a incapacidades, pero no existe un término Página 5 de 26

propio del maya con el sentido general que damos a “problema”. Por esta razón, es de notar que en ambas lenguas –vasca y maya-, se introduce y utiliza el neologismo “problema”. Encontramos así que en su origen dentro de la cultura occidental se asume que los problemas son lanzados o propuestos por alguien a otro, a manera de pruebas, elecciones o barreras u obstáculosvi, y que en general abarcan o se refieren a distintas inquietudes, incertidumbres o quehaceres de los individuos que los enfrentan. En relación a este rasgo cultural, es de notar la importancia que confiere Occidente al saber detectar, identificar y plantear problemas, lo cual se manifiesta en sus sistemas educativos, en donde permanentemente se ponen pruebas a los educandos para que las resuelvan como parte de su proceso de aprendizaje. Además, tenemos que los problemas se pueden manifestar en todos los ámbitos, por lo que es posible encontrar los que son propios de los quehaceres o los oficios, de la vida cotidiana, a la vez que existen problemas escolares, morales, sociales, políticos, económicos, y de cualquier otro tipovii. Ferrater Mora (1979) dice que generalmente el problema es una cuestión que se trata de aclarar o resolver, o en algunos casos resolverlo aclarando. Compara el problema con un nudo en el que están estrechamente ligadas dos o más tesis posibles, de manera que lo que se quiere hacer es deshacerlo o desatarlo, o en todo caso resolverlo o disolverlo. Agrega que el problema puede tener explícita o implícitamente la forma de una pregunta, aunque no toda pregunta apunta necesariamente hacia un problema. Página 6 de 26

Asimismo, podemos hablar de problemas subjetivos –los que tratamos de resolver para nosotros– u objetivos, cuando se quiere resolver el problema en sí mismo. También es posible hablar de problemas teóricos y prácticos. Otra aproximación apunta a que en su naturaleza el problema es cualquier obstáculo entre una situación, condición o asunto actual y otro deseado. En su descubrimiento, intervienen dos factores cognitivos de gran importancia, que son los siguientes: 

El darse cuenta de la diferencia entre lo actual y lo deseado.



La atención que se pone a ese obstáculo.

Al acercarnos más a la definición de ‘problema’ notamos que con esta palabra también designamos los contrastes, las dificultades, las dudas, así como determinadas ideas, oposiciones o razonamientos. De esta manera, algunos problemas se nos presentan como pruebas –tal como indicamos antes-, como barreras o como elecciones que debemos realizar. Tenemos también que los problemas pueden manifestarse simultáneamente y conformarse en un sistema. Por ello, a un determinado sistema de problemas le llamamos un “lío”, lo que para la Real Academia es sinónimo de “embrollo”, “barullo” o “desorden”. En suma, cada problema se manifiesta en un entorno de actividad, requiere una respuesta o solución, y el tiempo que toma resolverlo es la medida de su complejidad. Veamos ahora cómo encontramos los problemas.

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3. Sobre problematizar Problematizar es proponer problemas. De esta manera, el problematizar algo –un término, un escrito, una opinión, una ideología, una identidad, una persona, una situación, un objeto, etc.– es considerar como retos o desafíos los elementos concretos o existenciales de ese algo. En ocasiones, observamos que esos retos o desafíos pueden invitar a las personas involucradas a transformar las circunstancias en que se manifiesta ese algo. En lugar de tomar el conocimiento como una cosa dada, la problematización –acción de problematizar– lo enfoca como un problema que debe abordarse con nuevos puntos de vista, conciencia, reflexión, esperanza y acción. Así, la problematización no permanece en la situación donde está el problema, sino que emerge de ella y se enfoca en el obstáculo que se presenta. Encontrar un problema es parte del proceso del problema, junto con su comprensión – esto es, encontrarle forma o reformularlo- y con encontrar la solución del mismo. En este sentido, existe un orden en el proceso del problemaviii. Cuando se identifica un problema, comúnmente se le expresa en forma de preguntas: Como cuál es el problema, de quién y cómo quiere la solución; o a través de las seis preguntas qué, cómo, dónde, cuándo, por qué y quién. Las preguntas que pueden hacerse son muchas y existe una taxonomía de las preguntas socráticas que, en relación a la razón y la evidencia, divide en seis los tipos posibles (Fundación Gabriel Piedrahita), 2001). Estas preguntas socráticas son las siguientes:

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1. Preguntas para clarificar (¿Cuál es el punto? ¿Qué quiere decir? ¿Qué entiende por…?). 2. Preguntas sobre supuestos (¿Qué está suponiendo? ¿Por qué haría alguien esa suposición?). 3. Preguntas sobre razones y evidencia (¿Cuál sería un ejemplo? ¿Cómo lo sabe? ¿Por qué cree que es verdad?). 4. Preguntas sobre puntos de vista y perspectivas (¿Qué implica eso? ¿Cuál sería su efecto? ¿Cuál es la alternativa?). 5. Preguntas sobre implicaciones y consecuencias (¿Qué asume esta pregunta? ¿Puede hacer la pregunta de manera diferente? ¿Esta pregunta nos lleva a evaluar algo?). 6. Preguntas sobre las preguntas. Al hacer preguntas, buscamos una comprensión mejor del problema, un ahondamiento en su naturaleza y su identificación, lo cual nos servirá para poder emprender el posible camino a su solución, si es que no tiene una condición de complejidad tal que requiera su monitoreo y darle un tratamiento periódico. En las bibliotecas, los problemas tienen algunas características singulares, mismas que vamos a semblantear a continuación.

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4. ¿Cuáles son los problemas bibliotecarios? Cuando queremos saber sobre los problemas que se presentan en la práctica bibliotecaria, fácilmente ubicamos abundante literatura que trata específicamente sobre ellos de manera descriptiva. De este modo, podemos observar sin dificultad casos documentados como los siguientesix: 

Problemas de la bibliografía: o Desarraigo. o Desorganización.



Problemas de la catalogación. o Cierre de un catálogo. o Uso del catálogo. o Catalogación de documentos específicos.



Problemas de la cooperación. o Establecimiento. o Mecanismos. o Mantenimiento.



Deficiencias en los servicios bibliotecarios o con el servicio de referencia.



Problemas lingüísticos en la recuperación de la información.



Escollos para la selección y la adquisición de los materiales.



Problemas de derechos de autor.



Problemas en el desarrollo de software para bibliotecas.



Problemas de gestión.



Problemas en la implantación de servicios de información. Página 10 de 26



Problemas con los usuarios difíciles.



Problemas presupuestales.

Una revisión de las compilaciones de problemas bibliotecarios realizadas para fines educativos nos permite notar que hay tres grupos en los que concentran estos problemas, los cuales mostramos a continuación: 

Problemas del sistema. Se presentan en el entorno de la biblioteca y la afectan. Por ejemplo, los cambios que ocurren en el sistema educativo, las reducciones o ajustes presupuestales, o el servicio bibliotecario a los grupos vulnerables. También entran en esta categoría los cambios en la gestión bibliotecaria y la evaluación basada en la evidencia de los beneficios (Lancaster, 1988; Fuentes, 1999; Umapathy, 1984).



Problemas de operación. Son muchos y muy variados. Shuman (1981) los agrupa en tres clases: Las relaciones con el público, las relaciones con los bibliotecarios y las relaciones con las autoridades administrativas o decisorias de las que depende la biblioteca. Umapathy (1984) agrega una cuarta clase a este tipo de problemas: Aquéllos que se refieren a asuntos administrativos. De esta manera, tenemos que entre los problemas de las relaciones con el público podemos notar todos los aspectos del trato entre el bibliotecario y el usuario, lo concerniente a la ejecución de los servicios, a la comunicación entre las partes, a la formación de usuarios, a la efectividad del uso de los instrumentos de búsqueda y recuperación de la información, etc.



Problemas por dudas. Algunos problemas se originan en indecisiones o elecciones que se presentan a las bibliotecas. Por ejemplo, a quién le Página 11 de 26

corresponde pagar los costos de los servicios bibliotecarios. Otro caso es sobre si existen los usuarios problema, o si más bien hay problemas de los usuarios, o bibliotecarios problema que alteran a los usuarios, o bibliotecas mal diseñadas o poco desarrolladas que no sirven a los usuarios (Shuman, 1981; SarkodieMensah, 2002) Los problemas bibliotecarios deben abordarse conforme el proceso del problema que mencionamos supra, el cual inicia con el encuentro de esos problemas a través de su estudio e identificación. Unos ejemplos que incluimos a continuación como muestras se describen para ilustrar al respecto de en qué consiste el encontrar los problemas e identificarlosx. 5. Problemas de las bibliotecas En el primer caso, presentamos la tabla de FODA de la figura 1, que es un ejemplo del resultado de aplicar el análisis de fortalezas, oportunidades, debilidades y amenazas a los servicios de una biblioteca universitaria. Fue publicado por el Instituto de Formación Técnica Superior No. 13 (2010) de Buenos Aires, Argentina, en donde se imparte enseñanza y se realiza investigación en bibliotecologíaxi. Nos interesa observar las debilidades, o sea, los factores internos de la biblioteca universitaria que se deben tomar en consideración por tratarse de rezagos, carencias, errores o fallos que están reconocidos por la propia institución. Al respecto, observamos que están declaradas ocho debilidades.

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Figura 1: Ejemplo de matriz FODA para biblioteca universitaria. Una rápida ojeada nos permite notar que la mitad de las debilidades se refieren al proceso de préstamo; esto es, se trata de las siguientes: 

Falencias en el sistema de reserva de libros (4º).



La biblioteca no cuenta con un servicio de mensajería para retirar o devolver material de préstamos interbibliotecarios (5º).



Falta una política de control de los usuarios morosos (7º).



Los usuarios no poseen un buzón de devoluciones fuera de hora (8º).

De esta manera, nos enteramos de que la biblioteca universitaria tiene tres problemas en su proceso de préstamo: Con la reserva de libros, con los préstamos interbibliotecarios y con las devoluciones. El primer problema parece ser del sistema automatizado, el segundo de logística y el tercero de operación. También notamos que

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el problema en el séptimo sitio debe contemplar la solución que se dé al octavo, aunque éste no depende de aquél para su solución. Al ser estos problemas del tipo de los que se resuelven subsanando las carencias, no son difíciles de atender, o sea, son problemas bien estructurados. En el segundo caso, que presentamos en la figura 2, tenemos el diagrama de causaefecto de Ishikawa que realizamos para la declaración que hizo el Comité de Libre Acceso a la Información y la Libertad de Expresión de la IFLA (IFLA/FAIFE) en 1999, llamando a las bibliotecas a adherirse a los principios de la libertad intelectual, el acceso sin restricciones a la información y la libertad de expresión, así como para reconocer el derecho de intimidad y el anonimato de los usuarios (Federación Internacional de Asociaciones e Instituciones Bibliotecarias, 1999).

Figura 2: Diagrama de la Declaración de la IFLA sobre las bibliotecas y la libertad intelectual.

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La adhesión a la que se convoca se puede problematizar para cualquier biblioteca, esto es, encontrar los problemas que derivan de la declaración para la biblioteca. Mediante la técnica de análisis que muestra esta gráfica se estudian las causas del problema en los mismos términos de esta declaración. De este modo, detectamos como causas la función social de las bibliotecas, el control político de las sociedades, así como determinados requerimientos para los recursos documentales, los servicios y los recursos humanos. Para cada una de estas causas identificamos varias subcausas en la declaración, que asimismo aparecen indicadas en el diagrama. Así, por ejemplo, los recursos humanos ocasionan que las bibliotecas no se adhieran en razón de que se deben atender las siguientes condiciones: 

Los bibliotecarios y demás empleados de las bibliotecas deben defender los principios de libertad intelectual.



Los bibliotecarios y otros profesionales que trabajen en las bibliotecas, deben asumir sus responsabilidades tanto con sus superiores como con sus usuarios. En caso de conflicto entre estas responsabilidades, prevalecerá el deber hacia el usuario.

Así, cuando los bibliotecarios defiendan los principios de libertad intelectual y se hagan responsables hacia los usuarios, entonces las bibliotecas estarán en posibilidades de adherirse a los principios señalados y reconocerán el derecho de esos usuarios. Pero esto no es tan simple, pues habrá bibliotecarios que no se muestren dispuestos a tomar las decisiones y realizar las tareas implicadas en estas condiciones.

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En consecuencia, tenemos que este es un problema no estructurado, el cual podemos contemplar y abordar desde varios ángulos (sus causas y subcausas) para ver si trabajando desde alguno de ellos podemos avanzar en su solución. Sin embargo, para este caso hemos notado que las mismas subcausas pueden ser otros obstáculos a tomar en cuenta, de lo que resulta que el problema planteado también es complejoxii. Estos dos casos nos evidencian que hay más de un modo de abordar el conocimiento y la comprensión de los problemas. Al respecto, podemos agregar otras técnicas de análisis que se han utilizado en las bibliotecas, como el análisis de operaciones y la etnografía. Revisemos ahora algunos otros aspectos de la identificación de los problemas bibliotecarios. 6. Problemática de las bibliotecas El proceso del problema empieza en la biblioteca con la identificación del mismo, que puede realizarse de varias formas. Una de ellas es cuando alguien plantea a los bibliotecarios un problema para que lo resuelvan, como ocurrió en la segunda mitad del siglo XVIII, luego que la Junta de Temporalidades requirió a los bibliotecarios de las colonias españolas que realizaran los inventarios de las bibliotecas de los jesuitas expulsados. Este problema se resolvió de varias formas distintas en las antiguas colonias españolas, no sobrando las complicaciones y sensibles pérdidas de acervos. Otro caso lo tenemos en la segunda mitad del siglo XIX, cuando los bibliotecarios fueron requeridos por los editores para encontrar una manera de facilitar a los investigadores la búsqueda y recuperación de los artículos científicos publicados en las Página 16 de 26

revistas. Es bien conocido el embrollo a que dio origen este requerimiento, el cual concluyó con una escisión y la creación de la Documentación. Un ejemplo más ocurrió en el último tercio del siglo XX, cuando los bibliotecarios fueron llamados a justificar ante sus autoridades la existencia de sus bibliotecas, así como para explicar sus acciones en materia de optimización del uso de los recursos y para dar el máximo rendimiento. Este requerimiento ha tenido varios tropezones, e incluso cierres temporales o definitivos de bibliotecas, así como muchos ajustes que aún continúan el día de hoy. Los recorridos o visitas a otras bibliotecas son una manera alterna de identificar problemas y sus soluciones. Esto fue lo que hicieron Panizzi, Edwards y otros bibliotecarios europeos desde el siglo XIX, y por esta vía, pudieron conocer y comparar formas distintas de organización de los documentos, en materia de su descripción y disposición física, con lo que algunos de ellos pudieron identificar y definir problemas de normalización en materia del análisis documental. Cuando algún bibliotecario se ha interesado por una teoría y creyó que la misma podría aportar al entendimiento de cómo funcionan las bibliotecas, o buscando mejorarlas, ensayó otra modalidad de descubrimiento de problemas. En estas situaciones, dentro de la teoría se planteaban problemas, como adaptaciones e interpretaciones que debían hacerse para que esa teoría se ajustara a la realidad bibliotecaria. Son ejemplo de estas traslaciones el diseño de edificios para bibliotecas, la formación de usuarios, el desarrollo de las bases de datos y otros muchos casos, que pueden ejemplificar soluciones dadas a problemas de espacio, uso de los recursos y mejora del Página 17 de 26

catálogo, respectivamente. Este tipo de problematización aún presenta continuos retos al ingenio bibliotecario para responder a los cuestionamientos que se encuentran al momento de la introducción de los conceptos en el marco bibliotecario. Como indicamos supra, los problemas que generalmente se manifiestan en la práctica son los que se encuentran durante el trabajo bibliotecario en forma de obstáculos, carencias, necesidades, fallas, cambios y otros, que necesitan atenderse o resolverse para asegurar la continuación, el desarrollo o la mejora de los procesos y los servicios bibliotecariosxiii. Una vez que los bibliotecarios identifican un problema es común que le apliquen una batería de preguntas, que puede ser como la siguiente: ¿Es de incumbencia de la biblioteca? ¿Es de proceso o del sistema? ¿Es de investigación o de la práctica bibliotecaria? ¿Es creado o se encontró? Si es de proceso y de la práctica, ¿hay problemas con las interacciones (usuarios, bibliotecarios, autoridades)? Las respuestas que demos a estas preguntas se pueden ver condicionadas por diversos factores. En este sentido, Smith (1964) señala que ocurren cuatro insuficiencias dentro del planteamiento del problema, que son las siguientes: 1.- Carencia de importancia universal. Esto es, son importantes los problemas que tengan valor más allá de su marco de referencia inmediato.

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2.- Orientación hacia la práctica. De esta manera, el planteamiento del problema debe mirar más allá de lo inmediato. 3.- Falta de claridad, delimitación y completitud. Se debe evitar la sobresimplificación de los abordajes y la falta de precisión en el lenguaje 4.- Inadecuación o carencia de un marco teórico para su estudio. Hay teorías que pueden ser valiosas para el estudio de los problemas bibliotecarios. Recomienda para subsanar estas deficiencias la revisión previa de la literatura, la reducción gradual del problema a proporciones manejables antes de su tratamiento, el acercamiento al problema desde una posición teórica, así como distinguir la práctica y la investigación en un área problema (Smith, 1964). No obstante, aunque las sugerencias de Smith son claras, los problemas de la práctica bibliotecaria han presentado diversos retos para su reducción. Una vez que identificamos el problema, conociéndolo y comprendiéndolo, podemos buscar su solución, lo cual realizan los bibliotecarios como mostramos enseguida. 7. Solución de los problemas Según lo expuesto por Olson, Liesener y Kraft (1972), si los problemas son estrechos y bien definidos, se les podría completar en un semestre académico, pero si son amplios y mal definidos, el estudiante sólo podría trabajar su definición y explorar algunos métodos de investigación. No obstante, la forma de trabajo que se siga podría generar modelos irreales y dificultad para mediar algunas variables.

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En teoría, la declaración del problema debe ser una expresión concisa y clara de los asuntos que debe considerar un equipo solucionador de problemas, quienes requieren conocerla antes de tratar de resolver el problema. Como indicamos supra, la solución de problemas forma parte del proceso del problema, junto con su identificación y comprensión, esto es, hay que encontrarle forma o reformularlo. Sin embargo, esto no es una tarea sencilla y, a veces, resulta imposible debido a la complejidad que encontramos. Las soluciones más comunes que se dan a los problemas en las bibliotecas se pueden agrupar en tres clases: 

Comunicaciones: Memorandos, instrucciones, recomendaciones, etc.



Políticas: Enunciados que sirven como guía para la decisión o la acción.



Instrumentos: Normativos, de planeación, procesales, formativos, etc.

Tenemos así que en algunos casos, basta hacer una comunicación con un fin determinado para solucionar el problema. Tenemos como ejemplo la controversia entre dos bibliotecarios por no conocer bien la delimitación de sus funciones, la cual se puede resolver con una comunicación aclaradora. Hay problemas que se resuelven acudiendo a un instrumento, por ejemplo, cuando un usuario no está conforme con una sanción que le quiere aplicar el bibliotecario por un retraso en la devolución de un libro. En ocasiones, los usuarios llevan la discusión a los directivos de la organización de adscripción, y el bibliotecario debe justificar sus acciones mostrando los instrumentos en los que ha basado su decisión y/o su actuar, por ejemplo, el reglamento de la biblioteca. Página 20 de 26

Las políticas son muy importantes para las bibliotecas, pues sirven para instaurar y mantener el orden necesario para que funcionen sistémicamente. Sin embargo, a veces las políticas se tienen a valores entendidos, sin documentarlas, por lo que pueden surgir problemas cuando ingresa nuevo personal, o cuando un directivo de la organización de adscripción no comprende algún aspecto del funcionamiento bibliotecario. Cuando algo así ocurre, los problemas se resuelven aclarando las políticas, documentándolas o creándolas si no se tienen definidas. Es de notar que existe una discusión sobre la relevancia de buscar la solución correcta. En su lugar, se propone como necesario buscar la solución que mejor se ajuste a una situación dada, que puede ser laboral, de servicio, etc. Cuando las soluciones que se buscan no se limitan a hacer comunicaciones, es común que intervengan procesos de diseño, que pueden consistir, entre otros, en: 

Cambios, ajustes y pruebas, conforme una normativa o una filosofía gerencial.



Creación de alternativas, a veces a partir del conocimiento de las prácticas realizadas

por

otros,

mediante

la

colaboración

o

por

comparaciones

referenciales. 

Inserción de nuevas condiciones o limitaciones, para las que se busca mantener los equilibrios previos.

Vemos entonces que los bibliotecarios han encontrado modos de solucionar los problemas que se les presentan, así como aquellos otros que se han originado por sus propias problematizaciones. No obstante, aún hay muchos problemas que se han

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resuelto sólo parcialmente, o que no se han solucionado, o que incluso se prefiere ignorarlos. 8. Conclusiones Los problemas de las bibliotecas y los bibliotecarios conforman un campo de estudio que requiere hacer compilaciones y categorizaciones de esos problemas, con la finalidad de tener un corpus establecido para aplicar el proceso del problema, con lo cual se les puede conocer y comprender hasta llegar a identificarlos, en caso de que no sean demasiado complejos, y eventualmente para solucionarlos. Esta reflexión exploratoria nos permite darnos cuenta de que tenemos problemas que se presentan o son creados en la operación o en el sistema del cual forma parte la biblioteca. En particular, hemos analizado su manifestación en la práctica bibliotecaria, por el personal bibliotecario y los administradores de la biblioteca, a partir de errores, fallas, necesidades, o carencias que se tienen. Los problemas que surgen en el día a día del bibliotecario son generalmente no estructurados, por lo que no tienen una solución clara ni inmediata. En muchas ocasiones, más que encontrar una solución sólo podemos atenderlos y seguir nuestros quehaceres con ellos junto. Queda pendiente revisar el caso de los problemas de la bibliotecología, particularmente los de la investigación. En este tipo de problemas, los investigadores los encuentran siguiendo los caminos andados por otros que les precedieron, tal como lo señalan los metodólogos. También, se tiene la promesa de que con la creación de teorías se podrán encontrar problemas referentes a los objetos de investigación con más facilidad. Página 22 de 26

Hay otras varias preguntas que aún quedan pendientes para los bibliotecarios, siendo una de ellas de primordial importancia, pues se trata de entender, a mayor profundidad, cómo se presentan o se crean los problemas en las bibliotecas y en la bibliotecología, cómo se atienden y qué soluciones les aplican, además de verificar si en verdad estos dos tipos de problemas (bibliotecarios y de la bibliotecología) conforman dos universos completamente distintos, incomunicados o comunicables. Esto son los grandes retos que aún debemos enfrentar.

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10. Notas al calce

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“Un problema es no estructurado o está mal estructurado cuando no es repetitivo o cuando anteriormente no se ha resuelto alguno muy similar. Se presume entonces que su forma no encaja en los métodos de solución conocidos o estándares. Por otra parte, el problema bien estructurado probablemente se ha resuelto antes y es repetitivo. Su forma es clara y se ajusta a los métodos de solución conocidos y estándares”. Cf. Rodríguez Estrada, y Fernández Ortega, (1997). Para Polya (1986), el problema es una incógnita que se debe determinar a partir de unos datos y una condición. Según Hall (citado por Checkland, 2009), el problema es una necesidad de un sistema. En la bibliotecología, es frecuente considerar problemas bien estructurados, como se explica infra. ii Por ejemplo, han estado sujetos a discusión los siguientes asuntos: La decisión sobre si la biblioteca debe asegurar la accesibilidad para las personas con discapacidad; si la biblioteca debe incursionar en materias referentes a cómo utilizan sus materiales las personas; o si la organización de los recursos debería centrarse en la información más que en los documentos. iii Viene a cuento el siguiente caso: Al reunir a estudiantes y profesores de bibliotecología para estudiar junto con bibliotecarios en activo dentro de una biblioteca, Olson, Liesener y Kraft (1972) encontraron que la identificación de los problemas se volvió crucial, pues era común que los participantes no mostrarán habilidad para enmarcar

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conceptualmente los problemas. Además, si los bibliotecarios elegían los problemas, no se les podía desarrollar para fines educativos, en tanto que si los estudiantes y los profesores los seleccionaban, no resultaban relevantes para los bibliotecarios. iv Cf. Corominas (1992), bajo la entrada de la palabra “Emblema”. También la palabra “Problema” en Anders et al. (2013). v Utilizamos comillas simples para indicar un concepto y comillas dobles para los términos. Las palabras extranjeras se indican con itálicas. vi En español, tenemos que las pruebas reciben distintas denominaciones: Antinomia, contradicción, contraposición, controversia, cuestión, dilema, discusión, disputa, ejercicio, epiquerema, oposición, paradoja, paralogismo y reto. Las elecciones también reciben distintos nombres: Aporía, confusión, duda, enigma, incertidumbre, incógnita, insolubilidad, interrogante e intriga. Además, se tienen nombres distintos para referirse a las barreras u obstáculos: Embarazo, contrariedad, complicación, conflicto, crisis, enredo, estorbo, impedimento, inconveniente, infranqueable, insuperable, interferencia, intrincado, intríngulis, nudo, obstrucción, rompecabezas, traba y trampa. Cf. Alvar Ezquerra (1998) en las entradas respectivas. vii Por ejemplo, Consuegra Anaya (2007) menciona los siguientes problemas: el problema académico –cuando una persona con capacidad intelectual adecuada fracasa u obtiene pocos logros-, problema biográfico –asociado a una etapa de desarrollo-, problema laboral –estrés, insatisfacción, etc.-, problema religioso espiritual –implica la pérdida o el cuestionamiento de la fe-, problema de aprendizaje –desorden que interfiere con un aspecto específico del desempeño escolar- y así varios otros. viii Es importante notar la existencia de este orden, pues no se trata de actuar ante los problemas con el enfoque del vendedor, quien quiere encontrar un problema para el producto que vende. Al respecto, Cf. Bellomy (1968). ix Esta lista es resultado de una consulta realizada a la base de datos Infobila de la UNAM, utilizando el término “problema” en el campo de título. Realizada el 21 ene. 2011. x Viene a cuento un texto de Crawford (2004) que describe 13 aspectos adaptativos que deberían considerar las bibliotecas para resolver sus problemas, los cuales se enfocan en asuntos de identidad, colecciones (incluido el descarte), usuarios, servicios, tecnología, educación bibliotecaria, comunicación y sobre el cambio inevitable que viven las bibliotecas. Aunque el autor lo concibió como un divertimento del Día de Inocentes, se le dio una recepción de ensayo serio en materia de administración de bibliotecas. xi Esta tabla FODA es parte de una más amplia, que analiza también otros aspectos: Colección, equipamiento informático, personal, procesos técnicos, infraestructura edilicia y relaciones institucionales. xii Según García (2008), “la complejidad está asociada con la imposibilidad de considerar aspectos particulares de un fenómeno, proceso o situación a partir de una disciplina específica”. De lo cual inferimos que la adhesión a la que convocan IFLA/FAIFE es asunto que debe ser tratado conjuntamente por varias profesiones distintas, no sólo por los bibliotecarios. xiii Tauber (1964) condiciona el futuro del servicio bibliotecario al progreso de la familiaridad que puedan llegar a tener sus practicantes con los problemas y obstáculos recurrentes que se presentan, aunque duda sobre si el personal bibliotecario es capaz de examinar objetivamente los problemas del servicio. También indica la existencia de problemas que no pueden examinarse en una sola institución, pues hay implicaciones para otras bibliotecas, como en el caso de los problemas de cooperación. Asimismo, pone de manifiesto los siguientes dos riesgos en el examen del problema: a)

Subjetividad: Se pone más atención en obtener información para responder a preguntas específicas, y se trabaja más para quienes deben hacer las recomendaciones. b) Pobre planteamiento: Descripciones reducidas, carencia de descripción de la metodología, y falta de datos y tabulaciones actuales.

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