PREDICACION PERDON

VENCIENDO LAS BARRERAS CONTRA EL AMOR. PASAJE: MATEO 22:34-40. LECTURA DEL PASAJE. ORACION. En Mateo 22:34-40 encontramo

Views 128 Downloads 6 File size 71KB

Report DMCA / Copyright

DOWNLOAD FILE

Recommend stories

Citation preview

VENCIENDO LAS BARRERAS CONTRA EL AMOR. PASAJE: MATEO 22:34-40. LECTURA DEL PASAJE. ORACION. En Mateo 22:34-40 encontramos a un hombre que conoce muy bien los mandamientos de Dios, el cual trató de ponerle una trampa al Señor Jesús para que le respondiera, cuál era el mandamiento más importante, y el Señor Jesús respondió englobándolo todo a amar a Dios con todo lo que somos y a amar a nuestro prójimo como a nosotros mismos, asegurando que de esto depende toda la ley y los profetas. Para que exista un mandamiento debe de existir una conducta incorrecta, una forma de ser que no es la que Dios quiere, y contra estos mandamientos de amor he encontrado dos condiciones del hombre que son: “Las barreras del AMOR”; en primer lugar encontramos: 1) El orgullo, ya sea como tal o como soberbia o como

ego o egocentrismo, cualquiera que sea la idea esta condición nos lleva a pensar que somos el ombligo del mundo, la última coca cola del desierto, que no hay nadie como yo; primero yo, segundo yo y tercero yo; en ocasiones padecemos del síndrome del “yoyo”. Y eso fue lo que pasó con el hombre fariseo conocedor de la ley que enfrentó al Señor Jesús, tratando de ponerle una trampa, puedo imaginar lo que quizás ese hombre pensaba: “Pobre carpintero, pobre Jesús, lo haré pedazos con esta pregunta, se cree muy salsa, pues ahora sabrá quien soy”; alguna vez ha pensado como este hombre, ha pensado algo semejante respecto de algún vecino, amigo, papa, hermano o conocido. El orgullo es mortal, es peligroso, es destructor del amor, no nos permite amar a los demás sino sólo a nosotros mismos, la Palabra de Dios nos dice que nadie se crea más

que nadie, el orgullo es el primer pecado que se cometió, y fue por un ángel que ahora conocemos como Satanás, Ezequiel 28:14-16 dice: “fuiste elegido querubín protector, porque yo así lo dispuse. Estabas en el santo monte de Dios, y caminabas sobre piedras de fuego. Desde el día que fuiste creado tu conducta fue irreprochable, hasta que la maldad se halló en ti…y a mitad del verso 16 dice:…a ti querubín protector, te borré de entre las piedras de fuego. No se que piensan ustedes pero, si el orgullo fue capaz de convertir a un hermosos querubín, que quiso ocupar el lugar de Dios, en el más grande enemigo de Dios y de la humanidad, no quiero ni imaginar lo que hará en nuestras vidas, pero, es inevitable ya, ¿Cuántas veces el orgullo a tocado a nuestro corazón y a derribado el amor? Cuanto dolor deja a su paso, ¿verdad? Pero no sólo el orgullo es enemigo del amor sino también la: 2) Indiferencia, en cuanto al orgullo, necesitamos reconocer que El único que merece todo es Dios y que nosotros necesitamos de El, porque somos pecadores, pero qué con la indiferencia, bueno, la indiferencia es un mal en nuestra sociedad, y es peor –creo yo- que cualquier enfermedad física, porque es silenciosa, es hábil y letal, se posesiona de nuestro corazón, es una droga que nos hace insensibles y nos convierte como muertos en vida, muertos insensibles, fríos, cerrados y apáticos al dolor de nuestros semejantes, la indiferencia nonos permite expresar actos de amor ni mucho menos sentirlo, sólo nos permite vivir frases religiosas, vacías, huecas e hipócritas como: “pobrecito, ay que pena, ni modo así es la vida, ay que lastima, espero y alguien le pueda ayudar, orare por usted”, cuando en realidad ni lo vamos a hacer; “si hay pobre necesitado no es porque

hay quien tiene, sino porque hay quien tiene y no comparte” “como humanos y como cristianos tenemos muchas buenas ideas para decir lo bueno y lo malo, pero muy poco valor para hacer la diferencia” ¿Qué diferencia haces en la vida de las personas de tu alrededor con necesidades físicas, emocionales y espirituales? El Señor Jesús siempre marcó la diferencia a su alrededor, quizás tu digas: ya no ayudo por que siempre me engañan, El Señor Jesús dijo en Mateo 24:12: “Habrá tanta maldad que el amor de muchos se enfriará,”; El sabia de los engañadores y de su maldad, pero el los juzgará, no te detengas en amar a tu prójimo, porque si te detienes se enfriara y eso es indiferencia ¿Eres frío? Pues sal del refrigerador y escuchemos lo que El Señor Jesús dijo en Mateo 25:35-36: “Porque tuve hambre, y ustedes me dieron de comer; tuve sed, y me dieron de beber; fui forastero, y me dieron alojamiento; necesite ropa, y me vistieron; estuve enfermo, y me atendieron; estuve en la cárcel, y me visitaron.” “En cada dolor de cada ser humano Cristo esta presente”, puedo imaginar a mi Cristo como en la cruz llevó el dolor y la muerte que provocan el orgullo y la indiferencia, puedo imaginarme en el corazón de mi Cristo el dolor de cada niño que sufre violencia, el dolor de cada mujer maltratada, la depresión que sufre cada hombre, la soledad del anciano y los abandonados, la marginación del necesitado y; “si mi Cristo no ignoró a mis semejantes ¿Quiénes somos nosotros para ignorarlos? (Posible video buscadme y viviréis) Hay una forma de vencer al orgullo y a la indiferencia es el: 3) Perdón, necesitamos perdonar y pedir perdón, en Mateo 6:12 en el padre nuestro el Señor Jesús oró: “Perdónanos

nuestras deudas, como también nosotros hemos perdonado a nuestros deudores”. En cuanto a nuestros semejantes debemos ser los primeros en perdonar y en pedir perdón ¿Cuándo fue la última vez que pediste perdón a alguien? ¿Cuándo fue la última vez que perdonaste? ¿Cómo puedo decir que estoy bien con Dios sino perdono a mis semejantes, a mi prójimo? ¿Cómo puedo estar bien con Dios sino perdono al que me ofende, al que me lastima, al que me hace sufrir, al que tanto odio, aquella persona a la que le guardo rencor, o al que es mi enemigo? ¿Cómo se atreve Dios a pedirme, a demandarme eso? Romanos 5:8 dice para vergüenza nuestra y como muestra del amor, la humildad y el interés de Dios por ti y por mi: “Pero Dios demuestra su amor por nosotros en esto: en que cuando todavía éramos pecadores, Cristo murió por nosotros.” ¿Qué le pasa a Dios? ¿Estaba acaso loco? Cómo se le ocurre enviar a Jesucristo su único Hijo a morir por ti y por mi, siendo viles pecadores, siendo orgullosos delante de Dios e indiferentes a su amor por nosotros, como siendo sus enemigos Dios nos perdonó en la cruz, pues así como nos perdonó nos da la capacidad de perdonar ampliamente y de pedir perdón, sin orgullo, sin indiferencia, sólo con puro amor, con el amor de Dios, “perdonar no es darle la razón a la otra persona, es romper la cadenas y liberarte”. Dios rompe las cadenas de tu vida, cadenas que tienen preso tu corazón, ven a El, ven a Dios y disfruta de su amor, deja que El te guíe y vuela en libertad amando al Señor tu Dios con todo tu ser, mente y corazón y a tu prójimo como a ti mismo. ¡Feliz Viaje! ¡Por siempre a vivir en el perdón y en el Amor de Dios! ¿Cuáles son las barreras que tienes que vencer?