El Perdon

Universidad Tecnológica Equinoccial Ética profesional Nombre: Carolina Galeas Fecha: 24/07/2017 El perdón Perdonar sig

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Universidad Tecnológica Equinoccial Ética profesional Nombre: Carolina Galeas

Fecha: 24/07/2017

El perdón Perdonar significa disculpar a alguien que nos ha ofendido o no tener en cuenta su falta. En la Biblia, la palabra griega que se traduce “perdonar” significa literalmente “dejar pasar”, como cuando una persona deja de exigir que se le pague una deuda. Jesús usó esta comparación al enseñar a sus discípulos a orar: “Perdónanos nuestros pecados, porque nosotros mismos también perdonamos a todo el que nos debe” (Lucas 11:4). De igual manera, en la parábola del esclavo que no mostró misericordia, Jesús explicó que el perdón es como la cancelación de una deuda (Mateo 18:23-35). El objetivo de este ensayo es describir y tratar de entender la relación que existe entre lo incondicional y condicional del perdón, ya que el único perdón que tiene sentido y se le puede atribuir un valor es aquel que puede perdonar lo imperdonable, donde la fuerza del concepto se centra en su incondicionalidad. “Esto puede ser llamado “la fuerza teórica del concepto” y a pesar de ello se encuentra determinado por su carácter práctico, donde se busca reunir las condiciones necesarias para otorgar un “justo” perdón” (Rodríguez, J. 2012). Es esencial entender la evidente relación que existe entre el concepto de perdón y el concepto de diferencia. El perdón se manifiesta como un acontecimiento conformado por múltiples dimensiones, en primer lugar el de una figura religiosa, en segundo lugar como un concepto filosófico y finalmente en el acto político; por lo tanto, no es posible establecer un concepto único del perdón, ya que su variedad requiere que su construcción sea vista desde una variedad de perspectivas. “A partir del perdón es posible hacer filosofía, evitando caer en una filosofía del perdón” (Rodríguez, J. 2012). En pleno siglo XXI se puede observar que todavía no existe una racionalización del ser humano ya que dejamos que los problemas que se presentan ya sean estos indirectos o directos nos afectan de tal manera que empezamos a crear en nosotros un resentimiento

y a envolvernos en sentimientos malos que no nos hacen buenas personas y que más lo que se logra actuar mal frente a los demás. Pienso que la vida para poder sobrellevarla es necesario aprender a vivir y a lidiar con lo

bueno y malo que puede sucedernos en el transcurso de ella. La vida es hermosa con altos y bajos es única y especial, por eso hay aprender y poner en práctica valores que nos van a servir para tener una buena relación con todos los que nos rodean así la relación que existe no sea cercana. Que es lo que pasa cuando alguien nos hace daño o nos lastima, no necesariamente me refiero al sentido físico sino también al espiritual y a lo intangible. La mayoría de nosotros pienso que lo que hacemos es alejarnos un poco de esa persona, no en su totalidad pero si tomamos cierta distancia en tiempo y espacio lo que hace que la unión que existía se vea afectada por algún acto o palabra que se hizo o dijo en contra de ese alguien. Para poder sanar y recuperar lo que se daño o rompió por una acción o comentario hay que conocer y saber aplicar el perdón, aunque muchas veces no sea fácil se trata también un poco de saber dejar de lado el orgullo y hacernos los importantes para crear una falsa imagen de lo que en verdad somos. Voy a hablar de este tema denominando al perdón como una técnica que posee una gran importancia que busca hacer que la vida humana sea más des complicada, más sencilla y más fácil de vivir. A pesar de que esta técnica no ha mejorado la condición humana, ni tampoco ha hecho humanidad, sino más bien por el contrario se ha convertido en una herramienta que complementa a la violencia. Los seres humanos todavía no hemos aprendido a vivir, ni a sobrellevar los conflictos en los que nos encontramos sumidos. Un claro ejemplo es el de las guerras y destrucción, de genocidios, femicidios, asesinatos y masacres en las que el perdón es analizado como un elemento de regulación existencial de las relaciones humanas, como eso que tiene la capacidad de recuperar y reconstruir las relaciones personales, sociales y políticas que se han dañado por malas acciones y decisiones que como seres humanos cometemos. Pero, el papel que cumple el perdón no puede ser analizado de una solo forma sino todo lo contrario pues posee múltiples dimensiones para ser analizado.

Para poder resolver el enigma de lo que es el perdón hay que mirar desde el punto que en la respuesta está la diferencia de lo posible, frente a un “otro” que desaparece en lo imposible de un acto que no se puede perdonar. Aunque también se pueda analizar desde un actuar que va desde una escala de valores morales: desde lo imposibleimperdonable pasando por lo posible-perdonable para finalmente culminar con lo posible-imperdonable. “El perdón se manifiesta como un problema real, un problema sobre el que la religión, la política, el derecho, las ciencias sociales, la psicología, la pedagogía y la filosofía han hecho frente desde diversas perspectivas, iniciando en el ámbito espiritual, pasando por un andamiaje teórico y terminado en una diversidad de maneras de llevarlo a la práctica” (Rodríguez, J. 2012). Para analizar más profundamente el tema del perdón podemos valernos de la filosofía ya que esta cumple un papel central y encuentra en este un campo de acción, por el hecho de que establece un puente entre la incondicionalidad de un perdón teórico que se basa en perdonar lo imperdonable y la condicionalidad de un perdón práctico que pretende reunir los requisitos necesarios para conceder un perdón justo. En las relaciones sociales es en donde se construye realmente la escala de valores de un determinado grupo social ya que parte de las relaciones propias. “La maleabilidad de la escala de valores a través de juicios basados en la legitimidad social no es aceptada si esta no presenta consciencia de la dialéctica implicada en la “legitimación” de la misma como superestructura social, que se imprime en la legalidad del Estado, gradación de la causa y la consecuencia a través de “supremas” valoraciones subjetivas, sin disolver realmente el problema que vincula la legalidad con la legitimidad, en un plano que regule las diferencias entre los diversos agentes (sociales, culturales, institucionales, etc.) que hacen parte de una sociedad” (Rodríguez, J. 2012). Aun así el perdonar se encuentra en otro plano diferente que más bien se inclina a lo íntimo y personal de cada ser humano. Es necesario recalcar que el perdón como un problema aparece en la vivencia personal, en primer lugar se analiza como un dilema privado de carácter existencial pero el accidente del problema va mas allá de los límites de lo íntimo y lo personal para ser un problema general que involucra nuestro entorno social y cultural.

Aparece la necesidad de tratar el tema del perdón como un problema, como algo que nos reúne a de cierta forma producir filosofía. Con esto no se quiere decir que se trata de analizar el perdón desde una sola perspectiva porque como mencione antes este tema es amplio y abarca muchas visiones. Es necesario tener en cuenta que partimos desde la delimitación del problema según la concepción que se encarga de la identificación y diferenciación de la víctima y el victimario, es decir analizamos desde una visión externa al escenario mismo del hecho frente al acto de perdonar. El concepto de diferencia se encuentra relacionado al concepto de perdón, lo que quiero decir es que cada una de las concepciones de perdón que se reconstruyen nos invita a analizar los dos conceptos de perdón y diferencia como dos palabras que van de la mano y que la una sin la otra no tendrían sentido ni el mismo resultado. Entonces se analiza el perdón desde la incondicionalidad y condicionalidad es decir que el único perdón que tiene sentido y que vale es aquel que perdona lo imperdonable y su punto fuerte se centra en la incondicionalidad que se determina por su carácter práctico. La realización del acto de perdonar solo es posible si la persona que actuó mal que este caso viene a ser el victimario se arrepiente de sus acciones y pide perdón a quien hizo daño que viene a ser la víctima. Cuando se pide perdón debemos partir del acto de “buena voluntad” de tener la capacidad de saber perdonar y hacerlo de corazón. Se presentan situaciones en donde una relación desigual entre la víctima y el victimario, que supuestamente es igual por la intrusión de una persona x pero que finalmente esta es desigual y desequilibrada. “Desde este panorama, el perdón surge como un acontecimiento con múltiples dimensiones: figura religiosa, concepto filosófico, acto político; por tanto, es imposible crear un concepto único del perdón, su multidimensional dad exige que esa construcción sea examinada desde una pluralidad de perspectivas, pero ¿cómo hacer para que esa pluralidad siga siendo pluralidad sin convertirla en una unidad?, ¿cómo escapar a un eclecticismo que dé validez a cualquier afirmación en torno al perdón?, la única alternativa es sostener una tesis que en apariencia es contradictoria, pero que cuando se examina en profundidad admite el desarrollo de una complementariedad entre lo incondicionado y lo condicionado” (Rodríguez, J. 2012). En cualquier lugar que nos encontremos siempre existirán personas a nuestro alrededor que con sus acciones nos harán daño y por eso es importante saber perdonar y creo que

perdonar es algo que hacemos por nosotros mismos para sentirnos bien y en paz y no por la persona que nos lastimo. “Al perdonar, es como poner a un prisionero en libertad y descubrir que el prisionero… eres tú…” (González, N. 2009). Una persona que perdona puede recuperarse del daño que sufrió y que quizá lo tuvo preso durante mucho tiempo creando en si un sentimiento de venganza y de rencor que a lo largo del tiempo nos va acabando. Cuando una persona esté dispuesta a perdonar y dar la oportunidad de cambio a quien nos hizo daño para de esta manera construir una vida nueva llena de oportunidades, nuevas metas y ganas de empezar de cero. La venganza, el rencor y el odio son sentimientos que pueden albergarse en nuestro corazón si no perdonamos y que con el pasar el tiempo van creciendo y se van haciendo mucho mas fuerte a tal punto de no tolerar nada que tenga que ver con quien nos hizo daño en un punto de la vida y que lo único que traiga consigo sean ganas de lastimar para sentirnos un poco mejor y aliviados. “Perdonar es el camino de la sanación… es el dejar marchar la dureza que se tenía hacia una persona; soltando todas esas cosas que abrigábamos contra ésta y soltándola de ese vínculo… perdonar es un proceso que dura toda la vida y se va recibiendo la gracia en cada momento”. (Robert DeGrandis S.S.J. y Linda Schubert). El perdonar no quita el mal hecho ni la mala acción que se realizo, no quita la responsabilidad de pedir perdón a quien se ofendió por el daño ni tampoco el derecho a que la persona que sufrió puede tener justicia sobre los actos realizados que se hicieron en su contra y esto tampoco elimina la responsabilidad al ofensor por el daño que ocasiono. Aunque perdonar se considere como un proceso complejo es necesario para la vida porque si no

lo haríamos muchas relaciones se dañarían y se dieran por

perdidas. Es algo que solo nosotros mismos podemos hacer y que depende solo de cada persona hacerlo o no ya que este acto se debe dar por iniciativa propia sin ninguna obligación porque no sería real. “Paradójicamente, al ofrecer nuestra buena voluntad al ofensor, encontramos el poder para sanarnos… Al ofrecer este regalo a la otra persona, nosotros también lo recibimos” (Robert Enright, marzo de 1995). La importancia del perdón se basa en liberarnos y eliminar todo lo soportado durante mucho tiempo para de esta manera seguir adelante y empezar de nuevo. Es esencial poner fin al ciclo del dolor por nuestro propio bien y porque nosotros lo decidimos y así

lo queremos y para de esta manera no afectar también a los que nos rodean y son más cercanos. Tener la capacidad de perdonar es una acción y un bien que debemos enseñar a los demás para que estos aprendan y pongan en práctica estas buenas acciones que solo traerán cosas buenas. “Cuando perdonamos, reconocemos el valor intrínseco de la otra persona. Y como nos dice Angélica Ahumada de Marroquín: se habla mucho acerca del perdón, pero, en realidad, ¿Cuántas personas poseen las virtudes para perdonar? Es una decisión, una actitud, un proceso y una forma de vida. Es algo que damos a otras personas y algo que aceptamos para nosotros” (González, N. 2009). El perdón es un acto que involucra en primer plano la fuerza de voluntad que cada uno de nosotros poseemos con el que nos damos cuenta que está en nosotros y en nuestro poder desprendernos de algo que nos roba energía y la tranquilidad que ponemos en cada día de nuestras vidas. Cuando una persona nos lastima y de esta manera afecta nuestra manera de vivir de tal forma que nos deprime y nos quita las ganas de vivir como normalmente lo hacemos tenemos una reacción de hacer lo mismo aunque no sea en ese instante pero si cobrar ese daño algún día. Eso se conoce como venganza y renunciar a ella es detener una cadena de males para todos los seres humanos que se involucran en esta acción. Otro punto a tratar después de la venganza es el rencor que reside en tener sentimientos de odio por quien nos lastimo en un punto de la vida. Esos sentimientos ocupan nuestro pensamiento en su totalidad porque siempre buscamos que hacer para remediar ese daño y poder perdonar pese a la situación en que nos encontramos. No debemos confundir el perdonar con el hecho de pronunciar esa palabra, sino que debe ser bien sentida con todas las ganas. Se trata de un deseo profundo que sale del corazón para que de esta manera nos permita recuperar la alegría que en un momento perdimos. En conclusión perdonar es algo que debemos hacer por nosotros mismos y no por quien nos hizo daño porque somos nosotros quienes buscamos sentirnos bien por y para nosotros.

Bibliografía 1. Rodríguez, J. (2012). EL PERDÓN Y LA FILOSOFIA. Julio 22, 2017, de Universidad

del

Rosario

Sitio

web:

http://repository.urosario.edu.co/bitstream/handle/10336/4329/799862042012.pdf?sequence=1 2. González, N. (Marzo 16, 2009). “SABER PERDONAR”. Julio 22, 2017, de Blogspot perdon.html

Sitio

web:

http://acercadevalores.blogspot.com/2009/03/el-