Postura Del Anciano

POSTURA DEL ANCIANO INTRODUCCION El proceso de envejecimiento produce deterioro de todos los sistemas responsables del

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POSTURA DEL ANCIANO

INTRODUCCION

El proceso de envejecimiento produce deterioro de todos los sistemas responsables del control de la postura corporal. La atrofia general de los músculos, las deficiencias neuromusculares y las insuficiencias biomecánicas contribuyen a los cambios en la silueta. Con el envejecimiento, el tiempo de respuesta mioneural se prolonga y la velocidad de conducción neural se reduce. También se producen cambios en la capacidad para integrar la información sensorial eferente. Numerosas investigaciones demuestran que la falta de estado físico en los ancianos causa un deterioro en la estabilidad postural y el control del equilibrio.

Con el envejecimiento se produce disminución de la lordosis lumbar y profundización de la cifosis torácica superior, que da lugar a la característica postura de los ancianos, con protrusión de la cabeza e inclinación hacia adelante del tronco.

El progreso de la cifosis torácica relacionada con la edad es un proceso bien establecido, influido por la morfología de los cuerpos vertebrales. La curvatura de la columna cervicotorácica se va modificando durante el transcurso de la vida, produciendo migración craneal del punto de inflexión entre la cifosis torácica y la lordosis cervical.

Se conoce poco acerca de la historia natural de los problemas de la columna al llegar a los 80 a 90 años.

La inclinación del cuerpo hacia delante es a menudo uno de los signos visibles de envejecimiento. Se produce como consecuencia de un proceso involutivo complejo en los músculos y sistemas nerviosos. El mantenimiento de la postura fisiológica extensora es un proceso de coordinación complicado, condicionado por el correcto desempeño muscular y por el funcionamiento efectivo de los sistemas de control. Junto con el proceso de envejecimiento, los cambios en los sistemas nerviosos central y periférico producen una reducción en el tiempo de respuesta y en la velocidad de conducción neural. La información sensorial incorrecta parece ser el factor que produce el deterioro de la postura corporal: empieza a desaparecer la sensación de que el cuerpo está inclinado hacia delante. Este deterioro se produce principalmente en el plano frontal. La pérdida de fuerza y de masa muscular relacionada con la edad es más visible en los músculos extensores que flexores. Los hombres alcanzan la máxima fuerza extensora en los músculos espinales en la cuarta década de vida, y para la novena década esta fuerza está disminuida en un 64%. La pérdida de la estabilización muscular en la columna produce mayor cifosis torácica. Los responsables podrían ser factores como dolor, aumento de los tejidos blandos, y efectos de la sarcopenia. Los ancianos que realizan ejercicios tienen cambios en la curvatura en "S" de la columna vertebral, que consisten principalmente en aplanamiento de la lordosis lumbar y profundización en la cifosis torácica superior. Además de esto no hay que olvidar que la osteoporosis condiciona también la morfología

vertebral de la curvatura torácica. Con la edad, la localización del punto de inflexión de la curvatura cervicotorácica se traslada de T3 hacia C7-T1. Las asimetrías de la posición del tronco se debieron principalmente a la posición de los hombros y las apófisis espinosas, que en ciertos casos pueden indicar escoliosis. No se observaron posturas irregulares en los ancianos, probablemente debido a la realización sistemática de ejercicios. Un estilo de vida activo reduce significativamente el riesgo de incapacidad relacionada con la edad y los factores de riesgo que llevan a caídas.

CAMBIOS EN HUESOS, MÚSCULOS Y ARTICULACIONES POR EL ENVEJECIMIENTO Los cambios en la postura y en la marcha (patrón de caminar) son comunes con la edad. El esqueleto proporciona apoyo y estructura al cuerpo. Las articulaciones son las áreas en donde se unen los huesos y proporcionan la flexibilidad al esqueleto para el movimiento. En una articulación, los huesos no tienen contacto directo entre sí, sino que están amortiguados por cartílagos, membrana sinovial alrededor de la articulación y líquido. Los músculos proporcionan la fuerza y la resistencia para mover el cuerpo. La coordinación, aunque dirigida por el cerebro, resulta afectada por cambios en los músculos y en las articulaciones. Los cambios en músculos, articulaciones y huesos afectan la postura y la marcha y llevan a debilidad y lentitud en los movimientos.

CAMBIOS POR EL ENVEJECIMIENTO La masa o densidad ósea se pierde a medida que las personas envejecen, especialmente en las mujeres después de la menopausia, ya que los huesos pierden calcio y otros minerales.

La columna está conformada por huesos llamados vértebras y entre cada hueso

se

encuentran

unos

cojines

de

aspecto

gelatinoso

(discos

intervertebrales). El tronco se vuelve más corto a medida que los discos pierden líquido en forma gradual y se hacen más delgados. Además, las vértebras pierden parte de su contenido mineral, haciendo que cada hueso sea más delgado. La columna vertebral se vuelve curva y comprimida.

Los

espolones

óseos,

provocados

por

el

proceso

de

envejecimiento y el uso general de la columna vertebral, también se pueden formar en las vértebras. Los arcos del pie se vuelven menos pronunciados, lo que contribuye a una pérdida ligera de estatura. Los huesos largos de los brazos y las piernas, a pesar de ser más frágiles debido a la pérdida mineral, no cambian de longitud. Esto hace que los brazos y las piernas se vean más largos al compararlos con el tronco acortado. Las articulaciones se vuelven más rígidas y menos flexibles. El líquido dentro de ellas puede disminuir y el cartílago puede empezar a friccionarse y a erosionarse. Los minerales se pueden depositar en algunas articulaciones y a su alrededor (calcificación). cual es común en el hombro. Las articulaciones de la cadera y de la rodilla pueden comenzar a perder cartílago articular (cambios degenerativos). Las articulaciones de los dedos pierden cartílago y los huesos se adelgazan ligeramente. Los cambios en las articulaciones de los dedos son más comunes en las mujeres y pueden ser hereditarios. Por lo general, algunas articulaciones como el tobillo, cambian muy poco con el envejecimiento. La masa corporal magra disminuye, a causa en parte de la pérdida del tejido muscular (atrofia). La proporción y el grado de los cambios musculares parecen estar determinados genéticamente. Los cambios musculares empiezan, con frecuencia, a los 20 años en los hombres y a los 40 en las mujeres. La lipofuscina (un pigmento relacionado con la edad) y la grasa se depositan en el tejido muscular. Las fibras musculares se encogen. El tejido muscular es reemplazado de una manera más lenta y el tejido muscular perdido puede ser

reemplazado por tejido fibroso duro. Esto es más notorio en las manos, que pueden aparecer delgadas y huesudas. Los cambios en el tejido muscular, combinados con los cambios en el sistema nervioso por el envejecimientonormales, hacen que los músculos tengan menos tono y capacidad para contraerse. Los músculos se pueden volver rígidos con la edad y pueden perder tono, incluso con ejercicio regular.

EFECTO DE LOS CAMBIOS Los huesos se vuelven más frágiles y se pueden romper con más facilidad. Se presenta disminución de la estatura, principalmente debido al acortamiento del tronco y la columna. Debido al deterioro de las estructuras articulares se puede presentar inflamación, dolor, rigidez y deformidades. Casi todas las personas mayores resultan afectadas por cambios articulares que van desde una rigidez leve a una artritis grave. La postura se puede volver más encorvada (inclinada) al igual que las rodillas y las caderas se pueden presentar más flexionadas. El cuello se puede inclinar, los hombros se pueden volver más estrechos, mientras que la pelvis se vuelve más ancha. El movimiento es lento y puede volverse limitado. El patrón de la marcha (caminar) se vuelve más lento y más corto. La marcha se puede volver inestable y hay poco movimiento de brazos. Las personas mayores se cansan más fácilmente y tienen menos energía. La fuerza y la resistencia cambian, ya que la pérdida de masa muscular reduce la fuerza. Sin embargo, la resistencia puede aumentar algo por los cambios en las fibras musculares. Los atletas que envejecen con pulmones y corazón saludables pueden notar que el desempeño mejora en las pruebas que requieren resistencia y disminuye en eventos que requieren explosiones cortas de un desempeño de alta velocidad.

PROBLEMAS COMUNES

La osteoporosis es un problema común, en especial para las mujeres mayores. Los huesos se rompen más fácilmente y las fracturas por compresión de las vértebras pueden causar dolor y reducir la movilidad. La debilidad muscular contribuye a la fatiga, debilitamiento y disminución de la tolerancia a la actividad. Los problemas articulares son bastante comunes, lo que puede ir desde un problema de rigidez leve a una artritis debilitante. El riesgo de lesión se incrementa debido a que los cambios en la marcha, la inestabilidad y la pérdida del equilibrio pueden conducir a caídas. Algunos adultos mayores tienen reducción en los reflejos, provocada con mayor frecuencia por los cambios en los músculos y los tendones más que por los cambios en los nervios. Se puede presentar disminución en el reflejo rotuliano o el reflejo aquíleo. Algunos cambios, como un reflejo de Babinski positivo, no son una parte normal del envejecimiento. Los movimientos involuntarios (los temblores musculares y los movimientos finos llamados fasciculaciones) son más comunes en los ancianos. Las personas de avanzada edad que permanecen inactivas o inmóviles pueden experimentar debilidad o sensaciones anormales (parestesias). Se pueden presentar contracturas musculares en personas que son incapaces de moverse por sí solas o de hacer que sus músculos se estiren a través del ejercicio. PREVENCIÓN El ejercicio es una de las mejores maneras de retardar o evitar los problemas musculares, articulares y óseos. Un programa de ejercicio moderado puede mantener la fuerza y la flexibilidad y ayudar a que los huesos permanezcan fuertes.

REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS



Sociedad 2002.

Iberoamericana

de

Información

Científica

(SIIC)

http://www.bago.com/BagoArg/Biblio/traumaweb181.htm



http://www.nlm.nih.gov/medlineplus/spanish/ency/article/004015.htm