Pierre Bourdier

Comunicación 2 ARFUCH PIERRE BOURDIER Formación de precios y previsión de beneficios El autor realiza una metáfora para

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Comunicación 2 ARFUCH PIERRE BOURDIER Formación de precios y previsión de beneficios

El autor realiza una metáfora para explicar el intercambio lingüístico comparándolo con el mercado económico, realizando una especie de analogía entre ambos. Equipara el signo lingüístico con el capital económico, que es el desencadenante del discurso. El capital lingüístico a diferencia del económico no es material sino que es simbólico o cultural. El intercambio lingüístico se lleva a cabo en una relación simbólica de fuerzas entre un productor y un consumidor, no es algo amable sino que implica lucha de poder y posicionamiento por imponer el sentido y por adquirir creencia y autoridad en un determinado mercado donde expongo mi producto (discurso). El discurso no es solo un signo destinado a ser comprendido, sino que es un signo de riqueza destinado a ser valorado y apreciado, y un signo de autoridad destinado a ser creído y obedecido. No se trata de imponerlo a la fuerza, sino que se trata de adquirir creencia y autoridad haciendo buen uso del capital simbólico o cultural, ya que donde no hay creencia no hay autoridad. El poder en el vinculo se da por la creencia en el otro, que se da no solo por el intercambio concreto, sino por todo el contexto social, el mercado en el que me desenvuelvo, la institución que me este avalando. La lengua no funciona solo como un instrumento de comunicación para transmitir determinada información, sino que se trata de una búsqueda de beneficio simbólico, porque manejamos el capital cultural según el contexto, según el mercado en el que nos desenvolvamos. Esto tiene que ver con saber manejar los códigos y conocer las sanciones de mercado. El hablar no es inocente sino que es tomar una posición en el mundo, cuando hablamos mostramos quienes somos y que postura tenemos, no solo comunicamos una información, pongo en juego mis saberes culturales adquiridos en la experiencia, mi posición social, mi capacidad y ductilidad hacia las formas de hablar, desenvolverme, actuar según el contexto. El discurso cobra valor en relación con un mercado, un contexto y situación determinados, que se caracterizan por leyes de formación de precios, por esta lucha de fuerzas entre las competencias lingüísticas de los locutores. La misma se determina no solo por esas competencias lingüísticas sino que es toda la estructura social la que entra en juego y esta presente en la interacción y en el discurso. Esta competencia lingüística que utilizo para obtener la autoridad y la creencia no es una simple capacidad técnica, porque no se trata solo de saber manejar el idioma o el contenido para poder imponer la autoridad, sino que se trata de saber hacer buen uso del capital simbólico o cultural, de conocer los códigos y las leyes del mercado. Esto se relaciona con la anticipación de beneficios, con preveer al otro y a las características que el mercado tenga. Porque si me puedo anticipar a ese otro, si conozco los códigos, las leyes y reglas que dan legitimidad en ese mercado voy a poder obtener mayores beneficios, voy a poder autocensurarme, saber que decir y que no, como decirlo, que lenguaje utilizar, según cada situación. Para poder tener un valor alto frente al otro, para poder adquirir autoridad y creencia en ese mercado me tengo que anticipar. Esta anticipación se relaciona con mi capital simbólico o

cultural, que no es solo conocimiento técnico sino que se forma a través de todas las vivencias del sujeto y de la forma en que incorpora las estructuras sociales (habitus). Este capital simbólico es el que me va a permitir anticiparme al otro a las sanciones del mercado, a las condiciones de recepción del mismo. Esto va a determinar mi discurso, el código que utilice para obtener legitimidad, la forma en que me mueva y actúe en ese mercado para tener la creencia del otro y adquirir el poder, para poder tener una posición dominante en la situación discursiva. Tener legitimidad implica saber manejar el lenguaje según el contexto, los códigos y el capital cultural. La imposición simbólica funciona no solo por las competencias lingüísticas del discurso, sino también por todas las condiciones sociales exteriores a la misma. Si conozco de antemano las condiciones de recepción me puedo anticipar para tener un valor alto frente al otro. Esta anticipación que realizo va a determinar las características que mi discurso tenga. La anticipación es consecuencia de un HABITUS lingüístico, que es el proceso interno donde se unen las estructuras sociales con lo individual del sujeto, la manera en que el sujeto incorpora esas estructuras para reconocerlas. Incorporamos estructuras sociales generando estructuras internas que nos permiten percibir comportamientos y características de la vida social. Internalizamos esquemas de acción y percepción. Sin embargo no todos incorporamos de la misma manera las estructuras sociales, sino que lo hacemos de una manera subjetiva, produciendo una forma de pensar, mirar el mundo, comportamiento individual, no hay una única mirada, sino que le imprimimos nuestra particularidad (homogeneidad de lo social y heterogeneidad de lo individual). Si bien compartimos las estructuras sociales, somos todos distintos entre si. Cada situación, contexto, es un mercado lingüístico diferente, que tiene sus leyes, sus sanciones, sus emisores y receptores legítimos, y estas características cambian mucho de un mercado a otro, por lo cual lo importante es saber como manejarnos en cada mercado para poder obtener beneficios. El intercambio lingüístico implica una lucha por imponer sentido a las cosas, donde cada uno expone su capital cultural. El anticiparse al otro para buscar el beneficio produce una censura y autocensura que determina la manera de hablar, la elección del lenguaje, el nivel del mismo, saber que decir y que no, como decirlo, ubicarse en la situación y saber manejar los códigos. Todo aspecto de la vida esta relacionado con el aprendizaje y cuanto mejor conozcamos los códigos vamos a poder obtener mas beneficio. El poder es lo que te diferencia culturalmente. Bourdier enfoca el tema de la comunicación pensando al sujeto en su relación con la sociedad, con las estructuras sociales. El habla es un intercambio en donde se ponen en juego los saberes, la posición social que tengo, la capacidad de entender las significaciones dadas según mi capital simbólico. El intercambio es concreto, aquí y ahora, y el otro es tan importante como uno porque implica lo que voy a decir. Estas relaciones humanas y el intercambio lingüístico implican relaciones de PODER. No es una imposición a la fuerza sino que se relaciona con el binomio AUTORIDADCREENCIA. Cuanta más capacidad cultural tenga, más capacidad tendré para la ANTICIPACION DE BENEFICIOS. Capacidades de conocer a ese otro, de saber como moverme y como hacer buen uso del capital simbólico ante ese otro. No puedo hablar de cualquier manera en cualquier contexto, porque hay cuestiones que entran en juego en el intercambio lingüístico y que implican capacidades, hacer buen uso del capital simbólico. No es solo un saber técnico

porque cuando hablo no solo transmito información, digo todo lo que soy, lo que pienso, lo que creo, etc. Esto se da en todos los ámbitos de la vida social, el intercambio lingüístico es una lucha de posicionamiento y poder. LENGUAJE LEGÍTIMO En los distintos mercados es distinto el lenguaje que da legitimidad. Puedo manejar el lenguaje que da legitimidad en un mercado, y no en otro. Se trata de conocer los códigos de los diferentes mercados para poder beneficiarme. En cada mercado hay determinadas reglas y sanciones que legitiman. Puede haber además SIGNOS QUE LEGITIMEN que nos dicen algo más que una función, relacionándolo con Barthes y su concepción del objeto en la vida cotidiana. Estos avalan la creencia del otro, la estimulan, es un plus que da mas poder al sujeto dominante de la situación discursiva. Estos signos legitiman la autoridad.  LEYES O SANCIONES DE MERCADO: Preveer al otro, códigos, legitimidad  CENSURAS DE SANCIONES DE MERCADO/ AUTOCENSURA: Saber que decir y como decirlo. Vivir ubicándonos en cada contexto y situación para la obtención de beneficios. Conocer las valoraciones para poder elegir.  CAPITAL SIMBOLICO: Saber manejarme en cada situación. Va mucho mas allá del conocimiento practico concreto. Tiene que ver con experiencias vivenciales y movilidad social.  HABITUS: Estructuras que estructuran al sujeto. Incorporamos a los largo de la vida estructuras que estructuran nuestra forma de pensar y de actuar en el mundo. Manejamos este habitus en nuestro discurso. Las estructuras son instituciones de poder de las cuales uno se apropia inconscientemente. Uno valoriza y construye la ideología a través de instituciones de poder. Uno se estructura, es atravesado, esta construido, no somos absolutamente libres desde una absoluta subjetividad. Podemos modificar las estructuras, pero por ser parte de la cultura somos constituidos, creemos ciertas cosas porque nos fueron construyendo para que tengamos determinadas ideas. Cuando hablamos mostramos quienes somos y como fuimos estructurados, develamos nuestro valor, nuestro capital simbólico, nuestro habitus.  NEGOCIACION – LUCHA POR EL SENTIDO: Buscar una posición privilegiada, una posición dominante en el discurso. La autoridad se construye en base a la creencia y la legitimación, aquí esta el verdadero poder. Si manejo bien el capital simbólico puedo dominar en determinadas situaciones, detentar el poder.  ANTICIPARSE: Visualizar quien es ese otro y el mercado a quien muestro mi producto. Características de las situaciones. Analizar el mercado para buscar destacarme. Si manejo el mercado en el que me voy a mover voy a obtener beneficios.