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el pensamiento sistémico APUNTES AL CONCEPTO DE SISTEMA EN EL DISEÑO GRÁFICO RECOPILACIÓN DE LA CÁTEDRA

“(…) Miré el reloj: eran las 5.30 y no podía pegar un ojo, tal vez a causa del café, o de lo que agregamos al café. Revisé los libros que se apilaban en la mesa de luz del cuarto de la hermana de mi Muchacha Punk. ¡Buenos libros! Blake, Woolf, Sollers: buena literatura. ¡Cortázar en inglés! (…) Había manuales de física y muchos números de revistas de ciencias naturales y de Teoría de los Sistemas. Separé algunos para informarme qué era esa teoría que yo desconocía pero que justificaba una publicación mensual que ya iba por el número ciento treinta y cuatro. Las miré. Interesante: enriquecería mi conversación por un tiempo.” muchacha punk / fogwill

El Diseño Gráfico es una disciplina proyectual destinada a la “concepción y planificación de la cultura material y visual” (Victor Margolin) —más allá del sistema económico dominante— a partir de, generalmente, una demanda particular de comunicación visual y de la configuración de piezas de diseño. Proyectar es planificar operaciones, coordinar procedimientos, imaginar planes, planear. El pensamiento proyectual —que para varios teóricos es el pensamiento del diseño moderno— se desarrolla durante el siglo XX con las vanguardias y las nuevas teorías de la psicología, coincidiendo en un centro vital que fue la Bauhaus, e influenciado, en los ‘50, por una sutil combinación de ciertas ciencias y nuevas teorías que ayudaron a construir este nuevo pensamiento. Así por ejemplo, según Frascara, “el Diseño Gráfico, tal como lo conocemos ahora, desarrolla sus elementos esenciales en los años ‘20 y llega a obtener su perfil actual en los años ‘50”, a partir de dicha influencia. De estos nuevos conocimientos desarrollados (psicología, sociología, comercialización, etc.) destacan particularmente la semiótica y la sistémica, generando un notorio progreso en la solución de problemas de diseño y en el desarrollo de nuevos métodos de trabajo.

tionó la aplicación del método científico en los problemas de la Biología, debido a que éste se basaba en una visión mecanicista y causal, que lo hacía débil como esquema para la explicación de los grandes problemas que se dan en los sistemas vivos. Este cuestionamiento lo llevó a plantear un reformulamiento global en el paradigma intelectual para entender mejor el mundo que nos rodea, surgiendo formalmente el paradigma de sistemas. La TGS aparece como una metateoría, una teoría de teorías (en sentido figurado), que partiendo del muy abstracto concepto de sistema busca reglas de valor general (isomorfismos), aplicables a cualquier sistema y en cualquier nivel de la realidad, pero que son objetivo tradicionalmente de disciplinas académicas diferentes, permitiendo así usar los mismos términos y conceptos para describir rasgos esenciales de sistemas reales muy diferentes; y encontrar leyes generales aplicables a la comprensión de su dinámica.

Systems Approach o General Systems Theory / GST

Aunque la TGS surgió en el campo de la Biología, pronto se vio su capacidad de inspirar desarrollos en disciplinas distintas y se aprecia su influencia en la aparición de otras nuevas. Así se ha ido constituyendo el amplio campo de la sistémica o de las ciencias de los sistemas, con especialidades como la cibernética, la teoría de la información, la teoría de juegos, la teoría del caos o la teoría de las catástrofes. Más reciente es la influencia de la TGS en las Ciencias Sociales.

La Teoría General de los Sistemas (T.G.S.) o teoría de sistemas o enfoque sistémico aparece formalmente hace unos 60 años atrás, a partir de los cuestionamientos que desde el campo de la Biología hizo Ludwing Von Bertalanffy, quien cues-

La Teoría General de Sistemas en su propósito más amplio, es la elaboración de herramientas que capaciten a otras ramas de la ciencia en su investigación práctica. Por sí sola, no demuestra o deja de mostrar efectos prácticos.

LA TEORÍA GENERAL DE SISTEMAS / TGS

el pensamiento sistémico

Según C. Hamelau y S. Bei, en su artículo “Sistema” de la cátedra Wolkowicz, los sistemas pueden clasificarse de acuerdo a: a. según la complejidad Sistema de baja complejidad o “familia”. Sistema compuesto por constantes y variables de baja complejidad y cuyas partes no conforman un subsistema, sino que se tratan de piezas únicas. Estos sistemas pueden subdividirse en “sistemas uniformes”, constituidos por piezas de igual tipo como por ejemplo un sistema de afiches, y “sistemas multiformes”, constituidos por piezas de distinto tipo, como por ejemplo un sistema de papelería. Sistemas de alta complejidad, sistemas de sistemas o megasistemas. Son aquellos sistemas cuyo programa incluye variables y constantes de gran complejidad o cuyas partes constitutivas son también sistemas –subsistemas– (sistema de imagen institucional, sistema señalético, etc.). b. según las características del programa Sistemas formales. Las variables y constantes se apoyan, en mayor grado, en los aspectos formales-gráficos de las piezas (partido gráfico). Sistemas conceptuales. El programa se apoya en el partido conceptual de las piezas. Sistemas mixtos. Clasificación muy frecuente en dónde las constantes y varia-

EL PENSAMIENTO HOLÍSTICO La base filosófica que sustenta esta posición es el Holismo (del griego holos = entero). Según Joan Costa “El holismo es un principio de acuerdo con el cual ‘el todo es más que la suma de sus partes’. Éste es un viejo axioma oriental. Y lo es también de la psicología de la percepción. (…) Lo básico del holismo es que integra progresivamente niveles de interacción y permite desembocar en ideas globales; un holismo que conlleva transversalidad o, si se prefiere, superación del reduccionismo. (…) Esto explica la correspondencia, e incluso la interdependencia, entre las partes y el todo, al mismo tiempo que pone de manifiesto –contra la idea atomista– la presencia de ‘algunas’ estructuras (no dispersión) y de ‘algunas’ leyes (no azar) en las relaciones de las partes dentro de un sistema.” EL PENSAMIENTO SISTÉMICO “El concepto de sistemas es esencial para comprender el trabajo de diseño”, dice Frascara. La Teoría General de Sistemas (Ludwig von Bertalanffy, Wiener, McCulloch, Ashby) junto con la Teoría de la Gestalt (Max Wertheimer, Wolfgang Köhler, Kurt Koffka, Frederick —Fritz— S. Perls), son un aporte decisivo para la construcción del pensamiento sistémico y proyectual en el diseño. El pensamiento sistémico es uno de los pilares fundamentales a la hora de entender y ejercitar el pensamiento proyectual, caracteriza al diseño y es eje de toda actividad proyectual. Se establecen así, dos polos de complejidad en el trabajo del diseñador. El diseño de piezas aisladas, que pertenecen siempre a algún sistema, y el diseño de sistemas, que “requiere habilida-

des especiales para categorizar información y para concebir estructuras abstractas” (Frascara). El pensamiento sistémico enfatiza la observación del todo y no de sus partes. Es también un lenguaje que ofrece una forma de comunicación para entender las complejidades e interdependencias de un sistema dinámico. Uno de los grandes problemas de la actualidad es que enfocamos los sistemas a causales lineales (x causa y), y es por esto que se pierde la visión global de las interacciones entre las partes del sistema. El pensamiento sistémico construye un modelo capaz de mostrar el comportamiento del todo en el corto plazo y si tiene implicaciones negativas o positivas en el largo plazo que ayuda a balancear ambos para obtener el mejor resultado. El pensamiento sistémico es la actitud del ser humano, que se basa en la percepción del mundo real en términos de totalidades para su análisis, comprensión y accionar, a diferencia del planteamiento del método científico, que sólo percibe partes de éste y de manera inconexa. El pensamiento sistémico es integrador, tanto en el análisis de las situaciones como en las conclusiones que nacen a partir de allí, proponiendo soluciones en las cuales se tienen que considerar diversos elementos y relaciones que conforman la estructura de lo que se define como “sistema”, así como también de todo aquello que conforma el entorno del sistema definido. Cada una de las partes esenciales de un sistema afecta el comportamiento o las propiedades del todo, pero su efecto depende de lo que están haciendo una o varias de las otras partes. En otras

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bles formales tienen su correspondiente en el orden conceptual. c. según la flexibilidad o apertura del sistema Sistemas cerrados. Son aquellos sistemas cuyos programas no aceptan la incorporación de nuevas piezas o que tienen una limitada posibilidad. Sistemas abiertos. Una concepción sistémica abierta es capaz de acoger nuevos problemas y de modificarse continuamente sin perder la articulación de las ideas. Todo nuevo fenómeno se incorpora al sistema modificándolo y enriqueciéndolo, pero sin alterar su condición de tal debido a que su programa consta de variables y constantes los suficientemente flexibles.

caso de estudio: diseño de fuentes y mecanicismo programático En los años 20 y 30 la excesiva dependencia a programas racionales (mecanicismo programático) había generado fuentes poco legibles, como por ejemplo el alfabeto Universal de Herbert Bayer basado en rectas y arcos de círculos. La noción de Sistema, surgida de la Teoría General de Sistemas, caracteriza al diseño en los años ‘50, que, por ejemplo, sumada a los nuevos conocimientos provenientes de la psicología de la percepción relacionados con legibilidad de letras y frases, origina nuevas tendencias en el diseño de fuentes.

palabras, ninguna de las partes esenciales de un sistema tiene un efecto independiente sobre ese sistema. Todas las partes esenciales están conectadas directa o indirectamente e interactúan: podemos encontrar una trayectoria entre dos cualesquiera de ellas. Su accionar interdependiente, su interacción, no su acción independiente, produce las propiedades y el comportamiento del sistema. Por lo tanto, el conocimiento de un sistema requiere conocer como interactúan sus partes esenciales y cual es la función de cada parte en el sistema que integran. De esto se deduce que cuando se desarma un sistema, éste pierde las propiedades esenciales que lo definen. Finalmente, ninguna parte de un sistema puede cumplir la función de la totalidad. Lo que determina el funcionamiento de un sistema es el modo en que las partes encajan, se adecuan mutuamente, interactúan, no como funcionan consideradas por separado. La perfomance de un sistema puede ser mejorada a costa de la perfomance de una o varias de sus partes. En el pensamiento sistémico el principal criterio respecto a la perfomance de una parte es como afecta la perfomance del total. Obviamente, si se puede mejorar simultáneamente la perfomance del total y también de sus partes, tanto mejor.

A medida que crece la complejidad del conjunto a diseñar, y a partir de la TGS, será necesario incorporar ciertos recursos mentales y nuevos conceptos que favorezcan la planificación de estos conjuntos:

Constantes y variables Uno de los primeros pasos en el proceso de diseño es el de identificar los elementos constantes, en función de reconocer los elementos que ofrecen opciones. Digamos, por ejemplo, que en un proyecto dado el presupuesto y el tiempo disponibles son fijos. En este caso los otros componentes deberán subordinarse a los elementos dados. Estas constantes son factores determinantes que condicionan a los objetos e influyen en todo el proceso de la proyectación. No son inhibitorias de la creación proyectiva. Es necesario considerar los factores determinantes de los diseños, para que lo condicionado sea un movilizador imaginativo. Estos factores (pautas, premisas, consignas) pueden ser determinantes externos (dados por el propio problema) o internos (establecidos por el diseñador y siempre necesarios). Aquí las constantes son normas, leyes, que controlan a los programas. Proporcionan orden, estructura y libertad al programa y contribuyen a que se constituya en un hecho sistémico. Las constantes son así el código básico (reglas ordenadas sistemáticamente) del sistema programado, y las variables, el conjunto de aplicaciones que el código del sistema posibilita. Noción de anomalía Las anomalías dentro de un sistema gráfico crean situaciones inusuales cargadas de un atractivo visual particular. Estos elementos, diseñados como parte componente de un sistema dado pero con una naturaleza diferente, se constituyen en hitos clave, rompen con la uniformidad e introducen un aporte humanista al sistema. Según Martin Solomon, y haciendo referencia al diseño de fuentes, “a veces la lógica subyacente a las va-

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Los clásicos ejemplos son la Univers (1954) de Frutiguer, que genera hasta 21 variables dentro del sistema tipográfico, y la Helvética (1957) de Miedinger. Más tarde (1975), Frutiguer diseña la fuente que lleva su nombre y que mejora a la Helvética en la apertura y condensación de las formas. Otras fuentes son las diseñadas por Zapf: la Palatino (1949), la Melior (1952) y la Óptima (1958), que fue elogiada por su legibilidad facilitada por el «carácter» de las letras individuales. Según Frascara “uno de los aspectos en los que se basó esta eficacia es la importancia dada a la diferenciación de las letras dentro del alfabeto por encima de la unidad y simplicidad del sistema (…) entendiendo al alfabeto como un sistema de oposiciones en el cual cada componente es claramente distinto de los demás”, todo esto sumado a las correcciones ópticas necesarias entre forma percibida y forma física. Estas nuevas nociones que provenían del campo de Sistemas tuvieron también su aplicación en otras áreas del diseño como imagen corporativa, diseño editorial, diseño de información, etc.

bibliografía Costa, Joan. Señalética. 1a ed. Barcelona: Ediciones CEAC, 1987. Dormer, Peter. El diseño desde 1945. 1a ed. Barcelona: Ediciones Destino, 1993. Frascara, Jorge. Diseño gráfico y comunicación. 4a ed. Buenos Aires: Ediciones Infinito, 1994. González Ruiz, Guillermo. Estudio de Diseño. 1a ed. Buenos Aires: Emecé Editores, 1994.

riaciones es obvia, en tanto que otras veces parecen ser expresiones aleatorias”. Noción de tipología González Ruiz define a una tipología como un “conjunto de elementos que comparten determinados caracteres afines” (por ejemplo los diferentes tipos de señales en un sistema señalético) generado a partir de un mecanismo mental de ordenamiento que implica clasificar, seleccionar y agrupar. Cita como ejemplo la organización de una casa en diferentes partes: “los espacios, la estructura, los muros, las instalaciones, las aberturas, los materiales, los revestimientos, los colores. Esas partes no pueden relacionarse de cualquier forma, sino que deben agruparse en conjuntos y subconjuntos, es decir, en tipos. Si la casa ha sido diseñada, dichos conjuntos se interrelacionan y entablan entre sí interacciones seriales, configurando un sistema, un todo proyectual”.

La noción de tipología y de interacción serial nos conecta naturalmente con las de sistema y de programa visual. Noción de sistema “Un diseño es un sistema (…) un conjunto formal tipológicamente organizado” (G. Ruiz) en conjuntos y subconjuntos que se interrelacionan. Entendemos por Sistema a “una serie o conjuntos de elementos que mantienen relaciones específicas y establecen pautas aplicables a otros elementos futuros (…) alfabetos, señalización, revistas, imagen de empresa, etc.” (Jorge Frascara). Una proposición sistémica es coherente cuando las partes están relacionadas entre sí de acuerdo con algún patrón o modelo.

Noción de programa Todo sistema es el resultado de un proceso de programación, por lo tanto, programar es una actividad más totalizadora y engloba a la de sistematizar. El Programa Cada día es más evidente la necesidad de pasar de “acciones de comunicación aisladas y puntuales” a “diseñar programas”. “Los programas de diseño son procesos de planificación de sistemas y subsistemas” e “implica no sólo diseñar formas, sino básicamente formulaciones para el desarrollo de conjuntos formales” (González Ruiz). “El programa es —agrega G. Ruiz— un plan general que comprende desde la coordinación visual menor, hasta la mayor, de conjuntos de sistemas y subsistemas”. Para Gerstner programar es “encontrar un principio configurador de validez universal. Es una idea formuladora de formas, no una forma”, y es el resultado de un pensamiento sistémico, es un todo organizado por principios; es inimaginable diseñar sin este pensamiento. Rigor, exhaustividad y flexibilidad son condiciones de todo programa. Diseñar un programa supone seguir un método que organice los pasos sucesivos y los procedimientos de manera ordenada y exhaustiva, cubriendo no sólo las necesidades previstas de inmediato, sino previendo su adaptabilidad a necesidades futuras (visión orgánica de conjunto). El programa adopta, frecuentemente, la forma de un plano figurativo (matriz, diagrama, esquema, etc.) capaz de visualizar la solución a la problemática, o sea, el conjunto de problemas diversos pero relacionados entre sí (desde el planteamiento conceptual a la ejecución técnica).

Matriz: fórmula motivadora de combinaciones múltiples en donde se accede a una variedad inagotable. «He aquí la regla del juego: permutación» (Karl Gerstner) (ejemplos prácticos: el calidoscopio, el mazo de naipes).