Pensamiento, La Proyeccion Del - Ene62 - H. Spencer Lewis, F.R.C.

La proyección del pensamiento Por el Dr. H. Spencer Lewis, F.R.C. Revista El Rosacruz A.M.O.R.C. Se está escribiendo ta

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La proyección del pensamiento Por el Dr. H. Spencer Lewis, F.R.C. Revista El Rosacruz A.M.O.R.C.

Se está escribiendo tanto acerca de la transmisión del pensamiento y de su efecto sobre personas y condiciones, que pudiera parecer que la proyección del pensamiento es en general un hecho aceptado, que no precisa de argumentos para demostrar las leyes metafísicas implicadas en ello. Esto no obstante, hay muchos escépticos de la proyección mental y muchos más que creen que semejantes demostraciones son casuales o accidentales, y no el resultado de un proceso científico. Recuerdo que, no hace muchos años, un grupo de hombres y mujeres reflexivos se reunían todos los meses en la ciudad de Nueva York, con el fin de investigar y comprobar ideas metafísicas. El fenómeno de la proyección mental se definía entonces como el envío de un pensamiento sostenido en la mente de una persona, hacia la mente de otra, o bien de un grupo de personas. Se sostenía que, por medio del empleo de cierta ley mística recién descubierta, un pensamiento podía ser enviado a través del espacio, de manera voluntaria y con éxito total, a un punto determinado. La idea fue puesta sobre el terreno de la experimentación, y de los centenares de experiencias realizadas por los miembros de esta sociedad de investigaciones, solamente tuvieron éxito un 20% de las mismas, incluso en las condiciones más favorables. Se advirtió que cuando las experiencias alcanzaban el éxito, no eran realizadas de acuerdo con los procesos teóricos intentados en otras experiencias y que el elemento suerte parecía regir tanto la transmisión como la recepción. Hoy día, muchas personas aceptan la idea de la transferencia del pensamiento; pero aún creen que los resultados son debidos a la aplicación inconsciente de un principio desconocido, que no puede ser controlado o reducido a una base científica. Ciertos principios implicados en la proyección del pensamiento son fácilmente demostrados con la práctica, y demuestran que el proceso se debe a leyes que no han sido explicadas públicamente, hasta el actual momento. Los Rosacruces han tenido total éxito en la práctica de este arte, en el transcurso de los siglos. Creo que su éxito se debe tanto a su conocimiento de las leyes físicas, como al de las metafísicas. El intento de explicar e ilustrar los posibles procesos, sobre bases puramente metafísicas, ha conducido a una ociosa especulación con el mismo bajo porcentaje de resultados definidos bajo condiciones de control. Por lo tanto, no es para maravillarse que aquellas personas que tienen inclinaciones científicas, así como una amplia proporción de público racionalista, hayan rechazado aceptar las explicaciones místicas, presentadas sobre la base del bajo porcentaje de demostraciones aceptables. Las explicaciones místicas no fueron

convincentes para las mentalidades científicas, debido a que las leyes y principios físicos fueron aplicados de manera anticientífica e incorrecta. Incluso hoy día, algunos exploradores que especulan en los reinos del misticismo y de la metafísica, escriben acerca de la consciencia del átomo y de la naturaleza de la esencia espiritual que entra en la composición de la materia y de la mente, de una manera que es anticientífica y confusa, si es que al mismo tiempo no es también errónea. La naturaleza del Éter Hablan del éter, como si éste fuera una cosa del universo, que fuera tangible, definida y establecida científicamente. No parecen darse cuenta de que el éter es sencillamente una hipótesis que conviene para la explicación de algo que no puede ser explicado en términos materiales. Los cientistas admiten que el éter, como medio imaginario para la transmisión de la luz y de ondas similares, ya no es necesario, puesto que se ha descubierto que tales ondas no viajan sobre o a través de algo, en la forma que se creía antes. La tendencia de los estudiantes de misticismo y metafísica, a hablar con volubilidad, acerca de asuntos científicos, no estando familiarizados con principios primarios de metafísica y química, cosmología y ontología, ha dado lugar a un descrédito general de todos los postulados metafísicos y místicos. El pensamiento como una chispa Los Rosacruces sostienen que un pensamiento es el enfoque de los poderes razonantes y de las facultades cerebrales sobre una idea. Un pensamiento definido es el resultado de ciertos procesos que implican energías enfocadas e incorporadas en una unidad de expresión. Una analogía sencilla sería la de comparar un pensamiento con la chispa eléctrica producida por dos conductores puestos en contacto. Llamamos chispa eléctrica a la momentánea manifestación de su energía. Un pensamiento sostenido durante cierto tiempos sería como esa misma chispa producida por conductores que permanecieran en contacto, para que las corrientes se encontraran y cambiaran la polaridad, de manera lo suficientemente rápida y libre para mantenerla. La única diferencia es que un pensamiento tiene muchas corrientes de energía que se concentran en un punto, en lugar de las dos únicas de los conductores eléctricos. Los cientistas modernos han hallado la energía e impulsos nerviosos del cuerpo humano, comparables con la energía eléctrica con la cual estamos familiarizados. Por tanto, la energía cerebral empleada en el acto de pensar, es extraída del cuerpo, siendo sin ningún género de dudas, de la frecuencia que existe en el sistema humano total. La comparación del pensamiento con una chispa sugiere el paralelismo del pensamiento con la chispa producida por el equipo transmisor de una estación de radio. Antes de que existiera la radio moderna, la transmisión de señales inalámbricas se hallaba limitada casi

exclusivamente a la producción de tales chispas, por medio de la presión de un manipulador. Se suponía que tales impulsos eléctricos producían ondas de empuje, las cuales flotaban sobre o a través del supuesto éter, en todas las direcciones, poniéndose en contacto con receptores sensibles a la naturaleza de la chispa original. Esta tendencia de discurrir según las líneas de la citada analogía, conduce a terrenos desastrosos de explicación, que implican, no solamente el hipotético éter, sino también otros supuestos elementos. Desde el punto de vista Rosacruz, un pensamiento no se propaga de la manera que se supone que la chispa eléctrica lo hace, a través del éter. Esto quiere decir que el pensamiento no constituye una perturbación de la tranquilidad y de la condición estática del éter, produciendo ondas que se irradian en ondulaciones, en todas las direcciones. La vieja analogía de la piedra arrojada dentro de una masa de agua tranquila, produciendo así ondulaciones que causan un movimiento de empuje en un objeto flotando a una cierta distancia, necesitaba reemplazar con un éter imaginario la masa de agua. Si un pensamiento viajaba en ondas, como las producidas sobre la superficie del agua, debería haber algo que hiciera las veces del agua. La consciencia o mente Cósmica es una inflexible masa de energía de una elevada frecuencia vibratoria, que satura el espacio y que está haciendo continuamente un contacto definido con la consciencia de todas las criaturas vivientes. No es intangible, en el sentido de que su existencia no puede ser percibida de manera definida por las facultades humanas, sino que es invisible y superior a cualquier clase de limitaciones de los elementos materiales de vibraciones inferiores. Habéis entrado alguna vez en una habitación cerrada y observado que el abrir y cerrar de una puerta hace que las ventanas vibren ligeramente en sus marcos? Posiblemente habéis advertido que el rápido movimiento de una puerta produce movimientos en otras partes de la habitación. Esto se debe a la atmósfera, la cual, como un todo sólido, llena la habitación. Al abrir la puerta contra ella, hacéis que la atmósfera se presione contra las ventanas opuestas. Si un tablón o una pértiga sobre la tierra o sobre el piso de una habitación es golpeado ligeramente en un extremo, los golpes pueden ser sentidos por los dedos de otra persona que estuvieran colocados ligeramente sobre la otra extremidad. Golpear ligeramente sobre un tubo metálico puede ser sentido de la misma manera. Los indios solían escuchar los jinetes que se acercaban, presionando una oreja sobre la tierra, para oír el sonido de las herraduras de los caballos golpeando la tierra a millas de distancia. En lugares aislados, cuando he querido saber si un tren se acercaba, he pegado mi oreja a los raíles y he escuchado el rumor de las ruedas, a una distancia de dos o tres millas.

En tales casos, tenemos impresiones sonoras o táctiles que pasan a través de cuerpos sólidos; no como olas flotando sobre la superficie, sino como una presión sobre materia sólida, transmitiéndose automáticamente de una a otro extremo, sin pérdida de identidad. Toda consciencia está en contacto de alguna manera o en algún grado, con la mente cósmica, pues la consciencia Cósmica es sencillamente la suma total de las consciencias en todas las criaturas vivientes. Esta consciencia universal puede compararse con un amplio tablero de damas. Si se pone la punta de un lápiz en el Centro de cada uno de los cuadrados, llamando a cada centro la consciencia de una criatura viviente y el resto del cuadrado alrededor del punto el aura o extensión de la consciencia, se vería que la consciencia de todos los cuadrados y el tablero mismo constituirían de manera actual, la consciencia universal o Cósmica. Si una de las mentes de cualquiera de los cuadrados produjera un impulso mental dentro de su propio cuadro, este impulso sería sentido en todos los puntos del tablero. En los primeros experimentos que tuvieron lugar hace años, se comprobó que algunas personas eran más receptivas que otras frente a las impresiones transmitidas. Esto no quería decir que tenían más contacto que los demás con la consciencia Cósmica, sino que habían desarrollado un grado superior de sensibilidad ante las impresiones recibidas. Sensibilidad de los artistas Los estudiantes de música desarrollan tal sensibilidad ante los valores tónicos, que llegan a registrar variaciones ligerísimas en el tono. Los pintores desarrollan una sensibilidad semejante ante las variaciones o matices de color. Los arquitectos y los dibujantes también despliegan la misma sensibilidad con respecto a las líneas rectas, curvas, horizontales o verticales. Todas las facultades humanas son susceptibles del desarrollo de sus sensibilidades. Los Rosacruces aprendieron, hace siglos, los ejercicios y principios que debían emplearse para el desarrollo de las facultades del yo interno, de manera que se puedan recibir y reconocer las impresiones infinitas. Un grado superior en el funcionamiento de las facultades intuitivas conduce a un aumento de la corriente de inspiración e iluminación recibida interiormente. Este desarrollo se halla acompañado de una creciente habilidad en la transmisión de ideas e impresiones, así como del empleo de otras facultades en la aplicación de poderes naturales y divinos que rodean y están centrados en la consciencia humana. En 1930, AMORC llevó a cabo uno de los más interesantes y provechosos experimentos cósmicos jamás demostrados. En principio, esto comenzó cuando AMORC celebraba servicios no sectarios, por las ondas, aumentando el trabajo y mejorándose por medio de la estación de radio de AMORC, en Florida, durante 1926. Estos experimentos consistían en el envío de vibraciones curativas, o de impresiones mentales y buenos deseos a personas que

se hallaban en lugares distantes, así como la recepción de pensamientos e impresiones que los radio-escuchas, mantenían mentalmente. Todas las semanas se radiaba un programa especial de música clásica. En medio del programa, se tocaba dulcemente una pieza especial de música ¡Oh, Dulce Misterio de la Vida! durante tres minutos, rogando a los oyentes que se pusieran en armonía con los oficiales de AMORC, los cuales durante esos momentos se concentraban en la música. Los oyentes se concentraban también en la música, con el pensamiento enfocado en el hecho de que los oficiales de AMORC también estaban concentrándose. La música tendía a armonizarlos con pensamientos de salud, de vitalidad y de paz. Millares de cartas recibidas certificaban que sus autores sentían que, a través de la música, sus condiciones mentales y físicas cambiaban y sus dolores y males les abandonaban y no volvían ya más a manifestarse. Aquellos de nosotros que dirigíamos los experimentos, observábamos con cuánta facilidad nos armonizábamos con los que se estaban concentrando. Teníamos impresiones mentales, como cuadros de personas jóvenes y viejas, sentadas y de píe, frente a los aparatos de radio. A título de comprobación, solíamos tomar notas de esas impresiones y verificarlas posteriormente. Esto demostró a los que nos solían escuchar que efectivamente nos estaban enviando sus impresiones. Con respecto a este asunto, las palabras de Leopoldo Stokowsky son altamente significativas: "Frecuentemente se me ha preguntado si la no existencia de un público visible, cuando me hallaba dando un concierto por radio, no era una condición desfavorable y si los músicos no sienten la falta del contacto directo con el público. No sé lo que les ocurre a los demás, pero nuestro primer concierto por radio constituyó para mí una inmensa sorpresa. Estábamos actuando en un salón vacío, intentando enviar la mejor música que podíamos, al espacio. Como se podía esperar, teníamos la sensación de enviar al éter las vibraciones que componen la música, por medio de la corriente eléctrica; pero lo que yo no había previsto era que otra corriente mucho más poderosa y sutil fluía en dirección contraria, desde el público invisible hacia nosotros. No puedo comprender qué clase de corriente es ésta … Mas, esta corriente que fluye desde el exterior hacia nosotros es tan poderosa que la encuentro más bien anonadadora. Es estimulante e inspiradora hasta un grado que no se puede imaginar sin haberla experimentado personalmente." (Leopoldo Stokowsky, Saturday Evening Post, Marzo 8 de 1930.) Aún aquellos que no intentan investigar los misterios de las leyes metafísicas, experimentan ciertos resultados definidos, cuando se emplean determinados principios. Esto debiera demostrar que los Rosacruces se ocupan del desarrollo y aplicación de las facultades y funciones del yo interior, basados sobre principios científicos. Estos pueden demostrarse fácilmente y emplearse para la ayuda de los mejores intereses propios, así como para la obtención del dominio sobre la condiciones que a menudo nos tienen esclavizados.