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• Karen Alvez

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INTRODUCCIÓN

París capital de Francia y pionera en singulares inventos y teorías, se asemejaba de una manera increíble con la Atenas que a mediados del siglo V antes de Cristo producía obras hermosas, textos ejemplares y donde filosofar era algo común. París toma un rumbo hacia esa esencia ateniense clásica y empiezan a aportar un sinfín de ideas artísticas e intelectuales. Como inesperadas erupciones volcánicas que transformaron el paisaje circundante.

París en 1800 fue una de las más grandes y sorprendentes bellezas construidas que quizás en la historia hayan tenido tal perfección y armonía. Es aquí donde se producen acumulaciones de acontecimientos políticos, sociales, intelectuales, científicos, religiosos y antropológicos, de una intensidad y trascendencia inigualable. Pero ¿es verdad que los sabios toman el poder durante la revolución? ¿Cómo se dio? ¿Cuando fue? A ciencia cierta si, los sabios se toman el poder. Gracias a ellos esta ciudad se transformo como ninguna otra, y de sí misma nacerá una universalidad sencilla, excepcional que dará una transformación total del mundo. Las ciencias exactas como las matemáticas, astronomía, física, química, biología y medicina tuvieron un auge de manera asombrosa, no solo por lo que se descubría en ese momento sino también porque era la base de lo que posteriormente ayudaría a otros grandes pensadores, les serviría como fundamento.

París 1800, más que dar un titulo a un capítulo de la historia de Francia, señala un tiempo y un lugar decisivo en la historia de la ciencia. Es aquí donde se vuelve a ver todo ese conjunto de conocimiento, que los sabios desarrollaban y perfeccionaban no en búsqueda de poder ni política. Solo estaban en la búsqueda de responder paradigmas o preguntas, ya sea comunes o complejas, pero que de igual modo había gran interés sobre ellas.

Es bien sabido que para las ciencias el mayor punto de estancamiento se dio en la edad media. La edad media fue un periodo Teo-centrista y comandado claramente bajo el dominio de la iglesia. Tal vez solo veremos la punta del iceberg hablando de ciencias en este periodo medieval, pues fueron muy pocas cosas que lograron emerger y en su mayoría todo tipo de avances fueron censurados por la iglesia; por el hecho de ir en contra del dogma en este momento establecido. Qué gran egoísmo por parte de esta institución al negarle tal grandeza al mundo y sumergirnos en un oscuro y distorsionado planeta, manejado a su antojo.

La codicia y el poder económico, territorial y político fue lo que predomino en esta época. París logro superarlo y gracias al periodo de las luces donde la experiencia, la razón y la ciencia predominaron, salieron a flote y alcanzaron a superar esta amarga época con gran autoridad y es así como los grandes pensadores, sin miedo de ser tachados como herejes o paganos, empiezan a exhibir todo su potencial intelectual. Es por esto que París fue tan importante, ya que gracias a la universalidad de sus pensadores este periodo gozo de uno de los mayores auges, que en relación a la ciencia se hayan podido obtener. Estos pensadores no solo se toman el poder, se toman todo el universo, ya que sin lugar a duda todos los avances, conocimientos y tecnologías realizadas por Comte, Lamarck, Latrieille entre un centenar de otros conllevaron aun gran desarrollo que lastimosamente en la actualidad se ha ido perdiendo ese rumbo o esa esencia, donde la ciencia podía dominar, cambiar y alcanzar lo que sea. Francia se transforma de tímida y oculta de todo lo que acontecía y empieza a mostrar una verdadera capacidad intelectual, racional y científica como ninguna otra ciudad.

París 1800 Durante la revolución, los sabios toman el poder

París vivió en tampoco tiempo lo que grandes ciudades tardaron siglos en experimentar. Es así, la ciudad que vio nacer a Arbugast, Laplace, Bailly; vivió la monarquía, republica e imperio en un lapso muy corto. Como si en París se encontrara todo ese caos histórico y dichas instituciones no encontraran otro lugar sino París.

En este periodo histórico se dieron grandes acontecimientos como las fundaciones de academias y en contraste se llevaron a cabo las sentencias de muerte bajo la guillotina; una práctica muy arcaica para lo grandioso que traería la ciencia. Joseph Louis Lagrange junto a Euler y Condorcet se encargaron de una gran evolución a nivel académico-científico, sin importase ir en contra del poder.

La grandeza y el poder político le pudieron esperar a cualquiera de estos grandes pensadores. Pero como si del destino científico se tratase, prefirieron luchar por el avance intelectual que ir a una guerra en vano, donde probablemente el mundo se hubiera tornado hacia una involución. Estos pensadores ganaron la batalla de una guerra que todavía estamos viviendo, la guerra por la libertad. Pero no es aquella libertad física sino la libertad que nadie nos podría quitar, pero que muchos quieren censurar, como la libre expresión o el libre desarrollo intelectual. Es por esto que de la mano de estos

grandes intelectuales, París es un ejemplo. Porque lucho de manera justa por sus intereses y no le dio importancia adueñarse de medios de comunicación para luchar contra la opresión al saber o a la libertad. Estos personajes históricos de algún modo fueron considerados como alteradores en el orden social y de cierto modo estamos de acuerdo. Pero no en el modo de vándalos o de rebeldes sino más bien de personajes que fueron pioneros y causas de revoluciones a través del pensamiento. Alterando un poco el orden social lograron hallar los intereses de las personas en una fatigante lucha. En la actualidad se ven reflejados claros ejemplos de estas personas en los activistas por ejemplo, grandes persuasores, que luchan por los derechos del pueblo y al igual que en el pasado corren los riesgos de ser amenazados a muerte por una causa justa. Lamentablemente es así, donde un gobierno domina y las personas creyendo que no tienen capacidad de hacer algo, se dejan esclavizar por un régimen que esta principalmente compuesto por la avaricia, corrupción y deslealtad. Estos grandes de la ciencia no querían la gloria (aunque la lograron), solo querían ese triunfo definitivo. Un triunfo que consistía en ser del mundo algo mejor y que las ciencias hicieran parte de esto.

La sociedad consagra a la razón, la razón se abandona a las ciencias, y las ciencias expulsan las culturas. Lo universal se impone a lo singular. La ciencia positiva toma el poder y se da un gran impulso a la razón y todo lo irracional queda por fuera dentro de ese marco. La metafísica o las ciencias humanas, fueron quedando a un lado, hasta que la ciencia en París alrededor de 1800 se apodero de la razón y empieza a formar un mismo universo.

Por otra parte, y hablando de la extensión de París, en 1800 no estaba ubicada en francia, sino en el universo. Y asi era, París dejo a un lado el poder para buscar la universalidad, algo que Atenas tiempos atrás había logrado. Todos los pensamientos, ideas, textos, temas, que en Francia se venían desarrollando, ya tenían lugar en Europa rápidamente. Está claro que París pasó a ser una potencia intelectual a nivel mundial, que los grandes pensadores habían ganado una batalla contra la opresión y el periodo de las luces tomaba y tomaba cada vez más fuerza y sentido encaminado hacia grandes avances. La lucha de poderes que se llevaba a cabo en Francia, fue el principal obstáculo de la universalidad de parís, los fanatismos y religiones al ser desplazados buscaron la manera de frenar a la ciencia. Como estas instituciones pasaron a estar en un segundo plano querían apoderarse de esa esencia histórica universal que le pertenecía a la ciencia y que grandes personajes como Lazare Carnot o Laplace defendieron a toda causa. Aunque este impedimento no fue posible, si se dieron ataques a grandes intelectuales. Desgraciadamente la ignorancia y la adicción al poder prevalecían. Algo de la edad media todavía quedaba y no se había superado, más que todo en las instituciones religiosas. Los grandes sabios prefirieron abandonar el derecho al poder, a favor de la universalidad. Consideraban que

era mejor entregar el poder a cambio del saber. Y se realizo así, un poder que ellos consideraban vacio prefirieron entregarlo y recibir el saber. Ese saber que logro su universalidad y que rápidamente fue creciendo a lo largo de todo el continente Europeo.

En nombre del saber, la ciencia tiende a convertirse en un hecho social integro. La ciencia debe adaptarse, esta gran evolución que de París abraco toda Europa debe manejarse como todo un movimiento que debe ser captado en su totalidad, ya que podemos decir que una ciencia superficial puede acabar con todas las culturas. La ciencia en sí, busca su propia historia.

Ya en 1800 en París se empiezan a sentir esos mitos de revolución, esas minas hacia el derecho divino de los reyes. Fueron los enciclopedistas los principales contribuyentes contra todo el conflicto social y político para impedir la continuidad del sistema conocido como el antiguo régimen. Es así como se abole el absolutismo y se da paso hacia un nuevo sistema donde la burguesía y las masas populares, se convierten en fuerza política de este país.

Lamarck dice que las necesidades cambian con el entorno, surgen nuevas costumbre que, al cabo de mucho tiempo, alteran los órganos. Pues en París la ciencia tomo un rumbo parecido, según las necesidades que esta presento a lo largo de toda su evolución, fue cambiando, algo realmente natural. Ya es imposible regresar a ese antiguo régimen o a esas sociedades que el positivismo denominaba teológicas. Donde el clero ocupaba un puesto muy preciso en la sociedad. La religión pasa a ser una oposición de esa historia interna de las ciencias y su historia externa confirma la conservación de una trascendencia y el acto fundador de la inmanencia social en ella misma.

Ahora los sabios ocupan un puesto muy alto en la sociedad, no son dominantes. Son líderes de una libertad por la que lucharon, la ciencia gracias a ellos triunfo. Fue así como los sabios tomaron el poder, pero no un poder político ni mucho menos económico. Los sabios tomaron un poder intelectual del cual se encargaron de guiar y sin importar que obstáculo se les atravesara pudieron superarlo. Porque ni la avaricia ni la ignorancia los dominaba, si algo los dominaba era el saber. Ese saber que ellos querían que fuese universal y que lo lograron. Lastimosamente tenemos muy olvidada a esa París de 1800 que con grandes pensadores y con mucha sabiduría lograron alcanzar un sinfín de cosas que hoy por hoy si tuviéramos razón de su historia estaríamos agradecidos.

CONCLUSIONES

París fue sede de una gran evolución de pensamiento. A decir verdad no teníamos idea sobre la magnitud y los cambios que allí se produjeron. Sin lugar a duda París fue el eje de una gran evolución intelectual, que la mayoría de personas desconocen, pero que vale la pena enterarse. Estos grandes pensadores lograron lo que pocos han logrado, enfrentarse contra todo un sistema y salir victoriosos, un sistema que dominaba, censuraba y que estaba lleno de tanta corrupción. Unos intelectuales con la razón y la ciencia pudieron derrocarlos del poder, pero en vez de quedarse con este, hicieron un cambio por el saber que ayudo mucho más a la universalidad de Francia. Para ellos representaba mucho más que ideas, teorías, paradigmas nuevos, para ellos representaba una victoria contra la opresión, una victoria por la libertad, fraternidad e igualdad, una revolución que final de cuentas hoy en día no nos ha interesado en la absoluto, tal vez porque es muy compleja o simplemente no le encontramos un sentido útil en nuestras vidas. París 1800 es mucho más que una fecha, París 1800 es toda una historia, toda una lucha y todo el fervor que llevo a los grandes sabios al poder.

ÍNDICE 1. Introducción. 2. París 1800. Durante la revolución los sabios toman el poder. 3. Conclusiones.

Historia de las ciencias París 1800 Michel Serres

Epistemología

Julián Alberto Torres Ardila U00071358 David Enrique Alarcón Amaya U00071864 Carlos David Gonzales Barrera U00072544

Lic. Fabián Remolina

Bucaramanga, 3 de mayo de 2011 UNAB

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