NEUROTRANSMISORES

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ACELTILCOLINA Acetilcolina - Es el neurotransmisor más abundante y el principal en la sinapsis neuromuscular, pues es la sustancia química que transmite los mensajes de los nervios periféricos a los músculos para que éstos se contraigan. FUNCIONES Al igual que otros neurotransmisores, es mediar en la actividad sináptica del sistema nervioso. Es la responsable de mucha de la estimulación de los músculos, incluyendo los músculos del sistema gastrointestinal. También se encuentra en neuronas sensoriales y en el sistema nervioso autónomo, y participa en la programación del sueño REM. Regula la actividad en áreas del cerebro relacionadas con la atención, la memoria y el aprendizaje. Fuera del cerebro, la acetilcolina es el neurotransmisor principal del sistema nervioso parasimpático, el sistema que controla funciones como la frecuencia cardíaca, la digestión, la secreción de saliva y la función de la vejiga. Disfunción La acetilcolina se sintetiza en ciertas neuronas mediante la enzima colina acetiltransferasa llamada también Colino Acetilasa, lo compuestos orgánicos de mercurio tienen gran afinidad por los grupos sulfhídricos por los que se le atribuyen el efecto de disfunción de la enzima colina acetiltransferasa. Esta inhibición puede producir deficiencia de acetilcolina, contribuyendo a unas sintomatologías de disfunciones motoras. La acetilcolina ‘actúa’ o ‘se transmite’ dentro de las vías colinérgicas que se concentran principalmente en regiones específicas del tronco encefálico y se piensa que están implicadas en funciones cognitivas, especialmente la memoria, bajos niveles de acetilcolina pueden producir falta de atención y el olvido. Las lesiones graves de estas vías son la causa probable de la enfermedad de Alzheimer. Alzheimer La enfermedad de Alzheimer (EA), también denominada mal de Alzheimer, o simplemente Alzheimer es una enfermedad neurodegenerativa, que se manifiesta como deterioro cognitivo y trastornos conductuales. Se caracteriza en su forma típica por una pérdida progresiva de la memoria y de otras capacidades mentales, a medida que las células nerviosas (neuronas) mueren y diferentes zonas del cerebro se atrofian. La enfermedad suele tener una duración media aproximada después del diagnóstico de 10 años, aunque esto puede variar en proporción directa con la severidad de la enfermedad al momento del diagnóstico. La EA es la forma más común de demencia, es incurable y terminal, que aparece con mayor frecuencia en personas mayores de 65 años de edad. Sueños REM El sueño es un estado de reposo uniforme de un organismo. En contraposición con el estado de vigilia –cuando el ser está despierto-, el sueño se caracteriza por los bajos niveles de actividad fisiológica (presión sanguínea, respiración) y por una respuesta menor ante estímulos externos. El vocablo (del latín somnus, raíz original que se conserva en los cultivos somnífero, somnoliento y sonámbulo), Metafóricamente, se afirma que una parte del cuerpo se le ha dormido a uno, cuando se pierde o reduce pasajeramente la sensibilidad en la misma (parestesia).

NORADRENALINA La noradrenalina (llamada norepinefrina cuando es sintética) es una catecolamina con doble función como hormona y neurotransmisor. Efectos Como hormona del estrés, la noradrenalina afecta a partes del cerebro donde se controlan la atención y las acciones de respuesta. Junto con la adrenalina, la noradrenalina también Estructura química de la noradrenalina interviene en la respuesta "luchar o volar", aumentando de manera directa la frecuencia cardíaca, provocando la liberación de glucosa a partir de las reservas de energía, y aumentando el flujo sanguíneo al músculo esquelético. Sin embargo, cuando la norepinefrina actúa como droga, aumenta la presión arterial por su destacado efecto sobre el tono vascular (por la estimulación de los receptores alfa-). Este aumento en la resistencia vascular es un reflejo de activación compensatorio que supera sus efectos directos estimulantes sobre el corazón. Este reflejo, llamado reflejo baroreceptor, resulta en una caída del ritmo cardíaco que se conoce como reflejo de bradicardia. Síntesis La noradrenalina se sintetiza a partir de la dopamina mediante la dopamina β-hidroxilasa. Se libera desde la médula suprarrenal a la sangre como una hormona, y es también un neurotransmisor en el sistema nervioso central y el sistema nervioso simpático, donde se libera a partir de las neuronas noradrenérgicas. Las acciones de la noradrenalina se llevan a cabo a través de la unión a receptores adrenérgicos. Usos de la noradrenalina La noradrenalina puede usarse para tratar el trastorno por déficit de atención e hiperactividad, la depresión y la hipotensión. Al igual que otras catecolaminas, la noradrenalina no puede cruzar por sí misma la barrera hematoencefálica, por lo que drogas como las anfetaminas son necesarias para aumentar los niveles cerebrales. TRASTORNO POR DÉFICIT DE ATENCIÓN La noradrenalina, junto con la dopamina, juega un importante papel en la atención y la concentración. A las personas con trastorno de atención se les prescriben medicamentos psicoestimulantes como el metilfenidato (Ritalin / Concerta), dextroanfetamina (Dexedrina) y Adderall (una mezcla de dextroanfetamina y sales anfetamínicas racémicas) para aumentar sus niveles de noradrenalina y dopamina. La atomoxetina (Strattera) es un inhibidor selectivo de la recaptación de noradrenalina, y es una medicación única para el trastorno de atención/hiperactividad, ya que sólo afecta a la norepinefrina y no a la dopamina. Debido a esto, la atomoxetina tiene un menor potencial de abuso. Sin embargo, puede no ser tan eficaz como los psicoestimulantes en muchas personas con trastornos de atención. Es necesario consultar con un médico o enfermera practicante para encontrar el medicamento apropiado y la dosis.

DEPRESIÓN Los inhibidores de la recaptación de noradrenalina-serotonina (IRNS) se usan para tratar la depresión mediante el aumento de la cantidad de serotonina y noradrenalina a disposición de las células post-sinápticas del cerebro. Hay algunas pruebas recientes que indican que los IRNS también pueden aumentar la transmisión de dopamina. Esto se debe a que los IRNS actúan inhibiendo la recaptación, es decir, impidiendo que los transportadores de la serotonina y norepinefrina capten sus respectivos neurotransmisores y los lleven de vuelta a sus vesículas de almacenamiento para un uso posterior. Si el transportador de noradrenalina normalmente recicla alguna dopamina, entonces los IRNS también mejorarán la transmisión dopaminérgica. Por lo tanto, los efectos antidepresivos asociados con el aumento de los niveles de noradrenalina también pueden ser debidos en gran parte al aumento concurrente en la dopamina (especialmente en la corteza prefrontal del cerebro). Los antidepresivos tricíclicos (ATC) aumentan la actividad de la noradrenalina. La mayoría de ellos también aumentan la actividad de la serotonina, pero suelen tener efectos secundarios debido a la activación inespecífica de los receptores de histamina y acetilcolina. Los efectos secundarios incluyen cansancio, aumento del hambre, sequedad de boca y visión borrosa. Por esta razón, este tipo de antidepresivos han sido sustituidos por los nuevos medicamentos de recaptación selectiva como la fluoxetina (Prozac). HIPOTENSIÓN La noradrenalina también se utiliza como medicación vasopresora (por ejemplo, la marca comercial Levophed) para los pacientes con riesgo crítico de hipotensión. Se administra por vía intravenosa y actúa tanto en los receptores adrenérgicos alfa-1 como en los alfa-2, causando vasoconstricción. Su efecto in vitro se limita a menudo a aumentar la presión sanguínea a través de la actividad agonística sobre los receptores alfa-1 y alfa-2, provocando el consiguiente aumento de la resistencia vascular periférica. En dosis altas, y especialmente cuando se combina con otros vasopresores, puede dar lugar a isquemia límbica y muerte límbica. La noradrenalina se utiliza principalmente para tratar a los pacientes en estados de shock vasodilatadores como, por ejemplo, cuando se produce un shock séptico o un shock neurogénico, ya que ha demostrado un mayor índice de supervivencia que la dopamina.

DOPAMINA La dopamina es un transmisor de gran importancia en el Sistema Nervioso Central. Los efectos funcionales de la dopamina se ejercen a través de la activación de 5 subtipos de receptores, todos ellos acoplados a proteínas G y agrupados en dos familias farmacológicas, D1 (D1 y D5) y D2 (D2, D3, D4). Alteraciones diversas del SNC (enfermedad de Parkinson, esquizofrenia y adicción a drogas, entre otras) se han relacionado con transtornos de la transmisión dopaminérgica. En consecuencia, el estudio de los aspectos aún no entendidos de la función de la dopamina, de los diferentes subtipos de receptores y de los mecanismos de transducción de señales, permitirá no sólo avanzar en la comprensión de la función de los sistemas dopaminérgicos, sino también diseñar nuevas estrategias farmacológicas que incidan en la terapéutica de dichos procesos patológicos. RELEVANCIA CLINICA. Existen diversas funciones cerebrales en las que la dopamina tiene una importante función reguladora. Esta función se ve ejemplificada de manera significativa por algunos procesos patológicos relacionados con alteraciones en la transmisión dopaminérgica. Aunque una revisión de estos aspectos excede los objetivos del presente trabajo, es conveniente mencionar algunas de las alteraciones más frecuentes. Enfermedad de Parkinson. Desde que Ehringer y Hornykiewicz demostraron en 1960 una disminución importante en el contenido de dopamina en pacientes portadores de la enfermedad de Parkinson, numerosos estudios han validado la estrecha relación existente entre la pérdida del neurotransmisor y los trastornos de la postura y el movimiento característicos de esta enfermedad. Si bien la gran mayoría de los efectos de la dopamina sobre la función de los ganglios basales ha sido referida a su acción en el neoestriado, núcleo} de destino de la vía nigroestriatal, se ha sugerido también que los efectos de la transmisión dopaminérgica sobre los comandos motores puede reflejar acciones combinadas de la dopamina en el neoestriado, en la sustancia negra reticulada y en el núcleo subtalámico. El principal tratamiento farmacológico de la Enfermedad de Parkinson se basa en el uso de un precursor de la dopamina (L-DOPA) o de agonistas dopaminérgicos. La L-DOPA atraviesa la barrera hematoencefálica y es capturada por las neuronas dopaminérgicas remanentes o bien por otras neuronas aminérgicas (catecolaminérgicas o serotoninérgicas) las que la convierten a dopamina. Debido a la presencia en el plasma de enzimas que convierten a la L-DOPA a dopamina, el precursor se administra a la par de un inhibidor de las descarboxilasas periféricas, como las hidrazidas carbidopa y bencerazida, en particular la primera. A pesar de su evidente efecto terapéutico, el tratamiento crónico con L-DOPA conduce a una pérdida de la eficacia del tratamiento así como a la aparición de efectos adversos severos después de un periodo de 3 a 10 años. Después de este tiempo se presentan una disminución progresiva de la eficacia del fármaco (“wearing-off”) seguida por una fase en la que se observan periodos alternantes de respuesta adecuada y de falta de respuesta a la L-DOPA (periodos “on-off”). Entre los efectos adversos más importantes se encuentra la discinesia tardía, que se observa en el 60-80% de los pacientes bajo tratamiento crónico con L-DOPA, y que caracteriza por movimientos involuntarios e incontrolables de los músculos de la cara y de los miembros superiores e inferiores. La administración de agonistas dopaminérgicos selectivos para los

receptores de la familia D2 (en particular la bromocriptina, el pramipexole, el ropirinole y la cabergolina) en combinación con L-DOPA parece disminuir de manera significativa la aparición de discinesias tardías. Aunque la administración única de agonistas D2 ha sido empleada con relativo éxito, la opción más apropiada para la mayoría de los pacientes parece ser la administración inicial de L-DOPA/ carbidopa a lo que puede adicionarse un agonista selectivo de la familia D2 si se presentan discinesias. Los datos anteriores sugieren también que se requiere la activación conjunta de receptores D1 y D2 para el adecuado efecto farmacológico en la enfermedad de Parkinson. Esquizofrenia. Los neurolépticos como el haloperidol, que son antagonistas de los receptores dopaminérgicos de la familia D2, mostraron ser útiles en el manejo farmacológico de la esquizofrenia, sustentando así la hipótesis de que este trastorno se debe al menos en parte a una hiperactividad de la transmisión dopaminérgica. Esta hipótesis recibió apoyo adicional al observarse que los fármacos psicoestimulantes (como las anfetaminas), los cuales aumentan la transmisión dopaminérgica, inducen estados psicóticos con aparición de los signos positivos de la esquizofrenia, como euforia y alucinaciones auditivas. En conjunto estos datos sugerían que la esquizofrenia podría relacionarse con alteraciones específicas de la transmisión dopaminérgica. Los estudios sobre los posibles cambios en la densidad de receptores dopaminérgicos son díficiles de interpretar y de conciliar entre éllos. Por ejemplo, en algunos estudios el análisis post-mortem del cerebro de pacientes con esquizofrenia ha mostrado un aumento en la densidad de receptores de la familia D2 y del subtipo D4, perteneciente a la misma familia, en los núcleos caudado y putamen. Sin embargo, otro estudio mostró en los mismos núcleos un aumento de los receptores de la familia D2 , sin cambio aparente en el subtipo D4, es decir, que el aumento correspondió a los subtipos D2 y D3. Por su parte, Schamauss y cols. Reportaron en 1993 una disminución del subtipo D3, perteneciente también a la familia D2, en la corteza cerebral. A pesar de estos datos, un estudio con tomografía de emisión de positrones no mostró relación entre la esquizofrenia y cambios en la densidad de receptores dopaminérgicos. Otros estudios han sido también dirigidos a establecer relación entre posibles alteraciones genéticas en la expresión de receptores dopaminérgicos y la aparición de esquizofrenia. Sin embargo, los resultados obtenidos hasta el momento no apoyan dicha relación. Finalmente, cambios en la función de los transportadores de dopamina podrían también modificar la función dopaminérgica y participar por lo tanto en la fisiopatología de la esquizofrenia. Sin embargo, dichos cambios no han sido observados. Por otra parte, como consecuencia del tratamiento con neurolépticos los pacientes portadores de esquizofrenia desarrollan alteraciones motoras (síndrome extrapiramidal) que incluyen rigidez muscular y acinesia (falta de movimiento) en su etapa inicial y posteriormente discinesia tardía. La evidencias experimentales disponibles indican que los efectos antipsicóticos de los neurolépticos se deben a su acción sobre receptores del sistema mesolímbico (familia D2 y en particular el subtipo D2), en tanto que los efectos colaterales se originan por el bloqueo de los receptores (subtipos D1 y D2) presentes en los ganglios basales, principalmente en el neoestriado. Desde esta perspectiva, el desarrollo de fármacos con diferente afinidad por los distintos subtipos de receptores dopaminérgicos permitiría una mayor mejoría evitando de manera importante los efectos colaterales. En línea con lo anterior,

estos efectos son mucho menores en pacientes que han sido tratados con el fármaco clozapina, por el cual los receptores D4 muestran alta afinidad. Hallazgos recientes indican que la acción de los fármacos antipsicóticos se debe al bloqueo de receptores de la familia D2 presentes en la corteza cerebral, mientras que los efectos extrapiramidales se deben de manera primaria al antagonismo de los receptores D1 y D2 del neoestriado. Así, la eficacia de la clozapina requiere probablemente de una explicación compleja. Diversos datos experimentales indican que dada su afinidad por los diferentes subtipos de receptores dopaminérgicos, a dosis utilizadas clínicamente la clozapina podría bloquear una alta proporción de receptores de la familia D2 en la corteza cerebral (que pertenecerían básicamente al subtipo D4), en tanto que en el neoestriado la fracción de receptores bloqueados por la clozapina sería menor por dos razones: 1) por pertenecer a los subtipos D1 y D2, con menor afinidad por la clozapina, y 2) porque el antagonista tendría que competir con cantidades muy altas del agonista endógeno, situación que no ocurre en la corteza cerebral donde la concentración de dopamina es mucho menor. Receptores dopaminérgicos y adicción. Además de la función motora, la dopamina se ha vinculado con procesos motivacionales como el de reforzamiento y de recompensa. Las vías dopaminérgicas, en particular las proyecciones ascendentes del área ventro-tegmental hacia el núcleo accumbens, son importantes en el mecanismo cerebral de autoestimulación. Se ha mostrado que la cocaína, la anfetamina, la morfina y la nicotina incrementan la transmisión dopaminérgica en áreas cerebrales límbicas involucradas con la emotividad. En el caso de la morfina se ha sugerido que activa un sistema opioide endógeno localizado en el área ventro tegmental y estimula así la transmisión dopaminérgica. En el caso de la anfetamina y la cocaína, los efectos se deben a un aumento de los niveles de dopamina. La cocaína bloquea la recaptura de la dopamina y de otras aminas biogénicas como la noradrenalina y la seorotonina. Por su parte las anfetaminas tienen un efecto similar en la recaptura de monoaminas, e incrementan además la síntesis y la liberación de la dopamina. Las anfetaminas pueden también inhibir el catabolismo de la dopamina por bloqueo de la enzima monoamino oxidasa, en particular de la forma A o MAOA. Sin embargo, este último mecanismo no se considera relevante clínicamente, ya que requiere de dosis elevadas (10 mg.kg-1 por vía intraperitoneal) en animales de experimentación, que se traducirían en dosis frecuentemente letales en el ser humano. Epilepsia. Con base en diversas observaciones clínicas se ha postulado que la epilepsia podría ser un síndrome de hipoactividad dopaminérgica, con disminución de la transmisión mesolímbica en particular. Si bien los datos experimentales no han proporcionado sustento pleno para dicha teoría, se han documentado acciones anticonvulsivantes de los agonistas D2 (atribuídas a la activación de receptores localizados en el cerebro anterior), mientras que los agonistas D1 disminuyen el umbral convulsivo, probablemente por efectos sobre las neuronas del cerebro medio.

GLUTAMATO Principal aminoácido neurotransmisor excitatorio en el Sistema Nervioso Central (SNC). Responsable del 75% de la transmisión excitatoria rápida en el encéfalo. SINTESIS: Glutamato se sintetiza en las terminales nerviosas a partir de la glucosa en el ciclo de Krebs o por transaminacíón del alfa-oxoglutarato y de la glutamina que es sintetizada en las células denominadas astrocitos, que forman parte del conjunto glial que, a su vez, participan en el mantenimiento del conjunto del sistema nervioso (central y periférico), desde donde es transportada a las terminaciones nerviosas para convertirse allí en glutamato por acción de la enzima glutaminasa-deshidrogenasa. ACTIVIDAD SINÁPTICA Las neuronas y las sinapsis glutaminérgicas están distribuidas en el SNC pero, en mayor cantidad, en el hipocampo, las capas más externas de la corteza cerebral y en la sustancia gelatinosa de la médula espinal. FUNCIONES DEL GLUTAMATO Como se mencionó anteriormente el glutamato es el principal neurotransmisor excitatorio en el cerebro y en el cerebelo, por lo tanto, juega un papel primordial en varias funciones del SNC, especialmente en la memoria y en la nocicepción. Su función en la memoria ha sido confirmada en modelos animales, mediante la aplicación intracerebral e intraventricular, a ratas, de antagonistas del NMDA, comprobándose que hay una alteración de la Potenciación de Largo Término en el Hipocampo. Estos y otros estudios suministran buena evidencia de que los receptores NMDA están implicados en la adquisición de nueva información pero no en la fase de recuerdo o evocación. En humanos, la administración de dosis anestésicas de ketamÍna y fenilciclidína, antagonistas no competitivos de NMDA, producen amnesia anterógrada dependiente de la dosis suministrada, pero no tienen un efecto comprobado sobre la memoria definitiva. Con respecto a la nocicepción, está bien establecida la participación del glutamato en la transducción del dolor en el nivel espinal y en la sensibilización central. Tanto las fibras aferentes , como las C, liberan glutamato en el asta posterior de la médula espinal como respuesta a estímulos nocivos. Allí el Glutamato se une a receptores ionotrópicos y metabotrópicos, La acción analgésica de los agonistas de los opioides y de los agonistas de los receptores 02, en el nivel espinal, incluye alguna interacción con la transmisión glutaminérgica. La mayoría de los estudios para evaluar el efecto analgésico de los antagonistas de receptores NMDA ha mostrado su eficacia en casos de dolor neuropático o inflamatorio persistente, pero su efecto es muy pobre en casos de dolor agudo. GLUTAMATO Y TRASTORNOS MENTALES El Glutamato ha sido involucrado en la patogénesis de algunos trastornos neuropsiquiátricos, como la Esclerosis Lateral Amiotrófics (ELA), algunos tipos de epilepsia, la enfermedad de Huntington, algunas formas de demencia y la esquizofrenia. También ha sido implicada en las consecuencias neuropatológicas de trastornos como 1; hipoglícemia, la isquemia y la hipoxia. En la mayoría de los casos se considera que el proceso patológico se debe a un incremento en los niveles intracelulares de glutamato que, al ser tóxicos, llevan a la muerte neuronal. La excitotoxicidad también puede producirse por alteración y recaptación del glutamato como se ha demostrado en la ELA y su sospecha como factor etiológico en la enfermedad de Alzheimer esquizofrenia o la enfermedad de Parkinson. En la encefalitis de Rasmussen, una enfermedad de la niñez que presenta con convulsiones epilépticas y destrucción cerebral progresiva, se han demostrado auto

anticuerpos circulantes para GluR3 que destruyen células de la corteza cerebral, por lo cual se considera encefalitis como una enfermedad autoinmune. Recientemente se ha identificado un nuevo síndrome caracterizado por convulsiones y daño cerebral, relacionado con la ingestión agonista del receptor de Kainato, el domoato, encontrado en mejillones contaminados. Algunos investigadores postulan un incremento en la excitación de las neuronas glutaminérgicas como el responsable de las crisis de manía o de los ataques de pánico. El glutamato también ha sido implicado en la acción reforzante los hipnóticos sedantes, especialmente el alcohol etílico, debido dosis bajas de etanol inhiben sensiblemente a los receptores NMDA. Además, en estudios de discriminación de fármacos, los animales c experimentación sustituyen los antagonistas de glutamanto por etanol. Dada la amplia distribución de las sinapsis glutaminérgicas y la posibilidad de que sus receptores estén implicados en numerosas funciones del SNC, estos se han convertido en un objetivo para la busque da de nuevos agentes terapéuticos para diversos trastornos neurológico y psiquiátricos, entre los que se hallan, además de los mencionados anteriormente, algunos trastornos del movimiento, alteraciones de la memoria, hipertensión arterial y para la reducción del daño neurona excitotóxico secundario a accidentes cerebro vasculares, trauma cerebral y algunas enfermedades neurodegenerativas. FUNCIONES DE: 1. Corteza Occipital. Reside la corteza visual y por lo tanto está implicado en nuestra capacidad para ver e interpretar lo que vemos. Los lóbulos occipitales son el centro de nuestro sistema visual de la percepción. No son particularmente vulnerables a lesiones debido a su localización en la parte posterior del cerebro, aunque cualquier trauma significativo en el cerebro podría producir cambios sutiles en nuestro sistema visual-perceptivo, lo que genera defectos y escotomas del campo de visión. La región de Peristriate del lóbulo occipital está involucrada en el procesamiento visual espacial, discriminación del movimiento y discriminación del color. (Westmoreland et al., 0994). Un daño en un lado del lóbulo occipital podría causar la pérdida homónima de visión con exactamente el mismo campo cortado dentro de ambos ojos. Los trastornos del lóbulo occipital pueden causar alucinaciones e ilusiones visuales. Alucinaciones visuales (imágenes visuales sin estímulos externos) pueden causarse por lesiones en la región occipital o asimientos temporales del lóbulo. Las ilusiones visuales (percepciones torcidas) pueden tomar la forma de objetos que paracen más grandes o más pequeños de lo que son realmente, objetos que carecen de color u objetos que tienen coloración anormal. Las lesiones en el área parietal-temporal-occipital de la asociación pueden causar ceguera de la palabra con debilitaciones de la escritura. El lóbulo occipital es un lóbulo ubicado en la zona posterior del cerebro de los mamíferos, encargado de procesar las imágenes. Los lóbulos son las zonas específicas que se distinguen de cada hemisferio del cerebro. En los lóbulos se hallan las áreas o centros nerviosos que regulan importantes funciones tales como: ▪ La elaboración del pensamiento y la emoción. ▪ La interpretación de imágenes, el reconocimiento de ruidos. ▪ Visión, reconocimiento espacial, discriminación del movimiento y colores. En conclusión, este lóbulo lo único que hace es "descifrar" los impulsos eléctricos que le manda la retina a través del nervio óptico, interpretarlos y mostrar la imagen.

2. Lóbulo Parietal (amarillo). El lóbulo parietal tiene un importante papel en el procesamiento de la información sensorial procedente de varias partes del cuerpo, el conocimiento de los números y sus relaciones y en la manipulación de los objetos. El lóbulo parietal es, dentro de los lóbulos cerebrales, el que ocupa la zona que recae bajo el hueso parietal, es decir, en las partes medias y laterales de la cabeza, los mayores entre los que forman el cráneo. Se trata de la zona cerebral que se supone encargada especialmente de recibir las sensaciones de tacto, calor, frío, presión y dolor, y coordinar el balance. Cuando se lesiona, da anestesia en el brazo y pierna del lado opuesto, a veces con dolores y epilepsias sensitivas, y desequilibrios de balance. La lesión del lado izquierdo da trastornos en el lenguaje,dificultad para leer y dificultad para realizar cálculos matemáticos. Por ejemplo: al tener el lóbulo parietal lesionado y quemarse no se siente dolor o alguna otra sensación. Además se encuentra en la parte posterosuperior del cerebro. También se encarga de la comprensión y la formulación del habla. La primera función integra información sensorial para formar un solo percepción (cognición). La segunda función construye un sistema coordinado espacial para representar el mundo alrededor de nosotros. Los individuos con daño a los lóbulos parietales demuestran a menudo déficits llamativos, tales como anormalidades en imagen del cuerpo y relaciones espaciales. 3. Lóbulo Temporal (verde). Las principales funciones que residen en el lóbulo temporal tienen que ver con la memoria. El lóbulo temporal dominante está implicado en el recuerdo de palabras y nombres de los objetos. El lóbulo temporal no dominante, por el contrario, está implicado en nuestra memoria visual (caras, imágenes,…). Es la "corteza primaria de la audición" del cerebro. También recibe y procesa información de los oídos, contribuye al equilibrio, y regula emociones y motivaciones como la ansiedad, el placer y la ira. El lóbulo temporal medial, que forma parte del lóbulo temporal, incluye un sistema de estructuras anatómicamente relacionadas que son básicas para la memoria declarativa (el recuerdo consciente de hechos y eventos), que incluye la región hipocampal (los campos CA, el giro dentado y el complejo subicular) y las cortezas perirrinal, entorrinal y parahipocampal adyacentes. Este sistema está relacionado fundamentalmente con la memoria, funciona junto con la neocorteza para establecer y mantener una memoria a largo plazo y, por último, a través de un proceso de consolidación, se vuelve independiente de la memoria a largo plazo, aunque siguen existiendo dudas acerca del papel de las cortezas perirrinal y parahipocampal en este proceso y respecto a la memoria espacial en los roedores. Los datos de la neurofisiología, las neuroimágenes y la neuroanatomía señalan que hay una división de trabajo dentro del lóbulo temporal medial. Sin embargo, la información disponible no apoya las dicotomías simples entre las funciones del hipocampo y la corteza temporal medial, dicotomías como, por ejemplo, memoria asociativa contra memoria no asociativa, memoria episódica contra memoria semántica y recuerdo (recollection) contra familiaridad (reconocimiento) 4. Corteza Frontal. El lóbulo frontal se relaciona con el control de los impulsos, el juicio, la producción del lenguaje, la memoria funcional (de trabajo, de corto plazo), funciones motoras, comportamiento sexual, socialización y espontaneidad. Los lóbulos frontales asisten el la planificación, coordinación, control y ejecución de las conductas. http://neurociencias.udea.edu.co/revista/PDF/REVNEURO_vol8_num1_7.pdf EL LÓBULO OCCIPITAL: ubicado en la parte posterior más alejada de los hemisferios cerebrales, recibe y procesa información visual. Es precisamente el lóbulo occipital en el que experimentamos las formas, el color ye le movimiento del ambiente. Las lesiones del lóbulo

occipital pueden producir ceguera, aun cuando los ojos y el cerebro y sus conexiones estén en perfecto estado. EL LÓBULO TEMPORAL: localizado frente al lóbulo occipital, aproximadamente detrás de cada sien, desempeña un papel importante en tareas visuales complejas como el reconocimiento de caras. Es el "centro primario del olfato" del cerebro. También recibe y procesa información de los oídos contribuye al balance y el equilibrio, y regula emociones y motivaciones como la ansiedad, el placer y la ira. EL LÓBULO PARIETAL: se asienta en la parte superior de los lóbulos temporal y occipital y ocupa la mitad posterior y superior de cada hemisferio. Este lóbulo recibe información sensorial de todas las partes del cuerpo: de los receptores sensoriales de la piel, los músculos, y las articulaciones. Los mensajes de estos receptores sensoriales se registran en las llamadas AREAS DE PROYECCIÓN SENSORIAL. Al parecer, el lóbulo parietal contribuye a habilidades espaciales, como la habilidad para leer un mapa ó para indicar a alguien como llegar a algún lugar Una importante línea de investigación sugiere que los lóbulos frontales izquierdo y derecho posiblemente actúen de manera distinta en la reactividad emocional y en el temperamento. Que las personas cuyo LÓBULO FRONTAL IZQUIERDO es más activo que el derecho, tienden a ser más alegre, sociables, emotivas y seguras de sí; también responden de manera más positiva a lo que les rodea, disfrutan de otras personas y situaciones novedosas y se perturban menos con situaciones desagradables. En contraste, bajo las situaciones anteriores, las personas con mayor actividad en el LÓBULO FRONTAL DERECHO se sienten amenazadas y se estresan, asustan e incomodan; no sorprende que tiendan a opacarse en los encuentros con otras personas y situaciones novedosas. También tienden a ser más suspicaces y deprimidos que las personas con actividad del LÓBULO FRONTALIZQUIERDO predominante

HISTAMINA Aunque el número total de neuronas histaminérgicas presentes en el encéfalo es muy pequeño, estas neuronas originan fibras nerviosas que proyectan a prácticamente todas las áreas del SNC. Las características de la distribución de las fibras histaminérgicas y la carencia de contactos sinápticos sugieren que en el SNC la función de la histamina es regular a nivel pre y postsináptico los efectos de otros neurotransmisores. Esta acción moduladora de la histamina tiene lugar mediante la activación de 3 tipos de receptores (H1, H2, H3), para los cuales existen ligandos radioactivos y antagonistas selectivos que han permitido estudiar su distribución y función. Los datos experimentales disponibles indican que la histamina regula diversas funciones cerebrales entre las que se cuentan los estados de vigilia y sueño, la algesia, la modulación de la función vestibular, la actividad motora, algunas acciones del sistema autónomo y conductas tales como la ingestión de agua y de alimentos. El importante avance que hemos observado en los últimos años en la comprensión de la función del sistema histaminérgico en el SNC permite suponer que en los años venideros obtendremos más información que nos permitirá conocer con aún mayor detalle la función de la histamina en el SNC. FUNCIONES DE LA HISTAMINA EN EL SNC. Las principales funciones del SNC que son moduladas por la histamina se indican en la Cuadro 3. Algunas de las funciones mencionadas y los posibles mecanismos involucrados se discuten a continuación. 1. Vigilia y sueño. Cuando es administrada directamente en los ventrículos cerebrales, la histamina produce desincronización del electroencefalograma (revertida por antagonistas H1), en tanto que la administración por la misma vía de agonistas H1 produce un incremento del estado de alerta y de la reactividad a expensas del sueño de ondas lentas. La aplicación local de histamina en el hipotálamo produce también aumento del estado de alerta y la lesión bilateral del hipotálamo posterior (experimental o debida a patologías diversas) conduce a un estado de somnolencia o a incremento del sueño en humanos, monos, ratas y gatos. De manera semejante (y como se ha señalado con anterioridad) la administración sistémica de antagonistas H1 que cruzan la barrera hematoencefálica produce sedación, atribuible al bloqueo de receptores H1 localizados en el SNC. A fin de evitar este efecto colateral se han diseñado antagonistas H1 que muestran escasa penetrabilidad de la barrera hematoencefálica (terfenadina, mequitazina, astemizol y temelastina) y que son utilizados por lo tanto como antihistamínicos de elección. En rebanadas cerebrales la activación de receptores H1 produce glucogenólisis (23), lo que sugiere que dichos receptores pueden tener una función relevante en el mantenimiento del metabolismo energético de las células cerebrales. Otros estudios han indicado que la glucogenólisis estimulada por histamina tiene lugar preferentemente en células gliales. Finalmente cabe destacar que los efectos de alerta pueden deberse tanto a sus acciones en el hipotálamo, donde se encuentran las neuronas que controlan el ciclo vigilia-sueño, como a efectos sobre la corteza cerebral, la cual posee una importante inervación histaminérgica. 2. Regulación de la circulación cerebral. En vasos sanguíneos de pequeño calibre aislados de tejidos cerebrales es posible detectar histamina y receptores de los subtipos H1 y H2. La activación de receptores H2 produce vasodilatación en tanto que la estimulación de receptores H1 (por concentraciones de histamina mayores a las requeridas para el subtipo H2) ocasiona vasoconstricción. En contraste, en arterias cerebrales que han sido previamente contraídas

con prostaglandina F2 , la histamina produce dilatación a través de la activación de receptores H1 y, en menor medida, de receptores H2. 3. Termorregulación. La histamina produce hipotermia al ser administrada intraventricularmente en un efecto que es bloqueado por antagonistas H2. Sin embargo, la aplicación local de histamina en el hipotálamo resulta también en hipotermia, la cual puede ser revertida por antagonistas H1 aplicados en el mismo núcleo (26). A fin de conciliar estos hallazgos, se ha postulado que la histamina regula la temperatura corporal mediante dos acciones diferentes: disminuyendo el punto de ajuste del termostato cerebral a través de receptores H1 localizados en el centro regulador hipotálamico y regulando la pérdida periférica de calor al activar receptores H2 presentes en otras áreas cerebrales, tales como el centro vasomotor del tallo cerebral. 4. Vómito y mareo. La administración intraventricular de dosis altas de histamina induce vómito en perros a través de la activación de receptores H1 y H2 probablemente localizados en el área postrema y en la zona desencadenante quimiorreceptora. Por otra parte, la aparición de mareo puede ser evitada mediante la administración sistémica de antagonistas H1. Aunque la eficacia de estos agentes puede deberse a efectos antimuscarínicos, la presencia de terminales histaminérgicas y de receptores H1 en núcleos del tallo cerebral (núcleo del tracto solitario y núcleo vestibular) involucrados en la producción de mareo sugiere un efecto histaminérgico directo. 5. Nocicepción. La administración intraventricular de histamina disminuye la sensibilidad al dolor en varias pruebas de algesia realizadas en ratas, probablemente a través de la activación de receptores H2. En concordancia con un efecto analgésico, se ha demostrado la presencia de fibras y receptores histaminérgicos en las láminas externas de las astas dorsales de la médula espinal. Sin embargo, aún no se ha determinado si el efecto principal de la histamina tiene lugar en la médula espinal o en el encéfalo, donde las acciones de los agentes histaminérgicos empleados podrían ser inespecíficos, como por ejemplo el antagonismo de receptores muscarínicos o serotoninérgicos. 6. Actividad locomotora. Al administrar histamina por vía intraventricular se advierten cambios en la conducta motora de ratas y ratones que siguen un patrón bifásico: una hiperactividad inicial que se ha relacionado con la activación de receptores H1 y una fase posterior de disminución del movimiento que se debe aparentemente a la estimulación de receptores H2. Cuando son administrados a seres humanos, diversos antagonistas de los receptores H1 con capacidad para cruzar la barrera hematoencefálica disminuyen la habilidad psicomotora evaluada por diversa pruebas (al respecto véase la revisión de White y Rumbold, ref. 51). Aunque los datos anteriores no involucran a los receptores H3 en el control de la conducta motora, Clapham y Kilpatrick (52) han reportado que la hiperactividad motora inducida por anfetamina en ratones se reduce al administrar por vía sistémica antagonistas H3, sugiriendo que el efecto sobre la conducta motora es indirecto y se debe a un incremento de la síntesis y la liberación de histamina por bloqueo de autorreceptores H3. Sin embargo, recientemente hemos observado (M. García, B. Florán, J. Aceves, J.M. Young y J.A. Arias-Montaño, datos no publicados) que la histamina y el imepip (un agonista H3) disminuyen de manera importante la liberación de GABA inducida por despolarización en rebanadas de la zona reticulada de la substancia negra, un núcleo de suma importancia en la regulación de la conducta motora. La reducción de la liberación de GABA se traduciría en inhibición de las neuronas talámicas (en virtud de la presencia de receptores para GABA en las neuronas GABAérgicas que proyectan al tálamo), y por tanto en disminución de la actividad de la corteza motora. De acuerdo a nuestros resultados, los efectos de los agonistas H3 sobre la

conducta motora podrían deberse, al menos en parte, a su acción inhibidora sobre la liberación de GABA en los ganglios basales. 7. Regulación de otras conductas. Existen reportes que implican a la histamina en la regulación de conductas diversas tales como la ingestión de alimento y agua, aprendizaje y conductas sexual, de defensa y de agresión. Sin embargo, las evidencias al respecto no son concluyentes y deberán realizarse más estudios antes de que pueda establecerse con certeza la participación de la histamina en la generación y/o modulación de dichas conductas, así como el tipo o tipos de receptores involucrados. 8. Regulación de la liberación de neurotransmisores. Utilizando rebanadas cerebrales se ha demostrado que la histamina es capaz de inhibir la liberación de la acetilcolina, la serotonina y la noradrenalina en la corteza cerebral, así como de la dopamina en el neoestriado . Estos mismos estudios han indicado que esta modulación se debe a la activación de receptores H3 localizados en las terminales nerviosas que liberan dichos neurotransmisores. En consecuencia, los efectos reguladores de la histamina sobre ciertas funciones del SNC podrían deberse tanto a la activación de receptores H1 y H2 postsinápticos como a la modulación de la liberación de otros neurotransmisores por estimulación de receptores H3 presinápticos.

GABA Clínica y GABA 

El GABA ha sido implicado en la etiopatogenia de diversas condiciones patológicas como la epilepsia, los trastornos del movimiento y del tono muscular, el dolor, la ansiedad, depresión y esquizofrenia, el abuso de alcohol y de otras sustancias, los trastornos de la memoria, las alteraciones del sueño, las encefalopatías metabólicas, los tumores cerebrales, la isquemia y edema cerebral.

Trastornos de las funciones psíquicas Ansiedad y depresión:   

Las benzodiacepinas clásicas, utilizadas desde hace ya 3 décadas, se han convertido en los ansiolíticos de mayor uso debido a su buen perfil terapéutico5. Poseen un efecto beneficioso inmediato en el tratamiento de la ansiedad anticipatoria y generalizada, siendo también efectivas a dosis elevadas en las crisis de angustia. Tienen el inconveniente de asociarse con sedación y miorrelajación, y pueden desarrollar tolerancia y dependencia.

Trastornos psicóticos: 

Fármacos antipsicóticos y antidepresivos tricíclicos son antagonistas de los receptores GABA.

Abuso de benzodiacepinas y alcohol:  

El etanol interacciona en el SNC con diversos neurotransmisores ejerciendo un efecto destacado en los receptores GABAérgicos. Existe una tolerancia cruzada entre etanol, barbitúricos y benzodiacepinas, provocando todos ellos un cuadro de abstinencia clínicamente superponible.

Alteraciones de la memoria:  





Las experiencias de aprendizaje se acompañan de varios niveles de alerta, ansiedad o estrés, según el tipo de tarea que se ejecuta. En modelos animales, la amígdala, el septo medio y el hipocampo responden a estos estímulos con la activación de varios sistemas neurotransmisores, que modulan los procesos de consolidación de la memoria. Según el esquema de los grupos de Izquierdo y Medina, el sistema regulador o ejecutor de la consolidación de la memoria existente en estas estructuras es excitado por receptores N-metil-Daspartato (NMDA) y colinérgicos muscarínicos, y regulado negativamente por los GABAA, que a su vez son inhibidos por los betaadrenérgicos, que por sí mismos son excitadores. La amígdala, septo medio e hipocampo están conectados entre sí y con la corteza entorrinal, que a través de la corteza perirrinal conecta con áreas sensoriales y asociativas de la corteza cerebral.

Alteraciones de la conciencia

Ciclo sueño-vigilia:  

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Las benzodiacepinas clásicas son los fármacos más utilizados para inducir el sueño. El flunitrazepam, una de las que posee una acción hipnótico más potente, modifica marcadamente el balance sueño-vigilia, tanto en personas insomnes como normales, acortando la latencia de inicio del sueño y reduciendo el número de despertares, estando aumentada la duración total del sueño. El sueño de movimientos oculares rápidos (REM) está inhibido al principio, pero es normal en los últimos dos tercios del período de sueño. Existen profundas modificaciones de las características electroencefalográficas normales en todas las fases del sueño. El agonista BZC zolpidem aumenta el estadio 4 del sueño y causa pocos cambios en los otros períodos, efecto que es parecido al de la zopiclona y el clonazepam

Estupor recurrente idiopático: 



Durante los episodios agudos de estupor recurrente idiopático se ha hallado, en el líquido cefalorraquídeo (LCR) y en la sangre de los pacientes, la presencia de unos compuestos con afinidad positiva por los receptores BZC. La administración de flumazenilo normaliza rápidamente las alteraciones clínicas, lo que sugiere la participación de estos agonistas endósenos (endocepinas) de los receptores BZC en la génesis de los ataques.

Encefalopatías metabólicas: 

Cada vez se dispone de mayor evidencia de que la activación de los receptores benzodiacepínicos cerebrales es uno de los principales mecanismos moleculares implicados en la patogenia de la encefalopatía hepática, trastorno que cursa con una depresión del SNC, con deterioro de la función motora y de la conciencia.

Inducción de la anestesia: 



Diferentes anestésicos como los barbitúricos, los esteroides neuroactivos, el etomidato y el propofol tienen un efecto destacado como agonistas del CRGA, aunque también pueden actuar en otros receptores y canales iónicos. Los anestésicos volátiles como el isoflurano, halotano y enflurano poseen unos efectos más generales, con algunas propiedades GABAmiméticas.

Epilepsia 



Datos anatómicos, bioquímicos y farmacológicos muestran que la epilepsia es el trastorno clínico en el que se hace más evidente la asociación con una disfunción GABAérgica. Fármacos que han probado ser eficaces antiepilépticos, como los barbitúricos y las benzodiacepinas, favorecen las acciones del GABA, mientras que los agentes que inhiben su función, como la bicuculina, crotoxina y pentilentetrazol, tienen efectos convulsionantes.

Trastornos del movimiento y enfermedades neurodegenerativas





El GABA es uno de los principales neurotransmisores de los ganglios basales, en los que desarrolla un papel importante en el control del movimiento. Un 70-90% de las neuronas del neoestriado usan GABA como neurotransmisor inhibidor, siendo también utilizado en sus áreas de proyección, el globus pallidus lateral y medio y la pars reticulata de la sustancia negra. Existe una estrecha y compleja relación entre las neuronas GABAérgicas y dopaminérgicas, contactando las vías palidonígrica y estrionígrica con neuronas dopaminérgicas de la sustancia negra.

Neuroprotección 



Desde hace muchos años es conocida la capacidad neuroprotectora de los barbitúricos durante la isquemia cerebral aguda en modelos animales, sin que se hayan obtenido los resultados esperados en personas con infarto cerebral o encefalopatía hipóxica. El clometiazol y la vigabatrina también poseen efectos protectores en modelos animales de isquemia cerebral.

Dolor 



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La administración sistémica de agentes GABAmiméticos inhibe las respuestas nociceptivas en modelos animales y produce analgesia en humanos, aunque los intentos de encontrar el lugar donde actúan han obtenido resultados complejos y controvertidos. La sustancia gris periacueductal y el núcleo del rafe magno reciben una influencia tónica inhibidora del GABA, que al ser suprimida resulta en una activación desinhibidora del flujo que parte de estas áreas y que produce antinocicepción. Las interneuronas GABAérgicas también desempeñan un papel destacado en los centros talámicos moduladores de la actividad nociceptiva. Existen mecanismos GABAérgicos implicados en la analgesia supraspinal inducida por la morfina, lo que está en concordancia con la hipótesis de que la morfina supraspinal puede producir analgesia, antagonizando la transmisión GABAérgica inhibidora. Las benzodiacepinas parecen ejercer su efecto depresor de la nocicepción a través de su acción sobre los receptores BZC de las astas dorsales de la médula, pudiendo estar envuelto un mecanismo ligado a los receptores opiáceos kappa.

Trastornos del tono muscular 



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En la espasticidad hay una hiperreactividad de las motoneuronas alfa de la médula espinal, con reducción de la inhibición presináptica mediada por el GABA y de la postsináptica mediada por la glicina, y una modificación de los reflejos flexores. El síndrome de la persona rígida se caracteriza por una rigidez fluctuante y progresiva, generalmente simétrica, de los músculos axiales y proximales de las extremidades, y espasmos dolorosos precipitados por diversos estímulos. En la electromiografía de los músculos afectados se observa la presencia continua de potenciales de unidad motora normales. El tratamiento con agentes GABAérgicos, como diazepam, clonazepam, baclofeno o ácido valproico, y con inmunosupresores o plasmaféresis ha conseguido resultados. La hiperekplesia o enfermedad del sobresalto posee analogías con el síndrome de la persona rígida. Suele tener un origen hereditario, con transmisión autosómica dominante, y se caracteriza por unas reacciones exageradas de sobresalto, con intensa hipertonía generalizada.



Es frecuente que se inicie en el período neonatal, llamándose entonces síndrome del bebé rígido. Se considera que está ligada a un defecto de la función GABAérgica, mejorando de manera importante y sostenida con el tratamiento con clonazepam, y a veces con ácido valproico o vigabatrina.

Perspectivas futuras 





Se ha producido en estos últimos años una gran expansión de conocimientos relacionados con el sistema GABAérgico, que nos hacen intuir el enorme papel que representa en el funcionamiento normal y patológico del SNC. Los avances en el conocimiento del sistema GABAérgico permitirán comprender mejor los mecanismos por los que se desarrollan muchas enfermedades, especialmente las psiquiátricas, las neurodegenerativas, la epilepsia y las alteraciones de la conciencia, así como ofrecer una terapéutica más eficaz de las mismas. También nos permitirán profundizar en la comprensión de procesos fisiológicos como el sueño y la vigilia, la memoria o la adaptación al estrés.

SEROTONINA Efectos sobre tejidos y órganos. La 5HT tiene una distribución amplia en el organismo, un recambio rápido en el SNC, y participa en numerosas funciones fisiológicas y estados patológicos: Hipotálamo e Hipófisis:    





La serotonina actúa en las células neuroendocrinas hipotalámicas Estimula la liberación de prolactina actuando en el hipotálamo medio basal. Parece relacionarse también con la liberación de GH, LH, FSh y TSH. En la adenohipófisis, la 5HT ejerce efectos sobre la pars intermedia, interviniendo en la secreción de la hormona Melatonina, estimulante de los melanocitos, de la que es precursora. Para la producción de calor en condiciones normales y en fiebre se cree que es necesaria la liberación de 5HT del hipotálamo anterior. La estimulación de los mecanismos serotoninérgicos especialmente sobre los receptores 5HT1C fármacos como fenfluramina, dexflenfuramina, reducen el apetito.

Tracto Gastrointestinal:  



El 90% de la 5HT corporal está en el sistema enterocromafin, aunque no se conoce la acción en este sistema. La 5HT parece tener un papel en el inicio del reflejo peristáltico, ya que la presión ejercida por el contenido gastrointestinal es capaz de liberar la 5HT de las células enterocromafines.. El síndrome carcinode de los tumores de células enterocromafines tienen síntomas tales como: molestias gástricas, sensación de llenura hiperperistaltismo y diarrea.

Sistema Cardiovascular:  

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La Serotonina causa directamente la contracción del músculo liso a través de Receptores 5-HT2. La Serotonina es un poderoso vasoconstrictor excepto en el músculo esquelético y cardíaco donde produce vasodilatación. (Nota: Si el endotelio de las Coronarias está dañado produce un efecto opuesto o sea vasoconstricción. Adicionalmente puede desencadenar una bradicardia refleja por activación de los receptores 5-HT3 en las terminaciones nerviosas de los quimioreceptores. Produce una respuesta trifásica en las cifras tensionales al ser inyectada (inicialmente hipotensión por su acción en los quimioreceptores, después hipertensión por su efecto vasoconstrictor y finalmente vasodilatación como consecuencia de la activación de receptores en vasos musculares La Serotonina también genera venoconstriction que produce un aumento del llenado capilar, responsable del rubor que se observa después de su administración.



Causa agregación plaquetaria por la activación de receptores 5-HT2 en la superficie de las mismas (Aunque curiosamente esta activación no aumenta la liberación de Serotonina en las plaquetas).

Sistema Respiratorio:   

La Serotonina tiene un pequeño efecto bronconstrictor directo sobre el músculo liso bronquial. En pacientes con síndrome carcinoide se han observado episodios de broncoconstriccion en respuesta a niveles elevados de la amina. Puede también causar hiperventilación como resultado de la estimulación de los quimioreceptores a las terminales nerviosas.

Sistema Nervioso: 









Así como la histamina, la serotonina es un potente estimulante de las terminaciones sensoriales de dolor y prurito; y es responsable de algunos de los síntomas causados por las picaduras de insectos y plantas. Además, la serotonina es un poderoso activador de las terminaciones quimiosensitivas situadas en el lecho vascular coronario. La activación de los receptores 5-HT3 en estas terminaciones vagales aferentes se asocia al reflejo del quimioreceptor (también conocido como el reflejo de Bezold-Jarisch). Esta respuesta refleja consiste en una bradicardia e hipotensión marcadas. La bradicardia es mediada por la descarga vagal en el corazón y se puede bloquear por la atropina. La hipotensión es una consecuencia de la disminución del gasto cardíaco por la marcada bradicardia. Los receptores 5-HT3 en el tracto gastrointestinal y en el centro del vomito del bulbo participan en el reflejo del vomito. Se cree que son particularmente importantes en el vomito causado por desencadenantes químicos tales como la quimioterapia del cáncer. La serotonina está presente en una variedad de sitios en el cerebro. La mayoría de las vías serotoninérgicas se originan de las neuronas del rafé o de la región medial del puente y la corteza cerebral. En la mayoría de las áreas del sistema nervioso central, la 5-HT tiene una acción inhibitoria fuerte. Esta acción es mediada por los receptores 5-HT1A y está asociada a una hiperpolarización de la membrana causada por un aumento en la conductancia del potasio. Se ha encontrado que los receptores 5-HT1A y los receptores de GABA-B comparten los mismos canales del potasio.





Se ha especulado a menudo que las vías serotoninérgicas pueden estar implicadas en las alucinaciones inducidas por LSD, puesto que este compuesto puede antagonizar las acciones periféricas de la Serotonina La serotonina tiene un papel importante en la génesis de varias entidades neurológicas y psiquiátricas como: Migraña, depresión, trastorno bipolar, bulimia, ansiedad, etc.