MONOGRAFIA INFANTICIDIO

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FACULTAD DE CIENCIAS JURÍDICAS POLÍTICAS SOCIALES Y RELACIONES INTERNACIONALES CARRERA DE DERECHO

“Estudio del Infanticidio en Santa Cruz de la Sierra – Bolivia 2008-2018”

DOCENTE

:

Dr. Sanddy Guzman Veliz

ESTUDIANTE

:

Nery Neibel Tarqui Hurtado

MATERIA

:

Economía Política

GRUPO

:

P-1

Santa Cruz - Bolivia

INDICE 1. Antecedentes ...................................................................................................... 1 2. PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA ................................................................. 3 2.1. Identificación del Problema ........................................................................... 3 3. Objetivos ............................................................................................................. 3 3.1. Objetivo general ............................................................................................ 3 3.2. Objetivo específico ........................................................................................ 3 4. Hipótesis.............................................................................................................. 4 5. Introducción ......................................................................................................... 5 5.1. Factores que causan en infanticidio en Santa Cruz de la Sierra ................... 5 5.2. Consecuencias del infanticidio en nuestro país ............................................ 7 5.2.1. Normativa ............................................................................................... 7 CAPITULO I ............................................................................................................ 9 1.1. Elementos del Infanticidio ............................................................................. 9 1.2. Tipos de infanticidio .................................................................................... 10 1.3. Legislación Boliviana sobre Infanticidio ....................................................... 10 1.4. Análisis del delito de infanticidio.................................................................. 11 1.4.1. Abandono de niña o niño ...................................................................... 15 CAPITULO II ......................................................................................................... 16 2.1. Diagnostico ................................................................................................. 16 2.1.1. Filicidio, infanticidio y neonaticidio: definiciones conceptuales ............. 16 2.1.2. Filicidio e infanticidio ............................................................................. 17 2.1.3. Neonaticidio .......................................................................................... 19 2.1.4. Madres y padres homicidas: semejanzas y diferencias ........................ 21 CAPITULO III ........................................................................................................ 22 3.1. Propuesta .................................................................................................... 22 3.1.1. Prevenir infanticidios ............................................................................. 22 4. Conclusión......................................................................................................... 25 5. Recomendación ................................................................................................ 25 6. Bibliografía ........................................................................................................ 26 7. Anexos ................................................................................................................ 27

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1. Antecedentes El infanticidio es una práctica que atenta directamente contra el derecho a la vida de los niños. Si bien fue más común en el pasado, hoy en día todavía se encuentran casos que afectan especialmente a las niñas (infanticidio femenino). A siete meses del 2015, los hechos de violencia y maltrato infantil se disparan en Santa Cruz. De acuerdo a los reportes oficiales de la Defensoría de la Niñez y Adolescencia, hasta junio de este año se han reportado 582 casos de maltrato psicológico y físico a niños y niñas, lo que quiere decir que por día se produjeron 3 a 4 casos. A ello hay que agregar los hechos de extrema gravedad que se han cometido y que concluyen en infanticidio, es decir, seis niños y niñas han sido asesinados por sus progenitores, padrastros, o padres adoptivos en siete meses del presente año, afirmó el representante de la Defensoría del Pueblo, Hernán Cabrera. “Esto significa que un niño o niña, por mes sufren de esta crueldad, saña y maldad hasta llevarlos a la muerte, y los autores son los propios papás, mamás, o alguien muy cercano, lo que debe conmovernos como sociedad y autoridad. Ya no podemos admitir que exista un solo hecho más de infanticidio”, señaló Cabrera. Recordó que el año pasado se registraron cinco infanticidios en Santa Cruz, y hasta el mes de julio del presente año se cierra con seis hechos de muerte. Con estas cifras se superaron los datos del año pasado y la tendencia es creciente, afirmó el representante de la defensoría. “Cerramos el mes de julio con otro hecho de muerte. Recordemos que en 2015 empezamos mal, con un infanticidio y ahora hacemos votos y exigiremos a las autoridades que volquemos nuestras miradas a esta realidad, como también a los vecinos y vecinas que sean conscientes de la gravedad de esta realidad”, sostuvo Cabrera al ser consultado por los últimos hechos. “De acuerdo con los datos oficiales de nuestra Dirección Nacional de Protección a Víctimas y Testigos son 34 los casos de Infanticidio registrados en el país”, manifestó la máxima autoridad del Ministerio Público. 1

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La Paz revela15 casos; Oruro 8; Santa Cruz 4; Cochabamba 3; Tarija 3 y Chuquisaca 1. En Potosí, Pando y Beni no se tiene registro de algún caso. Guerrero señaló que es necesario establecer una política criminal en el país que tome en cuenta medidas de protección y prevención de este tipo de delitos, y no solamente mecanismos punitivos. “Es necesario que reflexionemos sobre qué es lo que está pasando y cuántos casos más se presentan que no son denunciados en el país”.

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2. PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA El infanticidio es una práctica que atenta directamente contra el derecho a la vida de los niños. Si bien fue más común en el pasado, hoy en día todavía se encuentran casos que afectan especialmente a las niñas (infanticidio femenino). Habitualmente es la madre quien comete el acto, pero la criminología reconoce varias formas de asesinato no maternal de niños. En muchas sociedades pasadas ciertas formas de infanticidio eran consideradas permisibles, mientras que en la mayoría de las sociedades modernas se considera a la práctica inmoral y criminal. No obstante, aún sucede en el mundo occidental generalmente debido a la enfermedad mental de alguno de los padres o conductas violentas, y en algunos países pobres como una forma de control de la población, algunas veces con la aceptación social. 2.1. Identificación del Problema ¿Bolivia ha ingresado a una etapa de endurecimiento de sus leyes para evitar y castigar hechos de infanticidio, velando por la integridad de los niños y niñas? 3. Objetivos 3.1. Objetivo general Conocer las causas y consecuencia del infanticidio en la ciudad de Santa Cruz de la Sierra así como las normativas que aplica al caso mencionado. 3.2. Objetivo específico Conocer los factores que llevan al infanticidio en Santa Cruz Conocer las consecuencias que producen el cometer dicho delito Investigar y analizar las normativas legales sobre el infanticidio Averiguar según los códigos de familia, niña, niño y adolescente así como los derechos humanos y el concepto o penas que aplican a estos delitos

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4. Hipótesis Pienso que una información a la población acerca de las penalidades y las consecuencias que adopta el infanticidio en Bolivia sería una manera de frenar de cierto modo estos actos ya que tiene mucho que ver la falta de información y el poco miedo a las consecuencias que conlleva el cometer dichos actos en contra de la niñez. Por otra parte creo que el gobierno debe velar los intereses de la población con mayor celo ya que muchas de las causas que llevan a este incesto es la falta económica que tiene la población boliviana. Debiéndose asi velar desde el hogar el comportamiento de padrastros hacia hijos que no son bilógicos pues las mayores causas de infanticidio en nuestro país los involucrados en ello son padres no biológicos que llevan a estos incestos.

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5. Introducción 5.1. Factores que causan en infanticidio en Santa Cruz de la Sierra Creemos que existen diversos factores que produce el infanticidio en nuestro país y en Santa Cruz de la Sierra. La cantidad de dramas causa alerta y espanto. Santa Cruz no está al margen de esta problemática, no obstante, tiene más del 30% de todos los casos del país con 10 hechos que se han registrado tanto en capital como en provincia. De igual manera, en este periodo de tiempo del 2015, la violencia sexual se ha extendido de forma alarmante: más de 800 hechos de violencia sexual (violaciones, abuso sexual, estupro, rapto, pornografía) cuyas víctimas son niñas y adolescentes. Cada día entre 4 a 5 niñas y adolescentes son abusadas sexualmente. "En relación al año pasado, tanto los hechos de infanticidio, maltrato infantil y violencia sexual se han incrementado en estos siete meses, lo que nos interpela y nos exige que como sociedad y autoridades encaremos acciones en todos los niveles y escenarios", señaló Hernán Cabrera, representante del Defensor del Pueblo en Santa Cruz. No obstante el activista solicitó una reunión con autoridades departamentales para pedir que se apliquen y pongan en vigencias las políticas preventivas y normas en favor de los menores y principalmente agilizar la justicia y sanciones para los responsables. En estos siete meses, el maltrato infantil, tanto psicológico como físico se ha incrementado: Más de 600 casos registra la Defendería de la Niñez, lo que implica que por día entre 3 a 4 niños y niñas son maltratados, abusados, castigados, agredidos, siendo más del 80% por los propios familiares. Hoy es cuando tenemos que encarar todas las acciones y la voluntad política”, sostuvo cabrera. Sin embargo, expertos en sociología y psicología, coinciden en afirmar que estos dramas no son una casualidad, sino el resultado de diversos problemas que no sólo

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envuelven a las víctimas y sus agresores, sino toda la sociedad y su núcleo: La familia. El drama detrás de la violencia. Para la socióloga Marioly Cabero, los hechos indiscriminados de violencia demuestran un mal conjunto que padece la sociedad y es la inestabilidad y desintegración familiar que hace que se produzcan esta y otras situaciones donde precisamente se debe dar la mayor protección a todos sus integrantes. "Con estos casos vemos que lastimosamente todo lo que se ve es todo lo contrario, los padres que deben incentivar los valores paradójicamente están incumpliendo las reglas básicas de una familia", señala. Según la experta, estos comportamientos traen otra realidad y otros dramas que padecen los progenitores y que se reflejan en el actuar con sus hijos. El desequilibrio emocional de las mujeres y madres solteras de escasos recursos y la inestabilidad económica, pueden ser una de las principales causas que derivan en hechos de violencia hacia los menores, según la experta. Sin embargo, ninguna de estas situaciones se compara con la intolerancia, tema que según manifiesta debe ser abordado mediante políticas públicas. "Esta cadena de violencia es incontrolable, la intolerancia es un tema que se debe manejar porque los padres en lugar de tener paciencia pierden fácilmente los estribos. Hay otro tema que en algún momento tanto la iglesia como instituciones públicas y privadas deben asumir con la conformación de parejas: la habilidad de las mujeres para necesitar la familia como parte de su cotidianidad y supervivencia", manifestó. Según señala la profesional, ante esta necesidad psicológica afectiva, para aceptar parejas temporales y criar a sus hijos llevan a desarrollar niveles de violencia sobre sus hijos "hay mujeres que permiten que se ejerza violencia sobre sus hijos, por temor a quedar solas ante las adversidades económicas y sociales".1

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Roca, M. S. (2015). Infanticidios, problemas detrás de la violencia. Santa Cruz: EL DIA.

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5.2. Consecuencias del infanticidio en nuestro país Se debe tratar problemas y denunciar. Coincide con Cabero, el psicólogo Javier Sánchez, quien añade otros factores para que se produzcan hechos de violencia no solo contra niños sino contra otros sectores vulnerables de la sociedad, "Partimos de un todo y vivimos en una ciudad caótica que manifiesta desorden y violencia desde la televisión, el cine o la calle donde hace falta ordenamiento de la ciudad y los vehículos", expresa. Asimismo señala que la sociedad ha asimilado como normal actos de violencia e irritabilidad "Hay familias que acostumbran resolver los conflictos mediante la violencia que no necesariamente se expresa mediante la violencia física, sino a través de gritos y otros maltratos psicológicos", complementa. Otra lectura que hace el profesional es el trato que han recibido los padres durante su niñez y que repercuten el trato que dan a sus hijos, sea por traumas, costumbres o resentimientos entre otros. "Un padre violento, pudo haber padecido violencia en su niñez, otros factores son las drogas, el alcohol y otras sustancias que también provocan este desequilibrio", manifestó. Asimismo señaló que los actos de violencia también se pueden dar en personas antisociales con problemas de baja tolerancia y falta de control de los impulsos. "Hay casos donde personas explotan con solo escuchar el llanto de un niño y creen que profesando la violencia es la única manera en que lo van a callar. El experto afirma que existen soluciones y tratamientos, para estos problema es por eso que recomienda la búsqueda de ayuda profesional ante cualquier síntoma. "Es bueno acudir a un profesional cuando hay conductas extraordinarias así también es denunciar abusos antes de que lleguen al infanticidio. 5.2.1. Normativa Nuevo código establece una pena de 30 años contra este crimen

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Cabe destacar que el nuevo Código Niño, Niña y Adolescente, promulgado en julio del año pasado por el Gobierno de Evo Morales, instituye la pena de 30 años de cárcel sin derecho a indulto para quien cometa infanticidio violento. Además, incorpora 12 nuevos derechos para los menores. Anteriormente, el infanticidio estaba mal definido y la sanción era leve; en esta ley se sanciona con 30 años de cárcel sin derecho a indulto. Si bien la justicia ha reaccionado favorablemente ante los hechos que se han registrado, esto no quita el dolor de los familiares y además la problemática de violencia hacia los menores que es una de las realidades más crueles que enfrenta la sociedad en los últimos años.

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CAPITULO I 1.1. Elementos del Infanticidio En el delito de infanticidio, se exige la concurrencia de determinados elementos para su existencia; Así: La acción. Consistía en causar la muerte a otro, mediante acción u omisión. El sujeto activo. Tenía que ser la madre, o un abuelo materno, siendo indiferente que la madre sea soltera, casada o viuda y que su relación parental de que se trata sea legítima o ilegitima. El sujeto pasivo. Era el recién nacido, exigiendo expresamente el texto legal que este haya nacido es decir, haya concluido el parto, debiendo producirse la muerte poco tiempo después del nacimiento, sin que exista el anterior límite de tres días desde su nacimiento dejando así mayor margen de arbitrio a los Tribunales en relación con las circunstancias del caso, y por ello el recién nacido equivale al niño de pocos días de vida. El elemento subjetivo. Consistía en la intención del sujeto activo de causar la muerte del recién nacido, con el propósito de ocultar su deshonra, por lo que no se admitía la existencia de infanticidio cuando la muerte del recién nacido por el sujeto activo se produjo de manera imprudente, ya que la muerte culposa del recién nacido es incompatible con el ánimo de ocultar su deshonra. La muerte culposa del recién nacido habría de calificarse de homicidio por imprudencia. Tampoco podrá apreciarse el supuesto de infanticidio cuando la preñez era conocida, o la mujer era de mala fama, ya que sería incompatible con la evitación de la deshonra del sujeto activo.

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1.2. Tipos de infanticidio Infanticidio directo o activo: El infanticidio directo o activo se trata de dar muerte al recién nacido de manera deliberada, con ciertas prácticas como por ejemplo muerte por deshidratación o falta de alimento, asfixia o traumatismos craneales. 2 Infanticidio indirecto o pasivo: El infanticidio indirecto o pasivo empieza por una alimentación inadecuada, el abandono o una crianza descuidada, especialmente cuando el bebé cae enfermo. 1.3. Legislación Boliviana sobre Infanticidio En el Libro Segundo, Título ocho, Capítulo Uno, artículo 258 del Código Penal Boliviano queda regulado el delito de infanticidio de la siguiente manera: la madre que, para encubrir su fragilidad o deshonra, diere muerte a su hijo durante el parto o hasta tres días después, incurrirá en privación de libertad de uno a tres años. Es relevante destacar que en este caso el sujeto activo queda bien delimitado a la figura de la madre y para tipificar el delito se incluye un elemento circunstancial de tiempo (tres días). De cometerse el hecho fuera del término antes señalado estaríamos en presencia de un delito de asesinato, previsto en el artículo 252.1 del propio cuerpo legal (será sancionado con la pena de presidio de treinta años, sin derecho a indulto, el que matare: a sus descendientes o cónyuge, o conviviente, sabiendo que lo son). Estimamos que la sanción prevista en el Código Penal Boliviano resulta bastante benévola discurriendo entre 1 y 3 años de privación de libertad, lo cual encuentra su explicación en los factores socioeconómicos que inciden sobre el agente activo del delito. Esto se traduce en: escasos ingresos, familias numerosas, bajo nivel cultural, la deshonra (pues afectaría grandemente el prestigio público), movido quizás por afectaciones psicológicas provocadas a la víctima por hechos precedentes (violación, no aceptación por parte de los padres de la relación sostenida y la falta de responsabilidad por parte del padre de la criatura.

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López, N. (2010). Infanticidio. CHINA: Victoria Méndez.

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1.4. Análisis del delito de infanticidio El infanticidio se encuentra normada en la Ley 548 de 17 de Julio de 2014, CODIGO NIÑO, NIÑA Y ADOLESCENTE, en las disposiciones adicionales: Disposición segunda: "Artículo 258. (INFANTICIDIO). Se sancionará con pena de presidio de treinta (30) años, sin derecho a indulto, a quién mate a una niña o un niño desde su nacimiento hasta sus doce (12) años, cuando: 1. El hecho se haya producido en situación de vulnerabilidad de la niña o niño por el sólo hecho de serlo; 2. La niña o niño que haya sido víctima de violencia física, psicológica o sexual, con anterioridad a la muerte, por parte del mismo agresor; 3. La niña o niño haya sido víctima de un delito contra la libertad individual o la libertad sexual, con anterioridad a la muerte por parte del mismo agresor; 4. La muerte sea conexa al delito de trata o tráfico de personas; 5. La muerte sea resultado de ritos, desafíos grupales o prácticas culturales por parte del mismo agresor; 6. La niña o niño haya sido víctima de violencia familiar o doméstica, con anterioridad a la muerte por parte del mismo agresor; 7. Existan antecedentes de abandono a la niña o niño, por parte del mismo agresor; 8. La niña o niño haya sido víctima de amenazas al interior de la familia, con anterioridad a la muerte por parte del mismo agresor; y La niña o niño haya sido víctima de hostigamiento u odio dentro de la familia, con anterioridad a la muerte por parte del mismo agresor". De acuerdo a la Sentencia Constitucional 0206/2014 de 05 de Febrero de 2014 refiere III.8.6. Infanticidio Anteriormente el art. 258 del CP, sobre el INFANTICIDIO, prevé lo siguiente: "La madre que, para encubrir su fragilidad o deshonra, diere muerte a su hijo durante el 11

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parto o hasta tres días después, incurrirá en privación de libertad de uno (1) a tres (3) años". La accionante, respecto al infanticidio, señala que el hecho que la norma impugnada mencione como causal del infanticidio la "fragilidad o deshonra de la mujer", incorpora un elemento de discriminación en razón de ser mujer, constituyendo un concepto anacrónico de nuestra legislación, extremo que vulnera los arts. 8.II, 14.I y II, y 109.I de la CPE. De acuerdo a la doctrina del derecho penal, la vigencia de este tipo penal se justifica en cuanto a que de no existir el mismo, la conducta descrita por el art. 258 del CP, tendría que ser sancionada a través de las figuras penales previstas para el homicidio o inclusive asesinato, cuyas penas privativas de libertad prevén entre cinco a veinte y treinta años de presidio, respectivamente; lo cual resultaría excesivo y devendría en una abierta desproporcionalidad, tomando en cuenta las particularidades del tipo penal, en cuanto a considerar la situación especial por la que puede atravesar una mujer en el periodo puerperal, especialmente en el campo psicológico, debido a las circunstancias en que se haya podido producir el embarazo. Bajo los principios y valores establecidos en la Constitución que llevan al Vivir Bien (Suma Qamaña), el Estado asume y promueve los valores igualdad, dignidad, reciprocidad, respeto, complementariedad, muchos de ellos inspirados en los saberes de las naciones y pueblos indígena originario campesinos. En este nuevo marco constitucional, no es permisible en uso del leguaje colonial de "inferiorización" de las mujeres, catalogadas en términos anacrónicos como "fragilidad" y "deshonra" vinculadas al género femenino, lo cual rompe con el valor constitucional de la complementariedad desarrollado en la primera parte del presente fallo, razonamientos en base a los cuales se concluye que los conceptos de "fragilidad o deshonra" a que hace alusión el tipo penal del art. 258 del CP, contienen en su concepción una fuerte carga patriarcal; en el sentido de que las mujeres, por ser tales, deben observar ciertos patrones "apropiados" de conducta, sustentando ello en una supuesta inferioridad de la mujer con relación al varón, donde a diferencia de lo que ocurre con los hombres, la transgresión de esos patrones de conducta

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pueden merecer un mayor "reproche social", lo cual muchas veces ha quedado trasuntado en el ordenamiento jurídico, como ocurre con el precepto legal que ahora analizamos, que deviene de falsos estereotipos, en cuanto a que la mujer por "naturaleza" está destinada fundamentalmente a la maternidad y al cuidado de la familia, de donde nace la "exigencia" de que ésta socialmente se conduzca con ciertos criterios de moralidad que no la expongan al ultraje o descrédito del conglomerado social. En ese contexto, el sentido de esa norma contraviene que lo que ahora se propugna y se construye es "Un Estado basado en el respeto e igualdad entre todos." (Preámbulo de la CPE), sustentado, entre otros, en los valores de igualdad, equidad social y de género, buscando precisamente romper en lo institucional, aquellas concepciones sobre una pretendida subordinación de la mujer, de donde los conceptos de "fragilidad" y "deshonra" vinculados a la conducta de la mujer o más propiamente a la de la madre, previstas en el art. 258 del CP, resultan incompatibles con la Constitución Política del Estado, que proclama el principio de igualdad y equidad de género. Consecuentemente, la frase "para encubrir su fragilidad o deshonra" (las negrillas son nuestras) contenida en el art. 258 de CP, es inconstitucional por ser contrarios a los nuevos valores constitucionales fundamentados precedentemente.3 Por lo que en su parte resolutiva dice: 1º Declarar la INCONSTITUCIONALIDAD del art. 56 del CP; el primer párrafo del art. 245 del CP y de la frase "por causa de honor" del epígrafe de dicho artículo; de la frase "para encubrir su fragilidad o deshonra" del art. 258 del CP y de las frases "siempre que la acción penal hubiere sido iniciada" del primer párrafo y "y autorización judicial en su caso", del párrafo tercero del art. 266 del CP y manteniendo incólume en lo demás el citado artículo, conforme el procedimiento de denuncia establecido en el Fundamento Jurídico III.8.8 del presente fallo.

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Zapana, E. F. (s.f.). Análisis criminológico del infanticidio en Bolivia. La Paz: Monografias.com.

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Desarrollaremos algunos conceptos de cuando se da en el infanticidio según nuestra legislación: Vulnerabilidad.- es la cualidad de vulnerable (que es susceptible de ser lastimado o herido ya sea física o moralmente). El concepto puede aplicarse a una persona o a un grupo social según su capacidad para prevenir, resistir y sobreponerse de un impacto. Las personas vulnerables son aquellas que, por distintos motivos, no tienen desarrollada esta capacidad y que, por lo tanto, se encuentran en situación de riesgo. Suele considerarse que los niños, las mujeres y los ancianos son sujetos en situación de vulnerabilidad. Esta concepción está dada por las carencias o diferencias físicas ante los hombres, a quienes se supone naturalmente preparados para enfrentar ciertas amenazas. Maltrato infantil.- La definición de maltrato implica una valoración social en relación a lo que es peligroso o inadecuado para el niño. De acuerdo a la OMS el maltrato infantil se define como los abusos y desatenciones que reciben los menores de 18 años, incluyendo maltrato físico, psicológico o sexual que dañen su salud, desarrollo o dignidad o bien que pongan en riesgo su supervivencia. Realidad del maltrato en Bolivia, el ochenta y tres por ciento de los niños, niñas y adolescentes en Bolivia son castigados física y psicológicamente. Tres de cada diez niños son víctimas de maltrato psicológico y seis de cada diez de maltrato físico y 4 de violencia sexual. Muchos casos quedan sin ser denunciados. (UNICEF 2008). En el 2003 el castigo físico fue ejercido contra aproximadamente 2 millones hijos(as) y el psicológico contra 1.8 millones en Bolivia cuando al población total asciende a 4.1 millones de niños, niñas y adolescentes. El 89.5% de los maltratos a niños y adolescentes se producen dentro del seno de la familia, según datos revelados por las Defensorías de la Niñez y Adolescencia. Los progenitores se constituyen en los principales agresores, sumando un 77%, ya que en 44.7% de casos el agresor es el padre del menor, en 32.9 % lo es la madre y en 2% el padrastro. Resulta alarmante que aproximadamente tres de cada cuatro 14

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niños que sufren abusos, reciban estos malos tratos precisamente de las personas que debieran proporcionarle un hogar seguro y ser sus principales modelos a imitar. También se verificó que tíos y tías son responsables del 4.8 % de los abusos, en tanto que los abuelos lo son en un 3.3 % y los hermanos en un 1.8 %. La problemática del abuso en la familia se complica porque en la mayoría de los casos, el apoyo de personas ajenas es muy limitado y el niño debe confrontar a su agresor cada día. El abuso infantil ha sido un conflicto que ha persistido desde los pueblos y civilizaciones de la antigüedad donde utilizaban a los niños para realizar sacrificios y rituales. Sin embargo no hace tanto tiempo que la sociedad obtuvo control sobre el abuso en los menores de edad. 1.4.1. Abandono de niña o niño La ciencia médica reconoce como causa de muerte por infanticidio cuando la madre voluntariamente no da aquellas unidades necesarias al recién nacido para el mantenimiento de la vida. Las omisiones o faltas pueden ser de diferentes naturalezas: abandono del neonato en un lugar frío y sin ropa, muerte asfíctica debido a la posición en que se dejó al niño y falta de alimento. Hostigamiento.- El hostigamiento es un tormento intencional que se da a nivel físico, verbal o psicológico. Puede implicar desde golpes, empujones, insultos, amenazas y burlas hasta extorsiones para conseguir dinero y pertenencias. Algunos niños hostigan evitando a los demás o difundiendo rumores sobre ellos. Otros usan los medios sociales o los mensajes electrónicos para burlarse de los demás o herir sus sentimientos. Es conveniente tomar con seriedad el hostigamiento y no solo restarle importancia como algo que los niños deben "aguantar". Los efectos pueden ser graves y afectar el sentido de seguridad y autoestima de los niños. En casos graves, el hostigamiento ha contribuido a tragedias, como suicidios y tiroteos en escuelas.

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CAPITULO II 2.1. Diagnostico 2.1.1. Filicidio, infanticidio y neonaticidio: definiciones conceptuales El homicidio o intento de homicidio de un padre o una madre contra un hijo se llama genéricamente filicidio, que consiste en la muerte violenta de un hijo(a) a manos de su padre o madre. Sin embargo, requiere diferenciarse en dos grupos: neonaticidio, cuando el homicidio ocurre en las primeras 24 horas de vida del neonato, e infanticidio, si el menor víctima tiene menos de un año, es decir, como máximo 11 meses (Bourget, Grace & Whitehurst, 2007; Friedman, Cavney & Resnick, 2012; Friedman & Resnick, 2009; Krischer, Stone, Sevecke & Steinmeyer, 2007; Putkonen, Amon, Eronen, Klier, Almiron, Cerderwall & Weizmann-Henelius, 2011; Resnick, 1969). El filicidio no se trata de una tipología homicida nueva (Friedman et al., 2012), pero por fortuna no es un homicidio común en España ni en otros países. En el Estado español, el número de muertes violentas de menores a causa de sus padres, entre el 2004 y el 2007, fue de 48 niños(as), siendo las Comunidades Autónomas de Cataluña, la Comunidad Valenciana y la de Madrid donde se produjeron más casos (Centro Reina Sofía, 2008). En el aspecto sociológico, se trata de homicidios que constituyen un problema social, por la repercusión y el rechazo que generan tanto en la sociedad como en los medios de comunicación, lo cual requiere atención y concienciación por parte de legisladores, profesionales e investigadores (Jaffe, Campbell, Olszowy & Hamilton, 2014; Katz, 2013; Mariano, Chan & Myers, 2014). Respecto a las causas que llevan a un padre/ madre a matar a sus propios hijos(as), estas no son únicas; se deben tener en cuenta variables demográficas, ambientales y psicosociales, además de las características individuales propias de cada persona. Según algunos autores, la más importante de todas es la dinámica familiar, que puede ser crucial para el comportamiento filicida (Debowska, Boduszek & Dhingra, 2015). 16

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En relación con la estructuración del homicidio por parte de las madres contra sus hijos(as), existen tres fases (McKee & Egan, 2013): a) Precursores o antecedentes: que intensifican la situación donde la madre contempla la muerte del hijo o decide esconder el embarazo; b) Fase criminal: la agresora empieza a llevar a cabo las acciones orientadas a acabar con la vida del menor; c) Fase poscriminal: acciones posteriores al crimen, como el suicidio, la ocultación de evidencias o la confesión de este. De esta fase se destaca que las mujeres neonaticidas jóvenes, tras dar a luz, tienen una pronta recuperación física y emocional que les permite continuar con sus actividades rutinarias. En la fase criminal, cuando se lleva a cabo el hecho, las mujeres filicidas usan varios métodos para matar a sus hijos, y la firma subyacente aporta información sobre el tipo de intimidad entre víctima y agresora. Si bien algunos autores consideran que las conductas criminales empleadas por un padre o madre contra su hijo(a) no son violentas (González & Muñoz-Rivas, 2003), entre los métodos estudiados se pueden encontrar envenenamiento, estrangulación, golpes, asfixia y ahogamiento. También es frecuente la negligencia como método para acabar con la vida de niños(as) menores de un año, en especial neonatos. En el caso de hijos(as) mayores, por ejemplo, en el filicidio adulto es común el uso de armas, ya que las víctimas pueden oponer una mayor resistencia (McKee & Egan, 2013; Mugavin, 2008). 2.1.2. Filicidio e infanticidio Como se ha mencionado, el filicidio, por un lado, consiste en la muerte violenta de una persona a manos de su padre o madre, teniendo la víctima más de un año de vida. Por otro lado, el infanticidio consiste en la acción homicida de un padre/madre contra la vida de su hijo(a), teniendo este más de 24 horas de nacido, es decir, entre 25 horas de vida y 1 año de edad (Bourget et al., 2007; Friedman et al., 2012; Friedman & Resnick, 2009; Krischer et al., 2007; Putkonen et al., 2011). Si bien el mayor riesgo de muerte violenta de un hijo a manos de sus padres se concentra en las primeras 24 horas de nacido (neonaticidio), este se extiende hasta 17

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los primeros seis meses de vida, mientras duran los síntomas de depresión posparto de la madre, que se manifiestan en la psicosis. Cuanto más pequeño es el menor, el peligro aumenta al percibir la madre al bebé como su posesión (Resnick, 1969). El suicidio seguido del filicidio, conocido como filicidio-suicidio, puede darse en estos casos, en los que el suicidio es la motivación primaria del agresor, al considerar a la víctima como una parte extendida de sí mismo, por lo que termina matándola. En estos casos suele haber un trastorno mental pronunciado en el agresor (Liem, de Vet & Koenraadt, 2010). Es frecuente la existencia de psicopatologías en el/la agresor(a) (González & Muñoz-Rivas, 2003), pero sería erróneo pensar en el trastorno mental como causa única del filicidio, al atribuirle las deficiencias en la capacidad de las madres de conectar con su hijo(a) y las habilidades que requiere el rol materno a determinado trastorno (Eke, Basoglu, Bakar & Oral, 2015). Respecto a conductas criminales en los casos de filicidio, McKee & Egan (2013) estudiaron 21 madres que habían matado a sus hijos en el Reino Unido, y encontraron que la conducta criminal más empleada fue la asfixia, seguida del apuñalamiento, estrangulación y, en menor medida, el envenenamiento y violencia física. Fue común el suicidio postcriminal, en el que el perfil del agresor está formado por un historial de autoviolencia y depresión. En los casos de infanticidio y neonaticidio, ambos grupos estaban conectados al ser la madre de edad joven y motivada por sentimientos de ira contra el menor u otra persona, lo que manifiesta afecto negativo, destacándose mujeres psicóticas con estresores vitales (Krischer et al., 2007). La edad es otro aspecto que permite comprender los hechos. Eke et al. (2015) analizaron una muestra de madres filicidas en Turquía, y encontraron que la media de edad de las agresoras era de 26 años, la mayoría de las cuales eran víctimas niñas, y el rango de edad más victimizado los primeros 12 meses de vida y entre los tres y los seis años.

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Por su parte, Krischer et al. (2007) investigaron el filicidio, infanticidio y neonaticidio en Nueva York. Respecto a las madres homicidas, la edad media fue de 30 años, y el tipo de delito más cometido, el filicidio. La edad de los niños(as) víctimas fue de entre 3 y 4 años de media, en la que se presentan más casos de niños fallecidos que de niñas (55 %). Un porcentaje elevado de la muestra padecía alguna psicopatología, problemas sociales, era madre soltera y tenía problemas financieros, así como abuso de drogas. 2.1.3. Neonaticidio El neonaticidio se presenta en contextos diferentes y consiste en el tipo de homicidio contra un hijo, más difícil de prevenir debido a la naturaleza clandestina del embarazo, al mantenerse en secreto y evitar la búsqueda de apoyo por parte de las madres. Como se ha definido, consiste en el homicidio de un menor en sus primeras 24 horas de vida, a manos de su madre o de su padre, período temporal que entraña mayor riesgo para la vida del bebé. La mayoría de las veces es la madre quien comete el crimen, actuando sola y habiendo vivido su embarazo en secreto (Friedman et al., 2012; González & Muñoz-Rivas, 2003; Resnick, 1969). Los riesgos comunes para el neonaticidio son el embarazo de un bebé no deseado, ser una mujer joven de estatus socioeconómico bajo, la ausencia de cuidados prenatales y la no existencia de una relación de pareja estable. Además, las mujeres intentan evadir la estampa de la ilegitimidad de su embarazo, tienen personalidades inmaduras y se ven superadas por la maternidad (Barone, Bramante, Lionetti & Pastore, 2014; González & Muñoz-Rivas, 2003; Krischer et al., 2007). La personalidad de estas jóvenes neonaticidas se caracteriza por la presencia de dificultades sociales y posibles rasgos de depresión. Asimismo, es probable que vean su papel como madre amenazado por terceras personas o por la ausencia de habilidades maternas, de modo que difieren de aquellas madres seguras en el apego de sus relaciones, las cuales no son proclives a lastimar a sus hijos(as) (Léveillée, Marleau & Dubé, 2007; McKee & Egan, 2013). 19

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Se trata en su mayoría de jóvenes solteras, a diferencia de las mujeres adultas que puedan tener trastornos mentales y que suceden en escasas ocasiones. Estas jóvenes tienen situaciones de convivencia y socioeconómicas adversas, bajo nivel educativo, no sufren patologías mentales serias y han ocultado su embarazo, a la vez que no han recibido cuidados prenatales. Luego del neonaticidio pueden desarrollar depresión, trastorno de estrés postraumático o en ocasiones lo fingen (Friedman & Resnick, 2009; Lysell, Runeson, Lichtenstein & Längström, 2014). Sin embargo, la reacción posparto puede ser el resultado de procesos internos durante el embarazo. En algunos casos se presenta la negación de la gestación, en tres formas: profunda, cuando las mujeres no son conscientes, en forma física ni emocional, del embarazo; afectiva, si son conscientes del embarazo a nivel cognitivo, pero no emocional; psicótica, la menos común y propia de mujeres con un diagnóstico de esquizofrenia y antecedentes de pérdida de custodia (Friedman et al., 2012). En relación con estudios precedentes, McKee & Egan (2013) encontraron que las madres neonaticidas habían intentado ocultar su embarazo y los cadáveres, depositándolos en la basura o en ríos, si bien algunas avisaron a las autoridades y mostraron cuidado con los cuerpos, bañándolos, vistiéndolos o poniéndoles juguetes a un lado. El estudio de Krischer et al. (2007) mostró, tal y como se ha explicado, la existencia en las madres neonaticidas de una motivación de ira contra el menor, o vengativa contra otra persona, y se dieron casos de patología mental, como psicosis sumada a estresores vitales. Por tanto, la distinción básica entre el neonaticidio, el infanticidio y el filicidio recae en la edad de la víctima: 24 horas de vida en el primer caso, entre 25 meses y un año en el segundo y, finalmente, superior a un año de edad en el tercero. Tanto las causas como las motivaciones que suceden en un caso pueden ocurrir en otro, aunque el rango de edad de la víctima sea diferente. E. g., algunos(as) neonaticidas comparten un perfil común con los(as) filicidas, que puede incluir psicopatología,

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suicidio o intento de suicidio tras el homicidio, violencia y ausencia de ocultación del cuerpo de sus víctimas (Camperio & Fontanesi, 2012). 2.1.4. Madres y padres homicidas: semejanzas y diferencias Respecto al perfil de madres y padres filicidas, infanticidas y neonaticidas, el sexo de los agresores coincide en ambos al encontrarse estresores vitales, aislamiento social y ausencia de apoyo social o incluso abuso durante la niñez (Bourget et al., 2007; Friedman et al., 2012). Sin embargo, pueden apreciarse algunas diferencias, como el hecho de que las madres sean más proclives a cometer neonaticidio y a padecer trastornos de personalidad, así como depresión o ansiedad. En el caso de las mujeres, es muy importante la edad combinada con el trastorno mental, al aumentar las probabilidades de cometer filicidio a mayor edad de los niños(as). Asimismo, las mujeres adultas son más proclives a cometer el homicidio por razones desadaptativas o las psicopatológicas mencionadas (Friedman et al., 2012). Respecto a los padres, no suelen cometer filicidio, infanticidio ni neonaticidio de forma tan común como las madres. Aquellos que sí matan a sus hijos suelen tener una edad superior a la de las mujeres, y es más probable que hayan victimizado a sus hijos, lo que convierte el filicidio en una forma extrema de maltrato, tras el cual es frecuente el suicidio. El riesgo de que cometan los crímenes mencionados aumenta si los recursos escasean, si el(la) niño(a) está enfermo, si existe incertidumbre paterna o si se encuentra coaccionado por un tercero (Bourget et al., 2007; Friedman et al., 2012; Jaffe et al., 2014). Se destaca en especial el homicidio paterno cuando el(la) niño(a) presenta problemas de conducta y es castigado mediante violencia física. Si es excesiva, puede acabar causando la muerte del menor (Debowska et al., 2015; González & Muñoz- Rivas, 2003; Léveillée et al., 2007).

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CAPITULO III 3.1. Propuesta 3.1.1. Prevenir infanticidios Para prevenir, detectar y tratar a tiempo las psicosis puerperales es importante: Acompañar y ayudar a las madres en todo el posparto. La soledad en el puerperio puede ser mortal. No está en nuestra naturaleza criar solas, ni siquiera pasar un día entero con un bebé de pocas semanas. Estamos preparadas para criar en familia, en tribu o en comunidad, como lo queramos llamar. La misma mujer que puede pasar un posparto feliz si tiene cerca a su madre, abuelas, amigas, hermanas, o vecinas además del padre, abuelos, tíos etc…puede pasar una depresión infernal si se encuentra todo el día sola con su bebé en una gran ciudad lejos de su lugar de origen y sin red social más allá del padre del bebé, por ejemplo. Si una madre ya tiene síntomas de depresión o malestar en posparto es especialmente importante que pase el día acompañada de seres queridos que compartan los cuidados del bebé y que le cuiden a ella también. El sueño: de máxima importancia, especialmente en los días que siguen al parto. Es una barbaridad y una irresponsabilidad despertar a una madre en la planta de maternidad porque toca ponerle el termómetro o le tiene que ver el médico: aunque sean las doce del mediodía tal vez sea la primera vez que duerme en 72 horas desde que se puso de parto. El insomnio es uno de los primeros síntomas de alarma de los trastornos psiquiátricos del posparto: una verdadera urgencia que hay que tratar permitiendo que la madre duerma mientras alguien se ocupa de su bebé o incluso con medicación, algo perfectamente compatible con la lactancia por otra parte. La escucha y la comprensión a las madres, validando sus complejos sentimientos, dejando de idealizar el puerperio o de infantilizar a las mujeres. La ambivalencia en el puerperio es lo normal: puedes estar feliz y a la vez tener ganas de salir corriendo 22

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cuando tu bebé llora o preguntarte en que hora se te ocurrió ser madre. Los grupos de madres son un espacio necesario y no deberían limitarse sólo a las madres lactantes. Urge crear espacios de apoyo en puerperio en la comunidad y urge también que los profesionales sanitarios estén formados para escuchar a las madres y detectar cuando el sufrimiento es señal de una enfermedad. Rechazar el estigma asociado a la enfermedad mental. Todavia hay pocas mujeres que en nuestro entorno hayan hablado públicamente de su experiencia con la depresión o la psicosis posparto. Una pena: eso dificulta que muchas madres se atrevan a pedir ayuda. Si algo he aprendido en toda mi vida de psiquiatra es que la enfermedad mental nos puede tocar a cualquiera, cualquier día. La prevención es especialmente importante en los casos de mujeres que ya tienen un diagnóstico de trastorno bipolar antes del embarazo o que tienen antecedentes familiares cercanos. En esos casos es especialmente necesaria la atención en unidades especializadas en psiquiatría perinatal, la profilaxis previniendo el insomnio, el apoyo a la lactancia materna de un modo real (se sabe ahora que la prolactina es estabilizadora) y el que haya un plan familiar pensado para pedir ayuda inmediatamente si la madre o su entorno notan cualquier síntoma incipiente. En muchos casos es además importante o crucial mantener el tratamiento psiquiátrico durante el embarazo y nunca suspenderlo tras el parto. Cuando una madre presente insomnio grave o conducta bizarra o extraña o mutismo en las semanas que siguen al parto, es muy importante no dejarla sola con el bebé en ningún momento y acompañarle a la urgencia psiquiátrica mas cercana lo antes posible. Si es preciso el ingreso de la madre, minimizar la separación del bebé. Ya que no tenemos unidades madre bebé aún, podemos empezar humanizando y flexibilizando las unidades de hospitalización psiquiátrica de agudos de nuestro país. He conocido algunos casos en los que el personal sensibilizado ha permitido que madres con psicosis puerperales pudieran ver a su bebé a diario durante el ingreso en psiquiatría e incluso que pudieran mantener la lactancia, algo de gran ayuda para minimizar el daño que la psicosis hace a la relación vincular. 23

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La atención en casos de trastorno psiquiatrico puerperal debe incluir también al bebé, al padre o pareja si lo hay, y a la familia cercana. Por supuesto, erradicar la violencia obstétrica y promover el respeto a la fisiología del embarazo y parto. Lograr que la atención al embarazo no esté basada en fomentar el miedo al cuerpo, sino todo lo contrario, en favorecer la vivencia saludable de todo el proceso y el empoderamiento de las mujeres. La erradicación de la violencia obstétrica sin duda hará que muchas mujeres salgan menos traumatizadas de sus partos y con menos riesgo de tener descompensaciones puerperales graves. Facilitar la atención en la red de salud mental a las madres con bebés. Facilitar y permitir la atención en las consultas de los centros de salud mental con bebé incluido. Formar a pediatras, enfermeras de pediatría, matronas y médicos de familia en el screening de los trastornos mentales perinatales además de en el apoyo al puerperio y a la lactancia. En cuanto a los infanticidios que no se producen en el contexto de una psicosis puerperal, creo que algunas prácticas también los pueden prevenir: Las llamadas “cunas para abadonar bebés” que en otros países europeos han demostrado ser útiles para disminuir las tasas de bebés abandonados en contenedores y similares. Permiten dejar a un bebé de forma totalmente anónima, sabiendo que será cuidado y que nadie perseguirá a la madre por ello. La erradicación de la violencia de género, ya que muchos de estas muertes de bebés se produce en hogares donde la violencia de género es continua y gravísima

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4. Conclusión El infanticidio ha existido siempre, desde la historia de la humanidad, pero se ve cada vez más violenta a causa de la permisividad que se da legalmente. La medicina tiene una posición muy clara sobre los casos de infanticidio, pero por lo general no está muy ligada a la justicia en la observación, análisis y casos que ocurren en las ciudades como la de Santa Cruz. La existencia de infanticidios dentro de la sociedad se da por razones dentro de la familia, no aceptación o por abandono en su generalidad. La ley boliviana contempla en el Código Penal sanciones en casos de infanticidio. 5. Recomendación Es necesario evitar y disminuir las tazas de infanticidio en nuestro país ya que este implica un atentado en contra de la vida del niño, niña o adolescente por lo que implementar leyes mas drásticas como ejemplo para este tipo de actos seria una manera de disminuir la taza de infanticidios en nuestro departamento. Crear centros informativos o impartir mas información ya sea televisiva, radial en medios masivos para evitar los abusos familiares hacia los niños y asi poder evitar de cierto modo que se cause dicho delito.

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6. Bibliografía Páginas Web consultadas https://www.eldia.com.bo/index.php?cat=1&pla=3&id_articulo=177876 https://www.humanium.org/es/infanticidio/ http://www.monografias.com/trabajos108/analisis-del-infanticidio-bolivia/analisisdel-infanticidio-bolivia.shtml http://infanticidioenboliviaactual.blogspot.com/2017/11/bolivia-infanticidio.html https://www.policia.gov.co/sites/default/files/filicidio_infanticidio_y_neonaticidio_est udio_descriptivo_de_la_situacionen_espana_entre_los_anos_2000-2010.html

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7. Anexos En el primer semestre hubo 27 infanticidios en Bolivia La mayoría de los victimarios son padres muy jóvenes que no tienen paciencia para el cuidado de sus hijos. Piden inculcar valores. Periódico-La Razón Jueves, 17 de septiembre de 2015

Archivo. El infanticidio es sancionado con 30 años de cárcel. Verónica Zapana S. / La Paz En el primer semestre de este año se registraron 27 infanticidios en el país. La mayoría es de niñas de entre seis y 12 años, indica un monitoreo que realizó la Agencia Nacional de Noticias por los Derechos de la Infancia (ANNI) Bolivia. La institución pide a los padres tolerancia con sus hijos. El informe divulgado ayer por la ANNI, en la presentación del libro Derechos de la Infancia y derechos a la Comunicación, indica que un monitoreo que se hizo a 13 medios escritos de toda Bolivia, entre enero y junio de este año, evidenció 27 noticias sobre infanticidio. De ese total, 16 de las víctimas tenían entre siete y 12 años, y de ellas 11, de cero a seis años. El informe también revela que el infanticidio femenino es el más alto. Del total de víctimas, 16 son niñas y 11 son niños 27

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La coordinadora de la ANNI- Bolivia, Julia Velasco, comentó que estos datos llaman la atención. "En años anteriores se registraban pocos casos de infanticidio, pero desde 2014 los casos se incrementaron bastante", dijo. Aseguró que eso se debe a que la mayoría de los victimarios son los propios padres jóvenes. La mayoría tiene entre 22 y 26 años. Aunque el informe revela que de los 27 casos hubo siete victimarios adolescentes. Principales causas Velasco precisó que existen al menos cuatro causas para que los padres comentan ese delito: la poca paciencia que tienen, los embarazos no deseados, la discapacidad y la discriminación por género. Lamentó que existan padres jóvenes que no asuman la responsabilidad que implica la verdadera crianza de un hijo, en aspectos como la buena alimentación, la entrega de afecto, cariño, y el cuidado al menor. "Pareciera que mientras más joven es el padre, existe menos tolerancia a las exigencias de los hijos". Agregó que incluso hay padres que buscan una nueva relación y que consideran al hijo "como un estorbo". Recalcó que es preciso fortalecer los valores y el amor entre padres e hijos. En Bolivia, la Ley del Código Niño, Niña, Adolescente sanciona el infanticidio con 30 años de privación de libertad. La experta brasileña Suzana Varjão, autora del estudio Derechos de la Infancia y derechos a la Comunicación, dijo que en el país hubo avances en implementar normas y políticas a favor de esta población. A su juicio, en Bolivia se concretaron muchas conquistas a través del trabajo de los medios de comunicación de masas, sobre todo, de periodistas que trabajan en defensa de los derechos de los infantes. Sin embargo, "aún hay mucho por hacer".

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