Monografia Final Literatura Rodolfo Walsh Operacion Masacre

UNIVERSIDAD NACIONAL DEL COMAHUE-FACULTAD DE LENGUAS Literatura en Lengua Española II: Monografía finalPrimer cuatrimes

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UNIVERSIDAD NACIONAL DEL COMAHUE-FACULTAD DE LENGUAS

Literatura en Lengua Española II: Monografía finalPrimer cuatrimestre 2016

Entre el periodismo y la literatura: “Operación Masacre” de Rodolfo Walsh. Sofía Macarena Acuña

Prof. a cargo: Aixa Valentina Natalini - Ayud: Graciela Simonit.

Introducción: El 9 de junio de 1.956 se produce un alzamiento en contra de la dictadura de la Revolución Libertadora, y un grupo de hombres civiles acusados de estar relacionados con este levantamiento son masacrados en un basural de la zona de José León Suárez, provincia de Buenos Aires. Unos meses después le llega la noticia a Rodolfo Walsh que hay un fusilado que vive, y de ahí empieza la investigación que desemboca Operación Masacre, la primer novela testimonial de la literatura mundial, la cual se basa en hechos reales investigados por el autor Rodolfo Walsh, siendo

narrada

con

elementos

pertenecientes

tanto

al

género

periodístico como literario. De esta manera, el mismo autor da origen a un nuevo género literario conocido como género de No-ficción o novela testimonio. El propósito que se persigue en este trabajo, es analizar el libro de Walsh, y pretender demostrar que esta obra contiene recursos literarios y características típicas del género testimonial y de no-ficción, Esto lo analizare con la ayuda de artículos y libros teóricos escritos. Se considerarán para el análisis conceptos teóricos y haré mención de los elementos que determinan al género testimonial y de no-ficción en Operación Masacre. Dejaré en claro demostrando que en las similitudes narrativas, a pesar de tratarse de géneros discursivos muy diferentes hacen referencia a la historia y la presencia de Walsh no solo como escritor

sino como

protagonista del relato. A continuación haré una breve presentación de la vida y obra de este famoso escritor argentino. Vida y obra de Rodolfo Walsh: Rodolfo Walsh nació el 9 de enero de 1927 en la localidad de ChoeleChoel, Provincia de Rio Negro Argentina. Empezó su vida literaria cuando 1

tenía 21 años de edad, con una versión adaptada de “lo que la noche revela” de Cornell Woollrich (Paletta, 2010, P.8). En los siguientes años tuvo un papel importante en el género policial en Argentina. En 1953 publicó su primer libro, Variaciones en Rojo, por el cual se ganó el Premio Municipal de Literatura. 1956 fue un año fundamental en la vida de Walsh, ya que a partir de este año empezó a investigar crímenes políticos, poniendo su vida en peligro en el proceso. Empezó con la obra que analizamos en este trabajo, Operación Masacre, y siguió con dos otras investigaciones periodísticas; El Caso Satanowsky y ¿Quién mató a Rosendo? (Fernández Jiménez, 2010, pp. 14-17). En las primeras décadas del siglo XX el género policial era en el contexto argentino un género entretenido, ingenioso y vivaz. Rodolfo Walsh empezó, con Operación Masacre, a usar el género como un modo de dirigir la atención hacia la violencia del Estado y sus violaciones de derechos humanos. El 25 de marzo de 1977, fue secuestrado por un “grupo de tareas” de la ESMA poco después de haber enviado a varios periódicos su última denuncia, Carta Abierta de un Escritor a la Junta Militar. La dictadura que había empezado un año antes dejó a miles de desaparecidos, entre ellos al mismo Walsh que probablemente se murió de los disparos que recibió en el tiroteo que precedió su secuestro (Bocchino et. al. 2004, p. 93), se presentan los obstáculos en cuanto al género. 1. El género testimonial: Con el fin de analizar la novela de Walsh, es necesario definir algunos conceptos teóricos y precisar los elementos que determinan el género testimonial y de no-ficción. Con respecto al género testimonial, haré mención del libro de Truman Capote, A Sangre Fría, publicado en 1966 y denominado por muchos la primera novela de “no-ficción” o testimonial. Sin embargo, Operación Masacre fue la primer novela en 2

romper con el modelo tradicional del género (Bocchino et. al. 2004). Fue publicada originalmente como relato periodístico. No obstante, sus obras quedan fuera de las clasificaciones genéricas tradicionales, ya que presentan una mezcla entre periodismo, literatura, verdad y ficción (Bocchino et. al. 2004). Según García, el principal interés del relato testimonial “[…] está en el doble juego que establece entre su carácter periférico respecto de los géneros institucionalizados y su posición central en el gusto del público” (Bocchino et. al. 2004, p.105). Ana María Amar Sánchez, fue la primera en publicar un trabajo donde destaca que hay un vínculo en Operación Masacre con la literatura testimonial (Amar Sánchez, 1986, en Foglia, 2005, p. 32). Amar Sánchez considera Operación Masacre como novela testimonio, tradicionalmente llamada novela de no-ficción (Amar Sánchez, 2000, p. 215). Este nombre tradicional es muy descriptivo del género, dado que explicita sus características elementales. Hay que destacar que en mi trabajo utilizo el nombre “novela testimonio”. El género presenta una complicación en cuanto a la interpretación del lector, dado que puede ser interpretada como novela de ficción, aunque el lector está consciente de que se trata de hechos reales. La novela testimonio se distancia del periodismo y del realismo ingenuo en la construcción del relato, sobre todo por lo que se refiere a la composición entre el acontecimiento, el material seleccionado y la forma de narrar. Con respecto a la narración de la verdad, es en el caso de la novela testimonio el resultado de la producción discursiva, hecha por los sujetos. Sin embargo, en el caso del periodismo convencional la verdad es narrada con actitud distante, y se trata de presentar la verdad objetivamente (Amar Sánchez, 2000). Está bien aclarado que desde la perspectiva del género no-ficción, Ana María señala el vínculo esencial que mantiene Walsh en la verdad 3

y el sujeto. La verdad es la verdad de los sujetos que construyen una versión, es decir, un relato. Los sujetos, los que participan como testigos, los que dan sus testimonios, los “personajes” de los hechos y especialmente, los sujetos de enunciación, son los que definen la condición de relatos de los textos. Además, Ana María Amar Sánchez especifica que los discursos noficcionales tienen dos particularidades comunes que muestran su peculiar condición narrativa; subjetivización e interdependencia formal.

Estos

son

dos

modos

particulares

que

definen

a

la

construcción no-ficcional. Este tipo de subjetivación de las figuras provenientes de lo real pasa a constituirse en personajes y narradores. Esta construye una narración y lleva a primer plano a los personajes, enfoca de cerca e individualiza a aquellos sujetos que en un informe periodístico o en un discurso histórico tradicional quedarían en el anonimato. Esta subjetivización de los personajes y de los narradores los sitúa en el ámbito narrativo pero siguen perteneciendo al mundo de lo real; por lo tanto, es en ellos donde se genera la verdadera fusión. En su escrito, Walsh muestra una exposición máxima de esta subjetivación, en la primera parte titulada “Las personas”. En ésta el escritor no solo realiza la descripción física de las personas que fueron víctimas de la masacre, sino que hace hincapié en sus sentimientos, hogares y formas de vida, relaciones humanas, miedos e incluso pensamientos. Pero además de estas personas hay otro personaje fundamental en la historia al que Walsh caracteriza y describe profundamente; se trata de él mismo. Ya desde el inicio del texto se denota esto, se ve en el prólogo y en la introducción del libro donde el autor explica cómo se gesta y se desarrolla la investigación; se trata de una investigación 4

posterior a los hechos pero por la magia de la narración pasa en el texto a preceder a los hechos y se constituye ella misma en acontecimiento.

Allí

se

va

definiendo

a

un

protagonista

importantísimo, la figura clave del narrador-periodista-detective. El autor no se limita a mantener el discurso cargándolo de subjetividad, sino que condensa múltiples funciones (algunas como personaje de la historia): narra, construye, investiga, acusa e intenta reparar la injusticia. Aclaro, que la subjetivación de la que estoy hablando no se restringe únicamente a los personajes, también abarca los hechos que relata. Mientras que el periodismo y la historia suelen trabajar generalizando y

distanciando,

metódicamente

el

discurso

enfocando

de

narrativo muy

cerca

no los

ficcional

trabaja

fragmentos.

En

“Operación masacre” puede observarse esta tendencia, en cómo se especifican las situaciones por las que atravesaron los distintos personajes. El texto no se contenta con informar que hubo un fusilamiento en que se salvaron algunas personas; no, en éste se especifica como las víctimas fueron “detenidas”, como se dieron los hechos en la comisaría, como se salvaron quienes lograron salvarse y como murieron aquellos que no corrieron con la misma suerte, como los sobrevivientes fueron acechados y perseguidos, como los culpables siguen libres y sin juicio, etc. 2. “Operación Masacre” entre el periodismo y el género de no-ficción: Operación Masacre

ha sido modificada en la manera de hacer

periodismo, provocó un cruce entre la novela y los hechos verídicos y llevó al surgimiento de un nuevo género literario: la novela de noficción. Con esta novela, el escritor argentino será pionero en aquel género que, tres años más tarde, consagrará Truman Capote. 5

Amar Sánchez en “el relato de los hechos”

marca cuáles son las

características del discurso narrativo de no-ficción que, a mi consideración, pueden sintetizarse en tres: la relación del género con los

métodos

empleados

por

el

periodismo

(aunque

presenta

determinadas diferencias), la subjetivación de los personajes y su cercanía con el género policial. Con el surgimiento de la no-ficción se produce una ruptura con la narrativa anterior. Este discurso aparece en un momento de renovación debido a “circunstancias históricas en las que los acontecimientos no precisan de lo imaginario para constituirse en relatos,

como si pertenecieran a una realidad lo suficientemente

literaria” (Piglia, 2000, pp. 66-67). Lo que plantea Amar Sánchez es que hay formas adoptadas, no canonizadas que implican una toma de posición, es decir, una postura política. Se puede pensar al género como no-político, no solo por el tema que trata, sino por el tipo de relato que se construye siempre en los márgenes de diversos géneros distanciándose uno de otros. La no-ficción tomará algunas formas narrativas de la novela, y a su vez expondrá los caracteres del periodismo. Una de las similitudes del género de no-ficción con el periodismo es que los documentos, testimonios y noticias de prensa, son un polo de referencia externo en el que constantemente se hace presente en el texto. En el caso de Operación Masacre, Walsh expone como sucedieron los hechos y, a su vez nos va diciendo cómo llegó a esas conclusiones, por medio de ciertas “Pruebas”, e inclusive menciona aquellas que no pudo conseguir, aquellos hechos que no pudo probar lo suficientemente. “(….) interrogando a un número bastante grande de testigos secundarios, 6

Deduje que efectivamente existió un sargento Díaz. Curiosamente, nadie Recordaba su nombre de pila y casi todos lo daban por muerto”. (Walsh, 2000). Otro punto de conexión

con el periodismo es que los relatos de

Walsh, ya sean de ficción o no-ficción requieren de un lector informado que conozca el contexto histórico y social que rodeo los acontecimientos que se están narrando. Esto sucede en “Operación Masacre”, donde no se explicita con claridad los procesos políticos que rodeaban al país en aquellos años. Es necesario marcar lo que distancia al género del periodismo que le da sustento. Todo discurso argumentativo surge de una selección previa del material a exhibirse y requiere manera particular de exposición. Esto hace que el discurso, a pesar de ser objetivo, siempre presente una postura subjetiva. El género de no-ficción no intentara ocultar esto, sino que destruirá los periódicos que producen “efectos de verdad y objetividad” y pondrá “el acento en el montaje y el modo de organización del material”. Lo que allí se presenta es solo una versión de los hechos, nunca oculta el montaje y le selección de los testimonios y esta normativización a la que los somete, señala el abandono de todo intento de forma neutral. Acabará con el canon establecido por la retórica periodística para tomar una postura subjetiva ante la situación y expresar su opinión respecto de la misma. Además, se manifiesta sus diferencias con los artículos de los periódicos: los relatos no ficcionales denuncian errores de la prensa, entonces la verdad de los hechos está en la reconstrucción no ficcional. (Peña Marín, 1982).

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El autor expone su investigación y demuestra cómo ha llegado a la verdad de los hechos que está relatando. En este caso, cito su versión para polemizar y confrontar con otra: “Aquí quiero pedirle al lector que descrea de lo que yo he narrado, que desconfíe (…) de los posibles trucos verbales a los que acude cualquier periodista

cuando quiere probar algo, y que crea

solamente en aquello que, coincidiendo conmigo, dijo Fernández Suarez”. (Operación Masacre) El propósito de la novela reportaje es documentar un acontecimiento que es importante dar a conocer para el bien común, “si hay algo justamente que he procurado suscitar en estas páginas es el horror a las revoluciones, cuyas primeras víctimas son siempre personas inocentes, como los fusilados de José León Suárez o como aquel conscripto caído a pocos metros de donde yo estaba.” (Walsh 103) Para que estos sucesos tengan lugar en la memoria colectiva de la gente, se vuelve imprescindible el uso de la ficción entendida ésta como narración literaria. La narración registra y reconstruye los hechos para dar cuenta fiel de ellos, para hacerlos comprensibles al lector, y a diferencia de las notas periodísticas, el narrar permite humanizar a las víctimas, dotarlas de corporeidad y voz. “La ficción en Operación masacre no significa ya, La invención argumental o el hábil manejo de convenciones literarias de 8

la época anterior sino una búsqueda, un ahondamiento de las estructuras lingüísticas y narrativas en función de un mayor acercamiento a la realidad, que ahora será la argumentadora de una mejor comunicación al transvasarla y reflexionar sobre ella evitando en lo básico su congelación en articulaciones retóricas.” (Ford 274) De ello deviene su trascendencia, la narración logra expandir el relato evitando la generalización a la que se somete la prensa. Las víctimas tienen voz y se hacen escuchar, Walsh las coloca en constante diálogo a partir de la reconstrucción de sus testimonios y evidencias. Es decir, resucita un momento crucial de la política y

sociedad

argentina para darlo a conocer como es, para que vuelva a ser interpretado al escucharse de la boca de sus protagonistas. En este sentido, la elección de la información, la concentración en el detalle u omnisciencia selectiva, constituyen actos no sólo estéticos, sino también políticos, ya que muestran una versión de los hechos que se enfrenta a otras versiones oficiales - verbales o escritas-. Por otra parte, los para textos también marcan la trascendencia de la obra, le dan vida durante distintos contextos histórico-sociales. Los cambios y/o agregados en el prólogo y el epílogo consiguen colocar a Operación Masacre en varias etapas de la vida argentina -1957,1964, 1969, 1984-, impactando de igual forma en cada una de ellas. Las diferentes

versiones

de

la

obra

-sus

para

textos

y

algunas

modificaciones internas- plasman los cambios en la conciencia política del autor, el receptor y de la población argentina a través del tiempo. La denuncia, por lo tanto, no perece. Incluso después de la muerte de Rodolfo Walsh, el editor de la reimpresión de 1984, agrega un apéndice más (Carta abierta de Rodolfo Walsh a la junta militar) que transforma nuevamente la conciencia colectiva.

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Finalmente, la novela reportaje Operación masacre logra trascender lo meramente literario y lo periodístico, para convertirse en un género híbrido que se escribe, se lee y repercute como un reportaje interpretativo,

pero

también

como

una

novela

testimonial

representativa del siglo XX en Hispanoamérica. 3. Análisis de la novela Operación Masacre en cuanto a el periodista-detective-narrador: En los prólogos de la obra, Rodolfo Walsh se presenta como un periodista que está por investigar un acontecimiento histórico que la prensa oficial ha ocultado durante algunos meses. Incluso nos describe qué se encontraba haciendo y dónde se hallaba la noche que recibe la noticia de los fusilamientos, y al mismo tiempo nos traslada al pasado para explicar qué parte de esos acontecimientos sí tuvo la oportunidad de presenciar como testigo directo. Aquí sabemos que el periodista gusta de jugar ajedrez, escribe cuentos policiales, y no es peronista; lo conocemos a partir de que él mismo enuncia su vida y los motivos que lo impulsan a narrar ese suceso del 9 de junio de 1956. Es decir, el lector conoce al periodista que se interesa por un hecho dramático de la historia política de Argentina, sin embargo no conoce aún los resultados de ese interés y tampoco sabe qué pasó después con su vida. En ese momento, lo único que el lector conoce son rasgos de su vida, antecedentes de una investigación y un dato muy importante para el resto de la historia: Rodolfo Walsh cambia de nombre a Francisco Freyre, se muda de casa, abandona su trabajo de periodista y comienza a investigar. Ahora el lector conoce a Francisco Freyre, que no es ya Rodolfo Walsh, sino un detective investigador que se encargará de descubrir la verdad de los hechos de esa tan mencionada noche. 10

El autor se ha subjetivado o ficcionalizado para lograr atrapar al lector y envolverlo en un juego de preguntas y respuestas, o causas y efectos. Con la ayuda de una amiga periodista, el detective empieza su investigación, pero de nuevo el lector no conoce aún los resultados del caso. No es hasta que el detective se convierte en narrador, que el lector entra en contacto con los hechos, ahora el narrador ordena la información del detective, reconstruye los diálogos a partir de sus testimonios y transforma a las personas reales en personajes subjetivados que darán vida a las escenas basadas rigorosamente en la investigación del detective. Aunque claro, el narrador toma ciertas libertades para incluir en la reconstrucción de los hechos su opinión al respecto, esto obviamente, sin decirse tal cual sino a través de la adjetivación, la ironía, los silencios, la jerarquización de los datos, la estructura; es decir, recursos propios de la literatura. Hacia el final de la obra, el lector sabe a partir de los epílogos lo que le sucedió al periodista: su conversión al peronismo y la modificación en sus concepciones históricas, políticas, sociales y literarias. Una de las historias simultáneas se resuelve gracias a la oscilación entre los para textos y el relato de los hechos, entre realidad y ficción. La otra historia, la de los sucesos, se resuelve mediante la reconstrucción que lleva a cabo el narrador, y finaliza con un juicio impune y los asesinos libres. La tarea del detective es lo que permite que la obra exista, ya que sin la investigación y el vínculo detective-lector, no hubiera pruebas, ni evidencias, ni testimonios, ni reconstrucción, ni historias simultáneas. Por lo tanto, el autor Rodolfo Walsh, busca y construye una verdad, la narra y, a la vez, denuncia una injusticia, es decir, condensa todas las funciones de la novela reportaje. Conclusión: 11

Para concluir este trabajo, podemos decir que Operación Masacre es un texto de ficción. Es una novela basada en hechos reales, las cuales son probadas con datos, documentos y testimonios. Incluso partes del libro, que en un principio fueron publicadas en periódicos como notas periodísticas. Sin embargo, sin poner en duda la veracidad de los hechos, no podemos clasificarlo a este texto como periodístico, ya que el autor se nutre de diversos elementos correspondientes a los textos de ficción. Walsh reconstruye a su manera ficcional las situaciones personales de los personajes. Como una novela policial, el relato se desarrolla en base a un delito donde hay una víctima y un victimario. El rol de detective es reemplazado por el narrador convertido en investigador. Se desarrolla una historia de investigación de un caso, su resolución y consecuencias. De todas formas tampoco podemos decir que este texto siga los parámetros de un género literario, y es por eso que Walsh crea con este libro una nueva forma de escribir, donde los límites entre literatura y periodismo tienden a desaparecer. Es posible concluir entonces que, haciendo uso de los recursos de los géneros periodísticos y de la literatura policial, Rodolfo Walsh escribe un texto cuyo fin principal era la denuncia de un hecho oscuro en la historia Argentina. Los elementos literarios son solo un elemento del que se vale el autor para que la denuncia sea más efectiva. Los fusilamientos quedaron impunes, sin embargo Operación Masacre cumple su objetivo de informar al mundo sobre la verdad. Tampoco hay que pensar que la historia es el reflejo de la realidad. Resultaría muy pretencioso que la lengua asumiera dicha función, ya que se trataría de una herramienta más para darle un mayor grado de verosimilitud a la obra.

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La obra aunque es ficcional en su esencia, juega un rol intermedio entre ser novela policial o un documento de investigación irrebatible. Bibliografía Consultada:  Amar Sánchez, A. M.: “El relato de los hechos. Rodolfo Walsh: Testimonio y escritura”. Beatriz Viterbo Editora.  Amar Sánchez, A. M (200) “El sueño eterno de justicia” en: Lafforgue, J., Ed. Textos de y sobre Rodolfo Walsh. Buenos Aires, Alianza Editorial, pp. 205-206.  Amar Sánchez, Ana María. “El género no ficción: un campo problemático”, en El relato de los hechos. Rodolfo Walsh: testimonio

y

escritura,

Beatriz

Viterbo

Editora,

Rosario,

Argentina. 1992  Bocchino, A. A., García R.L., y Mercere, E (2004) Rodolfo Walsh: del policial al testimonio. Mar del Plata, Estanislao Balder.  Fernández Giménez, L (2010) realidad, ficción y género policiaco y testimonial en la obra de Rodolfo Walsh. (Internet). Tesis de maestría. Universitat de Illies Balears. Disponible en: Http://es.scribd.com/doc/48742201/Realidad-ficcion-y-generopoliciaco-en-Rodolfo-Walsh.  Foglia, G. A. (2005) rehacer y resistir: el proceso de escritura de Operación Masacre de Rodolfo Walsh. (Internet). Tesis doctoral, Universidad de San Pablo. Disponible

en:

http://www.teses.usp.br/disponiveis/8/8145/tde29022/es.php.  Peña, M (1982), cap. IV. La acción discursiva.  Piglia, R. (2000) Formas Breves. Barcelona, Anagrama.  Walsh, R.J (2000) Operación Masacre. Vigésima edición. Ediciones de la Flor, Buenos Aires

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