Monografia de Ansiedad Generalizada

FACULTAD DE CIENCIAS DE LA SALUD ESCUELA ACADÉMICO PROFESIONAL DE PSICOLOGIA TRANSTORNO DE ANSIEDAD GENERALIZADA AUTORE

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FACULTAD DE CIENCIAS DE LA SALUD ESCUELA ACADÉMICO PROFESIONAL DE PSICOLOGIA TRANSTORNO DE ANSIEDAD GENERALIZADA

AUTORES: Balladares Gonzales, Fátima Jackelyn Carrasco Pariahuache, Ingrid Judith Gonzales Ruiz, Erika Ibáñez Flores, Miriam Alexandra Infante Elías, Joselyn Infante Lamadrid, Lourdes León Paima, Carlos Alejandro Rivas Ramos, Sheyla Julissa Zapata Paz, Fiorella

ASESOR: Valle Palomino, Nicolas

CURSO Psicoterapia Individual

PERÚ – 2020

ÍNDICE I.

Introducción...............................................................................................................3

II.

Ansiedad Generalizada...........................................................................................4 2.1.

Definición...........................................................................................................4

2.2.

Epidemiología.....................................................................................................5

2.3.

Etiología..............................................................................................................6

2.4.

Diagnóstico.........................................................................................................7

2.4.1. Criterios diagnósticos según manuales internacional.....................................9 2.4.1.2. CIE-10.........................................................................................................10 2.5.

Comorbilidad....................................................................................................11

2.6.

Modelos explicativos........................................................................................13

2.7.1. Modelo de la Evitación cognitiva de Borkovec.............................................13 2.7.2. Modelo de intolerancia a la incertidumbre de Dugas.....................................13 2.7.3. Modelo metacognitivo de la preocupación y del trastorno de ansiedad generalizada..............................................................................................................14 de Wells....................................................................................................................14 2.7.

Tratamiento.......................................................................................................15

2.8.1. Psicoterapéutico.............................................................................................15 2.8.2. Farmacológico................................................................................................17 2.7.3.

Comparando la eficacia de la Terapia Cognitiva Comportamental y la

Psicofarmacológica..................................................................................................17 III.

Conclusiones.........................................................................................................18

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS........................................................................19

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I. Introducción El presente trabajo de investigación tiene como tema “Trastorno de Ansiedad Generalizada” y se trata de una investigación monográfica desarrollada en el curso de Psicoterapia Individual, perteneciente al VII ciclo de la escuela académico profesional de psicología de la universidad Cesar Vallejo. Rondon (2006) indica que “hasta el 37% de la población tiene la probabilidad de sufrir un trastorno mental alguna vez en su vida.” lo cual genera mayor preocupación en los profesionales de la salud pues esto abre una amplitud de campos a investigar, para poder lograr una óptima detección e incluso poder llegar a prevenirlos. Nuestra finalidad al abordar este tema, nace de nuestra inquietud como grupo de estudio por ampliar nuestros conocimientos respecto a este trastorno, el cual presenta una prevalencia significativa en la población en general; pudiendo observar a través de los diversos aspectos teóricos algunos de los matices que se hallan presentes en esta patología, logrando de este modo tener una mayor capacidad para detectarlo durante nuestro futuro desenvolvimiento como psicólogos, e incluso siendo beneficioso en nuestro actual papel de estudiantes. Dentro de nuestro trabajo, en el desarrollo del marco teórico, hemos considerado puntos importantes a detallar, en primer lugar, se encuentran la definición, epidemiologia y etiología; a esto le sigue los aspectos de diagnóstico y comorbilidad; también hacemos mención de los modelos explicativos que consideramos más resaltantes, finalmente mencionamos el tratamiento implementado antes este trastorno. Los integrantes del grupo conceptualizamos principalmente al TAG como una serie de signos y síntomas que conllevan a un estado crónico de preocupación que es muy difícil de someter y va básicamente acompañado de otros padecimientos en la psique que se vuelven orgánicos por la sugestión de un individuo en su realidad circundante. A raíz de esto nos planteamos dos objetivos principales; definir cuál es la importancia de la investigación del Trastorno de Ansiedad Generalizada y describir propuestas que podrían realizarse entorno a la detección y tratamiento del mismo. Esperamos que el presente aporte de investigación le resulte provechoso y sea utilizado principalmente por los estudiantes de nuestra escuela profesional.

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II. Ansiedad Generalizada II.1. Definición Trastorno de Ansiedad Generalizada (TAG) consiste en una preocupación y ansiedad excesivas (expectativa aprensiva o aprensión ansiosa), y persistentes más de la mitad de los días, durante al menos seis meses, esto significa que su intensidad, duración o frecuencia son desproporcionadas con relación a la probabilidad o impacto real del evento temido; por lo que son difíciles de controlar sobre un número de acontecimientos o actividades. Este trastorno en particular se caracteriza principalmente, como ya hemos mencionado, por un estado de ansiedad y preocupación excesiva e incontrolable ante una serie de circunstancias o actividades, como por ejemplo su salud o responsabilidades dentro del entorno laboral, siendo estas percibidas de manera irracional o desatinada, en la actualidad se ha encontrado que este estado está presente más días de los que suele ausentarse, por lo menos durante tres meses afectando de manera significativa la función cotidiana de los sujetos; en particular, se ha podido observar que se da más frecuente en mujeres, que en hombres. (Andrews, 2018). Continuando con el tema, la definición de TAG en los ciudadanos infante–púber consiste en las manifestaciones de angustia y desasosiego excesivo, lo cual se puede evidenciar de manera colectiva con al menos una de las diversas sintomatologías orgánicas presentes, como la (inquietud, agotamiento, irritación, tensión muscular, dificultades de concentración y/o de sueño), asimismo esto se puede dar ante un extenso espectro de programas y prontitudes que sujetan universalmente ansiedades tanto colegial/académico, perfeccionismo (conteniendo la exactitud y la exuberancia desmesurada de requerimiento relacionada de las tareas escolares), la etapa de energía propia y el de la familia o amigos íntimos, y las relaciones sociales; alargándose como mínimo durante seis meses.(American Psychiatric Association, 2000). Respecto a la aparición de este trastorno en los niños, el DSM-IV refiere que, los niños y adolescentes con TAG tienden a preocuparse excesivamente por su competencia o la calidad de su actuación en el ámbito escolar o deportivo, incluso cuando no son evaluados. Otros temas de preocupación son la puntualidad y acontecimientos catastróficos como los terremotos y la guerra nuclear.

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Actualmente, el mundo es altamente demandante y competitivo, por ello se menciona que los individuos sufren de sensaciones de nerviosismo, agitación o tensión; como también sensación de peligro inminente, pánico o catástrofe, que en ciertas personas llegan a generar una ansiedad patológica, que se ve traducida en casos de trastorno de ansiedad generalizada (TAG); el cual consiste en ansiedad difusa y crónica que se relaciona con expectación aprensiva o preocupación cuyos principales síntomas son: vigilancia, tensión muscular, irritabilidad, inquietud, fatiga, así como dificultades para concentrarse y para dormir, debido a esto para las personas que padecen los daños de este trastorno son importantes el diseño de futuros tratamientos. (Velázquez et al, 2016). De acuerdo con Hodann y Serrano (2016) sugieren que, para las intervenciones del TAG se debe definir un tratamiento efectivo que contribuya científicamente a ayudar a los pacientes de forma óptima, puesto que los síntomas como la angustia, fobia social y estrés, requieren de estudios especializados, para así poder llegar a conclusiones sólidas con respecto a la eficacia de este tipo de intervenciones para un apropiado tratamiento con resultados exitosos. El trastorno de ansiedad generalizada (TAG) se encuentra clasificado dentro de los trastornos de ansiedad según el Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales, quinta edición (DSM-5). Sus manifestaciones clínicas principales son un estado de anticipación aprensiva y se presenta dificultad para controlar la preocupación que expresa en la persona. Uno de los posibles síntomas asociados es la dificultad para concentrarse o quedarse con la mente lúcido. (Langarita y Gracia, 2019). II.2. Epidemiología En general, el trastorno de ansiedad es uno de los problemas psicológicos más comunes de todas las edades, sin embargo a pesar de esto, son limitados los estudios epidemiológicos realizados en adultos mayores aunque parecen tener la misma tendencia; al revisar las investigaciones relacionadas a esto, se puede concluir que del 10% al 20% de los ancianos presentan síntomas de ansiedad obvios, ubicando entre al trastorno de ansiedad generalizada entre los más importantes en este grupo etario debido a su larga duración, fuerte persistencia y alta prevalencia. (Márquez, 2001) 5

En un estudio epidemiológico realizado en España con la finalidad de esclarecer la prevalencia clínica y motivo de consulta del TAG en consultas ambulatorias de salud mental, utilizando un método de investigación transversal y multicéntrico, se llegó a la conclusión que: La prevalencia del TAG en consultas ambulatorias de salud mental en España es más alta de lo esperado, siendo las mujeres de entre 25 y 45 años el grupo con mayor prevalencia. El motivo de consulta más frecuente en estos centros son los trastornos de depresión seguidos por los de ansiedad. Entre los pacientes con TAG, los síntomas propios sólo suponen dos tercios de las consultas; es decir, casi uno de cada tres pacientes consulta por un motivo distinto al de su diagnóstico. Finalmente, de los pacientes que visitan al psiquiatra sin diagnóstico de TAG un 10% lo padece. (Caballero et al., 2009) Existen también datos que indican que el trastorno de ansiedad generalizada ocupa el segundo lugar en trastornos frecuentes en la etapa infantil, pues le sigue al de ansiedad por separación, siendo el 2,9% de la población infantil el afectado, además su prevalencia es la mayor en niños y adolescentes, siendo 13 años la edad promedio de aparición en estos últimos; se presenta en una misma proporción tanto en varones como en mujeres. (Rodríguez et al., 2016) II.3. Etiología Los trastornos mentales constituyen una causa importante de discapacidad en la población, pero uno de los más frecuentes es el trastorno de ansiedad, el cual es una emoción normal que se experimenta en situaciones amenazantes, pero es vista como patológica cuando la ansiedad es muy intensa, de larga duración o desproporcionada a la circunstancia. Según Orozco & Baldares (2012) informa que, desde el punto de vista neurobiológico, la ansiedad tiene su base en ciertas zonas del tallo cerebral (núcleos del Rafé, locus ceruleus) que están involucradas en el desarrollo y transmisión de la angustia, y el hipocampo y la amígdala pertenecientes al sistema límbico. El sistema GABA es el neurotransmisor de acción inhibitoria más importante. A veces funciona como ansiolítico y otras como generador de angustia. Como en otras condiciones mentales, la causa exacta del TAG no se conoce, aunque puede incluir múltiples factores: biológicos, psicosociales, traumáticos, psicodinámicos y cognitivos. 6

Factores Biológicos: El trastorno de ansiedad comparte elementos genéticos o biológicos esto quiere decir, que los tenemos predeterminados en los genes y eso hará que, ante situaciones fuertes o desencadenantes, algunas personas sufran de ansiedad (Sotillo, 2012), esto quiere decir que las personas con predisposición genética al Trastorno de Ansiedad Generalizada tienen más posibilidades de desarrollarlo. Factores Psicosociales: Los estresores psicosociales ya sea, en el ámbito laboral, socioeconómico o interpersonal, juegan un papel fundamental en muchos de los Trastornos de Ansiedad, por lo que se ha sugerido que el tipo de educación que se brinda en la infancia es muy importante ya que predispone al Trastorno de Ansiedad en la edad adulta, sin embargo, no se han identificado causas específicas. [CITATION Oro12 \l 3082 ] Factores Traumáticos: Cuando un individuo experimento o enfrenta eventos traumáticos (accidentes graves, desastres, ataques, muertes, violaciones, torturas, secuestros, etc.) generalmente estos le ocasionan daños en el ámbito orgánico, específicamente en el cerebro, causando que se desarrollen síntomas graves como la ansiedad. (Reyes, 2010) Factores Psicodinámicos: La ansiedad se considera como la respuesta individual a un peligro que amenaza desde dentro en forma de un impulso instintivo que está a punto de escapar del control del individuo. La ansiedad como señal de alarma provoca que el “yo” adopte medidas defensivas. Si las defensas tienen éxito la ansiedad desaparece y si no sale libremente o se contienen, según el tipo de defensa empleada, puede presentar síntomas conversivos, disociativos, fóbicos y obsesivocompulsivos. (Reyes, 2010) Factores Cognitivos y Conductuales: Desde una perspectiva cognitiva, la respuesta de ansiedad se genera por la percepción de las cosas, de las situaciones, más que por las cosas en sí mismas.[ CITATION Sot12 \l 3082 ] Se piensa que los patrones cognitivos distorsionados (pensamientos negativos) se ven reflejado en conductas desadaptadas por parte de los individuos, la ansiedad se presenta por una sobrevaloración amenazante de los estímulos.[CITATION Oro12 \l 3082 ]

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II.4. Diagnóstico La mayoría de personas que presenta preocupaciones en distintas formas y etapas de su vida, pues esto es completamente normal, y no necesariamente significa que tenga TAG o algún otro trastorno relacionado; no obstante, si la preocupación por su entorno y por todas las cosas es tan intensa que le impide realizar su vida cotidiana debido a que se siente tenso y preocupado la mayor parte del tiempo es probable que si lo padezca; la persona que sufre este trastorno de ansiedad tiene una gran facilidad para preocuparse por diversas situaciones y a su vez manifiesta dificultad para controlar estos pensamientos, Asimismo el temor también forma parte de esta ansiedad y se puede llegar a convertir en una patología por el incremento de estas sensaciones que la persona siente y manifiesta. Para lograr identificar estos síntomas, se debe tomar en consideración una adecuada observación y entrevista ya que son la base para identificar este trastorno, además de la aplicación de instrumentos psicológicas que ayudaran a descartar o diagnosticar el TAG. Particularmente para identificar un trastorno de ansiedad se debe discernir entre la “ansiedad normal” y “ansiedad patológica” como ya hemos mencionado en el párrafo anterior, una dista mucho de la otra; en el caso de la primera mencionada, la intensidad y duración de esta es consistente con la dimensión del estímulo que la provoque y cesa cuando este desaparece; en caso que la situación desencadenante continúe con el tiempo (enfermedades, problemas en el trabajo, etc.) se espera que la ansiedad clínicamente significativa disminuya o alcance su pico; no se suele encontrar casos de “ansiedad normal” de una duración de seis meses requerida en los criterios de diagnóstico. En cambio, si el cuadro ansioso no disminuye su intensidad a pesar de haber reconocido que lo está provocando, podemos estar hablando de una ansiedad patológica, incluso si el episodio no ha durado mucho tiempo, pero la intensidad de los síntomas tanto físicos como mentales es intensa se deberá evaluar su carácter patológico. (Resnik & Cascardo, 2001) Lo correcto en el proceso de diagnóstico del TAG, seria detectarlo en un nivel de atención primario, ya que esto contribuiría a comenzar un tratamiento temprano y apropiado para esta enfermedad; sin embargo, existe un 50% de trastornos mentales que no son diagnosticados ni tratados a tiempo en este nivel de atención mencionado; una de las principales razones de ello la alta tasa de diagnóstico erróneo de TAG, a consecuencia de que la consulta en su mayoría no es por ansiedad sino por molestias 8

físicas, esto vinculado con la presencia de comorbilidades médicas y psiquiátricas en el desarrollo de este trastorno, retrasa el diagnostico propicio; esto nos lleva a pensar que una mejor comprensión de los síntomas de los pacientes con TAG en los servicios de atención primaria ayudará a manejar mejor a estos pacientes y distribuir los recursos médicos de forma pertinente. (García et al., 2012) Encontramos un estudio dado en Argentina, sobre “El perfil de personalidad de pacientes con Trastorno de Ansiedad Generalizada”, en el que explica que se han hallado correlaciones entre los rasgos de la personalidad y el TAG, llegando a concluir lo siguiente: Dados los resultados en relación a las diferencias observadas entre los tres grupos respecto de las variables del MIPS antes evaluadas, éstos sugieren que los pacientes con TAG podrían presentar una mayor tendencia a anteponer las necesidades de los demás a las propias (protección) y a evaluar las situaciones conforme a sus propias reacciones afectivas más que a las intelectuales (afectividad). (Vetere, 2007) Respecto a esto último, se podrían realizar muchas más investigaciones sobre la relación entre la personalidad y el TAG, ya que nos dará un panorama mejor para el momento de realizar nuestra evaluación diagnostica. 2.4.1. Criterios diagnósticos según manuales internacional 2.4.1.1. DSM-V De acuerdo con los criterios especificados según American Psychiatric Association (2014) en su “Manual Diagnostico y Estadístico de los Trastornos mentales” en su 5ta edición, toma en cuenta lo siguiente: A. Ansiedad y preocupación excesiva (anticipación aprensiva), que se produce durante más días de los que ha estado ausente durante un mínimo de seis meses, en relación con diversos sucesos o actividades (como en la actividad laboral o escolar). B. Al individuo le es difícil controlar la preocupación. C. La ansiedad y la preocupación se asocian a tres (o más) de los seis síntomas siguientes (y al menos algunos síntomas han estado presentes durante más días de los que han estado ausentes durante los últimos seis meses): 9

Nota: En los niños, solamente se requiere un ítem. 1. Inquietud o sensación de estar atrapado o con los nervios de punta. 2. Fácilmente fatigado. 3. Dificultad para concentrarse o quedarse con la mente en blanco. 4. Irritabilidad. 5. Tensión muscular. 6. Problemas de sueño (dificultad para dormirse o para continuar durmiendo, o sueño inquieto e insatisfactorio). D. La ansiedad, la preocupación o los síntomas físicos causan malestar clínicamente significativo o deterioro en lo social, laboral u otras áreas importantes del funcionamiento. E. La alteración no se puede atribuir a los efectos fisiológicos de una sustancia (p. ej., una droga, un medicamento) ni a otra afección médica (p. ej., hipertiroidismo). F. La alteración no se explica mejor por otro trastorno mental (p. ej., ansiedad o preocupación de tener ataques de pánico en el trastorno de pánico, valoración negativa en el trastorno de ansiedad social [fobia social], contaminación u otras obsesiones en el trastorno obsesivocompulsivo, separación de las figuras de apego en el trastorno de ansiedad por separación, recuerdo de sucesos traumáticos en el trastorno de estrés postraumático, aumento de peso en la anorexia nerviosa, dolencias físicas en el trastorno de síntomas somáticos, percepción de imperfecciones en el trastorno dismórfico corporal, tener una enfermedad grave en el trastorno de ansiedad por enfermedad, o el contenido de creencias delirantes en la esquizofrenia o el trastorno delirante. 2.4.1.2. CIE-10 La Organización Panamericana de la Salud (1995) en el libro “Clasificación estadística internacional de enfermedades y problemas relacionados con la salud” en su 10ma edición, define que la característica esencial de este trastorno es una ansiedad generalizada y persistente, que no está limitada y ni siquiera predomina en ninguna circunstancia ambiental en particular (es decir, se trata de una "angustia libre flotante"). Como en el caso de otros 10

trastornos de ansiedad los síntomas predominantes son muy variables, pero lo más frecuente son quejas de sentirse constantemente nervioso, temblores, tensión muscular, sudoración, mareos, palpitaciones, vértigos y molestias epigástricas. Este trastorno es más frecuente en mujeres y está a menudo relacionado con estrés ambiental crónico. Su curso es variable, pero tiende a ser fluctuante y crónico. Pautas para el diagnóstico; el afectado debe tener síntomas de ansiedad la mayor parte de los días durante al menos varias semanas seguidas. Entre ellos deben estar presentes rasgos de: a. Aprensión (preocupaciones acerca de calamidades venideras, sentirse "al límite", dificultades de concentración, etc.). b. Tensión muscular (agitación e inquietud psicomotrices, cefaleas de tensión, temblores, incapacidad de relajarse). c. Hiperactividad vegetativa (mareos, sudoración, taquicardia o taquipnea, molestias epigástricas, vértigo, sequedad de boca, etc.). En los niños suelen ser llamativas la necesidad constante de seguridad y las quejas somáticas recurrentes. La presencia transitoria (durante pocos días seguidos) de otros síntomas, en particular de depresión, no descarta un diagnóstico principal de trastorno de ansiedad generalizada, pero no deben satisfacerse las pautas de episodio depresivo (F32.-), trastorno de ansiedad fóbica (F40.-), trastorno de pánico (F41.0) o trastorno obsesivo-compulsivo (F42.-). Incluye: Estado de ansiedad. Neurosis de ansiedad. Reacción de ansiedad. Excluye: Neurastenia (F48.0). II.5.

Comorbilidad

Como hemos mencionado previamente, el TAG, presenta una gran comorbilidad tanto psiquiátrica como médica, por lo cual existe una gran probabilidad que, si está presente este trastorno, simultáneamente el paciente podría padecer de cualquier otra patología. Como dentro de la sintomatología que se presencia en el TAG, existen 11

síntomas somáticos, muchas veces estos son los que causan que el paciente se acerque a consulta, aunque el verdadero problema está lejos de ser físico, no es considerada la posibilidad de una enfermedad psíquica, que sea la causante de las consecuencias psicosomáticas. Sin embargo, investigaciones han precisado que los pacientes con trastornos de ansiedad presentaron mayor riesgo para algunas enfermedades somáticas que otros pacientes sin trastornos de ansiedad. Tras el análisis de regresión logística multivariante, las variables que se mantuvieron significativas fueron la cefalea (4,2 veces más riesgo), la cardiopatía (3,9), las enfermedades osteomusculares (3,8) y las enfermedades digestivas (2). (Pascual et al., 2008) Como dentro de la sintomatología que se presencia en el TAG, existen síntomas somáticos, muchas veces estos son los que causan que el paciente se acerque a consulta, Mencionando las comorbilidades psiquiátricas según la American Psychiatric Association (2014) en los infantes se manifiestan el trastorno de ansiedad generalizada y la denominada fobia específica. Asimismo, en los individuos adultos, los padecimientos comórbidos son el estrés post-traumático, la fobia específica, el trastorno de pánico, la fobia social, trastorno de ansiedad social, la agorafobia, el trastorno obsesivo- compulsivo, también suele estar vinculado con trastornos de personalidad. Cuando hablamos de trastornos depresivos y bipolares estos se interrelacionan con el trastorno de ansiedad por separación en los adultos es así como podemos ver que la ansiedad es concomitante de otros trastornos. Albarracín et al. (2008) realiza un estudio acerca de la comorbilidad del TAG con otros trastornos psiquicos donde señala que: Según el proyecto ESEMeD el 69,4 % de pacientes que sufrían un TAG habían tenido al menos otro trastorno mental durante los últimos 12 meses: depresión mayor (odds ratio [OR]: 33,7; intervalo de confianza [IC] del 95%: 23,2-49,1), agorafobia (OR: 25,7; IC 95%: 12,9-51), trastornos de pánico (OR: 20,3; IC 95 %: 11,4-36) entre otros. Por otra parte, en la revisión Cochrane «Antidepresivos para el trastorno de ansiedad generalizada» el TAG presenta un alto índice de comorbilidad con el trastorno depresivo mayor (62%) y la distimia (37%) 12

Como podemos evidenciar con todo lo anteriormente descrito, prevalece un alto índice de comorbilidad dentro del TAG, lo cual en oportunidades tiende a dificultar un adecuado diagnóstico y pronta detección, debido a ello debemos estar en constante investigación y actualización de nuevos estudios, pues ello ayudara para las mejoras en la detección temprana de este trastorno en nuestros pacientes. II.6.

Modelos explicativos

2.7.1. Modelo de la Evitación cognitiva de Borkovec La parte central de este modelo es la preocupación patológica como medio de evitación de otros temas que generan conflictos internos en el individuo, por lo que Velázquez-Díaz et al. Afirma que: La preocupación es un intento predominantemente verbal-lingüístico que pretende evitar imágenes catastróficas referidas a posibles eventos aversivos. Señala también que el proceso de la preocupación implica la interacción de algunos sistemas humanos como el conceptual, imaginativo, afectivo, atencional, de memoria representacional, comportamental y fisiológico. (2016, pág. 159) Siguiendo la hilacion de lo anteriormente citado, de igual manera comenta que debe enfatizarse que, durante las preocupaciones patológicas, se producirán reacciones internas de evitación cognitiva, esta es definida como una respuesta conceptual, que consiste en una serie de ideas incontrolables sobre cómo enfrentar futuras amenaza; lo cual implican ciertas creencias sobre los beneficios de la preocupación, por ejemplo, la reducción de las posibilidades de que lo temido suceda e incluso ayudará a las personas a prevenir o resolver mejor los problemas. (Velázquez et al., 2016) Las personas con TAG consideran que la preocupación es un distractor de sus problemas emocionales que tanto intentan evitar, obteniendo de esta información la evidencia de que la ansiedad es usada como una estrategia para evitar el procesamiento emocional; así mismo hay estudios que han ido hallando cierta correlación entre un apego inseguro o traumas en las primeras etapas de vida, y el desarrollo de un TAG. (Behar et al. 2011)

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2.7.2. Modelo de intolerancia a la incertidumbre de Dugas Por otro lado, este modelo refiere que la intolerancia a la incertidumbre refuerza los niveles de ansiedad llevando de esta manera a los pacientes que presentan esta característica a ser más propensos a desarrollar un TAG. La intolerancia a la incertidumbre se entiende como una estructura relativamente amplia que representa un comportamiento y respuestas tanto cognitivas como emocionales, negativas; lo que sumado a los antecedentes y situaciones de incertidumbre en la vida cotidiana se relacionan de forma muy directa con la preocupación patológica, que en estos casos es vista de forma positiva, lo cual exacerba la ansiedad en cuestión. Los autores que defienden este modelo confirman que las personas ansiosas tienden a buscar otra información sobre el problema para aumentar su nivel de certeza, sobre la incertidumbre; y de esta forma, evitar la amenaza de la información generada por la ansiedad. La intolerancia a la incertidumbre se debe al bajo umbral de ambigüedad, por lo que las personas generalmente esperan las consecuencias de futuras amenazas, lo que acentúa la preocupación, sumado a la falta de herramientas de afrontamiento se acrecienta la ansiedad. (Moreno, 2009, pág. 84) 2.7.3. Modelo metacognitivo de la preocupación y del trastorno de ansiedad generalizada de Wells Finalmente, en este modelo, se postula que los pacientes que padecen de TAG, presentan dos tipos de preocupaciones, siendo el “tipo 1” preocupaciones de pacientes no clínico, es decir no representan rasgos patológicos, estas tratan sobre cuestiones externas que normalmente pueden representar ansiedad para las personas; lo alarmante sucede con las preocupaciones de “tipo 2”, que nacen a raíz de la anteriormente vista, pues temen que esta preocupación sea incontrolable o incluso le genere peligro; pasando a ser esta, una preocupación características de los pacientes patológicos. (Behar et al. 2011, pág. 24) Carro de Francisco lo explica de la siguiente manera: Los pacientes con TAG emplean la preocupación como estilo de afrontamiento de los problemas. De este modo, un estímulo disparador activa las “creencias metacognitivas positivas” (p. ej., “preocuparme me 14

ayuda a afrontar”) que activan a su vez aquellas “preocupaciones tipo 1” en relación a acontecimientos externos y/o síntomas físicos (p. ej., “¿y si me echan del trabajo?”). Éstas activan las “creencias metacognitivas negativas” (p. ej., “no voy a poder controlar mi preocupación”), que ponen en marcha las “preocupaciones tipo 2 o meta-preocupaciones” que fundamentalmente tratan acerca de la preocupación y el temor por la propia preocupación (p. ej., “me preocupa preocuparme”, “me preocupa mi estado de falta de control”). (2015, pág. 160) II.7.

Tratamiento

Luego de haber revisado los puntos claves del trastorno de ansiedad generalizada se pasará a ver el tratamiento en donde la mayoría de casos es de larga duración, es por ello, que el tratamiento está enfocado a reducir la sintomatología del evaluado hasta un nivel manejable, debido a que no es posible descartarlo por completo. Sin embargo, primero nos debemos asegurar respecto a la sintomatología que presenta el paciente, pues esta no debe encontrarse relacionada con problemas físicos. 2.8.1. Psicoterapéutico Las técnicas de relajación son una pieza fundamental en el ámbito terapéutico dentro del campo de las técnicas conductuales, las cuales van a permitir disminuir la sintomatología a través de la modificación de los factores que las refuerzan, estas técnicas de relajación son de gran apoyo para lograr un estado de hipoactivación que nos ayudara a contrarrestar y manejar la ansiedad.es decir, la relajación es una respuesta pasiva e indiferenciada que busca reducir el estado de aceleración física y cognitiva, ante las diferentes situaciones que atraviesa una persona y que genera ansiedad en ella. Asimismo, este instrumento de relajación abarca todas aquellas instrucciones que buscan enseñar a los individuos a manejar su propio nivel de activación de manera independiente, es decir, sin necesidad de acudir a ayudas externas. Es importante hacer mención en que este procedimiento va acompañado de ejercicios de respiración profunda donde el individuo inhala profundamente por la nariz, retiene el aire unos segundos, luego exhala nuevamente por la nariz para finalmente expulsar el aire por unos segundos, hasta volver a inhalar y así sucesivamente. Los pacientes que han practicado o han formado parte de una sesión de relajación, han aprendido a disminuir sus niveles de ansiedad de manera 15

autónoma, pero para ello la persona ha tenido que ser instruido por un especialista que conozca y maneje la técnica. (Tomayo, 2017). II.7.1.1.

Terapia Cognitivo Conductual

Es una técnica que se basa en la psicología experimental, en las teorías del procesamiento de la información y en las teorías del aprendizaje, lo cual está conformada por tres sistemas básicos como la conducta motora, reactividad fisiológica y cambios subjetivos cognitivos. Además, es reconocida por su eficacia y ha sido probada en múltiples estudios, lo cual estos mismos han asegurado la efectividad en cuanto a la modificación de conductas no deseadas, limitadas o adiestradas por la misma ansiedad, es por ello, que esta terapia es bastante efectiva, ya que permite ayudar a los pacientes a concientizar e informar sobre su problema y el pensamiento irracional que las personas tienen y que está generando preocupaciones infundadas. La TCC permitirá reeducar al evaluado sobre su cognición negativa e irracional de amenaza, asimismo esta técnica trabaja en conjunto a una combinación de técnicas conductuales como el entrenamiento de la relajación muscular y la va dirigir hacia pensamientos positivos y un mejor manejo de la respuesta ansiosa permitiendo que el paciente tenga una mejor calidad de vida, ya que las estrategias que brinda ha ayudado en la mayoría de los evaluados mejorías significativas y sobre todo estabilidad emocional. (Barlow, 2018). Según Cía (2007) existen tres estrategias básicas en la TCC del TAG: 1. Reestructuración cognitiva de los pensamientos ansiogénicos. 2. Entrenamiento en técnicas de relajación. 3. Tareas de exposición a las preocupaciones. Cada una de las mismas intenta atacar diferentes elementos del ciclo de preocupaciones que gatillan y mantienen al trastorno. II.7.1.2.

Terapia Psicodinámica expresiva de apoyo

Dentro de este modelo, supone que el individuo que padece de TAG ha pasado por diversas experiencias que han ocasionado en él un trauma, el cual desencadena una serie de deseos, sentimientos, creencias o expectativas sobre uno mismo y los que lo rodean; como por ejemplo, obtener amor, estabilidad o protección por parte los demás, entonces todo esto se ve relacionado con 16

temores de que otros puedan abandonarlo, abusar de él o en todo caso decepcionarlo; todas estas ideas le generan grandes conflictos por lo que para evitarlas avoca todo ello en preocuparse en exceso por ciertos asuntos actuales de su vida. Es así que esta terapia, a diferencia de la Cognitivo Conductual, la cual guía a su paciente hacia técnicas de acción e interpretación de sus preocupaciones para la aceptación de las mismas y su duración es breve, esta terapia se extiende el tiempo que el paciente necesite, permitiéndole contar a detalle sus experiencias interpersonales: sus recuerdos, sentimientos y comprensión de los eventos; haciendo la terapia menos estructurada. (Crits, 2002) 2.8.2. Farmacológico El tratamiento farmacológico no va a descartar un trastorno de ansiedad, pero si ayudara a tener control mientras el paciente puede complementarla con psicoterapia especializada en cuanto a los trastornos de ansiedad, como la terapia cognitivo conductual. El tratamiento farmacológico debe ser dirigido por un especialista, usualmente suele brindar el procedimiento un psiquiatra, que a la vez puede complementar y trabajar de la mano con un experto como el psicólogo para brindar terapia y así facilitar la recuperación del paciente. Asimismo, Los medicamentos que son recetados para los pacientes con ansiedad son antidepresivos, benzodiacepinas, etc. Sin embargo, cabe recalcar que cada medicamento debe estar recetado y se debe seguir las instrucciones del especialista, para evitar algún inconveniente con su salud, ya que, con el tratamiento adecuado, la mayoría de pacientes con este trastorno pueden retomar diversas actividades que solían realizar en su vida diaria de manera satisfactoria. (Etcherbane, et al.,2019). II.8.3. Comparando la eficacia de la Terapia Cognitiva Comportamental y la Psicofarmacológica Se realizó un estudio en el que se logra evidenciar que no existe aún una superioridad por parte de ninguno de los dos tratamientos, no obstante la psicoterapia es mejor adaptable para personas que presentan adicciones o tendencia a la misma, siendo una mejor alternativa de solución, también debemos considerar que hasta el momento, no sabemos la efectividad del método combinado o secuencias, a menudo utilizado en la práctica clínica, esto se debe a 17

la casi nula existencia de estudios al respecto. Además, en términos de los efectos beneficiosos en diversos ámbitos, como la influencia en las características de personalidad del paciente, encontramos resultados insuficientes. (Mitte, 2007)

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III. Conclusiones Finalmente luego de haber descrito todos los anteriores puntos, hemos llegado a la conclusión, que la importancia de la investigación del TAG radica en la adquisición de conocimientos, que nos brindan más posibilidades para una detección temprana, puesto que al conocer el tema a fondo, desde distintas perspectivas y estudios, nos otorga mayor experticia para identificar síntomas característicos, evaluar aspectos específicos y no confundirlo con otros de sus trastornos o enfermedades somáticas comórbidas, al lograr ello, la aplicación del tratamiento tiene un porcentaje de éxito superior. Asimismo, esta importancia se replica en la investigación de muchos otros trastornos, destacando que, como estudiantes, debemos estar en constante investigación de los nuevos hallazgos que rodean los múltiples trastornos que aquejan la salud mental. Por último, durante el desarrollo de este trabajo se han encontrado deficiencias entorno a la investigación del trastorno, que a pesar de estar frecuentemente presente en la población, no hay estudios que hayan logrado indagar en aspectos relevantes, como por ejemplo los escasos estudios encontrados entorno a la epidemiología, la comorbilidad o la efectividad del tratamiento dual (Farmacológico y Psicoterapéutico), si bien es cierto existen algunos trabajos al respecto, estos no han sido específicos en el Trastorno de ansiedad generalizada, al igual que observamos las dificultades que presenta el diagnóstico temprano, pues en la mayoría de casos se confunden con otras patologías que no son la central (TAG). Debido a esto, nuestro grupo de estudio considera vital ampliar las investigaciones y capacitaciones con respecto al tema en cuestión, en beneficio de todos los que padecen esta patología y nuestra comunidad científica en general.

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