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Cebada Cervecera Monografía Integrantes:  Miserandino, Martín Esteban.  Rodriguez, Manuel Ezequiel.  Estebanez, Cla

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Cebada Cervecera

Monografía

Integrantes:  Miserandino, Martín Esteban.  Rodriguez, Manuel Ezequiel.  Estebanez, Claudio Ponciano.

Índice General  Introducción  Morfología y Taxonomia  Clima  Temperatura  Suelo  Tipo de labranzas  Siembra  Abonado  Variedades  Cosecha De Cebada Cervecera  Composición  Plagas y Enfermedades  Incidencia Comercial de la Cebada Cervecera en Argentina  Avance en el mejoramiento genético  Anexo Fotos

Fuente Información: Maltería Quilmes, INTA Bordenave, Maltería Pampa, Raúl H. Pérez, Casa Balda.

 INTRODUCCION.

Su cultivo se conoce desde tiempos remotos y se supone que procede de dos centros de origen situados en el Sudeste de Asia y África septentrional. Se cree que fue una de las primeras plantas domesticadas al comienzo de la agricultura. En excavaciones arqueológicas realizadas en el valle del Nilo se descubrieron restos de cebada, en torno a los 15.000 años de antigüedad, además los descubrimientos también indican el uso muy temprano del grano de cebada molido. El cultivo de cebada en el país se realiza utilizando técnicas de manejo adecuadas que permiten obtener buenos rendimientos, sin embargo, estos podrían elevarse aún más, si se mejoraran algunas prácticas, especialmente de manejo y fertilidad de los suelos. No se conoce una fecha exacta de los comienzos del cultivo de cebada en la Argentina, pero en 1875 se la cita por primera vez en la estadística de exportación con 2 toneladas. En aquella época se las mencionaba como cebadas, es decir, sin especificar si eran forrajeras o cerveceras. Hace relativamente pocos años que en las estadísticas de producción se comienzan a especificar los dos tipos de cebada por separado como exigencia de los compradores y por fijarse precio diferencial entre ellas. En todos los países se conoce como cebada de tipo cervecero a aquellas aptas para la elaboración de malta de buena calidad. La producción de cebada cervecera en Argentina ha crecido alrededor de un 50 % en los últimos diez años. La incorporación de nuevos cultivares con alto potencial de rendimiento y las condiciones climáticas favorables para el cultivo han contribuido al aumento de producción en las últimas campañas. En la campaña 2004/05 la superficie se redujo casi en un 20% respecto de la campaña 2003/04 (272.000 vs. 343.000 ha), sin embargo los altos rendimientos del 2004 permitieron obtener una producción de 886.000 toneladas. En tanto en la campaña 2005/06 la superficie prácticamente se mantuvo pero la producción fue un diez por ciento menor (796.000 toneladas) (Sagpya 2006). El 90 % de la producción está ubicada en la provincia de Buenos Aires, y el 10 % restante se reparte entre las provincias de La Pampa, Córdoba, Santa Fé. En nuestra región ha pasado a ser el cuarto cultivo en importancia en cuanto a área sembrada luego del trigo, del girasol y de la soja. En la Argentina la cebada se usa casi exclusivamente para la fabricación de malta, por lo tanto no solo hay que buscar rendimiento sino también calidad de la producción. La cebada para industria no debe tener altos contenidos de proteína y el tamaño de los granos (calibre) debe ser

grande. Estas dos características están muy relacionadas con la variedad y también con las condiciones del ambiente de producción. Entre los cultivares más sembrados se pueden mencionar Scarlett y Quilmes Ayelén. En la CEI Barrow se conduce desde 1998 un ensayo de cebada cervecera para evaluar rendimiento y características agronómicas de los distintos cultivares. Se hará un comentario breve de los distintos años de evaluación.

 MORFOLOGIA Y TAXONOMIA.

La cebada pertenece a la familia Poaceae. Las cebadas cultivadas se distinguen por el número de espiguillas que quedan en cada diente del raquis. Si queda solamente la espiguilla intermedia, mientras abortan las laterales, tendremos la cebada de dos carreras (Hordeum distichum); si aborta la espiguilla central, quedando las dos espiguillas laterales, tendremos la cebada de cuatro carreras (Hordeum tetrastichum); si se desarrollan las tres espiguillas tendremos la cebada de seis carreras (Hordeum hexastichum). -Hojas: la cebada es una planta de hojas estrechas y color verde claro. La planta de cebada suele tener un color verde más claro que el del trigo y en los primeros estadios de su desarrollo la planta de trigo suele ser más erguida. -Raíces: el sistema radicular es fasciculado, fibroso y alcanza poca profundidad en comparación con el de otros cereales. Se estima que un 60% del peso de las raíces se encuentra en los primeros 25 cm del suelo y que las raíces apenas alcanzan 1,20 m. de profundidad. -Tallo: el tallo es erecto, grueso, formado por unos seis u ocho entrenudos, los cuales son más anchos en la parte central que en los extremos junto a los nudos. La altura de los tallos depende de las variedades y oscila desde 0.50 cm. a un metro. -Flores: las flores tienen tres estambres y un pistilo de dos estigmas. Es autógama. Las flores abren después de haberse realizado la

fecundación, lo que tiene importancia para la conservación de los caracteres de una variedad determinada. -Fruto: el fruto es en cariópside, con las glumillas adheridas, salvo en el caso de la cebada desnuda.  CLIMA.

Las exigencias en cuanto al clima son muy pocas, por lo que su cultivo se encuentra muy extendido, aunque crece mejor en los climas frescos y moderadamente secos. La cebada requiere menos unidades de calor para alcanzar la madurez fisiológica, por ello alcanza altas latitudes y altitudes. En Europa llega a los 70º de latitud Norte, no sobrepasando en Rusia los 66º, y en América los 64º. En cuanto a la altitud, alcanza desde los 1.800 m. en Suiza a 3.000 m. en Perú, ya que es entre los cereales, el que se adapta mejor a las latitudes más elevadas (teniendo la precaución de tomar las variedades precoces).

 TEMPERATURA.

Para germinar necesita una temperatura mínima de 6ºC. Florece a los 16ºC y madura a los 20ºC. Tolera muy bien las bajas temperaturas, ya que puede llegar a soportar hasta -10ºC. En climas donde las heladas invernales son muy fuertes, se recomienda sembrar variedades de primavera, pues éstas comienzan a desarrollarse cuando ya han pasado los fríos más intensos.

 SUELO.

La cebada prefiere tierras fértiles, pero puede tener buenas producciones en suelos poco profundos y pedregosos, con tal de que no falte el agua al comienzo de su desarrollo. No le van bien los terrenos demasiado arcillosos y tolera bien el exceso de salinidad en

el suelo. Los terrenos compactos no le van bien, pues se dificulta la germinación y las primeras etapas del crecimiento de la planta. Los suelos arcillosos, húmedos y encharcadizos, son desfavorables para la cebada, aunque en ellos se pueden obtener altos rendimientos si se realiza un buen laboreo y se conserva la humedad del suelo. Los suelos con excesivo nitrógeno inducen el encamado e incrementan el porcentaje de nitrógeno en el grano hasta niveles inapropiados, cuando se destina a la fabricación de malta para cerveza. En cuanto al calcio, la cebada es muy tolerante, vegetando bien incluso en suelos muy calizos, por lo que muchas veces a este tipo de suelos es corriente llamarlos “cebaderos”, si bien tiene un amplio margen en cuanto a tolerancia de diferentes valores de pH. A las cebadas cerveceras les van bien las tierras francas, que no sean pobres en materia orgánica, pero que su contenido en potasa y cal sea elevado. La cebada es el cereal de mayor tolerancia a la salinidad, estimándose que puede soportar niveles de hasta 8 mmhos/cm, en el extracto de saturación del suelo, sin que sea afectado el rendimiento.

 TIPO DE LABRANZAS.

 Labranza convencional o tradicional: es el laboreo del suelo anterior a la siembra con maquinaria (arados) que corta e invierte total o parcialmente los primeros 15cm de suelo. El suelo se afloja, airea y mezcla, lo que facilita el ingreso de agua, la mineralización de nutrientes y la reducción de plagas animales y vegetales en superficie. Pero también se reduce rápidamente la cobertura de superficie, se aceleran los procesos de degradación de la materia orgánica y aumentan los riesgos de erosión. Generalmente, la labranza convencional implica más de una operación con corte e inversión del suelo.  Labranza mínima o conservacionista: implica el laboreo anterior a la siembra con un mínimo de pasadas de maquinaria anterior a su corte (rastrón, rastra doble, rastras de dientes, cultivador de campo). Se provoca la aireación del suelo, pero hay menor inversión y mezclado de este. Se aceleran los procesos de mineralización de nutrientes pero a menor ritmo que en el caso anterior. Quedan más residuos vegetales en superficie y anclados en la masa del suelo; por tanto, el riesgo de erosión es menor.

 Labranza cero o siembra directa: no se laborea el suelo sino que se siembra directamente depositando la semilla en un corte vertical de pocos centímetros que se realiza con una cuchilla circular o zapata de corte. Una rueda compacta la semilla en el surco de siembra para permitir su contacto con el suelo húmedo. Esta técnica exige controlar las malezas con herbicidas antes de la siembra, y también fertilizar debido a que la mineralización natural de los nutrientes del suelo se torna muy lenta. Es el mejor sistema para evitar la erosión del suelo. Su mayor restricción radica en el uso de sustancias químicas que pueden contaminar las aguas.  Agricultura de precisión: tiene como propósito hacer el mejor uso de insumos (productos agroquímicos, combustibles, semillas, etc.). Busca evitar una utilización excesiva en áreas de poco potencial y defectuosa en las de mayor productividad. Se basa en preparar mapas de aptitud y de rendimiento. Los primeros, de naturaleza estática, describen el potencial del campo en función de la topografía y la calidad del suelo (textura, profundidad, contenido de materia orgánica, nutrientes, etc). Los segundos se obtienen durante la cosecha mediante instrumental conectado a satélites que registra el rendimiento en grano de los lotes de manera instantánea y muy precisa. Con esa información, se puede controlar la dosificación de fertilizantes y hacer en virtud del potencial de los suelos y la geografía. Si la información espacial relevada de la cosechadora se integra a otros mapas indicativos de la presencia de malezas (particularmente las perennes), se puede guiar también la dosificación de productos químicos que combaten malezas y otras plagas.

 SIEMBRA.

En áreas con inviernos muy rigurosos se siembran cebadas de primavera, siendo la época de siembra desde el mes de enero hasta el mes de marzo. Cuanto más largo sea el ciclo de la variedad, la siembra será más temprana. Se recomienda adelantar la siembra en terrenos secos y sueltos, además la siembra temprana favorece la calidad de las cebadas cerveceras. Las siembras tempranas tienen también algunos inconvenientes, entre ellos destaca: mayor incidencia de enfermedades y encamado e incremento de la población de malas hierbas. Por tanto se recomienda sembrar lo antes posible , empleando variedades de invierno o alternativas. La producción de las cebadas de invierno es más homogénea que las

de primavera, y su exigencia en abonos minerales de estas últimas es menor, pues su sistema radicular está más desarrollado y aprovecha mejor todos los nutrientes del terreno. La cantidad de semilla depende del tipo de cebada (de invierno o de primavera). En la cebada de invierno sembrada a voleo se emplean de 150-180 kg/ha, y si se realiza en líneas esta cantidad disminuye de 120 a 125 kg/ha. En las cebadas de primavera se emplea más cantidad de semilla, si las siembras son tardías deben ser más densa. Si la cebada se destina a forraje verde se emplea mayor cantidad de semilla. Las cebadas cerveceras se suelen sembrar en líneas, pues su maduración resulta más homogénea. La cantidad de semilla a emplear es muy variable. Normalmente la cantidad empleada oscila entre 120 y 160 kg/ha. La siembra a chorrillo con sembradora, es el método más recomendable, pues hay un mayor ahorro de semilla, las poblaciones de plantas son más uniformes y hay una menor incidencia sectorial de enfermedades. Se suele realizar con distancias que varían algo entre líneas. Son corrientes las sembradoras fijas que guardan una distancia entre líneas de 17 ó 18 cm.

 ABONADO.

El ritmo de absorción de materias minerales en la cebada es muy elevado al comienzo de la fase vegetativa, disminuyendo después hasta llegar a anularse, habiéndose observado incluso, en algunos casos, excreciones radiculares de la vegetación. -NITRÓGENO: la respuesta al nitrógeno puede variar con el periodo de crecimiento del cultivo, la variedad, el nitrógeno disponible en el suelo, que se relaciona con el nitrógeno residual del cultivo anterior y con las condiciones climáticas. Hay que tener en cuenta no hacer aportaciones excesivas de nitrógeno, ya que es muy sensible al encamado. También hay que considerar que en las cebadas cerveceras la mayor proporción de nitrógeno disminuye la calidad. Ocurre al contrario en la cebada destinada a la alimentación de ganado, cuya riqueza en proteínas es mayor cuando han sido mayores las aportaciones de nitrógeno en el abonado. En los suelos ligeros conviene fraccionar la aplicación de nitrógeno para que sea utilizado con mayor eficiencia por la planta. También en las cebadas de invierno el nitrógeno debería aplicarse fraccionado entre otoño y primavera, con las dosis más bajas en otoño para disminuir las pérdidas por lixiviación durante el invierno. Se recomiendan las aplicaciones tempranas, preferiblemente de nitrato amónico cálcico, desde la fase de tres hojas hasta mediados

del ahijamiento. La cantidad debe ser igual a la añadida en fondo, de manera que no se superen las 70-80 UF/ha en secano y las 100-120 en regadío o climas frescos. -FÓSFORO: el fósforo es absorbido sobre todo al comienzo de la vegetación, estando su absorción ligada también a la del nitrógeno. Tiene una influencia decisiva sobre el rendimiento en grano de la cebada e incrementa su resistencia al frío invernal. La aplicación de fósforo en la línea de siembra, a dosis bajas, puede ser muy efectiva cuando existe poco fósforo disponible en el suelo, obteniéndose rendimientos equivalentes a dosis aplicadas a voleo dos o tres veces superiores. El fósforo no se lava, pero sí se retrograda en un buen porcentaje, pasando a formas no asimilables, siendo especialmente importante, pues la cebada suele sembrarse en terrenos calizos. -POTASIO: el potasio aumenta la calidad cervecera y la resistencia al encamado. La extracción media de la cebada en elementos nutritivos, por hectárea y por tonelada producida, es la siguiente 26 kg de N 20,5 kg de P2O5 25 kg de K2O Teniendo esto en cuenta, para una producción de 2.500 kg/ha, un abonado recomendable sería: 75 kg de N. 75 kg de P2O5 75 kg de K2O Todo este abonado puede ponerse en fondo y si parte del nitrógeno se incorpora en cobertera, este abonado nitrogenado de cobertera debe hacerse temprano por dos razones: la primera, porque la cebada tiene mayor necesidad de los elementos nutritivos en la primera parte de su desarrollo; la segunda, porque el nitrógeno tardío favorece el encamado. la aplicación de azufre por vía foliar durante el ahijado mejora la utilización de los recursos hídricos del suelo por la cebada e incrementa el número de espigas/planta. Su efecto se asemeja al de un regulador del crecimiento que estimula el ahijamiento, suplementando la acción del nitrógeno o ejerciendo un efecto aditivo sobre la dosis del mismo. La aplicación de manganeso puede ser positiva en suelos calizos, en

los que la cebada es muy cultivada. La cebada es menos tolerante al aluminio que el trigo y el centeno, aunque depende de las variedades.

 VARIEDADES.

Ca

Quilmes Ayelen B 12-15 Quilmes Paine Quilmes Palomar Scarlett * Quilmes Alfa *

Rendimien to Kg./ha 3850

Calibre 2,8 + 2,5

PMG gr.

Proteína % s.s.s

93

43

10.8

3800 3700

76 91

40 42

10.6 11.3

3100

86

42

12.1

3800

83

39

11.8

3200

89

41

11.3

* Scarlett participó en 3 de los años evaluados y Q. Alfa en 5 años. 1ra. Epoca. Siembra: 29/06/05 Emergencia: 22/07/05 Cultivar Scarlett Danuta Q.Ayelen Q.Alfa Q.Paine Q.Kuyen

Fecha Plena Espigazòn. 28-10 24-10 21-10 19-10 21-10 21-10

2da. Epoca. Siembra: 29/07/05

Dias E.E 98 94 92 89 92 92

Mancha en Red. 2.5 3 4 4 4 3

Altura (cm) 75 83 83 81 85 85

Emergencia: 14/08/05 Cultivar

Fecha Plena Espigazòn. 5-11 29-10 26-10 20-10 26-10 25-10

Scarlett Danuta Q.Ayelen Q.Alfa Q.Paine Q.Kuyen

Dias E.E 83 76 73 67 73 72

Mancha en Red. 1 1 2 2 2 2

Altura (cm) 66 81 79 84 80 78

Fecha de espigazón, días de emergencia a espigazón (E-E), mancha en red (Dreschlera teres), altura en cm. Mancha en red: escala de 0 a 9; 0 ausencia 9 muy afectado. P.M. G (Gr) 41.5 46.3 43.5 43.5 45 44.1

CALIBR E % 87 92 95 92 95 94

PROTEIN A % s.s.s 10.7 12.3 12.2 14.1 13.6 13.2 PMG (Gr)

RTO. Kg/ha 5430 5610 4310 2870 4020 4300

CULTIVA R

RTO. Kg/ha

CALIBRE %

Scarlett Danuta Q.Ayele n Q.Alfa Q.Paine Q.Kuyen

5760 5410 5040

43.5 45.7 43.5

94 91 94

PROTEIN A %s.s.s 11.1 11.7 10.8

4960 4740 4350

45.5 44.2 44.4

94 95 94

11.2 11.2 11.4

Referencia: Rendimiento en kilos por hectárea, peso de mil granos en gramos, calibre y porcentaje de proteína sobre sustancia seca.

 COSECHA DE LA CEBADA CERVECERA.

La cebada es cultivada en todo el mundo y utilizada tanto en alimentos de consumo humano como animal, aunque el principal destino dado al grano cosechado, es la producción de malta en la industria cervecera. La producción de cebada cervecera de nuestro país ha crecido notablemente en los últimos veinte años, acompañado dicho crecimiento, por la ampliación de la distribución geográfica del cultivo, siendo la provincia de Buenos Aires la que produce el 90% del tonelaje nacional. Si analizamos su comportamiento histórico se concluye que su cultivo ocupó importantes áreas hasta la década del sesenta, desapareciendo con posterioridad hasta fines de los años setenta, momento a partir del cual se intensificó nuevamente su siembra, promovida por la industria cervecera. En la década del ochenta, se cosecharon en promedio un valor cercano a las 200.000 toneladas, tonelaje que trepó a más de 500.000 toneladas en la última década, con un pico de récord de producción en la campaña agrícola 1997/98 de 921.000 toneladas (sagpya, 2009). La posibilidad de adelantar en aproximadamente 15 días la siembra de la soja de segunda, ya que el ciclo de la cebada es más corto comparado con el del trigo, y los buenos rendimientos que se han venido obteniendo en comparación con dicho cereal, ha favorecido el incremento de su área de siembra. En la campaña 2008/2009 se sumó la mayor oferta de contratos por parte de las malterías y los buenos precios alcanzados por la cebada, lo cual llevo a alcanzar las 440.000 hectáreas sembradas, con un rendimiento promedio de 35 qq/ha y con una producción aproximada de 1.475.000 toneladas (sagpya, 2009). En la Argentina, es utilizada casi exclusivamente para la fabricación de malta, a diferencia de Europa donde existe un mercado forrajero que absorbe el producto excedente o de mala calidad. La industria maltera requiere ser abastecida con tonelajes suficientes en forma continua, debiendo cumplir la materia prima entregada por los productores, con los más estrictos requerimientos de calidad exigidos por parte del sector industrial. Entre los parámetros que tienen mayor incidencia comercial, el porcentaje de proteína es el de mayor relevancia dado que la industria Maltera solicita que el grano tenga un bajo porcentaje (10% mínimo y 12% máximo, con una tolerancia del 13% de proteína), siendo este valor altamente influenciado por la fertilización nitrogenada (Méndez et al, 2009). Por otro lado las partidas deben contener un elevado porcentaje de granos gruesos y enteros, condición que también es reconocida a la hora de fijar precio. Consecuentemente, la difusión del cultivo dependerá de la posibilidad de obtener altos rendimientos, con eficiencia en su cosecha y buena calidad con el manejo diferencial según la proteína obtenida en cada ambiente.

Cosechar cebada sin pérdidas Si consideramos que las pérdidas promedio durante la cosecha de cebada cervecera en Argentina están en el orden de los 140 kg/ha y que ese promedio le cuesta al país unos 10,05 millones de U$S/año, debemos, entre el INTA, los productores y los contratistas plantearnos el objetivo de reducir ese promedio en por lo menos un 30%, para recuperar aproximadamente unos 3 millones de U$S más por año y mejorar la calidad del grano que entrega la cosechadora. El primer aspecto de importancia a tener en cuenta para la cosecha de la cebada cervecera es considerarla como una semilla y no como un grano, debido a que durante el proceso industrial de malteado debe germinar en su totalidad para lograr su transformación en malta (la industria exige un 98% mínimo de poder germinativo, con tolerancia hasta el 95%). En consecuencia, todo grano que no germine afecta, en gran medida, la calidad industrial del producto final, la eficiencia del proceso y por su puesto el valor comercial. Dado los requerimientos de calidad por parte de la industria en cuanto al poder germinativo de la semilla cosechada, se torna indispensable seleccionar el momento oportuno de recolección y realizar una buena regulación del sistema de trilla para evitar daños mecánicos a la semilla y como es ya conocido las cosechadoras de trilla con rotor axial frente a esas exigencias trabajan con ventajas. El equipamiento y regulación del cabezal de la cosechadora es muy similar al recomendado para el cultivo de trigo, debiendo poner atención en la regulación del molinete (posición y velocidad), dado que se trata de un cultivo con mayor susceptibilidad al desgrane que el trigo. En todo momento el molinete debe servir de punto de apoyo para el corte de la planta, desplazándola después de cortada, suavemente hacia el molinete. Se debe revisar periódicamente el conjunto de componentes de la barra de corte. El corte debe ser realizado en forma uniforme y constante, sin producir "mascado" de los tallos por la barra de corte, lo cual aumenta el desgrane. La tendencia actual es hacia las maxi cosechadoras, de gran capacidad de labor, las cuales contaran con cabezales de mayor ancho de corte (40 pies) y serán en su gran mayoría asistidas por lonas, en lugar del tradicional sinfín, que produce una alimentación de la cosechadora discontinua y en "bollos". Los cabezales de lona (llamados en su origen americano "Drappers"), para trigo y cebada trabajarán en su gran mayoría asistidos por ruedas de apoyo y suspensión para mejorar el copiado del terreno, esto también posibilitara ajustes y uniformar la altura de corte, disminuyendo el índice de alimentación de paja al sistema de trilla,

separación y limpieza. Esto se traducirá en menores pérdidas por separación y limpieza y una mayor calidad de trilla y mayor rendimiento de la cosechadora en tn/hrs (Figura 1).

Figura 1. Esquema de un cabezal drapper, representando la disposición de las lonas de alimentación con respecto a la barra y las ruedas de apoyo. Se debe regular cuidadosamente a los componentes encargados de la trilla en la cosechadora, tanto si esta es convencional como si es una maquina axial, o rotor bala, pues una incorrecta puesta a punto, puede dar como resultado una cosecha fallida desde el punto de vista comercial. No olvide controlar durante todo el trabajo el daño mecánico y el material extraño en la tolva y realizar las regulaciones pertinentes. No descuidar la cantidad de granos limpios que estén volviendo por el retorno. En la regulación del sistema de limpieza se debe tener especial precaución para lograr que lleguen a la tolva de la cosechadora la menor cantidad de granos chuzos, por que estos disminuyen la calidad comercial de la cebada. Ante la duda es preferible aumentar la limpieza a través de una mayor corriente de aire del ventilador, para que salgan por la cola de la maquina los granos más livianos o chuzos (en estos casos buscar el equilibrio entre pérdidas y calidad mediante un acuerdo con el propietario de la cebada y el prestador del servicio). Una herramienta que debe estar presente durante toda la regulación y trabajo de la maquina, es la evaluación de pérdidas de cosecha. Con esta metodología, sencilla y de costo cero, podemos aumentar

considerablemente la eficiencia del trabajo y aumentar la rentabilidad del sistema, al no dejar kilos de cebada entre el rastrojo. Recuerde realizar este trabajo a lo largo de toda la jornada de cosecha y junto al contratista, quien es el especialista de quien usted dispone para hacer un uso eficiente de la maquina. Cosechar cebada en base a su calidad En la actualidad en nuestro país le hemos dado a la cosechadora la tarea, no solo de recolectar, trillar, separar y limpiar los granos sin pérdidas y daño, si no que también la hemos transformado en una verdadera recolectora de datos a campo en tiempo real, colocándola como un eslabón inicial en el ciclo de la Agricultura de Precisión dentro del establecimiento. Sin duda que en un cultivo industrial como la cebada cervecera, donde la industria me esta delimitando rangos permitidos en el contenido de proteína, aplicar herramientas de detección de la calidad en tiempo real, me permitirá decidir a lo largo de la jornada de trabajo que destino le daré al grano: industria o forraje, poniéndome en la mano entonces una carta estratégica para el manejo. Es interesante entonces citar el trabajo realizado por el equipo de Agricultura de Precisión de la EEA Manfredi, durante Diciembre del 2008, en la localidad de Tres Arroyos (Bs. As.), donde se evalúo el contenido de proteína en cebada cervecera bajo diferentes situaciones de manejo y ambientes, utilizando para tal fin como equipamiento principal un monitor de proteína en tiempo real "Zeltex" Accu Harvest® y un monitor de rendimiento Exactagro 128 A Algunos de los resultados obtenidos por los autores se observan en la figura 2, donde se observan los datos obtenidos en un lote con presencia de tosca, donde los valores de proteína detectados le permitieron al dueño del establecimiento redefinir el destino del grano a tiempo

Figura 2. Mapas de rendimiento (a) y proteína (b) en cebada cervecera. Evaluación de pérdidas de precosecha en cebada cervecera En una zona representativa del lote colocar 4 aros de 56 cm de diámetro c/u (1 m2 en total los cuatro), dentro de cada aro juntar los granos sueltos y las espigas volcadas y/o quebradas que, a nuestro juicio, no serán recolectadas por la plataforma (Figura 3).

Figura 3. Evaluación de pérdidas de precosecha en cebada cervecera. Disposición de los aros en el terreno (56 cm de diámetro cada uno), previo al paso de la maquina. Para convertir esta muestra a kg/ha perdidos en precosecha, se cuentan los granos sueltos y los obtenidos de las espigas volcadas y/o quebradas dentro de cada aro, teniendo en cuenta que 270 granos medianos de cebada por metro cuadrado, representan 100 kg/ha de pérdidas.

Recuerde que las causas principales de las pérdidas de precosecha en cebada cervecera, son de índole climáticas (vientos, temporales), plagas (pájaros, etc.) y/o de manejo (genética, etc.) y que la única culpa que se le podría adjudicar a la cosechadora en esta etapa, es la demora en comenzar la tarea, por lo tanto no podemos permitirnos perder ningún kilo en esta etapa, siendo la tolerancia de 0 kg/ha. Evaluación de pérdidas de cosecha en cebada cervecera En promedio las pérdidas provocadas por la cosechadora en la cebada cervecera se distribuyen como se muestra en la figura 4:

Figura 4. Composición promedio de las pérdidas de cosecha en cebada cervecera en Argentina. Fuente: Entonces una vez evaluadas las pérdidas de precosecha sobre el lote, debemos trabajar con las pérdidas provocadas por la cosechadora. Para ello debemos utilizar cuatro aros ciegos, con las mismas medidas que los utilizados para precosecha, es decir 56 cm de diámetro, pero esta vez con fondo o bien forrados de algún material (lona, arpillera, tapas de tambores de 200 lt., etc.).

En los mismos sectores del lote donde evaluamos precosecha, esperamos al paso de la maquina para realizar la evaluación de la cosechadora. Colocados al costado del paso de la maquina, esperamos que nos pase el cabezal, luego el eje delantero y antes de que nos supere el eje trasero y el desparramador de residuo de la

maquina, debemos colocar en el piso los cuatro aros ciegos como se observa en la figura 5.

Figura 5. Evaluación de pérdidas de cosecha en cebada cervecera. Lugares aconsejados de colocación de los aros ciegos 3 de los cuatro ciegos debemos colocarlos entre la rueda y el separador lateral del cabezal, en el ancho de trabajo del cabezal (y antes del paso del desparramador de residuo). Al cuarto aro debemos colocarlo por debajo de la maquina, lo mas al centro posible del cajón de zarandas (Figura 5). Esto es importante que se cumpla, por que de esta forma estaremos muestreando un sector de la maquina donde siempre esta el mayor porcentaje de pérdidas por cabezal y cola. Luego del paso de la maquina, los aros ciegos habrán quedado cubiertos del residuo de cosecha. Por sobre los aros ciegos, y entre el residuo, cualquier grano de cebada y resto de espiga con grano estará dentro de las pérdidas por cola. Para convertir esta muestra a kg/ha perdidos, se cuentan los granos sueltos y los obtenidos de los restos de espigas, teniendo en cuenta que 270 granos de cebada por m2 o 10 gramos de cebada por m2, representan 100 kg/ha de pérdidas. Debajo de cada aro ciego, encontraremos a la pérdida provocada por el cabezal mezclado con la pérdida de precosecha si la hubiera habido. Para poder discriminar estos dos valores, recolectamos todo grano suelto y espiga con grano que haya quedado debajo de los aros ciegos y transformamos la muestra a kg/ha perdidos, utilizando las mismas equivalencias que para las pérdidas por cola. Una vez obtenido el valor, le restamos el valor de pérdidas de precosecha para obtener el valor de pérdidas ocasionadas por el cabezal. Por que evaluar pérdidas de cosecha en cebada cervecera?

Disponemos en Argentina de un especialista en la tarea de cosecha de granos que es el contratista. El mejor que nadie, sabe como manejar a su maquina y las regulaciones necesarias en cada caso y ante cada situación diferente del cultivo. Nuestra tarea será entonces permanecer durante toda la jornada de labor, trabajando junto al contratista en detectar como se esta desarrollando la labor y avisar ante algún necesario cambio en la regulación de algún componente de la maquina durante la jornada. La mejor herramienta que tenemos entonces para esto, es la metodología de evaluación descripta anteriormente, ya que tiene costo cero y es de fácil aprendizaje y aplicación por el personal. El INTA PRECOP sugiere un valor de tolerancias (Tabla 1), para combinar con la metodología de evaluación de pérdidas y tener un parámetro para saber cuando es necesario, durante la jornada de trabajo, hacer un reajuste en la maquina. Tabla 1. Valores de tolerancias máximas de pérdidas para la cosecha de cebada cervecera y valores promedios en la última campaña. Pérdida

Tolerancia (kg/ha)

Precosecha

0

Cosechadora (cabezal)

50

Cosechadora (cola)

40

Cosechadora (total)

90

Aclaración: Estos valores de tolerancias son independiente s del rendimiento promedio cultivo

Si el análisis de las pérdidas arroja valores superiores a la tolerancia (Tabla 1), debemos hacer las regulaciones de la maquina tantas veces como sea necesario para corregirlas. Tenga en cuenta lo siguiente: una cosechadora de alta capacidad de trabajo y tecnológicamente de punta debe ser correctamente amortizada por el contratista. Reconozcamos en el valor de cosecha de la hectárea a una tarea realizada sin pérdidas y eficientemente, ya que esto es mucho más rentable que trabajar con pérdidas.

 COMPOSICION.

Grano de cebada.

Composición del grano de cebada por 100 g de sustancia Proteínas

10

Materia grasa

1.8

Hidratos de carbono

66.5

Celulosa

5.2

Materias minerales

2.6

Agua

14

Paja.

Composición de la paja por 100 g de sustancia Proteínas

1.9

Materia grasa

1.7

Materia no nitrogenada

43.8

Celulosa

34.4

Cenizas

4

Agua

14.2

Cebada verde.

Composición de la cebada verde por 100 g de sustancia Proteínas

2.5

Materia grasa

0.5

Materia no nitrogenada

8.8

Celulosa

5.6

Cenizas

1.7

Agua

80.9

 PLAGAS Y ENFERMEDADES.

-PULGONES (Rhopalosiphum padi, Sitobion avenae, Schizapis graminum), producen importantes daños en la cebada, sobre todo el primero de ellos, pues es el principal vector del Virus del Enanismo Amarillo (BYDV). *Control. -Aplicar insecticidas con las siguientes materias activas:

MATERIA ACTIVA

DOSIS

PRESENTACIÓN DEL PRODUCTO

Ácido giberélico 1.6%

0.200.30%

Concentrado soluble

Azufre micronizado 80% + Fenitrotion 4%

20-30 kg/ha

Polvo para espolvoreo

Esfenvalerato 2.5%

0.60 l/ha

Concentrado emulsionable

Malation 4%

20-25 kg/ha

Polvo para espolvoreo

Napropamida 50%

0.200.30%

Polvo mojable

LARVA DEL INSECTO (Lema melanopa), se alimenta del parénquima de las hojas de cebada produciendo aparentes pérdidas de masa fotosintética; sin embargo, su escasa incidencia sobre el rendimiento no justifica tratamientos insecticidas, aunque en algunos países se investiga su control biológico por la incidencia de daños. -NEMÁTODOS (Heterodera avenae), los nemátodos también perjudican los cultivos de la cebada, sobre todo en años de otoños poco lluviosos. Los síntomas del ataque de nemátodos se presentan en zonas concretas de las parcelas infectadas formando rodales en los que las plantas se desarrollan con mucha dificultad, enanizándose y amarilleando; si no mueren en esta fase, ahíjan muy poco y producen espigas pequeñas y deformadas. *Control. -Evitar sembrar cereales durante varios años, pues la desinfección del suelo es cara. 9.2. Enfermedades -ROYA PARDA (Puccinia anomala), produce pequeñas pústulas sobre las hojas de color pardo anaranjado y después de color negro, de donde se desprende polvillo del mismo color. -ROYA AMARILLA (Puccinia glumarium), sobre las hojas y vainas produce pústulas amarillentas dispuestas en líneas paralelas. A

continuación aparecen pústulas negras. -CARBÓN DESNUDO (Ustilago nuda) ataca también a la cebada e incluso sus ataques son más intensos que en el trigo, sobre todo en algunas variedades. La infección tiene lugar cuando se están desarrollando los granos en la espiga. Las esporas del hongo, transportadas por el aire, caen sobre los granos en crecimiento, germinan y penetran en ellos. Estos conservan su apariencia externa completamente normal, pero al sembrarlos la nueva planta que de ellos se origina está completamente invadida por el hongo, apreciándose la invasión en las espigas, quedando reducidas al raquis, cubierto de polvo negro, que se disemina por el aire, propagándose así la enfermedad. -CARBÓN VESTIDO (Ustilago hordei), se comporta de un modo parecido al tizón del trigo, las espigas atacadas presentan un aspecto externo normal, pero tienen los granos llenos de polvo negro. Cuando los granos infectados se siembran, las esporas que contienen penetran dentro de la plántula, invadiendo las zonas de crecimiento.  INCIDENCIA COMERCIAL DE LA CEBADA CERVECERA EN ARGENTINA. El cultivo de cebada en el país se realiza utilizando técnicas de manejo adecuadas que permiten obtener buenos rendimientos, sin embargo, estos podrían elevarse aún más, si se mejoraran algunas prácticas, especialmente de manejo yfertilidad de los suelos. No se conoce una fecha exacta de los comienzos del cultivo de cebada en la Argentina, pero en 1875 se la cita por primera vez en la estadística de exportación con 2 toneladas. En aquella época se las mencionaba como cebadas, es decir, sin especificar si eran forrajeras o cerveceras. Hace relativamente pocos años que en las estadísticas de producción se comienzan a especificar los dos tipos de cebada por separado como exigencia de los compradores y por fijarse precio diferencial entre ellas. En todos los países se conoce como cebada de tipo cervecero a aquellas aptas para la elaboración de malta de buena calidad. En la Argentina, las cebadas clasificadas como cerveceras son las de 2 hileras, aunque han sido introducidas de EE.UU. algunas de 6 hileras, pero sin difusión masiva. Con respecto a la superficie sembrada y producción, los primeros datos estadísticos oficiales comenzaron a publicarse en 1909, arrojando una superficie de 60.000 ha

En el país existen cuatro zonas principales de producción de cebada cervecera, las tres más importantes están ubicadas en la provincia de Buenos Aires. También los antecedentes de la industria malterocervecera se remontan a principios de siglo cuando la empresa Quilmes comienza a desarrollar sus actividades. Hasta 1985 el cultivo de cebada cervecera decayó en forma considerable, pero con la firma del tratado de complementación económica entre la Argentina y Brasil, que luego sería el Mercosur, vuelve a tomar importancia y comienza a crecer la superficie sembrada. Esto generó la instalación de nuevas y modernas industrias malteras y la ampliación de las existentes, mayor demanda de materia prima y una exportación creciente. Entre 1985 y 2002 la superficie sembrada creció de 60.000 ha a más de 330.000 ha, alrededor de un 530%. En el mismo lapso, la producción de grano de cebada aumentó de 100.000 toneladas a más de 800.000 t (800%). Una de las principales causas de este incremento, además de la superficie sembrada, fue el notable aumento de los rendimientos por hectárea. También la exportación de grano de cebada cervecera ha tenido un notable crecimiento en los últimos años. En el quinquenio 1980-84 se exportó un promedio de 20.000 t pasando a casi 120.000 t en 1989-93 y llegando a alrededor de 200.000 t en los últimos años. En su mayor parte las exportaciones se destinan a Brasil. Un pequeño porcentaje del total de granos producidos (1 a 2%) no son aptos para ser industrializados por lo que se destina al mercado forrajero (alrededor de 10.000 a 12.000 t anuales). La instalación de nuevas plantas procesadoras y el aumento de la capacidad de industrialización de algunas ya existentes, llevaron a que la capacidad potencial creciera considerablemente, pasando de un volumen de 100.000 t anuales (1985-86) a más de 490.000 t de cebada en la actualidad. En el quinquenio 1980-84 la industria de producción de malta utilizó un volumen anual promedio de 72.000 t de grano de cebada, aumentando a 228.000 t en el quinquenio de 1989-93 y llegando en la actualidad a industrializar alrededor de 490.000 t (más de 680% de crecimiento). En resumen, la integración económica Mercosur fue el factor de crecimiento de la superficie de siembra y producción de cebada cervecera en la Argentina, sumado a un considerable aumento en el consumo interno de cerveza. La producción de malta, de acuerdo con lo anterior, creció en forma considerable.

La producción anual media en el quinquenio 1980-84 osciló en 50.000 t, casi totalmente utilizada para consumo interno, creciendo hasta alrededor de 170-180 mil t a mediados de los 90 y actualmente alcanzando las 380.000 t anuales. De este tonelaje de malta producido, alrededor de 130.000 t (un 30%) se dedican al mercado de la industria cervecera dentro del país y el resto a exportación. La exportación de malta creció de manera considerable. De una media anual de 6.700 toneladas en el quinquenio 1984-88 llegaron a casi 100.000 t a mediados de la década pasada para alcanzar las 250.000 t actuales; por lo tanto crecieron más de un 370% en este período. También el consumo interno de cerveza en nuestro país aumentó en forma consistente. Su evolución fue de 2.174.000 hectolitros, en 1981, a 10.824.000 hlt en 1993 y alrededor de 12.000.000 de hlt en la actualidad (casi un aumento del 550%). Esto llevó a que el consumo per capita pasara en ese período de 7,7 l/hab año a 37 l/hab/año. Estas cifras son bajas, si se las compara con otros países como Alemania (132 l/hab/año), EE.UU. (84 l/hab/año), Venezuela (74 l/hab/año), Brasil (51 l/hab/año) o México (48 l/hab/año). En la última década el consumo creció en todo el mundo, en Asia más del 150% y en Sudamérica más del 70%. Se espera que continúe este crecimiento sostenido, especialmente en China, que tiene un bajo consumo (alrededor de 15 litros por año). Si este país comienza a incrementarlo, aunque sea en valores muy leves, produciría un impacto muy alto en la cadena de producción. El aumento de solo 1 litro per capita significa toda la producción de cerveza argentina en un año.

 AVANCES EN EL MEJORAMIENTO GENÉTICO.

El mejoramiento genético involucra la obtención de cultivares de alto potencial de rendimiento para que sea competitivo con el trigo, de buena calidad comercial del grano (grano uniforme), de buen tamaño, de buena calidad maltera y cervecera y de buena sanidad para que las enfermedades no afecten los rendimientos y la calidad del grano. En los últimos años se lograron importantes avances en Argentina en casi

todos estos aspectos menos en resistencia a enfermedades, quizás porque no había sido un factor importante que afectara de consideración los rendimientos y la calidad de la cebada. Pero algunas enfermedades se han transformado en un serio problema, sobre todo las que hasta hace menos de 5 años nunca habían tenido incidencia sobre los rendimientos y la calidad comercial e industrial de los granos. La ganancia genética obtenida a través de selección orientada hacia el aumento del potencial de rendimiento ha sido muy importante. Los nuevos cultivares fueron difundidos a principios del 80 y alcanzaron su máxima difusión a inicios de la década del 90, de esta manera el rendimiento medio del país pasó de 1.330 kg/ha (1971- 75) a 2.100 kg/ha en el quinquenio 1988- 93. Posteriormente, a fines de la década del 90, se registró una nueva camada de variedades argentinas y algunas introducidas de EE.UU. y Europa con un potencial de rendimiento aún más elevado, que llevaron a obtener en la campaña 2000/01 un rendimiento medio nacional de casi 3.000 kg/ha, con rendimientos medios regionales de casi 4.000 kg y, en muchos casos, productores de avanzada alcanzaron casi los 6.000 kg/ha. En la actualidad el rendimiento medio nacional es de 2.300 kg. Se mejoró notablemente el índice de cosecha, también la resistencia al vuelco que permite actualmente fertilizar con buenos niveles sin provocarlo. Con nuevo germoplasma, originado a partir de cruzamientos de variedades argentinas con variedades europeas y norteamericanas, se logró obtener en ensayos comparativos -a través de la selección de líneas puras experimentales- rendimientos que superan los 7000 kg/ha, cosa impensable hace unos años atrás. El desafío es combinar este alto potencial con alta calidad maltera y cervecera. También se pudo alcanzar mayor estabilidad en el contenido de proteína en el grano, de manera de permitir dosis más elevadas de fertilizantes que incrementen los rindes. Uno de los principales parámetros de calidad comercial del grano es su uniformidad y su tamaño. Esta calidad se mide al pasar por zarandas de diferentes calibres, así se considera de “primera calidad” el porcentaje de granos que queda retenido por la zaranda de 2,5 mm, de segunda calidad los granos que quedan en la zaranda de 2,2 mm y finalmente el no retenido o descarte es el que pasa a través de esta última zaranda. El estándar oficial exige que el porcentaje de “primera” sea superior a 85% y el descarte sea de menos del 3%, pero a veces estos valores oscilan de acuerdo con la calidad industrial de cada variedad. La calidad comercial de los granos a partir del mejoramiento genético de los cultivares ha aumentado notablemente. Teniendo en cuenta el calibre mayor de 2.5 mm, el porcentaje subió del 70% que se obtenía en la década del 70 a aproximadamente 85% en la última década, que se traduce en un considerable ahorro de tiempo y dinero para las malterías. En estos últimos 10 años también ha sido importante el avance en cuanto a calidad maltera. De las variedades que producían 76-77% de

extracto final se ha pasado a alrededor de 80-81%, lo que ha mejorado la eficiencia económica de las cervecerías. Incluso con las últimas variedades registradas es factible obtener niveles de extracto de 82-83%. También se ha avanzado mucho en otros parámetros de calidad como viscosidad y friabilidad, entre otros. La necesidad de combinar aspectos agronómicos y de calidad industrial hace a la cebada cervecera un cultivo dificultoso y complejo para trabajar en el mejoramiento genético. Cada grano individual es en sí mismo una fábrica que inicia su proceso al ser humedecido y que desata una larga cadena de variados procesos bioquímicos hasta llegar a transformarse en malta. También es complejo el cultivo y la obtención de nuevas variedades, debido a que cada vez más compradores en el mercado internacional piden malta de determinadas variedades comerciales. Por esta razón cuesta mucho imponer en el mercado las nuevas, ya que solo son aceptadas después de varios años de demostrar sus altas cualidades. En relación con la resistencia a enfermedades, el avance del mejoramiento genético en el país no ha sido tan exitoso, el obstáculo más serio para transferir resistencia a enfermedades en cebada cervecera es la calidad industrial. Obtener una variedad de elevada calidad industrial, competitiva en los mercados internacionales, es muy difícil y complejo. Finalmente, después de muchos años una variedad puede llegar a ser reconocida y aceptada, si muestra aptitudes sobresalientes. Y si después de algún tiempo, como siempre sucede, se vuelve vulnerable a alguna enfermedad, se cruza con otra que posee genes de resistencia, pero al hacerlo también se transfiere una cantidad de genes indeseables para calidad que cuesta mucho poder suplantarlos y que no siempre se logra pese a muchas retrocruzas. Lo ideal sería cruzar dos variedades de buena calidad, una de ellas resistentes, pero no es común encontrarlas. Para subsanar estos inconvenientes se ha incrementado el uso de funguicidas, en especial, en aquellas variedades de alto potencial de rendimiento y buena calidad industrial. Otro de los factores que ha colaborado con el relativo avance en el mejoramiento para enfermedades en cebada cervecera ha sido que hasta hace pocos años las enfermedades nunca fueron una limitante del cultivo ni incidían económicamente sobre los rendimientos, salvo excepciones. Las enfermedades que se han presentado más asiduamente son la roya de la hoja (Puccinia hordei) y mancha en red (Dreschlera teres), y roya del tallo (Puccinia graminis hordei). Todos los cultivares comerciales actuales son susceptibles a ambas, pero a

campo no se habían observado ataques que pudieran afectar el rendimiento y la calidad del grano. Sin embargo, hace unos cinco años se comenzaron a ver daños importantes producidos sobre algunas variedades de mayor difusión, especialmente por mancha en red y roya de la hoja. También en el último quinquenio se ha visto un incremento muy grande de otras dos enfermedades. Una de ellas conocida con el nombre de “escaldadura” (Rynchosporium secalis) que esporádicamente aparecía en las hojas de cebada. No se conocen las causas de la generalización de los ataques, especialmente en el sudoeste bonaerense, pero coincide con la difusión de nuevas variedades introducidas de muy alta susceptibilidad. En los dos últimos años el daño causado por “escaldadura” fue muy serio. Ante la severidad de los ataques las hojas mueren y las plantas se quedan sin hojas a poco de iniciar el proceso de llenado del grano, afectando seriamente los rendimientos. En consecuencia, la pérdida económica se incrementa porque el porcentaje de granos de tamaño que quedan clasificados como de primera es mucho menor, aumentando el porcentaje de granos de descarte que deben venderse después en el mercado como forrajero, pero a precios mucho más bajos que el normal apto para industria. Otra enfermedad que apareció con gran severidad sobre cebada cervecera es Ramularia collo-sygni. Fue observada en el campo experimental de cebada cervecera de la Estación Experimental Agropecuaria Bordenave del INTA en 1999. Su presencia fue creciendo con los años hasta que en 2001 y 2002 los daños detectados fueron de una severidad de casi el 100%. Simultáneamente estudios realizados por investigadores de la Universidad del Sur, de la FAUBA y del INTA identificaron al hongo, el cual fue muy difícil de observar. Esta enfermedad produce un salpicado necrótico, estas son pequeñas manchas de color marrón, como si fueran pecas alargadas que cubren toda la hoja, en especial la hoja bandera que terminan secándose en muy pocos días. Como aparecen normalmente durante la formación del grano, afectan los rendimientos al quedarse la planta sin hojas y también la calidad comercial e industrial del grano, aumentado la cantidad de grano de calibre menor.

 ANEXO FOTOS.