Mono Transfusion Sanguinea

“Año de la Lucha Contra la Corrupción y la Impunidad” INSTITUTO SUPERIOR TECNOLOGICO ALEZADER FLEMING LAS TRASFUNCIONE

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“Año de la Lucha Contra la Corrupción y la Impunidad”

INSTITUTO SUPERIOR TECNOLOGICO ALEZADER FLEMING

LAS TRASFUNCIONES SANGUINEAS Curso

: Primeros Auxilios

Docente

: Migda Rivera

Integrantes

:

Ciclo

      

Julissa Jaramillo Tapia Roxana Silio Mayco Yadira Prieto Lopez Kiara Dorador Bernabe Mayra Villarreal Yarleque Yessenia Poma Osorio Stefany Espinoza Salvo

: II

HUACHO – PERÚ 2019

DEDICATORIA Con mucho cariño para nuestros padres y profesores quienes nos inculcan conocimiento día a día.

2

INDICE 1. HISTORIA

5

2. CUIDADOS DURANTE LA TRANSFUSION SANGUINEA

7

3. COMPLICACIONES EN UNA TRANSFUSION SANGUINEA

13

REACCIÓN TRANSFUSIONAL HEMOLÍTICA TARDÍA

14

REACCIÓN TRANSFUSIONAL FEBRIL NO HEMOLÍTICA

14

REACCIONES ALÉRGICAS

15

SOBRECARGA DE VOLUMEN

16

LESIÓN PULMONAR AGUDA

17

ALTERACIÓN DE LA AFINIDAD POR EL OXÍGENO

17

4. LOS TIPOS DE SANGRE

18

CUATRO GRUPOS DE SANGRE

18

MÁS EL FACTOR RH

19

DAN LUGAR A OCHO TIPOS DE SANGRE

20

5. DIFERENCIAS ENTRE TRANSFUSION SANGUINEA Y TRANSFUSION DE PLASMA 21 6. PARA QUE SIRVEN LAS TRANSFUSIONES SANGUINEAS

23

7. DURACION DE UNA TRANFUSION SANGUINEA

24

8. LA ADMINISTRACION DE COMPONENTES SANGUINEOS

24

HEMODERIVADOS: LAS PLAQUETAS

24

PLASMA FRESCO CONGELADO

25

CRIOPRECIPITADO

27

9. CONSECUENCIAS NEGATIVAS EN LAS TRANSFUSIONES SANGUINEAS

28

FIEBRE.

28

REACCIÓN ALÉRGICA REACCIÓN HEMOLÍTICA

28 28

10. BIBLIOGRAFIA

30

3

INTRODUCCION La transfusión de sangre y sus componentes sigue siendo el trasplante de tejido más común, y salva vidas cuando se producen hemorragias intraquirúrgicas, anemias severas crónicas y agudas, grandes traumas, cáncer, etc. En la actualidad se ha convertido en un tratamiento de uso común, que conlleva riesgos y potenciales complicaciones.

La única fuente de obtención de sangre es el ser humano, por lo cual debe emplearse en condiciones de equidad, raciocinio e igualdad, de este modo la disponibilidad de la misma y sus componentes se transforman en un problema de orden público e interés nacional dado su calidad de irremplazable y necesaria.

La infusión de hemoderivados es una técnica básicamente de enfermería, que requiere un conocimiento profundo de las bases fisiológicas y manejo meticuloso de la atención del paciente y la aplicación correcta de un protocolo, para prevenir las serias complicaciones que pueden presentarse. No es una responsabilidad menor debido a que un error puede ocasionar la muerte del paciente (incompatibilidad sanguínea).

El objetivo es contribuir a garantizar la prestación de un cuidado seguro y costo efectivo, construyendo una norma para la infusión de hemocomponentes en el Servicio de Aislamiento validada a través de la evidencia encontrada y disponible.

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LA TRANSFUSION SANGUINEA 11. HISTORIA El primer intento de transfusión sanguínea registrado ocurrió en el siglo XV relatado por Stefano Infessura. En 1492 el Papa Inocencio VIII cayó en coma, por lo que se requirió de la sangre de tres niños para administrársela a través de la boca (ya que en ese entonces no se conocía la circulación sanguínea) a sugerencia del médico. A los niños de 10 años de edad se les prometió pagarles con sendos ducados de oro y, sin embargo, tanto el Papa como los jovencitos murieron. Algunos autores desacreditan el relato de Infessura, acusándolo de antipapista.

La primera transfusión de sangre humana documentada fue administrada por el doctor Jean-Baptiste Denys, quien el 15 de junio de 1667describió el caso de un enfermo de sífilis que murió después de haber recibido tres transfusiones de sangre de cordero: «Estaba en el proceso exitoso de recibir la transfusión... pero algunos minutos después... su brazo se calentó, su pulso aceleró, el sudor brotó sobre su frente, se quejaba de fuertes dolores en los riñones y en el estómago, su orina era oscura, negra de hecho... luego murió...».

Durante la primera década del siglo XX se identificaron los diferentes tipos de sangre, y que la incompatibilidad entre la sangre del donante y del receptor podía causar la muerte.

Karl Landsteiner descubrió que las personas tenían diferente tipo de sangre y que las transfusiones no eran compatibles entre personas de diferente tipo. En 1901 describió el sistema de AB0 y en 1940 el sistema Rh.

5

El método de conservación de sangre humana para su uso diferido en transfusiones, mediante la adición de citrato de sodio, fue desarrollado por el médico Argentino Luis Agote en 1914.

En 1936, durante la Guerra Civil Española, el médico Frederic DuránJordà organizó un banco de sangre en Barcelona con un servicio de transfusiones a distancia. Y el médico Norman Bethune desarrolló el primer servicio móvil de transfusiones de sangre que llegaba hasta el frente de batalla.

Charles Drew. A fines de la década de 1930 e inicios de la de 1940, la investigación del médico estadounidense Charles Drew llevó al descubrimiento de que la sangre podía ser separada en plasma sanguíneo y células rojas, y de que el plasma podía ser congelado separadamente. La sangre almacenada de esta manera duraba más tiempo y era menos propensa a contaminarse.

6

12. CUIDADOS DURANTE LA TRANSFUSION SANGUINEA Verificar nombre y datos completos con la indicación de transfusión del receptor realizada en preforma correspondiente. Se deberá tener especial atención cuando se realicen dos o más infusiones simultáneas a distintos pacientes, dado el incremento en las posibilidades de cometer errores en la administración. Grado de recomendación 1 A.

Según Romero y Cols., la seguridad clínica es un tema de actualidad, pero no es un problema que se ha presentado ahora; los primeros trabajos que lo investigan se remontan a la década de 1950. Dentro de ella hay que englobar a la seguridad transfusional. A partir de la década de 1990 la preocupación por una transfusión más segura se pone de manifiesto de una forma más intensa, debido a la pandemia del VIH/sida.

Debido a características naturales de la cognición humana, se cometen actos inseguros durante las tareas habituales. El impacto y consecuencias de los errores humanos en sistemas complejos han sido ampliamente documentados y estudiados, así como las distintas técnicas y metodologías de análisis se desarrollaron.

7

Por todo ello, una de las últimas preocupaciones en nuestro entorno se centra en la posibilidad de gestionar los accidentes ocurridos durante el proceso de la transfusión de hemoderivados. Se trata de un aspecto a considerar, ya que un error humano durante la ejecución de este proceso es susceptible de ocasionar la muerte de un paciente; de hecho, en la actualidad es el único error en el proceso transfusional que puede provocar un accidente mortal inmediato. Linden y cols. describían la tasa de mortalidad por esta causa en EE.UU., situándola en 1/1.800.000 unidades.

Asimismo, también se menciona en este artículo que la percepción de la población general del riesgo asociado a la transfusión, es muy diferente a la que tiene el profesional sanitario, esto influye decisivamente en la correcta dimensión social del riesgo y en las estrategias a seguir, ya que el error en la colocación de la transfusión ocurre con una frecuencia miles de veces mayor, que la transmisión de VHC y VIH.En Europa, el informe SHOT publicado en 2004, sobre un seguimiento de 10 años, muestra una cifra de 4/1.000.000 muertes relacionadas con la transfusión de ellas y 7/10.000.000 estaban relacionadas con un error en la administración del hemoderivado.

Sin embargo, sin obviar la importancia que tiene, no se debe hablar solamente de las muertes causadas por un error transfusional, ya que un uso inadecuado de los hemoderivados, cualquiera que sea su tipo, puede ocasionar problemas de salud al usuario, que son errores fundamentalmente de tipo humano. 

Evaluar el estado clínico del paciente y antecedentes transfusionales.



Explicar al paciente el procedimiento, incidiendo en los posibles riesgos. Grado de recomendación 1C. Según Simón y cols. (6) un estudio cualitativo de entrevistas semiestructuradas arrojó como resultados que los aspectos asociados al desarrollo de la información, el consentimiento y la participación, tienen gran importancia a la hora de evaluar la satisfacción por la atención recibida durante la hospitalización. Desarrollar medidas que mejoren estos tres procesos es decisivo para aumentar la satisfacción global de los usuarios. Los pacientes desean ser informados, participar en la toma de decisiones y conocer el significado 8

de la carta de derechos de los pacientes, como compartir con la familia todo el proceso asistencial y la información escrita; que les resulta la mayoría de las veces incomprensible sin el asesoramiento y acompañamiento continuo de los profesionales actuantes. 

Controlar las constantes vitales (temperatura, frecuencia cardiaca, frecuencia respiratoria, tensión arterial). Medición de la presión venosa central (PVC, en pacientes con catéteres venosos centrales que tengan antecedentes de insuficiencia cardiaca, con sobrecarga hídrica y/o pacientes añosos)



Para evaluar con exactitud la respuesta del paciente, es preciso establecer el valor basal de sus signos vitales antes de iniciada la administración.



Administrar la medicación indicada, para prevenir reacciones adversas antes de iniciar la transfusión y coordinar con el Servicio de Hemoterapia el tiempo en que se transportarán las unidades de hemo componentes al servicio donde está el paciente.



Trasfundir las unidades seleccionadas por el personal del banco de sangre, quien las trasladará al servicio de aislamiento entregándose de una en una, donde se purgará el sistema de perfus con filtro.



Lavar las manos, antes y después de la conexión al catéter y tantas veces como sea necesario durante el procedimiento. Grado de recomendación 1A.



Seleccionar el acceso vascular. Si el paciente es portador de: o

Canalización por vía periférica se recomienda la punción de las venas distales o de mayor calibre, utilizando catéteres Nº 18 o 20, según el paciente.

o

Catéter venoso central implantable: se utilizará aguja tipo huber Nº 19 o Nº 21, según la disponibilidad en el servicio de farmacia. Se conectará el perfus de transfusión sanguínea con una llave de 3 vías, proximal a la aguja huber. En caso de que se observe lentitud en la infusión del hemocomponente se procederá a lavar con 20 cc de solución salina en push en adultos y 10 cc en pediátricos.

9

o

Catéter venoso central tunelizado (tipo Hickman, Cooke), se conectará una llave de tres vías proximal al catéter.



Grado de recomendación 1C.



Según Tomas Rojas y cols. (10) un estudio descriptivo en una población de 55 observaciones, la hemólisis en diferencia de potasio se asoció al tipo de vía (menor calibre mayor hemolisis) y a la antigüedad de la sangre (sangre más “vieja” mayor hemólisis).



Verificar el uso concomitante de soluciones intravenosas:



La única solución compatible con cualquier hemo componente es la solución salina, ya que no altera el equilibrio osmótico de la membrana celular. El resto de las soluciones como las dextrosas producen hemólisis por desequilibrio osmótico. No es aconsejable administrar antibióticos en paralelo.



Si se debe infundir anfotericina o Ambisone® se espera un lapso de 2 horas para infundir hemo componentes.



No agregar dentro de la unidad medicamentos o soluciones (ni siquiera fisiológico).



En caso de no poder interrumpir la administración de determinadas drogas, se colocará una vía periférica.

10



En general, el único fluido endovenoso que se puede utilizar simultáneamente con una transfusión sanguínea es la solución salina isotónica al 0,9%. En EE.UU., la Agencia de Medicamentos y Alimentos ha aprobado el uso de albúmina, sin embargo, en términos prácticos, considerar la solución salina como el único fluido aceptable, ayuda a evitar

la

utilización

de

otros

fluidos

claramente

inaceptables,

especialmente la solución de Ringer lactato que no puede utilizarse, porque contiene calcio y neutraliza el anticoagulante desencadenando la cascada de la coagulación. Tampoco se recomienda la infusión simultánea de medicaciones, ya que si el paciente presenta una reacción adversa y se han infundido múltiples fluidos simultáneamente, puede ser difícil, sino imposible, determinar que fluido o fármaco ha sido el causante de la reacción. 

No utilizar presurizadores, ya que provocan hemólisis de los glóbulos rojos. Tampoco realizar maniobras de escurrimiento en la tubuladura de la

unidad.

Grado

de

recomendación

1C.

Según estudio de Tomas Rojas y cols. (11) en la utilización de bombas volumétricas para transfusiones sanguíneas, el análisis efectuado a las muestras de la bolsa y del extremo distal sistema, mostró diferencias en grado de hemólisis en diferencia de hemoglobina libre y hematocrito. Según la práctica en adultos la utilización de bombas de infusión no es necesaria. 

Establecer los tiempos de infusión de acuerdo al tipo hemocomponentes que

se

infundirá

y

condiciones

del

paciente:

Recomendación dada por la Asociación Argentina de Hematología e Inmunohematología (12). A un máximo de 2 ml/minuto durante los primeros quince minutos, permaneciendo junto al paciente, de esta forma, si este muestra signos o aqueja síntomas típicos de reacción adversa, interrumpir de inmediato la transfusión (unas cuantas gotas de sangre incompatible pueden resultar fuertemente lesivas). o

1 unidad de glóbulos rojos: se transfundirá en periodos no mayor de 4 horas (tiempo ideal mayor de una hora y menor de tres horas).

11

o

unidad de plasma fresco y/o plaquetas en menos de una hora por cada 100 ml.

o

Unidad de crioprecipitados: lo más rápido que se pueda administrar.



Purgar la tubuladura cada vez que finalice la transfusión, con 100 cc de solución fisiológica para conservar la permeabilidad de la vía que se utilizó. Recomendación dada por la Asociación Argentina de Hematología e Inmunohematología. Grado de recomendación 1C (13).



Realizar el registro de enfermería colocando tipo de hemocomponente, hora que comienza la transfusión, volumen total a infundir, controles de signos vitales antes durante y al finalizar, cualquier reacción adversa, hora en que final transfusión y purgado de la vía.



Verificar si la transfusión transcurre normalmente, tanto la bolsa como el sistema y el catéter se desecharán en contenedores apropiados, al ser material potencialmente biopeligroso mediante la utilización de guantes de látex. Recomendación dada por la Asociación Argentina de Hematología e Inmunohematologia. Grado de recomendación 1A. En caso de no administrarse el hemoderivado, devolverlo al Banco de Sangre lo antes posible indicando las condiciones en que ha estado la bolsa.

12

13. COMPLICACIONES EN UNA TRANSFUSION SANGUINEA Las complicaciones más frecuentes de la transfusión son 

Reacciones febriles no hemolíticas



Reacciones de escalofríos

La gran mayoría de las complicaciones graves, que tienen muy altas tasas de mortalidad, son 

Sobrecarga circulatoria asociada a la transfusión



Lesión pulmonar aguda relacionada con transfusiones



Reacción hemolítica aguda debida a la incompatibilidad ABO

El reconocimiento temprano de síntomas sugestivos de una reacción transfusional y la rápida comunicación al banco de sangre son esenciales. Los síntomas más comunes son escalofríos, rigidez, fiebre, disnea, mareo, urticaria, prurito y dolor en el flanco. Si aparece cualquiera de estos síntomas (distintos de urticaria y prurito localizados), debe detenerse la transfusión de inmediato y mantener la vía IV abierta con solución salina normal. Hay que enviar el resto del hemoderivado y muestras coaguladas y anticoaguladas de sangre del paciente al banco de sangre para investigación. Nota: no debe reiniciarse la unidad en cuestión ni iniciar la transfusión de ninguna unidad entregada previamente. Deben diferirse otras transfusiones hasta conocer la causa de la reacción, a menos que haya una necesidad urgente, en cuyo caso deben utilizarse eritrocitos tipo 0 Rh-negativos. La hemólisis de los eritrocitos del donante o del receptor (en general, del primero) durante la transfusión o después de ésta puede deberse a incompatibilidad AB0/Rh, anticuerpos plasmáticos o eritrocitos hemolizados o frágiles (p. ej., por sobrecalentamiento de sangre almacenada o contacto con soluciones IV hipotónicas). La hemólisis es más frecuente y más grave cuando los eritrocitos incompatibles del donante son hemolizados por anticuerpos del plasma del receptor. Las reacciones hemolíticas pueden ser agudas (dentro de las 24 horas) o tardías (de 1 a 14 días). 13

REACCIÓN TRANSFUSIONAL HEMOLÍTICA TARDÍA A veces, un paciente que ha sido sensibilizado a un antígeno eritrocítico tiene muy bajos niveles de anticuerpos y pruebas pretransfusión negativas. Después de la transfusión con eritrocitos que presentan este antígeno, puede haber una respuesta primaria o anamnésica (por lo general, en 1-4 semanas) y causar una reacción transfusional hemolítica tardía. Por lo general, una reacción transfusional hemolítica tardía no se manifiesta de manera tan florida como la reacción transfusional hemolítica aguda. Los pacientes pueden ser asintomáticos o tener febrícula. Rara vez hay síntomas graves. En general, sólo se produce destrucción de los eritrocitos transfundidos (con el antígeno), lo que determina un Hto decreciente y un ligero aumento de lactato deshidrogenasa y bilirrubina y una prueba de antiglobulina directa positiva. Como la reacción transfusional hemolítica tardía suelen ser leve y autolimitada, a menudo no se la detecta, y el indicio clínico puede ser un descenso inexplicable de la Hb a la concentración pretransfusión que se observa 1 o 2 semanas después de la transfusión. Las reacciones graves se tratan de manera similar a las reacciones agudas. REACCIÓN TRANSFUSIONAL FEBRIL NO HEMOLÍTICA Puede producirse reacciones febriles sin hemólisis. Los anticuerpos dirigidos contra el HLA de los leucocitos en la sangre de un donante por lo demás compatible son una posible causa. Esta causa es más frecuente en pacientes politransfundidos o en multíparas. Las citocinas liberadas de los leucocitos durante el almacenamiento, en especial en los concentrados de plaquetas, son otra causa posible. Clínicamente, las reacciones febriles consisten en un aumento de la temperatura ≥ 1°C, escalofríos y, a veces, cefaleas y dorsalgias. Son frecuentes los síntomas simultáneos de una reacción alérgica. Como la fiebre y los escalofríos también anuncian una reacción transfusional hemolítica grave, todas las reacciones febriles deben investigarse como en el caso de una reacción transfusional hemolítica aguda, como cualquier reacción transfusional.

14

La mayoría de las reacciones febriles se tratan de manera eficaz con paracetamol y, si es necesario, difenhidramina. Los pacientes también deben ser tratados (p. ej., con paracetamol) antes de futuras transfusiones. Si un receptor ha presentado más de una reacción febril, se utilizan filtros especiales de leucorreducción durante futuras transfusiones; la mayoría de los hospitales utilizan hemoderivados leucorreducidos prealmacenados.

REACCIONES ALÉRGICAS Las reacciones alérgicas a un componente desconocido son frecuentes, en general debido a alérgenos del plasma del donante o, con menor frecuencia, a anticuerpos de un donante alérgico. Estas reacciones suelen ser leves e incluyen urticaria, edema, mareos ocasionales y cefaleas durante la transfusión o inmediatamente después de ella. La fiebre es frecuente. Menos a menudo, puede haber disnea, sibilancias e incontinencia, lo que indica un espasmo generalizado del músculo liso. Rara vez aparece anafilaxia, particularmente en receptores con deficiencia de IgA. En un paciente con antecedentes de alergias o una reacción transfusional alérgica, puede administrarse un antihistamínico en forma profiláctica justo antes o al comienzo de la transfusión (p. ej., difenhidramina 50 mg VO o IV). Nota: nunca deben administrarse fármacos cuando se está transfundiendo sangre. Si se produce una reacción alérgica, se detiene la transfusión. Por lo general, un antihistamínico (p. ej., difenhidramina 50 mg IV) controla la urticaria y el prurito leves, y puede reanudarse la transfusión. En cambio, una reacción alérgica moderada (urticaria generalizada o broncoespasmo leve) requiere hidrocortisona (100-200 mg IV), y una reacción anafiláctica grave exige tratamiento adicional con adrenalina 0,5 mL de una solución 1:1.000 por vía SC y solución salina al 0,9% por vía IV (ver Anafilaxia : Tratamiento) junto con evaluación por el banco de sangre. No debe realizarse ninguna transfusión más hasta completar la evaluación. Los pacientes con deficiencia grave de IgA requieren transfusiones de eritrocitos lavados, plaquetas lavadas y plasma de un donante con deficiencia de IgA.

15

SOBRECARGA DE VOLUMEN Aunque la sobrecarga de volumen se subdiagnostica y se subinforma, recientemente ha sido reconocida como la segunda causa más común de muertes relacionadas con la transfusión (20%) informada a la FDA. La alta carga osmótica de los hemoderivados arrastra volumen hacia el espacio intravascular en el curso de horas, lo que puede causar una sobrecarga de volumen en pacientes susceptibles (p. ej., aquellos con insuficiencia cardíaca o renal). Los eritrocitos deben infundirse lentamente. Debe observarse al paciente, y si aparecen signos de insuficiencia cardíaca (p. ej., disnea, estertores), es preciso detener la transfusión e iniciar el tratamiento de la insuficiencia cardíaca. El tratamiento típico consiste en un diurético como la furosemida en dosis de 20-40 mg IV. A veces, los pacientes que requieren un volumen más alto de infusión de plasma para revertir una sobredosis de warfarina pueden recibir simultáneamente una dosis baja de furosemida; sin embargo, la primera elección en estos pacientes es el concentrado de complejo protrombínico. Los pacientes con alto riesgo de sobrecarga de volumen (p. ej., aquellos con insuficiencia cardíaca o insuficiencia renal grave) son tratados en forma profiláctica con un diurético (p. ej., furosemida, 20-40 mg IV).

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LESIÓN PULMONAR AGUDA La lesión pulmonar aguda relacionada con la transfusión es una complicación

infrecuente

causada

por

anticuerpos

anti-HLA

o

antigranulocíticos del plasma del donante, que aglutinan y desgranulan los granulocitos del receptor dentro del pulmón. Aparecen síntomas respiratorios agudos, y la radiografía de tórax tiene un patrón característico de edema pulmonar no cardiógeno. Esta complicación es la causa más frecuente de muerte relacionada con transfusiones (45% de las muertes informadas a la FDA). La incidencia es de 1 en 5.000 a 1 en 10.000, pero muchos casos son leves. Es probable que la lesión pulmonar aguda relacionada con transfusiones de leve a moderada pase inadvertida con frecuencia. El tratamiento de sostén general suele llevar a la recuperación sin secuelas a largo plazo. Hay que evitar los diuréticos. El uso de sangre donada por hombres reduce el riesgo de esta reacción. Los casos deben ser reportados al servicio de medicina transfusional del hospital o al banco de sangre.

ALTERACIÓN DE LA AFINIDAD POR EL OXÍGENO La sangre almacenada durante > 7 días muestra una disminución del ácido 2,3-difosfoglicérico (DPG) en los eritrocitos, y el 2,3-DPG está ausente despues de > 10 días. Esta ausencia determina una mayor afinidad por el oxígeno y liberación más lenta de oxígeno en los tejidos. Hay poca evidencia de que la deficiencia de 2,3-DPG sea clínicamente significativa, excepto en las

exanguinotransfusiones

en

recién

nacidos,

en

pacientes

con

drepanocitosis con síndrome torácico agudo y accidente cerebrovascular, y en algunos pacientes con insuficiencia cardíaca grave. Después de la transfusión de eritrocitos, el 2,3-DPG se regenera en 12-24 horas.

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14. LOS TIPOS DE SANGRE Unos cinco millones de estadounidenses necesitan transfusiones de sangre cada año, por diferentes motivos. A veces, las transfusiones de sangre se realizan en situaciones de emergencia (como cuando una persona pierde mucha sangre después de un accidente). Y otras veces se programan con tiempo de antelación (como en el tratamiento contra el cáncer). Sea cual sea el motivo, las transfusiones de sangre son uno de los procedimientos hospitalarios más frecuentes. Aunque las transfusiones de sangre sean tan frecuentes, significan mucho más que limitarse a sacar sangre a alguien y utilizarla para ayudar a otra persona. Todas las unidades de sangre extraídas se someten a un montón de pruebas para comprobar que no pueden transmitir enfermedades infecciosas y determinar el tipo de sangre. CUATRO GRUPOS DE SANGRE Podría parecer que la sangre no es más que sangre; a simple vista, toda la sangre es prácticamente igual. Pero, a pesar de que todas las muestras de sangre contienen los mismos componentes básicos (glóbulos rojos, glóbulos blancos, plaquetas y plasma), no todo el mundo tiene los mismos tipos de marcadores en la superficie de los glóbulos rojos. Estos marcadores (también conocidos como antígenos) son proteínas y azúcares que utiliza nuestro organismo para identificar que nuestros glóbulos rojos pertenecen a nuestro propio sistema corporal. Los marcadores de las células sanguíneas son microscópicos. Pero, a pesar de su reducido tamaño, pueden influir de forma considerable en que la sangre sea aceptada o rechazada tras recibir una transfusión. Por este motivo, los expertos en medicina agrupan la sangre en varios tipos distintos en función de los marcadores que contiene.

18

Los cuatro grupos principales de sangre son los siguientes: 1. Tipo A. Este tipo de sangre tiene un marcador conocido como “A”. 2. Tipo B. Este tipo de sangre tiene un marcador conocido como “B”. 3. Tipo AB. Este tipo de sangre tiene tanto marcadores A como marcadores B. 4. Tipo O. Este tipo de sangre no tiene marcadores A ni B.

MÁS EL FACTOR RH Algunas personas tienen un marcador adicional, denominado factor Rh, en la sangre. Puesto que los principales grupos de sangre (A, B, AB y O) pueden o no presentar el factor Rh, los científicos también clasifican la sangre como “positiva” (lo que significa que tiene el factor Rh) o “negativa” (sin el factor Rh). El hecho de tener alguno de estos marcadores (o ninguno de ellos) no hace que la sangre de una persona sea más sana o más fuerte que las demás. No son más que diferencias genéticas, como el hecho de tener los ojos verdes en vez de azules o el pelo liso en vez de rizado.

19

DAN LUGAR A OCHO TIPOS DE SANGRE Los distintos marcadores que se pueden encontrar en la sangre dan lugar a ocho posibles tipos de sangre: 1. negativo. Este tipo de sangre no tiene marcadores A ni B y tampoco presenta el factor Rh. 2. positivo. Este tipo de sangre no tiene marcadores A ni B pero sí que presenta el factor Rh. Se trata de uno de los dos tipos de sangre más frecuentes (junto al A positivo). 3. A negativo. Este tipo de sangre solo tiene el marcador A. 4. A positivo. Este tipo de sangre tiene el marcador A y el factor Rh, pero carece del marcador B. Junto con el O positivo, se trata de uno de los dos tipos de sangre más frecuentes. 5. B negativo. Este tipo de sangre solo tiene el marcador B. 6. B positivo. Este tipo de sangre tiene el marcador B y el factor Rh, pero carece del marcador A. 7. AB negativo. Este tipo de sangre tiene los marcadores A y B, pero carece del factor Rh. 8. AB positivo. Este tipo de sangre tiene los tres marcadores: A, B y factor Rh.

Los bancos de sangre y los hospitales llevan a cabo una atenta vigilancia de los tipos de sangre para tener la seguridad de que la sangre donada se adapta al tipo de sangre del receptor de la transfusión. El hecho de que una persona reciba un tipo de sangre inadecuada en una transfusión puede provocarle graves problemas de salud.

20

15. DIFERENCIAS ENTRE TRANSFUSION SANGUINEA Y TRANSFUSION DE PLASMA En principio, todo el que puede dar sangre, puede dar plasma. Como hace Jordi Jaume desde hace diez años. E incluso, hay momentos en que no se puede dar sangre, pero sí se puede dar plasma, porque se puede hacer más a menudo. Donar plaquetas no es lo mismo que donar sangre, efectivamente en ambos casos se requiere de extracción de la misma, pero las plaquetas y la sangre son diferentes. Aquí te explicamos las diferencias. De acuerdo con un estudio publicado por The National Institute of Health los requisitos para donar sangre o plaquetas son casi iguales, sobre todo es importante no tener enfermedades que involucren la sangre o plaquetas. A continuación, te explicamos las diferencias entre donación de sangre y plaquetas: 

Donar sangre es el tipo de donación más común y puede salvar muchas vidas. Existen varios tipos de donación, pues la sangre tiene diferentes componentes, pero por medio de cada uno de ellos es posible salvar una vida o más.

21



La sangre se divide en glóbulos rojos, plasma y plaquetas; para la donación pueden separarse según las necesidades de cada paciente. Algunos pacientes necesitan todos los componentes de la sangre por lo que se les hace una transfusión sanguínea completa.

El otro tipo es doble donación de glóbulos rojos que es lo que regularmente se hace en la donación de sangre, pero con un doble conteo de glóbulos. En la donación de plasma se obtiene de la parte más liquida de la sangre, y es la que ayuda a coagular la sangre. Asimismo contiene proteínas, electrolitos y sustancias que ayudan que funcionen los órganos del cuerpo correctamente. La donación de plaquetas tiene el mismo procedimiento que una donación de sangre tradicional, sin embargo, se separan las plaquetas de la sangre, y ésta se vuelve a introducir al cuerpo. Para ser donante de plasma, como para dar sangre, hay que tener entre 18 y 70 años, pesar más de 50 kilos y encontrarse bien de salud. Las excepciones para dar plasma son casi las mismas que las de la sangre. Hay pero algunas pequeñas diferencias que debes tener en cuenta: 

La donación de plasma es un poco más larga, dura entre 45 minutos y una hora. ¿Por qué? Porque hay una máquina para separar los diferentes componentes de la sangre

22



Se tiene que reservar hora antes, llamando al teléfono 93 5573630



Se puede dar plasma cada 15 días y hasta 24 veces al año. ¿Por qué? Porque la recuperación del plasma es muy rápida. En pocos días, el cuerpo ha vuelto a fabricar las proteínas y las sales minerales extraídas



El plasma ayuda a detener hemorragias en los accidentes graves, y sirve para fabricar medicamentos, por ejemplo, para enfermedades relacionadas con la coagulación de la sangre, como la hemofilia



Tras dar plasma, sólo tienes que esperar 15 días para volver a dar plasma o para donar sangre

16. PARA QUE SIRVEN LAS TRANSFUSIONES SANGUINEAS La transfusión de sangre es un procedimiento médico que consiste en hacer pasar sangre o alguno de sus derivados de un donante a un receptor para reponer el volumen sanguíneo, mejorar la hemoglobina y la capacidad de transporte de oxígeno y otras sustancias, corregir los niveles séricos de proteínas o para compensar un déficit de los componentes de la sangre.

La transfusión de sangre está indicada para el tratamiento de pacientes que, en un momento determinado, presentan una carencia de componentes sanguíneos que no puede ser sustituida por otras alternativas. Por ejemplo, algunos pacientes con cáncer pueden necesitar transfusiones de concentrados de hematíes o de plaquetas porque durante la quimioterapia la médula ósea puede perder temporalmente la capacidad de fabricar nuevas células sanguíneas. O personas con hemofilia, una enfermedad que afecta a la capacidad de la sangre para coagularse, necesitan plasma o los factores de coagulación contenidos en el plasma para favorecer la coagulación y prevenir posibles hemorragias internas.

23

17. DURACION DE UNA TRANFUSION SANGUINEA Una transfusión de glóbulos rojos suele durar entre 2 y 4 horas. Una transfusiónde

plaquetas tarda entre

30

y 60

minutos.

Sí,

las

transfusiones de sangre conllevan algunos riesgos. Estos riesgos incluyen una posibilidad muy pequeña de tener una reacción alérgica o contraer una infección a través de sangre contaminada.

18. LA ADMINISTRACION DE COMPONENTES SANGUINEOS Hemoderivados: las plaquetas La trombocitopenia dilucional se caracteriza porque no es proporcional a la dilución sanguínea. Actualmente se recomienda no tratar con plaquetas, a menos que existan evidencias de coagulopatía, y no usar profilácticamente en la coagulopatía dilucional. Sin embargo, en cirugía, el uso profiláctico es raro si el recuento es superior a 100.000 por mm3; sí parece aconsejable si el recuento es inferior a 50.000 por mm3, siempre que realmente se conozca una alteración de las plaquetas.

Si el paciente presenta microhemorragia o hemorragia incoercible se recomienda este mismo criterio: si el recuento es mayor a 100.000, las 24

plaquetas no van a aportar beneficios, pero con menos de 50.000 está justificado su uso. Como siempre, con cifras intermedias, la decisión depende de la valoración clínica; pueden estar indicadas, a pesar de un recuento normal, en pacientes con disfunción plaquetaria conocida, como en pacientes sépticos o que estén recibiendo fármacos que alteren la función de las plaquetas, como la aspirina.

Ahora bien, la conservación de las plaquetas se hace a temperatura ambiente, por lo que son muy proclives a contaminarse; por esto, siempre que aparezca fiebre después de una transfusión de plaquetas se debe asumir que es un proceso séptico.

Plasma fresco congelado No existe evidencia suficiente de su utilidad en la coagulopatía dilucional. Existen pocas indicaciones de uso del plasma fresco congelado en el perioperatorio. Las alteraciones de la protrombina y el TTPK se ven en pacientes en quienes se ha reemplazado el 100% de la volemia; el plasma fresco congelado es beneficioso cuando el tiempo de protrombina y el TTPK están elevados 1,5 veces el valor normal; por último, cuando no pueden tomarse exámenes y el paciente tiene un sangramiento microvascular, puede ser beneficioso el uso de plasma fresco congelado en forma empírica.

Por lo tanto, según las recomendaciones actuales, su uso estaría justificado plenamente en los siguientes casos: 

Para revertir los anticumarínicos o los warfarínicos. 25



Para corregir alguna coagulopatía conocida.



Para corregir microhemorragias o sangramientos con los tiempos de protrombina y TTPK elevados.

En pacientes que han sido transfundidos con más de una volemia. Sin embargo, el plasma fresco congelado debe ser utilizado en forma inteligente, con el objetivo de alcanzar un mínimo de un 30% de los factores a nivel plasmático. Esto se obtiene administrando entre 10 ml y 15 ml por kilo.

¿Cuándo no se debe usar plasma fresco congelado? 

Para expansión de volumen.



Como suplemento nutricional (no tiene ninguna justificación).



Profilácticamente en la transfusión masiva.



Profilácticamente en el by-pass cardiopulmonar.

Los factores de coagulación son los mismos en 5 unidades de plaquetas, en 1 unidad de plaquetas obtenida por plaquetoféresis, en 1 unidad de sangre total o en 1 unidad de plasma fresco congelado. Por lo tanto, en el shock hemorrágico, en el cual tenemos claramente una pérdida de factores de coagulación, se recomienda el uso de sangre total versus el uso de glóbulos rojos, y no sólo porque la sangre total dé más volumen, sino porque tiene 26

más factores de coagulación, disminuyendo la incidencia de coagulopatía dilucional en forma más efectiva que con el uso glóbulos rojos, cristaloides o coloides.

Crioprecipitado Este producto es rico en factor VIII, fibrinógeno, "fibronectina", factor von Willebrand y factor XII. Está demostrada ampliamente su utilidad en: 

Perioperatorio de pacientes con déficit congénito de fibrinógeno, en forma profiláctica.



Hemofílicos, ya que en nuestro país la disposición de factor VIII liofilizado es limitada por su precio y disponibilidad.



Enfermos con von Willebrand que no responden al acetato de desmopresina, ya que éste tiene poco rendimiento en situaciones de hemorragia en los portadores de esta enfermedad.



Pacientes politransfundidos con niveles de fibrinógeno entre 80 y 100 mg/dl.

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19. CONSECUENCIAS NEGATIVAS EN LAS TRANSFUSIONES SANGUINEAS La mayoría de la gente tolera muy bien las transfusiones de sangre. Pero, como ocurre con cualquier procedimiento médico, hay algunos riesgos implicados. Entre ellos, se incluyen los siguientes:



Fiebre. Los pacientes pueden presentar fiebre al someterse a una transfusión de sangre, a veces acompañada de escalofríos, dolor de cabeza o náuseas. Estos síntomas pueden estar provocados por una reacción entre el sistema inmunitario del receptor y las células inmunitarias presentes en la sangre del donante. Cuando ocurre esto, los médicos interrumpen la transfusión y administran al paciente medicamentos antipiréticos (para bajar la fiebre). Cuando la temperatura del paciente vuelve a la normalidad, generalmente se puede proseguir con la transfusión.



Reacción al érgica. Las reacciones alérgicas a las transfusiones de sangre (como la aparición de ronchas o picazón) ocurren cuando se produce una reacción entre el sistema inmunitario del receptor y las proteínas presentes en la sangre donada. En una cantidad muy reducida de casos, la reacción alérgica puede ser muy grave (un trastorno denominado anafilaxia). Estas reacciones se tratan deteniendo la transfusión y administrando al paciente medicamentos para la alergia, básicamente antihistamínicos y corticoesteroides. Cuando la reacción es leve, se puede reiniciar la transfusión. Pero, si es más grave, es posible que los médicos deban adoptar otras medidas antes de proseguir con la transfusión.



Reacción hemolítica. La palabra hemólisis se refiere a la destrucción de glóbulos rojos. Esta reacción puede poner en peligro la vida del receptor de la transfusión. Ocurre cuando las sangres de donante y receptor no son compatibles. Cuando los

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tipos de sangre no coinciden, el sistema inmunitario del receptor ataca a los glóbulos rojos de la sangre donada y los destruye. Si se produce una reacción hemolítica, los médicos detienen la transfusión y tratan los síntomas. De todos modos, las reacciones hemolíticas son muy poco frecuentes, ya que los profesionales de la salud adoptan muchas precauciones para verificar que las sangres de donante y receptor sean compatibles antes de iniciar una transfusión.

Prácticamente en todos los casos, los efectos beneficiosos de recibir una transfusión de sangre superan con creces a los riesgos implicados.

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20. BIBLIOGRAFIA



https://www.mayoclinic.org/es-es/tests-procedures/bloodtransfusion/about/pac-20385168



https://kidshealth.org/es/teens/transfusions-esp.html



http://www.choosingwisely.org/patient-resources/transfusiones-de-sangrepara-la-anemia-en-el-hospital/



https://www.medwave.cl/link.cgi/Medwave/PuestaDia/Congresos/1105



https://www.murciasalud.es/preevid/4226



https://enfamilia.aeped.es/temas-salud/transfusion-sangre-componentessanguineos



http://www.prioridadcero.com/wpcontent/uploads/2014/03/Guia_transfusion_quinta_edicion2015.pdf

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