Módulo II - Actividad 4 B Medicina Integrativa para avances en Salud en Primera Persona, hacia una Fenomenología Mé
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Módulo II - Actividad 4 B Medicina Integrativa para avances en Salud en Primera Persona, hacia una Fenomenología Médica Dr. Ivo Vukusic, MD. Este texto de nuestra cuarta actividad del módulo II de nuestro MOOC sobre Medicinas Complementarias y Alternativas tiene por objetivo revisar la posibilidad de construir un marco teórico que permita desarrollar fundamentos para el desarrollo de una Fenomenología Médica, a través de los cuales poder avanzar hacia una forma de hacer Medicina Integrativa, que pueda ser evaluada en sus aportes objetivos y subjetivos. El sentido de construir una Fenomenología Médica, es el de dar forma a una epistemología que permita avanzar hacia una medicina integral u holística considerando en el centro del estudio la experiencia del sujeto y de su autoorganización (primera persona) como orden jerárquico superior a las alteraciones específicas que pretenden objetivar el estado de salud desde parámetros externos definidos sin la participación del sujeto (tercera persona). La demanda por una salud integrativa, pareciese ser para muchos sectores un objetivo de la atención médica y sanitaria en general, desde la definición de la OMS de bienestar bio-psico-social, hasta el aumento de la oferta de abordajes integrativos, propuestos en la publicidad de servicios de atención sanitaria, así como el aumento de la demanda por la población de intervenciones de Medicinas Tradicionales, Complementarias, Alternativas e Integrativas en relación a su característica de proponer una atención Holística. Si bien esta demanda existe y la oferta en términos publicitarios y tangencial al desarrollo académico también, lo más frecuente a la observación de la salud en nuestros tiempos, es el que aparezca como una realidad en sí misma, posible, desprovista de sujeto. Cada día parece más como si las enfermedades fueran sufridas por las personas, y no las personas quienes padecen las enfermedades. El que parezca carente de diferencia más allá del lenguaje, el enunciado anterior, tiene que ver con un proceso complejo, de pérdida de inclusión formal de la importancia de la subjetividad en nuestra conceptualización de la salud, donde la pregunta del quién, va perdiendo relevancia.
Una de las imágenes más polares de esta situación, es dada por los modelos de clones animales, por ejemplo, actualmente existen impulsos para reproducir ciertos aspectos bioquímico-fisiológicos específicos, que podrían estar presentes en el aspecto orgánico de un proceso patológico humano, en un clon de ratón o pez, y considerarlos como modelos de la Enfermedad. Considerar un aspecto bioquímico-fisiológico generado conscientemente en un clon de un organismo animal, un modelo para la Enfermedad en el Ser Humano, es una de las máximas expresiones a las que podemos llegar en el ver a la enfermedad, como una realidad en sí misma, capaz de ser independiente, y no una expresión que surge desde la subjetividad y la experiencia vital multinivel de una Persona. Este reduccionismo fragmentario, hoy, nos es posible, válido, y reconocido científicamente. De algún modo, este enfoque, se parece a la oferta de plantar Bosques. Los Bosques son procesos de mayor complejidad, donde tras una serie de eventos evolutivos, ocurridos en distintos organismos, en distintos tiempos, en relación a distintas variables geológicas y ambientales y mucho más, surge una organización que estructura de manera procesal, armónica y dinámica un ecosistema capaz de distribuir la luz, el agua y el material orgánico, entre otros, para sostenerse de manera autónoma como colectivo en su diversidad y capacidad de cambio para adaptarse a las variables del movimiento de rotación de la tierra del día y la noche, de traslación de la tierra de las estaciones y los ciclos más extensos, del Sol, por mencionar una de las múltiples variables. Los Bosques son un fenómeno de la vida evolutiva en la tierra que no podemos reproducir, que no se puede plantar. Podemos plantar árboles, no Bosques. Por otra parte, esta mirada de la enfermedad, separada de la Persona, nos plantea una condición de igualdad o de al menos mínima homogeneidad, propias de lo realmente externo al Ser Humano. Cuando varias personas, se exponen a fenómenos externos, independientes a su naturaleza subjetiva, su experiencia es particularmente parecida. Si activamos los regadores de emergencia, para incendios, en una sala de clases, a través del agua, que les es ajena, los niños de la sala se mojaran de manera bastante homogénea. Ahora, si por otra parte, ingresara a esa misma sala, con los mismos niños, una posibilidad patógena como un microorganismo o un tóxico ambiental, la variabilidad del efecto que podríamos observar tanto en niños que se enferman y otros que no, y entre los que se enferman, veríamos diferentes síntomas, y diferentes intensidades en los síntomas, y así, sucesivamente, podríamos ser testigos la amplia variabilidad que aparece en la enfermedad, en relación a la subjetividad de cada niño, que no es receptor de una
enfermedad dada, sino un aspecto tremendamente activo de su proceso de enfermar, y determinante, en la evolución del mismo, en su complejidad. Multinivel. Construir una Fenomenología Médica, donde el objeto de estudio sea el de la subjetividad de la Persona y su experiencia particular de enfermar y el proceso que pueda llevar ese tránsito enfermo, hacia una nueva condición de salud, fortalecida o en conocimiento de los aspectos que podrían generar esas situaciones nuevamente. En este proceso, la comprensión que tenemos de la salud, como algo externo o dado, así como podemos percibir la enfermedad como algo externo, nos es difícil de subjetivizar, de construir una idea de salud propia, personal e irrepetible en sus características, se vuelve tan esquiva, como en la enfermedad. En relación a estas observaciones la idea de desarrollar una Fenomenología Médica, con una intención de avanzar desde una medicina en tercera persona hacia una medicina en primera persona, probablemente a través de tecnologías de segunda persona, podría derivar en una metodología que dé sustento a los avances en ciencias básicas y ciencias sociales, en el terreno de la subjetividad/intersubjetividad, así como a la transferencia tecnológica desde medicinas tradicionales, complementarias, alternativas e integrativas, en que las propuestas no tendrían que demostrar efectos en estudios cuantitativos, si no que pudiesen explicarse cualitativamente en la experiencia subjetiva de cada persona. Para construir este enfoque, habría que desarrollar una propuesta fundacional, basada en fundamentos, sobre los cuales construir una definición que operacionalice tanto las intervenciones, como la investigación y la inclusión de conocimientos desde otras disciplinas. Es el objetivo del presente texto el definir una metodología para la elaboración de estos fundamentos y la estrategia elegida como método inicial es la presentación de las características que debieran incorporar estos fundamentos. Características para los fundamentos de una Fenomenología Médica: 1) Incorporar los fundamentos del conocer propuestos como Puntos Claves por Francisco Varela en relación a la cognición: La Encarnación, referida a que la mente no está en la cabeza, más enactivamente encarnada co-determinando lo interno de lo externo; La Emergencia, la mente ni existe, ni no existe, esta co-determinada de elementos neutrales (locales) y de un sujeto cognitivo (global); La Intersubjetividad, interacciones co-determinadas entre un Yo y un Otro; La Circulación, los procesos son ontológicamente complejos, co-determinación de descripciones en primera y tercera persona.
2) Las observaciones diagnósticas, deben ser presentadas de forma procesal, vinculadas a aspectos separados en modificables y no modificables, característica que se va flexibilizando en la medida que avance el conocimiento. 3) La subjetividad sólo se puede definir desde/por el sujeto, en su cultura y no puede ser establecida a priori, y es esperablemente distinta entre culturas distintas. 4) Se debe establecer un modelo de generación y evaluación de indicadores generados en conjunto con el consultante y sus intereses, sumado al estado del arte de síntomas y exámenes, cuyos cambios debieran orientar la elección y mantención de tratamientos propuestos. 5) Se debe orientar la entrevista y las pruebas diagnósticas a perspectivas en segunda persona, que permitan que conocimiento en tercera persona se experiencie en primera persona. Conclusión: Se han presentado bases para cuestionar de manera propositiva la relación individual de la persona con su estado de salud, en el modelo actual que presenta la enfermedad como algo externo. Por otro lado se propone el avanzar epistemológicamente en la construcción de una Fenomenología Médica como estructura que permita enlazar a la primera persona, al sujeto con conocimientos en tercera persona de distintos ámbitos de la Medicina Occidental Globalizada, como de otras tradiciones a las que se está teniendo acceso sanitario de forma sostenidamente progresiva en nuestro país. Las Medicinas Tradicionales, Alternativas, Complementarias e Integrativas, se vinculan con elementos que incluyen la experiencia subjetiva de la persona (primera persona), así como también elementos objetivos provenientes de observaciones externas (tercera persona). Así como en la Neurociencias, en particular en el Programa Neurofenomenológico iniciado por Francisco Varela, y en las aplicaciones de la Fenomenología en distintas escuelas de psicoterapia y áreas de la Psiquiatría, la Fenomenología, podría ser la base epistemológica de una nueva Medicina que apunta a la primera persona y es capaz de capturar buenas observaciones respecto de la misma y como estás se relacionan con síntomas y aspectos de la enfermedad obtenidos en tercera persona.